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Luz, energía, neutrinos

Autor por Emilio Silvera    ~    Archivo Clasificado en Física Cuántica    ~    Comentarios Comments (5)

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Decimos que masa es la medida de la inercia de un cuerpo, es decir, su resistencia a la aceleración. También hablamos de masa atómica relativa, de masa crítica, de masa en reposo, gravitacional , inercial, masa molecular relativa, icluso hablamos de masa relativista que es la masa de un cuerpo medida por un observador con respecto al cual ese cuerpom se mueve. De acuerdo con la teoría especial de la relatividad, la masa m de un cuerpo moviendose a velocidad v está dada por m = m0/√(1 – v2/ c2, donde m0 es su masa en reposo y c es la velocida de la luz. La masa relativista sólo difiere significativamente de la masa en reposo si su velocidad es una fracción apreciable de la velocidad de la luz. Si v = c/2, por ejemplo, la masa relativista es un 15% mayor que la masa en reposo.

Pero veámos otras fasetas de la masa que son altamente interesantes.

Einstein en su teoría de la relatividad especial de 1.905, nos decía que en nuestro universo nada puede ir más rápido que la luz. También nos dejó dicho que masa y energía don dos aspectos de una misma cosa. Que la materia se puede convertir en energía (ahí está la bomba atómica como demostración) pero, ¿es posible hacer lo contrario y convertir energía en materia?

Sí sería posible convertir energía en materia, pero hacerlo en grandes cantidades resulta poco práctico. Veamos por qué.

Según la teoría de Einstein, tenemos que e = mc2, donde e representa la energía, medida en ergios, m representa la masa, medida en gramos, y c es la velocidad de la luz en centímetros por segundo.

La luz se propaga en el vacío a una velocidad aproximada a los 30.000 millones (3×1010) de centímetros por segundo. La cantidad c2 representa el producto c×c, es decir:

3×1010 × 3×1010, ó 9×1020.

Por tanto, c2 es igual a 900.000.000.000.000.000.000.

Así pues, una masa de un gramo puede convertirse, en teoría, en 9×1020 ergios de energía.

El ergio es una unida muy pequeña de energía que equivale a: “Unidad de trabajo o energía utilizado en el sistema c.g.s y actúa definida como trabajo realizado por una fuerza de 1 dina cuando actúa a lo largo de una distancia de 1 cm: 1 ergio = 10-7 julios”. La kilocaloría, de nombre quizá mucho más conocido, es igual a unos 42.000 millones de ergios. Un gramo de materia convertido en energía daría 2’2×1010 (22 millones) de kilocalorías.  Una persona puede sobrevivir cómodamente con 2.500 kilocalorías al día, obtenidas de los alimentos ingeridos. Con la energía que representa un solo gramo de materia tendríamos reservas para unos 24.110 años, que no es poco para la vida de un hombre.

O digámoslo de otro modo: si fuese posible convertir en energía eléctrica la energía representada por un solo gramo de materia, bastaría para tener luciendo continuamente una bombilla de 100 vatios durante unos 28.200 años.

O bien: la energía que representa un solo gramo de materia equivale a la que se obtendría de quemar unos 32 millones de litros de gasolina.

Nada tiene de extraño, por tanto, que las bombas nucleares, donde se convierten en energías cantidades apreciables de materia, desaten tanta destrucción.

La conversión opera en ambos sentidos. La materia se puede convertir en energía y la energía en materia. Esto último puede hacerse en cualquier momento en el laboratorio, donde continuamente convierten partículas energéticas (como fotones de rayos gamma) en 1 electrón y 1 positrón sin ninguna dificultad. Con ello se invierte el proceso, convirtiéndose la energía en materia.

Pero estamos hablando de una transformación de ínfimas cantidades de masa casi despreciable. ¿Pero podremos utilizar el mismo principio para conseguir cantidades mayores de materia a partir de energía?

Bueno, si un gramo de materia puede convertirse en una cantidad de energía igual a la que produce la combustión de 32 millones de litros de gasolina, entonces hará falta toda esa energía para fabricar un solo gramo de materia, lo que nos lleva al convencimiento de que no sería muy rentable invertir el proceso.

