Jul
3
Sí, podemos ver con la mente y, con mucha claridad.
por Emilio Silvera ~ Clasificado en Física ~ Comments (19)
Es curioso cuando mi mente está libre y divagando sobre una gran diversidad de cuestiones que, sin ser a propósito, se enlazan o entrecruzan las unas con las otras, y lo mismo estoy tratando de sondear sobre el verdadero significado del número 137 (sí, ese número puro, adimensional, que encierra los misterios del electromagnetismo, de la luz y de la constante de Planck – se denomina alfa (α) y lo denotamos 2πe2/hc), o que me sumerjo en las profundidades del número atómico para ver de manera clara y precisa el espesor de los gluones que retienen a los quarks. Sin embargo, mi visión mental no se detiene en ese punto, continúa avanzando y se encuentra con una sinfonía de colores que tiene su fuente en miles y miles de cuerdas vibrantes que, en cada vibración o resonancia, producen minúsculas partículas que salen disparadas para formar parte en otro lugar, de algún planeta, estrella, galaxia e incluso del ser de un individuo inteligente.
Me pregunto por el verdadero significado de la materia, y cuanto más profundizo en ello, mayor es la certeza de que allí están encerradas todas las respuestas. ¿Qué somos nosotros? Creo que somos materia evolucionada que ha conseguido la conquista de un nivel evolutivo en el que ya se tiene conciencia de ser.
Pienso que toda materia en el universo está cumpliendo su función para conformar un todo que, en definitiva, está hecho de la misma cosa, y que a partir de ella surgen las fuerzas que rigen el cosmos y toda la naturaleza del universo que nos acoge. La luz, la gravedad, la carga eléctrica y magnética, las fuerzas nucleares, todo, absolutamente todo, se puede entender a partir de la materia, tanto a niveles microscópicos como a dimensiones cosmológicas, todo son aspectos distintos para que existan estrellas y galaxias, planetas, árboles, desiertos, océanos y seres vivos como nosotros, que somos capaces de pensar en todo esto.
Mirando a mi alrededor, de manera clara y precisa, puedo comprobar que el mundo está compuesto por una variedad de personas que, siendo iguales en su origen, son totalmente distintas en sus mentes.
La mayor parte, se aplica en sus vidas cotidianas y sin grandes sobresaltos: trabajo, familia y dejar transcurrir el tiempo. Es la mayoría silenciosa. Una parte menor, conforman el grupo de los poderosos; sus afanes están centrados en acumular poder, dirigir las vidas de los demás y de manera consciente o inconsciente, dañan y abusan de aquella mayoría. Son los grandes capitalistas y políticos, que con sus decisiones hacen mejor o peor las vidas del resto. Por último, existe una pequeña parte que está ajena y “aislada” de los dos grupos anteriores; se dedican a pensar y a averiguar el por qué de las cosas. La mayor preocupación de este grupo de elegidos es saber, quiero decir ¡SABER!, de todo y sobre todo; nunca están satisfechos y gracias a ellos podemos avanzar y evitar el embrutecimiento.
Pensando en el cometido de estos tres grupos me doy cuenta de lo atrasados que aún estamos en la evolución de la especie. El grupo mayor, el de la gente corriente, es muy necesario; de él se nutren los otros dos. Sin embargo, el grupo de mayor importancia “real”, el de los pensadores y científicos, está utilizado y manejado por políticos, militares y capitalistas que, en definitiva, aprueban los presupuestos y las subvenciones de las que se nutren los investigadores.
En las dos grandes guerras mundiales tenemos un ejemplo de cómo se utilizaron a los científicos con fines militares. Los que no se prestaron a ello, lo pasaron mal y fueron marginados en no pocos casos.
Es una auténtica barbaridad el ínfimo presupuesto que se destina al fomento científico en cualquiera de los niveles del saber. Cada presupuesto, cada proyecto y cada subvención conseguida es como un camino interminable de inconvenientes y problemas que hay que superar antes de conseguir el visto bueno definitivo, y lastimosamente, no son pocos los magníficos proyectos que se quedan olvidados encima de la mesa del político o burócrata de turno, cuyos intereses particulares y partidistas miran en otra dirección.
¡Qué lastima!
