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Pensando en voz alta
por Emilio Silvera ~ Clasificado en Astronomía y Astrofísica ~ Comments (8)
Mi consejo: que nuestro comportamiento no sea nunca causante de males ajenos; que nos conformemos y sepamos valorar lo que tenemos; que tratemos cada día de ser mejores adquiriendo nuevos conocimientos, el verdadero sustento del ser.
Cuanto más sabemos, más podemos ofrecer a los demás.
En mi transcurrir cotidiano, por mi trabajo, veo con mucha pena cómo las personas tratan de engañarse las unas a las otras. Es la forma general, y lo excepcional es el encontrar, muy de tarde en tarde, personas decentes y honradas, mejor o peor preparadas (qué más da) pero nobles de espíritu y limpias de corazón; cuando eso ocurre, es como una ráfaga de aire fresco y perfumado que inunda los sentidos.
Como lo normal es todo lo contrario, la fealdad interior, el engaño, la falsedad, la ausencia de moralidad y de ética, la traición de los “amigos” o familiares, etc., mi remedio es bien sencillo: me encierro en mi mundo particular de la física, la astronomía y, en definitiva, de cualquier rama del saber que esté presente en ese momento en mis pensamientos, y de esa forma, por unos momentos, me olvido de la fea verdad que nos rodea.
Claro que como antes dije, ¡menos mal!, de vez en cuando nos encontramos con ráfagas de aire puro y perfumado que emiten esos espíritus puros, ¡que los hay!
El mes pasado (enero de 2007), comenzó y se celebró en la India el 20 International Joint Conference of Artificial Intelligence, un encuentro en el que se pusieron al día todos los avances en inteligencia artificial, y donde fue celebrado el 50 cumpleaños de su creación.
El incremento de los resultados en este campo (ya me referí antes a esta ciencia), ha sido asombroso. Internet es una buena prueba de ello en la búsqueda de información por contenido, comercio electrónico, sistemas de recomendación, web semántica, etc. el futuro de Internet, de la industria y del comercio, de las ciudades futuras, de los viajes espaciales, de la medicina, etc., etc., etc., dependerán de los progresos que se realicen en el ámbito de la inteligencia artificial y en la nanotecnología; ahí parecen estar el progreso del futuro.
La inteligencia artificial, entre otras cosas, podrá llevar y facilitar información a países subdesarrollados que, de esta manera, podrá ofrecer educación a sus habitantes, mejorará la salud de la población, su agricultura, etc. la calidad de vida, en definitiva.
Ya se están desarrollando en Japón los ordenadores inteligentes (los llamados de quinta generación), y el entusiasmo de empresas informáticas japonesas y estadounidenses por la inteligencia artificial aconsejó a Europa no quedarse atrás y acometer sus propios proyectos mediante programas de investigación en estas nuevas tecnologías del futuro.
El término de inteligencia artificial, si no me falla la memoria, se acuñó en la reunión de Dartmouth en 1956, que fue un evento único e histórico. Único porque no se volvió a celebrar, es decir, no fue el primero de un serie como ocurro con los congresos internacionales de lo que, como comenté al principio, se llevan celebrando 20; y fue histórico por el hecho de que allí se acuñó el término que ha prevalecido de inteligencia artificial.
En DartMouth se presentó un único resultado: un programa llamado Logic Theorist, capaz de demostrar teoremas de lógica proporcional contenidos (según leí) en la famosa obra “Principia Matematica” de Bertrand Russell y Alfred Whitehead (la obra más famosa de Newton lleva el mismo título). El programa lo desarrollaron Herbert Simón (que en 1978 recibió el premio Nobel de Economía), Alan Newell y Clifford Shaw. Sin embargo, en éste de enero en la India, se presentaron 470 resultados seleccionados entre los casi 1.400 que recibieron.
Desde aquella reunión del 56, los hitos alcanzados en el campo de la IA han sido extraordinarios: desde jugar al ajedrez hasta diagnosticar enfermedades, comprender textos sobre temas concretos que implican conocimientos especializados… No obstante, el objetivo de desarrollar las inteligencias artificiales generales que los pioneros de esta ciencia, reunidos en 1956, propusieron para ser alcanzados, quedan aún muy lejanos.
Pero todo llegará; todo es cuestión de ¡tiempo!
Esta ciencia le debe mucho a las matemáticas. Alan Turing es un ejemplo. Fue un gran matemático que formalizó conceptos tan básicos para la informática como el concepto de algoritmo y el concepto de calculabilidad mediante la denominada Máquina de Turing, lo que nos lleva a considerar a Turing como a uno de los “padres” de la informática y, más concretamente, de la informática teórica. En 1950 publicó un ensayo, “Computing Machinery and Intelligence”, donde describió su famoso Test de Turing, según el cual se podría determinar si una máquina es o no inteligente. La IA le debe pues el test que lleva su nombre, pero la informática le debe más.
