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¿Que mundo este! ¿Que sera del mañana?
por Emilio Silvera ~ Clasificado en General ~ Comments (16)
¡La imbecilidad de hombre (en algunos casos) es ilimitada!
Siempre existieron “iluminados” que decían querer salvar el mundo. En 1970, Zbigniew Brzezinski avisaba sobre la aparición de una sociedad controlada por la tecnología y dirigida por una élite capaz de influir en los votantes gracias a la superioridad de sus conocimientos científicos.
Para algunos, ese futuro “orwelliano” podría estar acercándose (si es que no está aquí ya) peligrosamente. El control de los poderes públicos sobre los ciudadanos es cada vez mayor; nos controlan absolutamente todo y nos facilitan las noticias que a ellos les interesa tratando de dirigir nuestras voluntades y, cuando aparece un medio que informa libremente, tratan de destruirlo mediante el desprestigio y la mentira y poniéndole todas las posibles dificultades “legales” para que puedan cumplir su cometido.
En nuestro país, España, teóricamente nos regimos por una constitución de la que se basan las demás leyes, y en sus artículos 9, 14, 24, 31 y 103 podemos leer que están garantizadas la legalidad y la seguridad jurídica, que todos somos iguales ante la ley, que tenemos derecho a una tutela efectiva de la justicia y que está prohibida la indefensión, que todos los ciudadanos contribuirán a los gastos generales del Estado de manera justa y proporcional a sus bienes, y se ordena a todas las administraciones públicas que se sometan a la Constitución, a la Ley y al Derecho.
¡Es precioso! Pero desgraciadamente no se cumple.
El deterioro de nuestra sociedad es enorme, los valores no se respetan y hemos entrado en una dinámica del aquí vale todo, la prioridad de conseguir el objetivo, el medio para ello, cualquiera.
¿Hacia dónde nos llevará esto?
¿Dónde quedaron la moral, la ética, el respeto, la vergüenza o la honradez? Actualmente habría que hacer como aquel sabio que iba caminando con una lámpara encendida y le preguntaron, – ¿qué buscas?; Busco a un hombre honrado – respondió.
Algo parecido está pasando en nuestra sociedad.
Pero continuemos con la ciencia, con los peligros que nos acechan si no sabemos administrar en la debida forma los adelantos científicos y los conocimientos.
A mí, particularmente, me da mucho miedo un futuro en el que las máquinas sean imprescindibles. En este mismo momento ya casi lo son. ¿Qué haríamos sin ordenadores que mediante sus programas dirigen fábricas, llevan todo el movimiento de las Bolsas del mundo y de los bancos, dirigen los satélites del espacio, llevan a cabo complicadas operaciones quirúrgicas y montan y ensamblan elaborados mecanismos industriales? El mundo quedaría paralizado.
Pienso en un mundo mucho más avanzado, dentro de 500 ó 1.000 años. ¿Qué habrá pasado con los robots?, máquinas cada vez más perfectas que llegaron a autofabricarse y repararse. ¿Cómo evolucionarán a partir de esos procesadores inteligentes de la nanotecnología? ¿Llegarán algún día a pensar por sí mismos? Ahí puede estar uno de los grandes peligros de la Humanidad.
La invención del robot (del checo, robota, trabajo) se debe al esfuerzo de las sociedades humanas por liberarse de las labores más ingratas y penosas a que se ven obligados algunos de sus individuos. En un principio, la apariencia de los robots sólo atendía a las razones prácticas de las funciones que cada modelo tenía que desempeñar, o sea, su morfología estaba aconsejada por criterios funcionales y prácticos.
Una vez superada la primera fase, el hombre trata de fabricar robots que cada vez sean más semejantes a su creador, y aunque las primeras figuras han sido algo groseras y poco hábiles en sus movimientos, poco a poco se va perfeccionando la imitación de los humanos.
