lunes, 23 de diciembre del 2024 Fecha
Ir a la página principal Ir al blog

IMPRESIÓN NO PERMITIDA - TEXTO SUJETO A DERECHOS DE AUTOR




¡La Luz! ¿Qué haríamos sin ella?

Autor por Emilio Silvera    ~    Archivo Clasificado en Física    ~    Comentarios Comments (6)

RSS de la entrada Comentarios Trackback Suscribirse por correo a los comentarios

En algún otro co0mentario he comentado: “Las partículas alfa emitidas por un nucleido particular poseían iguales energías en cantidades inesperadas.  En ese caso, ¿qué era errónea en la emisión de partículas beta? ¿Qué había sucedido con la energía perdida?”

El mundo actual se encuentra sumido en una gran revolución sociocultural basada en la ciencia y la tecnología. Ahora hablamos con normalidad de nanotecnologías basadas en el Grafeno que dejan hacer maravillas impensables hasta hace muy poco tiempo.

Las partículas Alfas son átomos de He doblemente ionizados, es decir, que han perdido sus dos electrones. Por tanto, tienen dos neutrones y dos protones. Es la radiación característica de isótopos de número atómico elevado, tales como los del uranio, torio, radio, plutonio. Dada la elevada masa de estas partículas y a que se emiten a gran velocidad por los núcleos (su velocidad es del orden de 107m/s), al chocar con la materia pierden gradualmente su energía ionizando los átomos y se frenan muy rápidamente, por lo que quedan detenidas con tan sólo unos cm de aire o unas milésimas de mm de agua. En su interacción con el cuerpo humano no son capaces de atravesar la piel. Así pues, tienen poco poder de penetración siendo absorbidos totalmente por una lámina de aluminio de 0.1 mm de espesor o una simple hoja de papel.

Las partículas beta son electrones emitidos a grandes velocidades próximas a la de la luz. Debido a la menor masa que la radiación alfa, tienen más poder de penetración que las partículas alfa siendo absorbidas por una lámina de aluminio de 0.5 mm de espesor y quedan frenadas en algunos m de aire, o por 1 cm de agua. En el cuerpo humano, pueden llegar a traspasar la piel, pero no sobrepasan el tejido subcutáneo. Los positrones son partículas con masa despreciable y carga equivalente a la de un protón.

Las partículas gamma son radiaciones electromagnéticas de la misma naturaleza que los rayos X pero de menor longitud de onda. Su poder de penetración es muy elevado frente al de las partículas alfa o beta, pudiendo atravesar el cuerpo humano. Quedan frenadas con espesores de 1 m de hormigón o unos pocos cm de plomo, por lo que cuando se utilizan fuentes radiactivas que emiten este tipo de radiación, hay que utilizar blindajes adecuados.

Los neutrones proceden de reacciones de fisión o de reacciones nucleares con otras partículas. Pueden ser muy penetrantes excepto en agua y en hormigón, y se utilizan para producir elementos radiactivos cuando interaccionan con elementos estables.

neutrinos, partículas fantasmales

             Los neutrinos son partículas de lo más extrañas: no tienen carga eléctrica, prácticamente no tienen masa y pueden viajar largas distancias atravesando todo a su paso y sin desviarse. De hecho, varios neutrinos pueden haber atravesado tu cuerpo mientras leías este párrafo. De verdad.

Son partículas “fantasma” producidas en los profundos infiernos estelares, en el corazón de las supernovas y en las explosiones de estrellas moribundas. Suena dramático, y lo es. Tienen una masa 200.000 veces menor que la del electrón, por lo que pueden traspasar la materia como si estuvieran en otro mundo, pero están en este.

 

La energía  es la capacidad que tiene un sistema para producirtrabajo; se mide en Joules. A pesar de ser un fenómeno único puede manifestarse de varias formas: Mecánica, Eléctrica, Calórica, etc; y pueden transformarse unas en otras. Esta transformación de las energías se los llamaPrincipio de conservación de la Energía, pero ¿Qué es el Principio de conservación de la Energía? Esto es una ley de la relatividad, según la cual la energía ni se crea ni se destruye, solo se transforma.

En 1.922, Lise Maitner se hizo por primera vez esta pregunta, y, hacia 1.930, Niels Bohr estaba dispuesto a abandonar el gran principio de conservación de la energía, al menos en lo concerniente a partículas subatómicas.  En 1.931, Wolfgang Pauli sugirió una solución para el enigma de la energía desaparecida.

materia oscura (en azul) captada por la NASA

         Claro que, hay mucha materia perdida.

