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La Anti teoría; El Creacionismo Darwiniano
por Shalafi ~ Clasificado en General ~ Comments (13)
De seguro no ha de ser fácil referirse a ese Darwinismo Jesuita o Jesusiano o si quieren a ese Creacionismo Evolutivo, una especie de tartaleta de peras con limones, que tanto a muchos atormenta, lo cierto, es que por uno u otro lado de manera independiente, cabos sueltos siempre quedan, por eso hoy, probaré con este mix de ambos, quizás, ese sabor agridulce me entregue una mirada mas amplia tanto del ayer como también de nuestro mañana.
El inicio
Quizás, seamos el fruto de una casualidad, una especie de pollo que no nace de un huevo, eso, seguramente nunca lo desentrañaremos y por siempre continuará como una disyuntiva entre creacionistas y evolucionistas. Pero lo cierto he indiscutible es que , hemos avanzado y valla que demasiado, primeramente la vida; ese milagro animado que en algún lugar se dio paso desde la no vida , de la materia inerte e inanimada a lo que es hoy, en un planeta rebozarte de diversidad de especies por todos los rincones y de allí, como se han ido sucediendo especies tras especies, hasta que un momento aparecemos en escena, nosotros, los seres humanos, los actuales monarcas de esta pequeña mota de polvo que viaja a través del espacio casi infinito ya por casi 4.500 millones de años y digo actual por que en el pasado fueron otros los monarcas, aunque su reinado tuvo un final muy dramático. Pero vamos avanzando un poco y comencemos con algunas de nuestras interrogantes ¿ Cuantas veces nos preguntamos, si estamos solos o si existe mas vida repartida por allí afuera?, lo cierto es que, quizás pudiera ser y creo que así es, abundancia por todos lados, de hecho, me baso en las leyes de la naturaleza, todo se repite por todos lados, de las nebulas nacen las estrellas y alrededor de cada una de ellas se conforman planetas girando a su alrededor, unos gaseosos y otros rocosos como el nuestro, los ladrillos fundamentales para la vida también deben ser parte del mismo ciclo, así, como hemos logrado descubrir, que el agua es abundante en todos los confines del Universo. ¿Pero seres como nosotros?, allí, la cosa cambia, cuesta imaginarse aquello y digo esto, porque comparándonos con los demás seres vivos, esa inmensa abundancia que se ha ido dando una y otra vez en el planeta, queramos o no, nos ha ido colocando cada vez mas alto en la escala de la evolución, un lugar privilegiado que difícilmente otra especie de cualquiera de los cinco reinos que conocemos pueda llegar a alcanzar alguna vez.
La complejidad de la vida
Hoy mirando hacia atrás, nos cuesta imaginar a lo que hoy hemos llegado, tanto así, que podríamos pensar que nuestros frágiles cuerpos están siendo más complejos que el propio Universo que nos alberga. Cada uno de nosotros es un universo por si mismo, un trozo de materia animada con sofisticados sistemas biológicos organizados jerárquicamente en aparatos, sistemas, órganos y tejidos, que se van componiendo de las mas de cincuenta billones de células que posee el cuerpo humano, pero además, dotados de algo muy particular, quizás, nuestro sello único, el cerebro, un órgano muy complejo y hasta ahora todavía desconocido, lleno de secretos, el que hace que todo nuestro cuerpo funcione, que a pesar, que solo supone cerca del 2% de nuestra masa corporal, consume cerca del 20% del oxigeno y calorías que necesitamos diariamente. Como cosa curiosa, su composición mayoritaria es de casi un 80% de agua y a pesar de ser el encargado de procesar las señales de dolor de otras partes del organismo, en si mismo, este no siente dolor. Pero este por sobre todas las cosas anteriores, se ha desarrollado a tal magnitud, que hoy nos provee, de ese distingo único, la conciencia, el pensamiento, el razocínio, la comprensión en definitiva, la inteligencia humana, toda ella sumida en su interior acuoso, características que nos han llevado a desarrollar tantas cosas que no tienen parangón alguno con todo aquello inerte que gira y continua girando en el espacio, ya por un tiempo que se va transformando en casi infinito, por siempre y para siempre, realizando un mismo ciclo.
Nosotros en cambio, dotados de ese órgano casi mágico, hemos ido avanzando, creando tecnología y ciencia y por medio de estas, hemos ido doblándole la mano a la naturaleza, alargando nuestro ciclo de vida, utilizando los elementos de la misma naturaleza en nuestro propio beneficio e incluso, llegando a crear nuevos elementos, que la naturaleza no posee. Quizás comenzando a crear algo y que de seguro será nuestra mayor aliada en los siguientes pasos de la evolución, me refiero a la creación de la naturaleza artificial, esa herramienta con la que venceremos completamente las leyes impuestas por la naturaleza y que hoy nosotros, los monarcas de la materia animada esta dispuesta a vencer.
El futuro
De seguro, lograremos seguir avanzando y hoy, mirando hacia delante, me atrevo a pensar de cómo podríamos llegar a ser, si tomáramos como un precepto, el acelerado avance que cada día logramos mas y mas, vale la pena preguntarse ¿ Como seremos en mil años mas? y casi de seguro, a aquellos privilegiados herederos, nuestra evolucionada inteligencia les tendrá deparadas unas vidas que hoy ni en la mejor película de ciencia ficción podríamos recrear, como tampoco podríamos encontrar hoy una mente capaz de razonar e imaginar tan hacia delante.
