Ene
8
¡¡ DEBATE!!
por Emilio Silvera ~ Clasificado en Debates ~ Comments (102)
El contertulio Zephyros, ha lanzado el reto de exponer aquí un DEBATE que gire sobre el tema central de ¿Cómo sería nuestro mundo y dónde estaría la Humanidad, sin la Ciencia? Es un tema verdaderamente apasionante, toda vez que todos sabemos que, si nos encontramos aquí y ahora, al nivel de conocimiento que la Humanidad posee, ha sido gracias a la Ciencia.
Mucho nos tendremos que remontar hacia atrás en el tiempo para comprender que, las matemáticas y la filosofía están en la base de lo que hoy llamamos Ciencia. Aquellos predecesores de la Antigüedad (sobre todo los filósofos), llegaron a comprender que explicar el mundo que observaban tendría que ser hecho sin la influencia de ninguna divinidad. Ellos se preguntaban, ¿cual es la base de la existencia? Con el tiempo comenzaron también a examinar de manera crítica los valores sociales y las formas de organización. Se preguntaron bajo qué condiciones podrían mejorar el desarrollo de la Humanidad para que ésta alcanzara la felicidad, y, la respuesta que siempre obtenían a sus preguntas era: “Saber el por qué de las cosas”. Eso era lo que les llevaría a conformar una Humanidad consciente de ser en un mundo que debían comprender y, sin más, se aprestaron a ese largo viaje de buscar las respuestas y, ese camino, les llevó por distintos senderos y disciplinas filosóficas. Ese movimiento alejado de la superstición que sólo buscaban las razones y explicaciones, es lo que desembocó, más tarde, en lo que hoy llamamos Ciencia, y, a partir de ahí, la Humanidad cambió y se encaminó hacia senderos más luminosos del futuro que la alejó del oscurantismo y de las creencias por el miedo y la fe que, de ninguna manera les daría nunca una respuesta fidedigna.
Así que, los fundamentos del pensamiento quedaron establecidos cuando los primeros filósofos se opusieron a la mitología antigua y dieron, a cambio, una explicación filosófica del mundo. Esa explicación, nos llevaría, más tarde, a las explicaciones que hoy son admitidas en el ámbito de la Ciencia. Explicaciones que, tras un largo recorrido, y, habiendo sido comprobados una y mil veces de distintas maneras, en distintos lugares, por distintos métodos y por científicos diferentes, al obtener un resultado similar, han sido aceptadas y, sólo en ese momento, pueden ser lanzadas al mundo como una respuesta coherente.
¿Qué sería de la Humanidad sin los descubrimientos de los Sumerios, los Egipcios, los Babilonios, Los Fenicios, y otros pueblos que antes que los Griegos comprendieron que el mundo no era tal como nosotros lo podíamos contemplar, y, que observando con detenimiento, podíamos llegar a comprender que las cosas, podían ser distintas a como nosotros las entendíamos.
Llegaron Tales de Mileto y Pitágoras de Samos que, tras conseguir importantes adelantos en las matemáticas empezaron a tratar paralelismos con la naturaleza del mundo. Otros filósofos supusieron la existencia de una materia original o primer principio (arjé) como base para la existencia del mundo. Parménides estableció la diferencia entre el mundo de la experiencia inaccesible a la razón y el mundo del pensamiento en el que abarca la verdad de la existencia. En contraposición Heráclito veía el mundo como una realidad en constante cambio. Empédocles sostenía que cuatro elementos básicos estaban impulsados por las fuerzas opuestas del amor y el odio. Los filósofos posteriores como los atomistas Leucipo y Demócrito intentaron conciliar estas posiciones enfrentadas.
Los sofistas, como Protágoras, Gorgías y Crátilo evitaron estos debates. Se dedicaban a enseñar retórica. Los sofistas dudaban de que el hombre fuera capaz de reconocer una verdad final. Consideraban que todos los valores e interpretaciones filosóficas eran relativos.
