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No siempre, los mensajeros de la Ceincia, son científicos

Autor por Emilio Silvera    ~    Archivo Clasificado en General    ~    Comentarios Comments (7)

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Está claro que la Ciencia, siempre ha sido cosa de los científicos y, hasta hace bien poco tiempo, la gente normal de la calle, tenía pocos medios de acceder a noticias científicas que los tuvieran al día de aquellos acontecimientos importantes que en relación a investigaciones y descubrimientos científicos ocurrían por el mundo. Sin embargo, llegó Internet y todo eso cambió. Ante todas las personas interesadas, se abrió un mundo nuevo, y, a través del un “simple” ordenador, se podía llegar hasta los cromosomas, hasta Titán la Luna de Satunrno, o, ¿por qué no? hasta los nanositos que podían construir estructuras increíbles.

Existen Blog o páginas que podemos visitar en Internet que son muy buenos transmisores de los acontecimientos científicos que surgen en las distintas disciplinas del saber humano, y, sobre todo, sobresalen las noticias  experimentos y observaciones en Física, Química, Biología y Astronomía.

Busco por curiosidad y, en un blog que intrigado, se hizo las mismas preguntas que yo me estoy haciendo ahora, encuentro que ha elaborado (previa búsqueda por la Red de Internet) un Ranking de éstos Blogs y, como suponía, los que resultaron más populares ocupan puestos muy alejados de los primeros, ya que, la Ciencia, interesa a grupos de personas interesadas en saber y, por desgracia, no son tantas como sería deseable.

Así queda comprobado por

Bioinformática

Biología Computacional

La ignorancia y la superstición requiere de una lucha muy dura para poder erradicarla y, desde luego, los Gobiernos del mundo no hacen todo lo que podrían para ello. Actitud que no pocas veces es interesada y los dirigentes ven impasibles como el pueblo que “gobiernan” carece de una buena educación mientras que ellos envían a sus hijos a estudiar a los Centros más caros y privados y al extranjero a Universidades de renombre donde tienen una preparación garantizada.

No podemos dar un paso sin que podamos comprobar cómo a nuestro alrededor crecen las pseudociencias y prosperan los estafadores que viven y prosperan embaucando a esos grupos en los que encuentran una audiencia fácil. Incluso en los anuncios de televisión que bombardean nuestros hogares cada día, podemos ver como ofrecen medicamentos o cremas milagrosas que curan y rejuvenecen con “ancestrales remedios” y, para ello, en los enunciados del anuncio introducen palabras y frases que pretenden avalar el producto dándole un carácter científico del que, en realidad carecen. Todo ello, al margen de la Medicina y de la verdadera Ciencia y, desde luego, no existe una legislación o normativa que impida tan descarado proceder que, arropado por los medios de comunicación que emiten los anuncios (se trata de recaudar) sin el menor pudor, éstos llegan al pueblo llano y, desde luego, obtienen los frutos deseados en con la mayor impunidad.

Claro que, en esta batalla nos encontramos en un campo de batalla donde la lucha es desigual, porque, entre otras razones, a los seres humanos nos atrae más una promesa o historia  misteriosa que, la realidad misma y, parece que dentro de nosotros llevamos un resorte que nos empuja a creer aquello que (aunque algo nos induce a pensar que es imposible) nos promete esa felicidad soñada o ese mundo maravilloso que tanto se aleja de la realidad que la Ciencia nos muestra cada día.

Es mucho más fácil atraer la atención y entretener con historias fantásticas sobre entidades y poderes misteriosos que explicar (tediosamente al oyente) de manera clara y precisa el nacimiento, vida y muerte de una estrella. La gente quiere oír a quiénes les habla de ese mundo inexistente pero que, es presentado ante ellos con una “certeza” absoluta y, sobre todo, que les promete todo aquello que ellos quisieran conseguir.

Es fácil comprobar el índice de audiencia que puede tener un buen programa científico y otro que, siendo pseudocientífico, obtiene mejores resultados y se mantiene más tiempo en pantalla. Así, podemos ver con asombro (no todos) que el programa de un charlatán es más visto que aquel que se ajusta al método científico y nos cuenta adelantos o descubrimientos que han costado años de duro trabajo y son los únicos que hacen posible que la Humanidad avance.

