Ene
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El Tiempo II
por Emilio Silvera ~ Clasificado en Física ~ Comments (0)
Sí, es el tiempo el factor que juega a nuestro favor para conseguir nuestros logros más difíciles, para poder responder preguntas de las que hoy no tenemos respuesta y, es precisamente, la sabiduría que adquirimos con el paso del tiempo, la que nos posibilita para hacer nuevas preguntas, más profundas que las anteriores y que antes, por ignorancia, no podríamos hacer.
Cada nuevo conocimiento nos abre una puerta que nos invita a entrar en una nueva región donde encontramos otras puertas cerradas que tendremos que abrir para continuar nuestro camino. Sin embargo, hasta ahora, con el “tiempo” suficiente para ello, hemos podido franquearlas hasta llegar al momento presente en el que estamos ante puertas cerradas con letreros en los que se puede leer: Fusión, teoría M, Viajes espaciales tripulados, Nuevas formas de materia, el gravitón, la partícula de Higgs, las ondas de energía de los Agujeros Negros, Hiperespacio, otros Universos, Materia Oscura, y otras Dimensiones.
Todas esas puertas y muchas más nos quedan por abrir, además, tenemos ante nuestras narices puertas cerradas que llevan puesto el nombre de: genética, nanotecnología, nuevos fármacos, alargamiento de la vida media, y muchas más en otras ramas de la ciencia y del saber humano.
Aunque es mucho lo que se ha especulado sobre el tema, en realidad, el tiempo solo transcurre (que sepamos) en una dirección, hacia delante. Nunca ha ocurrido que unos hechos, que unos sucesos, se pudieran borrar, ya que, para ello habría que volver en el tiempo anterior al suceso para evitar que sucedieran.
Esta claro que, en nuestro Universo, el tiempo solo transcurre hacia lo que llamamos futuro.
Siempre encontramos las huellas del paso del tiempo, aparecen sutiles efectos que delata el sentido del paso del tiempo, aunque es algo que no se puede ver ni tocar, su paso se deja sentir, lo nuevo lo va convirtiendo en viejo, con su transcurrir, las cosas cambian.
La misma Tierra, debido a las fuerzas de marea, con el paso del tiempo va disminuyendo muy lentamente su rotación alrededor de su eje (el día se alarga) y la distancia media entre la Tierra y la Luna crece. El movimiento de un péndulo, con el tiempo disminuye lentamente en su amplitud por las fuerzas de rozamiento. Siempre está presente ese fino efecto delator del sentido del paso del tiempo que va creando entropía destructora de los sistemas que ven desaparecer su energía y cómo el caos lo invade todo.
Nos podríamos hacer tantas preguntas sobre las múltiples vertientes en que se ramifica el tiempo que, seguramente, éste comentario sería insuficiente para poder contestarlas todas (de muchas no sabríamos la respuesta).
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¿Por qué consideramos que el tiempo rige nuestras vidas?
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¿Cómo explicarías “qué es el tiempo”?
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¿Por qué unas veces te parece que el tiempo “pasa rápido” y otras veces “muy lento”?
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¿Crees que el tiempo estaba antes del Big Bang? ¿Por qué?¿No nació junto al espacio?
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¿En algún momento se acabará el tiempo?
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¿Cómo el ser humano “fue consciente” de la existencia del tiempo?
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¿Qué cosa es el tiempo?
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¿Por qué no lo vemos ni tocamos pero notamos sus efectos?
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¿Por qué la velocidad relativista puede frenar el transcurrir del tiempo?
En realidad, si nos detenemos a pensar detenidamente y en profundidad en el entorno en que nos encontramos, una colonia de seres insignificantes, pobladores de un insignificante planeta, de un sistema Solar dependiente de una estrella mediana, amarilla, del tipo G-2, nada especial y situada en un extremo de un brazo espiral, en la periferia (los suburbios del Sistema Solar) de una de entre miles de millones de Galaxias, si pensamos en esa inmensidad, entonces caeremos en la cuenta de que, no somos tan importantes, y, el tiempo que se nos permite estar aquí, es un auténtico regalo.
Ese tiempo, corto espacio de tiempo en relación al tiempo cosmológico, es por cierto, un espacio suficiente para nacer, crecer, aprender, dejar huella de nuestro paso por este mundo a través de nuestros hijos y a veces (si somos elegidos) por nuestro trabajo, tendremos la oportunidad (casi siempre breve) de ser felices y muchas oportunidades para el sacrificio y el sufrimiento y, así irán pasando nuestras vidas para dejar paso a otras que, al igual que nosotros, continuaran el camino iniciado en aquellas cuevas remotas del pasado, cuando huyendo del frío y de los animales salvajes, nos refugiábamos en las montañas buscando cobijo y calor.
Han pasado muchos periodos de tiempo desde entonces, y la Humanidad, en verdad, aprovechó el tiempo. No quiero decir que en todos los ámbitos humanos del comportamiento tengamos que felicitarnos, hay algunos (aún hoy) de los que el sonrojo es inevitable, pero eso es debido a que, la parte animal que llevamos en nosotros está, de alguna manera presente y, los instintos superan a veces a la racionalidad.
Aún no hemos superado el proceso de humanización. Sin embargo, los logros conseguidos no han sido pocos, el “tiempo” está bien aprovechado si pensamos que, hace solo unos miles de años no sabíamos escribir, vagamos por los campos cazando y cogiendo frutos silvestres y no existían organizaciones sociales ni poblaciones.
Desde entonces, el salto dado en todos los campos del saber ha sido tremendo.
Pero, no podemos evitar, en ningún caso, que el “tiempo” esté ahi, nos acompañará siempre y, seguramente, cuando nadie esté ya aquí para contarlo, el “Tiempo” mirará sonriente, como surgen otras especies que, al igual que nosotros desaparecerán ante y delante de sus propias “nacices”.
¡El Tiempo!
emilio silvera