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¡La idea del Alma!

Autor por Emilio Silvera    ~    Archivo Clasificado en Rumores del Saber    ~    Comentarios Comments (18)

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Es verdaderamente meritoria la idea del Alma, una idea poderosa que hace posible la esperanza en el “más allá”, la vida después de la muerte.  Todos podemos ver como el cuerpo se destruye cuando se muere, sin embargo, el Alma invisible, puede dejar el cuerpo y etérea flotar hasta los cielos (si hemos sido buenos) o a los infiernos (si hemos sido malos).

Mirando la Historia y lo que ahora mismo nos rodea, si eso es así ¿cómo tendría que ser de grande el infierno?

Verdaderamente, la noción de “Alma” podría ser considerada como una de las ideas más grandes de la Humanidad, ha sido muy bien manejada por las religiones para poder dirigir y atemorizar a los pueblos que, ignorantes, estaban a merced de la amenaza divina que en boca de los sacerdotes del momento, fustigaban sin piedad sus conciencias llevadas, a un callejón sin salida de una culpabilidad inexistente que las hacía vulnerables.

Sí, algunos dirán que es más poderosa la idea de Dios que también es más universal, y,  algunos se preguntarán si ambas ideas no se sobreponen.  Y así es, la idea de Dios ha sido una idea poderosísima  a lo largo de la Historia, y continúa siéndolo en gran parte del planeta.  Al mismo tiempo, sin embargo, hay dos buenas razones para pensar que el Alma ha sido (y sigue siendo) una idea más influyente y fecunda que la idea misma de la divinidad.

Una razón es que, con la invención de la otra vida (una idea que no todas las religiones comparten, pero sin la cual una entidad como el Alma tendría mucho menos sentido), se abrió el camino – como antes comentaba- para que las religiones organizadas controlaran las mentes de los hombres para su propio beneficio, hay que tener presente que, por ejemplo la Iglesia, sólo nos da bendiciones, sin embargo, siempre está dispuesta a coger todo lo que pueda.  Si el  pueblo llano conociera las posesiones y riquezas de la Iglesia, el boato y suntuosidad de sus grandes representantes que, impasibles, ven morir a miles y decenas de miles de criaturas en los distintos lugares de la Tierra, sin mover ni un dedo para remediarlo, sin conocieran esto digo, muchos de ellos no pisarían más una iglesia.

Durante la antigüedad tardía y la Edad Media, la tecnología del Alma, dio un juego excelente para sacerdotes y religiones.

Su relación con la “otra vida”, con la divinidad y, en especial, con el clero, permitió a las autoridades religiosas ejercer un poder extraordinario.

No se puede negar que, la idea del Alma, enriqueció inmensamente la mente de los seres humanos a lo largo de los siglos, pero tampoco se puede negar que también es cierto que durante ese mismo tiempo mantuvo a raya el pensamiento y la libertad. ¿Os acordáis de Galileo? Aquello retrasó el progreso y contribuyó a mantener al pueblo (en su mayor parte) ignorante y sometido al clero educado y culto.

Sólo tenemos que pensar en la desfachatez con que el fraile Tetzel afirmaba que era posible comprar indulgencias para las “almas” del purgatorio, y que estas saldrían volando al cielo tan pronto como las monedas golpearan el plato.  Los abusos como estos, aún persisten hoy en día, nada más claro como ejemplo el ver la cantidad de ancianos y viudas que solos en la vida y enfermos, dejan sus fortunas a la Iglesia que, por cierto, tienen situadas sus propiedades en los mejores enclaves de las ciudades.

Los abusos a que se prestaba lo que algunos llaman “tecnologías del alma” fueron uno de los principales factores que condujeron a la Reforma, la cual, a pesar de lo ocurrido con Juan Calvino en Ginebra, fundamentalmente despojó al clero del control de la fe e impulsó la duda y el descreimiento.

Las diversa transformaciones del alma (la idea de que estaba contenida en el semen en la Grecia de Aristóteles,  el alma tripartita del Timen platónico, la concepción medieval y renacentista del Homo duplex, la idea del alma como mujer, o como ave, el diálogo entre el alma y el cuerpo de Marvell, “las monadas” de Leibniz) pueden resultar hoy bastante pintorescas, pero en su época fueron cuestiones muy serias, y constituyeron importantes etapas en la ruta hacia la idea moderna del ser.

