Oct
20
¿Que mundo este! ¿Que sera del mañana?
por Emilio Silvera ~ Clasificado en General ~ Comments (16)
¡La imbecilidad de hombre (en algunos casos) es ilimitada!
Siempre existieron “iluminados” que decían querer salvar el mundo. En 1970, Zbigniew Brzezinski avisaba sobre la aparición de una sociedad controlada por la tecnología y dirigida por una élite capaz de influir en los votantes gracias a la superioridad de sus conocimientos científicos.
Para algunos, ese futuro “orwelliano” podría estar acercándose (si es que no está aquí ya) peligrosamente. El control de los poderes públicos sobre los ciudadanos es cada vez mayor; nos controlan absolutamente todo y nos facilitan las noticias que a ellos les interesa tratando de dirigir nuestras voluntades y, cuando aparece un medio que informa libremente, tratan de destruirlo mediante el desprestigio y la mentira y poniéndole todas las posibles dificultades “legales” para que puedan cumplir su cometido.
En nuestro país, España, teóricamente nos regimos por una constitución de la que se basan las demás leyes, y en sus artículos 9, 14, 24, 31 y 103 podemos leer que están garantizadas la legalidad y la seguridad jurídica, que todos somos iguales ante la ley, que tenemos derecho a una tutela efectiva de la justicia y que está prohibida la indefensión, que todos los ciudadanos contribuirán a los gastos generales del Estado de manera justa y proporcional a sus bienes, y se ordena a todas las administraciones públicas que se sometan a la Constitución, a la Ley y al Derecho.
¡Es precioso! Pero desgraciadamente no se cumple.
El deterioro de nuestra sociedad es enorme, los valores no se respetan y hemos entrado en una dinámica del aquí vale todo, la prioridad de conseguir el objetivo, el medio para ello, cualquiera.
¿Hacia dónde nos llevará esto?
Oct
20
Los seres humanos, los mundos, el Universo
por Emilio Silvera ~ Clasificado en Astronomía y Astrofísica ~ Comments (0)
Los seres humanos, durante toda la vida están aprendiendo y desarrollando su inteligencia. Sin embargo, generalmente, la mayor actividad intelectual se desarrolla desde niño hasta los 35-40 años. Después remite para perder interés y continuar avanzando más pausadamente que en la juventud.
Claro que me estoy refiriendo a los casos de las personas estudiosas y comprometidas con el saber que, en muchos casos, no son todos los que quisieran. Hay muchos de los seres de la Tierra que por sus condiciones sociales, su lugar de nacimiento e incluso el seno de la familia en la que el destino lo trajo a este mundo, aun queriendo, no tendrá nunca la oportunidad de saber, de prepararse, de conocer sobre aspectos de la naturaleza que le inquietan o de poder acceder al conocimiento científico de las cosas.
El ser humano es curioso por naturaleza y su curiosidad le empujó siempre a preguntar y tratar de saber por qué ocurrían las cosas, tales como:
- ¿Por qué la Luna se sostenía en el aire y no caía?
- ¿Qué eran los rayos y de dónde salían los truenos?
- ¿Cómo se producía la lluvia?
- ¿Quién encendía la luz del Sol que nos daba el día y nos calentaba?
Nunca se dejó de hacer preguntas que la falta de conocimiento contestaba valiéndose de las divinidades, inventándose un dios o una diosa para cada situación y, claro está, la falta de conocimiento les producía temor que les llevaba a los sacrificios a los dioses para procurar tenerlos satisfechos y evitar su furor.