Dic
17
Relación energética del Sol y la Tierra
por Emilio Silvera ~ Clasificado en Naturaleza ~ Comments (20)
Mientras en el núcleo del Sol quede suficiente hidrógeno para mantener las reacciones termonucleares, la estrella que nos alumbra inundará la Tierra con radiación solar, que suministra la energía necesaria para mantener la mayoría de los procesos físicos y químicos que se producen en nuestro planeta.
Esta radiación calienta la atmósfera y el océano, genera vientos y lluvias y sostiene el inexorable proceso de la denudación. De todas las conversiones generadas de las energías globales que se producen en la Tierra, las geotectónicas (la lenta modificación del fondo oceánico y de los continentes, acompañada de terremotos y las espectaculares liberaciones energéticas de los volcanes), son las únicas que no proceden de la radiación solar, sino de la gravedad y de la liberación gradual del calor terrestre.
La luz solar también suministra la energía necesaria para la fotosíntesis, la más importante transformación bioquímica, creando nueva biomasa en bacterias, fitoplancton, plantas superiores y, sobre todo, en bosques y praderas. Esta síntesis es el fundamento de la cadena alimenticia necesaria para el metabolismo heterótrofo de animales y personas, a los cuales la nutrición les permite desarrollar actividades que van desde una simple carrera a trabajos más elaborados, como la ocupación laboral y el ocio.
Así de importante es la luz. Las sociedades humanas, desde los pequeños grupos de cazadores o pastores hasta las sociedades más complejas que dependen de los enormes flujos de combustibles fósiles y electricidad, han estado ineludiblemente ligadas al continuo flujo de energía solar y a los almacenamientos energéticos procedentes de la misma.
El proceso de formación de carbón a partir de restos vegetales acumulados en zonas acuáticas y sumergidos, de tal manera que estaban aislados de la atmósfera, sufrieron una transformación por efecto de las bacterias anaeróbicas, que aumentan la concentración de carbono de los azúcares y desprenden gases, como metano y anhídrido carbónico. Así se forma una masa gelatinosa de turba. Posteriormente, ésta se hunde y sobre ella se van depositando nuevas capas. Las más inferiores pueden sufrir transformaciones metamórficas debido a la elevada presión y temperatura que soportan, convirtiéndose en grafito. Las condiciones biológicas, climáticas y estructurales más favorables para que tenga lugar esta serie de transformaciones se dieron durante el periodo carbonífero, que en Eurasia y Norteamérica se encontraban situadas en posición tropical y cubiertas de grandes bosques próximos al mar, que se inundaron debido a los movimientos verticales causados por la orogenia hercínica. Los yacimientos de carbón de mayor antigüedad proceden del devónico y los más modernos del cuaternario inferior.
El proceso de formación del petróleo se origina a partir de acumulaciones de plancton marino que sufre transformaciones, semejantes a la carbonización, por bacterias anaeróbicas, y que dan lugar a una materia denominada sapropel y posteriormente a la mezcla de hidrocarburos típica del petróleo. Esta transformación de hidrocarburos suele tener lugar al mismo tiempo que el proceso de sedimentación de arenas y arcillas que se transformarán en areniscas y margas, y quedarán impregnadas por el petróleo, dando lugar a las rocas madre de éste. Cuando éstas sufren presiones orogénicas o simplemente quedan sometidas a una mayor presión al hundirse los sedimentos, el petróleo migra hasta encontrarse con rocas impermeables que impiden su avance y se acumula en el subsuelo, generando los verdaderos yacimientos petrolíferos.
Los hidrocarburos gaseosos están acumulados en la parte superior de estos yacimientos de petróleo (aceites de roca: del latín petram, “piedra” y oleum, “aceite”), que es un aceite mineral hidrocarbonato, oleaginoso, inflamable, de olor acre, densidad inferior a la del agua y cuyo color varía desde el negro al incoloro. Consta principalmente de hidrocarburos líquidos, en los que se encuentran disueltos hidrocarburos sólidos (asfaltos y betunes) y gaseosos (metano, butano y acetileno); también contiene pequeñas porciones de nitrógeno, azufre, oxígeno, colesterina, porfirinas, vanadio, níquel, cobalto y molibdeno. De todo esto, mediante procesos industriales de refinado, se obtienen los productos de todos conocidos como la gasolina, nafta, queroseno, gasóleo, etc.
Su combustión es una de las fuentes más importantes de contaminación por los elevados porcentajes de azufre y otras materias que contiene. Sin embargo, por obtener esta fuente de contaminación y “riqueza” se crean conflictos que desembocan en las guerras que azotan nuestro mundo.