Habremos vencido a la naturaleza, nuestras vidas serán eternas, a lo mejor nuestros cuerpos siempre envejecerán y tal vez, habremos creado cuerpos artificiales en los cuales podamos transmutar nuestras conciencias y nuestras mentes completas, para que allí, en forma artificial o natural, se mantengan sin los letargos del paso del tiempo, cuerpos quizás, desechables, con el chips de nuestra conciencia dentro.
Si fuimos el producto de una casualidad como apuntan algunos, hoy tenemos un tremendo logro, nuestra conciencia y nuestra inteligencia, nos han llevado mas allá, hemos creado los sentimientos, la alegría, la tristeza, el amor y cuantas otras cosas, que están dentro de nosotros como también lo están todos nuestros conocimientos, como en un gran libro, almacenados, pero ciertamente no tenemos hojas, sino todo en la conciencia, un espacio pequeñísimo dentro de nuestras cabezas pero en los que caben cientos de libros completos de información.
La vida por sobre todo
Debemos preservar nuestras vidas, de otra manera no tendría sentido el que estemos acá, si nacimos de la nada o fuimos creados como apuntan otros, es bueno que miremos un poco a nuestro alrededor, todo cuanto hemos logrado, la música, el arte, la ciencia, nos hemos sobrepuesto a un Universo inerte y hemos hecho de esta pequeña mota de polvo, quizás el lugar mas entretenido del Universo, donde nuestra pequeña raza a creado civilizaciones, hemos inundado el espacio de hermosos sonidos arrojados de esa ciencia que es la música, como podemos imaginar que de una casualidad hoy un ciego pueda pintar un óleo, un sordo tocar un piano, o mas aún, como podemos pensar que todo lo que hemos logrado como raza gracias a esas grandes mentes que han existido en nuestro planeta queden en un tiempo mas queden en nada y mas aun en el olvido cósmico de este universo.
La mente, el verdadero tesoro
Al hilo de lo anterior, cuantas veces no hemos pensado al respecto, nuestros cuerpos son frágiles, pero nuestra mente no, quizás un cuerpo artificial como dijimos anteriormente será la solución, uno intercambiable, con sensores para poder sentirlo aunque solo táctiles, pues no querremos de seguro sentir dolores como con los naturales y por cierto, con la posibilidad que si no nos gusta uno o se daña, solo cambiaremos el chip de la conciencia a otro modelito. Mientras escribía esto, me vino a la memoria el famoso científico stephen hopkinks, quizás un claro aunque duro ejemplo de lo que planteo, una mente brillante en un cuerpo inanimado, pero sigue siendo el mismo, pues solo necesita de su mente para seguir adelante, sintiendo, pensando y creando. Amigos, el cuerpo es solo el vehículo que nos mueve, nos alberga, como si pensamos en un ciego, su mente es el, su cuerpo solo su vehículo, pero con sus luces dañadas. Todo aquello y mucho más no sucederían con cuerpos artificiales. De seguro así, deberán ser en el futuro, aunque no descarto de plano que podamos mediante la genética algún día conseguir cuerpos eternos, con medicina ultra-avanzada.
El final del Universo
Lo seguro y que deduzco de lo que somos capaces, es que el día de mañana, si desapareciera el Universo, el ser humano continuara viviendo, y no es fantasía, de seguro lograremos crear un universo propio, quizás uno paralelo en donde habitar. Ya estamos ad portas de comenzar los viajes estelares, luego vendrán los extragalacticos, de allí, tendremos a nuestro alcance todo lo que contiene la naturaleza, inagotables yacimientos de agua, metales e incluso nuevas moradas por si tuviéramos que algún día abandonar esta.
Con tecnología ultra avanzada y digo esto como una certera realidad a lo que seguro va a suceder, pues, si miramos hacia atrás, hace doscientos años, jamás nos hubiéramos imaginado como raza, naves espaciales, llegando a los confines del sistema solar, gigantescos ojos viendo casi el nacimiento del Universo, ese cuasi parto cósmico del que algunos dicen nació todo, e increíblemente todo aquello desde esta pequeña mota de polvo, el planeta tierra.
Seres especiales
Tal vez no seremos los únicos, pero si tengo claro que somos especiales y seguiremos siéndolo, una vez un evolucionista dijo, “El hombre se creo a si mismo dioses y profetas para allí echar sus descargos y alimentar y tranquilizar sus necesidades espirituales”, quizás sea cierto, pero hoy, analizando nuestro pasado, presente y futuro, también diríamos que si nuestros ancestros un día provistos de un pequeño mazo, se fueron reuniendo unos con otros y formaron pequeñas comunidades, luego fueron asentándose en diferentes lugares, con el paso del tiempo formaron aldeas repartidas en todos lados, aunque siempre unos fueron mas allá y no conformes con establecerse en un solo lugar miraron mas allá lejos del horizonte, así amigos, comenzó la colonización de nuevas tierras, aunque esta a veces trajo consigo las guerras, pues algunos terrenos ya tenían dueño y los colonizadores lucharon por hacerse de estos nuevos parajes, pero vamos la historia continuo y hasta nuestros tiempos, donde la humanidad a seguido con esta tradición de mirar siempre mas allá pero hoy a levantado su cabeza y ha mirado hacia el cielo, se ha creado de las herramientas necesarias y ha puesto inicio a esta empresa, la que hemos llamado carrera espacial, nuestra luna fue la primera en sucumbir a esa extraña necesidad de ir mas allá, luego fueron nuestros vecinos los planetas y pronto vendrán las estrellas, así con el paso de este acelerado tiempo podemos pensar que la humanidad con esa genómica virtud que es su curiosidad, algún día , habrá de colonizar la inmensidad de este Universo y allí, quizás no conforme aun, volteará introduciéndose en algún agujero de gusano para saltar a otra dimensión , en busca de otros universo, para seguir colonizando cada mas allá, pero si, aquel, humano, ya seguro será mas humanoide, provisto de esas cualidades que hoy nos hacen frágil, el, de seguro será inmortal, convertido en un casi dios, dominante de todo el universo, allí quizás sabremos que el universo fue creado para nosotros, quizás por quién, eso solo lo sabremos si ese alguien le pone termino al universo, aunque ahora ya nos esta entrando la duda, pues, de seguro trataremos de salvarnos de ese holocausto, inventaremos algo para continuar mas allá de ese momento, donde quizás explotara, todo se desvanecerá, pero luego de la nada, del vacío infinito, allí, aparecerá el ser humano escondido en alguna parte para seguir mas allá, si amigos a diferencia de aquellos gigantescos dinosaurios que un sucumbieron, nosotros, los humanos, frágiles y pequeños, hemos llegado para quedarnos.