Ellos, los filósofos presocráticos, tenían un concepto muy concreto del arjé. Tales pensaba que era el agua; Empédocles creía que eran los cuatro elementos (fuego, tierra, aire y agua). Otros lo consideraban un principio abstracto. Anaximandro defendía la idea de lo ilimitado (àpeiron), en tanto que Anaxágoras introdujo la noción de una inteligencia (nou^s) que abarcaba el mundo. La teoría atómica basada en el concepto de unidades discretas indivisibles, medió entre lo que es abstracto y lo que es concreto. Según Tales, el agua es la “sustancia primordial”.
De esta manera, y, con estos pensamientos, llegaron otros que, como Sócrates o Platón elevaron el pensamiento del mundo a escalas muy superiores y que transcendían a lo meramente material para instalarse en una escala más alta que llevó a la Humanidad a un valor de consciencia de SER que, posibilitó llegar a comprender la complejidad del Universo al que, desde entonces, queremos comprender.
Sólo comprendiendo el Universo, la Naturaleza en sí misma, podremos, algún día, saber comprender quiénes somos nosotros. DE esa manera, a través de miles de años de evolución en las ideas, hemos podido salir de un mundo primitivo y cuasi animal que era el ámbito natural primario de los seres Humanos. Es a través de la inteligencia y, mediante la aplicación de la Ciencia, como hemos podido encontrar el único camino posible para la salvación de nuestra especie que, pudo salir del oscurantismo y la barbarie gracias al desarrollo de eso que nos ha dado en llamar Ciencia.
Sin la Ciencia, ¿dónde estaríamos? Bueno, mi parecer particular es, que no estaríamos.
El debate está servido
Ahora, cada cual, que exponga aquí su parecer sobre este apasionante tema que, el amigo Zephyros ha tenido a bien indicar y que, dada su extraordinaria atracción y la mucha curiosidad que en nosotros puede despertar, ha sido aceptado y aquí lo tenemos.
¡A debatir!
el 15 de septiembre del 2011 a las 21:48
Hola muchachada.
No quiero ser redundante, pero insistiré en la misma idea :
Cuando los cambios climáticos, las desertificaciones, obligaron a los primeros homínidos a “salir al llano”, no tenían casi chance de sobrevivir. Tanto es así, que múltiples intentos, todos los demás, de géneros emparentados, sucumbieron, se extinguieron.En esa dramática carrera contrareloj por la supervivencia, no les dió el tiempo para desarrollar su especialización: la “no-especialización”; la utilización de su cerebro para, como dice el amigo Adolfo, acumular, procesar, clasificar conocimiento del medio, y la creación de herramientas para modificarlo en su beneficio, para defenderse de los depredadores, mucho más fuertes, y de las duras condiciones de la estepa. En ese entorno brutalmente hostil, no había posibilidad de adaptación; fué crucial adaptar el entorno, capacidad singular que desarrolló nuestra especie.
Dice Adolfo: Ciencia básica y Ciencia aplicada. En definitiva LA CIENCIA.
He allí la “especialización” del Homo Sapiens Sapiens, que le permitió llegar a nuestros días; sin ella el mono desnudo habría desaparecido ya en aquellos tiempos.
Y seguramente, será a través de las distintas ramas de la Ciencia que resolverá los tremendos desafíos que enfrenta hoy, muchos de ellos provocados por el propio “olvido” de los conocimientos acumulados.
Saludos cordiales para tod@s desde Montevideo.
el 16 de septiembre del 2011 a las 7:05
Es curioso amigo Nelson que, hagas mención, en tu primer párrafo, a lo que ocurrió exactamente. Al menos coincide con la teoría africanista que nos dice que todos los humanos modernos que viven fuera de África descienden de una oleada migratoria que salió de este continente hace menos de 100.000 años. Este éxodo acabó con todos los humanos anteriores en toda la superficie terrestre.