Ahora, después de esta breve explicación, sabemos un poco más sobre esta materia prima que ha servido, y continuará aún algún tiempo sirviendo de base a muchas generaciones pasadas y alguna menos futura: civilizaciones del combustible sólido, con su profesión de servicios energéticos, transporte generalizado y exceso de información (no siempre deseable, ya que si elimináramos el 80% de las programaciones televisivas, el mundo sería algo más culto y estaría menos embrutecido).
Un observador extraterrestre no podría encontrar nada extraordinario que le permitiera distinguir el Sol entre las millones de estrellas similares que existen en la nuestra y otras galaxias, y que a su vez representan una fracción de cientos de miles de millones de cuerpos radiantes que las forman. Como se ha dicho otras veces, nuestro Sol pertenece a una clase común de estrella localizada aproximadamente en el centro de la secuencia principal* del esquema de clasificación conocido como de Herzsprung-Russell, denominada enana G2, que posee un característico color amarillo y una magnitud estelar poco importante (+4’83). Así que, después de 4.500 millones de años, el Sol está a la mitad de su vida y va camino de transformarse de enana en gigante roja. Cuando esto ocurra, su luminosidad será mil veces mayor que la actual, y su diámetro, enormemente expandido, alcanzará (probablemente) la Tierra. Durante algún tiempo el planeta girará dentro de una órbita en el interior de la ligera cubierta de la estrella, pero final e inevitablemente caerá describiendo una espiral hasta ser engullida por el núcleo de la gigante roja.
Mucho antes de que el Sol se transforme en una gigante roja la vida en la Tierra desaparecerá. Según se contraiga el núcleo solar, las reacciones termonucleares calentarán su capa externa; el diámetro de la estrella se expandirá unas diez mil veces y la radiación de la subgigante roja evaporará los océanos y mares de la Tierra generando fortísimos vientos calientes en la convulsa atmósfera del planeta.
Sin embargo, mientras haya hidrógeno en el núcleo de la estrella, los inexorables cambios de su luminosidad serán graduales y el Sol continuará suministrando la energía necesaria, tanto para la vida en la Tierra como para la mayoría de las transformaciones físicas que ocurren en ella.
Las primeras explicaciones científicas de la radiación solar, cálculo basado en la gravitación de Hermann Helmholtz, conducen a una estimación de la vida de la estrella de unos treinta millones de años. La famosa ecuación de Einstein relacionando la materia y la energía abrió el camino hacia un modelo más preciso que, por sí sólo, tampoco nos ofrece una solución completamente satisfactoria. Por otra parte, no parece probable que la transformación total de materia solar, convirtiendo los núcleos atómicos y los electrones en radiación (según teorizaba Sir Arthur Eddington), pueda producirse ni siquiera a temperaturas superiores a los diez mil millones de grados Kelvin (K). La idea hoy aceptada de que la producción de la energía en el núcleo del Sol obedece a reacciones nucleares fue propuesta a finales de los años treinta por Hans Bethe, Charles Critchfield y Carl Friedrich von Weizsäcker.
La fusión de hidrógeno en helio, en el ciclo protón-protón, se inicia cuando la temperatura alcanza los trece millones de grados Kelvin. Justo por encima de los 16 millones Kelvin empieza a dominar el ciclo carbono-nitrógeno que genera C12. No podemos estar seguros, pero de acuerdo con los mejores modelos, el ciclo C-N genera solamente un 1’5% de la energía total del Sol.
Las reacciones en el núcleo solar consumen entre 4’3 y 4’6 millones de toneladas de materia cada segundo, de manera que de 4.654.000 t de hidrógeno, 4.650.000 se transforman en helio, y las 4.000 toneladas que faltan son lanzadas al espacio en forma de radiación termonuclear (luz y calor) de la que una pequeña parte nos llega a la Tierra para hacer posible la vida.
De acuerdo a la relación masa-energía de Einstein, liberan 3’89×1026 J de energía nuclear. Este inmenso flujo de energía es rápidamente transformado en energía térmica, que es transportado, isotrópicamente, hacia el exterior, primero por irradiación aleatoria y luego más rápidamente por convección direccional.
Suponiendo (como antes apuntaba) que la radiación es isótropa, la potencia de la luz visible que atraviesa cada metro cuadrado de la capa emisora de la fotosfera es aproximadamente de 64 MW. Como en el espacio no hay prácticamente atenuación de la radiación solar, cuando ésta alcanza la órbita de la Tierra tiene una densidad de potencia igual al cociente entre la luminosidad total del Sol (3’89×1026 W) y el área de una esfera de radio orbital (que, como promedio, es de unos 150 millones de kilómetros).
Este flujo, tradicionalmente conocido como la constante solar, es la tasa máxima de energía que llega a la parte superior de la atmósfera terrestre. A principios de los años setenta, la NASA utilizó para el diseño de las naves espaciales un valor de la constante solar igual a 1.353 W/m2. El flujo ha sido medido directamente en el espacio desde 1979, cuando el satélite Nimbus 7 obtuvo un valor de 1.371 W/m2. En el más reciente satélite de la Solar Maximum Mission lanzado en 1980 se obtuvo una media ponderada de 1.368’3 W/m2.