Claro que, como todo es negocio, no podemos culpar a los medios que colaboran para que esto sea posible, ellos se deben a la clientela, y, si ésta prefiere ser engañada y disfruta con ello, nada pueden hacer, ahí está su beneficio y la elección entre la Ciencia y la “Basura”, se decantará siempre, a favor de la última.

Todos sabemos donde residen los verdaderos culpables y, al principio, señalaba a los verdaderos culpables de que todo esto sea así. Todo está en la base, en la preparación de los niños del mundo que son, las poblaciones del mañana. Si los que pueden poner el remedio continúan estableciendo parcelas de privilegios para minorías y se desentiende de esa mayoría a la que nunca prestan la debida atención, nada cambiará y sólo unos pocos podrán discernir entre ciencia y pseudociencia, entre lo posible y lo que no lo es.

¡Políticos! Un “mundo” digno de ser estudiado y que está compuesto por gente de una clase “especial”. La gente corriente: Arquitectos, oficinistas, carpinteros, albañiles o fontaneros, conductores o comerciantes; médicos y amas de casa, físicos o biólogos, todos dedicados a su tarea diaria (que tan necesaria es), dejan en manos de los políticos sus destinos y, desde luego, no siempre, estos “representantes del pueblo” o dictadores en no pocos casos, les lleva por el camino deseado ni realizan aquellas (falsas) promesas que con tanta energía lanzaban a la cara de los oyentes de sus discursos pre-electores.

Así, nos encontramos instalados en que la mayoría del pueblo tiene una manera de “ver” las cosas que tiene su origen en el inconsciente colectivo que, imbuido de ese falso mundo que les aleja de la realidad y, le impide “verla”, se adapta a esa mentira y no es consciente del daño que le han causado, y, lo más grave es que, en la mayoría de los casos tampoco lo son del daño que le están causando a sus hijos. Todos podemos ver el comportamiento (por lo general) de la juventud, para la que es más importante éste o aquel grupo musical o ésta o aquella fiesta que, saber la distancia que nos separa del Sol, o, por qué éste es tan importante para la vida en la Tierra.

Hoy, al levantarme con el recuerdo aún en la mente de un programa vergonzoso que pusieron en TV, y, con el ánimo encrespado, me puse a escribir sobre todo esto que, si la “Providencia” no lo remedia, seguirá por el mismo camino.

Qué razón tenía aquél que dijo: “Preparemos a los niños de hoy para evitar tener que castigar a los delincuentes de mañana” Aunque una metáfora, es una realidad de cuyo mensaje podemos obtener que muchos de los males del mundo hoy, son consecuencia de lo que no hicimos ayer, y, lo que dejamos de hacer es el proporcionar una buena base de conocimientos a los que hoy, prefieren la pseudociencia y las “bellas mentiras” a esa realidad que no alcanzan a comprender.

Podemos dar por hecho que, los profesores de Universidad y otros responsables de evitar estos desmanes sociales, están atados de pies y manos, hacen lo humanamente posible por divulgar el saber del mundo cada cual en su parcela pero, no siempre cuentan con los medios para ello, y, en la mayoría de los casos, se les niega lo esencial para hacerlo posible.

Los perjudicados: Los de siempre, el pueblo llano que, sin medios, se ven privados a disfrutar de una educación y una preparación que no pueden permitirse comprar y que el Estado les niega mientras sus dirigentes disfrutan de manera deshonesta de todo aquello que todos merecen.

Por todo esto, es de agradecer que, algunas personas, sin pedir nada a cambio, se esfuercen en tratar de divulgar la Ciencia y, para ello, acudan a estas páginas o Blogs que les permite llegar a muchos con poco coste y muchos esfuerzos.

