domingo, 22 de diciembre del 2024 Fecha
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IC 5146 Una Nebulosa difusa que hoy nos visita

Autor por Emilio Silvera    ~    Archivo Clasificado en Astronomía y Astrofísica    ~    Comentarios Comments (0)

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¡Las Nebulosas! Esas regiones del Universo en las que la materia en forma de gas y polvo interestelar posibilitan el nacimiento de nuevas estrellas que, con la potente radiación ultravioleta que emiten, ionizan la nube haciéndola brillar. Estamos contemplando espesas regiones H II (la notación H II se refiere al hecho de que los átomos de Hidrógeno (H) están ionizados) en las que, cada átomo de Hidrógeno ionizado contribuye con dos partículas al gas, es decir, con un protón y un electrón. Estas regiones son calientes, con temperaturas típicas de 10 000 K, y son entre 10 y 100 000 veces más densas que las regiones H I. Se encuentran normalmente alrededor de las estrellas O y B jovenes y masivas. Radian intensamente en radio e infrarrojo, la radiación térmica está en el polvo.

Así que, esta de hoy es una Nebulosa difusa, clasificada IC 5146 en Cygnus, un complejo de luz y nebulosidad que rodea a un cúmulo muy disperso con una estrella de magnitud 10. Está claro que la gran cantidad de gas ionizado radia con el hidrógeno al rojo y se deja ver la luz azulada de la luz estelar de jóvenes estrellas que son poderosas fuentes.

La radiación ultravioleta es una región del espectro electromagnético cuyo rango de longitudes de onda se extiende desde el límite de Lyman en 91,2 nm hasta 350 nm. Puede dividirse en ultravioleta lejano, para las longitudes de onda más cortas, y ultravioleta cercano, para las más largas, estando la frontera entre las dos en aproximadamente 200 nm. Solapándose ligeramente con el ultravioleta lejano se halla la banda del ultravioleta extremo, que se extiende en el rango de 10-100 nm.

Aquí también está presente la radiación térmica que es la radiación electromagnética que tiene su origen en la energía térmica de un objeto. Posee dos formas principales: radiación de cuerpo negro y radiación térmica libre-libre. Todos los objetos emiten radiación térmica en virtud de su temperatura; en muchos objetos astronómicos, dicha radiación térmica será muy similar a la radiación de cuerpo negro.

En la radiación libre-libre, la energía térmica de los electrones es convertida en radiación a medida que son acelerados por los iones. Esto explica la mayor parte de la radiación procedente de las Nebulosas calientes.

Se puede ver claramente como la nube molecular oscura y densa se vislumbra por el resplandor que le llega del brillo estelar y del gas y polvo ionizados. Esta nube fundamentalmente de gas y polvo interestelar compuest por moléculas que en este caso, parecen ser nubes moleculares pequeñas. Estas nubes son nebulosas oscuras y los telescopios infrarrojos detectan la pequeña cantidad de calor emitida por el polvo. Los radiotelescopios detectan numerosas líneas espectrales de las moléculas interestelares contenidas en dichas nubes.

De las moléculas interestelares sabemos que aparecen de forma natural en las nubes de gas y polvo en el espacio y que han sido identificadas muchas variedades como el amoníaco, el agua, alcohol etílico, el formaldehído, ácido acético y una gran variedad de iones y radicales que son inestables en la Tierra, como el hidroxilo, el anmoníaco de azufre y el ion formilo, también pueden encontrarse muchas variantes isotópicas como por ejemplo aquella en la que el átomo de hidrógeno ha sido reemplaza por un átomo de deuterio una forma más pesada de hidrógeno.

Con poco que nos esforcemos, nos podemos imaginar lo que  en esta Nebulosa puede ocurrir, y las transformarciones que pueden llegar a producirse a partir de de un material tan primario como el hidrógeno, no tenemos más remedio que maravillarnos de los mecanismos naturales que son capaces de fabricar estrellas que pueden brillar durante miles de millones de años a partir de infinitesimalñes partículas de gas y polvo que, por la interacción y el rose de sus pequeños cuerpos, van calentando el lugar, aquello comienza a girar sobre un centro y la Gravedad, haciendo su trabajo, comprime aquella materia hasta que en el núcleo se alcanzar las temperaturas adecuadas para llegar a la fusión nuclear y nace la protoestrella que más tarde, será una rutilante estrella del firmamento que se pavoneará lanzando sus chispeantes miradas (vistas desde muy lejos) en forma de radiación ultravioleta que incidirá en el comportamiento de toda la región circundante.

A partir de ahí, la Nebulosa cobra su verdadero sentido: gestar una infinidad de estrellas que serán nuevos cúmulos, unas veces abiertos y otras cerrados dependiente de la intensidad e inmensidad, de la cantidad de masa que la nebulosa lleve consigo . Lo que sí es seguro, es que, una Nebulosa, siempre llamará nuestra atención por sus mil formas y colores. A partir de esa mezcla primordial, amigos míos, es de donde surgen sistemas solares como el nuestro y, lo que eso supone…ya lo sabemos.

¡La vida puede estar rondando!

emilio silvera

 


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