lunes, 25 de noviembre del 2024 Fecha
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¡Nuestro Universo y sus misterios!

Autor por Emilio Silvera    ~    Archivo Clasificado en General    ~    Comentarios Comments (0)

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una visión plausible del Universo es que hay una y solo una forma para las constantes y leyes de la Naturaleza.  Los Universos son trucos difíciles de hacer, y cuanto más complicados son, más piezas hay que encajar. Los valores de las constantes de la naturaleza determinan a su vez que, los elementos naturales de la tabla periódica, desde el Hidrógeno número 1 de la tabla, hasta el uranio, número 92, sean los que son y no otros.  Precisamente, por ser las constantes y leyes naturales como son y tener los valores que tienen, existe el Nitrógeno, el Carbono o el Oxígeno.

Esos 92 elementos naturales de la Tabla periódica componen toda la materia bariónica (que vemos y detectamos) del Universo.  Hay más elementos como el Plutonio o el Einstenio, pero son los llamados transuránicos y son artificiales.

Hay varias propiedades sorprendentes del Universo astronómico que parecen ser cruciales para el desarrollo de la vida en el Universo.  Estas no son constantes de la Naturaleza en el sentido de la constante de estructura fina o la masa del electrón.  Incluyen magnitudes que especifican cuán agregado está el Universo, con que rapidez se está expandiendo y cuánta materia y radiación contiene.  En última instancia, a los cosmólogos les gustaría explicar los números que describen estas “constantes astronómicas” (magnitudes).  Incluso podrían ser capaces de demostrar que dichas “constantes” están completamente determinadas por los valores de las constantes de la Naturaleza como la constante de estructura fina.  ¡¡El número puro y adimensional, 137!!

Las características distintivas del Universo que están especificadas por estas “constantes” astronómicas desempeñan un papel clave en la generación de las condiciones para la evolución de la complejidad bioquímica.  Si miramos más cerca la expansión del Universo descubrimos que está equilibrada con enorme precisión.  Está muy cerca de la línea divisoria crítica que separa los universos que se expanden con suficiente rapidez para superar la atracción de la gravedad y continuar así para siempre de aquellos otros universos en los que la expansión finalmente se invertirá en un estado de contracción global y se dirigirán hacia un Big Grunch cataclísmico en el futuro lejano.  El primero de estos modelos es el Universo abierto que será invadido por el frío absoluto y, el segundo modelo es  el del Universo cerrado que termina en una bola de fuego descomunal.

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