A pesar de ello, milagrosamente, el avance continúa implacable gracias a personajes que, como Ramón y Cajal, con medios insuficientes pero con sacrificio e inteligencia, triunfan sobre estas adversidades materiales que superan por amor a la ciencia, con trabajo y con ingenio.
Einstein nos decía que “el hombre encuentra a Dios detrás de cada puerta que la ciencia logra abrir”.
Ese encuentro maravilloso con la luz suprema del saber es un momento mágico, que es el precio que pagan al científico por sus esfuerzos, y es el incentivo que necesita para seguir trabajando en la superación de los muchos secretos que la naturaleza pone ante sus ojos para que sean desvelados.
Cuando me pongo a escribir sin un programa previamente establecido, vuelco sobre el papel en blanco todo lo que va fluyendo en mis pensamientos, y a veces me sorprendo a mí mismo al darme cuenta de cómo es posible perder la noción del tiempo inmerso en los universos que la mente puede recrear para hacer trabajar la imaginación sin límites de un ser humano. Es cierto, nuestras limitaciones son enormes, enorme nuestra ignorancia y, sin embargo, estas carencias se pueden compensar con la también enorme ilusión de aprender y la enorme curiosidad y espíritu de sacrificio que tenemos en nuestro interior, que finalmente van ganando pequeñas batallas en el conocimiento de la naturaleza, y que sumados hacen un respetable bloque de conocimientos que, a estas alturas de comienzos del siglo XXI, parecen suficientes como punto de partida para despegar hacia el interminable viaje que nos espera.
Es tal la pasión que pongo en estas cuestiones que, literalmente, cuando estoy pensando en el nacimiento y vida de una estrella y en su final como enana blanca, estrella de neutrones o agujero negro (dependiendo de su masa), siento cómo ese gas y ese polvo cósmico estelar se junta y gira en remolinos, cómo se forma un núcleo donde las moléculas, más juntas cada vez, rozan las unas con las otras, se calientan e ionizan y, finalmente, se fusionan para brillar durante miles de millones de años y, cuando agotado el combustible nuclear degeneran en enanas blancas, veo con claridad cómo la degeneración de los electrones impide que la estrella continúe cediendo a la fuerza de gravedad y queda así estabilizada. Lo mismo ocurre en el caso de las estrellas de neutrones, que se frena y encuentra el equilibrio en la degeneración de los neutrones, que es suficiente para frenar la enorme fuerza gravitatoria. Y, cuando llego a la implosión que dará lugar a una singularidad, ahí quedo perdido, mi mente no puede, como en los casos anteriores, “ver” lo que realmente ocurre en el corazón del agujero negro, ya que, lo que llamamos singularidad, parece como si desapareciera de este mundo.
emilio silvera
-
¡Los Pensamientos! Ese inimaginable poder… ¿Sabremos aprovecharlos? : Blog de Emilio Silvera V., el
17 de marzo del 2013 a las
9:42
[…] Universo, las estrellas y nosotros Últimos comentariosSantiago Pérez Losanovscky en Sí, podemos ver con la mente y, con mucha claridad.SkyStarts en ¿Cómo mueren las estrellas?Emilio Silvera en ¡¡Hacia Marte!! Estamos a tiro de […]
-
¡Los pensamientos! Nos hacen saber y crear : Blog de Emilio Silvera V., el
7 de octubre del 2013 a las
3:28
[…] número atómico para ver de manera clara y precisa el espesor de los gluones que retienen a los quarks. Sin embargo, mi visión mental no se detiene en ese punto, continúa avanzando y se encuentra con […]
-
Sí, podemos ver con la Mente ¡Con tanta claridad! : Blog de Emilio Silvera V., el
10 de octubre del 2013 a las
6:10
[…] Moleculares Gigantes Últimos comentariosEmilio Silvera en Sí, podemos ver con la mente y, con mucha claridad.emilio silvera en Recordando a Enrico Fermiemilio silvera en Premio Nobel de Física 2.013emilio […]
-
¡Los Pensamientos! Ese inimaginable poder… ¿Sabremos aprovecharlos? : Blog de Emilio Silvera V., el
2 de noviembre del 2013 a las
8:45
[…] atómico para ver de manera clara y precisa el espesor de los gluones que retienen a los quarks. Sin embargo, mi visión mental no se detiene en ese punto, continúa avanzando y se encuentra con […]
-
Sí, podemos ver con la Mente ¡Con tanta claridad! : Blog de Emilio Silvera V., el
12 de noviembre del 2013 a las
6:02
[…] número atómico para ver de manera clara y precisa el espesor de los gluones que retienen a los quarks. Sin embargo, mi visión mental no se detiene en ese punto, continúa avanzando y se encuentra con […]
-
Sí, podemos ver con la Mente ¡Con tanta claridad! : Blog de Emilio Silvera V., el
26 de enero del 2014 a las
9:43
[…] estoy pensando en el nacimiento y vida de una estrella y en su final como enana blanca, estrella de neutrones o agujero negro (dependiendo de su masa), siento cómo ese gas y ese polvo cósmico estelar se […]
el 19 de noviembre del 2009 a las 20:48
Hola amigo Emilio:
Como tu sabes, solo quiero constatarlo, el número 137 sale en el simple cociente c/v (c la velocidad de la luz y v la velocidad del electrón en órbita en el hidrógeno). En este cociente c/v sale 137 o un múltiplo de 137. Yo creo que este 137 refleja el efecto frenado del electrón.
