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¿Sabremos alguna vez lo que es la Mente?
por Emilio Silvera ~ Clasificado en La Mente - Filosofía ~ Comments (240)
En otras ocasiones hemos comentado aquí sobre la maraña de conexiones que llevamos en la cabeza. Es nuestro cerebro humano que, con poco más de un kilo de peso, contiene unos cien mil millones de células nerviosas o neuronas. La capa ondulada más exterior es la corteza cerebral, que es la parte del cerebro de evolución más reciente, contiene alrededor de treinta mil millones de neuronas y un billón de conexiones o sinapsis.
Conexiones sin fin
Si contáramos una sinapsis cada segundo, tardaríamos 32 millones de años en hacer el recuento. Si consideramos el número posible de circuitos neuronales, tenemos que habérnosla con cifras hiperastronómicas: 10 seguido de al menos un millón de ceros (En comparación con el número de partículas del universo conocido asciende a “tan sólo” 1079 es decir, es el número conocido como NEdd (Número de Eddintong) que es:
15.747.724.136.275.002.577.605.653.961.181.555.468.044.717914.527.116.709.366.231.425.o76185.631.031.296 protones y el mismo número de electrones, fue calculado por Arthur Eddintong allá por la década de 1920. Pues bien, esa descomunal cifra, se queda muy corta si la comparamos con las conexiones de nuestr5o cerebro. De ahí viene lo que decimos de que, “nuestros cerebros son las máquinas más complejas del Universo”. Y, desde luego, el comentario no está lejos de ser cierto.
La vitalidad, la pasión el dinamismo, la confianza, la capacidad, la coherencia, la repentización de ideas en hechos, la capacidad a resistir la fatiga y el agotamiento en ciertos momentos, los sentimientos, la alegría o la pena, el dolor, la energía y, en realidad, todo lo que cada uno pueda ser, está ahí, ubicado en su cerebro donde radica la central de mando que envía al resto del cuerpo la orden de lo que tiene o no tiene que hacer.
Está claro que, nosotros, al igual que todos los cuerpos y objetos que habitan en nuestro Universo, tiene su actividad debido a la energía. La historia de la energía de los seres vivos se va desarrollando a través de distintas formulaciones: el valor vital o pneuma que se fragua en el horno del corazón según se dijo en la Grecia antigua; o la energía chi, que circula atravesanzo lineas meridianas del cuerpo según los chinos; o como prana en la India hace que el cuerpo de los yoguis se convulsione; o como fuerza vital que buscaban los estudios de la Alquimia, cuando soñaban con la fabricación del oro y con la eterna juventud; y así sucesivamente, hasta llegar a tiempos más modernos en los que, incluso algunos, como Freud, se agarró a la idea de la descarga de la energía sexual.
Sin embargo, la realidad es otra muy distinta. Lo que suministra potencia a nuestros cuerpos y Mentes es la electricidad. Nuestras células se proveen de energía a partir de unos enormes campos eléctricos que conducen grandes corrientes mediante unas diminutas máquinas moleculares; se trata de motores, conexiones, bombas de inyección, interruptores y fábricas de productos químicos que crean conjuntamente la vida celular.
Esta energía eléctrica es producida por billones de microbios que invadieron a los antepasados de nuestras células hace miles de millones de años y que viven a miles actualmente en cada una de las células de nuestros cuerpos. Ya dejamos aquí la referencia en otros trabajos de las mitocondrias que, en simbiosis con nosotros, nos suministran la energía que necesitamos.
No es fácil entender la complejidad que conlleva el enmarañado entramado de un cerebro humano, y, de hecho, hasta hace unos pocos años, no hemos comenzado a entender (parcialmente) sus mecanismos. La energía es la base principal del funcionamiento de todo lo que en el Universo es, y, nuestro cerebro, no podía ser menos. Así que, como antes decíamos las células del cerebro invadidas por las mitocondrias reciben de estos invasores que parecen vivir pacificamente en simbiosis con la célula, lo que necesitamos.
Sin embargo, también pueden ser enemigos. Investigaciones recientes demuestran que pueden ser los asesinos y ejecutores silenciosos de la célula, estando además implicados en una gran cantidad de enfermedades y discapacidades devastadoras, así como también en los procesos de envejecimiento, que llevan una disminución irreversible de la energía corporal y mental.
La energía que mueve y motiva la mente siempre ha sido un misterio. Sin embargo, actualmente la tecnología moderna nos ofrece la posibilidad de poner en imágenes y visualizar los cambios que se producen en la energía del interior del cerebro, de un momento a otro, mientras pensamos y sentimos. Son las mitocondrias las que hacen posible y generan esa energía.
Las mitocondrias son unos orgánulos celulares muy especiales: poseen una membrana externa como si se tratase de una célula independiente, también tienen su propio genoma que presenta muchas semejanzas con genomas bacterianos y son fundamentales para el aporte energético de la célula pues sintetiza gran parte del ATP producido en la misma. Y esto es solo una parte de todo lo que las mitocondrias hacen por la célula.
Hoy no hay dudas al respecto, las mitocondrias eran células independientes que un día se toparon con las células eucariotas y se enamoraron… al estilo de las células. Alguna (o algunas) célula eucariota, hace unos 1500 millones de años fagocitó una mitocondria y no pudo digerirla. De esta forma, dos seres distintos se vieron obligados a negociar las condiciones de su existencia.
La reflexión en torno al amor (que no es mía, sino de Eduardo Punset) tiene que ver con lo que es y lo que no es amor. Asumimos la idea de que el amor es un ansia de entrega y desprendimiento, un gran logro del hombre moderno, expresado como marcan las prescripciones literarias. Entendemos el amor como la antítesis del interés individual, el desinterés supremo.
