lunes, 25 de noviembre del 2024 Fecha
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La Nebulosa Omega NGC 6618

Autor por Emilio Silvera    ~    Archivo Clasificado en Astronomía y Astrofísica    ~    Comentarios Comments (5)

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Si miramos en Internet, lo primero que aparece es:

“La Nebulosa Omega (también conocida como la Nebulosa del cisne, la Nebulosa del calzador, la Nebulosa de la langostaM17NGC 6618) es una región HII en la constelación de Sagitario. Fue descubierta por Philippe Loys de Chéseauxen 1745Charles Messier la catalogó en 1764.

La Nebulosa Omega se encuentra a una distancia entre 5000 y 6000 años luz, y tiene un tamaño de unos 15 años luz de diámetro, estando asociada a una nube molecular de unos 40 años luz de diámetro y una masa de 30000 masas solares. La masa total de la Nebulosa Omega se calcula en unas 800 masas solares y es una de las regiones HII más brillantes y masivas de nuestra galaxia; si no aparece más impresionante es por verse prácticamente “de canto”.

Existe un cúmulo (NGC 6618) en la nebulosa, que contiene en su centro dos estrellas de tipo espectral O4V, y además dos estrellas de tipo O5V, y 100 estrellas de tipo espectral más temprano que el B9. Es la radiación de esas estrellas jóvenes y calientes -sobre todo la de las dos O4V- la que excita y hace brillar los gases de la nebulosa; estudios recientes muestran que éste es uno de los cúmulos más jóvenes conocidos, con una edad que no llega ni al millón de años y que la nebulosa seguramente alberga entre 8000 y 10000 estrellas que han nacido en ella, 1/3 de ellas en el cúmulo NGC 6618.”

Sin embargo, la Nebulosa es mucho más de lo que arriba podemos leer, tiene algunos nombres alternativos como Nebulosa de la Herradura y la Nebulosa del Cisne y ha sido descrita con la forma de la letra griega omega y de otras figuras conocidas.

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¿Salvar la Humanidad o Destruirla?

Autor por Emilio Silvera    ~    Archivo Clasificado en General    ~    Comentarios Comments (1)

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Como tantas veces he mencionado, la evolución de nuestro Sol, con el paso del tiempo, lo llevará de manera irremediable a contraerse hasta alcanzar el tamaño de la Tierra y volverse tan denso como para evitar su propio colapso por la presión de degeneración de los electrones. La densidad que alcanza es de 5×108 Kg/m3.

En su fase anterior, la de gigante roja, crece varias veces su tamaño original, y en el caso de nuestro Sol su órbita sobrepasará al planeta Mercurio, al planeta Venus y probablemente al planeta Tierra, que para entonces, por lo elevado de las temperaturas reinantes, habrá visto evaporarse el agua de los ríos y océanos hasta dejarlo seco y yermo, sin posibilidad de vida.

Para cuando todo eso ocurra, ¿quién estará aquí?; faltan varios miles de años y, si la Humanidad no se ha destruido a sí misma, espero que para entonces tenga preparado todos los medios necesarios para instalarse en otros mundos, preferiblemente fuera de nuestro Sistema Solar, ya que los planetas vecinos, una vez desaparecido el Sol, no creo que reúnan las condiciones idóneas para acoger la vida, y las lunas de esos planetas tampoco parecer suficientemente acogedoras: Io, el tercer satélite más grande de Júpiter, sólo tiene un diámetro de 3.630 Km y es una caldera volcánica donde la radiante lava fluye de sus muchos volcanes. Toda la superficie de Io tiene un color amarillento debido a los depósitos de azufre u óxido de azufre. Existen extensas llanuras y regiones montañosas en Io, aunque no cráteres de impacto, indicando que su superficie es muy joven geológicamente.

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En nuestro Universo, ¡la vida! prolifera

Autor por Emilio Silvera    ~    Archivo Clasificado en Astronomía y Astrofísica    ~    Comentarios Comments (0)

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Darwin dijo:  “En alguna pequeña charca caliente, tendrían la oportunidad de hacer el trabajo y organizarse en sistemas vivos.”

Hasta que supimos que existían otros sistemas planetarios en nuestra Galaxia, ni siquiera se podía considerar esta posibilidad como una prueba de que la vida planetaria fuera algo común en la Vía Láctea. Pero ahora se sabe que más de cien estrellas de nuestra zona de la galaxia tienen planetas que describen órbitas alrededor de ellas. Casi todos los planetas descubiertos hasta ahora son gigantes de gas, como Júpiter y Saturno (como era de esperar, los planetas grandes se descubrieron primero, por ser más fáciles de detectar que los planetas pequeños), sin embargo es difícil no conjeturar que, allí, junto a estos planetas, posiblemente estarán también sus hermanos planetarios más pequeños que, como la Tierra, pudieran tener condiciones para generar la vida en cualquiera de sus millones de formas.

