Jun
19
¿Serán en verdad invariantes?
por Emilio Silvera ~ Clasificado en Física, La Mente - Filosofía ~ Comments (2)
Las constantes fundamentales
Constante | Símbolo | Valor en unidades del SI |
Aceleración en caída libre | g | 9,80665 m s-2 |
Carga del electrón | e | 1,60217733(49) × 10-19 C |
Constante de Avogadro | NA | 6,0221367 (36) × 1023mol-1 |
Constante de Boltzmann | K=R/NA | 1,380658 (12) × 10-23 J K-1 |
Constante de Faraday | F | 9,6485309 (29) × 104 C mol-1 |
Constante de los gases | R | 8,314510 (70) × J K-1 mol-1 |
Constante de Loschmidt | NL | 2,686763 (23) × 1025 mol-3 |
Constante de Planck | h | 6,6260755 (40) × 10-34 J s |
Constante de Stefan-Boltzmann | σ | 5,67051 (19) × 10-8 W m-2 K-4 |
Constante eléctrica | ε0 | 8,854187817 × 10-12 F m-1 |
Constante gravitacional | G | 6,67259 (85) × 10-11 m3 Kg-1 s-2 |
Constante magnética | μ0 | 4π × 10-7 H m-1 |
Masa en reposo del electrón | me | 9,1093897 (54) × 10-31 Kg |
Masa en reposo del neutrón | mn | 1,6749286 (10) × 10-27 Kg |
Masa en reposo del protón | mp | 1,6726231 (10) × 10-27 Kg |
Velocidad de la luz | c | 2,99792458× 108 m s-1 |
Constante de estructura fina | α | 2 π e2/h c |
Jun
18
Sí, tenemos que saber.
por Emilio Silvera ~ Clasificado en General ~ Comments (0)
¿Por qué al calentar un metal se pone primero rojo, luego naranja, después amarillo, pero a continuación blanco en lugar de seguir el espectro y ponerse verde?
Cualquier objeto, a cualquier energía superior al cero absoluto, radia ondas electromagnéticas. Si su temperatura es muy baja, emite sólo ondas de radio largas, muy pobres en energías. Al aumentar la temperatura, radia una cantidad mayor de ondas, pero también empieza a radiar ondas de radio más cortas (y más energéticas). Si la temperatura sigue subiendo, empiezan a radiarse microondas aún más energéticas y después radiaciones infrarrojas.
Esto no quiere decir que a una temperatura dada sólo se emitan ondas de radio largas, un poco más arriba sólo ondas de radio cortas, luego sólo microondas y después sólo infrarrojos. En realidad, se emite toda la gama de radiaciones, pero siempre hay una radiación máxima, es decir, una gama de longitudes de onda que son las más radiadas, flanqueadas por cantidades menores en el lado de las energías bajas y por cantidades todavía más pequeñas en el de las altas.
Jun
18
Nos empeñamos en hacer preguntas cuyas respuestas están en el próximo...
por Emilio Silvera ~ Clasificado en Física ~ Comments (3)
El próximo paso, el aprovechar la potencia de la teoría de campo unificado, requiere un salto mucho mayor en nuestra tecnología, aunque sea un salto que probablemente tendrá implicaciones muchísimo más importantes.
El problema reside en que obligamos a la teoría de supercuerdas a responder preguntas sobre energías cotidianas, cuando su “ámbito natural” está en la energía de Planck. Energía que sólo fue liberada en el propio instante de la creación. Es decir, la teoría de supercuerdas es una teoría de la propia creación, así nos puede explicar todas las partículas y la materia, las fuerzas fundamentales y el espacio-tiempo, es decir, es la teoría del propio Universo.
Durante estos comentarios, frecuentemente he reseñado la palabra “espacio-tiempo” refiriéndome a una geometría que incluye las tres dimensiones espaciales y una cuarta dimensión temporal. En la física newtoniana, el espacio y el tiempo se consideraban como entidades separadas y el que los sucesos fueran simultáneos o no era una materia que se consideraba como obvia para cualquier observador capacitado.
En el concepto de Einstein del universo físico, basado en el sistema de geometría inventada por H. Minkowski (1864-1909), el espacio y el tiempo estaban considerados como enlazados, de manera que dos observadores en movimiento relativo podían estar en desacuerdo sobre la simultaneidad de sucesos distantes. En la Geometría de Minkowski (inspirada a partir de la teoría de la relatividad especial de Einstein), un suceso se consideraba como un punto de universo en un continuo de cuatro dimensiones.