Un robot se diferencia fundamentalmente de una máquina por su capacidad para funcionar de modo automático sin la acción permanente del hombre. Los primeros robots se mostraron especialmente válidos para llevar a cabo aquellos trabajos sencillos y repetitivos que resultaban tediosos y pesados al hombre (al Ser Humano mejor). También son ideales para el trabajo en el que se está expuesto a cierto peligro o se trabaja con materiales peligrosos en lugares nocivos para los seres vivos.
Una de las condiciones esenciales que debe tener una máquina-robot para ser considerada como tal es la posibilidad de ser programada para hacer tareas diversas según las necesidades y la acción que de ellos se requieran en cada situación.
Dentro de algunas decenas de años, por ejemplo, no será necesario que ningún astronauta salga al espacio exterior para reparar estaciones espaciales o telescopios como hacen ahora, con riesgo de sus vidas, con el Hubble.
El miedo a los robots del futuro que antes citaba está relacionado con el hecho de que la robótica es el estudio de los problemas relacionados con el diseño, aplicación, control y sistemas sensoriales de los robots.
Ya van quedando muy viejos aquellos robots de primera generación (en realidad brazos mecánicos), muy utilizados en labores de menos precisión de la industria automovilística. Hoy día, los robots que se fabrican, están provistos de sofisticados sistemas “inteligentes” que son capaces de detectar elementos e incluso formas de vida rudimentarias. El proyecto de la NASA en el río Tinto es un ejemplo de ello; allí han utilizado pequeños robots capaces de comunicar datos científicos de los hallazgos en el fondo de un río. Actúan mediante programas informáticos complejos o no, que hacen el trabajo requerido.
Las necesidades de la industria aeronáutica, poco a poco, han ido exigiendo sistemas de mayor precisión, capaces de tomar decisiones adecuadas en un entorno predefinido en función de las condiciones particulares de un momento dado. Estos ingenios, llamados de segunda generación, poseen instrumentos propios y programación informática dotada de medios de autocorrección frente a estímulos externos variables.
Los sensores utilizados por los sistemas robóticas de segunda generación son, con frecuencia, equipos de cámaras electrónicas digitales que convierten la imagen luminosa recibida desde el exterior en impulsos eléctricos que se comparan con patrones almacenados en un pequeño núcleo de memoria informática. Así mismo, disponen de instrumentos táctiles de alta sensibilidad y de detección de pesos y tensiones.
Los robots de tercera generación emplean avanzados métodos informáticos, los llamados sistemas de inteligencia artificial, y procedimientos de percepción multisensorial (estoy leyendo una maravillosa tesis doctoral de un ingeniero de materiales – hijo de un buen amigo – que es fascinante, y me está abriendo la mente a nuevos campos y nuevos conceptos en el ámbito de la inteligencia artificial. Su nombre es A. Mora Fernández, y tiene la suerte de ser, además, un físico teórico matemático, con lo cual, según lo que puedo deducir de su trabajo, le espera grandes empresas y mi deseo personal es que triunfe en ese complejo mundo de fascinantes perspectivas al que pertenece).
Estos ingenios de tercera generación adoptan algunas características del comportamiento humano al contar con la capacidad para percibir la realidad del entorno desde varias perspectivas y utilizar programas que rigen su propia actuación de modo inteligente. Conscientes de su situación espacial, los robots de tercera generación comprenden directamente el lenguaje humano y lo utilizan para comunicarse con las personas.
La ciencia robótica, basándose en avanzados principios de la electrónica y la mecánica, busca en la constitución y modo de funcionamiento del cuerpo y del cerebro humano los fundamentos con los que diseñar androides de posibilidades físicas e intelectivas semejantes a los del ser humano.
¡Veremos en que quedara todo esto!
emilio silvera
el 20 de octubre del 2010 a las 18:25
Pues en opinión todo irá bien, salvo problemas puntuales de fácil solución, hasta que los robots o autómatas adquieran consciencia de si mismos; entonces todo cambiará y mucho.
Y me temo que ese momento llegará sin remisión, ya que los programas cada vez más avanzados están intentando que esas máquinas adquieran una autonomía importante, lograda a través de procesos de aprendizaje y experiencias propias, lo que les convertirá tarde o temprano en seres pensantes; solo es cuestión de tiempo que algún día las máquinas perciban su yo, y entonces vendrán los problemas; a la larga es muy posible que incluso se les tenga que dar algún tipo de derechos y obligaciones.
