Nov
4
Estamos rodeados de misterios que sabemos resolver
por Emilio Silvera ~ Clasificado en Física ~ Comments (0)
Eddington siempre creyó y, confiaba, en que podría crear una teoría que entretejiera el mundo macroscópico de la Astronomía y la Cosmología con el mundo subatómico de protones y electrones. Sus números cósmicos eran inusuales en muchos aspectos. En primer lugar, por supuesto, nadie tenía ninguna idea de por qué tomaban los valores numéricos concretos que tenía. En segundo lugar, abarcaba una enorme variedad de tamaños.
La razón de masas protón-electrón y la constante de estructura fina no están demasiado lejos de número puros próximos a uno y presumiblemente podrían ponerse como pequeños productos de números tales como 2, 3 o π en las fórmulas matemáticas. Esto es lo que Eddington esperaba. Pero los otros dos números que seleccionó son completamente diferentes. Son enormes. La aparición de un número como 1040 en una fórmula en Física necesita una aplicación muy especial, o al menos una razón que sea muy diferente de aquellas que estamos acostumbrados a encontrar para las cosas en ciencia. Y lo peor de todo, el número muchísimo mayor Nedd = 1080, no sólo adolece de un problema de credibilidad aún más grande, sino que es prácticamente cuadrado del primer número grande.
¡No puede ser pura coincidencia!
Eddington creía que si había un número que definiera nuestro Universo, tenía, por fuerza que estar enlazados con estos.
Yo no tengo una teoría que pueda explicarlo, pero he pensado muy profundamente en conjeturas que puedan explicar los número más pequeños próximos a 137 y el resultado de hallar la razón entre la mpr/ me ≈ 1840. Estos números controlan casi todas las características generales de los átomos y las estructuras atómicas.
Siempre se ha especulado con esta o aquella teoría o con este o aquel parámetro, y, como no podía ser de otra manera, también en un tiempo se habló de la G variable, es decir, Gamow especuló con la posibilidad de que la Ley de la Gravedad Universal, no hubiera sido siempre la misma o de la misma intensidad.
Nov
4
Sólo nosotros, seremos reponsables del futuro.
por Emilio Silvera ~ Clasificado en General ~ Comments (0)
Es necesario que nos paremos a pensar antes de continuar especulando sobre el futuro de la Humanidad, sobre el propio peligro que supone la Humanidad para sí misma. Me explico: existen decenas y cientos de ejemplos que podríamos mencionar aquí para demostrar que los humanos somos seres muy peligrosos para nosotros mismos (lo que hacemos por el planeta; el trato que le damos es el mejor ejemplo). Fuimos capaces de fabricar la bomba atómica y aún peor; fuimos capaces de experimentar con ella sobre la población japonesa de Hiroshima, con el nefasto resultado que todos conocemos.
No dejamos de investigar (los países más poderosos) buscando el arma que nos sitúe a la cabeza del poder militar, y poder dominar de este modo a las demás naciones. Barbaridades como las del Proyecto Starfish en 1.962, que trataba de experimentar en la ionosfera para alterar la forma de los cinturones de van Allen. Con el SPS (Solar Power Satellite Project, 1.968), se pretendía generar una constelación de geoestacionarios capaz de interceptar la radiación solar y transmitirla en rayos concentrados a una estación de la Tierra para su uso posterior. Este proyecto se rehizo para adaptarlo a fines militares mediante satélites que podrían usar y concentrar la radiación solar para ser utilizada mediante potentísimos rayos de energía que, lanzados desde el espacio exterior, destruyeran instalaciones claves del enemigo; o bien, alterar sus comunicaciones utilizando la ionosfera como pantalla reflectora.
Y muchos otros experimentos donde la alteración local de las capas de la atmósfera mediante una sofisticada combinación de satélites guiados desde estaciones remotas terrestres, podrían dejar sin lluvias a grandes comarcas del planeta, o por el contrario, inundarlas arrasándolo todo.
Nov
4
LA ENERGÍA DEL CEREBRO
por Emilio Silvera ~ Clasificado en General ~ Comments (0)
La Naturaleza de la mente es el misterio más profundo de la humanidad., se trata, además de un enigma de proporciones gigantescas, que se remonta a milenios atrás, y que se extiende desde el centro del cerebro hasta los confines del Universo. Es un secreto que provocó vértigo y depresión en alguna de las mentes más preclaras de algunos de los filósofos y pensadores más grandes que en el mundo han sido. Sin embargo, este amplio vacío de ignorancia está, ahora, atravesado, por varios rayos de conocimiento que nos ayudará a comprender cómo se regula la energía mental.