En mi anterior trabajo os hablé de manera bastante extensa sobre estas cuestiones del ser, el alma, la conciencia y, en definitiva, del cerebro que es habitad natural de todas estas cuestiones.  La filosofía y la metafísica están presentes haciendo compañía a lo que entendemos por ser consciente.

Las profundidades del ser (nuestro complejo de interioridad) se manifestó en la llamada Era Axial, en términos aproximados, entre los siglos VII y IV a. de C.

Por aquella época, más o menos de manera simultánea, ocurrió algo similar en Palestina, la India,  China, Grecia y muy posiblemente también en Persia.  En cada uno de estos casos, la religión establecida se había vuelto en extremo ritualista y exhibicionista.  En particular, en todas partes habían surgido sacerdotes que se habían adjudicado una posición de altísimos privilegios, con lo cual, Vivian de manera totalmente opuesta a lo que predicaban.

Aquella casta privilegiada, controlaba el acceso a Dios o a los Dioses (según los casos), y se beneficiaba de su elevado estatus que, sobre todo, ponían al servicio de los poderosos de turno.

Pero en todas estas culturas, surgieron profetas molestos que, al pregonar la salvación del Alma desde otro prisma distinto, dejaban al descubierto las mentiras interesadas de estos sacerdotes y falsas religiones.

Surgieron profetas (en Israel) u hombres sabios (Buda y los autores de los Upanishads en la India, Confucio en China,  etc.)  Que denunciaron al clero y recomendaron la introspección, a sostener que la ruta hacia la auténtica santidad implicaba algún tipo de abnegación y de estudio íntimo.  Platón sentó las bases de la supremacía de la mente sobre la materia.

Todos estos hombres mostraron el camino a través del ejemplo personal, y su mensaje es muy similar al que más tarde predicaron Jesús y,  más tarde, San Agustín y algún otro.

De éstos auténticos hombres buenos  que incluso sacrificaron sus vidas para dedicar todo su esfuerzo al bien de los demás, se han aprovechado, desde tiempos inmemoriales, la legión de desaprensivos que amparados y enmascarados en las distintas religiones han utilizado toda esa bondad para el propio lucro, engañando a los fieles de buena fe de manera inmisericorde y en ausencia total de conciencia, moral y ética.

¡Que gentuza!

emilio silvera

 

  1. 1
    Ramon Marquès
    el 9 de febrero del 2010 a las 19:39

    Hola amigo Emilio:
    Creo que eres muy duro con el concepto de alma y con las religiones, ya se sabe que los humanos lo estropean todo, fíjate incluso como los científicos no tienen reparos para trabajar por la bomba atómica de cualquier gobierno. En cuanto al concepto de alma, un libro que me impresionó es “La senda hacia el omega”, centrado en unos cuantos casos muy bien estudiados de experiencias cercanas a la muerte.
    Amigo Emilio, un abrazo. Ramon Marquès

    Responder
    • 1.1
      emilio silvera
      el 10 de febrero del 2010 a las 8:24

      Amigo Ramón, trataré de encontrar ese libro que mencionas para leerlo, siempre aprendemos cosas de las fuentes más inesperadas. Los conceptos de espíritu y alma nunca han entrado en el ámbito de mi comprensión, y, las razones que tengo para ello sería muy complejo de exponer aquí, no es el lugar adecuado.

      De todas las maneras, la historia de la Humanidad y lo que hemos podido vivir algunos, no aconseja tener los sentidos cercanos a dichas ideas del espíritu y del alma. Una cosa está muy clara para mí, en todos los lugares y en todos los sectores (en los religiosos también) hay gente de toda condición y, personalmente conocí a uno que era un  verdadero hombre bueno. Era jesuíta y con él tuve el honor de hablar durante horas de todas estas cosas. Él me enseñó a respetar todas las ideas y tendencias de las personas y, con frecuencia decía: “Emilio, acuerdadate que Dios nos dio a todos el libre albedrío, y, nuestra obligación es,  respetar esa libertad de eligir lo que cada cual pueda sentir y creer”.

      En fin amigo Ramón, que hay cosas, como siempre digo, difíciles de comprender y desde luego, la idea del Alma es comprendida por mí en un sentido muy negativo desde el punto que ha sido y lo sigue siendo, una moneda de cambio con la que muchos han comerciado.

      Un saludo cordial estimado amigo.