Para terminar diría que me cuesta pensar en si alguna vez lograremos descifrar el de donde venimos, el por que estamos acá, lo que si se me hace mucho mas claro, es “ el porqué estaremos allá y hacia donde iremos”, al futuro infinito, dentro o fuera de esta burbuja gigante que es nuestro Universo.
Nuestros conocimientos, nuestros avances, todo absolutamente todo, no tiene sentido que se pierda en el olvido, tal vez después de este no halla otro Universo que tenga preparado la naturaleza, pero, claramente el hombre logrará vencer esta complicación, como siempre lo ha hecho, quizás, creando uno propio y como siempre, aprendiendo a manejar esta naturaleza que pareciera estar allí para que nosotros la aprendamos a utilizar. Quizás tengamos algo a nuestro favor, el cosmos, esta cada día más viejo y nosotros, todavía muy jóvenes.
Como datos finales de este humilde autor; diría que me considero más que un cosmólogo, un historiador filosófico tratando de escudriñar la vida de este tremendo sujeto llamado Universo, una rara mezcla de pensamiento y ciencia que cree por sobre todo en la importancia de la vida.
Abdel Majluf
Cosmólogo
P.D: Gracias a nuestro amigo y habitual contertulio del blog Abdel Majluf por su artículo.
el 19 de marzo del 2012 a las 16:25
Gracias Amigo Emilio; publicar uno de mis artículos en un sitio como este, en realmente un gran placer, ver entremezclado mis pensamientos con los tuyos, sin dudas es muy grato.
Gracias también a Shalafi y reciban un gran abrazo
el 20 de marzo del 2012 a las 7:00
Estimado Abdel:
Es un placer el haber podido acogerte en éste lugar que, como bien sabes, fue creado por amopr a la Ciencia y, todo lo que esté dirigido en esa dirección, siempre será bien recibido y, mucho más, si viene de la mano de un buen amigo como a tí te hemos considerado.
Detenemidamente he podido leer tus palabras que desgranan, de manera clara y sencilla, ese recorrido que la vida hizo desde que apareció en el planeta y cómo la evolución de la mente, ha podido dejar paso a una consciencia cada vez más especializada y que mira hacia el futuro.
Dices bien cuando mencionas que el cuerpo es sólo el portador de nuestro verdadero ser, y, cuando expones la posibilidad del traspaso de la conciencia a un chips (aunque a algunos les parezca algo exagerado), no creas que estás muy desviado de lo que podría ser la realidad del mañana.
También dejas abierta la posibilidad de que, nosotros, los humanos, seámos un día los señores del espacio y, en este punto, yo cambiaría espacio por hiperespacio, ya que, será ese el medio por el que nos moveremos a lo largo y a lo ancho del universo “infinito”, de otra manera, nunca podríamos burlar el muro de la velocidad de la luz y, nuestros viajes espaciales, serían “imposibles” por interminables. Sin embargo, por el hiperespacio, alcanzaremos otras estrellas de manera más natural y rápida acortando esos interminables caminos.
El general, tu trabajo es grato y desgrana de manera pormenorizada (pero básica), todo lo que fue y también lo que podría ser. ¡La vida! en nuestro planeta, su surgir de manos ¿del Azar? y a partir de la materia ¿inerte? ha sido y lo seguirá siendo, el gran misterio del universo por mucho tiempo y, cuando un día no determinado aún, podamos al fín, hacer ese primer contacto e intercambiar conocimientos, quizá entonces, y sólo entonces, podamos tener una respuesta más fiable de esa pregunta que se pierde a través de los tiempos: ¿Estamos sólos? ¿Qué es la vida? ¿Hacia dónde vamos?
La vida, amigo mío, es la evolución lógica que por medio de ciclos tiene la materia del Universo que, de esa manera, alcanza su más alto nivel: La materia llega a ser consciente de SER para que el Universo, por primera vez, se pueda observar a así mismo. No dedebemos olvidar y a veces lo hacemos, que nosotros, simplemente somos una parte del Universo, al igual que lo es una estrella, una galaxia o un mundo.