Está claro que la IA se aliará y formará equipo con la biología y la nanotecnología, y de esta unión surgirán avances que ahora ni podemos imaginar en nuestra actual comprensión (limitada) de la inteligencia artificial.
Como siempre me ocurre, cuando me pongo a escribir estoy hablando conmigo mismo y traslado la conversación al papel. En los garabatos quiero expresar lo que recuerdo, lo que he leído, lo que he estudiado del tema que en ese momento ocupa mi atención, y así ocurre que, no siendo infalible, los errores pueden ser muchos y algunas explicaciones o comentarios poco documentados (consulto muy poco escribiendo y me dejo llevar), por lo que pido disculpas. Sin embargo, mis lectores (que son pocos y buenos amigos), ganan en frescura y espontaneidad; el texto es más natural y en él están ausentes las artificialidades. Creo que salen ganando.
Lo que quería decir antes (como otras veces me he ido por las ramas), es que puedo comenzar hablando de una cuestión y terminar hablando de otra muy distinta. Me vienen a la mente temas diversos, y de manera natural, sigo mis pensamientos, y así lo expreso en la hoja en blanco.
¿No resulta más ameno? De todas formas, siempre trato de finalizar los temas. Básicamente soy un insaciable buscador de la razón de ser de las cosas; todo me parece interesante. Mi curiosidad es ilimitada y mi vehemencia y pasión me llevan, a veces, a olvidarme de comer o (más grave aún), de recoger a mi mujer, que en un pueblo cercano espera mi llegada como habíamos quedado. Son cosas corrientes de mi manera de ser, que cuando emprendo una tarea, una lectura, o un proyecto, lo quiero tener terminado antes de empezar.
Leo cualquier titular en un periódico: “Instalan un observatorio bajo el hielo para estudiar los confines del cosmos. Cuando esté en marcha, los científicos esperan que detecte 1.000 colisiones diarias de neutrinos, partículas minúsculas que nos traen información del universo.” No puedo, a partir de ahí, evitar el comprar el periódico o la revista para leer todo el reportaje completo, aunque sé que no dirán nada que ya no sepa sobre los neutrinos y la manera de cazarlos en las profundidades de la Tierra, en profundas minas abandonadas en las que colocan tanques de agua pesada que, conectados a potentes ordenadores, detectan la presencia de estas diminutas partículas (al parecer carentes de masa) que pertenecen a la familia de los leptones.
Cada segundo que pasa, billones de estas minúsculas partículas invisibles llamadas neutrinos, atraviesan nuestros cuerpos, en muchos casos, después de haber recorrido de un confín a otro todo el universo.
Los neutrinos, al contrario que los fotones (es decir, la luz) o los rayos cósmicos, viajan sin cesar de un lado a otro del universo sin que ningún campo magnético los desvíe de su camino, y sin ser destruidos tras colisionar con otras partículas, ya que apenas poseen carga eléctrica ni interaccionan con la materia. Por ello, estudiar de cerca un neutrino permitiría descubrir su procedencia y aportaría a los científicos una valiosa información sobre los rincones del universo de los que provienen.
El problema que se plantea es que agarrar un neutrino no es tarea nada fácil, y aunque se cree que el neutrino puede ser el mensajero cósmico ideal, primero habrá que retenerlo para poder hacer la comprobación. Esta partícula fue anunciada o prevista su existencia por Wolfgan Pauli, y su nombre, neutrino (pequeño neutro en italiano), se lo puso el físico Enrico Fermi.
Aunque parezca no venir a cuento, me viene a la mente que el fin de la Edad de Hielo, hace 300 millones de años fue precedido por bruscos cambios en el nivel de dióxido de carbono (CO2), alteraciones violentas del clima y efectos drásticos sobre la vegetación del planeta.
Pero, ¡¿qué estamos haciendo ahora?! La irresponsabilidad de algunos seres humanos es ilimitada.
Hace 300 millones de años, el hemisferio sur del planeta estaba casi totalmente cubierto por el hielo; los océanos del norte eran una sola masa gélida y los trópicos estaban dominados por espesas selvas, pero 40 millones de años después, el hielo había desaparecido; el mundo era un lugar ardiente y árido. La vegetación era escasa y los vientos secos soplaban sobre una superficie donde casi no había vegetación. Sólo un reptil podría sobrevivir en aquellas condiciones.
Ahora parece que estamos decididos a repetirlo. ¿Qué hará Gaia para defenderse? Creo que hará lo que estime necesario para preservar su integridad, y si para ello es preciso eliminar a los molestos bichitos que causaron el mal, no creo que dude en hacerlo, ya que los acogió, les ofreció todos los recursos necesarios para la supervivencia, y el pago no fue, precisamente, el más adecuado.