Esta teoría ha ganado la partida a otras que la contradecían, porque los nuevos árboles genéticos nos conducen directamente a África a los últimos 100.000 años. En nuestro árbol genético no hay rastros de especies humanas anteriores exceptuendo evidentemente las raíces, donde podemos medir la distancia genética que nos separa de los neandertales. Éstos se han clasificado ya genéticamente utilizando ADN mitocondrial antiguo y parece que son nuestros primos más que nuestros antepsados. Ellos y nosotros tenemos un antepsado común, el Homo helmei.
Sí, fue la adaptación al medio la que posibilitó nuestra presencia aquí. Supimios adaptarnos al medio ambiente del planeta y, la explosión de la imaginación que nos permitió fabnricar armas rudimentarias para poder sobreponernos a las dificultades de todo tipo que teníamos que vencer con tan escasas herramientas de la que sobresalía, con mucho, nuestra mente.
Tenemos una larga lista de “congeneres” hasta llegar al Homo Sapiens y, desde hace ocho millones de años la evolución homínida se produjo y en ella se dio, en momentos dados, la convivencia y coexistencia de varias especies y, finalmente, quedó una, la nuestra que supo adaptarse al medio adquiriendo para ello la especialización cerebral que posibilitó toda una serie de tiempos en los que (como nos dice Adolfo) acumular datos, procesarlos, y, clasificando debidamente aquellos conocimientos del medio, poder hacer frente a las circunstancias negaticas mediante un sin fin dem rudas ideas que, para aquel momento, eran sofisticadas y de una importancia cricial para la supervivencia.
Uno de los talladores de herramientas más antiguos, el Homo Habilis (1,9 millones de años). No sólo podemos hablar del cerebro, sino que, hay que pensar en un desplazamiento bípedo y en una destreza manual que nos lleva al hecho cierto de que, la talla de herramientas sea un hecho de esclusividad humana (y tal vez de los Paranthropus), pero también de los chimpamcés que podían fabricar herramientas muy toscas pero eficaces con madera.
Amigo, nos hablas de que: “He allí la “especialización” del Homo Sapiens Sapiens, que le permitió llegar a nuestros días; sin ella el mono desnudo habría desaparecido ya en aquellos tiempos”.
En este punto, tendríamos que hablar, o, mejor preguntarnos: ¿Por qué nos creció el cerebro? Serían las glaciaciones que al crear una extrema aridez fue la causante de que se agudizara nuestro ingenio al tener que solventar problemas nuevos, tener que asociarnos con otros para entre todos salvar situaciones difíciles, estar obligados a pensar más agudamente para sobrevivir, etc.
Claro que, es bien conocido que, con el transcurso de los tiempos y del clima cambiante, también nosotros, los humanos, fuimos “adaptando modelos de renovación incesante” si queríamos continuar en este valle de lágrimas que, para ello, exigía una especie de mimetismo con el entorno, y, eso es, exactamente, lo que hicimos en la medida de lo posible, lo cual, nos posibilitó llegar tan lejos en nuestra incierta andadura.
Es para maravillarse si, nos detenemos a pensar en el camino andado por nuestros congéneres ancestrales y todo lo que tuvieron que pasar, las transformaciones del planeta que tuvieron que soportar, las broncas condiciones de vida que tucieron que vencer…es verdaderamente lilagroso el éxito alcanzado por tan “débiles” criaturas.
Gracias a ellos, a todos aquellos que supieron hacer sus deberes, tenemos ahora la Sonda Cassini en Saturno y otras muchas repartidas por es el espacio cosmológico para que nos hablen de los objetos celestes, y, tales empresas, en realidad, sólo tienen una meta (a muy largom plazo), el que la especie continúe su camino, y, nosotros como aquellos parientes lejanos, también estamos procurando hacer nuestra tarea para dejar el camino listo a los que nos seguirán.
¡Cómo somos! En verdad, somos dignos de admiración…A pesar de todo.