      Responder
  2. 2
    jemcalama
    el 9 de febrero del 2010 a las 19:41

    Estimado Emilio: he quedado de piedra al leer este artículo.  Nunca se me habría ocurrido que tú lo firmaras.

    Empecé a leerlo pues me interesaba conocer lo que tú piensas acerca del alma humana. En cambio, he leído opiniones acerca de las malas intenciones de las diversas jerarquías religiosas, a lo largo de los siglos.

    Lo que he leído no se corresponde con el título “la idea del alma” que era lo que a mí me interesaba.

    Un cordial saludo.

    Responder
    • 2.1
      emilio silvera
      el 10 de febrero del 2010 a las 8:52

      Amigo Jencalama:

      Mi respuesta a tu sorpresa es casi la misma que le expreso a D. Ramón Márquez más arriba. Mi idea del Alma es que, la Humanidad, a lo largo de los siglos, equivocó el sentido de lo que tal palabra quiere significar, y, como se lee en el artículo, muchos se aprovecharon de esa idea.

      El “Alma” es,  nuestra facultad de tener sentimientos, de ser conscientes, de poder discernir entre lo malo y lo bueno, es algo que la evolución hizo posible al desarrollar en nuestra especie una conciencia y unos sentidos. Como bien sabes, nadie ha sabido explicar lo que la Conciencia es. Se sale del ámbito del saber humano y, aunque se avanza, la complejidad del cerebro es tal que, pasará mucho tiempo antes de que sepamos realmente explicar sus mecanismos.

      Así que, eso que llaman “Alma” para mí no es otra cosa que eso, y, como se dice en el artículo, muchos fueron los que se aprovecharon del concepto en su propio beneficio, precisamente aquellos que más se empeñan en su existencia. El Alma, según ellos, es algo sobrenatural y que trasciende a lo meramente físico (hablan de metafísica) y, no debemos olvidar que en este Universo nuestro, es la física la que nos indica y señala el camino, la que nos dice como se forman las estrellas y los mundos que, con las condiciones adecuadas, pueden dar lugar a que surja la vida. Pensar a estas alturas en otras cuestiones de tipo “divino” -al menos a mí- me resulta tan fuera de lugar que, no alcanzo a comprenderlo.

      Está claro que, sólo expreso una opinión y, de ninguna manera, trato de que nadie tenga que creer lo que yo creo. Cada cual es libre de pensamiento y de eligir sus creencias, lo cual no quita para que, como seres racionales que somos, podamos mantener una relación cordial sin que nuestras ideas particulares indidan en una cordialidad que debería ser, lo normal entre las personas.

      Un sincero y cordial saludo amigo. 

       

      Responder
      • 2.1.1
        marc victor
        el 10 de febrero del 2010 a las 11:35

        Hola,
        La alma es para mi una pura invencion de las iglesias para tapar las respuestas de los creentes cuando se posean pregunta sobre de donde venimos, donde vamos, etc…
        Un saludo.

        Responder
  3. 3
    kike
    el 9 de febrero del 2010 a las 23:21

    Pues al contrario de Jencalama, a mi parecer el artículo de Emilio da en el clavo de los abusos cometidos desde siempre por los mismos bajo diferentes subterfugios, uno de ellos, y acaso el de más base arraigada y credibilidad, ha sido desde siempre el alma, la supuesta alma, ya que incide directamente en nuestras necesidades anímicas;  en poder ser algo más.

    Si por alma entendemos aquello que poseemos que nos deslinda por com pleto de la materia y que nos hace superiores, más cercanos a los dioses que a  la simple materia; si por ello entendemos que gracias a esa alma tendremos pasaporte gratis a cielos e infiernos; si por ello entendemos que nuestra alma nos hace diferentes  del resto del reino animal, vegetal y mineral, siento decir que no estoy de acuerdo.

    El alma no existe; lo que existe es  una concepción errónea de que somos algo mucho más importante que la materia que nos rodea; y que por eso, nuestro dios de turno nos tiene reservado un paraiso en concordancia (Que casualidad) con nuestros gustos terrenales.

    Nada más lejos de la realidad en mi opinión; somos simple materia; posiblemente en un escalón alto, pero  seguramente no en el más elevado;  nuestra mente que por su raciocinio, ayudada por influencias interesadas la mayor parte de las veces, nos hace creer que somos algo más de lo que nos rodea, nos engaña; no somos ni más ni menos; somos  “LO MISMO”.

