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Si queremos saber…¡Sabremos!

Autor por Emilio Silvera    ~    Archivo Clasificado en Física    ~    Comentarios Comments (2)

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Hay empresas que parecen descabelladas y, sin embargo, son las que nos traen los mayores éxitos. Si repasamos la historia de la ciencia, seguramente encontraremos muchos motivos para el optimismo.  E. Witten está convencido de que la ciencia será algún día capaz de sondear hasta las energías de Planck, un nivel de energías que, hasta el moderno LHC se queda en pañales comparado con ella. ¡La energía de Planck! Un sueño de 1019 GeV.

Como ya he contado en otras ocasiones, él dijo:

“No siempre es tan fácil decir cuáles son las preguntas fáciles y cuáles las difíciles.  En el siglo XIX, la pregunta de por qué el agua hierve a 100 grados era desesperadamente inaccesible.  Si usted hubiera dicho a un físico del siglo XIX que hacia el siglo XX sería capaz de calcularlo, le habría parecido un cuento de hadas…  La teoría cuántica de campos es tan difícil que nadie la creyó completamente durante veinticinco años.”

En su opinión Las buenas ideas siempre se verifican.

Los ejemplos son innumerables: La Gravedad de Newton, el campo eléctrico de Faraday y el electromagnetismo de Maxwell, la teoría de la relatividad de Einstein en sus dos versiones y su demostración del efecto fotoeléctrico, la teoría del electrón de Paul Dirac, el principio incertidumbre de Heisemberg, la función de ondas de Schrödinger, y tantos y tantos otros.

Algunos de los físicos teóricos más famosos, sin embargo, protestaban de tanto empeño en la experimentación, y, no se percataban de que, sin experimentar, sus teorías no podrían ser verificadas y nunca entrarían en la categoría de ley.

El astrónomo Arthur Eddington se cuestionaba incluso si los científicos no estaban forzando las cosas cuando insistían en que todo debería ser verificado. Claro que, la evolución nos lleva a nuevos modelos que la experiencia hace más perfectos que los anteriores y, de esa manera, el avance llega a ser exponencial.

El premio Nóbel Paul Dirac incluso llegó a decir de forma más categórica:”Es más importante tener belleza en las ecuaciones que tener experimentos que se ajusten a ellas.” Es curioso como los físicos siempre han tenido ese punto de artistas que, como los músicos o los poetas, han tratado de llevar el arte a la física por medio de lo que ellos llaman “belleza” cuando miran una ecuación que, como las de Einstein (E=mc2) o Planck (E = hv), con tan pocos signos nos puedan decir tanto.

Yo, como todos ustedes, un hombre normal y corriente de la calle, escucho a unos y a otros, después pienso en lo que dicen y en los argumentos y motivaciones que les han llevado a sus respectivos convencimientos, y, finalmente, también como todos ustedes, decido según mi propio criterio, que no obligatoriamente, coincidirá con alguna de esas opiniones, y, en algún caso, hasta me permito emitir, la mía propia.

Suponiendo que algún físico brillante nos resuelva la teoría de campos de cuerdas y derive las propiedades conocidas de nuestro universo, con un poco de suerte, podría ocurrir en este mismo siglo, lo que no estaría nada mal considerando las dificultades de la empresa.

El problema fundamental es que estamos obligando a la teoría de supercuerdas a responder preguntas utilizando energías cotidianas, cuando su “ámbito natural” está en la energía de Planck.  Esta fabulosa energía fue liberada sólo en el propio instante de la creación. Lo que quiere decir, que la teoría de supercuerdas es naturalmente una teoría de la Creación.

Fuimos capaces de predecir que el big bang produjo un “eco” cósmico reverberando en el Universo y que podría ser medido por los instrumentos adecuados.   De hecho, Arno Penzias y Robert Wilson de los Bell telephone Laboratories ganaron el premio Nobel en 1978 por detectar este eco del big bang, una radiación de microondas que impregna el Universo conocido. El que el eco del big bang debería estar circulando por el Universo miles de millones de años después del suceso fue predicho por primera vez por George Gamow y sus discípulos Ralpher y Robert Herman, pero nadie les tomó en serio.