Un abrazo amigo Nelson.
el 16 de septiembre del 2011 a las 2:37
Emilio, despues de analizar los comentarios a este tema, pues claramente puede verse esa desdibujada imagen que nos ha acompañado por miles años y esa no ha de ser otra de la confusión entre Ciencia o Conciencia, Cuando hablamos de ciencia nos refereimos a una mecánica aplicada, basada en criterios, si tomamos la astronomía, veremos esta problemática, una ciencia, donde no existe el conocimiento perfecto, probado, es decir es solo teórico, un día tenemos una teo´ria y esta al otro día cambia, en las matemáticas se nos presenta otra disyuntiva, pues solo se generan pruebas dentro de un marco de sistemas definidos, pues recordando el teorema de Godel, no existe un sistema lógico perfecto que sea consistente, decidible y completo.
Pues vamos, ha de ser claro que vuestra consulta debería haber redundado en ¿ que sería del ser humano sin la conciencia? pues para nosotros esta involucra los procesos cognitivos, el saber quines somos, que queremos, al bien y el mal de nuestros actos. el saber si vamos hacia edelante o solo retrocedemos. Los conocimientos, la evolución y todo lo que hemos llegado a ser, ha sido gracias a esta, a la conciencia, esta es la responsable de que queramos aprender y mucho mas, de que deceemops aprender.
El homo sapiens claramente esta marcado por esta virtud, la conciencia, de allí ha de partir todo, vuestras inquietudes, vuestros desencantos y por allí, vuestros involuntarios pensamientos sobre la Ciencia, han de ser redefinidos.
Saludos conciensudos para todos.
el 16 de septiembre del 2011 a las 2:41
Emilio, despues de analizar los comentarios a este tema, pues claramente puede verse esa desdibujada imagen que nos ha acompañado por miles años y esa no ha de ser otra de la confusión entre Ciencia o Conciencia, Cuando hablamos de ciencia nos refereimos a una mecánica aplicada, basada en criterios, si tomamos la astronomía, veremos esta problemática, una ciencia, donde no existe el conocimiento perfecto, probado, es decir es solo teórico, un día tenemos una teo´ria y esta al otro día cambia, en las matemáticas se nos presenta otra disyuntiva, pues solo se generan pruebas dentro de un marco de sistemas definidos, pues recordando el teorema de Godel, no existe un sistema lógico perfecto que sea consistente, decidible y completo.
Pues vamos, ha de ser claro que vuestra consulta debería haber redundado en ¿ que sería del ser humano sin la conciencia? pues para nosotros esta involucra los procesos cognitivos, el saber quines somos, que queremos, al bien y el mal de nuestros actos. el saber si vamos hacia edelante o solo retrocedemos. Los conocimientos, la evolución y todo lo que hemos llegado a ser, ha sido gracias a esta, a la conciencia, esta es la responsable de que queramos aprender y mucho mas, de que deceemops aprender.
El homo sapiens claramente esta marcado por esta virtud, la conciencia, de allí ha de partir todo, vuestras inquietudes, vuestros desencantos y por allí, vuestros involuntarios pensamientos sobre la Ciencia, han de ser redefinidos.
Saludos conciensudos para todos.
el 16 de septiembre del 2011 a las 7:22
¡Bien dicho! estimado amigo. Has discurrido bien y dibujado mejor lo que nos acontece. No sabemos, o, sabemos poco, a ciencia cierta. Vamos avanzando poco a poco a medida que nuestra consciencia nos lo permita, y, desde luego, sin esta, poco podríamos conocer ni del universo ni de nada, así que, como bien dices, nuestra consciencia va, indefectiblemente unida al univeros mismo del que forma parte y, con el tiempo, conoceremos y podremos responder a todas esas preguntas que te haces (nos hacemos todos) y que, de momento, quedan en supenso, toda vez que, nuestros conocimientos no llegan para poder responderlas tan complejas son.
Quizá, algún día, lejano aún en el futuro, podramos exponer el mismo tema con más conocimiento de causa que nos de el juicio necesario para poder discernir entre las cosas, ahora, cuando nos topamos con la enorme complejidad del mundo, balbuceamos y no sabemos contestar.