Dices bien y explicas mejor el recorrido que tenemos por delante y lo que podríamos llegar a ser, y, si todo marcha de la manera que deseamos, es posible que se alcance ese nivel en el que, ya nada podrá interferir en nuestro caminar en busca de ese destino. Sin embargo, mucho es lo que nos queda por delante y, no debemos olvidar que, los ciclos del universo en relación a los sucesos, se repiten de manera irremediable. Ya en el planeta Tierra hemos tenido cinco grandes extinciones y, la próxima, podría estar a la vuelta de la esquina (esperemos que no) y, si es así, la cosa se nos pondrá difícil.
Para que sea posible ese futuro que nos has dibujado en tu trabajo de arriba, es necesario que podamos alcanzar ese nivel en el que, de manera natural y, con los medios necesarios, podamos dejar el planeta y situarnos en otros mundos, y, si llega ese evento no deseado que transforme el clima del planeta hasta el punto de acabar con la vida en él presente, nosotros, los humanos, ya no estemos aquí.
A pesar de todo, a pesar de la indudable grandeza que hemos podido alcanzar, en relación al Universo no somos mucho (aún) y, las inmensas fuerzas y energías de la Naturaleza, son imposibles de batir, llegado el caso, lo único que nos puede dejar al margen para poder seguir nuestro camino es, tener la inteligencia suficiente para haber puesto los medios necesarios que nos permita escapar de tales sucesos de grandiosas proporciones.
Por otra parte, creo firmemente que aprenderemos a utilizar la Naturaleza en nuestro favor y, en lugar de agredirla como ahora hacemos, aprenderemos a ir en la dirección que ésta nos marca, ella (la Naturaleza), tiene todas las respuestas y, nosotros (no debemos olvidarlo), formamos parte de ella, y, siendo asó (que lo es), sólo tendremos que buscar dentro de nuestras mentes, en lo más profundo, para hallar las respuestas de todo lo que necesitamos saber, en nosotros mismos está la salvación para poder llegar a ese futuro que has desgranado para todos nosotros.
Ha sido un placer amigo mío.
el 20 de marzo del 2012 a las 18:00
Gracias Emilio, A si es amigo mio, como tu bién sabes, la forma de poder hacer mas llegadero al público los artículos, es precisamente de esa forma, sencilla y cercana, Sobre tus palabras tu sabes que en nuestras cabezas algo en común revolotéa. Bueno espero que sirva de algo para los que lo leyeron, Saludos cordiales.
el 19 de marzo del 2012 a las 18:03
Nunca me había puesto a pensar esto, y tiene bastante lógica como el titulo, la mezcla entre ambas teorías entrega mas respuestas a algo tan complejo.
Victos M.
el 20 de marzo del 2012 a las 18:21
Enhorabuena, amigo Abdel. Me ha parecido muy interesante tu articulo, y sinceramente yo también creo que de alguna manera, no todo este trabjao será en balde, ni se acabará todo para convertirse en algo frio e inerte.
No sé si la solución como comentas pudiera ser adaptar los cerebros a cuerpos inmortales, pienso más, que ya somos inmortales, no sé, si comopensaban los egipcios volveremos al mundo con otros cuerpos y otras misiones de aprendizaje, o evolucionaremos de tal manera que seamos capaces de sanarnos con nuestra mente, el caso, que yo al menos,he tomado la determinación de no morir, y pienso, de la manera que sea, seguir “dando guerra” para conseguir un mundo en PAZ.
Saludos.
el 20 de marzo del 2012 a las 19:09
Floren; bien dices y tomo nota de tus palabras, ciertamente la inmortalidad podríamos alcanzarla, mediante el uso de esa parte de nuestra mente que aun desconocemos, quien sabe, a lo mejor y como hasta ahora se ha demostrado, la autosanación del cuerpo por medio de la mente, podamos seguir ampliando.
Gracias y un gran abrazo
el 21 de marzo del 2012 a las 6:21
La inmortalidad corporal…¡Nunca llegará!
La inmortalidad de la mente…¡Quién sabe!
Lo cierto es que somos parte del inmenso Universo y, en nosotros, la materia alcanzó cotas increíbles si pensamos que, desde los materiales más sencillos, la transmutación estelar hizo posible que, átomos y moléculas se conformaran en complejas estructuras en nuestras mentes para llegar hasta los pensamientos, y, si eso es así (que lo es), ¿quién puede negar que la maravilla continúe?
Siempre he dicho que, en realidad, estamos hechos de pura luz. Si eso es cierto, tampoco podríamos negar que, una vez evolucionados hasta niveles muy superiores, no pudiéramos alcanzar es LUZ de Pensamientos y, unidos como un Ente superior, convertirnos en los verdaderos vigilantes del Cosmos infinito.
A veces, sin saber cómo, podemos tener extraños sueños que hace pasar por nuestras mentes, exóticas ideas de incomparable belleza: ¡Somos Luz! La luz que algún día, iluminará el universo de los pensamientos.
¡Qué cosas!
el 22 de marzo del 2012 a las 3:02
Amigo emilio; bien dices ” Que cosas” y es que cuando comenzamos a adentrarnos en estos temas tan apasionantes, nuestra imaginación pareciera comenzar a entregarnos respuestas con mas lógica que toda esa seguidilla de estudios que a diario aperecen por todos lados y que nunca han logrado ponerle la cola al gato, una especie de tautismo emergente y con un crecimiento lamentablemente exponencial como cuando hace un tiempo atras, se publicó que la mente humana habría logrado su límite ¿? de que límite hablan. Pero bueno tal vez como apuntas seamos de luz o quizas de oscuridad, seres de energía, lo único cierto es que la mente no es matería es algo muy distinto.