Gracias a todos ellos que, aunque no siempre son reconocidos, al menos sí que obtienen la satisfacción personal del un deber cumplido.

emilio silvera

 

  1. 1
    Fandila
    el 24 de mayo del 2011 a las 1:44

    Quizá se eche de menos que gente entendida y aun especializada en las distintas facetas de la ciencia no participen en Web, foros , debates… por Internet.
    Hay muchos interesados en cualquier rama, que quisieran profundizar, e intercambiar conocimientos e incluso experiencias a unos niveles que sólo los cientificos pudieran supervisar. Seguramente ellos mismos se enriquecerían con el aporte mutuo.
    Que hubiese muchos Emilios y contertulios a su nivel. Ojala la divulgación del saber se divulgara tanto.
                                                                                                                                           Saludos

    Responder
  2. 2
    emilio silvera
    el 24 de mayo del 2011 a las 7:11

    Gracias amigo, el problema está en la avaricia.
    Todos quieren ganar, tener cosas, y, sobre todo, no dan nada porque sí. Hace unos meses, intenté convencer a un reputado Físico parqa que diera una charla en la Asociación Cultural Amigos de la Física 137 e/hc, y, aunque le pagábamos los gastos, el hombre pedía un dineral por acudir, la Ciencia, para él, era un vehículo para enriquecerse, y, si te digo la verdad, tampoco es ese el camino.
    Gente que ha llegado a la cumbre, están situados, no tienen problemas económicos y son reconocidos socialmente, deberían pensar en devolver a la Sociedad algo de lo que ésta, en realidad les dio. Todos podemos alcanzar un grado de saber en esta o aquella disciplina mediante el estudio y la preparación a la que otros no pudieron acceder bien por circunstancias económicas, o simplemente por falta de inteligencia. En estos casos, los que han tenido la suerte de llegar, deberían pensar un poco más en lo que no pudieron hacerlo y, cederles un poco de lo que ellos alcanzaron…el mundo, sería mejor.
    Por otra parte, pienso que, dichos personajes, no alcanzaron la grandeza suficiente para ser grandes…les faltó ese saber dar. Simplemente, recordándo las caras de asombro de aquellas personas que escuchaban una charla sobre temas generales del Universo, el orador, se sentía más que pagado. El poder transmitir lo poco que puedas saber a personas que tienen curiosidad por entender cómo son las cosas, es una alegría.
    Feynman decía: “El placer de descubrir…”, y, podríamos añadir: ¡El placer de transmitir…!
    Un saludo amigo.
     
     

    Responder
  3. 3
    Ignacio C. Ignoscere
    el 24 de mayo del 2011 a las 16:31

    Afortunadamente se puede encontrar sitios web muy interesantes como el que nos ofrece el buen Don Emilio.

    Saludetes!

    Responder
    • 3.1
      Anadelagua
      el 25 de mayo del 2011 a las 0:19

      Estoy totalmente de acuerdo.Siempre que encuentro un rato de paz de la buena vengo aquí para, despacio,ir poco a poco creciendo.
      Gracias amigo Emilio.
      Saludos Fandila e Ignoscere…nos “vemos” 🙂

      Responder
      • 3.1.1
        Ignacio C. Ignoscere
        el 25 de mayo del 2011 a las 0:47

        Muy cierto amiga Anita, por lo menos yo tengo mi tiempo para entender las cosas porque soy bastante bruto, por esa misma razón debe ser que me desagrada mucho que por ejemplo pretendan manejar mi tiempo, que es lo más valioso que tengo naturalmente.

        Un abrazo, nos estamos “viendo” 🙂

        Responder
        • 3.1.1.1
          Anadelagua
          el 25 de mayo del 2011 a las 1:20

          A mi lo que me matan son las fórmulas cuando no conozco sus valores o no estoy hecha a manejarme con ellos,pero como lo explica también pues vale la pena el esfuerzo.
          Si es que sabe hasta de la cultura maya…
          Claro que noestro tiempo es lo más valioso que tenemos…
          Pero como dice el sabio”La primera vez que me engatuses será culpa tuya,la segunda vez será culpa mia”
          Mas abrazos 😉

        • 3.1.1.2
          Ignacio C. Ignoscere
          el 25 de mayo del 2011 a las 2:04

          Jaja, pienso igual que tú Anita, los números no es lo mío, para hacer una simple cuenta necesito a mi buena amiga la calculadora, y hasta el simple uso de la misma me aburre.

          Abrazote! 😉

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