Las observaciones continuadas desde el espacio han revelado la existencia de una compleja regularidad de pequeñas fluctuaciones de corta duración que, debido a la interferencia de la atmósfera, no habían podido ser observadas anteriormente. Estas fluctuaciones de poca duración (del orden de días a semanas) y de hasta un 0’2 por ciento son debidas al paso de manchas oscuras y fáculas brillantes que arrastra el Sol en su rotación; el ciclo medido es de 11 años, en el que la radiación solar disminuye en un 0’1 por ciento entre el valor máxima y el mínimo.
La longitud de onda de la energía electromagnética emitida por el Sol y que llega a la Tierra varía en más de diez órdenes de magnitud. Va desde la longitud de onda más corta, que corresponde a los rayos gamma y rayos X de menos de 10-10 m, hasta la longitud de ondas de radio que superan el metro.
El aspecto del espectro de la radiación solar es similar al de un cuerpo negro a 6.000º K. Ambos espectros son especialmente parecidos en el rango de la longitud de onda mayor que la del amarillo, pero para longitudes de onda menores, el espectro solar cae notablemente por debajo de la línea de los 6.000º K. De acuerdo con la ley de desplazamiento de Wien, la emisión máxima a esta temperatura es de 483 nm, cerca del final de la zona azul del espectro visible y próximo al verde.
El flujo de energía se reparte desigualmente entre las tres grandes categorías espectrales: radiación ultravioleta (UV), cuya longitud de onda va desde las más cortas hasta los 400 nm y contribuye con menos del 9 por ciento de la radiación total; la luz visible, que va desde los 400 nm del violeta más lejano hasta los 700 nm del rojo más oscuro y representa un 39 por ciento; y la radiación infrarroja (IR), que representa cerca del 52 por ciento.
La radiación que llega a la superficie de la Tierra es muy diferente de la radiación extraterrestre, tanto cualitativa como cuantitativamente. Las razones físicas de esta diferencia son varias: que la órbita de la Tierra es elíptica, la propia forma del planeta, la inclinación del eje de rotación, la composición de la atmósfera y la reflectividad (albedo) de las nubes y superficies terrestres. Consecuentemente, la radiación solar que llega a la superficie de la Tierra presenta una compleja pauta espacial y temporal. La media anual global es ligeramente inferior a 170 W/m2 en los océanos y de unos 180 W/m2 en los continentes. La diferencia más importante del valor esperado, según la latitud de la zona, se encuentra en la disminución que se presenta en los trópicos y durante los monzones subtropicales, debido a la alta nubosidad. Grandes regiones de Brasil, Nigeria y el sur de China reciben menos insolación que Nueva Inglaterra o las regiones de Europa occidental. Es aún más sorprendente que no haya diferencia entre el flujo máximo que se recibe al mediodía durante el verano en Yakarta, situada en el ecuador, y el que se recibe en ciudades subárticas como Edmonton en Canadá o Yakutsk en Liberia. Quizás el mejor ejemplo sea el de Oahu, donde la casi siempre nublada cordillera Koolau, que intercepta las nubes y las lluvias arrastran los alisios, tiene una media anual de radiación de 150 W/m2, mientras que en Pearl Harbor, a 15 Km de distancia en la dirección del viento, la media es de 250 W/m2.
La radiación solar media de 170 W/m2 representa anualmente una energía de 2’7×1024 J, que equivale a 87 PW. Esta cantidad es casi 8.000 veces mayor que el consumo mundial de combustibles sólidos y electricidad durante los primeros años noventa. Sólo una pequeña fracción de este inmenso flujo es absorbida por los pigmentos de las plantas para realizar la fotosíntesis, y una parte algo mayor, pero también pequeña, se utiliza para calentar las plantas, los cuerpos de los animales y las personas, así como sus refugios.
La radiación también sustenta la vida porque al calentar los océanos, las rocas y los suelos, impulsa funciones fundamentales en la biosfera, tales como el ciclo del agua, la formación de los vientos, el mantenimiento de la temperatura adecuada para que funcionen los procesos metabólicos y la descomposición orgánica. Además, es la causante de la erosión que transporta los nutrientes minerales para la producción primaria de materia orgánica.