¡Todo llegará! Al menos eso deseo.
Un saludo querido amigo
el 16 de septiembre del 2011 a las 10:57
Pues siento dar la nota discordante, pero me parece completamente erróneo mezclar coasas tan dispares como la ciencia y la consciencia (no se pueden sumar patatas y huevos).
Decir que la ciencia está basada en criterios es falsearla completamente; si hay algo con una buena base comprobada es la ciencia, donde todo se debe comprobar, , siendo precisamente el avance fruto de esa constatación; hasta en la astronomía existen bastantes leyes bien fundamentadas y comprobadas experimentalmente, no sujetas a criterios.
el 16 de septiembre del 2011 a las 11:55
Siempre será bienvenida una nora discordante que, posiblemente, sea la nota más armónica.
Un saludo campeón.
el 16 de septiembre del 2011 a las 17:46
Kike, Pues discrepo contigo enormemente y creo que muchos Shef, pues con patatas y huevos puedes formar una rica ensalada, toda ensalsada.
Pero a proposito de lo que dices, ¿ donde dejas esas teorias mas complejas como ” La toeria del Caos”, La teoria del Error” y por supuesto, ” la teoria de la insertidumbre”, claramente estas estan allí por alguna causal.
Saludos.
el 16 de septiembre del 2011 a las 18:01
A proposito de lo que nos dice Kike, me gustaría argumentarle un pequeño error de concepto, ” No toda la cienciqa es comprobable, de allí que tengamos ” Conjeturas, Hipotesis y teorías”, pero este último escalón de la investigación que es la teoría, la mayoría de las veces cambia con el correr del tiempo y por supuesto de lkos conocimientos, los que nos van aportando mas eslabones perdidos que vamos descubriendo con el recorrer del tiempo, por eso se dice que la ciencia no represernta la verdad absoluta.
Amigo mio, no me cabe la menor duda, que con el correr del tiempo seguiremos avanzando gracias a nuestra innegable espiritu de curiosidad, pero claro está, que esto, ira primeramente antecedido de la conciencia, esa cosa que nos diferencia del resto de las especies y que sin ella, ni ciencia ni patatas ni huevos ni nada sabriamos. El ser concientes nos ha hecho poder avanzar, querer aprender, investigar y por supuesto estar hoy sentado frente al computador discutiendo este hermoso tema de muy buena manera, entregando cada uno su parecer, con el mayor respeto de cada postura.
Hoy quise defender esta postura, si hubiese optado por defender a la ciencia, claramente estariamos muy de acuerdo, pero creo que a veces es bueno, tirar los dardos la reves, refleccionar nuestra memoria y discrepar quizas con algo que a lo mejor estamos de acuerdo, una manera un tanto ludica para ejercitar nuestro cerebro.
Saludos muy conciensudos y científicos para todos.
el 16 de septiembre del 2011 a las 20:24
Claro que existen teorias no comprobadas, hipótesis, conjeturas, etc., que con el tiempo se suelen demostrar o descartar; pero de ahí a decir que “la ciencia se basa en criterios” hay mucho trecho Abdel.
Si tenemos aparatos que vuelan, que navegan fuera y dentro del agua, aparatos que nos permiten comunicarnos instantáneamente con el resto del mundo y un sinfín de otros ingenios humanos concebidos gracias a la ciencia, no creo que nada de eso se haya establecido a base de criterios.
Ya sé que es una forma de hablar, que en realidad estás de acuerdo con todo esto, pero como más de una vez han indicado, hay que tener cuidado con lo que se escribe para evitar malas enseñanzas a gente confiada.
Y respecto a que los animales no tienen conciencia, yo no estaría tan seguro….
Saludos.
el 17 de septiembre del 2011 a las 6:52
Me encanta cuando os poneis a lanzar ideas intentando rebatir algún punto de vista que el otro ha dejado caer y con el que no estais de acuerdo. Así son los debates y para eso precisamente son, para debatir.