Un abrazo. Ramon Marquès
el 17 de marzo del 2013 a las 0:55
Tenemos inquietudes similares. Te agradecería si te contactaras conmigo a esta casilla particular:
santiago.pl@hotmail.com.ar
el 17 de marzo del 2013 a las 11:19
Amigo Santiago:
Agradezco tu afrecimiento. Sin embargo, aquí trato de dejar lo que sobre Ciencia y otros pensamientos siento y, nunca he dejado de contestar a ninguno de los visitantes, a los que trato de complacer en todo cuanto de mí puedan requerir dentro de éste ámbito del Blog, las preguntas, las ideas, los diversos pareceres… En fin, un cambio de ideas, pensamientos y, a veces, de senmtimientos entre personas.
Salirnos de éste lugar para otros menesteres, requeriría un tiempo del que no dispongo, y, hasta tal punto es así que, tengo ahora mismo más de cien correos sin contestar, lo que hago los fines de semana aprovechando el no tener que acudir al trabajo con el que me gano el sustento. Ahora mismo, estoy tratando de preparar una charla-conferencia sobre Astrofísica que, posiblemente, daré a los “chicos prodigios” de la Asociación ARETE de Huelva que, hace tiempo me lo pidieron y quieren que sea el próximo día 5 de Abril en la Universidad de Huelva.
Como verá, estimado amigo, lo tengo bastante apretado, ya que, por otra parte, también tengo que atender a mis compromisos con el Grupo Especializado de Física Teórica y Astrofísica de la Real Sociedad Española de Física. En fin, que de momento, no parece factible que podamos intercambiar muchas ideas por correo debido a mis muchas ocupaciones.
Lo siento amigo y, como dije antes, se agradece el ofrecimiento y la visita a esta su casa.
Un saludo cordial.
el 10 de octubre del 2013 a las 5:28
La Mente… ¡Ese misterio!
el 14 de noviembre del 2013 a las 9:23
Amigo:
No creo tener el tiempo necesario que tal colaboiración requeriría, toda vez que, cuando me decido a una empresa o proyecto, no suelo hacerlo a medias y todo tiene que ir al mayor nivel que esté en mis manos y, en lo que me propone, como será imposible que le pueda dedicar las horas requeridas para que el producto resultante sea digno… prefiero dejarlo para mejor oportunidad que… ¡quién sabe si más adelante…!
Se agradece el ofrecimiento.
Saludos cordiales.
el 11 de mayo del 2015 a las 14:36
Acabo ahora de ver este sitio web y Sinceramente
disfruto de este tipo de temas, debo decir que no soy muy conocedor de esto pero pero si es verdad que me
pararece un tema muy interesante.
visita mi web en: filter=.works – http://www.mibodacontigo.com –
el 12 de mayo del 2015 a las 6:23
Me parece bien que le guste éste lugar. Sin embargo, no creo que sea apropiado utilizarlo para poner un anuncio que, el titular de la Web ha rechazado poner a cambio de cobrar algún dinero. Considero que anunciar aquí sería prostituir la idea original de ofrecer algo a cambio de nada.
Busque otro lugar para sus intereses particulares.