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La energía del cerebro
por Emilio Silvera ~ Clasificado en La Mente - Filosofía ~ Comments (7)
La Naturaleza de la mente es el misterio más profundo de la humanidad., se trata, además de un enigma de proporciones gigantescas, que se remonta a milenios atrás, y que se extiende desde el centro del cerebro hasta los confines del Universo. Es un secreto que provocó vértigo y depresión en alguna de las mentes más preclaras de algunos de los filósofos y pensadores más grandes que en el mundo han sido. Sin embargo, este amplio vacío de ignorancia está, ahora, atravesado, por varios rayos de conocimiento que nos ayudará a comprender cómo se regula la energía mental.
Aunque puede que no sepamos que es la mente, sabemos algunas cosas sobre el cerebro. Está formado por una red, una increíble maraña de “cables” eléctricos que serpentean a través de una gran cantidad de “sustancias” neuroquímicas. Existen quizás cien mil millones de neuronas en el cerebro humano, tantas como estrellas hay en la Vía Láctea, y, cada una de ellas recibe datos eléctricos de alrededor de mil neuronas, además de estar en contacto y en comunicación con unas cien mil neuronas más.
El suministro de datos que llega en forma de multitud de mensajes procede de los sentidos, que detectan el entorno interno y externo, y luego envía el resultado a los músculos para dirigir lo que hacemos y decimos. Así pues, el cerebro es como un enorme ordenador que realiza una serie de tareas basadas en la información que le llega de los sentidos. Pero, a diferencia de un ordenador, la cantidad de material que entra y sale parece poca cosa en comparación con la actividad interna. Seguimos pensando, sintiendo y procesando información incluso cuando cerramos los ojos y descansamos.
La unidad a partir de la cual se configuran todas las fabulosas actividades del cerebro es una célula del mismo, la neurona. Las neuronas son unas células fantásticamente ramificadas y extendidas, pero diminutas.
La hipótesis neuronal de las células anatómicamente separadas se estableció cuando Santiago Ramón y Cajal (1852-1934) modificó el método cromoargéntico de Golgi y lo utilizó en una serie magistral de experimentos. Aunque Golgi y Ramón y Cajal compartieron el premio Nobel en 1906, siguieron nsiendo revales encarnizados hasta el final.
Si todas las neuronas del cerebro, los cien mil millones, están anatómicamente separadas unas de otras, ¿cómo podían los mensajes eléctricos que pasaban a través de cada una de ellas saltar de una neurona a la siguiente?. La respuesta es que no saltan sino que hacen otra cosa, y esto tiene una importancia fundamental en relación con el modo en que funciona el cerebro.
El descubrimiento fue realizado por Otto Loewi, cuando trabajaba en Australia durante la década de 1920. Lowell estaba trabajando con la transmisión neuronal del cerebro al corazón a través del nervio vago. Aisló el corazón de una rana con el nervio vago intacto, y demostró que la estimulación del nervio hacía que los latidos del corazón fueran más lentos. Pero él quería saber cómo se transmitía al corazón el mensaje eléctrico que transporta el nervio vago. ¿Se trataba de una conexión eléctrica o química, o de alguna otra cosa diferente? La clave estaba en una solución química que bañaba el corazón después de la estimulación del nervio vago que como consecuencia segregaba esta sustancia química que hacía de intermediaria en la transmisión del mensaje desde una célula a la siguiente.
Por lo tanto, los impulsos eléctricos nerviosos pasan a los extremos de las neuronas, donde la llegada del impulso hace que la terminación nerviosa libere una sustancia química (un neurotransmisor), que cruza el estrecho espacio que hay entre dos neuronas (la sinapsis), y entonces la sustancia química actúa sobre la segunda neurona para modificar su capacidad de emitir , a su vez, impulsos nerviosos. Cada neurona liberará sólo un tipo de neurotransmisor (habitualmente), pero lo liberará hacia muchas neuronas diferentes.