Claro que la Ciencia no puede estar basada en criterios y, si acaso, el criterio que interviene es el de elegir entreuno u otro experimento para hacer la comprobación de turno. La Ciencia está basada en teorías que se tienen que verificar una y diez mil veces y, cuando se ha experimentado y comprobado por distintos medios, por distintos cientificos y en distintos lugares y en todos ellos se han obtenido los mismos resultados, entonces y sólo entonces, se dará por buena la teoría de turno y la Ciencia admite el postulado que lleva consigo y desarrolla.
Los criterios están para otras cosas, para otros ámbitos pero no para que sean base de la Ciencia, la Ciencia tiene un camino y una norma que es el método científico, la única manera de desarrollarla.
Bueno, y, a todo esto, está bien discrepar en armonia.
Saludos amigos
el 22 de septiembre del 2011 a las 0:03
Miren que bonito este artículo, que escribio Emilio, espero lo disfruten
La expansión del universo,
la expansión de la mente
Cosmos, constante gravitacional y consciencia
Una parte de la ciencia estudia la estructura y la evolución del universo: la cosmología.
La cosmología observacional se ocupa de las propiedades físicas del Universo, como su composición física referida a la química, la velocidad de expansión y su densidad, además de la distribución de galaxias y cúmulos de galaxias. La cosmología física intenta comprender estas propiedades aplicando las leyes conocidas de la física y de la astrofísica. La cosmología teórica construye modelos que dan una descripción matemática de las propiedades observadas del universo basadas en esta comprensión física.
La cosmología también tiene aspectos filosóficos, o incluso teológicos, en el sentido de que trata de comprender por qué el universo tiene las propiedades observadas.
La cosmología teórica se basa en la teoría de la relatividad general, la teoría de Einstein de la gravitación. De todas las fuerzas de la naturaleza, la gravedad es la que tiene efectos más intensos a grandes escalas y domina el comportamiento del universo en su conjunto.
El espacio-tiempo, la materia contenida en el universo con la fuerza gravitatoria que genera y nuestras mentes que tienen conocimientos de que todo esto sucede.
De manera que, nuestro consciente (sentimos, pensamos, queremos obrar con conocimiento de lo que hacemos), es el elemento racional de nuestra personalidad humana que controla y reprime los impulsos del inconsciente para desarrollar la capacidad de adaptación al mundo exterior.
Al ser conscientes, entendemos y aplicamos nuestra razón natural para clasificar los conocimientos que adquirimos mediante la experiencia y el estudio que aplicamos a la realidad del mundo que nos rodea.
Claro que no todos podemos percibir la realidad de la misma manera. Las posibilidades existentes de que el conocimiento de esa realidad responda exactamente a lo que ésta es en sí, no parece fácil.
Descartes, Leibniz, Locke, Berkeley, Hume (que influyó decisivamente en Kant), entre otros, construyeron una base que tomó fuerza en Kant, para quien el conocimiento arranca o nace de nuestras experiencias sensoriales, es decir, de los datos que nos suministra nuestros cinco sentidos. Pero no todo en él procede de esos datos. Hay en nosotros dos fuentes o potencias distintas que nos capacitan para conocer, y son la sensibilidad (los sentidos) y el entendimiento (inteligencia). Ésta no puede elaborar ninguna idea sin los sentidos, pero éstos son inútiles sin el entendimiento.
A todo esto, para mí, el conocimiento está inducido por el interés. La falta y ausencia de interés aleja el conocimiento. El interés puede ser de distinta índole: científico, social, artístico, filosófico, etc. La gama es tan amplia que existen conocimientos de todas las posibles vertientes o direcciones; hasta tal punto es así que nunca nadie lo podrá saber todo sobre todo. Cada uno de nosotros puede elegir sobre los conocimientos que prefiere adquirir y la elección está adecuada a la conformación individual de la sensibilidad e inteligencia de cada cual.