Pero una mirada al pasado sugiere todo lo contrario. Un vistazo al proceso evolutivo nos dice que el amor es una constante de la existencia, el irrefrenable impulso de fusión. Desde que las primeras células se unieron para intercambiar material genético existe el amor. Está en la base de los motivos sociales universales de pertenencia y confianza.
Pero, sigamos con lo nuestro. Se han descubierto ahora los compuestos químicos y las vías por los que se controla dentro del cerebro el despertar, la ansiedad y la motivación, de tal modo que, por fin, estamos cerca de llegar a comprender qué son el nerviosismo y la depresión, y como la podemos controlar mediante fármacos.
Los exámenes con escáner muestran que las personas deprimidas tienen menos serotonina y receptores de opioide y que esa variación está vinculada con los síntomas y la respuesta al tratamiento. En los tiempos quen corren, con un elevado número de padres de familia en paro, ésta peligrosa enfermedad está haciendo estragos y, es imperioso que avancemos en el modo de eliminarla. El principal problema reside en que todas las personas no tienen la misma biología y aguantan de distintas maneras la misma situación.
Nuevas tecnologías nos llevan al interior de nuestros cerebros y posibilitan el estudio de cambios y transiciones de fases que producen diversos cambios dentro de nosotros, y, aunque ahora empezamos a comprender, el camino que tenemnos por delante es alentador.
Claro que, aquel “soy consciente, luego existo” nos podría conducir hacia el solipsismo, a la creencia en que nada existe fuera de la propia conciencia, y, ¡existen tantas cosas! No podemos dejar que todo lo dirijan modelos cognitivos que, en realidad, nos tienen poco que ofrecer en relación con el lado experiencial o fenoménico de la experiencia consciente. Es ahí, en nuestras vivencias en contacto con el mundo, donde el cerebro, por medio de los sentidos, recibe la información que le hace trabajar en función del material recibido para archivar y “recordar” los hechos que, serán tenidos en cuenta en ocasiones similares.
Como otras veces he dicho, la conciencia es especial y de la misma manera, plantea un problema especial que no se encuentra en otros dominios de la ciencia. En la Física y en la Química podemos explicar entidades determinadas en función de otras unidades y leyes. Podemos describir el material presente en una Nebulosa, al menos en principio, en términos de átomos, gravedad, e incluso leyes de la mecánica cuántica. Podemos conectar distintos niveles del saber para describir una entidad e incluso, lo podemos hacer a través de las matemáticas, otro lenguaje complejo que nos da una referencia del mundo en sus distintas vertientes.
La Nebulosa de la Laguna podría servir para el caso
En el caso de la conciencia, sin embargo, nos encontramos con una asimetría. Lo que intentamos no es simplemente comprender de que manera se puede explicar las conductas o las operaciones cognitivas de otro ser humano en términos del funcionamiento de su cerebro, por difícil que esto aprezca. No queremos conectar simplememnte una descripción de algo externo a nosotros con una descripción científica más sofisticada. Lo que realmente queremos hacer es conectar una descripción de algo externo a nosotros -el cerebro-, con algo de nuestro interior: una experiencia , nuestra propia experiencia individual, que nos acontece en tanto que observadores conscientes. Intentamos meternos en el interior, en el intrincado mundo desconocido de la complejidad misma.
Podemos mirar el interior del cerebro pero, ¿sabemos lo que estamos viendo? desgraciadamente lo que nos ofrece nuestra moderna tecnología no siempre es bien interpretado por los “especialistas” que deben tratar o comprender lo que allí (en aquel cerebro) está pasando.
100.000.000.000 de neuronas conectadas entre sí en torno a 400 órganos neuronales igualmente conectados: ¿no deberían suponer un espectáculo impresionante? Se ha llegado a la conclusión de que, si queremos acdeder a grandes números, estos, a pesar de su inmensidad, no están en el Universo, se encuentran en nuestro cerebro. Es allí donde residen las “infinitudes” que el Universo creó para poderse observar así mismo.
¿Conoceremos algún día lo que aquí se guarda? Dicen que el Universo, puso aquí dentro todas las respuestas y que, nosotros, los poseedores de esta “caja mágica” que llamamos cerebro, sólo tenemos que urgar dentro, mediante el pensamiento profundo, para hallar esas respuestas que tanto esperamos y, no pocas veces necesitamos.
El interior del cerebro, como ocurre en el interior de los planetas como la Tierra, reina una actividad que reside en un centro núcleo o neuronal de donde parten todas las funciones quen llevan a conformar el todo. Son complejidades del Universo que se han creadom en los Núcleos de las estrellas que, en el seno de las galaxias brillan y nos envían mensajes que aún, no hemos sabido leer.
emilio silvera
el 28 de diciembre del 2012 a las 14:48
¡Olvídense que es el día de los inocentes, la declaración es un documento real!!!
Les saluda cordialmente,
José Germán Vidal Palencia
el 29 de diciembre del 2012 a las 12:56
Estimado Emilio:
Tu última frase:
“…quizá podamos comprender mejor algunas actitudes y comportamientos.”
me lleva a considerar uno de los comportamientos más incomprendidos en nuestra sociedad mundial: la homosexualidad. Por ello es que a continuación comparto una reflexión que podría llevar a los individuos a manipular los índices de homosexualidad humana latente en el ser humano, y no que la homosexualidad los manipule como barquitos a la deriva:
El homosexual, puede dejar de ser homosexual.
