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¡Seguimos en Marte!

Autor por Emilio Silvera    ~    Archivo Clasificado en Marte    ~    Comentarios Comments (2)

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La extraña atracción del cráter Gale. En la misión a Marte en busca de la posible vida pasada y otros datos de interés, la NASA tiene un Proyecto muy complejo en el que, entre otros, serán utilizados estos ingenios entre otros.

This figure shows the location of the ten science instruments on the rover.

Science Instrument Details

Mastcam Camera
http://mars.jpl.nasa.gov/msl/images/apxs_portrait.jpg
Laser-Induced Remote Sensing
Laser-Induced Remote Sensing
The Laser-Induced Remote Sensing for Chemistry and Micro-Imaging instrument will identify atomic elements in martian rocks. Image credit: NASA/JPL-Caltech/LANL/J.-L. Lacour, CEA
Detecting Subsurface Water
Detecting Subsurface Water
Water, whether liquid or frozen, absorbs neutrons more than other substances. The Detector of Albedo Neutrons on the Mars Science Laboratory rover will use this characteristic to search for subsurface ice on Mars. Image credit: NASA/JPL-Caltech/Russian Federal Space Agency
Septiembre 29, 2011: Curiosity (“Curiosidad”, en idioma español) está por llegar a Marte. El lanzamiento del vehículo explorador, que tiene el tamaño de un autómovil, también conocido como el Laboratorio Científico de Marte (Mars Science Lab o MSL, por su sigla en idioma inglés), está programado para finales de noviembre o principios de diciembre de 2011, desde el Centro Espacial Kennedy. Después de un viaje de ocho meses hacia Marte, Curiosity se posará a los pies de una montaña de 4,8 kilómetros (3 millas) de altura, en un cráter llamado “Gale”.
Gale Crater (gale crater, 558px)
El cráter Gale fotografiado desde arriba por el Orbitador de Marte Odyssey (Odisea, en idioma español), de la NASA. Dentro de Gale, una impresionante montaña escarpada se eleva aproximadamente 5 kilómetros (3 millas) por arriba del suelo del cráter.

Suena un poco raro, una montaña en medio de un cráter de impacto. ¿El impacto no debería de haberlo aplastado y dejado plano? Algunos científicos piensan que el cráter de 155 kilómetros (96 millas) de ancho se llenó con sedimentos a lo largo del tiempo y los vientos implacables de Marte tallaron una montaña en el centro, donde ahora se erige casi tres veces más alta que la profundidad del Gran Cañon.

Debido a su historia, esta montaña extrañamente esculpida es el lugar ideal para que Curiosity lleve a cabo su misión de exploración hacia el pasado del Planeta Rojo. Joy Crisp, quien es científico adjunto del proyecto MSL del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA, explica:

“Ésta podría ser una de las secciones de rocas sedimentarias expuestas en capas más gruesas en el sistema solar. El registro de roca preservado en estas capas contiene historias que datan de miles de millones de años; historias acerca de si Marte podría haber sido habitable, cuándo y por cuánto tiempo”.

 

                                                                                      El  planeta Marte en los cielos nocturnos.

Hoy, el Planeta Rojo es un mundo empapado de radiación, amargamente frío e inhóspito. Enormes tormentas de polvo explotan a lo largo del estéril paisaje y oscurecen el cielo marciano durante meses enteros. Pero los datos obtenidos con el Orbitador de Reconocimiento Marciano sugieren que Marte alguna vez albergó grandes lagos y ríos caudalosos.

“El cráter Gale y su montaña contarán esta intrigante historia”, dice Matthew Golombek, científico del Sitio de Aterrizaje del Programa de Exploración de Marte, del JPL (abreviatura en idioma inglés de Jet Propulsion Laboratory o Laboratorio de Propulsión a Chorro, en idioma español). “Las capas allí cuentan la historia del ambiente de Marte”.

                                                 Curiosity

En las suaves laderas alrededor de la montaña, Curiosity buscará moléculas orgánicas, los componentes químicos fundamentales de la vida. El Orbitador de Reconocimiento de Marte ha encontrado una intrigante marca de arcilla cerca de la parte inferior de la montaña y sulfatos minerales un poco más arriba. Ambos minerales se forman en presencia de agua, lo cual incrementa la posibilidad de existencia de ambientes propicios para la vida.