También se da el caso de personas que prácticamente, por cuestiones genéticas o de otra índole, carecen de cualquier interés por el conocimiento del mundo que les rodea. Sus atributos sensoriales y de inteligencia funcionan a tan bajo rendimiento que sus comportamientos son casi-animales (en el sentido de la falta de racionalidad). Son guiados por la costumbre y las necesidades primarias: comer, dormir…
El polo opuesto lo encontramos en múltiples ejemplos de la historia de la ciencia, donde personajes como Newton, Einstein, Riemann, Ramanujan y tantos otros (cada uno en su ámbito del conocimiento), dejaron la muestra al mundo de su genio superior.
Pero toda la realidad está encerrada en una enorme burbuja a la que llamamos Universo y que encierra todos los misterios y secretos que nosotros, seres racionales y conscientes, perseguimos.
Todo el mundo sabe lo que es la consciencia; es lo que nos abandona cada noche cuando nos dormimos y reaparece a la mañana siguiente cuando nos despertamos. Esta engañosa simplicidad me recuerda lo que William James escribió a finales del siglo XIX sobre la atención: “Todo el mundo sabe lo que es la atención: es la toma de posesión por la mente, de una forma clara e intensa, de un hilo de pensamiento de entre varios simultáneamente posibles”. Más de cien años más tarde somos muchos los que creemos que seguimos sin tener una comprensión de fondo ni de la atención, ni de la consciencia que, desde luego, no creo que se marche cuando dormimos; ella no nos deja nunca.
La falta de comprensión ciertamente no se debe a una falta de atención en los círculos filosóficos o científicos. Desde que René Descartes se ocupara del problema, pocos han sido los temas que hayan preocupado a los filósofos tan persistentemente como el enigma de la consciencia.
Para Descartes, como para James más de dos siglos después, ser consciente era sinónimo de “pensar”: el hilo de pensamiento de James no era otra cosa que una corriente de pensamiento. El cogito ergo sum, “pienso, luego existo”, que formuló Descartes como fundamento de su filosofía en Meditaciones de prima philosophía, era un reconocimiento explícito del papel central que representaba la consciencia con respecto a la ontología (qué es) y la epistemología (qué conocemos y cómo lo conocemos).
Claro que tomado a pie juntillas, “soy consciente, luego existo”, nos conduce a la creencia de que nada existe más allá o fuera de la propia consciencia y, por mi parte, no estoy de acuerdo. Existen muchísimas cosas y hechos que no están al alcance de mi conciencia. Unas veces por imposibilidad física y otras por imposibilidad intelectual, lo cierto es que son muchas las cuestiones y las cosas que están ahí y, sin embargo, se escapan a mi limitada consciencia.
Todo el entramado existente alrededor de la consciencia es de una complejidad enorme. De hecho, conocemos mejor el funcionamiento del universo que el de nuestros propios cerebros.
¿Cómo surge la consciencia como resultado de procesos neuronales particulares y de las interacciones entre el cerebro, el cuerpo y el mundo?
¿Cómo pueden explicar estos procesos neuronales las propiedades esenciales de la experiencia consciente?
Cada uno de los estados conscientes es unitario e indivisible, pero al mismo tiempo cada persona puede elegir entre un número ingente de estados conscientes distintos.
el 22 de septiembre del 2011 a las 5:53
Te has metido en el mundo de las ideas.
Saludos amigo landon.
el 4 de septiembre del 2012 a las 7:14
Bueno, creo que sin la “ciencia” no tendríamos problemas para ser felices (con mi concepto de felicidad), y de ahí parto para decir que la ciencia es un capricho de la raza humana, hasta dónde se, muchas tribus indígenas vivían con los conocimientos que ellos se formaban de la naturaleza pero en armonía con esta última. No juzgo el “avance” y el afán por “hacer ciencia”, solo creo que viviríamos perfectamente sin ella. Claramente eso implicaría el fin de los medicamentos, los automóviles e internet, entre millones de cosas; pero si mal no recuerdo muchas personas vivían de hierbas medicinales, sus pies para transportarse y la comunicación lingüística sin ningún problema. Tal vez disminuya la esperanza de vida o tal vez no, pero creo que la ciencia está muy lejos de ser imprescindible para la “Humanidad”, es una elección que algunos tomamos y otros no el vivir.