Recuerdo en este punto cómo los viajeros espaciales de la Nave Enterprise, cuando tienen hambre, le piden a una dispensadora de alimentos lo que desean comer o beber, y la máquina, a partir de la energía, le facilita todo aquello que necesiten. La serie Star Trek, unas de las mejores que han sido realizadas, reflejan algunas licencias que como esta de la máquina dispensadora, no explican de dónde precede la fuente de energía que utilizan y, que según lo que se ve, tendría que ser inagotable.

Antes de que llegara Einstein, los físicos del siglo XIX creían que la materia y la energía eran dos cosas completamente diferentes. Materia es todo aquello que ocupaba un espacio y que poseía masa. Y al tener masa también tenía inercia y respondía al campo gravitatorio. La energía en cambio, no ocupaba espacio ni tenía masa, pero podía efectuar trabajo. Además, se pensaba que la materia consistía en partículas (átomos), mientras que la energía, se componía de ondas.

Por otra parte, esos mismos físicos del XIX creían que ni la materia ni la energía, cada una por su parte, podía ser creada ni destruida. La cantidad de materia del universo era constante, igual que la cantidad total de energía.  Había pues una ley de conservación de la energía y de conservación de la materia.

Albert Einstein, en 1.905, les demostró que la masa es una forma muy concentrada de energía. La masa podía convertirse en energía y viceversa.  Lo único que había que tener en cuenta era la ley de conservación de la energía. En ella iba incluida la materia.

Hacia los años veinte se vio además que no se podía hablar de partículas y ondas como si fuesen dos cosas diferentes. Lo que se consideraban partículas actuaban en ciertos aspectos como si de ondas se tratara, y lo que normalmente se consideraban ondas actuaban en ciertos aspectos como partículas.

Así podemos hablar de ondas del electrón, por ejemplo; y también de partículas de luz, o fotones. Pero existe una diferencia entre la una y el otro, mientras que la partícula que denominamos electrón, posee una “masa en reposo” mayor a cero, los fotones por el contrario, no tienen masa alguna, por ese motivo, estas partículas se mueven siempre a una velocidad de 299.792’458 metros por segundo a través del vacío, no debemos olvidar que un fotón es una partícula de luz.

La luz está compuesta por fotones y precisamente ya se ha dicho que es la luz la que tiene el record de velocidad del universo al correr a unos 300.000 Km/s, exactamente 299.792’458 Km/s.

¿Y los neutrinos?

Los neutrinos se forman en ciertas reacciones nucleares y ningún físico atómico ha sido hasta ahora capaz de medir su masa. Es probable que los neutrinos, como los fotones, tengan una masa en reposo nula, aunque en realidad el neutrino nunca podrá estar en reposo y, como el fotón, siempre se está moviendo a 299.792’458 Km/s y adquieren esa velocidad desde el instante en que se forma.

Pero los neutrinos no son fotones, porque ambos tienen propiedades muy distintas. Los fotones interaccionan fácilmente con las partículas de materia y son retardados y absorbidos al pasar por la materia. Los neutrinos, por el contrario, apenas interaccionan con las partículas de materia y pueden atravesar un espesor de años luz de plomo sin verse afectados.

Parece claro, por tanto, que si los neutrinos tienen una masa en reposo nula, no son materia. Por otro lado, hace falta energía para formarlos, y al alejarse se llevan algo de ella consigo, de modo que son una forma de energía.

Sin embargo, atraviesan cualquier espesor de materia sin interaccionar apenas, de modo que prácticamente no efectúan trabajo. Lo cual les distingue de cualquier otra forma de energía. En su momento se habló de que los neutrinos podían ser la energía oscura que tanto fascina a todos los físicos, astrofísicos y astrónomos, sin embargo, al no haber detectado la masa de los neutrinos, se desechó la idea.

El neutrino es de la familia de los leptones y existe en tres formas. Una asociada al electrón y se conoce como neutrino electrónico (νe), otra al muón y es el neutrino múonico (νµ) y por último el que está asociado con la partícula tau, que es el neutrino tauónico (νt). Cada forma tiene su propia antipartícula.

El neutrino fue postulado en 1.931 para explicar la energía “perdida” en la desintegración beta. Fue identificado de forma tentativa en 1.953, y definitivamente en 1.956, dando la razón a Wolfgang Pauli que presintió su existencia.

Los neutrinos no tienen carga y como dijimos antes, tampoco tienen masa; son pura energía que viaja siempre por el espacio a la velocidad de la luz. En algunas teorías de gran unificación se predice que los neutrinos tienen masa no nula, pero no hay evidencia concluyente para eso.