Aunque puede que no sepamos que es la mente, sabemos algunas cosas sobre el cerebro. Está formado por una red, una increíble maraña de “cables” eléctricos que serpentean a través de una gran cantidad de “sustancias” neuroquímicas. Existen quizás cien mil millones de neuronas en el cerebro humano, tantas como estrellas hay en la Vía Láctea, y, cada una de ellas recibe datos eléctricos de alrededor de mil neuronas, además de estar en contacto y en comunicación con unas cien mil neuronas más.
El suministro de datos que llega en forma de multitud de mensajes procede de los sentidos, que detectan el entorno interno y externo, y luego envía el resultado a los músculos para dirigir lo que hacemos y decimos. Así pues, el cerebro es como un enorme ordenador que realiza una serie de tareas basadas en la información que le llega de los sentidos. Pero, a diferencia de un ordenador, la cantidad de material que entra y sale parece poca cosa en comparación con la actividad interna. Seguimos pensando, sintiendo y procesando información incluso cuando cerramos los ojos y descansamos.
Nov
4
De la Libreta Rumores del saber
por Emilio Silvera ~ Clasificado en Rumores del Saber ~ Comments (1)
Los orígenes del saber de la Humanidad están dispersos a lo largo y a lo ancho del mundo y también del tiempo.
Civilizaciones pérdidas que poblaron nuestro planeta hace miles de años, dejaron algunas muestras de su grandeza que, muchos siglos después han sido desenterradas y estudiadas.
Hace ya muchos siglos que existieron ciudades modernas donde floreció la cultura, las artes, las letras, la medicina, las matemáticas y la astronomía.
Hombres del pasado, pensadores de ingenio y visión futurista, pusieron los cimientos de lo que hoy llamamos el saber, el conocimiento de las cuestiones del mundo, de la Naturaleza y del Universo mismo.
Todo ello fue posible gracias a hechos dispersos y a la diversidad de pensamiento de los seres humanos, siempre curiosos y deseosos de saber, y, aquí, en el interior de esta libreta, están recogidos algunos rumores del saber del mundo.
La reverenda madre debe combinar las artes de seducción de una cortesana con la intocable majestad de una diosa virgen, manteniendo estos atributos en tensión tanto tiempo como subsistan los poderes de su juventud. Pues una vez se hayan ido belleza y juventud, descubrirá que el lugar intermedio ocupo antes por la tensión se ha convertido en una fuente de astucia y de recursos infinitos.
DE”Muad’Dib, comentarios familiares”
POR LA PRINCESA IRULAM
Está claro, al menos para mí, que sabiendo lo que sé sobre el Universo, sobre su final, que aunque a lo grande, es el mismo final que lo será para todo y para todos, al tomar las decisiones cotidianas que forman mi vida, de alguna forma, las tomo de manera diferente. Está claro para mí que, el Universo, además de materia, es espíritu, y algo flota en el cosmos que, aunque invisible, influye en todos nosotros (en algunos más que en otros).
Nov
4
¡Siempre buscando las señales de la Creación!
por Emilio Silvera ~ Clasificado en Astronomía y Astrofísica ~ Comments (0)
¡Qué lastima que no se construyera el súper colisionador superconductor! (SSC), que encontrara los vestigios subatómicos que mostrara una señal característica de la supercuerda, tal como la súpersimetría. Aunque ni con este monstruoso SSC se hubiera podido sondear la distante energía de Planck, si podría habernos ofrecido una evidencia muy fuerte (aunque indirecta) de la corrección de la teoría de supercuerdas.
Este súper colisionador que se hubiese completado en las afueras de Dallas, Texas, hubiera contado con un tubo gigantesco de 85 km. De circunferencia rodeado de enormes bobinas magnéticas. Lanzaría protones a velocidades muy cercanas a la de la luz que, viajarían en el sentido de las aguas del reloj y el sentido contrario, para en un momento dado, hacerlos colisionar a una energía de 40 billones de electronvoltios (TeV), generando una intensa ráfaga de residuos subatómicos analizados por detectores que, en contrarían partículas exóticas que hubieran arrojado luz sobre la forma esencial de la materia. Los campos magnéticos para guiar los protones y los antiprotones dentro del tubo son tan excepcionalmente grandes (del orden de 100.000 veces el campo magnético de la Tierra) que, hubieran sido necesarios procedimientos extraordinarios para generarlos y mantenerlos.
Además del enfriamiento de las bobinas hasta casi el cero absoluto (-273°) y otros problemas que hubieran obligado a enormes avances tecnológicos. Sin embargo, la política, se cargó el proyecto y nos quedamos sin la esperada partícula de Higgs que es la que genera la ruptura de simetría y es por tanto el origen de la masa de los quarks, así que, habríamos podido descubrir el origen de la masa. Pero ha llegado el LHC a suplir aquella falta.