Esta es una frase que debe entenderse como: El ser humano puede dejar de ser homosexual. Esto debe comprenderse así, dado que la homosexualidad es tan sólo una actividad que está en la capacidad humana desarrollarla o no, a su propio arbitrio. Es una cosa de decisión humana.
Igualmente, el ser humano tiene la capacidad para ser músico, físico, peluquero, arquitecto, etc. Pero en cualquier momento dado se puede dejar de desarrollar algún tipo de actividad preponderante que le esté catalogando como tal, para dedicarse a otra u otras actividades diferentes.
Es precisamente la actividad preponderante a través de los tiempos de un individuo cualquiera, la que marcará su característica epigenética particular. Si son numerosos los individuos que practican alguna específica actividad, estudios relativos podrían arrojar resultados como los que enmarca esta entrada denominada “La epigenética de la homosexualidad”, que bien debiera expresarse como: “La epigenética del homosexual”. Y, en otros casos, la epigenética del músico, del pintor, del constructor de casas, etc.
“Los cambios epigenéticos son cambios reversibles de ADN que hacen que unos genes se expresen o no dependiendo de condiciones exteriores”Epigenética – Wikipedia, la enciclopedia libre.
Se conoce que la epigenética de las mujeres con cáncer de mama, puede cambiar mediante la práctica continua de ejercicio físico, lo que propicia disminución en los tumores cancerosos. Así mismo, la epigénética de cualquier característica humana, podría cambiar hacia resultados deseables con sólo practicar actividades que las pudieran revertir.
La epigenética de la homosexualidad, seguirá siendo un estudio ilustrativo de quienes la practican. Y no corresponderá a la de quienes la han abandonado.
De todas formas, es aconsejable desarrollar los potenciales mentales disponibles, antes de tomar decisiones sobre actividades a desarrollar. Algunas ideas al respecto las pueden ver en el link que corresponde a mi nombre anotado arriba con letras azules.
No hay mayor felicidad humana, que comprender todo lo que está a nuestro alcance comprender.
Deseo para todos, que la epigenética de la felicidad aparezca en sus vidas en el maravilloso 2013 que está por llegar.
el 29 de diciembre del 2012 a las 16:00
José German;El tema que comentas es bastante escabroso, solamente quien lo padece lo pueda comentar a fondo, dices ser un problema epigénetico, cuando a mi criterio es un problema hormonal, donde el individuo que lo padece mi siquiera fue consultado para su aplicación, es decir es la naturaleza la que aplica al individuo esta condición , la epigénetica se desarrolla en generaciones posteriores, así pudiéramos decir que un individuo que desarrolle su cerebro tiene asegurado que sus sucesores sean mas inteligentes, también pudiéramos decir que existen aberraciones en el comportamiento humano, es decir la homosexualidad bien pudiera ser innata o adquirida por el individuo
Recibe un fuerte abrazo de fin de año
el 29 de diciembre del 2012 a las 13:01
Me refería a la siguiente entrada de Francis:
Francis en ¡Eureka!: La epigenética de la homosexualidad « Francis ..
el 29 de diciembre del 2012 a las 13:35
Amigo José German:
El tema que tocas nunca me ha llamado la atenciòn y siempre lo he visto desde la distancia. Al no profundizar en el hecho, no puedo dar un veredicto fiable sobre lo que creo que ocurre para que las cosas sean como son en ese mundo, para nosotros extraño, de la homosexualidad que, al menos a mí, me resulta muy extraña y lejana, no puedo llevar a comprender algo que, me parece una aberración de la Naturaleza y, que sea reversible…
De todas las maneras, y, como debe ser, aunque a distancia, siempre he respetado a esos seres que, por obra del Azar, cayeron en ese grupo que se diferencia de la normalidad de mujeres y hombres que lo son de manera plena y al cien por ciento. No creo que, las personas que son de esa manera, tengan que ser señaladas con el dedo por nadie, ellos no eligieron ser como son y, por otra parte, tampoco sabemos si quieren dejar de serlo.
La Naturaleza, como tantas veces hemos comentado aquí, se guarda muchos misterios que aún no hemos podido comprender y, en este caso, no sabemos si, se tratará de alguna anomálía, o, por el contrario, significa algo que nosotros no comprendemos, al menos yo, no lo comprendo.
Soy de la opinión de vive y deja vivir, no quieras inmiscuirte en la vida de los otros, que cada cual, haciendo uso de su libre albedrío elija ma manera de vivir y, creo firmemente que, en muchos casos, ni elegir pueden, ya que, desde la cuna, esas personas vienen siendo lo que son y, cambiar eso…no será fácil, o, incluso, podría ser ir contra lo que la Naturaleza hizo y, tal lucha, nunca dio buenos resultados.
Aceptar lo inevitable es ahorarrar energías y evitar lucas inútiles.
Claro que, estos señores y soñoras homosexuales, a pesar de tener (como creo que lo deben tener) todos sus derechos como los demáslos tenemos, no creo que, sin embargo, deban asumir funciones que, sólo son exclusivas de un hombre y de una mujer, es decir: Ser padres y criar hijos, querer asumir tal función…me choca y la veo anti-natural.
En fin, amigo mío, el tema es espinoso y, no me siente preparado para extenderme mucho más en lo que no conozco como para poder dar un veredicto asimilado a la ciencia y que nos pueda dar, un escenario real de esa situación Social que no he llegado, ni a asimilar, ni a comprender.
Saludos.
el 29 de diciembre del 2012 a las 22:59
Amigos Emilio y José Luis:
Sus puntos de vista son muy importantes, y deben ser considerados como materia prima de debates, que se podrían dar en otras áreas diferentes a la que se considera en este foro.