Jun
18
Las galaxias y…¡la vida!
por Emilio Silvera ~ Clasificado en AIA-IYA2009 ~ Comments (1)
“…en alguna pequeña charca caliente, tendrían la oportunidad de hacer el trabajo y organizarse en sistemas vivos…” Eso comentaba Darwin sobre lo que podría ocurrir en la Naturaleza.
Hasta que supimos que existían otros sistemas planetarios en nuestra Galaxia, ni siquiera se podía considerar esta posibilidad como una prueba de que la vida planetaria fuera algo común en la Vía Láctea. Pero ahora se sabe que más de cien estrellas de nuestra zona de la galaxia tienen planetas que describen órbitas alrededor de ellas. Casi todos los planetas descubiertos hasta ahora son gigantes de gas, como Júpiter y Saturno (como era de esperar, los planetas grandes se descubrieron primero, por ser más fáciles de detectar que los planetas pequeños), sin embargo es difícil no conjeturar que, allí, junto a estos planetas, posiblemente estarán también sus hermanos planetarios más pequeños que, como la Tierra, pudieran tener condiciones para generar la vida en cualquiera de sus millones de formas.
En el comentario de ayer, ya nos referimos a los elementos más abundantes del Universo: carbono, hidrógeno, oxígeno y nitrógeno (CHON).
Lee Smolin, de la Universidad de Waterloo, Ontario, ha investigado la relación existente entre, por una parte, las estrellas que convierten unos elementos más sencillos en algo como el CHON y arroja esos materiales al espacio, y, por otra parte, las nubes de gas y polvo que hay en éste, que se contrae para formar nuevas estrellas.
Nuestro hogar dentro del espacio, la Vía Láctea, es una entre los cientos de miles de millones de estructuras similares dispersas por todo el Universo visible, y parece ser una más, con todas las características típicas – de tipo medio en cuanto a tamaño, composición química, etc.- La Vía Láctea tiene forma de disco plano, con alrededor de cien mil años luz de diámetro, y está formada por doscientos mil millones de estrellas que describen órbitas en torno al centro del disco.
Jun
18
La tecnología de vacío en la simulación espacial
por Emilio Silvera ~ Clasificado en Astronomía y Astrofísica ~ Comments (2)
Con el lanzamiento del primer satélite Sputnik comenzó una nueva tecnología que ha permitido a la Humanidad explorar el Universo físicamente. Este alo se ha cumplido el 40 aniversario de la llegada del hombre a la Luna. De todos los esfuerzos realizados en ese empeño de conquistar el espacio exterior, como fue el primer Martizaje por la sonda Viking, o la puesta en marcha del proyecto internacional común para la construcción de la Estación Espacial Internacional, o la puesta en orbita del Telescopio Espacial Hubble, el envio de los ingenios robotizados al sistema de Saturno de la Cassini y la Huygens (entre otros muchos), ha posibilitado que al dia de hoy, sepamos mucho mas de nuestro entorno, del Universo que nos acoge y de los objetos que lo pueblan y, cada dia que pasa, las esperanzas de colonizar otras Tierras crecen en posibilidades reales al mismo tiempo que crece el conocimiento de lo que por ahí fuera existe.
La ventana abierta hacia el espacio nos acerca al conocimiento que tenemos sobre nosotros mismos y hemos podido llegar a comprender que, estamos hechos del material fabricado en las estrellas. No olvidamos que formamos parte del Sistema Solar en el planeta Tierra y que estamos, por tanto, rodeados de vació, en medio de fuerzas gravitatorias y electromagnéticas, que convierten nuestro planeta en una maravillosa perla azul inmersa en un vasto territorio negro.
Fruto de las necesidades de conocimiento sobre el espacio exterior que nos rodea y aquel otro mas profundo y lejano, hace surgir la necesidad y el planteamiento de buscar nuevas formas de conocerlo, El espacio esta esencialmente “vacío”. Parece por tanto evidente, que los avanzados sistemas de vació actuales puedan ayudarnos a comprender mejor los procesos y sucesos que ocurren fuera de la atmósfera terrestre. No solo en el espacio interestelar, sino también sobre la superficie de muchos de los planetas y objetos celestes en los que su presión atmosférica sea menor que la terrestre. Así, un sistema de vació puede ser un entorno adecuado donde recrear diferentes ambientes espaciales, controlando algunos de los parámetros físicos del sistema para poder aprender sin necesidad de desplazarnos materialmente.
Todos sabemos la enorme complejidad que presentan las misiones espaciales y el elevado numero de inconvenientes que conllevan, sobre todo su elevado coste y, la no fiabilidad sobre la garantía del éxito de la misión que, al tener que desarrollarse en un ambiente hostil y en condiciones, casi siempre precarias donde pueden surgir agentes no deseados, hace imposible la seguridad de la misión y de su resultado final.