Sección transversal del Sol
A la larga, para mantener el equilibrio térmico del planeta, la radiación solar absorbida debe emitirse al espacio, pero la longitud de onda está drásticamente desplazada hacia el infrarrojo. A diferencia de la radiación de longitud de onda corta emitida por el Sol, que está determinada por la temperatura de la fotosfera (5.800º K), la radiación terrestre corresponde muy aproximadamente a las emisiones electromagnéticas de un cuerpo negro a 300º K (27ª C). El máximo de emisión de esa esfera caliente está en la zona del IR a 966 μm. Como el 99% de la radiación solar llega en longitudes de onda menores de 4 μm y el espectro terrestre apenas alcanza los 3 μm, el solapamiento de frecuencias entre estos dos grandes flujos de energías es mínimo.
Reacción protón-protón para formar helio 4 liberando energía
emilio silvera
* Que está a la mitad de su vida, 4.500 millones de años
el 17 de diciembre del 2010 a las 22:19
Si el Sol está a mitad de su vida, es de suponer que la vida en la Tierra también lo estaría… A esta altura, la humanidad debió aprender algo ya, ¿no?.
Saludos Cordiales!
el 18 de diciembre del 2010 a las 10:32
Amigo Fabian:
Que el Sol esté a mitad de su vida no supone que la Tierra también lo esté. Nuestro planeta está sometido a incidentes y riesgos de los que el Sol, por su conformación y estructura no sólida, se escaparía en cualquier caso. Un gran meterorito caído sobre la Tierra le haría un gran daño al planeta y podría extinguir la vida. Sin embargo en el Sol, nada pasaría.
Por otra parte, cuando el Sol se acerque a su etapa final, y acabado el hidrógeno comience a fusionar helio, habrá comenzado su etapa de roja gigante y su volumen crecerá de manera que, engullirá a Mercurio, a Venus y, probablemente a la Tierra.
Pero, mucho antes de que todo eso suceda, el incremento de temperatura del Sol hará que los mares y océanos de la Tierra se evaporen y, por supuesto, la vida, tal como la conocemos, dejará de existir en la Tierra.
Así que, la vida que le queda al Sol es más larga que la que le queda a la Tierra que será calcinada mucho antes.
Claro que, nada de esto es significativo ni determinante para nuestra especie que, estará expuesta a cambios de ciclos en nuestro planeta y hará difícil que nos podamos mantener y adaptar. La vida llegará a ser muy dura y, si miramos hacia Marte (por ejemplo) podremos tener una idea de lo que podría pasar.
La mejor salida para nosotros es continuar con el camino que llevamos, sin desmayar, e, incansables, buscar nuevos conocimientos que nos permitan, algún día lejano aún en nuestro futuro, instalarnos en otro planeta que, como la Tierra, reuna las condiciones para albergar la vida y tenga un Sol que le suministre la energía necesaria para ello.
¿Nuestro destino? ¿Quién podría decirlo en este momento? Estamos a merced de la Naturaleza y sus cambios, el poder continuar aquí estará marcado por nuestra capacidad de adaptación al medio ambiente cambiante y dinámico que, desde hace millones de años, siempre ha tenido vaivenes y ciclos naturales que, no en pocos de ellos, desaparecieron especies enteras para dar paso a otras nuevas.
La historia de la Tierra es fascinante, y, siempre, desde su nacimiento, ha estado en simbiosis con el Sol, la estrella compañera que le suministro la energía de la vida. Cuando llegue la edad de decadencia de nuestro Sol, la vida en la Tierra habrá iniciado su comienzo del fín.
Saludos.
el 18 de diciembre del 2010 a las 20:08
El conseguir llegar a otro planeta, adaptarlo a nuestras necesidades y colonizarlo es sin duda una gran empresa, fuera por ahora de nuestras posibilidades. Pero debemos confiar en la humanidad, ya que ha demostrado ser capaz de realizar grandes cometidos (buenos y malos también), baste recordar que el planeta donde vivimos será si no el único si uno de los pocos en los que los seres que lo habitan hayan conseguido modificar la mayoría de su superficie en su beneficio, cambiando su fisonomía natural, de un lógico estado salvaje, a otra completamente diferente, adaptada a las múltiples exigencias; y no solo alimenticias o de albergue, ya que hasta se han modificado grandes extensiones únicamente por estética.
Así que particularmente no dudo que el hombre, si no comete alguna barbaridad (de la que es igualmente capaz), logrará llegar a otros planetas y establecerse mucho antes de que nuestro hogar se vea recalentado impidiendo la vida en su entorno.
Precisamente, como todo eso llevará un largo tiempo, de millones de años, quizás sea posible que el nuevo planeta hacia el que nos dirijamos haya ido adquiriendo las condiciones idóneas para nuestra vida al mismo tiempo que la Tierra las pierde, ya que la estrecha franja que permite la vida en nuestro sistema solar se habrá ido modificando conforme el Sol vaya aumentando de tamaño, con lo que posiblemente no costará tanto el conseguir un hábitat hospitalario.
Saludos amigo Emilio.
el 18 de diciembre del 2010 a las 22:18
Hola, amigo Kike. Como siempre, tus ideas son de una lógica aplastante y, desdee luego, ese es el futuro que se vislumbra para la Humanidad de seguir el camino emprendido.