Sabemos que algunos científicos futuristas son de la opinión de que el robot acabará indefectiblemente por dominar al hombre e incluso eliminarle; que eso es una consecuencia inevitable, a no ser que nos desprendamos ya de todos los robots.
Y no debemos olvidar las otras “especies” que pueden surgir, como son los hombres sintéticos y los cyborgs; (Los cyborg llegarán a tener tantas piezas metálicas en su cuerpo que a veces no se sabrá bien a que especie pertenecen); así que a medio plazo serán unas cuantas especies las que tendrán que convivir: El homo sapiens sapiens, el cyborg, el hombre sintético y el robot.; y eso si no sale alguna más (¿El nanohombre?)
La verdad es que el futuro a medio plazo deberá ser muy diferente a lo que vemos en la actualidad; la tecnología, con su avance cada vez más acelerado, hará que cambien muchas cosas básicas en la sociedad humana; solo faltaría determinar si para bien o para mal…
el 20 de octubre del 2010 a las 18:48
Yo también soy de la opinión que esos momentos que comentan Emilio y Kike llegarán. A mi una cosa que no me acaba de cuadrar es que una tecnología basada en operativa binaria, algebra de Boole, supere a un cerebro analógico donde las combinaciones son cuasi-infinitamente mayores. No se si habrá desarrollos de álgebras con más estados posibles, o en definitiva hay que profundizar en minería de datos a través de redes neuronales que no dejan de ser simulación a partir de componentes básicos binarios.
¿cuántos transistores o cuántas puertas lógicas son necesarios para simular el funcionamiento de una única neurona? (recordemos el nº aprox de neuronas que tiene el cerebro humano ¿100 mil millones?) lo mismo hay que trabajar en otras direcciones, no empeñándonos en simular nuestro modelo analógico y de millones y millones de combinaciones para realizar tomas de decisiones.
el 20 de octubre del 2010 a las 21:09
No comparto esa idea de máquinas pensantes autoconscientes. Días pasados hubo un debate respecto de lo que es la consciencia, y si bien finalmente se desvirtuó la discusión, creo que había un acuerdo general de que no podíamos reducirla al cogito cartesiano. Bien, yo al menos pienso eso. La inteligencia humana no funciona bajo la forma de una sucesión de algoritmos, su raíz es mucho mas profunda y no es independiente del ser en su totalidad. Pensarnos como un cuerpo con cerebro es, desde mi punto de vista, un error.
Está claro que el tema es complejo y que tal vez nunca lleguemos a comprenderlo o a tener alguna certeza al respecto, pero piensen simplemente en que el ser humano necesitó pasar por siglos y siglos de adaptación y evolución para llegar al ser inteligente tal como hoy lo entendemos.
Saludos,
el 20 de octubre del 2010 a las 23:59
El sistema funcional de nuestro cerebro no creo que sea tan diferente al de una computadora, simplemente es mucho más perfeccionado; pero esa diferencia se está acortando a pasos agigantados, y precisamente por una de las cosas que has dicho; que para llegar a la perfección que hasta el momento poseemos, han debido de pasar decenas de miles de años, ya que como sabemos la biología únicamente se perfecciona por la evolución. En cambio las máquinas tienen la suerte de poder saltarse pasos contínuamente, ya que solo dependen precisamente de nuesto desarrollo tecnológico, y ese, a diferencia del desarrollo biológico, no necesita tanto tiempo, pues incrementa su crecimiento a ritmos cada vez más rápidos, hasta el punto, como es conocido, que llegará un momento en que será casi exponencial; y eso me temo que significará muy mucho respecto a su comparación con los cerebros biológicos.