Aprovecho el presente para agradecer las palabras de Don Emilio expresadas en el comentario 165.1
Es un honor y satisfacción para mí, poder hacer algún aporte buscando el bien de nuestra Humanidad.
Un gran abrazo para ambos.
el 1 de enero del 2013 a las 16:40
Hace 18 meses, en el comentario 6 de esta entrada “¿Sabremos alguna vez lo que es la mente? Floren comentó:
“La sexualidad femenina esta castrada sobre todo psicológicamente. …Es una castración mental”.
Agregando de mi cosecha, podría decirse lo mismo relativo a la sexualidad masculina.
No hay mucho que pensar, para darnos cuenta hacia a que vivencias pueden conducirse los seres humanos, hablando en términos de sexualidad, debido a una castración psicológica, ocasionada, en otras palabras, por una “castración mental”.
A la homosexualidad, por supuesto.
Desde este punto de vista, no ando muy errado al considerar que la sexualidad humana puede ser enmendada en sus actividades normales, tan sólo considerando que errores relativos fueron influidos negativamente por “otras mentalidades” que produjeron “castración mental”, y no adquirida debido a decisión exclusiva. ¿Quién quería castrarse voluntariamente? Siempre una información externa sería la fuente de la castración mental, potenciada por la ignorancia de la masa social en el sentido de sus propios conocimientos sobre la mente humana. Problema psicológico que ha abarcado muchas áreas más allá de la sola sexualidad, que afecta la educación total de los individuos.
Considero que sería un gran desperdicio de información, si después de año y medio que se creó este foro ¿Sabremos alguna vez lo que es la mente?, con más de 160 comentarios, los que aquí participamos no sabemos ni podemos ni queremos dar una respuesta a esta interrogante, que podría paliar en alguna medida tantos problemas que en nuestra mente se crean, por no comprenderla, al menos un poco.
Hay que dar la posibilidad a los niños y jóvenes de las nuevas generaciones, para que desde ya puedan informarse debidamente de los poderes de su mente. Los conocimientos relativos, les puede ayudar a tomar decisiones propias, en sus proyectos de vida presente y futura. No deben dejarse “influenciar” por información externa que podría afectar negativamente su educación personal. Antes tienen que tener la capacidad mental para valorarlas, y aceptarlas o rechazarlas, por su propio albedrío.
La respuesta a la interrogante: ¿Sabremos alguna vez lo que es la mente?, en este 2013 ya están disponibles algunos de los conocimientos más básicos, que harían de ella, el conocimiento más preciado.
el 2 de enero del 2013 a las 4:34
Los diferentes puntos de vista emitidos comentarios atrás, revisados y analizados de nuevo, dejan ver el avance que aquí se ha obtenido en el proceso de tratar de conocer la mente humana. En el número 8 expresé el siguiente punto de vista:
“A la mente yo la considero cómo un órgano más del cuerpo humano”.
Ahora, de lo aprendido se puede dar la siguiente definición:
“La mente es un órgano de alta complejidad eléctrica, la cual ha adquirido autogobierno e independencia de su propio cerebro, pues es capaz de manipular, con su inteligencia implícita, el funcionamiento electroquímico conjunto de las células cerebrales durante cada pensamiento que se procesa o se podría procesar, aunque si depende de ellas, para lograr su existencia”.
Este es un punto de vista general sobre el posible funcionamiento de la mente, que da una respuesta básica a la interrogante del tema: ¿Sabremos alguna vez lo que es la mente? Sin embargo, más allá de lo general, tenemos lo más particular que es nuestra propia mente, de la cual, si se quisiera ahondar en el tema, habría que cuestionarse: ¿Sabremos alguna vez lo que es nuestra mente?
Interrogantes muy parecidas, pero realmente muy diferentes en el enfoque de estudio que
podría llevarse a cabo.
el 3 de enero del 2013 a las 16:11
Hola amigas y amigos que participan y/o visitan este Blog de Ciencias de Don Emilio Silvera Vázquez:
Hoy quiero agradecer grandemente a Don Emilio por permitirme participar, sin cortapisa alguna, en este, su querido blog/hogar.
Mi agradecimiento más que nada se debe a que me ha permitido monologar gran parte de mis ideas, teniéndome una gran paciencia, como para no “botarme”, por algunas “tonterías”, que también he debido expresar. Por esto último, agrego mis más encarecidas disculpas.
Este tema de la mente, la planteó con gran inteligencia, pues de ella sólo se puede y se debe hablar en términos generales, investigándola pues, y dandose los respectivos puntos de vista.
Hablar de la mente en términos particulares, como la que sugiere la supuesta interrogante: ¿Sabremos alguna vez lo que es nuestra mente? No podría darse tan constructivamente como uno quisiera, ya que, al quererse dar algún punto de vista sobre tal cuestionamiento, tú, yo, o quien quisiera, solo podría hablar de la suya propia. Tú no puedes hablar de mi mente, así como yo no puedo hablar de la tuya. Son universos mentales paralelos, pero nunca iguales. Podríamos caer en temas que no todos podríamos compartir, y menos aún, debatir. Serían temas “escabrosos”, como bien alguna vez lo apuntara el profesor José Luis, catedrático universitario mexicano, que siempre ha sabido poner los puntos sobre las íes, a casi cualquiera tema que se le ponga enfrente. Bien por él.