Un abrazo.
el 18 de diciembre del 2010 a las 23:52
Coincido con la opinión de Emilio, tus ideas Kike son de una lógica aplastante y, al menos a mi me interesa mucho todas estas cuestiones…
Abrazos!
el 18 de diciembre del 2010 a las 15:58
Estimado Emilio,
Como siempre deja en claro los conceptos y, no se puede estar seguro de si la vida en la Tierra está a la mitad como su Sol. Con el ejemplo del meteorito es cierto que podría acabar con la vida en la Tierra, aunque su poder destructivo en comparación al Sol no creo que se le asemeje en absoluto. Se sabe bien que el Sol tiene el poder tanto de brindar vida como de quitarla, un meteorito en cambio, no estoy seguro de que termine con toda la vida en la Tierra, ya hubo casos de los que se sabe las consecuencias. Sin embargo, suponiendo que un gran meteorito se nos venga encima y haga desaparecer toda especie de vida sobre la faz de la Tierra, el Sol si continua allí arriba otorgándole a nuestro planeta su enorme energía es posible que haga renacer nuevamente la vida.
Por supuesto estoy de acuerdo con usted en cuanto a que mucho antes de que el Sol se convierta en roja gigante, la vida en la Tierra ya habrá desaparecido y, también es cierto que la vida en la Tierra apareció muchísimo después de que el Sol sea la estrella que es en la actualidad, con sus particularidades. Obviamente nuestro planeta y, la vida en ella no comparten los mismos tiempos de existencia que el Sol(como bien ha dicho la vida que le queda al Sol es más larga que la que le queda a la Tierra).
Es cierto que el Sol al estar a la mitad de su vida no quiere decir que también la Tierra lo esté, pero creo que no está muy alejado de que sea así.
Claro que, la humanidad conseguirá otros caminos y lugares donde poder subsistir en algún futuro lejano y, con esto me respondo a mi mismo a la pregunta que hice en el comentario anterior, a esta altura sin duda alguna la humanidad ya aprendió algo…
Saludos!
el 18 de diciembre del 2010 a las 22:20
Fabián, lo cierto es que, la gente como nosotros se preocupa por lo que será el futuro de los nuestros. Sin embargo, la gran mayoría, ni piensa en ello.
Un saludo.
el 18 de diciembre del 2010 a las 23:19
Amigo Emilio,
Yo no lo llamaría preocuparse, sino, más bien “ocuparse”. Le puedo asegurar que este, como otros temas de semejante índole, no es producto de mis preocupaciones, yo me preocupo por cosas mucho más insignificantes que estas(hoy a la mañana al despertar y verme en el espejo, me “preocupe” por mi barba que estaba muy larga).
Un cordial saludo.
el 19 de diciembre del 2010 a las 10:20
Bueno, ha conseguido mi primera sonrisa del día.
Saludos amigo.
el 19 de diciembre del 2010 a las 7:44
Comparto el pensamiento de Fabián, como que no tiene mucho sentido ocuparse de algo que tendrá sus repercusiones dentro de muchos años, disculpen mi ignorancia, o, tal vez egoísmo, pero yo por preocupación entiendo que el “pre”-ocuparse, es como ocuparse de algo antes del suceso o, problema a resolver y, para vivir preocupado todos los días por algo que no presenciaremos directamente no es vida me parece.
En el caso de la barba larga, como el caso que ha contado Fabián, tiene más sentido preocuparse por ello, ya que la problemática del mismo tiene solución inmediata y, basta con afeitarse y se soluciona el gran problema, se acaba la preocupación(preocuparse por algo que no puede dejar de ser una preocupación en el transcurrir de toda una vida es algo inútil desde mi pobre perspectiva). En cambio “ocuparse” por un tema como la posible destrucción del planeta por ejemplo, o la vida en el mismo, suena como algo más apropiado, productivo, razonable y, beneficioso tanto para nosotros mismos como para los demás(aunque nadie nos lo haga notar, ni nos felicite por tal hecho, podría asegurar que al menos dormiríamos un poco mejor cuando termine nuestro día y, porque no? Ser un poco más feliz por haber hecho algo realmente productivo, o, acaso no es lo todos buscamos personalmente: la “felicidad”) la desaparición de la vida en nuestro planeta o, directamente el mismo planeta, seguramente no nos involucre directamente a nosotros como generación, sin embargo lo correcto sería ocuparse de estos temas en verdad importantes(que cosa podría ser más importante que dedicarse a mejorar la evolución de nuestra especie, imaginen que un futuro muy lejano se realice un universal campeonato de fútbol, no alentaríamos acaso al equipo representativo del Planeta Tierra, si eso ocurriera en la actualidad, en mi opinión, seguramente Messi sería el mejor jugador del Universo, aunque no conozca la calidad y capacidad de los jugadores extraterrestres, o si juegan al fútbol, si no lo hacen, en todo caso, tienen mucho que aprender de nosotros). No os parece a vosotros?.