    El hombre como ser pensador, se va desligando poco a poco de las ataduras atávicas que lo mantenían en mundos mágicos y oscurantistas; pero pese a que ya una parte significativa de la población lo entiende así, aún existe mucha gente que piensa en esas magias imposibles e indemostrables.

    Todo lo que las religiones no pueden demostrar en su idea de la religión, lo trasladan y justifican con un simple  acto de fé;  si no lo comprendes, o mejor dicho, si no es comprensible, simplemente debes hacer una acto de fé;  así nunca se equivocan, ya que no necesitan demostrar nada; parece mentira que aún muchas gentes bienpensadas no se den cuenta de la cantidad de engaños que deben soportar contínuamente. ¿Que es la fé?, ¿Una virtud teologal?, y eso….¿Que es?

    Y voy a dejarlo ya; solo diré una cosa; en muchos animales veo más “alma” de esa en la que creen,  que en muchas personas; y que se sepa los  animales no van al cielo ni al infierno (Tengo un perro  de aguas que iría directamente al infierno)…

    Responder
    • 3.1
      emilio silvera
      el 10 de febrero del 2010 a las 9:09

      Amigo Kike, ¿me estás leyendo la mente?.

      Ya me gustaría a mí que el “Alma”,  se ente incorpóreo que nos eleva más allá de la simple materia, estuviera en todos nosotros. Sin embargo y por desgracia (creo) no es así. Hay que ser conscientes y realista, tener conciencia del universo que nos acoge y de cómo son las cosas.

      La realidad es puñetera y tozuda y, al final de impone.

      Comprendo perfectamente (y lo respeto) que muchos piensen en el Alma como algo real, de ninguna manera trataré de apartarles de esa idea. Sin embargo, cuando yo expreso mi sentir, también pido lo mismo: que se respete.

      Cada cual con sus ideas y sus creencias y todos conviviendo en paz y armonía, eso es lo que debe prevalecer. Creo que pasó el tiempo en que no se podía expresar libremente las ideas. Estamos en la era de la informática, la robótica, la nanotecnología, de los viajes espaciales y de los telescopios que nos hablan de las galaxias situadas a miles de millones de años luz de nuestro mundo, y, con tanto adelanto (que cada día avanzan más), nadie ha podido demostrar la existencia del “Alma” y, precisamente por eso, es cuestión de fe, mientras que todo lo demás, entra en el campo de Ciencia y tiene que ser demostrado tras comprobarse una y mil veces.

      En lugar del “Alma”, me quedo con la bonita idea de que hemos podido llegar a desarrollar eso que llamamos  sentimientos y que, en definitiva, es el motor que nos mueve a todos: el Amor por la persona amada, por los hijos, por la familia…ese sí, es un carácter del ser humano que lo distingue.

      Pero, el “Alma” ¿dónde está? ¿Qué es? ¿Quién nos puede dar una explicación científica de ella?

      Responder
  4. 4
    Zephyros
    el 10 de febrero del 2010 a las 0:42

    Pues mi visión está del lado de Emilio y Kike. Centrándome en la idea del alma, más que en la utilización interesada que se ha hecho de ella, diría que es como la fruta y caerá cuando esté madura. A lo largo de los tiempos las ideas mágicas (como decía Kike) y explicaciones divinas a los sucesos en esos momentos incomprensibles, han ido perdiendo fuerza, tanto estas ideas como las religiones van siendo arrinconadas y perdiendo fuerza hasta el punto de quedarse en lo que es indemostrable y sólo se puede pedir un acto de fe.

    El alma es una de esas ideas al igual que la divinidad, pero el alma es “algo” propio de uno mismo, más íntimo, algo que nos da tranquilidad que nos cubre esa necesidad humana de inmortalidad, de inconformidad con ese destino físico y “espiritual” que relega al ser humano a simple parte del cosmos y que termina con la idea de que somos algo especial.

    No éramos el centro del universo, nuestro sol no era el centro, nuestra galaxia no era el centro, la evolución de las especies no iba con nosotros los seres superiores. Realmente no somos el centro de nada, o de otra manera no ocupamos un espacio especial en el universo; únicamente, como mucho, somos el centro de atención de algunas personas en ciertos momentos puntuales de nuestra vida (je,je recuerdo el día de mi boda)

    Y es que Dios (en cualquiera de sus modalidades) no nos hizo a su imagen y semejanza, fue el hobre el que hizo a Dios a su imagen y semejanza.

