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Año Internacional de la Astronomía 2009. En España (AIA-IYA2009)

Autor por Emilio Silvera    ~    Archivo Clasificado en AIA-IYA2009    ~    Comentarios Comments (0)

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Ayer dejamos aquí la letra A de una serie de palabras que hacen más intendible las cuestiones del Universo. En la página original del Blog sale distyorsionado y es difícil de leer, y, al estar el técnico de vacaciones,  no puedo solucionarlo. Sin embargo, pueden ir a la derecha de la página y en la relación colorida de enlaces, pinchen en Google, allí lo podrán leer perfectamente, Gracias y perdonen las molestias.

Palabras de la letra B que me parecen adecuadas insertar aquí:

Barión

Hadrón con espín semientero. Los nucleones son una subclase de bariones. De acuerdo con la teoría actualmente aceptada, los bariones están constituidos por tres quarks unidos por gluones.

Los bariones poseen un número cuántico, el número bariónico, que es +1 para bariones y -1 para antibariones, 1/3 para quarks, -1/3 para antiquarks y 0 para las demás partículas, como electrones, neutrinos y fotones. El número bariónico siempre parece conservarse experimentalmente, pero las teorías de gran unificación postulan interacciones a muy alta energía que permiten que no se conserve. Se cree que la no conservación del número bariónico a las altas energías características del universo primitivo puede ser una explicación de la simetría entre materia y antimateria en el universo.

Toda la materia que podemos ver y detectar en el universo, como los planetas, estrellas o galaxias, es bariónica.

Big Bang

Teoría cosmológica en la que toda la materia y energía del universo se originó a partir de un estado de enorme densidad y temperatura que explotó en un momento finito en el pasado hace unos 15 mil millones de años. Esta teoría explica de forma satisfactoria la expansión del universo, la radiación de fondo de microondas observada, característica de la radiación de cuerpo negro a una temperatura de 3 K y la abundancia observada de helio en el universo, formado por los primeros 100 segundos después de la explosión a partir del deuterio a una temperatura de 10.000.000.000 K. Ahora es considerada generalmente como más satisfactoria que la teoría de estado estacionario de un universo quieto e inamovible. La teoría del Big Bang fue desarrollada por primera vez en 1.927 por A. G. E. Lamaitre (1.894-1.966) y retomada y revisada en 1.946 por George Camow (1.904-1.968). Han sido propuestas varias variantes de ella.

La teoría de la relatividad general predice la existencia de una singularidad en el comienzo, cuando la temperatura y la densidad eran infinitas. La mayoría de los cosmólogos interpretan esta singularidad como una indicación de que la relatividad general deja de ser válida en el universo muy primitivo, y que el comienzo mismo debe ser estudiado utilizando una teoría cosmológica cuántica.

Con el conocimiento actual de la física de partículas de altas energías, podemos hacer avanzar el reloj, hacia atrás y a través de las eras leptónica y la hadrónica hasta una millonésima de segundo después del Big Bang cuando la temperatura era de 1013 K. Utilizando una teoría más especulativa los cosmólogos han intentado llevar el modelo hasta 10-35 segundos después de la singularidad, cuando la temperatura estaba en 1028 K.

En el instante del Big Bang comenzó la expansión del universo y en ese mismo momento nació el espacio-tiempo. En un principio la simetría lo dominaba todo y reinaba una sola fuerza unificada. Más tarde, a medida que el universo se enfriaba, la simetría se rompió y surgió la materia y las 4 fuerzas fundamentales que rigen hoy. La opacidad desapareció y todo fue transparencia, surgieron los fotones que transportaron la luz a todos los rincones del cosmos. Doscientos mil años más tarde surgieron las primeras estrellas, se formaron las galaxias y, partir de la materia inerte, nosotros, la especie humana que, hoy, tan pretenciosa, quiere explicar como ocurrió todo.

Big Crunch

Estado final de un universo de Friedman cerrado (es decir, uno cuya densidad excede a la densidad crítica). Dicho universo se expande desde el Big Bang inicial, alcanza un radio máximo, y luego colapsa hacia un Big Crunch, donde la densidad de materia se vuelve infinita. Después del Big Crunch denería haber otra fase de expansión y colapso, dando lugar al universo oscilante, o lo que es lo mismo: el Big Bang finaliza en Big Crunch que forma una singularidad que vuelve a formar un Big Bang y vuelta a empezar.

Binaria, estrella

Sistema estelar doble, en el que las dos estrellas están unidas por su mutua fuerza gravitatoria.

Bolas de pegamento

Partículas teóricas formadas exclusivamente por gluones. Pruebas de sondeo de la existencia de bolas-pegamento se han hallado en experimentos de acelerador a mediados de los años ochenta.

Para mejor comprensión del lector diré que gluón es una partícula que tiene por única misión retener confinados a los quarks dentro del núcleo, formando protones y neutrones. La palabra glue, en inglés significa pegamento, de ahí el nombre del gluón (más información en la fuerza nuclear fuerte).

Bosones

Partículas elementales de espín entero que no obedecen al principio de exclusión de Pauli. Entre ellas se cuentan los fotones y las partículas W+, W y Z0 portadoras de las fuerzas electromagnéticas y electrodébil, respectivamente.

Al tener espin entero, obedecen a la estadística Bose-Einstein que obedece a las reglas de la mecánica cuántica.

El gravitón, cuanto de energía intercambiado en la interacción gravitacional, también es un bosón. No ha sido aún observada y se le supone carga nula.

Y, otras cuestiones.

¿Está degradándose el universo?