el 24 de abril del 2018 a las 23:45
Hola Emilio, en éstos últimos días apareció una abrumadora cantidad de publicaciones de personas cultas y otras menos respecto a la forma de la tierra. Me parece oportuno el teorema de Godel y la nota que dice “la ciencia no es toda comprobable de allí que tengamos teorías, hipótesis y conjeturas” ya que los llamados “terraplanistas” utilizan esos argumentos de manera frontal, sembrando la duda, llevándonos a investigar y retroceder en la historia de la ciencia para revaluar todo lo que nos han enseñado y que dábamos por verdades irrefutables. La sensación de retroceder miles de años en el conocimiento y sentir que no sabemos realmente nada, ya sea porque nos han engañado o porque aceptamos que los genios de la ciencia nos llevaran por donde querían, nos conduce a buscar de nuevo “el por qué de las cosas”, poniendo en duda los resultados o conclusiones de muchos científicos que la mayoría de las veces usaron solo la teoría para explicar las cosas sin verdaderamente poder comprobarlas. La Nasa está siendo objeto de debate debido a la cantidad de videos e imágenes realizados de viajes al espacio que no son reales sino montajes realizados en Hollywood, destruyendo la confianza de todos los que somos asiduos lectores y seguidores de ellos. Por ahora hay mucho más a favor que en contra de los terraplanistas, el debate está que arde, y la única respuesta de los poderes como en los tiempos del oscurantismo es la burla y la condena. Este conducirá a un fortalecimiento de la ciencia donde los conceptos o hipótesis o conjeturas y teorías quedarán por detrás de la comprobación directa y real de los fenómenos observables.
el 25 de abril del 2018 a las 4:33
¡Hola, amigo!
En lo que se refiere a los terraplanistas, me parece una discusión estéril, simplemente con mirar al horizonte y ver, como ese velero se pierde de vista, es más que suficiente para acallar esas , y, por otro lado, las imágenes de la Tierra tomadas desde el Espacio, también deben ser más que suficientes para que tal debate finalice.
En relación al otro tema, siempre ha sido así. Las ideas de los grandes pensadores primero que, intuyeron el camino a seguir para desvelar esa realidad que la Naturaleza esconde, y, que más tarde, pudieron ir siendo comprobadas a medida que la tecnología avanzaba.
Las teorías que primero cuadran con las matemáticas, más tarde, deben ser comprobadas una y mil veces con distintos sistemas y por diferentes personas y en distintos lugares, y, cuando a todos les de el mismo resultado, sólo entonces, se darán por buenas. De hecho no hemos dejado de “refinar” teorías a medida que nuestros conocimientos técnicos han ido avanzando, y, el mejor ejemplo podría ser el Modelo Estándar de las partículas e interacciones que, en su conformación llevan cerca de 20 parámetros aleatorios, metidos con calzador (uno de ellos era el Bosón de Higgs), y, poco a poco, se va consiguiendo su depuración.
Es cierto que, no siempre los científicos nos hablan con propiedad de cosas que, como la “materia oscura”, se han comprobado a ciencia cierta, y, sin embargo, hablan de ella con una familiaridad que nos hace creer que está ahí y que la podemos ver, cuando en realidad, no tienen ni la menor idea de qué es (si es que en realidad existe), qué partículas la conforma, por qué es transparente y no emite radiación y sí en cambio genera Gravedad.
En cuanto a la NASA, no será la primera vez que anuncia algo a bombo y platillo para atraer la atención de las comisiones del Congreso que les otorgan las subvenciones, y, desde luego, no hay que creer todo lo que se lee, lo que no ha sido debidamente comprobado y demostrado… ¡En cuarentena!
Un cordial saludo.