¡¡ DEBATE!!

En ausencia de la Ciencia, es posible que nuestro mundo fuera distinto (al decir nuestro mundo me refiero a la forma de vida, a las comunidades humanas, a la Civilización), la ciencia nos ha proporcionado una vida más duradera, una manera de vivir rodeada de comodidades y de una elevada tecnología que hace más fácil y llevadero el duro transcurrir del tiempo de nuestros antepasados, y, también, es la ciencia la que nos está llevando hacia el exterior, mucho más allá de los límites del mundo en el que vivimos haciendo posible que podamos conocer otros mundos y otros “soles” y, llevándonos a la confirmación de que el Universo se rige por unos parámetros y leyes que hemos podido llegar a conocer gracias a la Ciencia.
Dices bien, sin la ciencia aún estaríamos en el sencillo mundo de la agricultura y recolección primarias, los medios de transportes serían de origen animal y, la medicina estaría en manos de curanderos y herboristerias que, con remedios rudimentarios naturales, no podría evitar un número de muertes tan elevado que, la población no podría haber llegado nunca a los miles de millones que actualmente tiene.
La Ciencia, amigo mío, ha permitido que entremos en “otro mundo” sin salir de este, hemos podido llegar a conocer muchos de los secretos de la vida, a desenredar el revoltijo secuencial del ADN, saber de la genética y poder erradicar enfermedades que harían estragos en el pasado. En todos los ámbitos de nuestras vidas ha influido la Ciencia y, sin ella, no podríamos estar donde estamos ni sabríamos lo poco que sabemos que, aunque sea poco, nos permite continuar aprendiendo y desvelando los secretos que la Naturaleza esconde y que necesitamos conocer para que, en el futuro, los que vengan detrás de nosotros, puedan tener (esa es la idea), una vida mejor.
Es tánto lo que debemos a la Ciencia que, si hiciéramos una lista de todo lo que nos ha dado, podría dar muchas vueltas a nuestro mundo, ese mundo que la Ciencia nos aconseja preservar y mimar y que no siempre hemos sabido atender para nuestra desgracia.
¡La Ciencia! Ese gran logro de la Humanidad.

Si… pero… ¿por qué recolectar hojas? ¿por qué protejernos del frío?

¿Es algo que se hace por ciego instinto? ¿Ó es algo que se hace luego de captar que posicionarnos bajo un árbol nos libra de la lluvia, del Sol, en tanto que su tronco nos pone a salvo del viento? 

Lo segundo, me parece que es más probable que lo primero.

Desde que el hombre tiene memoria, puede aprender. Y desde que aprende, puede repetir una conducta determinada, como los niños pequeños. Convengamos que esa conducta será tal que haga que el humano en cuestión discierna entre lo que es bueno y lo que es malo para él. En un principio los conceptos de bueno y malo no estarán presentes en su mente, sino que experimentalmente se dará cuenta de lo perjudicial que es no buscar refugio en medio de una tormenta ó lanzarse desde una altura ó comer en demasía. Se dará cuenta de lo satisfactorias que son ciertas actividades de contacto estrecho con otros seres como él ó muy diferentes a él. (sexo)

Por ejemplo, una vez descubierto el fuego, primero en incendios forestales espontáneos, por experiencia habrá tomado nota de lo peligroso que es estar demasiado cerca de él. Alguno, en la remota prehistoria, pensando que si se arroja sobre él experimentaría mucho de ese placer, habrá comprobado (y almacenado en su memoria; si sobrevivió, claro) que no es sensata tal conducta. Claro que mucho antes habrá comprobado que intentar tocarlo, le puede más que placer propinarle un dolor y daños realmente molestos, razón por la cual por experiencia aprendió a respetarlo, así como a otros de su clan, a los cuales puede haberle molestado que tomara su alimento para si, privando al otro de él. En consecuencia puede que le haya otorgado propiedades que algún día derivarían en connotaciones “divinas”. Las conductas de defensa y ataque, así como los beneficios de tales actitudes las habrá aprendido por imitación de los animales que en torno a él, ya había. Esto dió lugar a una forma de ciencia de la subsistencia.

Pero, muy posiblemente, más importante que la ciencia, fue, el modo como se difundió. Primero, por imitación. Luego, por tradición oral. Pasado el tiempo y a medida que tomaba nota mental de las características del medio, se habrá visto en la necesidad de describirlo a otros, el lenguaje se habrá perfeccionado, a lo largo de millones de años originándose sustantivos, adjetivos, verbos, etc. en estructuras de complejidad creciente. Tal vez en un principio habrá recurrido a formas onomatopéyicas ó ejemplificadoras de lo que quería comunicar.

En algún momento, ante la imposibilidad de comunicar verbalmente algo, por ausencia de sus pares, habrá dejado algún tipo de señal ó alterado un lugar de manera que otros interpreten las características del mismo. Tendrá cierta capacidad artística, por lo que podrá reproducir formas bastas de animales. Habrá, tal vez, convenido con miembros de su clan, hacer los dibujos apropiados para que otros se enteren de que allí hay oportunidades de obtener alimento por cacería.

A medida que transcurría el tiempo, ante la necesidad de comunicar ideas más complejas poco a poco los símbolos habrán evolucionado hasta llegar a la escritura ideográfica (imágenes de animales son un inicio), incluso símbolos asimilables a sonidos de la naturaleza.