Por ahora, habrás de seguir con toda la licencia para soñar, buscando dentro de tu cabeza aquella respuesta.
Saludos cordiales.
el 22 de marzo del 2012 a las 7:54
Sí, amigo mío: La Mente no es materia, es otra cosa.
Y, aunque sea una licencia que me tomo, lo creo firmemente, todas las respuestas entán dentro de nosotros.
Sin embargo, para hallarlas, tendremos que dejar que el tiempo pase, que la evolución continúe y que, nuestras mentes, alcancen esos estadios que nos esperan en ese futuro vislumbrado. La Mente…¡Tiene tánto que crecer!
Y, amigo Abdel, ya sabes, “Todo es energía” y, nosotros, finalmente, eso seremos, ya que esta materia primera que nos conforma y nos da la familiar imagen humana es, simplemente (según creo), una identidad intermedia de lo que en realidad será. Cuando todo se haga luz, la Mente, al fín, SERÁ.
Un abrazo amigo.
el 22 de marzo del 2012 a las 9:38
Buenos dias a todo el foro.
Pues humildemente yo no estoy de acuerdo con eso de que la mente no es materia; creo que no existe nada más que materia y su otra cara, la energía; todo lo que existe debe estar indisolublemente ligado a ello.
Lo que debe ocurrir es que tanto la materia como la energia son capaces de cosas extraordinarias que parecen muy alejadas del “materialismo”; en nuestro cerebro se procesan millones de datos y se producen pensamientos y sentimientos que parecen estar muy alejados de la materia, pero me temo que no sea así; junto con la mente humana, que sepamos, la luz es otra de las cosas extraordinarias que existen, pero ambas son completamente materiales y energéticas.
Hasta la alta elevación espiritual que algunos seres humanos han alcanzado(Santa Teresa, San Juan de la Cruz, etc), pienso que tiene su base en la simple materia y energia. Ojalá estuviera equivocado y existiera algo más, pero me temo que no.
el 22 de marzo del 2012 a las 12:01
Estimado amigo Kike:
Cuando hablamos (al menos cuando lo hago yo), de que la mente es “algo más que materia”, hay que entenderlo como el hecho cierto de que lo alcanzado por Esa materia” es tánto que, nos parece sublime, incorpóreo y, hasta mágico.
Otra cosa, muy diferente es, que de manera literal pretendamos elevar la materia hasta lo etéreo y “cuasi divino” que, tampoco yo creo que pueda ser así. La Materia, amigo mío, es la que evoluciona y alcance esas cotas increíbles de desarrollo y consciencia que nos lleva a magnificarla hasta extremos que, en realidad y, seguramente, nunca podrá alcanzar.
Es la Materia hecha pensamiento, al que llegó por evolución y aprendiendo al interaccionar con el medio en el que nos movemos. De todo ello, la materia que conforma la Mente, aprende y escala alturas que, a veces, nos puede llegar a asustar.
¡Si existiera algo más! Entonces, esto no sería el universo donde, personas como nosotros que pensamos, podemos andar poniendo un pies detrás del otro y tirando de nuestro peso para avanzar, estaríamos en regiones “celestiales y, desde luego, nos desplazaríamos de manera muy distinta y no pegada a la tierra.
Un saludo estimado amigo.
el 22 de marzo del 2012 a las 13:31
Amigos Cual acertijo les dejo la respuesta……¿materia o energía? ¿que sucede con la materia dentro de un agujero negro? ¿ cuanta información se escapa de los agujeros negros?, ¿Porqué no podemos apreciar la información que se escapa de un agujero negro?, allí esta en parte la respuesta a esa disyuntiva.
El cerebro es parte del cuerpo, los pensamientos ¿ también lo son?, podemos medir o pesar un pensamiento, un sentimiento, ¿ porqué se escapan estos de nuestra lógica? hay algo mas allá que aun no conocemos, no podemos decir que con lo que sabemos vamos a interpretar todo, debemos como dice Emilio seguir avanzando y esperar que mas adelante aprendamos cosas que aun forman parte de ese misterio que queremos resolver y como por ahí una dijo alguién, ” el problema al final, es que nosotros formamos parte de ese mismo problema que queremos resolver”.
el 22 de marzo del 2012 a las 10:23
Más que interesante, anoche me acosté leyendo estas palabras de Deepak chopra es su libro “El libro de los secretos”, que hablan de todo lo que estamos comentando, y acabe´leyendo sobre algo que tiene mucho que ver con lo hoy comentais, lo cual, al menos a mí, me demuestra esa interconexión de pensamientos que creamos, pues hace tiempo que no leo por falta de tiempo, y voy a coger entre un montón, uno que como podeis comprobar, tiene mucho que ver.
Indistintamente, se crea en un creador o nó, me parece interesantisimo.
Empece´leyendo esto ( es que tiene que ver, para entender lo segundo):
La sabiduría que estás viviendo
La inteligencia del cuerpo
1. Tienes un propósito superior.
2. Estás en comunión con la totalidad de la vida.
3. Tu conciencia está siempre abierta al cambio: percibe momento a momento lo que ocurre en tu entorno.
4. Aceptas a los demás como tus iguales, sin prejuicios.
5. Afrontas cada momento con creatividad renovada, sin aterrarte a lo antiguo o lo gastado.
6. Tu ser se mueve al ritmo del universo. Te sientes seguro y atendido.
7. Tu concepto de eficiencia es dejar que el flujo de la vida te traiga lo que necesitas. Fuerza, control y lucha no son tu procedimiento.
