Dic
5
¡Aquellos pueblos antiguos!
por Emilio Silvera ~ Clasificado en Astronomía y Astrofísica ~ Comments (0)
MESOPOTAMIA
La Astronomía de Mesopotamia constituye uno de los tratamientos sistemáticos y científicos del mundo físico. Los antiguos astrónomos, con sus intentos de predecir el futuro mediante la observación de los cielos, habían desarrollado para el siglo IV a. C. un sistema complejo de progresiones aritméticas y métodos de aproximación. Dado que no podían ver lo que le esperaba a un ser humano en su vida futura, se aficionaron a predecir los sucesos que se producirían en los cielos. La gran cantidad de observaciones que recopilaron y sus métodos matemáticos fueron unas contribuciones cruciales para el posterior florecimiento de la astronomía entre los hindúes y los musulmanes, así como entre los griegos.
Durante más de dos mil años los esfuerzos de los astrónomos de Mesopotamia quedaron olvidados bajo las ruinas de palacios y zigurats en lo que hoy en día es principalmente Irak. Todo lo que se sabía del tema procedía de unos pocos pasajes de la Biblia y de las informaciones dadas por algunos escritores griegos y romanos. Pero esas informaciones eran extremadamente seductoras. Plinio el Viejo, un erudito, escribió que los babilonios dieron cuenta de sus observaciones de las estrellas en las inscripciones que estaban realizando sobre tablillas de barro cocido con previsiones para 720 000 años, un número que duplicó varios siglos más tarde un filósofo griego, Simplicius, llegando a la asombrosa cifra de 1.440.000 años.
A mediados del siglo XIX, los arqueólogos comenzaron a desenterrar en Mesopotamia miles de estas tablillas con inscripciones en escritura cuneiforme. En el emplazamiento de la antigua ciudad de Sippar, situada al suroeste en las cercanías de Bagdad, los arqueólogos encontraron allí una biblioteca de los últimos tiempos del Imperio Babilónico en la que se escondían una enorme cantidad de anotaciones astronómicas y ejercicios matemáticos. Las guerras incesantes de aquellos lugares han dejado en el anonimato lo que podría ser una bella historia del pasado del que sólo tenemos vestigios.
De los textos traducidos, aunque sólo sean una parte de los descubiertos, revela la presencia en Mesopotamia de una astronomía que se remonta al menos hasta el siglo XVIII a.C. Los sumerios que inventaron el sistema de escritura cuneiforme poco antes del año 3000 a.C., fueron los primeros en catalogar las estrellas más brillantes, esbozaron un conjunto rudimentario de constelaciones del zodíaco, reseñaron los movimientos de los cinco planetas visibles (Mercurio, Venus, Marte, Júpiter y Saturno) e hicieron el mapa de los movimientos del Sol y de la Luna con respecto a las constelaciones. Dieron a estas unos nombres que, en algunos casos, aún nos resultan familiares (Escorpio, Tauro, Leo). El zodíaco siguió utilizándose con esos nombres mientras que se producían los ascensos y las caídas de los diversos Imperios que existieron en Mesopotamia, y hasta los últimos días de la astronomía babilónica al principio de la era cristiana.
Es posible que los sumerios fueran el primer pueblo del mundo que desarrolló un calendario basado enteramente en la recurrencia de las fases completas, o sinódicas, de la Luna y también el primero que utilizó los períodos sinódicos de la Luna como la base del año de doce meses, es decir, 360 días.
Mucho sería lo que podríamos hablar de Babilonia en muchos terrenos pero, en astronomía, el objetivo era poder calcular, a partir de unos pocos elementos empíricos, las posiciones de los cuerpos celestes en un momento dado. Siglos de recogida de datos proporcionaron a los astrónomos unos valores medios muy precisos en cuanto a los tiempos de los movimientos de la Luna, los eclipses y los fenómenos planetarios. Una vez obtenidos estos promedios, podían hacer predicciones a corto plazo, utilizando métodos de cálculo que actualmente denominaríamos extrapolación lineal. Según Anthony Aveni, este método de predicción se basaba en una sencilla secuencia:
LUGAR + INTERVALO ESPACIAL = ESPACIO FUTURO
TIEMPO + INTERVALO TEMPORAL = TIEMPO FUTURO.
Está claro que, dada la complejidad del DEBATE propuesto, aquí como introducción, debía dejar una muestra de esos conocimientos que a través del tiempo nos llegaron, y, desde luego, no sólo fueron los babilónicos los que nos dejaron conocimientos sobre astronomía y otros saberes científicos, sino que, otros pueblos y otras Civilizaciones perdidas nos dejaron la huella de su saber y, de eso precisamente trata el DEBATE.
¿Qué sabemos de esos pueblos perdidos en las profundidades del Tiempo?
emilio silvera