Tal solución era muy simple: junto con la partícula beta del núcleo se desprendía otra, que se llevaba la energía desaparecida.  Esa misteriosa segunda partícula tenía propiedades bastante extrañas.  No poseía carga ni masa.  Lo único que llevaba mientras se movía a la velocidad de la luz era cierta cantidad de energía.  A decir verdad, aquello parecía un cuerpo ficticio creado exclusivamente para equilibrar el contraste de energías.

Sin embargo, tan pronto como se propuso la posibilidad de su existencia, los físicos creyeron en ella ciegamente. Y esta certeza se incrementó al descubrirse el neutrón y al saberse que se desintegraba en un protón y se liberaba un electrón, que, como en la decadencia beta, portaba insuficientes cantidades de energía.  Enrico Fermi dio a esta partícula putativa el nombre de “neutrino”, palabra italiana que significa “pequeño neutro”.

El neutrón dio a los físicos otra prueba palpable de la existencia del neutrino.  Como ya he comentado muchas veces aparte de este trabajo, casi todas las partículas describen un movimiento rotatorio. Esta rotación se expresa, más o menos, en múltiples de una mitad según la dirección del giro.  Ahora bien, el protón, el neutrón y el electrón tienen rotación de una mitad. Por tanto, si el neutrón con rotación de una mitad origina un protón y un electrón, cada uno con rotación de una mitad, ¿qué sucede con la ley sobre conservación del momento angular? Aquí hay algún error. El protón y el electrón totalizan una mitad con sus rotaciones (si ambas rotaciones siguen la misma dirección) o cero (si sus rotaciones son opuestas); pero sus rotaciones no pueden sumar jamás una mitad. Sin embargo, por otra parte, el neutrino viene a solventar la cuestión.

Supongamos que la rotación del neutrón sea +½. Y admitamos también que la rotación del protón sea +½ y la del electrón -½, para dar un resultado neto de o. Demos ahora al neutrino una rotación de +½, y la balanza quedará equilibrada.

+½(n)=+½(p)-½(e)+½(neutrino)

Pero aun queda algo por equilibrar.  Una sola partícula (el neutrón) ha formado dos partículas (el protón y el electrón), y, si incluimos el neutrino, tres partículas.  Parece más razonable suponer que el neutrón se convierte en dos partículas y una antipartícula.  En otras palabras: lo que realmente necesitamos equilibrar no es un neutrino, sino un antineutrino.

El propio neutrino surgiría de la conversación de un protón en un neutrón.  Así, pues, los productos serían un neutrón (partícula), un positrón (antipartícula) y un neutrino (partícula). Esto también equilibra la balanza.

En otras palabras, la existencia de neutrinos y antineutrinos debería salvar no una, sino tres, importantes leyes de conservación: la conservación de la energía, la de conservación del espín y la de conservación de partícula/antipartícula.

El centro del átomo se llama núcleo y está principalmente formado por las partículas llamadas Protones y Neutrones, los que constituyen la mayoría de la masa del átomo. Orbitando alrededor del los núcleos están pequeñas partículas llamadas electrones. Estos electrones tienen una masa muchas veces mas pequeña que el Protón y el Neutrón. Hay otras partículas sub-atómicas estudiadas por los físicos atómicos, pero estas tres son suficientes para nuestro propósito.
Todos los elementos de la tabla periódica están formados por las tres partículas con la sola excepción del Hidrógeno que tiene un núcleo formado por un solo protón.

Es importante conservar esas leyes puesto que parece estar presentes en toda clase de reacciones nucleares que no impliquen electrones o positrones, y sería muy útil si también se hallasen presentes en reacciones que incluyesen esas partículas.

Reacciones nucleares que ocurren en el interior del Sol

Las más importantes conversiones protón-neutrón son las relaciones con las reacciones nucleares que se desarrollan en el Sol y en los astros.  Por consiguiente, las estrellas emiten radiaciones rápidas de neutrinos, y se calcula que tal vez pierdan a causa de esto el 6 u 8 % de su energía.  Pero eso, sería meternos en otra historia y, por mi parte, con la anterior explicación solo trataba de dar una muestra del ingenio del hombre que, como habréis visto, no es poco.