    El alma? un libro de Punset (a ver si lo termino alguna vez) tiene un título sugerente: “El Alma está en el Cerebro” con ese título y autor fui de cabeza a comprarlo, pero de la mitad que leí sólo me pude quedar con pequeñas pinceladas, el resto no me gustó por alejarse de lo que yo esperaba. Pero había algunas cosas interesantes. A ver si le echo un vistazo y os comento las ideas principales, ahora no me atrevería.

    Algunas veces que he reflexionado sobre el tema lo primero que he descartado es que si hubiera algo tipo alma, no sería como sale en las películas, ¿sobre qué sustentar la complejidad de los pensamientos y los sentidos que se atribuyen a ese hipotético alma? parece que mantienen la forma humana, la vista, la memoria, los sentimientos, conciencia… ¿sobre qué soporte? no me vale decir que es energía pura, puesto si fuera así no tendría estas cosas que se le atribuyen, es necesario un hardware.

    Otras veces pienso: en el futuro empezaremos a transplantar no sólo partes mecánicas del cuerpo, sino partes del cerebro. Un experimento curioso y de complicada resolución sería según vamos cambiando partes del cerebro preguntar en qué momento o según qué parte cambiada la persona deja de ser tal para ser otro u otra cosa. Vamos que quitamos algo y ponemos un chip y luego preguntamos ¿sigues siendo tú?, supongo que la conciencia (creadora de la idea del alma) es fruto del funcionamiento de muchos engranajes y se puede deteriorar hasta no tener conciencia de uno mismo.

    A favor de la idea de alma sólo se me ocurre una cosa y es a través de otro experimento: si pudiéramos hacer un duplicado molécula a molécula de una persona (vale con el cerebro sólo), y fuera la copia tan rápida como para que no se haya generado algún recuerdo en la memoria que los diferencie, ¿sería la misma conciencia en dos cuerpos?
    suponiendo que no, si son dos seres independientes y de conciencia independiente:  ¿de dónde sale esa diferencia si son copias materiales identicas?, ¿tendríamos dos seres idénticos uno con alma y otro sin alma?

    o… ¿es posible que el alma, si existe, tenga algo que ver con la cuántica y por tanto nunca será posible la copia exacta material que conlleve paradoja de conciencia y posiblemente de alma?

    Entiendo que hacer una réplica átomo a átomo, molécula a molécula de un cuerpo material es factible y sólo necesitamos un escanner muy sofisticado, todo se andará…

    Ya llegados a este punto y para no complicarnos con modelos espirituales como Ptolomeo con el movimiento de los planetas, lo mismo es más fácil asumir que no existe tal alma y sólo existe conciencia, que tendríamos en el experimento anterior dos seres iguales, clones perfectos, con iguales recuerdos pero conciencias distintas. Dos conciencias y ningún alma. Ya que esta idea de alma surge de la necesidad de perdurar, así como miedo a la extinción de la persona, del miedo a la muerte sentimiento totalmente natural pues es fruto de la propia evolución.

    Y no es de extrañar, necesitamos tiempo, queremos participar de toda la película, la vida es tan corta, y más desde que tenemos conciencia de las edades astronómicas, geológicas, evolutivas…

    En definitiva
    La vida es un suspiro que quiere ser brisa usando la idea del alma.

    Responder
    • 4.1
      emilio silvera
      el 10 de febrero del 2010 a las 9:16

      Lo suscribo palabra por palabra.

      Responder
  5. 5
    Ramon Marquès
    el 10 de febrero del 2010 a las 0:57

    Hola Kike. Cuando salí de la Universidad, después del baño materialista corresondinete, yo tampoco creía en el alma, pero llegó un momento que pensé que quizá existía algo más que la materia, y así comencé un estudio multidisciplinar para intentar atisbar las bases de una dimensión espiritual y creo que lo conseguí, claro que todos nos podemos equivocar, nadie es infalible. En cuanto a la creencia porque te lo han inculcado de forma dogmática  yo estoy completamente en contra, cada cual ha de asumir su propia responsabilidad en lo que cree y en lo que no. Algo a considerar es la fe cuando ésta se corresponde a la intuición propia, para mí la intuición es algo importante.
    Cordialmente. Ramon Marquès

    Responder
    • 5.1
      kike
      el 10 de febrero del 2010 a las 10:06

      Hola Ramón Marqués;  estoy de acuerdo con eso de la intuición; es difícil separarnos de ella, sobre todo en ocasiones delicadas, que es cuando más necesitamos la existencia de un ser divino; pero creo que esa “intuición” es en realidad únicamente la demostración palpable de esa necesidad que tenemos de ser algo especial, de tener a alguien por encima nuestro que nos cuide, como de pequeños tenemos a los padres.