Pero, finalmente, yo me quedo, encantado y maravillado, con la respuesta a ¿Sabremos alguna vez lo que es la mente? que aquí llegó a construirse:
“La mente humana, es un órgano de alta complejidad eléctrica, la cual ha adquirido autogobierno e independencia de su propio cerebro, pues es capaz de manipular, con su inteligencia implícita, el funcionamiento electroquímico conjunto de las células cerebrales durante cada pensamiento que se procesa o se podría procesar, aunque si depende de ellas, para lograr su existencia”.
Intuyo que esta definición de lo que es la mente, podría llegar a tener alcances inimaginables, en materia de superación humana, que en altos niveles, ahora es tan necesaria desarrollarla y aplicarla, para con ello tratar de hacer de nuestro mundo, un lugar de naturaleza en expansión sana. Borrar aquellas etiquetas: “especies naturales en extinción”, nos haría sentir más cómodos como humanos, en un planeta llamado Tierra, en donde todavía no se dan pautas claras, para su rescate global.
Un abrazo para todos.
el 4 de enero del 2013 a las 4:24
Amigo José Germán:
Nada tienes que agradecerme, estás en tu casa y, como sabes, cada cual en la suya dice lo que le venga en gana siempre que se respete la sensibilidad de los comensales como de hecho, sueles hacer siempre. El respeto y la educación son armas poderosa y, con ellas, podemos ir a cualquier parte.
Finalizas bien tu intervención cuando dices: “…nos haría sentir más cómodos como humanos, en un planeta llamado Tierra, en donde todavía no se dan pautas claras, para su rescate global.”
Es una lástima pero, amigo, llevas toda la razón.
Por lo demás, y concerniente a nuestras complicadas Mentes, es un profundo problema que tenemos planteado desde que comenzamos a tener consciencia de Ser. Muchos fueron y son los filósofos y científicos especializados que han tratado de desvelar los secretos que tan reducido cubículo contiene.
Nadie sabe cómo funciona la mente, o al menos, nadie sabe cómo funciona la mente al mismo nivel que se conoce el funcionamiento de otros muchos fenómenos de la Naturaleza. La Mente, como bien indicas a lo largo de tu comentario, es un misterio y, en cada uno de nosotros, están profundamente guardados los secretos de su funcionamiento que, de manera general, podemos intuir, para emitir algunas conjeturas que nunca, aunque en algún caso se puedan acercar, refeljan la realidad de lo que la mente es.
Como animales que somos -más o menos racionales-, en nuestros comportamientos y sin que podamos evitarlo, se reflejan los instintos, el egoismo y también, ¿por qué no decirlo?, una falta de humanidad que simplemente con ver lo que pasa en el mundo podemos constatar un fiel reflejo de lo que somos. Nos falta mucho camino por andar para que se den esas pautas del rescate global que mencionas.
Hay algo de esperanza en personas que, como nosotros, sentimos de distinta manera a esos otros que, por obtener el poder y la riqueza, son capaces de todo. Viendo el panorama actual del mundo, tenemos motivos más que suficientes para dudar de “nosotros”, y, al decir nosotros, me refiero a la Humanidad en su conjunto que, habiendo hecho cosas muy buenas, también los hizo y las sigue haciendo de la peor calaña.
No se si podemos tener algo de esperanza de que, en el futuro, las cosas vayan cambiando y, “nuestras mentes” también. Comprender de una vez por todas que la Naturaleza nos surte de todo lo necesario para que nadie quede excluido y todos, sin excepción, tengamos una vida digna, sin humillaciones ni carencias de lo más básico, sobre todo educación, un techo donde cada cual se cobije y el alimento.
Por conseguir eso, tendría que ir el esfuerzo de todas las mentes del mundo y, sin embargo, seguimos divididos en grupos que sólo piensan como prevalecer “ellos” a costa de los otros grupos y, desde luego, ni se paran a pensar siquiera que, esos otros grupos, también como ellos, son personas y tienen sentimientos.
¿Dónde fue a parar la moral, la ética y la honradez?
Hablamos de lo que la Mente es y, finalmente, tendremos que reconocer que, poco sabemos de “ella”, lo que se cuece allí, en cada una, es un universo desconocido para todas las demás y, a veces, haciendo un ejercicio de fingimiento social, se adoptan posturas y se acuerdan comportamientos que, a la menor contingencia que pueda surgir, se va todo al traste y vuelve a aparecer, la verdadera cara que llevamos dentro…
¡Nos falta tánto camino por recorrer!
No se si algún día, la ciencia, podrá llegar a conocer lo que la Mente es, pero sospecho que, tan complejos sistemas que en sí mismo resultan ser “mundos” apartes, la cosa no será nada fácil y, el único camino que vislumbro para que, de alguna manera, podamos llegar a un buen puerto, es el de la madurez evolutiva que nos lleve a ese punto de conciencia que nos haga sentir, el dolor ajeno como propio.
Lo cierto es que me gustaría saber lo que la Mente es. Sin embargo, y como tantos otros antes que yo, me quedaré con las dudas y, de alguna manera, tendré que conformarme con imaginar en qué pueda finalizar todo esto y, para evitar sufrimientos estériles, siempre termino por pensar que todo tendrá un buen final.
¡Una Ilusión! Bueno, al menos es mi deseo.
Un abrazo amigo
el 4 de enero del 2013 a las 16:25
Gracias amigo Emilio, por hacerme sentir que no estoy sólo en esta parte tan interesante de tu blog para el conocimiento humano en general. Abusando de tu generosidad, me permito dar las siguientes conclusiones sobre mis particulares investigaciones sobre lo que es la mente. Un abrazo por anticipado.
Postulado de José Germán Vidal Palencia sobre la mente humana.