Desde que puedo recordar, he sido un amante de la Física. Me asombran cuestiones como la luz, su naturaleza de un conglomerado de colores, ondas y partículas, su velocidad que nos marca el límite del máximo que podemos correr en nuestro Universo, y en fin, muchos otros misterios que encierra esa cosa tan cotidiana que nos rodea y lo inunda todo haciendo posible que podamos ver por donde vamos, que las plantas vivan y emitan oxígeno o que nos calentemos.  Realmente, sin luz, nuestra vida no sería posible.

          Entonces, ¿qué es realmente la luz? Esa maravilla que nos permite ver el Universo

Muchos (casi todos) opinan que es algo inmaterial. Los objetos materiales, grandes o muy pequeños como las galaxias o los electrones, son materia.  La luz, sin embargo, se cree que es inmaterial, dos rayos de luz se cruzan sin afectarse el uno al otro.

Sin embargo, yo que, desde luego, no soy un experto, opino en cambio que la luz, es simplemente una forma de energía lumínica, otra forma en la que se puede presentar la materia.  Nosotros mismos, en última instancia, somos luz.

Algunos hablan de que la energía Ka es la conexión entre el espíritu, la dimensión y la forma.

Está claro que, los estudiosos de la época antigua y medieval estaban por completo a oscuras acerca de la naturaleza de la luz. Especulaban sobre que consistía en partículas emitidas por objetos relucientes o tal vez por el mismo ojo. Establecieron el hecho de que la luz viajaba en línea recta, que se reflejaba en un espejo con un ángulo igual a aquel con el que el rayo choca con el espejo, y que un rayo de luz se inclina (se refracta) cuando pasa del aire al cristal, al agua o a cualquier otra sustancia transparente.

El Color es la impresión producida al incidir en la retina los rayos luminosos difundidos o reflejados por los cuerpos. Algunos colores toman nombre de los objetos o sustancias que los representan naturalmente. Orientado al espectro solar o espectral puro, cada uno de los siete colores en que se descompone la luz blanca del sol: rojo, naranja, amarillo, verde, azul turquesa y violeta.

Cuando la luz entra en un cristal, o en alguna sustancia transparente, de una forma oblicua (es decir, en un ángulo respecto de la vertical), siempre se refracta en una dirección que forma un ángulo menor respecto de la vertical.  La exacta relación entre el ángulo original y el ángulo reflejado fue elaborada por primera vez en 1.621 por el físico neerlandés Willerbrord Snell.  No publicó sus hallazgos y el filósofo francés René Descartes descubrió la ley, independientemente, en 1.637.

Los primeros experimentos importantes acerca de la naturaleza de la luz fueron llevados a cabo por Isaac Newton en 1.666, al permitir que un rayo de luz entrase en una habitación oscura a través de una grieta e las persianas, cayendo oblicuamente sobre una cara de un prisma de cristal triangular. El rayo se refracta cuando entra en el cristal y se refracta aún más en la misma dirección cuando sale por una segunda cara del prisma. (Las dos refracciones en la misma dirección se originan por que los dos lados del prisma de se encuentran en ángulo en vez de en forma paralela, como sería el caso en una lámina ordinaria de cristal.)

Newton atrapó el rayo emergente sobre una pantalla blanca para ver el efecto de la refracción reforzada.  Descubrió que, en vez de formar una mancha de luz blanca, el rayo se extendía en una gama de colores: rojo, anaranjado, amarillo, verde, azul, y violeta, en este orden.

Newton dedujo de ello que la luz blanca corriente era una mezcla de varias luces que excitaban por separado nuestros ojos para producir las diversas sensaciones de colores.  La amplia banda de sus componentes se denominó spectrum (palabra latina que significa “espectro” fantasma).

Newton llegó a la conclusión de que la luz se componía de diminutas partículas (“corpúsculos”), que viajaban a enormes velocidades.

corpúsculos de lus que salen disparados isotrópicamente

Le surgieron y se planteó algunas inquietudes cuestiones. ¿Por qué se refractaban las partículas de luz verde más que los de luz amarilla? ¿Cómo se explicaba que dos rayos de luz se cruzaran sin perturbase mutuamente, es decir, sin que se produjeran colisiones entre partículas?

La interacción entre las dos galaxias tendrá más consecuencias que si lo hicieran dos rayos de luz que, simplemete se cruzarían sin que las partículas que los componen colisionaran.

