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La Fascinación de algunas estrellas
por Emilio Silvera ~ Clasificado en Astronomía y Astrofísica ~ Comments (16)
R LEPORI
Aquí tenemos a R Leporis, una estrella de Carbono a la que se puso el nombre de la “Estrella Carmesí”, o, la “Gota de Sangre”.
R Leporis (R Lep / HD 31996 / HR 1607) es una estrella variable de la constelación de Lepus, cerca del límite con Eridanus. Visualmente es una estrella de un color rojo vívido, cuyo brillo varía entre magnitud aparente +5,5 y +11,7. Descubierta por John Russell Hind en 1845, es también conocida como Estrella carmesí de Hind.
A una distancia aproximada de 1100 años luz, R Leporis pertenece a la rara clase de estrellas de carbono, siendo su tipo espectral C6. En estas estrellas, los compuestos de carbono no permiten pasar la luz azul, por lo que tienen un color rojo intenso. En R Leporis la relación carbono–oxígeno estimada es 1,2, más del doble que la existente en el Sol. Tiene un radio entre 480 y 535 veces más grande que el radio solar, equivalente a 2,2 – 2,5 UA. Si estuviese en el centro del Sistema Solar, su superficie se extendería más allá de la órbita de Marte. Su temperatura superficial, extremadamente baja para una estrella, está comprendida entre 2050 y 2290 K. Brilla con una luminosidad entre 5200 y 7000 veces superior a la del Sol, siendo la mayor parte de la energía radiada como radiación infrarroja. (Wikipedia)
El concepto de vecindad es relativo e indefinido. Su valor puede variar según sean las distintas medidas de celeridad de los medios habituales de comunicación y según sea la extensión dentro de la cual sirva de medida de relación.
Con el empleo de la expresión “vecina” va siempre implícita o sugerida la idea de que existe una región que no es vecina. La vecina persistente de la Tierra es la Luna; los cometas son sólo visitantes ocasionales. Podemos considerar vecinas del Sol a las estrellas situadas a una distancia comprendida entre los cincuenta y cien años-luz, dejando excluidos a los miles de millones de estrellas de la Vía Láctea. Los planetas y los cometas no son vecinos del Sol, sino miembros de su familia, y los bólidos serían una especie de parásitos cósmicos.
Pero mi intención al comenzar este comentario, era el de exponer aquí alguno de los muchos caprichos cósmicos que en el Universo podemos contemplar y, en este caso concreto, me he decidido por contaros lo siguiente:
Cerca de la famosa estrella Rigel (Beta Orionis), la débil constelación de Lupus (la Liebre) es escenario cada catorce meses de un prodigio de la evolución estelar: R Leporis, la estrella carmesí, cobra vida y regala a los astrónomos toda su belleza al encender en la oscuridad del cielo el resplandor de color rojo más acentuado que puede observarse a través de un telescopio. La encontró el astrónomo inglés John Russell Hind en el año 1845 y dijo de ella, estupefacto, que era como una “gota de sangre”. Desde aquel día, el espectáculo celeste se repite periódicamente cada año y dos meses, cuando R Leporis abandona la oscuridad y resplandece como un candil en un área del firmamento casi vacía de estrellas que contrasta con el fulgor de los soles azules que forman la constelación de Orión.
Estrella hipotética de más de 120 masas solares, tan luminosa que se esperaría que se desintegrase por la presión de su propia radiación. Las estrellas supermasivas fueron propuestas como explicación a unos objetos muy brillantes existentes en la Gran Nube de Magallanes, aunque en la actualidad se sabe que son cúmulos de estrellas O ordinarias.
R Leporis es una estrella de Carbono y constituye uno de esos caprichos cósmicos a los que antes me refería y que han permitido al hombre percibir la magia de los cielos y buscar en ellos la belleza de sus orígenes. La ausencia de colores intensos de las que adolece el firmamento se rompe aquí para deleite del observador nocturno, que asistía a un acontecimiento de la Naturaleza extensivo a miles de millones de estrellas y que en el siglo XVII asombró al científico alemán Johannes Hevelius.