Respecto a lo de la conciencia, creo que está claro que pese a la gran cantidad de genios pensadores que han existido hasta el momento, aún no sabemos muy bien si es un concepto exclusivo humano o no; de hecho hay varios animales que parecen poseerla; las máquinas pensadoras no tienen porqué ser diferentes, ya que es muy posible que a través del curso de esos pensamientos (Que al fin y al cabo son o serán también deductivos), lleguen en algún momento a descubrir su propio ego, fruto simplemente de las tareas deductivas, que como sabes sacan conclusiones ciertas de múltiples datos y circunstancias nada evidentes en un principio.
En el fondo, la consciencia, como creo que también has querido indicar, no tiene nada que ver con su soporte fisico,(Aunque para que la mente que la sustenta sea superior se necesita ciertamente de un físico también superior que la ampare y la provea); y por eso mismo, los robots podrían llegar a poseer sin ningún problema una consciencia, derivada simplemente de procesos mentales, que con suficiente perfeccionamiento desembocaría sin falla en esa percepción del yo, sin importar como digo del soporte físico que posean, siempre que sea perfeccionado; y que más perfeccionado que un cuerpo metálico que solo necesite para su manutención un poco de energia, que no entienda de sensaciones de ningún tipo y que no note el paso del tiempo.
Y no importa hablar de la tremenda revolución que ocasionaría la implementación de la cuántica en la computación, lo que supondría (supondrá de seguro),un gigantesco avance de los computadores.
Ya lo decía El Quijote: “Cosas veredes, amigo Sancho”.
el 21 de octubre del 2010 a las 10:44
Como nos dice Kike, nada de lo que esta ocurriendo es ciencia ficción; es lo que hoy mismo ocurre en el campo de la robótica. Aún no podemos hablar de robots con cerebros positrónicos capaces de pensar por sí mismos y tomar decisiones que no le han sido implantados expresamente para responder a ciertas situaciones, pero todo llegará. Ya tienen velocidad, flexibilidad, precisión y número de grados de libertad. ¿Qué hasta donde llegarán? ¡Me da miedo pensar en ello!
Mecánicamente, el robot ya supera al ser humano en algunos campos; hace la misma tarea, con la misma velocidad y precisión o más que aquél, y tiene la ventaja de que no se cansa, puede continuar indefinidamente desempeñando la tarea.
Menos mal que, de momento al menos, el cerebro del ser humano no puede ser superado por un robot (cien mil millones de neuronas trabajando en perfecta conexion, no sera facilmente superable), ¿pero será para siempre así? Creo que el hombre es un ser que, llevado por sus ambiciones, es capaz de cometer actos que van encaminados a lograr la propia destrucción y, en el campo de la robótica, si no se tiene un exquisito cuidado, podemos tener un buen ejemplo.
Antes de dotar a estas máquinas de autonomía de obrar y de pensar, debemos sopesar las consecuencias y evitar, por todos los medios, que un robot pueda disponer como un ser humano del libre albedrío, como artificial que es, siempre debe estar limitado y tener barreras infranqueables que le impidan acciones contrarias al bienestar de sus creadores o del entorno.
Es muy importante que los sistemas sensoriales de los robots estén supeditados a los límites y reglas requeridas por los sistemas de control diseñados, precisamente, para evitar problemas como los que antes mencionaba de robots tan avanzados y libre pensadores e inteligentes que, en un momento dado, puedan decidir suplantar a la Humanidad a la que, de seguir así, podrían llegar a superar.
Pensemos en las ventajas que tendrían sobre los humanos una especie de robots tan inteligentes que ni sufrirían el paso del tiempo ni les afectaría estar en el vacío o espacio exterior, o podrían tranquilamente, al margen de las condiciones físicas y geológicas de un planeta, colonizarlo fácilmente, aunque no dispusiera de atmósfera, ya que ellos no la necesitarían y, sin embargo, podrían instalarse y explotar los recursos de cualquier mundo sin excepción.
¡Menuda ventaja nos llevarían!
Además, lo mismo que nosotros nos reproducimos, los robots se fabricarán unos a otros.
Ni las famosas tres leyes de Asimos me tranquilizan… ¿Las recuerdan?
· Ningún robot puede dañar a un ser humano, ni permitir con su inacción que un ser humano sufra daño, etc., etc.