En 1.678, el físico neerlandés christian Huyghens (un científico polifacético que había construido el primer reloj de péndulo y realizado importantes trabajos astronómicos) propuso una teoría opuesta: la de que la luz se componía de minúsculas ondas. Y si sus componentes fueran ondas, no sería difícil explicar los diversos difracciones de los diferentes tipos de luz a través de un medio refractante, siempre y cuando se aceptara que la luz se movía más despacio en ese medio refractante que en el aire.  La cantidad de refracción variaría con la longitud de las ondas: cuanto más corta fuese tal longitud, tanto mayor sería la refracción.   Ello significaba que la luz violeta (la más sensible a este fenómeno) debía de tener una longitud de onda mas corta que la luz azul, ésta, más corta que la verde, y así sucesivamente.

Lo que permitía al ojo distinguir los colores eran esas diferencias entre longitudes de onda.  Y, como es natural, si la luz estaba integrada por ondas, dos rayos podrían cruzarse sin dificultad alguna.  (Las ondas sonoras y las del agua se cruzan continuamente sin perder sus respectivas identidades.)

Céñuñas situadas en la retina que permiten ver los colores.

Pero la teoría de Huyqhens sobre las ondas tampoco fue muy satisfactoria. No explicaba por qué se movían en línea recta los rayos luminosos; ni por qué proyectaban sombras recortadas; ni aclaraba por qué las ondas luminosas no podían rodear los obstáculos, del mismo modo que pueden hacerlo las ondas sonoras y de agua.  Por añadidura, se objetaba que si la luz consistía en ondas, ¿cómo podía viajar por el vacío, ya que cruzaba el espacio desde el Sol y las Estrellas? ¿Cuál era esa mecánica ondulatoria?

emilio silvera

 

  1. 1
    Ramon Marquès
    el 19 de febrero del 2009 a las 19:03

    Hola amigo Emilio:
    Me ha gustado mucho esto de que nosotros somos luz. Puede que por aquí vayan las cosas, por decirlo de alguna manera somos espacio de Higgs o espacio vibratorio en expansión, y la luz es un tipo de energía que puede que se descubra como esencial para ambas concepciones. Se busca el bosón de Higgs, pero tenemos la luz.
    Un saludo cordial. Ramon Marqués

    Responder
    • 1.1
      Emilio Silvera
      el 23 de agosto del 2011 a las 11:51

      Amigo Ramón, a estas alturas poco podemos dudar de que nosotros, como materia que somos (independientemente de esa otra parte mental e inmaterial que nos acompaña), también somos, en último lugar, pura luz, eneregía que, algún día…muy lejos aún en el futuro, podrá estar en contacto directo con las estrellas y demás objetos del Cosmos, lo podremos visitar, estar dentro de ello y, para cuando eso pueda suceder, nada de lo que ahora se nos oculta podrá ser calificado de misterio, nosotros, podremos formar parte de todos ellos y, entonces, el misterio será simplemente realidad.

      Te imaginas poder hacer un viaje en forma de luz hasta un Agujero Negro o un púlsar, ¡que sensación!

      Un abrazo amigo Ramón con un poco de retraso si vemos la fecha de tu entrtada.

      Responder
  2. 2
    kike
    el 23 de agosto del 2011 a las 16:46

    “Céñuñas”

     Dícese de las células algo ñoñas; hasta el punto de que algunas, siendo capaces de ver en colores,  su ñoñería no les deja ser conscientes de su capacidad, por lo que otras células más espabiladas (neuronas), deben interpretar esas lecturas colorarias.

     PD. Te Tocó Maese….;P

    Responder
    • 2.1
      emilio silvera
      el 24 de agosto del 2011 a las 6:21

      Hola, amigo mío.
      Y bien tocado por cierto pero, es muy temprano para reir, el personal se enfada.
      Una cosa está más que clara, nadie es infalible y, equivocarnos, todos lo hacemos.
      ¡Ceñuñas! Qué barbaridad.
      Un abrazo

      Responder
  3. 3
    Riesling
    el 30 de agosto del 2011 a las 6:22

    Hola don Emilio , hoy me ha surgido una confusión. Un astrónomo me dijo que el Sol era verde, en teoría claro y que tiene un espectro similar al de un cuerpo negro.  Luego pensé en el experimento del prisma, se dice que la luz blanca del Sol tiene todos los colores del visible, de ahí que se descomponga. Pero al ver el espectro del Sol veo que es mas energético para longitudes de onda del amarillo en la parte visible. ¿Como pues dicen que es luz blanca si el Sol emite mas en amarillo? 
    ¿Toda la parte del espectro visible que emite el Sol llega a la superficie terrestre?
    ¿Ademas el Sol es verde? 