A diferencia del Sol y de las estrellas de su clase, que permanecen estables, el brillo de una gran parte de la población estelar es variable, y en algunos casos su ciclo hace oscilar espectacularmente su intensidad lumínica ante nuestros ojos. En R Leporis, más que sus cambios de brillo, la faceta más hermosa es su tonalidad roja, una de las más intensas que puede observarse en todo el cielo, pero otras variables tienen un ciclo que las hace apagarse y encenderse como si fueran faros en la Vía Láctea. Ese es el caso de Mira, a la que Hevelius llamó “la estrella maravillosa” después de que apareciera en el cielo como por arte de magia.
Del grupo destaca Antares, una supergigante M 1,5, 10 000 veces más luminosa que el Sol y con un diámetro que es probablemente más de 500 veces el del Sol. Nos contempla desde 520 a.l. de distancia y tiene una compañera enana. Su color es el rojo intenso.
Aldebaran, la estrella Alfa Tauri, es una Gigante K5. Aparentemente forma parte del grupo de estrella de las Hyades, aunque en realidad sólo está a 60 a.l., aprpoximadamente la mitad de la distancia del cúmulo.
Betelgeuse, la estrella Alfa Orionis, la décima más brillante del cielo, es una gigante tipo M2 que es una variable semirregular. Se dice que está a unos 400 a.l. de la Tierra y su luminosidad es 5000 veces superior a la del Sol pero, si se encuentra a la misma distancia de la Asociación de Orión (como algunos postulan), la luminosidad verdadera sería de 50 000 veces la del Sol. Su diámetro es cientos de veces el del Sol. Su brillo varía a medida que se expande y contrae en tamaño.
Arthurus es la estrella Alfa Boötis, magnitu -o,o4, la estrella más brillante al norte del ecuador celeste y la cuarta más brillante de todo el cielo. Es una gigante K 1 situada a 35 a.l.
Rigel, la estrella Beta Orionis de magnitud o,12 es una gigante B 8 siatuada a 1 400 a.l., su luminosidad es de unas 150 000 veces la del Sol, tiene una compañera de magnitud 6,8, que es a su vez una binaria espectroscópica.
Al lado de estas gigantes, el Sol y otras estrellas resultan minusculos como podemos ver en la imagen y, sin embargo, ya sabemos todos la importancia que nuestro Sol tiene para hacer posible la vida en la Tierra.
Las consecuencias de una explosión supernova de una de estas estrellas gigantes, a pesar de sus distancias a la Tierra, no sabemos lo que podría pasar, y, hay varias candidatas en la lista a futuras supernovas y posterior agujero negro. ¿Qué repercuciones podrá tener?
Mira es el nombre propio que Hevelius le puso a esta estrella, cuya denominación original en el catálogo de Johann Bayer, basado en el alfabeto griego, era Omicrón Ceti, es decir, la estrella omicrón de la constelación de Cetis, la Ballena. Su variabilidad fue descubierta en 1596 por David Fabricius, pero Hevelius se sintió tan atraído por ella que le dedicó un libro, que tituló Historia de la estrella maravillosa. Realmente lo es; el brillo de Mira disminuye hasta la magnitud 11, invisible a ojo desnudo y sólo observable con telescopio como un débil punto de luz, pero al cabo de un tiempo su gigantesca máquina nuclear la hincha vertiginosamente y se convierte en una estrella de segunda magnitud, alcanzando un brillo notable, similar al de la estrella polar. Por eso, cuando está en la parte inferior del ciclo, Mira no puede verse sin ayuda óptica, pero después surge entre las demás estrellas de su constelación, como si se hubiera encendido de repente.