      Comprendo que es duro aceptar que en realidad somos una humilde parte más del cosmos, y que nuestra existencia no tiene más motivos que la que pueda tener un simple arbol o un roca en el camino; somos solamente el resultado de la evolución de la materia, y posiblemente no el más perfeccionado.

      Ojalá estuviese equivocado;  pero,  justo al revés que te ha ocurrido a ti al parecer,  mi agnosticismo me ha venido con la madurez, ya que de niño y jóven era más  creyente; pero es difícil creer en ciertas  cosas que no se demuestran nunca, al revés, cada dia veo que se demuestra su no existencia.

      De todas formas, y obviando la religión, si seguimos un comportamiento ético y moral, sin hacer daño a nadie y procurando ayudar en la medida de lo posible, nos sentimos bien; comprendemos que existe el bien y el mal, del que somos igualmente una parte en diferentes proporciones; pero todo ello nada tiene que ver en realidad con la hipotética existencia de dioses lejanos y justicieros; en realidad no los necesitamos si actuamos correctamente; y conforme el ser humano vaya madurando y perfeccionándose, creo que alcanzará a rechazar en su conjunto todas las religiones; que pese a haber hecho algunas cosas buenas, en su mayor parte han sido un lastre y un motivo de desgracias para el hombre.

      Por supuesto es simplemente mi opinión, y respeto cualquier otra; al fin y al cabo ¿Donde estará la verdad?

      Saludos cordiales.

      Responder
  6. 6
    Ramon Marquès
    el 10 de febrero del 2010 a las 1:10

    Saludos también a Zephiros, que ha puesto su comentario cuando yo escribía el mío respondiendo a Kike, y el abrazo de siempre para Emilio. Ramon Marquès

    Responder
  7. 7
    emilio silvera
    el 10 de febrero del 2010 a las 9:26

    En verdad, hay temas que resultan interesantes y, sobre todo, cuando están envueltos en el misterio y nada se sabe de ellos. La polémica está ahí precisamente, en que muchos han utilizado esos temas en los que ellos nunca creyeron ni comprendieron, ya que, de ser así, no se habrían atrevido a hacer tal uso de un concepto tan elevado aprovechando la ignorancia de muchos para el lucro personal o de su grupo.

    Otra cosa es, hablar de las personas que creen en algo en particular y sus conciencias les dicta el estar cerca de esa creencia, y, como nos dice Ramón, la intuición les lleva a ese camino y sienten que, de alguna manera, ese algo (se llame como se llame) está ahí.

    El mayor de los respetos para ellos.

    Cuando puse el comentario de la idea del Alma, no creía que se fuera a formar tal polvareda. Si ofendí a alguien, humildemente le pido disculpas.

    Un saludo para todos.

    Responder
    • 7.1
      kike
      el 10 de febrero del 2010 a las 9:42

      Amigo Emilio, ya sabes que soy telépata….

      Y no te preocupes por las polvaredas, simplemente ocurre que es un tema tan interesante como el que más, y es normal que se produzca un debate,  que siempre es bueno.

       

      Responder
    • 7.2
      Zephyros
      el 10 de febrero del 2010 a las 12:27

      Expresar una opinión con respeto, como es el caso, nunca puede ofender. Además, una parte del comentario es opinión con lo cual es y debe ser respetable por definición y la otra son datos históricos reales incuestionables.

      Quizás lo inesperado del contenido es lo que ha provocado que alguno de los participantes se haya sorprendido.

      Como esto es un debate, pues debe haber tesis y antitesis y todo lo contrario, así que sres escriban que queremos leer todo tipo de opiniones.

      Saludos!

      Responder
  8. 8
    emilio silvera
    el 10 de febrero del 2010 a las 15:02

    Estaba pensando yo, leyendo al amogl Zephyros que, todo en el Universo es equilibro, las estrellas están estables porque la fusión que trata de expandir a la estrella, es retinida por la fuerza de Gravedad que trata de oprimirla y, al ser ambas fuerzas similares, el equlibrio, la estabilidad de la estrella prevalece y fusionando hidrógeno en helio puede estar durante miles de millones de años.