La propia idea de medir el eco de la Creación parecía extravagante cuando la propusieron por primera vez poco después de la segunda guerra mundial. Sin embargo, hoy es una empresa cotidiana que se ha verificado una y otra vez para comprender mejor el Universo.

Su lógica, sin embargo, era aplastante.  Cualquier objeto, cuando se calienta, emite radiación de forma gradual.  Esta es la razón de que el hierro se ponga al rojo vivo cuando se calienta en un horno y, cuanto más se calienta, mayor es la frecuencia de radiación que emite.  Una fórmula matemática exacta, la ley de Stefan-Boltzmann, relaciona la frecuencia de la luz (o el color en este caso) con la temperatura.  (De hecho, así es como los científicos determinan la temperatura de la superficie de una estrella lejana, examinando su color).  Esta radiación se denomina RADIACIÓN DE CUERPO NEGRO.

Esta radiación (como no), ha sido aprovechada por los ejércitos que mediante visores nocturnos pueden operar en la oscuridad.  De noche, los objetos relativamente calientes, tales como soldados enemigos o los carros de combate, pueden estar ocultos en la oscuridad, pero continúan emitiendo radiación de cuerpo negro invisible en forma de radiación infrarroja, que puede ser captada por gafas especiales de infrarrojos.  Esta es también la razón de que nuestros automóviles cerrados se calienten en verano, ya que, la luz del Sol atraviesa los cristales del automóvil y calienta el interior. A medida que se calienta, empieza a emitir radiación de cuerpo negro en forma de radiación infrarroja.  Sin embargo, esta clase de radiación, no atraviesa muy bien el vidrio, y por lo tanto queda atrapada en el interior del automóvil, incrementando espectacularmente la temperatura.

Análogamente, la radiación de cuerpo negro produce el efecto invernadero. Al igual que el vidrio, los altos niveles de dióxido de carbono en la atmósfera, causados por la combustión sin control de combustibles fósiles, pueden atrapar la radiación de cuerpo negro infrarroja en la Tierra y, de este modo, calentar gradualmente el planeta.

Gamow razonó que el big bang era inicialmente muy caliente, y que por lo tanto sería un cuerpo negro ideal emisor de radiación.  Aunque la tecnología de los años cuarenta era demasiado primitiva para captar esta débil señal de la Creación, Gamow pudo calcular la temperatura de dicha radiación y predecir con fiabilidad que un día nuestros instrumentos serían lo suficientemente sensibles para detectar esta radiación “fósil”.

La lógica que había detrás de su razonamiento era la siguiente: alrededor de 300.000 años después del big bang, el Universo se enfrió hasta el punto en el que los átomos pudieron empezar a componerse; los electrones pudieron empezar a rodear a los protones y neutrones formando átomos estables, que ya no serían destruidos por la intensa radiación que esta impregnando todo el Universo.  Antes de este momento, el Universo estaba tan caliente que los átomos eran inmediatamente descompuestos por esa radiación tan potente en el mismo acto de su formación.  Esto significa que el Universo era opaco, como una niebla espesa absorbente e impenetrable.

Pasados 300.000 años, la radiación no era tan potente, se había enfriado, y por lo tanto la luz podía atravesar grandes distancias sin ser dispersada.  En otras palabras, el Universo se hizo repentinamente mayor y transparente.

Terminaré esta parte comentando que un auténtico cuerpo negro es un concepto imaginario, un pequeño agujero en la pared de un recinto a temperatura uniforme es la mejor aproximación que se puede tener de él en la práctica.

La radiación de cuerpo negro es la radiación electromagnética emitida por un cuerpo negro.  Se extiende sobre todo el rango de longitud de onda y la distribución de energías sobre este rango tiene una forma característica con un máximo en una cierta longitud de onda, desplazándose a longitudes de onda más cortas al aumentar las temperatura.

Hablar, sin más especificaciones, radiación, es estar refiriéndonos a una energía que viaja en forma de ondas electromagnéticas o fotones por el Universo.  También nos podríamos estar refiriendo a un chorro de partículas, especialmente partículas alfa o beta de una fuente radiactiva o neutrones de un reactor nuclear.

La radiación actínida es la electromagnética que es capaz de iniciar una reacción química.  El término es usado específicamente para la radiación ultravioleta y también para denotar radiación que podría afectar a las emulsiones fotográficas.