Porque en definitiva no ocuparse de temas vitales como este, significaría que no nos conocemos personalmente en cuerpo y alma y, que al fin de cuentas no sabemos cuál es nuestra propia naturaleza como seres humanos dotados de una increíble y potencial inteligencia, ni estariamos entendiendo porque estamos aquí(desperdiciando nuestra más que evidente inteligencia en cuestiones innecesarias, aunque depende obviamente de la persona y sus intereses, entre muchas otras cosas, que son lo las ridiculeces que conforman la personalidad de cada ser).
Por supuesto siempre hay excepciones, que pueden tomarse como ejemplos a seguir, o quizás, deberíamos tener presentes(como la propia palabra lo dice “presente” significa que lo tengamos, nada más y nada menos, en cuenta en nuestro “presente” diario, no en el pasado ni en el futuro, en nuestro PRESENTE), grandes personajes que, por haber sido pocos en la historia de la humanidad, no significa que no haya sido significativo los aportes que lograron, sin temor a equivocarme, cambios favorables que han logrado en nuestros razonamientos actuales (aunque erróneamente la mayoría ve a estos ejemplos como “locos”, “anormales”, “nerds”, “ñoños”, o, “tragas”(definiciónes que no comparto para nada pero, es notable que la mayoría piensa así) por no pertenecer justamente a la mayoría.
Les debemos estar agradecidos por la dedicación y, “ocupación” que decidieron invertir al tiempo de sus vidas, creo yo, que eso se debe a que simplemente se habrán dado cuenta de porque estamos aquí(seguramente inconscientemente, o por intuición, como se le quiera llamar), pero, ¿la intuición acaso no está más conectado con la verdad que nos dice, o, intenta avisarnos de alguna manera la propia Naturaleza?. Puede ser que debamos prestarle más atención a nuestra intuición, como lo hacen otras especies de vida que viven en nuestro planeta(el cual compartimos por igual que, erróneamente creemos que dominamos) y, otorgandole además a esa valiosa intuición que todos tenemos y, no sabemos aprovechar, como bien lo hacen esas otras especies de vida, el razonamiento que toda persona sin excepción posee, por más que la adversidad nos haga creer lo contrario.
Por ejemplo, de la mano de los humanos(o sea nosotros, porque me involucro y me hago cargo por mis actos, ya que yo soy tanto o más imperfecto que cualquier otra persona), con informaciones, noticias ,o, alguna importancia que nos pueda llegar a contar cualquier individuo, la cual ha sido tergiversado, manipulado, modificándose al pasar por tantas mentes y entendimientos de diversas índoles personales que, al ser explicado desde la propia perspectiva de la persona que lo cuenta, va perdiendo su esencia verdadera como dato, importante o no, al entrar en un espiral de ignorancia que se va creando, en el que entramos sin darnos cuenta(planeado o no, importa poco realmente), a mi humilde entender, la realidad de la Naturaleza no debe desestimarse, prestarle la debida atención si, sería lo ideal, mucho menos opinar sin tener un mínimo conocimiento de lo que se habla, para no entorpecer el conocimiento de los que nos encontramos en nuestros insignificantes lugares como personas que conformamos la muchedumbre de la humanidad que, estamos pero no estamos, que, no cortamos ni pinchamos, quizá, no porque así lo queramos, sino, porque hemos sido obligados, vaya uno a saber porqué, a no participar en estas cuestiones que nos compete a todos por igual, por el simple hecho de “ser humano”, más allá del lugar que nos ha tocado estar en nuestro planeta o, en nuestro enorme Universo(del que supongo yo que todos casi por igual estamos deseosos de conocer).