    También nosotros somos fruto de un equilibrio que estándo conformado por dos partes diferenciadas: cuerpo y cerebro, entre los dos forman un todo que hace posible la existencia de un ente que piensa y, que ha sesembocado en seres como  nosotros.

    “La naturaleza no sólo es más extraña de lo que suponemos; es más extraña de lo que podamos suponer”, nos decía I. B. S. Haldane. Y, la naturaleza de la mente es el misterio más profundo de la humanidad. Se trata, además, de un misterio de proporciones gigantescas, que se remonta a milenios atrás, y que se extiende desde el centro del cerebro hasta los confines del univeros. Es un misterio que provocó vértigo y depresión en la mente de algunos de los filósofos y pensadores más grandes que en el mundo han existido.Sin embargo, este amplio vacío de ignorancia está atravedado por varios rayos de conocimiento que, finalmente, nos ayudarán a comporender como funciona y se regula la energía mental.

    Aunque puede que no sepamos que es la mente, sabemos algunas cosas sobre el cerebro. Está formado por una maraña de “cables eléctricos” que serpentean a través de una gran cantidad de sustancias neuroquímicas, Existen quizá cien mil millones de neurones en el cerebro humano, y cada una de ellas recibe datos eléctricos de alrededor de mil neurones, además de estar en contacto con una cien neurones más.

    Imaginémos cien mil millones de aparatos telefónicos hablando todos entre sí, combinando y uniendo los distintos mensajes telefónicos que reciben, y enviando cada uno de ellos el resultado de estos cientos de aparatos más. El suministro de datos que llega a esa multitud de mensajes procede de los sentidos, que detectan el entorno interno y externo, y luego se envía el resultado a los músculos para dirigir lo que hacemos y decimos. Así pues, el cerebro es como un enorme ordenador que realiza una serie de tareas basadas en la infomación que le llega de los sentidos, y, desde allí, ordena todos los siguientes movimientos que los músculos tienen que ejecutar.

    La actividad interna de nuestros cerebros es descomunal, nunca está quieto y en reposo, siempre está trabajando con las entradas de datos sensoriales que le llegan y toda la producción motriz que se genera, la actividad cerebral es tremenda estáprocesando información incluso cuando estamos en situación de descanso con los ojos cerrados.

    El estudio de lo que es, esta parte noble de nuestro cuerpo, es fascinante y, precisamente en toda esa complejas funciones y pensamientos puedioera estar, eso que llamamos “Alma” y que, en definitiva, no sería más que un reflejo de lo que es el cerebro y que es reflejado por la Mente.

          

     

     

    Responder
  9. 9
    Ozzy
    el 8 de abril del 2010 a las 16:45

    Yo tengo que asumir la realidad.
    Hasta que no empecé a leer ciertos temas científicos no me planteaba estos temas tan recurrentes en mi cabeza. Aún hace poco tiempo que empiezo a pensar por mi mismo y no por los dogmas de fe impuestos y por ello, aun tengo que digerirlo.
    Llegué tarde a ver que el humano tiene conciencia del ser y esto le hace necesitar de pensar que parte de el continuará tras su marcha.  La conservación de la identidad. Y la idea un dios que nos acogerá es aun mas complicada.
    Todo esto aun no lo he asumido y me molesta enormemente.
    Emilio, son temas muy interesantes y tratados con respeto, como tu lo haces, nos ayudan a todos a conocer otros pensamientos y a avanzar.
    Gracias.

    Responder
  10. 10
    emilio silvera
    el 9 de abril del 2010 a las 9:12

    Amigo mio, de eso se trata, de que los unos nos ayudemos a los otros. Este lugar (como otros muchos) es enriquecedor y podemos tener acceso a opiniones variadas que nos sirvan de guia para poder, finalmente, haciendo un extracto de todas ellas y añadiendo la nuestra propia, tener una idea conformada de lo que las cosas puedan ser.
    No pocas veces, la complejidad de los asuntos nos sobrepasa y, como bien dices, al llegar a comprender nuestras imposibilidades fisicas o intelectuales para llegar o comprender, podemos llegar a sentir dolor fisico real que, solo se puede paliar cuando accedamos a esos conocimientos y podamos profundizar en esos misterios que, tanto la Naturaleza como nosotros mismos escondemos.
    Un abrazo amigo.

    Responder

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