Pero, ¿quién puede asegurar que con los complejos y sofisticados sensores y elementos tecnológicos avanzados con los que serán dotados los robots del futuro, éstos no pensarán y decidirán por su cuenta? Y, ademas, en la actualidad se estan llevando a cabo estudios que, en el futuro, podrian incidir mucho en el mundo de la robotica. Me refiero a la Nanotecnologia, Nanociencia y Nanobiologia…Lo que puede salir de ahi…es impredecible.
Eneste campo, ¡creo que nadie está en situación de asegurar nada! Sin embargo, el tema no es pacifico y no esta exento de polemicas y peligros futuros.
el 22 de octubre del 2010 a las 0:11
Bien, habiendo leído sus respuestas veo que en este tema difiero totalmente. Creo que porque interpretamos ciertos conceptos como la razón, la mente, la consciencia, el ser de manera muy diferente.
Y noto tambien por cierto una gran incapacidad de mi parte de darme a entender. Puesto que Kike, por ejemplo, dice que yo he querido indicar que la cosciencia no tiene nada que ver con su soporte físico. Bien, lo cierto es que si debiera expresarme en esos términos (aunque en verdad son términos propios de un lenguaje inmersos en una concepción que no comparto en absoluto) mas bien me inclinaría a una conclusión opuesta, es decir que consciencia, mente y cuerpo (“soporte físico”) no son entidades independientes una de la otra.
el 22 de octubre del 2010 a las 20:35
No se la ve tan ágil como el resto, pero la “chica” apunta maneras. Viendo el vídeo una extraña sensación que no sabría describir recorría mi interior, podría incluso asemejarla a un poco de… ¿miedo? o simplemente estoy alucinando?
Juzguen, no tiene nada de humano
http://www.dailymotion.com/video/xf9z9x_japan-unveils-divabot_news#from=embed&start=30
el 22 de octubre del 2010 a las 21:49
No es que el robot dé miedo; el miedo lo produce tu pensamiento al comprender hasta donde puede llegar esto….XC
Muy buenos los videos; parece que los japoneses tienen especial predilección y habilidad sobre la robótica; no me extrañaría que fueran ellos los que llegaran a crear un robot positrónico o algo parecido.
el 22 de octubre del 2010 a las 20:54
Desde otro ángulo:
http://www.youtube.com/watch?v=y0T5dxge2Kw
http://www.youtube.com/watch?v=EzjkBwZtxp4&feature=related
el 27 de octubre del 2010 a las 23:43
Yo no sé si algún día los robots se nos vuelvan en contra, pero de lo que estoy seguro es que si eso llegara a ocurrir será por la actitud de los humanos hacia ellos.
A mí no me gustaría que al llegar al mundo me exhiban como una cosa extraña de manera burlona y, hasta me muestren de “diferentes ángulos”.
Algo parecido a lo que hacemos con los zoológicos por ejemplo…
Un saludo!.
el 22 de octubre del 2010 a las 21:25
¡Triste época la nuestra! Es más fácil desintegrar un átomo que un prejuicio.
el 23 de octubre del 2010 a las 19:40
Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo.
el 22 de octubre del 2010 a las 22:00
Dos cosas son infinitas: el universo y la estupidez humana; y yo no estoy seguro sobre el universo.
el 23 de octubre del 2010 a las 10:59
Hay otro que dice:
“De aquellas lluvias, estos lodos”….
Y otro: “No por mucho tempranar, madruga más manece”
el 24 de octubre del 2010 a las 11:24
NI la una ni la otra pueden ser infinitas. El Universo se expande y cada vez es mayor pero, infinito no. De la estupidez Humana, no niego que tiene una gran extension. Sin embargo, La evolucion, como el tiempo, no cesa, y, un dia llegara en que los hombres y mujeres de nuestra especie, puedan llegar a comprender. De momento, la infinitud de su estupidez lo impide ese trazo de racionalidad que tenemos (unos mas que otros, eso si).
el 22 de octubre del 2010 a las 22:05
Vaya, otro al que tenemos que aburrir…