En comentarios de otras fechas, ya me refí a los elementos más abundantes del Universo: carbono, hidrógeno, oxígeno y nitrógeno (CHON).

Lee Smolin, de la Universidad de Waterloo,  Ontario, ha investigado la relación existente entre, por una parte, las estrellas que convierten unos elementos más sencillos en algo como el CHON y arroja esos materiales al espacio, y, por otra parte, las nubes de gas y polvo que hay en éste, que se contrae para formar nuevas estrellas.

Nuestro hogar dentro del espacio, la Vía Láctea, es una entre los cientos de miles de millones de estructuras similares dispersas por todo el Universo visible, y parece ser una más, con todas las características típicas – de tipo medio en cuanto a tamaño, composición química, etc.- La Vía Láctea tiene forma de disco plano, con alrededor de cien mil años luz de diámetro, y está formada por doscientos mil millones de estrellas que describen órbitas en torno al centro del disco.

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¡Galaxias!

Autor por Emilio Silvera    ~    Archivo Clasificado en Astronomía y Astrofísica    ~    Comentarios Comments (19)

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Ayer hablamos aquí de Eta Carinae, posiblemente la estrella más descomunalmente grande de nuestra Galaxia, y, como hoy tenemos la Nebulosa que la acompaña y de la que también hablamos ayer, mejor será para no repetirnos, hablar de Galaxias que, al fin y al cabo, son las moradas de tantas y tantas hermosas Nebulosas que, como jardines de infancia estelares, producen infinidad de estrellas de todo tipo que, no pocas veces, en la noche cerrada y oscura, con sus guiños nos hacen soñar.

Nuestro universo es igual en todas partes.  Las leyes que rigen en todo el Universo son las mismas.  La materia que puebla el Universo, Gases estelares, polvo cósmico, Galaxias con cientos de miles de millones de estrellas y sistemas planetarios, también es iguales en cualquier confín del Universo.   Todo el Universo, por lo tanto, está plagado de Agujeros Negros y de estrella de neutrones.  En realidad, con el transcurso del tiempo, el número de estos objetos masivos estelares irá en aumento, ya que, cada vez que explota una estrella supermasiva, nace un nuevo agujero negro o una estrella de neutrones, transformándose así en un objeto distinto del que fue en su origen.  De gas y polvo pasó a ser estrella y después se transformó en un Agujero negro o en una estrella de neutrones.

GALAXÍA

La Galaxia espiral que acoge a nuestro Sol y a las estrellas visibles a simple vista durante la noche; es escrita con G mayúscula para distinguirla de las demás galaxias.  Su disco es visible a simple vista como una débil banda alrededor del cielo, la Vía Láctea; de ahí que a la propia Galaxia se la denomine con frecuencia Vía Láctea.

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Estrellas masivas

Autor por Emilio Silvera    ~    Archivo Clasificado en Astronomía y Astrofísica    ~    Comentarios Comments (6)

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Como hoy nos visita la Imagen de la hiperestrella, Eta Carinae, no parece descabellado que hagamos un amplio comentario con relación a este tipo de estrellas supermasivas.

“Comprender las estrellas masivas es clave para nuestro conocimiento del Universo, ya que dominan la luz que recibimos de las galaxias lejanas. Sus propiedades vienen determinadas por su gran masa, pero hay todavía muchos aspectos centrales que no comprendemos bien. Observarlas en galaxias cercanas nos permite estudiarlas en una variedad de condiciones, mientras que en nuestra Galaxia el infrarrojo nos está abriendo nuevas perspectivas.”

Así comienza, un artículo escrito por D. Artemio Herrero, Mirian Gracia y Sergio Simón Días en la Revista Española de Física, Volumen 23, número 3, 2009 que trata de Astronomía y Astrofísica, y, siguen diciendo lo siguiente:

Introducción

La masa es el parámetro principal que determina el destino de una estrella, desde su nacimiento hasta su desaparición. Otros factores tales como su composición química, el momento angular con que nace, manifestado en su velocidad de rotación, o la presencia de compañeras con las que poder interactuar, pueden afectar también su evolución, aunque de modo secundario.

La masa de la estrella afecta tanto a su estr4uctura interna como a su apariencia externa. Internamente, el enorme potencial gravitatorio eleva las temperaturas centrales, haciendo que las reacciones nucleares generen una cantidad de energía tal que el núcleo, siendo incapaz de transportarla por radiación, se vuelve completamente convectivo. Externamente, la luminosidad y temperatura de la superficie son tan altas, que la presión de la radiación es capaz de impulsar las capas de la atmósfera hacia el espacio a velocidades que pueden llegar a los 3000 Km/s, una velocidad comparable a la que adquiere la materia expulsada por una explosión Supernova (que llegan a los 10000 Km/s). La diferencia es que la explosión de Supernova dura apenas una fracción de segundo, mientras que el viento estelar es una constante durante millones de años.

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