8. Sientes conexión con tu origen.
9. Estás comprometido con la generosidad, fuente de toda abundancia.
10. Valoras todos los cambios, incluso el nacimiento y la muerte, en función de la inmortalidad. Lo que menos cambia es lo más real.
Ninguno de estos temas son aspiraciones espirituales; son hechos cotidianos en el plano de las células.
Propósito superior:
cada célula del cuerpo acuerda trabajar por el bien del todo; el bienestar individual es secundario. Si es preciso, morirá para proteger al cuerpo (lo que ocurre con frecuencia). La vida de cualquier célula es muchísimo más breve que la nuestra. Las células de la piel mueren por cientos cada hora, al igual que las inmunológicas que combaten los microbios invasores. El egoísmo resulta inconcebible, incluso cuando la supervivencia de las células está en juego.
Comunión:
cada célula permanece en contacto con todas las demás. Hay células mensajeras que corren en todas direcciones para notificar a los puestos avanzados más lejanos cualquier intención o deseo, por pequeño que sea. Retirarse o negarse a comunicar resulta inconcebible.
Conciencia:
las células se adaptan a cada momento. Son flexibles para responder a cada situación. Mantener hábitos rígidos resulta inconcebible.
Aceptación:
las células reconocen que cada una es igualmente importante. Todas las funciones del cuerpo son interdependientes. Realizarlas de manera aislada resulta inconcebible.
Creatividad:
aunque cada célula cumple funciones específicas (las células hepáticas, por ejemplo, realizan 50 tareas distintas), éstas se combinan de manera creativa. Una persona puede digerir alimentos que nunca había comido, concebir pensamientos nuevos o bailar de un modo nunca visto. Aferrarse a conductas anquilosadas resulta inconcebible.
Estar:
las células obedecen al ciclo universal de reposo y actividad. Aunque este ciclo se manifiesta de distintas formas (niveles hormonales fluctuantes, presión sanguínea, ritmos digestivos), su expresión más obvia es el sueño. Sigue siendo un misterio por qué necesitamos dormir, pero si no lo hacemos sufrimos disfunciones graves. El futuro del cuerpo se incuba en el silencio de la inactividad. La actividad obsesiva o la agresividad resultan inconcebibles.
Eficiencia:
las células operan con la menor cantidad posible de energía. En general, sólo almacenan tres segundos de alimento y oxígeno dentro de la pared celular. Confían totalmente en que se les proveerá. El consumo excesivo de alimento, aire o agua resulta inconcebible.
Conexión:
debido a su herencia genética común, las células saben que, en esencia, son iguales. El hecho de que las células hepáticas sean diferentes de las cardiacas, y las musculares de las cerebrales, no contradice su identidad colectiva, que es inalterable. En el laboratorio, una célula muscular puede transformarse genéticamente en célula cardiaca refiriéndola a su origen genérico. Las células saludables permanecen vinculadas a su origen sin importar cuántas veces se dividan. Vivir en aislamiento resulta inconcebible.
Dar:
la actividad principal de las células es dar, lo que mantiene la integridad del resto. El compromiso total con la concesión produce automáticamente la recepción, la otra mitad de un ciclo natural. El acopio resulta inconcebible.
Inmortalidad:
las células se reproducen para transmitir a su descendencia, sin restricciones, su conocimiento, experiencia y talentos. Es una clase de inmortalidad práctica: someterse a la muerte en el plano físico, pero vencerla en el no físico. La brecha generacional resulta inconcebible.
Es lo que mis células han convenido. ¿No es un pacto plenamente espiritual? La primera cualidad -seguir un propósito superior- corresponde a los atributos espirituales de renunciación o desprendimiento; dar es devolver a Dios lo que es de Dios; la inmortalidad coincide con la creencia en la vida después de la muerte. Sin embargo, al cuerpo no le conciernen los apelativos adoptados por la mente. Para él, estas cualidades son simplemente la manera en que funciona la vida, el resultado de la expresión biológica de la inteligencia cósmica a lo largo de billones de años. El misterio de la vida manifestó su potencial pleno con gran paciencia y cuidado: aun hoy, el acuerdo que mantiene unido mi cuerpo parece un secreto porque, a juzgar por las apariencias, no existe. Más de 250 clases de células realizan sus actividades diarias (las 50 funciones que cumplen las células hepáticas son exclusivas de ellas y no se superponen a las de las células musculares, renales, cardiacas o cerebrales) y sería catastrófico que tan sólo una de ellas se malograra. El misterio de la vida ha encontrado el modo de expresarse perfectamente por mi conducto.
Relee la lista de cualidades y presta atención a lo señalado como “inconcebible”: egoísmo, incomunicación, aislamiento, consumo excesivo, actividad obsesiva y agresividad. Si nuestras células no se comportan de este modo, ¿por qué lo hacemos nosotros? ¿Por qué si la avaricia provoca la destrucción de las células (la avaricia es el principal pecado de las células cancerígenas), la consideramos buena para nosotros?
¿Por qué nuestro consumo desemboca en una epidemia de obesidad mientras nuestras células reducen el suyo al mínimo? La conducta que aniquilaría a nuestros cuerpos en un día es la que los seres humanos hemos adoptado. Hemos traicionado la sabiduría de nuestro cuerpo y, peor aún, ignorado el modelo de una vida espiritual perfecta.
Este libro no nació de la idea de que los seres humanos son débiles o incompetentes en lo espiritual. Nació durante una crisis familiar que me infundió esperanzas renovadas.