Existen dos neurotransmisores principales en el cerebro: el glutamato y el GABA. El glutamato actúa sobre la segunda neurona para aumentar la probabilidad de que emita un impulso nervioso (por lo que es un transmisor excitante), mientras que el GABA actúa para disminuir la probabilidad de que lo emita (luego es un transmisor inhibidor).
No obstante, una neurona no recibe una sola entrada desde una sinapsis neuronal individual, sino que recibe muchos miles. Decenas de miles de sinapsis desde miles de neuronas diferentes cubren la superficie ramificada de una sola neurona. Omito explicar aquí (podría ser tedioso para del lector) todos los mecanismos de los transmisores entre sinapsis y las ramas de salida (los axones) por las que se desplazan las señales eléctricas como ondas.
Una neurona, o una red de neuronas, puede así recoger información de muchas fuentes, incluídos los sentidos, la memoria y las emociones, para controlar la señal que ella misma va a emitir y que finalmente puede ocasionar una contracción o una relajación muscular.
El glutamato es el principal neurotransmisor del cerebro, pero paradójicamente es tambnién una toxina poderosa para las células del sistema nervioso. Cuando los niveles de glutamato son bajos, actúan como una señal entre neuronas, pero si son excesivos las sobreexcitan y las matan.. Esta acción “excitotóxica” del glutamato parece ser la causa de muerte neuronal durante las apoplejías y en las enfermedades neurodegenerativas, tales como la de Alzheimer, la de Parkison, y la esclerosis múltiples.
El glutamato es uno de los aditivos más frecuentes en los alimentos, presentándose en forma de sal como glutamato monosódico (GMS). Actúa reforzando el sabor y es omnipresente en la cocina china: la salsa de soja es especialmente rica en glutamato. Afortunadamente, el glutamato que está en el instestino y en la sangre apenas penetra en el cerebro, porque la barrera “sangre-cerebro” impide que glutamato cruce desde la sangre al cerebro.
No obstante, en medicina existe un trastorno conocido como “síndrome del restaurante chino” –donde nunca he comido, ni comeré- que puede aparecer por comer demasiados alimentos saturados de glutamano y que consiste en unos niveles de glutamano tan elevados en la sangre que no puede impedir que entre en el cerebro y cause la muerte neuronal. Claro que, otras fuentes nos dicen que el GABA, actúa como calmante y de alguna manera, contrarresta el mal. De hecho, los barbitúricos, el principio activo de las píldoras para dormir que toman algunos enfermos depresivos y las benzodiacepinas, como el Librium o el Valium, que reduce la ansiadad, actúan, por ejemplo, reforzando la acción del GABA en su receptor neuronal.
¡Nos queda tanto por aprender!
emilio silvera
el 24 de diciembre del 2010 a las 22:06
Emilio:
Más que comentarios, quiero decirte que, desde hace unos buenos años, he empezado a leer sobre mecanismos y funcionamientos de la mente, el cerebro y su composición, etc., dado que busqué siempre y sigo buscando entender varias evidencias de lo que sería un problema que tengo desde la infancia. Sin embargo, me he dado cuenta de que esto también cansa y, tal vez, también haya colaborado a mantener y aumentar este problema…
Me gustaría saber las razones de estas evidencias y si tu puedes proporcionarme alguna instrucción para solucionar este padecimiento, te lo agracedería mucho.
Qué quiren decir estos hechos que me ocurren diariamente:
-Sudo mucho y es un sudor aceitoso.
-Ojos fácilmente irritados.
-En momentos del día, una visión nubosa (el óptico dice que no tengo nada).
-Sueños agitados y a veces con imágenes terribles.
-A pesar de tener 32 años, todavía me sale acné.
-Un tiempo, cuando sonaba el teléfono me asustaba increíblemente.
-Latidos acelerados del corazón cuando voy a dirigirme a un auditorio, y si se trata de un evento o asunto formal, peor.
-En el micrófono, mi voz, muchas veces, mi voz es diferente, muy fea, dependiendo de mi estado. Pareciera que mis cuerdan estuvieran muy tensas o no estuvieran liberadas.