Imagen de Mira obtenida con el Telescopio Espacial Hubble
Mira pertenece a la clase espectral M, la misma que Antares y Betelgeuse. Las tres son estrellas muy frías en comparación con el Sol, ya que su temperatura es del orden de los 3000 grados. Sin embargo, Mira, Betelgeuse y Antares son decenas de miles de veces más luminosas que el Sol, puesto que figuran entre las estrellas más grandes conocidas, alcanzando diámetros de unos ochocientos millones de kilómetros, equivalentes a la distancia a la que se halla Júpiter del Sol. Estas tres gigantes, sin embargo, comparten sus atributos relativos a la clase espectral con las estrellas representativas del polo opuesto: las enanas rojas, como la estrella de Barnard y Próxima Centauri. Todas se muestran ante nosotros con el bello color rojizo, pero la gigante Betelgeuse es una estrella inestable a la que los astrónomos consideran una de las mejores candidatas de la Vía Láctea para estallar en cualquier momento en forma de supernova; puede ocurrir mañana o dentro de mil años, pero Betelgeuse está destinada a un final cataclísmico que se observará alguna vez. En cambio Barnard y Próxima, dos diminutos soles rojos, viven en la eternidad, al ser tan frías y pequeñas podrían permanecer en sus condiciones actuales en torno a doscientos mil millones de años, de acuerdo con la teoría aceptada de la evolución estelar para este tipo de bajo consumo de material nuclear.
El grupo de tres estrellas gigantes Pismis 24-1 (CSIC).
Mucho antes de que Russell descubriera la estrella carmesí y Johannes Hevelius quedara fascinado por Mira, la estrella maravillosa, los astrónomos árabes se fijaron en una estrella de la constelación de Perseo que cambiaba de brillo cada tres días, con una pauta muy regular y acentuada. Los árabes escribieron una de las escasas páginas destacadas de la astronomía medieval, paliando de alguna manera la importante decadencia que sufrió esta ciencia en ese período en Europa y el Mediterráneo en el periodo comprendido entre Ptolomeo y Copérnico, que duró un milenio y medio.
Eta Carinae, un monstruo arrojando material al espacvio interestelar como vía de escape y regular su estabilidad que, debido a sus condiciones es muy precaria. Es la criatura más prodigiosa de la Vía Láctea: una súper estrella azul que brilla como cinco millones de soles juntos. Es tan grande que, si estuviera en el centro de nuestro Sistema Solar, sus bordes tocarían la órbita de Júpiter.
Bueno, hablar aquí de las estrellas que conocemos bien y de sus historias resulta entretenido y nos enseña un poco de la Historia estelar en objetos individuales y determinados que, por una u otra razón tienen destacadas razones para que los astrónomos se fijaran en ellos. Alguno de estos días, tendremos que hablar de Eta Carinae (arriba), otra variable irregular hipergigante, que llegó a ser la segunda estrella más brillante del cielo. Es una variable azul luminosa con magnitud absoluta de -10, y es clasificada oficialmente como una estrella S Doradus. Se encuentra dentro de un cúmulo de estrellas masivas y una masa estimada en 100 masas solares, es probablemente la estrella más masiva de la Galaxia. El único espectro visible es el de la Nebulosa del Homúnculo que la rodea. Eta Carinae es una intensa fuente infrarroja y su importante pérdida de masa (alrededor de 0,1 masas solares por año) tiene asociadas energías próximas a las de algunas supernovas y, teniéndola a unos 8000 años-luz, lo mejor será estar vigilante, ya que, aunque son distancias inmensas…Nunca se sabe lo que un monstruo de ese calibre nos podría enviar.
Estrellas fijas:
Expresión arcaica para el fondo de estrellas en general, con el fin de distinguirlas de los planetas que eran conocidos como estrellas errantes. En la actualidad, el término se aplica a las estrellas sin movimiento propio detectable.