Mi padre murió hace unos años cuando nadie lo esperaba.
Enérgico a sus 81 años, había pasado ese día de enero viendo la investidura del nuevo presidente estadounidense. Aunque se había retirado de su prolongada práctica médica como cardiólogo, seguía activo y había pasado la noche discutiendo casos clínicos con un grupo de alumnos.
Mi madre dormía en otra habitación debido a su mala salud, y no escuchó cuando Krishan se fue a la cama. Sin embargo, después de media noche, ella aún no podía conciliar el sueño y él apareció en su puerta en ropa de cama apenas una tenue silueta en la oscuridad- y le dijo que se iba. Mi madre comprendió inmediatamente. Él le dio un beso y dijo que la amaba. Entonces, volvió en silencio a su cuarto, donde sólo penetraban los sonidos nocturnos de los grillos, las aves tropicales y la ciudad de Delhi. Se acostó, invocó a Dios tres veces y murió.
y acabe´con esto:
Para volver a la sabiduría de la célula debemos aceptar que vivimos las consecuencias de elecciones ajenas. Se nos enseñaron hábitos y creencias que ignoran por completo el misterio de la vida. Estas creencias están contenidas unas en otras, como esas cajas chinas que contienen siempre otra más pequeña:
Hay un mundo material.
El mundo material está lleno de objetos, sucesos y personas.
Yo soy una de esas personas y no tengo una posición más elevada que las demás.
Para descubrir quién soy debo explorar el mundo material.
Este conjunto de creencias resulta limitante. En él no hay lugar para ningún acuerdo espiritual; ni siquiera para el alma.
¿Para qué integrar el misterio de la vida en un sistema que sabe de antemano qué es real? Por más convincente que parezca el mundo material -y para vergüenza de la ciencia moderna-, nadie ha podido demostrar que es real. Las personas comunes no están al tanto de los avances de la ciencia, por lo que este grave problema no es conocido. No obstante, cualquier neurólogo puede decirte que el cerebro no ofrece ninguna prueba de que el mundo exterior existe en verdad, y sí muchas de que no existe.
Todo lo que el cerebro hace es recibir señales incesantes relacionadas con el equilibrio químico, el consumo de oxígeno y la temperatura del cuerpo. A lo anterior se suma una corriente discontinua de impulsos nerviosos. Esta enorme cantidad de información no procesada tiene su origen en estallidos químicos que producen cargas eléctricas. Éstas viajan en todas direcciones por una intrincada red de finísimas células nerviosas, y una vez que llegan al cerebro (como un corredor que lleva un mensaje a Roma desde los límites del imperio) la corteza las combina y forma un conjunto aún más complejo de señales eléctricas y químicas.
La corteza no nos dice nada sobre este procesamiento perpetuo de información, que es lo único que ocurre dentro de la materia gris. Nosotros sólo percibimos el mundo material con todas sus imágenes, sonidos, sabores, olores y texturas.
El cerebro nos ha gastado una broma, un admirable juego de prestidigitación, pues no existe conexión entre la información no procesada del cuerpo y nuestra percepción subjetiva de un mundo exterior.
En lo que a nosotros concierne, el mundo exterior podría ser un sueño. Cuando estoy dormido y sueño, veo un mundo de sucesos tan vivido como el que veo durante la vigilia (aparte de la vista, mis otros cuatro sentidos están presentes de manera irregular, pero al menos un pequeño porcentaje de personas tiene los cinco: pueden tocar, saborear, escuchar y oler con tanta intensidad como cuando están despiertos). Sin embargo, cuando abro los ojos en la mañana, sé que esos sucesos tan reales fueron producto de mi mente. Nunca he tomado el sueño por realidad porque doy por hecho que los sueños no son reales.
¿Mi cerebro tiene un sistema para crear el mundo de los sueños y otro para crear el de la vigilia? No; en términos de función cerebral, el mecanismo de los sueños no se esfuma cuando despierto. La misma corteza visual localizada en la parte trasera de mi cabeza, hace que vea un objeto -un árbol, un rostro, e! cielo en la memoria, en un sueño, en una foto o justo frente a mí. La ubicación de la actividad neuronal cambia ligeramente entre una situación y otra, por lo que puedo distinguir entre un sueño, una foto y el objeto; pero el proceso fundamental siempre es el mismo: estoy creando un árbol, un rostro o el cielo a partir de una maraña de nervios que lanzan estallidos químicos y cargas eléctricas por todo el cuerpo. Por más que me esfuerce, jamás encontraré un patrón de sustancias químicas y cargas eléctricas con forma de árbol” de rostro o de ninguna otra cosa. Todo lo que hay es una tormenta de actividad electroquímica.
Este embarazoso problema -la incapacidad de demostrar la existencia de un mundo exterior- socava la base del materialismo. Es así como llegamos al segundo misterio espiritual: no estás en el mundo; el mundo está en ti.
La única razón por la que las piedras son sólidas es que el cerebro interpreta una ráfaga de señales eléctricas como tacto; la única razón por la que el sol brilla es que el cerebro interpreta otra ráfaga de señales eléctricas como vista. No hay luz solar en mi cerebro, cuyo interior es tan oscuro como una caverna de piedra caliza sin importar cuan iluminado esté el mundo exterior.