-Durante todo el día me siento cansado.
-Se me endurece el cuello en la zona cervical (muchos intentos con acupuntura pero igual)
-Ganglios en zona del cuello.
-Ansiedad y nerviosismo diario.
-GRANDES EXPECTATIVAS Y DESEOS INMENSOS DE SUPERACIÓN.
Desde ya, muchas gracias!
MANUEL FERNÁNDEZ
el 25 de diciembre del 2010 a las 4:47
Hola, estimado Manuel.
Disculpa que tercie, pero quiero decirte que varios de los síntomas que relatas, podrían corresponder a un “trastorno de pánico”; en particular el terror ante el sonido del teléfono u otros sonidos (como ominosamente invasivos; como si presagiaran algo terrible e inminente), es característico.
Te recomiendo que le presentes esa lista a un médico; si es un siquiatra, mejor. No dejes pasar el tiempo.
Un saludo especial para esta Navidad.
el 25 de diciembre del 2010 a las 12:13
Amigo Manuel, lo mismo que el compañero Nelson, te recomiendo lo más lógico y conveniente: Visitar a un especialista que sepa leer con claridad los distintos síntomas que padeces y que, según creo, están relacionados todos ellos con “esa sensación” de pánico a la que alude Nelson.
Es cosa de no dejarlo pasar y, creo que, con el debido tratamiento, la normalidad se podrá recuperar. Muchas de las cuestiones que planteas, como la de alterarse al hablar en público y el mismo cambio de voz que se altera bajo ciertas circunstancias, son normales en personas que, por su personalidad, les cuesta dirigirse a grandes audiencias.
Hay técnicas para superar todo eso, así que, no pierda más tiempo y busque una solución.
Un saludio cordial amigo.
el 26 de diciembre del 2010 a las 2:01
Manuel, cuida la alimentación, debe ser sana, rica en pescado, frutas y verduras (menos carne y grasas) y muy importante, duerme lo suficiente, no creo que duermas bien por lo que dices, alguna valeriana ayuda. Los problemas que te puedan generar estress minimizalos y practica algo de deporte. El resto que te lo diga un especialista.
Saludos!
el 26 de diciembre del 2010 a las 4:31
Hola Manuel,
Y bue!… ya que estamos… Yo no soy bueno para aconsejar, pero tal vez te podría ayudar tomar unas clases de actuación, mezclarlo con sesiones de yoga o reiki, cosas por el estilo, investigar un poco sobre yerbas naturales (de cualquier tipo) y sus beneficios, experimenta mejoras, selecciona lo que más te conviene respecto a cómo te sientas. Acude a tus allegados para saber si ven mejoras en ti, y sobre todo nunca dejes de seguir conociendo tu cerebro.
O tal vez, puedes ir a un médico cualificado del cerebro, y que te recete una cierta cantidad de medicamentos que artificialmente pueda darte una solución inmediata, pero, que a la larga tal vez no ayude definitivamente y, debas remediar algunos efectos secundarios que quizá hayan surgido con otros medicamentos que se le van sumando, ingresando a un espiral de soluciones falseadas artificialmente; terminando cómo de alguna manera encapsulado de tu entorno que, te lamentablemente te pueda hacer sentir incapacitado de poder funcionar adecuadamente el propio entorno lo exige, en el que naturalmente tienes el derecho de querer tener GRANDES EXPECTATIVAS Y DESEOS INMENSOS DE SUPERACIÓN…
Claro que, yo no soy quien para darte consejos y, lo mejor es que acudas a un profesional.
Saludos cordiales.
el 26 de diciembre del 2010 a las 6:00
Olvidé recomendarte un dermatólogo para el problema del acné.
Atte. dr. Ignoscere.
Abrazos!
el 28 de diciembre del 2010 a las 16:49
Saludos y feliz navidad!
Gracias a todos por ocuparse sobre lo referido por mí días pasados; gracias por sus palabras de aliento y sugerencias, las tomo de muy buena manera y así procederé…
Manuel F.