Pensemos en un reloj. Los relojes funcionan gracias a una concentración de energía en su resorte o en su batería. A medida que el resorte se destensa o la reacción química de la batería avanza, se establece un flujo de energía desde el punto de alta concentración al de baja concentración, y como resultado de este flujo anda el reloj. Cuando el resorte se ha destensado por completo o la batería ha finalizado su reacción química, el nivel de energía es uniforme en todo el reloj, no hay ya flujo de energía y la maquinaria se para. Podríamos decir que el reloj se ha “degradado”. Por analogía, decimos que el universo se “degradará” cuando toda la energía se haya igualado.

Si es cierto el segundo principio de la termodinámica, todas las concentraciones de energía en todos los lugares del universo se están igualando, y en ese sentido el universo se está degradando. La entropía alcanzará un máximo cuando la energía del universo esté perfectamente igualada; a partir de entonces no ocurrirá nada porque, aunque la energía seguirá allí, no habrá ya ningún flujo que haga que las cosas ocurran.

La situación parece deprimente (si el segundo principio es cierto), pero no es para alarmarse ahora, ya que el proceso tardará billones de años en llegar a su final y el universo, tal como hoy existe, no sólo sobrevivirá a nuestro tiempo, sino que con toda probabilidad también a la humanidad misma.

De todo esto podemos obtener una consecuencia clara y precisa; de acuerdo con el segundo principio de la termodinámica, la entropía del universo está en constante aumento, es decir, la energía que contiene tiende a igualarse en todas partes. Así que, como cualquier proceso que iguala las concentraciones de energía está aumentando el desorden en el sistema, nuestro universo cada vez tiene un mayor desorden con los movimientos aleatorios libres de las partículas que lo componen, cuyo comportamiento no es más que una especie de medida del desorden que en el universo se produce de manera continuada.

La entropía está presente en la vida cotidiana: objetos que se descolocan, cosas que se desordenan, vestidos que se ensucian, un vaso que se cae y se rompe, los muebles que se llenan de polvo, el suelo que recoge las marcas de los pies que lo pisan, todo eso es entropía y, para arreglarla, tenemos que disponer bien las cosas, recoger los objetos caídos, lavar la ropa y limpiar el suelo o quitar el polvo, con lo cual, la entropía continúa estando presente en el esfuerzo que todo ello conlleva y deteriora la lavadora, la aspiradora y nos causa a nosotros por el esfuerzo realizado (deterioro-entropía).

La entropía está ineludiblemente unida al tiempo, ambos caminan juntos. En procesos elementales en los que intervienen pocos objetos es imposible saber si el tiempo marcha hacia delante o hacia atrás. Las leyes de la naturaleza se cumplen igual en ambos casos. Y lo mismo ocurre con las partículas subatómicas.

Un electrón curvándose en determinada dirección con el tiempo marchando hacia delante podría ser igualmente un positrón curvándose en la misma dirección, pero con el tiempo marchando hacia atrás. Si sólo consideramos esa partícula, es imposible determinar cuál de las dos posibilidades es la correcta.

En aquellos procesos elementales en que no se puede decir en que dirección marcha el tiempo, no hay cambio de entropía (o es tan pequeña la variación que podríamos ignorarla). Pero en los procesos corrientes, en las que intervienen muchas partículas, la entropía siempre aumenta. Que es lo mismo que decir que el desorden siempre aumenta.

Un saltador de trampolín cae en la piscina y el agua salpica hacia arriba; cae un jarrón al suelo y se hace añicos; las hojas caen de los árboles y se desparraman por el suelo.

Se puede demostrar que todas estas cosas, y en general, todo cuanto ocurre normalmente en derredor nuestro, lleva consigo un aumento de entropía. Estamos acostumbrados a ver que la entropía aumenta y aceptamos ese momento como señal de que todo se desarrolla normalmente y de que nos movemos hacia delante en el tiempo. Si de pronto viésemos que la entropía disminuye, la única manera de explicarlo sería suponer que nos estamos moviendo hacia atrás en el tiempo: las salpicaduras de agua se juntan y el saltador saliendo del agua asciende al trampolín, los trozos del jarrón se juntan y ascienden hasta colocarse encima del mueble y las hojas desperdigadas por el suelo suben hacia el árbol y se vuelven a pegar en las ramas.  Todas estas cosas muestran una disminución de la entropía, y sabemos que esto está tan fuera del orden de las cosas que la película no tiene más remedio que estar marchando al revés.

En efecto, las cosas toman un giro extraño cuando el tiempo se invierte, que el verlo nos hace reír.

Por eso la entropía se denomina a veces “la flecha del Tiempo”, porque su constante aumento marca lo que nosotros consideramos el “avance del tiempo”.

Todo esto me lleva a pensar que, si finalmente el universo en el que estamos es un universo con la densidad crítica necesaria para el universo curvo y cerrado que finaliza en un Big Crunch, en el que las galaxias se frenaran hasta parar por completo y comenzaran de nuevo a desandar el camino hacia atrás, ¿no es eso volver atrás en la flecha del tiempo y reparar la entropía?

Como la posibilidad del Big Crunch es bastante grande, no estaría de más estudiar los efectos que se producirían. ¿Se formarán estrellas que explotaron en supernovas? ¿Veríamos resurgir cosas que el tiempo y la entropía hicieron desaparecer?

Según esta teoría podría ser posible que cosas extrañas llegaran a ocurrir si el proceso del universo, siempre en expansión, caminando hacia delante en el tiempo, de pronto se invirtiera y comenzará una andadura hacia atrás, al pasado, caminando al revés al invertirse la flecha del Tiempo.

emilio silvera

 


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