Cuando Pauli propuso su existencia para justificar la energía perdida en la desintegración beta, Enrico Fermi lo bautizó con el nombre de neutrino.  La ley de conservación de la energía prohíbe que ésta se pierda, y en la desintegración beta, que es un tipo de interacción débil en la que un núcleo atómico inestable se transforma en un núcleo de la misma masa atómica pero de distinto número atómico, hace que en el proceso un neutrón se convierta en un protón con la emisión de un electrón, o de un protón en un neutrón con la emisión de un positrón. Pero la cuenta no salía, allí faltaba algo, no se completaba en la transformación la energía original, así que Pauli añadió en la primera un antineutrino electrónico y la segunda la completó con un neutrino electrónico, de la manera siguiente:

Neutrón desintegrado: n → p + e + ve

Protón desintegrado: p → n + e+ + ve

Un ejemplo de esto es la desintegración del carbono-14.

Así fue como se dio a conocer al mundo la existencia de neutrinos.

Así que la masa está formada por átomos, los átomos por partículas y las partículas por otras partículas y, más allá de todo eso, ¿qué puede haber? ¿serán esas famosas cuerdas vibrantes?

Siempre existen fuentes de las que bebimos para saciar nuestra sed de saber.

emilio silvera

 

  1. 1
    Fandila
    el 19 de mayo del 2011 a las 10:52

    Para mí que siempre hay partículas más pequeñas.
    La energías más etéreas tambien participan de la curvatura universal. Una onda no es más que un enrocado continuo, de no ser así serían unidimensionales.
    Llas cuerdas no podrían permanecer como tales si se supone el espacio curvo, la presión e interacción del resto de cuerdas someterían a las demás, de tal forma que han de enrocarse a la manera de la estructuras comunes en partículas, sometidas de una forma u otra a la curvatura. Desde las mís pequeñas a las mayores. Mejor que se conderasen, diferentes enrocados según los cuantos. Salvo que se considera un espacio plano, que tampoco, pues el plano tambien se daría la curva plana (como resultado de interacion quiero decir)
    Que la cuerda como tal pueda existir, claro que puede, pero no generalizada como un fundamento de la materia.
    Las partículas también vibran, y ya están en la forma de partículas. Las leyes de la Naturalezan tienden siempre a la manera más simple.

    Responder
    • 1.1
      emilio silvera
      el 19 de mayo del 2011 a las 11:08

      El espacio y lo que contiene.
      El “espacio oculto” y lo que nos esconde.
      La materia y lo que nos dice.
      La Materia oculta que sólo nos habla a través de la Gravedad.
      Las Energías provenientes de la materia Bariónica.
      Las energías que no sabemos bien de donde procede su fuente.
      Las Fluctuaciones de vacío.
      Las partículas ¿”virtuales”?
      Las inmensas densidades de las estrellas enanas blancas, de Neutrones y, finalmente de los A.N.
      Quásares y púlsares.
      Tadio Galaxias activas.
      Las fuentes de las mayores energías de rayos Gamma que hemos podido detectar.
      ¿Y, de partículas? ¿Cuántas maravillas podríamos comentar?
      Energía, masa, transiciones de fases, interacciones, fusiones y fisiones, elementos, química-biológica…¡El Universo! que es, todo eso, y mucho más.
      ¡Que me gustaría saber!

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  2. 2
    Fandila
    el 19 de mayo del 2011 a las 11:20

    Si señor, Emilio, todas nuestras dudas no serán más que eso el afán de saber.
    Como has dicho en más de una ocasión, qué poco sabemos ara lo que podremos saber.
    Quién pudiera estar al tanto de lo que se descubre cada día.
    No hace mucho ley sobre una estadistica respecto a los libros o material impreso que sale a a luz, no sé si cada segundo o minuto y se cfraba a cientos de kilómetros o algo así. Qué mente podría asimilar tanta información en ese tiempo. Afortunadamente nuestra capacidad de concreción o de resumir las cosas también es muy grande.
    Respecto a eso venimos a ser como analfabetos funcionales.