Pienso que no es necesario ser un gran científico para poder realizar cambios positivos en nuestras vidas y a nuestro planeta, ejemplo: una simple planta hace más por nuestro ecosistema y por nosotros mismos que, mi vecino o algún amigo, eso es como para pensarlo y meditarlo me parece y, si yo fuera mi vecino debería sentirme mucho más insignificante que un grano de arena en una enorme playa, o, disculpen mi lenguaje atrevido por lo que diré, tal vez un grano de arena no sería lo índicado para especificar lo que debería sentir mi vecino por su existencia en este Universo, espero además que no lea esto y se ofenda, pero siento que la palabra precisa para describirlo sería en vez de ese grano de arena, lo adecuado debería ser el excremente de un perro o, mejor aún un animalejo de menor importancia afectiva para mi ya que estimo mucho a los perros, aunque un excremente, no importa de quien venga, otorga más beneficio a nuestro ecosistema que un mediocre humano, porque, además de estar desperdiciando oxígeno que trabajosamente se fabrica por la naturaleza de nuestro planeta, sin siquiera notarlo, se dedica a entorpecer ese preciado y laborioso producto que, al final de cuentas le está otorgando la gran oportunidad de estar aquí apreciando cosas tan bellas como las que podemos observar en todo nuestro Universo, o, cual sea el motivo que le pueda dar placer y disfrute de su corta(muy corta vida), aquí en este pequeño planetita, con tantas bellezas que admirar y disfrutar, de las que no somos conscientes, porque no sabemos como hacerlo, con esto no digo que nos debamos sentir culpables por nuestros actos, no somos culpables de haber venido al mundo sin conocimiento de las cosas que en verdad nos deberían importar, mejor dicho, somos víctimas, por motivos diferentes, de no haber tenido la oportunidad de haber aprendido estas importantes cosas o, de por lo menos que nos brinden un mínimo de interés que nos dé una chance de aprender un poco de todo lo que se habla en este blog por ejemplo.
A esta altura, como dijo Fabián, la humanidad habrá aprendido algo supuestamente, pero yo me cuestiono… si aprendió algo…¿Cómo puede ser que se le dé más importancia a un pedazo de papel impreso con una cifra que simboliza su valor? y, por este objeto nos volvamos irracionales al punto tal de llegar a quitarnos la vida unos a otros por obtener algo que a “a esta altura”, pareciera ser algo sin valor para algunos que de apoco nos damos cuenta realmente, a menos que, por ejemplo la naturaleza del humano sea poseer un buen auto y crear la envidia de los demás, si es así, entonces tuve muy mala suerte en haber nacido en este planeta y, si llegara a realizarse ese hipotético campeonato universal de fútbol, ya no podría alentar por la Tierra y, mi jugador favorito no sería, lamentablemente, Lionel Messi. ¿Qué valores defiende la humanidad?.
Cada quien tendrá su vocación, oficio y beneficio por tal trabajo y dedicación que le otorga a su propio tiempo en este planeta como le parezca correcto hacerlo, y no hay nada de malo en ello(bueno lo pienso yo, no estoy seguro en realidad), pero, me pregunto en mi caso especifico y, si alguien se siente identificado por mi duda existencial al planteármelo, que me haga el favor de compartirlo conmigo y me informe si está de acuerdo con lo que digo: ¿estaré haciendo buen uso de mi tiempo en este planeta?…..
Saludos infinitos!!!!
P.d.: Disculpen la longitud de mi comentario, pero, aún así de largo, me quedo con muchas cositas en el tintero por decir, sucede que, personas como el admirable Emilio sobre todo y, sin desestimar otras personas que, con sus importantes aportes enriquecen este admirable blog, el cual debo confesar que, sin exagerar, digo que está evolucionando mi pensar y, espero yo, pueda ser una persona de bien, mucho más de lo que soy ahora, por supuesto digo esto, porque pienso que soy una persona muy común que realmente hace muy poco por el prójimo y, por todo lo que involucra que haga posible que esté aquí presente en estos momentos, en este lugar, escribiendo unas simples palabras que, espero le sirva de alguna ayuda al que lo pueda leer, a través de está imprescindible herramienta que es internet y, que no todos estamos en condiciones de saber aprovecharlo como se debería.
P.d.: Espero no ofender a nadie con mis opiniones, pensamientos o, como quieran denominarlo que, es consecuencia, pienso yo, de este sábado que, lamentablemente por hoy, se me dió por pasarlo solo al no haber tenido la grata compania de los amigos y, para sobrellevarlo de alguna manera, tuve que acompañar esta soledad(que tiene su lado positivo), con un par de whiskys on the rocks(no aconsejable para menores) más alguna otra cosilla que sería innecesario y, estaría de más anunciarlo, no quiero llegar a parecerles un irresponsable que dice incoherencias, todo lo contrario a mis intenciones que, pretenden ser constructivas, como siempre digo, “humildemente” desde mi insignificante lugar como persona común y ordinaria que transita los caminos del planeta que compartimos todos, esperando no ser el único que piensa de esta manera y, haya más gente que, como he repetido anteriormente “comparta” estos razonamientos.
P.d.3.: Mis infinitas disculpas a Emilio por robarle tantos caracteres y espacios de “ceros y unos” en su blog, ahora sí, aprovechando que soy joven, soltero y, tengo mucho porque vivir, sobre todo en esta hermosa noche, me voy a alguna disco a bailar y, conocer alguna chica para pasarla aún mejor, como la Naturaleza manda.
ABRAZOS ENORMES Y SINCEROS!
el 19 de diciembre del 2010 a las 10:52
He leído cada palabra con interés, y, unas podrán estar más acertadas que otras pero, lo importante es, que has dedicado un buen espacio de tiempo a expresar lo que piensas, y, como decía el bueno de Einstein, los ejercicios mentales siempre son saludables.