A 4 de enero de 2013, México, D.F.
Definición técnica de la mente humana.-
La mente humana es un ente físico. Está formada por electrones libres en movimiento organizado dentro de un Sistema Neuroeléctrico, constituido por la red nerviosa de neuronas cerebrales, la cual se extiende en ramificaciones a través de todo el Sistema Nervioso del cuerpo humano.
La función de la mente como sistema eléctrico, organizado en forma compleja, se puede comprender objetivamente considerando que es un sistema más del cuerpo humano. La ciencia ha logrado derivar estudios independientes para cada sistema y aparatos componentes del cuerpo humano, a partir de considerarlos artísticamente. Así, es posible ver figuras diversas en donde se pueden apreciar las características físicas aproximadas de cada una de las partes que conforman el cuerpo humano, debiéndose agregar, ahora, el Sistema Neuroeléctrico.
El Sistema Neuroeléctrico del cuerpo humano, puede visualizarse en una figura artística en forma aproximada. Así como en un momento dado se puede apreciar la figura del sistema óseo, circulatorio, muscular, nervioso, etc., también es posible observar artísticamente el fenómeno de la circulación eléctrica a través del Sistema Neuroeléctrico, en donde la complejidad de tal circulación, está constituida dentro las neuronas cerebrales.
Electrones libres en movimiento continuo en el interior de las neuronas cerebrales, establecen un universo de electrones en cantidades mayores a las millonarias células cerebrales a través de las cuales circulan en forma organizada. Todos esos electrones libres en movimiento organizado, son los que constituyen el cuerpo de la mente, los cuales ya no son células, sino un solo conglomerado de partículas de energía eléctrica en movimiento complejo.
El cuerpo físico de la mente, puede definirse en función de las capacidades pensantes que puede desarrollar, como sigue:
“La mente es parte de un sistema del cuerpo humano de alta complejidad eléctrica. Se sabe que esta ha adquirido autogobierno e independencia de su propio cerebro, pues es capaz de manipular, con su inteligencia implícita, el funcionamiento electroquímico conjunto de las células cerebrales durante cada pensamiento que se procesa, o se podría procesar, aunque sí, depende de ellas para lograr su existencia como sistema eléctrico de alta complejidad.”
Esta es una información de Dominio Público.
Atentamente, José Germán Vidal Palencia
el 5 de enero del 2013 a las 6:33
Amigo German:
No debes sentirte solo y, al menos un compañero, puedes estar seguro que está contigo en tu andadura inacabable de esa aventura del saber del mundo, del universo…, de nosotros. Lo cierto es, amigo mío, que pagamos un alto precio por un poco de sabiduría y, cuando vamos llegando a comprender alguna cosa… ¡Nos tenemos que ir!
De todas las maneras la Sabiduría -con mayúsculas-, nunca llegamos a alcanzarla, simplemente adquirimos algunos conocimientos sobre este o aquel tema que nos atrae y ha logrado captar nuestra atención y despertar nuestra curiosidad. Como cualquier otra persona a lo largo de nuestras vidas vamos acumulando una dotación de dispositivos neuronales de reconocimiento de patrones que nos permiten entender nuestro mundo y desenvolvernos en él con notable eficacia.
Todos esos patrones que están con nosotros y otros muchos que no pudimos alcanzar pero intuimos, están ahí y constituyen la totalidad de nuestras experiencias vitales, de nuestros esfuerzos mentales por alcanzar ese saber que, en realidad nunca llega a ser completo y, las personas curiosas y deseosas de alcanzarlo, siempre están -al menos a mí me pasa- algo insatisfechas por las muchas cosas que no sabe.
Lo cierto es que, el balance final, si mirámos el recorrido hecho y lo conseguido, tampoco es insatisfactorio y podemos, al menos, tener la certeza de que hicimos todo aquello que estuvo en nuestra mano para alimentar y hacer crecer la mente que se ha ido enriqueciendo a medida que nuestras vidas transcurrían y, “las estaciones de la mente” pasaban de una a otra en un viaje de cuyo recorrido, las ganancias mentales -en toda clase de experiencias-siempre ha sido positiva.
Los pequeños logros alcanzados, los pocos conocimientos que hemos logrado atesorar, de manera intuitiva los hemos empleado en beneficio de los que han sido nuestra responsabilidad y, hacia ellos, hemos volcado ese finito saber que pudimos alcanzar y, siempre procurando que ellos, nos superaran en conocimientos y para ello, cuando hizo falta, sacrificamos muchas cosas para conseguir ese logro. Ese es el motor del mundo, lo que nos mueve y, aparte de lo que individualmente podamos sentir, al final de todo, está ese deber y ese destino que todos, en forma de sentimientos, llevamos dentro y nos empuja para que, nuestro paso por este mundo, no haya sido en vano.
Algunos alcanzan la habilidad para “ver más allá de las cosas” sin esfuerzo aparente y, tal posesión de “sabiduría” no ha llegado a esa mente por arte de magia, sino que, es la condensación de muchos hechos y sucesos, de actividades mentales desarrolladas durante décadas y que les lleva hasta ese estadio de comprensión que, no todos, podemos alcanzar. Al menos a mí me gustaría saber mucho más de lo que se y poder percibir mucho más de lo que puedo percibir. Sin embargo, no todos podemos ser Einstein y, por otra parte y pensándolo bien, me conformo con quien he llegado a ser.