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  3. 3
    Fandila
    el 19 de mayo del 2011 a las 13:09

    El adimensional 137.   
    He venido incidir en el número 137, adimensional para la estructura fina y en el equivalente que Heisemberg le hizo:    2⁴ · 3³/π ;  y para mi sorpresa, encuentro su valor en las supuestas combinaciones de elementos a partir de la energía oscura y su estructura de red.
    La red de materia libre ha de ser de estructura cúbica curva, la más simple, es decir un cubo según la superficie esférica. Pero en la superficie esférica los ocho  elementos del cubo se distribuyen equidistantes, de tal forma que cada cuatro (el equivalente a una cara del cuadrado recto) quedan comprendidos en la superficie πr² de las 4 que componen la superficie esférica = 4πr²
    La probabilidad de choque o interacción de esos ocho elementos con los adyacentes en igual configuración de red es de 3, los elementos más probables por encontrarse más cerca y en la dirección de avance. Dichos elementos resultantes de las combinaciones, se combinarán a su vez en la misma probabilidad, o número,  3.
    El número total de elementos recombinados hasta la materia normal para una estructura cúbica de red sería:
     
    8 x3  composiciones de 2 elementos
    (8×3) x2 elem. x 3 nuevas combinaciones x 3 elementos (mayoritarios para combinaciones elementales m. normal):
                                                     2 x3³
    Pero esto sería si todos las partículas poseyeran la misma probabilidad de combinarse, lo que no es así.
    En su movida cada uno de ellos podría ocupar una superficie r², su abanico de avance, lo cual se cumple.
    El cuadrado esférico o la esfera estructura de red sólo podría avanzar en el sentido de una de sus caras de las cuatro equivalentes  a πr².
    El número total de elementos combinados que correspondería a toda la esfera habrá que dividirlo por π (no por  πr², ya que el radio no afecta a la probabilidad)
     Entonces:                           
                                            2 x3³/π = 137, 5098
     
     Seguramente este valor será exacto si consideramos la pequeña vibración de los elementos que influirá en la probabilidad de combinación, o la no exactitud en la esfericidad de la red.
     
    Puede que este resultado sólo sea una coincidencia, o tal vez se trate de una equivalencia con el concepto de estructura fina, y que vienen a significar lo mismo.
     
     

    Responder
  4. 4
    Fandila
    el 19 de mayo del 2011 a las 23:07

    Consideraciones sobre el 137.
     
    Sea como sea, este número de elementos correspondería a la totalidad de los primordiales que componen la materia “másica” a partir de una estructura cúbica elemental de red.
    Aquellos elementos primordiales que no consiguiesen la combinación permanecerán en su estado libre (espuma cuantica) como componentes de la abundante energía oscura.
     
    Pero en la globalidad, en el total de energía oscura, el conjunto de cubos esféricos podrá actuar aleatoriamente, como probabilidad, por cualquiera de sus cuatro lados. De ello se deduce que la probabilidad de combinación para toda la energía oscura será de ¼, con lo que la primera generación de partículas, la materia oscura propiamente hablando, se pgeneraría según un 25%. La siguiente generación también se generará como un 25% del 25% de su materia generadora, la materia oscura, con lo que su porcentaje sería del 6% aprox.
    Estos porcentajes teóricos oscilaran según el margen vibratorio, o los desvíos desde la uniformidad para sitios localizados, por lo que estos valores no pueden ser exactos. Pero todo ello sería corregible si dichas magnitudes se conocieran.
     
    Por otro lado, si se supiese la diferencia dimensional entre los distintos estamentos se sabría el aumento de volumen o tamaño en la evolución hasta el presente, y consiguientemente la variación de volumen y el valor de la expansión, pues, como sabemos, viene generada por la presión oscura.
    Claro, que todo lo dicho se ha supuesto para “generaciones en frío”, pero  en la globalidad, seguramente los fenómenos de alta presión y temperatura, no son causa, sino consecuencia de las propias generaciones en frío, que las provoquen por su acción gravitatoria, es decir que en promedio serán las materias oscuras las responsables de la expansión, y más si se considera su dominio porcentual en el Universo.
    Se observa que los ordenes de dimensión conocidos comienzan a separarse notoriamente a partir de 10> -17 o 10> -18 . Seguramente se pueda decir que los órdenes de dimensión hacia abajo varíen en forma cuadrática. No sería difícil en este supuesto calcular el volumen de ahora partiendo de las combinaciones desde la estructura de red cúbica.

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