En el momento en que digo que el mundo entero se crea en mí, me doy cuenta de que tú podrías decir lo mismo. ¿Estoy en tu sueño, tú estás en el mío, o estamos todos atrapados en una extraña combinación de las versiones de cada uno sobre los acontecimientos? Para mí, éste no es un problema sino la esencia de la espiritualidad. Todos somos creadores. El misterio de cómo se combinan todos estos puntos de vista individuales -de modo que tu mundo y el mío armonicen- es lo que lleva a las personas a buscar respuestas espirituales. No hay duda de que la realidad está llena de conflictos, pero también de armonía. Es liberador darse cuenta de que como creadores generamos cada aspecto, bueno o malo, de nuestra experiencia. Así, cada uno es el centro de la creación.
Antiguamente, estas ideas se aceptaban de manera espontánea. Hace siglos la doctrina de la realidad única constituía el centro de la vida espiritual. Religiones, pueblos y tradiciones discrepaban muchísimo, pero todos coincidían en que el mundo es una creación indivisa e imbuida de una inteligencia, un diseño creativo. El monoteísmo llamó a esta realidad única Dios; India, Brahma; China, Tao. En todos los casos, el individuo vivía dentro de esta inteligencia infinita, y sus actos constituían el diseño total de la creación. No tenía que emprender búsquedas espirituales para encontrar la realidad única: su vida estaba inmersa en ella. El creador permeaba por igual cada partícula de la creación, y la misma chispa divina animaba toda forma de vida.
En la actualidad tildamos esta perspectiva como “mística” porque trata con lo invisible. Pero si nuestros ancestros hubieran conocido el microscopio, ¿no habrían encontrado en la conducta de las células la comprobación de su misticismo? La creencia en una realidad inclusiva ubica a cada individuo en el centro de la existencia. El símbolo místico de esta situación es un círculo con un punto en el centro: el individuo (punto) es en realidad infinito (círculo). Es como la pequeña célula cuyo punto de ADN la vincula con billones de años de evolución.
¿Pero podemos considerar al concepto de la realidad única como místico? Durante el invierno veo por mi ventana al menos un capullo colgando de una rama. Dentro de él una oruga se ha convertido en crisálida, la cual surgirá en primavera como mariposa. Todos conocemos esta transformación porque la vimos de niños o porque leímos The Very Hungry Caterpillarde Eric Carie. Pero lo que ocurre en el interior del capullo sigue siendo un misterio. Los órganos y tejidos de la oruga se disuelven” forman una sopa amorfa y toman la estructura de una mariposa, la cual no guarda ningún parecido con la oruga.
La ciencia no se explica cómo se desarrolló esta metamorfosis. Resulta imposible imaginar que los insectos la descubrieran por accidente: la complejidad química necesaria para convertir una oruga en mariposa es insólita; la transformación requiere miles de pasos interconectados minuciosamente. (Es como si llevaras tu bicicleta a reparar y te entregaran a cambio un avión.)
Pero algo sabemos sobre cómo se conforma esta delicada cadena de sucesos. Dos hormonas, juvenil y ecdisona, regulan lo que a simple vista parece la disolución de la oruga.
Ambas indican a las células dónde ir y cómo cambiar: unas deben morir, otras consumirse a sí mismas y unas más convertirse en ojos, antenas y alas. Esto denota un ritmo frágil -y milagroso- con un delicado equilibro entre creación y destrucción. El ritmo depende de la duración del día, que a su vez deriva del movimiento de traslación de la Tierra. Así pues, el ritmo del cosmos ha estado íntimamente ligado al nacimiento de las mariposas durante millones de años.
La ciencia se concentra en las moléculas, pero en este asombroso ejemplo una inteligencia las utiliza para lograr sus objetivos. El objetivo en este caso es formar una nueva criatura sin desperdiciar ingredientes.
(Si hay una sola realidad no podemos decir, como hace la ciencia, que la duración del día provoca que las hormonas de la crisálida desencadenen la metamorfosis. La duración del día y las hormonas provienen de la misma fuente creativa y conforman la realidad única. Esa fuente utiliza ritmos cósmicos o moléculas según su conveniencia. Así como la duración del día no provoca cambios en las hormonas, éstas no motivan que el día cambie: ambas están vinculadas a una inteligencia oculta que las crea simultáneamente. Si en un sueño o pintura un niño golpea una pelota de béisbol, ésta no sale volando por los aires. Cada sueño o pintura forma una unidad indivisible.)
Otro ejemplo: dos proteínas que evolucionaron hace millones de años, la actina y la miosina, permiten a los músculos de las alas de los insectos contraerse y relajarse. Gracias a ellas los insectos aprendieron a volar. SÍ una de estas moléculas está ausente, las alas crecen pero no baten, y por tanto son inútiles. Las mismas proteínas son responsables del latido del corazón humano, y cuando una está ausente, el pulso es ineficiente, débil y, en última instancia, puede sobrevenir un ataque cardiaco.
La ciencia se maravilla de que las moléculas se adaptan a lo largo de millones de años. ¿No hay aquí una intención más profunda? Todos anhelamos volar, liberarnos de las limitaciones. ¿No es éste el mismo impulso que expresó la naturaleza cuando los insectos empezaron a volar? La prolactína que genera leche en el pecho de una madre es la misma que impulsa al salmón a nadar contra corriente para reproducirse y cambiar el agua salada por la dulce. La insulina de una vaca es idéntica a la de una amiba: sirve para metabolizar carbohidratos, aunque una vaca es millones de veces más compleja que una amiba. Por todo esto, no hay nada místico en el concepto de una realidad totalmente interconectada.