Precisamente, estos ejercicios de situarnos en el orden del universo y pensar en lo que somos o podemos aportar, son, en definitiva, lo que nos guía hacia mejores caminos, ya que, finalmente, nos damos cuenta de que sólo somos un punto en el espacio infinito, y, sin embargo, al tener la facultad de pensar y ser conscientes, sin que nos demos cuenta, vamos adquiriendo esos conocimientos a los que te refieres que, lógicamente, no pudieron llegar por inspiración “divina”, sino que, como todo en esta vida, los tenemos que ganar con sacrificio y trabajo.
Piensa, estimado amigo, que, como dicen los físicos, todo nos viene dado por la causalidad, es decir, si trabajas tendrás un sueldo a final de mes, si estudias aprobarás la oposición, si quieres te querrán…todo lo que ocurre es la consecuencia de lo que antes pasó, es la consecuencia lógica, el ritmo del universo.
Si eres tan jóven como dices, tienes la suerte de tener un buen tiempo a tu disposición para penetrar en el por qué de las cosas, y, tu curiosidad te llevará de la mano hacia el conocimiento que te hará mejor y te traerá la paz. ¿El dinero? Sí, nos es necesario para cubrir nuestras necesidades de supervivencia pero, nada más. Acuerdate de aquel que decía: “Era un hombre tan pobre, tan pobre, tan pobre que, lo único que tenía era dinero”. ¡Pobre hombre! digo yo.
Los humanos estamos aún en el proceso de humanización, nos falta mucho camino que recorrer, sin embargo, tenemos que aprender que, hay cosas (muchas cosas) que son más valiosas que lo simplemente material: La mirada de un niño, el abrazo al ser amado, una simple sonrisa de tu hijo en cuyos ojos ves la felicidad, y, sin embargo, te puede llenar de tristeza el comportamiento de los políticos lleno de mentiras e hipocrecía.
En fin, lo dejaré aquí, ya que, de entrar en ciertos terrenos, y, si expresara lo que siento hacia los individuos que sólo viven para ellos mismos sin pensar en los demás (la mayoría), los condenaría al “infierno” como ellos condenan a los demás al infierno de vivir en una Sociedad que, generalmente, es hipócrita y mentirosa como podemos comprobar cada día.
Un saludo y a seguir pensando que, a la larga, otros se beneficiaran de esos pensamientos.
el 19 de diciembre del 2010 a las 8:19
Todo lo que digo y hago, no es más que producto, de mi supina y, evidente ignorancia que en todo caso, espero sepan entender, aunque sea un 20%, que ya sería mucho en realidad, viendolo claro, desde mi supina y evidente ignorancia.
el 19 de diciembre del 2010 a las 10:54
Amigo Ignacio, ignorante somos todos. Acuerdate de lo que decía el filósofo Karl Popper: “Cuanto más se y más profundizo en el conocimiento de las cosas, más consciente soy de lo poco que se. Mis conocimientos son limitados, y, mi ignorancia infinita”.
Saludos.
el 20 de diciembre del 2010 a las 1:43
Muy interesante todo lo que ha expuesto Ignacio y, a su vez lo que además agrego muy sabiamente Emilio.
La conclusión personal que saco sería: Haga lo que haga cada persona para subsistir en este mundo y, suponiendo que además es lo que le gusta hacer realmente (sería un afortunado). Puede estar tranquilo de estar haciendo buen uso de su tiempo si al menos tiene una cierta noción de lo que sucede en el mundo en que vivimos y, el Universo que lo rodea.
En mi caso mi oficio no es la ciencia ni la física, sino, la ficción (no solo ciencia ficción) y, si puedo usar el tiempo que le dedico a mi oficio para hacer algo pequeñamente beneficioso en algún aspecto, tendré la seguridad de no haber venido al mundo al pedo.
Saludos.
el 28 de mayo del 2013 a las 3:29
el que creo esta pagina es un estup por no dejarla pegarla maldito
el 28 de mayo del 2013 a las 3:51
Amiga mía:
Con insultos nada se alcanza y, además, es de mala educación.
Si quieres pegar algo de la página, te vas hasta “Suscripciones Web” y pinchas en Google, ahí te aparecen mis trabajos y puedes copias lo que quieras. ¡Ah! y no sea mal educada que, muchas veces (todas en realidad), se consigue más con educación que con insultos.
Saludos.
el 28 de mayo del 2013 a las 13:50
María, lo mismo escribiéndolo se te queda algo de lo mucho que te falta 😀
Saludos!
el 29 de mayo del 2013 a las 4:24
Hay veces en los que no se puede exigir más de lo que hay.
¡Lástima!