Dic
5
Difícil casamiento ¡RG con la MC!
por Emilio Silvera ~ Clasificado en Física Cuántica ~ Comments (1)
Entre los teóricos, el casamiento de la relatividad general y la teoría cuántica es el problema central de la física moderna. A los esfuerzos teóricos que se realizan con ese propósito se les llama “supergravedad”, “súpersimetría”, “supercuerdas” “teoría M” o, en último caso, “teoría de todo o gran teoría unificada”.
Ahí tenemos unas matemáticas exóticas que ponen de punta hasta los pelos de las cejas de algunos de los mejores matemáticos del mundo (¿y Perelman? ¿Por qué nos se ha implicado?). Hablan de 10, 11 y 26 dimensiones, siempre, todas ellas espaciales menos una que es la temporal. Vivimos en cuatro: tres de espacio (este-oeste, norte-sur y arriba-abajo) y una temporal. No podemos, ni sabemos o no es posible instruir, en nuestro cerebro (también tridimensional), ver más dimensiones. Pero llegaron Kaluza y Klein y compactaron, en la longitud de Planck las dimensiones que no podíamos ver. ¡Problema solucionado!
¿Quién puede ir a la longitud de Planck para verlas?
La puerta de las dimensiones más altas quedó abierta y, a los teóricos, se les regaló una herramienta maravillosa. En el Hiperespacio, todo es posible. Hasta el matrimonio de la relatividad general y la mecánica cuántica, allí si es posible encontrar esa soñada teoría de la Gravedad cuántica.
Así que, los teóricos, se han embarcado a la búsqueda de un objetivo audaz: buscan una teoría que describa la simplicidad primigenia que reinaba en el intenso calor del universo en sus primeros tiempos, una teoría carente de parámetros, donde estén presentes todas las respuestas. Todo debe ser contestado a partir de una ecuación básica.
¿Dónde radica el problema?
Dic
5
Una curiosa noticia
por Emilio Silvera ~ Clasificado en General ~ Comments (0)
Según he leído en alguna parte, ahora parece que no fue, el meteorito caído en el Yucatán en México, el que acabo con los grandes lagartos.
El Balance del Carbono mató a los Dinosaurios
Una nueva investigación de un eslabón perdido en climatología demuestra que la Tierra no se vio abrumada por un período de invernadero cuando los dinosaurios la dominaban, sino que experimentó rápidas fluctuaciones de temperatura y del nivel del mar, cambios que resultaron en un balance del ciclo global del carbono. El estudio está siendo publicado en el número de marzo de la revista Geology.
Basado en un comunicado de la Universidad McMaster
Una nueva investigación de un eslabón perdido en climatología demuestra que la Tierra no se vio abrumada por un período de invernadero cuando los dinosaurios la dominaban, sino que experimentó rápidas fluctuaciones de temperatura y del nivel del mar, cambios que resultaron en un balance del ciclo global del carbono. El estudio está siendo publicado en el número de marzo de la revista Geology.
“La mayoría de la gente cree que el período Cretácico medio fue un súper-invernadero”, dice Darren Gröcke, profesor asistente y Director del Laboratorio de Biogeoquímica de Isótopos Estables en la Universidad McMaster. “Pero de hecho no fue diferente a los climas de los últimos 5 millones de años”.