Estrella rica en metales:
Estrellas con una alta proporción de elementos pesados como calcio, hierro y titanio. Son miembros de la Población I, y se encuentran en el disco y en los brazos espirales de nuestra Galaxia.
Estrella reloj:
Brillante estrella situada en la región ecuatorial del cielo con ascensión recta muy bien conocida, para determinar el error de los relojes empleados para medir tránsitos en el meridiano.
Estrella simbiótica:
Estrella (en muchos casos una variable cataclísmica) que presenta líneas espectrales a temperaturas muy diferentes, como las típicas de una gigante roja de tipo tardío o supergigante (3000K) y las de una estrella enana B (20 000 K). Dichas características indican que la estrella es una binaria interaccionante.
Estrellas de Neutrones:
Estrellas que se forman a partir de estrellas amasivas (2-3 masas solares) cuando al final de sus vidas, agotado el combustible nuclear de fusión, quedan a merced de la Gravedad que no se ve frenada por la fusión nuclear, y, en ese momento, la estrella comienza a contraerse bajo su propio peso, de forma tal que, los protones y electrones se funden y se convierten en neutrones que, al verse comprimidos tan violentamente, y, no pudiendo permitirlo por el principio de esclusión de Pauli, se degeneran y y hacen frente a la fuerza gravitatoria, consiguiendo así el equilibrio de lo que conocemos como estrella de nweutrones de intensom campo electromagnético y rápida rotación.
Estos objetos, después de los Agujeros Negros, son los más densos que se conocen en el Universo, y, su masa podría pesar 1017 Kg/m3.
La estrella de Quarks
Es hipotética, aún no se ha observado ninguna pero, se cree que pueden estar por ahí, y, si es así, serían mucho más densas que las de neutrones, ya que, ni la degeneración de los neutrones podría parar la Fuerza de la Gravedad.
Estrella Enana Blanca
Nuestro Sol es de esta clase de estrellas y, tampoco su densidad se queda corta, ya que, alcanzan 5 x 108 Kg/m3. Aquí, cuando la estrella implosiona y comienza a comprimirse bajo su propio peso por la fuerza de Gravedad, como ocurrió con la estrella de Neutrones, aparece el Principio de Exclusión de Pauli, el cual postula que los fermiones (los electrones son fermiones) no pueden ocupar el mismo lugar estando en posesión del mismo número cuántico, y, siendo así, se degeneran y hace que, la compresión de la estrella por la Gravedad se frene y vuelve el equilibrio que la convierte en estrellas enana blanca.
El fenómeno de convertirse en enana blanca ocurre cuando la estrella original tiene una mása máxima posible de 1,44 masas solares, el límite de Shandrashekar, si fuera mayor se convertiría en estrella de neutrones. Y, siendo mayor la masa de 3-4 masas solares, su destino sería un agujero negro.
La variedad de Nebulosas Planetarias es enorme, y, cada una de ellas tiene sus propias características. Nuestro Sol podría ser cualquiera de ellas, y, al final de su vida, después de la etapa de Gigante Roja en la que su óbita aumentará hasta engullirse a Mercurio, a Venus y a la propia Tierra, comenzará a contraerse para convertirse en una de ellas y, lo que fué el Sol, se quedará reducido a ese puntito blanco y denso que vemos en el centro de la Nebulosa de abajo.
Está claro que la lección de hoy sobre las estrellas es insuficiente y de que existen muchas más clases de estrellas que aquí no han sido nombradas pero, es tanta la diversidad y tan enorme la gama de peculiaridades de todas las estrellas del cielo que, exponerlas aquí todas sería imposible. Además, y, como muy bien nos dijo Nelson hace unos días, este lugar es para aficionados que, en amable tertulia puedan desahogar sus pasiones por la Astronomía y los objetos del cielo, exponer sus propias ideas e intercambiar pareceres que, de esa manera, siempre dentro de los parámetros del bien estar, aprenderemos los unos de los otros y, todos, nos enriqueceremos.
