jueves, 21 de noviembre del 2024 Fecha
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Seguimos con la Física y sus maravillas

Autor por Emilio Silvera    ~    Archivo Clasificado en Física    ~    Comentarios Comments (2)

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Desde que puedo recordar, he sido un amante de la Física. Me asombran cuestiones como la luz, su naturaleza de un conglomerado de colores, ondas y partículas, su velocidad que nos marca el límite del máximo que podemos correr en nuestro Universo, y en fin, muchos otros misterios que encierra esa cosa tan cotidiana que nos rodea y lo inunda todo haciendo posible que podamos ver por donde vamos, que las plantas vivan y emitan oxígeno o que nos calentemos. Realmente, sin luz, nuestra vida no sería posible.

Entonces, ¿qué es realmente la luz?

Muchos (casi todos) opinan que es algo inmaterial. Los objetos materiales, grandes o muy pequeños como las galaxias o los electrones, son materia. La luz, sin embargo, se cree que es inmaterial, dos rayos de luz se cruzan sin afectarse el uno al otro.

Sin embargo, yo que, desde luego, no soy un experto, opino en cambio que la luz, es simplemente una forma de energía lumínica, otra forma en la que se puede presentar la materia. Nosotros mismos, en última instancia, somos luz.

Está claro que, los estudiosos de la época antigua y medieval estaban por completo a oscuras acerca de la naturaleza de la luz. Especulaban sobre que consistía en partículas emitidas por objetos relucientes o tal vez por el mismo ojo. Establecieron el hecho de que la luz viajaba en línea recta, que se reflejaba en un espejo con un ángulo igual a aquel con el que el rayo choca con el espejo, y que un rayo de luz se inclina (se refracta) cuando pasa del aire al cristal, al agua o a cualquier otra sustancia transparente.

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Seguimos con la Física y sus maravillas II

Autor por Emilio Silvera    ~    Archivo Clasificado en Física    ~    Comentarios Comments (2)

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En 1960, el Comité Internacional de Pesos y Medidas adoptó la raya del criptón 86 como unidad fundamental de longitud. Entonces se restableció la longitud de metro como 1.650.763’73 veces la longitud de onda de dicha raya espectral. Ello aumento mil veces la precisión de las medidas de longitud. Hasta entonces se había medido el antiguo metro patrón con un margen de error equivalente a una millonésima, mientras que en lo sucesivo se pudo medir la longitud de onda con un margen de error equivalente a una milmillonésima.

Ahora, después de todo esto, sabemos algo más sobre la luz.

Pero ¿qué pasa con su velocidad?

¡Veámoslo!

La velocidad de la luz

Está claro que, la luz se desplaza a enormes velocidades. Si pulsamos el interruptor de apagado de la lámpara de nuestro salón, todo queda a oscuras de manera instantánea.

La velocidad del sonido es más lenta, por ejemplo, si vemos a un leñador que está cortando leña en un lugar alejado de nosotros, sólo oiremos los golpes momentos después de que caiga el hacha. Así, pues, el sonido tarda cierto tiempo en llegar a nuestros oídos. En realidad es fácil medir la velocidad de su desplazamiento: unos 1.206 km/h en el aire y a nivel del mar.

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¡Qué bonito es saber! ¡¡Lo necesitamos!!

Autor por Emilio Silvera    ~    Archivo Clasificado en General    ~    Comentarios Comments (1)

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Adquirir nuevos conocimientos tiene unos efectos curiosos, me explico: han sido muchas las puertas que han sido abiertas desde que, hace ahora 2.500 años, Thales, Empédocles, Demócrito y todos los demás nos cedieron sus ideas. Estas ideas se profundizaron, depuraron y perfeccionaron hasta que han servido de llaves para abrir de par en par las puertas que nos llevarían a desvelar secretos profundamente escondidos en la naturaleza.

¿Qué ha ocurrido cuando hemos abierto estas puertas?

Aquí están los efectos curiosos a que me refería antes. Hemos encontrado otras muchas puertas cerradas de las que no tenemos las llaves para poder abrirlas y continuar el camino emprendido, o dicho de otra manera: adquirir nuevos conocimientos nos posibilita para hacer nuevas preguntas que, antes de tenerlos, no sabíamos ni formular.

Efectivamente es así. Si tenemos los datos y sabemos cosas podremos formular otras nuevas preguntas sugeridas por este conocimiento.

Por ejemplo:

¿Qué pasaría con los pasajeros de una nave espacial que, traspasado el horizonte de sucesos de un agujero negro, se dirigiera hacia la singularidad?

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