Nuestro periplo de vida es, en ralidad, el periplo de vida de nuestra mente. Una vida mental rica en experiencias y, en ese recorrido, hemos tenido la oportunidad de afrontar diversos desafíos mentales que nos dieron la oportunidad de superarnos al utilizar esa herramienta cognitiva que llamamos mente y que, en realidad, es la que siempre nos ha guiado en nuestro caminar por el mundo. No todos, la han utilizado de la misma manera y, de ahí, la diversidad de comportamientos debidos a esa misteriosa entidad que llamamos mente.
El poeta decía:
Mi mente para mí un reino es,
tal es el gozo que ella me entrega
que supera todo otro placer
que el mundo ofrece y crea.
Simplemente podemos deducir de esas sencillas palabras de escritas por Sir Edward Dyer (1543-1607) que, desde siempre, la mente ha ejercido una creciente fascinación por lo que la mente es. Nuestra especie ha tenido la suerte de poder desarrollarla en un alto grado y, hemos podido llegar a comprender, cómo nuestros conocimientos expresados por un conjunto de procesos cerebrales -en buena medida codificados y transmitidos genéticamente- que se disparan automáticamente frente a ciertos estímulos o situaciones, esta perspectiva de la sabiduría recorre millones de años de experiencia que se aleja hasta la evolución de los mamíferos y se expresa en los humanos en forma de respuestas emocionales básicas.
Así, la sabiduría de la especie -en general. se expresa como un conjunto de categorías codificadas y transmitida por la cultura que nos permite interpretar el mundo de una manera que resulta adaptativa para la especie. Este tipo de sabiduría recoge miles de años de experiencia humana y se expresa en forma de lenguaje y de otros sistemas simbólicos de que hemos llegado a disponer y de los que, las matemçaticas quizá sean el mayor exponente de la complejidad que hemos llegado a alcanzar.
De todos estos pensamientos hay que destacar la importancia del lenguaje que nos permite comunicarnos con los otros y, se podría incluso decir, sin temor a equivocarnos que, el lenguaje de uno es tan bueno como su inteligencia. Bueno, a la inversa también nos daría el mismo resultado: ¡la inteligencia de uno puede ser tan buena como lo sea su lenguaje! El lengujae es una herramienta que nos permite comunicarnos con nuestros semejantes pero, además, es un rico repertorio de conceptos que nos permite confeccionar un modelo del mundo.
Amigo German, tocando ciertos temas no puedo evitar el divagar, de una cosa me paso a la otra, son tántas las conexiones de la mente que, siendo parte de la Naturaleza, en ella, lo tenemos todo, un universo cabe ahí en tan pequeño reducto de engañosa percepción, es lo más grande que existe y, aunque parezca paradógico, en ella, en la mente, caben todas las cosas que existen y…, si me apuras, las que existen también.
Un abrazo amigo mío y que mantengas siempre la mente tan clara y perceptiva como lo demuestran tus palabras de las que no acabamos de aprender.
el 5 de enero del 2013 a las 15:20
Gracias amigo Emilio:
Tus palabras de sabiduría, me hacen sentir, en cuanto de ella se trata, como un granito de arena. Al mismo tiempo, el fondo de ellas me hacen sentir que no estoy solo en ese palacio de sabiduría que has construido. Este, sin duda, permanecerá para beneficio de propios y extraños, por generaciones y generaciones, trascendiendo tu mente hacia el futuro, los momentos que estás viviendo, por los conocimientos que has aportado, en forma positiva y sólida. Un trabajo ejemplar que has logrado con el uso racional de tu mente, enseñando con ello, como se debe labrar la tierra de nuestra Tierra, y sembrar, y cosechar frutos para alimentarla, y no dejarla morir, sino vivir, en abundancia, de creatividad humana.
Un gran abrazo amigo Emilio.
el 6 de enero del 2013 a las 7:14
¡EUREKA! ¡LO LOGRAMOS EMILIO!
Esta fue la primera sensación emotiva, que me produjo el percibir que mi postulado sobre la mente descrito arriba, podría considerarse uno de los más importantes descubrimientos psicológicos de los últimos tiempos.
Encontrar que tenemos una mente que tiene el poder y la capacidad para manipular nuestra total capacidad física, y no al contrario, podría significar que siempre ha existido el error nuestro de considerar que podríamos llegar a dominar a nuestra mente. La verdad es que la mente, considerando que es autogobernable, inteligente e independiente de nuestro cuerpo, ella es la que lo puede manipular y dominar consciente y voluntariamente. Que se manipule correcta o incorrectamente nuestro cuerpo para realizar tantas cosas que podríamos llevar a cabo, he ahí un problema humano que siempre ha existido, al no saber a veces qué camino tomar, teniendo las dos posibilidades enfrente.
Esta verdad de que les hablo, podría permitir a los individuos que lo deseen, superar su cuerpo y cerebro para que funcionen de la mejor manera, a la medida y gusto de una mente poderosa que en todos los sentidos tenemos, ya que la naturaleza nos las ha brindado así, gracias a una evolución que han vivido y construido todas las generaciones humanas pasadas, hasta lograr lo que hoy somos, como cuerpo, cerebro y mente.
Cuando alguien dice o se plantea: “Voy a superar mi mente”, ¿Quién está planteando la interrogante? ¿El cuerpo o la mente? ¿No es mejor decir: “Voy a superar mi cuerpo” (incluye el cerebro)? ¿No creen que acondicionando apropiadamente nuestro cerebro y cuerpo, podría funcionar mejor nuestra mente?
¿Cuantas personas por no saber que es la mente la que manda y no nuestro cuerpo, maltrata a ambos con drogas, alcohol y mala vida, pensando que no pasa nada, pues es la vida normal de la sociedad en que vivimos?