emilio silvera
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¡Las estrellas! Que nos hablan de como evoluciona el Universo : Blog de Emilio Silvera V., el
10 de diciembre del 2012 a las
7:18
[…] y, en ese momento, la estrella comienza a contraerse bajo su propio peso, de forma tal que, los protones y electrones se funden y se convierten en neutrones que, al verse comprimidos tan violentamente, […]
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Sabemos cómo evoluciona el Universo, observando las estrellas : Blog de Emilio Silvera V., el
27 de septiembre del 2013 a las
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[…] y, en ese momento, la estrella comienza a contraerse bajo su propio peso, de forma tal que, los protones y electrones se funden y se convierten en neutrones que, al verse comprimidos tan violentamente, […]
el 6 de abril del 2011 a las 22:06
Buen día Emilio, es muy apasionante hablar de las estrellas, como tu has apuntado existe una gran variedad de ellas desde las más pequeñas hasta las descomunales como Betelgeuse o Antares; todas tienen lo suyo y cumplen una función dentro de este maravilloso universo.
Un saludo para ti.
el 7 de abril del 2011 a las 5:59
Hola, amigo Andy, saludarte es siempre un placer.
Como bien dices, las estrellas, desde que en la antigüedad las mirábamos asombrados y nos preguntábamos ¿qué serían aquellos puntitos brillantes?, han ejercido siempre en nosotros una fuerte fascinación que, a medida que avanzó el tiempo y nuestros conocimientos, supimos el por qué era así: algo nos decía que, en ellas, estaba el origen de nuestra presencia aquí, ya que, al fin y al cabo estamos conformados con los materiales que en ellas se crean.
Un saludo amigo
el 15 de abril del 2011 a las 19:02
Estos articulos me dejan embobado.
Gracias
el 16 de abril del 2011 a las 8:48
Amigo ozzy, lo mismo que te pasa a tí les pasa a todos aquellos que sienten curiosidad por saber sobre estos temas y se encuentran con la asombrosa vida de las estrellas y sus peculiaridades, su diversidad, y la enorme gama de clases que existen y la enorme cantidad de materiales que las conforman a unas y otras dependiendo de la Nube en la que se formaron, de si son enanas rojas o blancas, si se trata de gigantes o supergigantes e incluso hipergigantes. A mí, me fascinan las estrellas de Carbono, de ese color rojo carmesí y también las estrellas nuevas azules que irradian una gran cantidad de ultravioleta que inunda el lugar de su región.
DE las estrellas, estimado amigo, podríamos hablar y hablar hasta llegar a ese punto en el cual, todos los oyentes comprender que, precisamente en esos objetos brillantes del cielo, se fabrican todos los materiales del Universo, y, desde luego, los que nos conforma a nosotros también.
¡Las estrellas! ¡Esa maravilla!
Que además, si pusiéramos más atecnión en lo que hacen, posiblemente sabríamos obtener energía limpia y que no contaminara nuestro planeta. Pero, según parece, para que eso llegue, aún falta mucho ¡lástima!
el 16 de abril del 2011 a las 10:45
Supongo que los culpables de que existan esa maravilla de gran abundancia y variedad de estrellas sean los estallidos de supernovas, que dejan el entorno (Y no tan cerca), “abonado” de materiales diversos, muchos de ellos metálicos. Y no sólo por la explosión en sí, entiendo que además de lo que contribuye al espacio también fuerza a que las nebulosas que existieran en los alrededores modifiquen sus contenidos debido a la gran presión y calor a la que se ven sometidas; al mismo tiempo reparten ese material por amplias zonas del espacio.
Así que las supernovas, y en menor medida la muerte de estrellas pequeñas, son como una especie de “siembra” y como un “abono” del espacio para que posteriormente fructifiquen nuevas, jóvenes y hermosas estrellas de todo tipo.