Lo peor de todo esto es que el comportamiento de unos pocos lo pagaremos todos. Es como cuando un niño molesta en el colegio y el maestro castiga a toda la clase.
emilio silvera
el 21 de octubre del 2010 a las 18:32
Amigo, sabés bien que no estás sólo. Y cuando decís que te “encerrás” en el mundo de la Ciencia,sabemos que no es cierto, que se trata de una “mentira piadosa”, que lo que hacés es compartir tus conocimientos y tus dudas, y que le añadís esa preocupación por el lenguaje sencillo, asegurando que el eventual lector entienda cabalmente lo que querés trasmitir. Es una actitud abierta y generosa que nada tiene que ver con un repliegue introspectivo, y que todos nosotros, del otro lado de la fibra óptica, del cyberespacio, conocemos, valoramos y agradecemos profundamente.
Un abrazo.
Este artículo es una
el 22 de octubre del 2010 a las 11:15
Un abrazo querido amigo.
el 21 de octubre del 2010 a las 21:14
Creo que lo que dices sobre la falsedad y traiciones humanas, nos pasa un poco a todos; al menos a mí también; bastante a menudo hay alguien que me defrauda, que defrauda la confianza prestada. Mucha gente actúa con la única intención de sacar provecho de algo, sin importar nada ni la ética ni la honradez ni los principios de lealtad que se suponen deben prevalecer (Al menos) entre amig@s y conocidos, y no hablemos de familiares, aunque en ese aspecto no me puedo quejar.
Todo el que tiene una relación cotidiana con la gente por su trabajo, aprende pronto que pese a las afirmaciones de seriedad y honradez que todos aparentan tener, a la mínima oportunidad se zanja la cuestión siempre en el mismo sentido, en el de que ellos no pierdan nada, independientemente de como acabe el asunto para los demás.
Entonces esa pérdida de confianza, que cada vez se afianza más, nos puede llevar a no confiar en nadie; y eso es el verdadero problema del asunto, ya que entonces nos podemos volver de la misma calaña que esos individuos; por ello, pese a que se me pueda tachar de inocente, procuro confiar en la gente; esa forma de proceder como digo me ha granjeado numerosas decepciones, pero no quiero cambiar, porque si cambio el perjudicado seré yo mismo.
Perdona la salida de tono; solo quería que supieras hasta que punto te podemos comprender
el 22 de octubre del 2010 a las 11:28
Amigo Kike, no es ninguna salida de tono, simplemente expresas la realidad (nefasta) de la vida que nos ha tocado vivir. Recuerdo que antes, hace unos pocos años, las cosas no eran asi, y, el respeto a los mayores, la seriedad en los comportamientos y la honradez, tenian mas presencia en la vida cotidiana. Ahora la cosa es totalmente distinta y los valores de antaño, han valodo (no en todos los casos por suerte).
Hace unos dias, con todo el dolor de mi corazon, tuve que interponer una demanda a un “amigo”, cliente de mi despacho por mas de 30 años, al que, Hacienda, le hizo una Liquidacion Paralela por un importe de aproximadamente 1.000.000 de euros.
Resultada que le embargaron todo, hasta las facturas de los clientes pendientes de cobrar por su empresa, y, las propiedades y cuentas bancarias, etc. Entro en la desesperacion mas absoluta.
Pues bien, estudiando el caso pude ver que era una total injusticia y que aquella accion de la Hacienda Publica no se ajustaba a Derecho. Asi que, sin mas lo recurri ante el Tribunal Economico Administrativo Central, ante el que expuse mis razonamientos tratando de anular la tropelia y relacionando todos y cada uno de los abusos cometidos y las normas vulneradas.
Despues de 2 años, El Tribunal Economico Administrativo Central emite Sentencia o Fallo, y, de manera clara y precisa, Estima la Reclamacion, anula la Liquidacion Paralela, el Apremio y las Sanciones, todo ello, por considerar la actuacion de la Agencia Tributaria NULA DE PLENO DERECHO.
Le devolvieron todo lo que le habian embargado mas los intereses,
Lo Bueno viene ahora: Le paso la factura de los honorarios de mi trabajo y, desaparece del mapa, no atiende a llamadas, no contesta cartas, no se persona a dar una explicacion y, antes de que pasen los tres años (caduca mi derecho a conbrar), me veo obligado a plantear una demanda.
¿Como podemos calificar a una persona que actua de esta manera?