Todo ello de por sí, constituye ciencia. Ciencia de la comunicación, originada en la necesidad de mejorar.

Alguien en algún momento pudo haberse revelado como insociable a través de un déficit de ansia colaboradora. Sus compañeros alertas al medio en que viven y del cual ese insociable es parte, habrán percibido como incompatible con la supervivencia de ellos tal conducta, alejándose de él; en consecuencia (así como se alejan de todo elemento nocivo de su entorno). Por su parte, el antisocial segregado habrá aprendido que sólo aquellos que colaboran con los demás son apreciados y aceptados. Una ciencia elemental de las asociaciones interpersonales habrá comenzado a desarrollarse. 

Comprenderán que es muy difícil imaginar como se desarrolló la conducta humana, a lo largo de millones de años de depuración, con innumerables aciertos y fracasos, siempre teniendo como objetivo instintivo la necesidad de mejorar, la percepción de lo agradable y desagradable, por un organismo “diseñado” evolución mediante (a lo largo de cientos de millones de años) para experimentar placer y evitar el displacer; algo no muy diferente de cualquier otro animal. Imaginen que golpean a un perro. ¿El perro permanecerá a vuestro lado? Por el contrario se alejará, si “evalúa” el riesgo potencial de vuestra presencia hostil. Eventualmente, se defenderá y seguramente en forma mortal.

Algo peor es lo que se está haciendo con los océanos y ríos que en ellos vierten sus aguas. Al parecer se piensa que es una especie de pozo sin fondo donde se puede arrojar todo tipo de desperdicios, especialmente compuestos altamente venenosos, y hasta hace unas pocas décadas se acostumbraba experimentar con explosivos nucleares. 

Aquí, en la República Argentina, existe un tramo fluvial tristemente célebre (el Riachuelo) donde caer en él equivale a suicidarse, tal es la concentración de tóxicos aportados por industrias felizmente instaladas sobre sus márgenes.

Me gusta pensar que la Madre Tierra es un inmenso organismo inteligente y que, al igual que Dios, para ella mil años son como un parpadeo. Algún día despertará molesta por efecto de nuestros “logros” y nos propinará tal sacudida, por el ultraje de que está siendo objeto que tendremos un escenario similar al programa del History Channel: “La Tierra sin Humanos”.

Los humanos, a pesar de nuestra cacareada superioridad, realmente damos para mucho que reprochar, puesto que si en algo nos destacamos es transformar si no todos, la inmensa mayoría de los descubrimientos en arma de destrucción del medio en que vivimos. 

El apto sobrevive no destruyendo el medio en que vive, sino respetándolo vía adaptación a él; puesto que de él proviene. En la religión católica (así como en muchas otras) existe el mandamiento de respetar padre y madre; sería sensato que por extensión apliquemos a la brevedad este mandato respeto de nuestro ambiente, antes de que sea demasiado tarde.

Amigo Abdel, como verás, todos los amigos contertulios expresan su opinión sobre el tema y, más o menos, con pequeñas variaciones, llegamos al mismo lugar. La modernidad que nos ha traído la Ciencia, es buena para unas cosas y, ese mismo adelanto, ha sido malo para otras, ya que, el mundo no se para y sus habitantes inventan nuevas cosas y formas de vida que no siempre, están en consonancia con lo mejor para todos. Sin embargo, no siempre podemos achacar a la Ciencia todo lo malo que pasa, sino que, por el contrario, somos nosotros mismos, nuestras ambiciones y las cosas mal entendidas las que llevan siempre al lado oscuro que lo distorsiona todo y oscurece los logros.
La Ciencia es Buena, simplemente se trata de sdaber utilizarla y desechar lo que de ella pueda ser perjudicial. La historia está llena de ejemplos en uno y otro sentido pero (insisto) somos nosotros los que elegimos entre las opciones que se nos presentan y, si elegimos mal…el resultado ya lo conocemos.
Debemos pensar que la evolución es imparable, es una cosa natural, nuestras mentes se desarrollan y quieren indagar y saber sobre todo y, desde los Griegos Clásicos (los verdaderos primeros científicos) hemos estado obserbando y experimentando con todo hasta discernir entre las distintas disciplinas del saber que se han ido especializando hasta alcanzar muy altos niveles y, todo eso, ha contribuido al crecimiento de la Humanidad.
De lo que dices del pasado…”ojos que no ven, corazón que no siente”, pues sí, así es como funciona la cosa pero, aquellos recolectores-cazadores que que estaban totalmente agenos a lo que el futuro traería, si le hubieran dado a escoger…¿que crees que hubieran elegido?
No debemos quejarnos porque sí, la vida moderna con todos sus lados oscuros (drogas, estafas, bancos, especuladores, etc.) es miles de veces mejorm que aquella en las que el hombre y la mujer eran esclavos de la tierra y mal vivían, o, la mejor de las veces, encontraban acomodo en una casa señorial sirviendo como esclavos y sin horario de trabajo a un “gran señor”.
Me quedo con la Ciencia y con los tiempos modernos que, habiendo perdido mucho en calidad de vida en lo que se refiere a la tranquilidad y los alimentos sanos y naturales, también debemos rconocer que, el avance en otros campos ha sido tan enorme que, de sobra, compensa los problemas.
Un saludo cordial