“Todos los tipos de minerales acuosos que hemos detectado en Marte hasta la fecha se pueden encontrar en este lugar”, explica Golombek.

La arcilla se deposita lentamente en el agua y forma pequeñas plaquetas que se colocan alrededor de las cosas, endureciéndose con el tiempo y envolviéndolas como un “molde”. La arcilla podría sellar los componentes orgánicos del ambiente exterior así como ésta preservó los huesos de dinosaurios aquí en la Tierra.

“Si los compuestos orgánicos alguna vez existieron en Marte, podrían estar preservados en la arcilla”.

image

 

 Incluso en el planeta Tierra, rebosante de vida, la búsqueda de restos orgánicos de miles de millones de años, bien preservados, es difícil. Pero Curiosity los encontrará si están presentes en las muestras que obtenga. El vehículo explorador está equipado con el conjunto más avanzado de instrumentos para estudios científicos que jamás ha sido enviado a la superficie1 de Marte. Cuando estos instrumentos sean utilizados en la montaña misteriosamente estratificada del cráter Gale, las posibilidades de realizar un descubrimiento serán altamente probables.

Como bien saben los viajeros experimentados, no obstante, el viaje es tan importante como el destino. Curiosity puede viajar hasta 150 metros por día en Marte, pero se detendrá frecuentemente a recoger y analizar muestras.

“Podría tomarle desde varios meses hasta un año llegar a los pies de la montaña, dependiendo de la frecuencia con que el vehículo explorador se detenga a lo largo del camino”, dice Golombek. “Habrá mucho que analizar antes de llegar hasta el montículo central”.

Una cámara de alta resolución localizada en el mástil del vehículo explorador tomará fotografías y películas del paisaje, llevando de este modo a los terrícolas a un recorrido turístico extraterrestre.

“Conforme Curiosity vaya subiendo hacia capas más altas, ustedes verán valles espectaculares y cañones como los del desierto del suroeste de Estados Unidos. Las paredes a ambos lados del vehículo se elevarán a más de 30 metros (100 pies). Los panoramas por sí solos valdrán la pena el viaje”.

Fuente NASA

¡¡El Islam!! Tenemos que agradecer su Aportación

Autor por Emilio Silvera    ~    Archivo Clasificado en Rumores del Saber    ~    Comentarios Comments (5)

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Tengo que comenzar diciendo que, en el campo de las religiones, soy un simple observador, estudioso de las diversas que por el mundo han sido a lo largo de los tiempos y son, en nuestro presente. Todas ellas tienen sus características propias, unas se pueden entender mejor que otras pero, al final se concretan y resumen sus enseñanzas y con variantes diversas, vienen a desembocar en una igualdad central de un Dios todopodero y omnipresente. Las creencias de los pueblos deben ser respetadas por aquellos que no creen y tienen “su religión” en otros ámbitos más cercanos y menos etéreos, donde se ha cambiado la fe por el trabajo y el espíritu por los sentimientos.

Hay Civilizaciones que por una u otra razón, se ven postergadas de manera injusta y se las clasifica por hechos que quieren tapar otros que, aún teniendo mucho valor, quedan oscurecidos e incluso olvidados. No es justo que así sea y, en el caso del Islam, todos tenemos una gran deuda con ellos que, durante mucho tiempo, fueron los “guardianes” del saber de nuestro mundo.

Los Musulmanes, no sin cierta justificación, han considerado su conquista del mundo como otro milagro de Alá. Su religión y su libro sagrado se extendieron por todo el mundo casi sin ayuda de la imprenta. El Islam, una religión de la palabra sagrada, no llegó a convertirse nunca en una cultura de libros impresos. La negativa de los dirigentes musulmanes a adoptar la imprenta también contribuye a explicar muchas de las características del mundo de habla árabe moderno.

A fines del siglo XX, el árabe es la lengua hablada por más de 120 millones de personas, desde la costa atlántica del norte de África hasta el Golfo Pérsico. Es la quinta lengua vernácula en cuanto a número de habitantes y sigue siendo la lengua sagrada de más de 400 millones de musulmanes de todos los continentes.

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