    Aun sigo visitando su blog, con algo de silencio.
    Saludos ♫ ♪ 

    Responder
    • 3.1
      emilio silvera
      el 30 de agosto del 2011 a las 7:53

      Hola, señor Reisling. Lo importante es estar y, cuando hay que decir alguna cosa se dice, mientras se observa y se “escucha” lo que dicen los demás, estar al día es importante. Es un placer tenerle por aquí.
      En cuanto a la luz, dentro de lo poco que se de ella, puedo decir que es una radiación electromagnética a la que el ojo humano es sensible y sobre la cual depende nuestras consciencia visual del universo y sus contenidos. La radiación electromagnética que podemos observar varía entre las longitudes de onda de alrededor de 750 nm en el extremo rojo (longitudes de onda largas) hasta alrededor de 380 nm en el extremo violeta (longitudes de onda cortas).
      El Sol es una fuente emisora de radiación en todas las longitudes de onda: infrarroja, gamma, Ultravioleta…pero, sólo el UV cercano alcanza la superficie de la Tierra, ya que la capa de ozono de la atmósfera absorbe todas las longitudes de onda por debajo de 290 nm.
      Cuando hablamos de radiación de cuerpo negro, en realidad nos estamos refiriendo a la radiación térmica que debería ser emitida por un cuerpo negro. La radiación de cuerpo negro tiene un espectro característico, descrito por la ley de Planck, en el que el pico de emisión se desplaza a longitudes de onda más cortas al aumentar la temperatura del cuerpo negro (puedes mirar la Ley de desplazamiento de Wien).
      Por otra parte, sí. Las estrellas radian a menudo como un cuerpo negro en la parte óptica del espectro.
      En cuanto al Sol, como bien sabe, es una estrella clasificada como G2V: una estrella “Amarilla”. Ya sabe que el color es la sensación producida cuando la luz de diferentes longitudes de onda incide sobre el ojo humano. A pesar de que el espectro visible cubre un rango continuamente variable e colores desde el rojo hasta el violeta, es habitualmente divido en siete colores del espectro visible con distintos rangos en las longitudes de onda.
      Una mezcla de todos estos colores encontrados en la luz del día produce luz blanca; otros colores son producidos cambiando las proporciones u omitiendo componentes.
      Claro que, el Sol Verde, ese que hemos podido contemplar muchas veces en imágenes del Hubble y otros telecopios, es debida a la clase de sistema empleado, no es lo mismo tomar la imagen en el ultravioleta que en el infrarrojo o en rayos gamma, cada una de ellas nos dará un color visual diferente del objeto, el verde del Sol se debe a otra cosa que dejo para el final.
      Existe un efecto óptico visible (rayo verde) bajo condiciones favorables en el momento de la salida o la puesta del Sol, en el que una pequeña fracción de la parte más alta del disco visible del Sol aparece brevemente de color verde intenso como resultado de la refracción preferencial de la luz. El suceso requiere un horizonte plano y claro para observarlo, además de quizás condiciones atmosféricas excelentes, el horizonte del mar es considerado como ideal para verlo.
      Pero para contestar a tu pregunta específica de si el Sol es Verde: La luz del Sol emitida desde su superficie es blanca (por eso se puede descomponer con un prisma en colores del arco iris). También emite luz no visible. De todos los colores que el Sol emite, el verde es el más intenso (si atenuamos todos los colores parejo, ¡veríamos el Sol ligeramente verde! Qué pasa cuando al color verde le restamos el azul? Obtenemos amarillo.
      En otras palabras: amarillo + azul = verde. ¿Qué implica esto? Que nuestra atmósfera -actuando como filtro- dispersa el color azul del Sol y entonces nos quedamos con una fuerte impresión de que es amarillo, pero sumando estos dos colores, tendríamos un refulgente color verde. (Que en la vida real se ve Blanco porque se sumen los colores: violeta, naranja, rojo, etc.).
      Bueno, no creo que extenderse más sea otra cosa que enredar la cuestión.
      Un saludo cordial
       
       

      Responder

Deja un comentario



Comentario:

XHTML

Subscribe without commenting