Si ese es el mundo en el que vivimos…¡Apaga y vamonos! Pero, por suerte, tambien hay gente buena.
el 22 de octubre del 2010 a las 11:40
Emilio, hay crisis económica, pero la crisis de valores es muy superior, a esa no parece que interese adoptar medidas. Interesa aborregar al pueblo para dominarlo, incultura y telebasura son el pan de cada día y nos encontramos que se pierde el respeto y el comportamiento ético con demasiada facilidad. Se ha creado la idea o sensación que hagas lo que hagas o afecte a quien afecte todo carece de importancia y no hay cosas mal o bien hechas éticamente cuando la ética y la moral dejan de existir.
Un abrazo!
el 22 de octubre del 2010 a las 11:44
¡Cuanta razon llevas amigo! Y, ademas, hay que añadir a todo lo que dices que, a estas alturas, abundan las conciencias acomodaticias a los propios intereses. ¿Etica, Moral, Verguenza, Honradez? ¿Que es eso? Preguntarian muchos.
el 21 de octubre del 2010 a las 22:29
Muy de acuerdo con lo dicho por todos uds.
Hace tiempo le escuché decir a Peter Gabriel (por si no lo conocen, se trata de un excelente músico inglés y a mi me da que tiene algo o mucho de sabio), que prefería confiar en la gente y llevarse de vez en cuando alguna decepción a vivir desconfiando de todos. Lo que dijo Kike me remontó a esas palabras que le escuché una vez y que a mi en particular me quedaron marcadas como una lección de vida. Sobre todo porque pensaba que venían de alguien que por ser famoso y exitoso debería saber bien lo que es toparse con cantidad de gente que se le acerca falsa y ventajosamente.
Tengo una hermana científica que está muy abocada a un trabajo que está relacionado con todo esto. Su tesis es que el ser humano es naturalmente altruista y no egoísta como solemos pensar. El egoísmo en el ser humano se inculcaría entonces cultural y socialmente durante toda su vida y de las maneras que aparentan ser de lo mas inocentes, como ser en los mismos juegos que se le enseña a los niños.
En fin, en lo personal yo no estoy tan seguro de que sea así, porque pienso que parte del éxito de sobrevivencia de la especie radica en una cierta individualidad natural. Pero acto seguido me digo que tal vez creo eso justamente porque culturalmente se me lleva a ello. Es decir, ¿hasta dónde podemos estar seguros de estar actuando o pensando sin ser guiados por pautas preestablecidas culturalmente?
Uno puede preguntarse si estas actitudes bajas, que Emilio nos describe hoy, que están generalizadas en el común de la gente, son en realidad una consecuencia inevitable de nuestra naturaleza humana. Por otra parte, pienso que puede pasar que ponemos demasiado el foco de atención en lo negativo, y que si observamos con mejor corazón podemos llegar a ver que se repiten tambien a diario actos en los que la condición humana muestra su mejor faceta. Y a veces hasta pienso que tal vez lo que cada cual deba hacer para mejorarnos como especie, además claro de tratar de no caer uno mismo en aquellos vicios, sea simplemente el poner atención para poder reconocer aquellas acciones, por mínimas que nos parezcan, que tienen lugar en nuestro ámbito y que muestran ese espíritu altruista que subyace, aún cuando sea tras muchas capas de pura mierda, en cada uno de nuestro congéneres.
el 22 de octubre del 2010 a las 11:39
Tu razonamiento esta bien encaminado y lleva mucha parte de razón. Sin embargo, el quid de la cuestion esta en la vida que hoy tenemos. Si, ya sabemos que las bases se adquieren en el seno de la familia desde pequeño y, lo que alli nos enseñan…Perdura. Y, si esta acompañado por una buena educacion, la obra se puede completar satisfactoriamente.
Sin embargo, hay que constar con los dirigentes politicos que, en realidad, son los responsables de conformar las Sociedades en las que vivimos, los que marcan el rumbo de la Educacion de los jovenes y los que permiten o no, ciertas cuestiones.
El mundo es complicado, en la vida actual (muchos) se vive mas hacia la calle (el que diran los demas) que de puertas hacia dentro. Se gasta mas de lo que se puede, se adquieren compromisos que no se pueden cumplir, queremos ser o tener lo mismo que el vecino de al lado y, todo ello, obliga a un desenfrenado mundo irreal que nos aboca a comportamientos que, de otra manera, no tendriamos nunca.
Aquel viejecito con el que tanto hablaba de joven, siempre me decia: “Emilio, la felicidad consiste simplemente en gastar menos de lo que ganas” ¡Que razon tenia!
En fin, a pesar de todo, como ese musico al que te refieres, yo tambien confio en la Humanidad, simplemente ocurre que es fragil y, desde luego, tiene muchas debilidades que tiene que aprender a vencer.
No pocas veces le he aconsejado a mis hijos: “Tienes que aprender a decir que NO! Tener un caracter firme y no dejarte guiar por cualquier sitio, es una buena cualidad para evitar problemas y llevar una conducta acorde con las buenas costumbres y el respeto a los demas.