Radiación blanda, radiación cósmica, radiación de calor, radiación de fondo, de fondo de microondas, radiación dura, electromagnética, radiación gamma, infrarroja, ionizante, monocromática, poli cromática, de sincrotrón, ultravioleta, de la teoría cuántica, de radiactividad…    y, como se puede ver, la radiación en sus diversas formas, es, un Universo en sí misma.

Siempre me llamó la atención y se ganó mi admiración el físico alemán Max Planck (1858-1947), responsable, entre otros muchos logros, de la ley de radiación de Planck que, da la distribución de energía radiada por un cuerpo negro.  Introdujo en Física el concepto novedoso de que la energía es una entidad que es radiada por un cuerpo en pequeños paquetes discretos, en vez de una emisión continua.

Estos pequeños paquetes se conocieron como cuantos y la ley formulada es la base de la teoría cuántica.

Einstein se inspiró en este trabajo para a su vez, presentar el suyo propio sobre el efecto fotoeléctrico donde la energía máxima cinética del fotoelectrón (Emax= hf – W, donde Emax es la energía cinética máxima de los electrones emitidos en el efecto fotoeléctrico, h es la constante de Planck, f es la frecuencia de radiación incidente y W es la función de trabajo del emisor – a veces W y Φ son distinguidas, siendo respectivamente la energía de la función de trabajo y el potencial de la función de trabajo- la ecuación también puede ser aplicada al efecto fotoeléctrico de gases, donde tiene forma E = hf – l, siendo l el potencial de ionización del gas.  La ecuación que lleva su nombre.

Lo dejo aquí, ya que, mi pasión por la Física me lleva a escribir todo aquello que me viene a la mente y, de una cosa me paso a la otra y así podríamos estar todo el día, lo cual, no parece aconsejable para un simple artículo de Física.

emilio silvera

 

  1. 1
    Ozzy
    el 14 de abril del 2010 a las 9:22

    Uno no para cuando se habla de lo que le gusta.
    Con unos cafes por delante a mas de uno le gustaría escucharte.
    ¿Una conferencia tal vez? Tienes mucho que compartir.
    Un saludo

    Responder
  2. 2
    Emilio Silvera
    el 14 de abril del 2010 a las 11:03

    Amigo Ozzy, ahora precisamente, a mediados del mes de Mayo proximo, como consecuencia de la celebracion del 3º Congreso de la Asociacion Cultiral Amigos de la Fisica eh/c de Huelva, tendremos algunas celebraciones y, entre ellas, esta una conferencia que podre dar a los miembros de la misma. Versara sobre La Mecanica cuantica en la primera parte y sobre la Relatividad General en la segunda, dos fuerzas antagonicas que todos los mejores fisicos del mundo pasados y presentes han tratado de unificar y, el remate sera la exposicion de la forma en que podremos conseguirlo cuando nuestra recnologia avance en el futuro proximo.

    Por otra parte, no dejo de dar charlas por Institutos, Casas de Cultura, Bibliotecas Publicas y otros lugares en los que, la cultura y el saber puedan tener algun interes. La divulgacion de la Ciencia en general y de la Fisica y la Astronomia en particular, es lo que ocupa la mayor parte de mi tiempo libre. Acabo de Escribir mi libreta numero 86 (doscientas paginas) que trata sobre el universo de las celulas biologicas. Y, por otra parte, estoy cerrando, con la ayuda de Shalafi, el Administrador de esta pagina, mi segundo libro “De los Quarks al Universo”, es decir, desde lo mas pequeño a lo mas grande.

    En fin, amigo Ozzy, esto es como la Historia interminable, cada vez que adquirimos un nuevo conocimiento es como si hubieramos encontrado la llave para abrir una puerta cerrada tras la que estan otras respuestas nuevas. El saber del mundo, los secretos de la Naturaleza, nunca se podran agotar, ya que, ahi estan todas las respuestas del Universo y, si observamos con atencion, solo con imitar lo que la Naturaleza hace, podremos conseguir todo aquello que podamos necesitar para ir pasando las pruebas (algunas veces nada faciles) que nos encontramos por el camino de la evolucion.

    Un saludo.

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