En las últimas horas he estado revisando documentales en donde se pueden ver todo tipo de gentes, desde aquellas que son delincuentes, trastornados mentalmente, viciosas, hasta gente de bien y estudiosas de las más variadas materias de investigación científica. Y me pongo a pensar: ¡Dios mío! qué poca gente decide emplear su mente para superarse físicamente en todos los sentidos. Siendo innumerable la gente que no sabe que nuestros cuerpos, son sólo un instrumento de trabajo para nuestra mente, y que necesitan estar bien preparados y aptos para lo que aquella pudiera decidir, positivamente.
Amigas y amigos, la próxima vez que tengan una persona enfrente, véanla cuidadosamente y escuchen su plática, quedarán asombradas de lo que dicen sus mentes. Sentirán vergüenza y lástima, si les toca contactar con una persona, que ha estado ingiriendo sustancias prohibidas para su cuerpo. Y grandemente admiradas, de todas aquellas personas y de niños y jóvenes, que con sus libros bajo el brazo, van ilusionadas a sus escuelas, buscando con sus mentes, un futuro mejor para sus personas.
¡Maestros de todo el mundo! Díganle a cada uno de sus alumnos, que tienen una mente poderosa, y que esta requiere del apoyo de su cuerpo y cerebro, para continuar siendo así, durante toda la vida.
el 6 de enero del 2013 a las 9:40
Así resulta ser amigo mío.
el 6 de enero del 2013 a las 23:30
“Y sin embargo se mueve”
Galileo Galilei
“Y sin embargo, todavía no encuentro nada más maravilloso en la naturaleza, que el cuerpo de una bella mujer. Y, si su mente es igual, que maravilloso debe ser un paraíso así”
J.G.V.P
el 7 de enero del 2013 a las 13:09
También, en eso, estamos de acuerdo.
el 13 de enero del 2013 a las 4:49
Amigo Emilio:
Y sin embargo también, las mentes propias de incontables seres humanos, girando con sus pensamientos alrededor de los cuerpos ajenos de sus contrapartes sexuales, es la causa principal de que en nuestro mundo haya aparecido la envidia, el celo, el odio, la lujuria, la maldad, el asesinato, al alcoholismo, y tantos vicios más, que existen afectando por derivación, a terceras personas y familias completas. Creo que me quedo corto al no considerar muchos otros problemas derivados.
No me cansaré de insistir, en que querer reconocer que nuestra mente puede elevar su calidad y cantidad de pensamientos, con sólo dar un tratamiento adecuado a nuestro cuerpo y cerebro, podría ser una buena solución que nos podría llevar a construir una sociedad más sana, a partir del buen ejemplo que nosotros mismos podríamos dar a la colectividad, a partir de un mejor y más amplio pensar.
El meollo de todo este asunto, está fincado en que la mayoría de la gente aún no ha aprendido a canalizar sus pensamientos, para que giren alrededor del amor fraternal que todos nos debemos unos a otros. Aprender a ser sinceros con nosotros mismos, cuanto antes, también podría ser un buen principio que podría llevar a nuestras vidas por el camino de la honestidad, para lograr el reconocimiento de nuestras propias conductas inadecuadas y corregirlas, sin pensarlo demasiado.
el 13 de enero del 2013 a las 6:25
Amigo mío, ¡son tantas las cosas que podríamos hacer! Sin embargo, estamos inmersos en ese mar de confusión en el que, la niebla de la ignorancia, no nos deja llegar al ansiado puerto que has esbozado en tu comentario.
Pero, como bien dices, demos ejemplo y no perdamos la esperanza.
Un abrazo.
el 27 de enero del 2013 a las 19:59
Postulado sobre la constitución física del alma.-
Sistema de neurogas, que tiene como constituyente la agrupación compleja de moléculas de argón, sujetas a potenciales de ionización a ritmo inteligente, por su asociación electrostática con los electrones libres que fluyen en el sistema nervioso del cuerpo humano (Sistema neuroeléctrico).
Argumentación.-
Es el argón, después del oxígeno y el nitrógeno, el más abundante en el aire que respiramos. Sus propiedades eléctricas le hacen un material aislante perfecto, característica importante necesaria para ser considerado un dieléctrico, elemento indispensable en la construcción de condensadores eléctricos, los cuales son capaces de retener electrostáticamente electrones libres.
El proceso por el cual el argón como dieléctrico es capaz de retener electrones libres, se debe a su ionización propiciada por potenciales eléctricos en sus cercanías (actividad eléctrica cerebral y nerviosa). Ocurre lo que en una pantalla de plasma que maneja cápsulas de gas argón, donde este es ionizado por electrodos que manejan señales eléctricas variables (video), variando su luminosidad dependiendo de los potenciales que le ionizan en diversos niveles.
En otras palabras, el contenido de información inteligente, se resguarda gracias a la presencia del argón al retener electrostáticamente el componente eléctrico del sistema neuroeléctrico. Y, al parecer, las fuerzas intermoleculares a partir de las fuerzas de Van der Waals, dispersión de London y Efecto Casimir, hacen que este contenido inteligente sea dinámico de acuerdo al entorno ambiental en que se pueda desenvolver.
Además, la configuración intermolecular ocasionada por la ionización del gas argón, lo mantiene unido por la interacción atractiva presente entre todos sus componentes monoatómicos ionizados (Sin las fuerzas de London, no habría fuerzas atractivas entre los átomos de un gas nobleFuerzas de Van der Waals – Wikipedia, la enciclopedia libre
el 28 de enero del 2013 a las 4:54
Amigo mío… ¡cada día me sorprende más!
Un saludo.