Como en casi todo, de la destrucción renace la “construcción”, en ciclos quizás interminables; al menos durante miles de millones de años.
¿Que tipo de estrella sería la que contenía en su seno los átomos de los que estamos formados?; y ¿En qué lugar del universo estaría localizada?; quizás en el futuro esa pregunta tan difícil de contestar por el momento se pueda averiguar.
Saludos a todo el personal.
el 16 de abril del 2011 a las 11:13
Amigo Kike, es verdad que las cosas son tal como las cuentas. Y, en cuanto a la Nebulosa que pudo formar nuestro Sistema Solar, no dudo ni por un momento que llegará el día en el cual sepamos cual fue y determinado de una manera exacta. Sabremos de aquella estrella que explotó como Supernova y sembró de material de todo tipo la región en la cual, muchos millones más tarde, nació el Sol y nuestro Mundo. Sólo nos queda esperar.
Buen fin de semana para todos y, de mi parte, le das un beso a tus nietecitas (creo que son dos).
¡Ah! Y, si no te parece mal, para hacer esto más divertido, ¡te apuesto un café a gana el Madrid!
¿Aceptas?
el 16 de abril del 2011 a las 11:42
Apostado queda amigo Emilio; sabes que con gusto lo pagaría, pero me temo que este Barça es demasiado para cualquier equipo hoy por hoy; de todas formas, como son cuatro partidos en 18 días, me conformaría con ganar la mitad. Un abrazo.
PD.- Y gracias por los besos a mis nietas, que efectivamente son dos, dos soles (por lo pronto “enanas azules”….;P)
el 16 de abril del 2011 a las 11:44
Por cierto, he intentado insertar una foto de mis nietas, pero el editor xhtml no contiene el tag de imágenes; ¿Se podría añadir? (Pregunta para el administrador),; desconozco si existe otro medio.
el 17 de abril del 2011 a las 6:38
Sí, ayer quedó demostrado que el Madrid, pocos recursos tenía contra ese magnifico equipo, sólo el coraje y el pundonor le evitó un desastre. Así que, de momento, dejamos postergada la apuesta para el próximo.
La otra parte es más importante, y, el fulgor de esas dos estrellitas que alumbran tu vida, hay que procurar, con mimo, que lo sigan haciendo por muchos años.
Un abrazo amigo mío.
el 16 de abril del 2011 a las 12:15
Probando….
el 17 de abril del 2011 a las 23:12
¿Porqué no ponerlas en el avatar, provisoriamente? Varios queremos conocer a esas herederas que tienen encantado a semejante hombre de grande.
Como el amigo Oscar. Gracias a su avatar, conocemos a sus dos pichones, Lucerito, y Meteorito, que por cierto brillan, y esperamos que se encuentren bien, al igual que sus papis. (Quien te dice; tal vez en el futuro hagan partido…).
Bueno, es una sugerencia, nomás.
Un saludo afectuoso, para tí, y para tod@s.
el 18 de abril del 2011 a las 14:28
Tienes razón; no se me había ocurrido; a ver si sale (Aunque creo que la foto es demasiado pequeña); foto sacada en diciembre pasado en sus cumpleaños.
Saludos cordiales Nelson.
el 19 de abril del 2011 a las 6:39
Amigo Kike, sí que puedes estar orgulloso, ¿quién no se emociona ante esas dos maravillas?
¡Ah! No desperdicies ni un sólo minuto para disfrutar de sus infancias, después se hacen mayores y…es otra cosa.
Que las disfrutes muchos años amigo.
el 19 de abril del 2011 a las 8:33
Gracias Maese; tengo suficiente “experiencia” para saber que lo que dices es una gran verdad.
Además diría que con los nietos derramas el resto de cariño que te queda, que quizás con los hijos no lo pudiste entregar completamente por diferentes circunstancias, normalmente por trabajo, aunque también por falta de madurez y comprensión de lo que significan esos pequeños diablos.
Un abrazo amigo.