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¿Sabremos alguna vez lo que es la Mente?
por Emilio Silvera ~ Clasificado en La Mente - Filosofía ~ Comments (240)
En otras ocasiones hemos comentado aquí sobre la maraña de conexiones que llevamos en la cabeza. Es nuestro cerebro humano que, con poco más de un kilo de peso, contiene unos cien mil millones de células nerviosas o neuronas. La capa ondulada más exterior es la corteza cerebral, que es la parte del cerebro de evolución más reciente, contiene alrededor de treinta mil millones de neuronas y un billón de conexiones o sinapsis.
Conexiones sin fin
Si contáramos una sinapsis cada segundo, tardaríamos 32 millones de años en hacer el recuento. Si consideramos el número posible de circuitos neuronales, tenemos que habérnosla con cifras hiperastronómicas: 10 seguido de al menos un millón de ceros (En comparación con el número de partículas del universo conocido asciende a “tan sólo” 1079 es decir, es el número conocido como NEdd (Número de Eddintong) que es:
15.747.724.136.275.002.577.605.653.961.181.555.468.044.717914.527.116.709.366.231.425.o76185.631.031.296 protones y el mismo número de electrones, fue calculado por Arthur Eddintong allá por la década de 1920. Pues bien, esa descomunal cifra, se queda muy corta si la comparamos con las conexiones de nuestr5o cerebro. De ahí viene lo que decimos de que, “nuestros cerebros son las máquinas más complejas del Universo”. Y, desde luego, el comentario no está lejos de ser cierto.
La vitalidad, la pasión el dinamismo, la confianza, la capacidad, la coherencia, la repentización de ideas en hechos, la capacidad a resistir la fatiga y el agotamiento en ciertos momentos, los sentimientos, la alegría o la pena, el dolor, la energía y, en realidad, todo lo que cada uno pueda ser, está ahí, ubicado en su cerebro donde radica la central de mando que envía al resto del cuerpo la orden de lo que tiene o no tiene que hacer.
Está claro que, nosotros, al igual que todos los cuerpos y objetos que habitan en nuestro Universo, tiene su actividad debido a la energía. La historia de la energía de los seres vivos se va desarrollando a través de distintas formulaciones: el valor vital o pneuma que se fragua en el horno del corazón según se dijo en la Grecia antigua; o la energía chi, que circula atravesanzo lineas meridianas del cuerpo según los chinos; o como prana en la India hace que el cuerpo de los yoguis se convulsione; o como fuerza vital que buscaban los estudios de la Alquimia, cuando soñaban con la fabricación del oro y con la eterna juventud; y así sucesivamente, hasta llegar a tiempos más modernos en los que, incluso algunos, como Freud, se agarró a la idea de la descarga de la energía sexual.
Sin embargo, la realidad es otra muy distinta. Lo que suministra potencia a nuestros cuerpos y Mentes es la electricidad. Nuestras células se proveen de energía a partir de unos enormes campos eléctricos que conducen grandes corrientes mediante unas diminutas máquinas moleculares; se trata de motores, conexiones, bombas de inyección, interruptores y fábricas de productos químicos que crean conjuntamente la vida celular.
Esta energía eléctrica es producida por billones de microbios que invadieron a los antepasados de nuestras células hace miles de millones de años y que viven a miles actualmente en cada una de las células de nuestros cuerpos. Ya dejamos aquí la referencia en otros trabajos de las mitocondrias que, en simbiosis con nosotros, nos suministran la energía que necesitamos.
No es fácil entender la complejidad que conlleva el enmarañado entramado de un cerebro humano, y, de hecho, hasta hace unos pocos años, no hemos comenzado a entender (parcialmente) sus mecanismos. La energía es la base principal del funcionamiento de todo lo que en el Universo es, y, nuestro cerebro, no podía ser menos. Así que, como antes decíamos las células del cerebro invadidas por las mitocondrias reciben de estos invasores que parecen vivir pacificamente en simbiosis con la célula, lo que necesitamos.
Sin embargo, también pueden ser enemigos. Investigaciones recientes demuestran que pueden ser los asesinos y ejecutores silenciosos de la célula, estando además implicados en una gran cantidad de enfermedades y discapacidades devastadoras, así como también en los procesos de envejecimiento, que llevan una disminución irreversible de la energía corporal y mental.
La energía que mueve y motiva la mente siempre ha sido un misterio. Sin embargo, actualmente la tecnología moderna nos ofrece la posibilidad de poner en imágenes y visualizar los cambios que se producen en la energía del interior del cerebro, de un momento a otro, mientras pensamos y sentimos. Son las mitocondrias las que hacen posible y generan esa energía.
Las mitocondrias son unos orgánulos celulares muy especiales: poseen una membrana externa como si se tratase de una célula independiente, también tienen su propio genoma que presenta muchas semejanzas con genomas bacterianos y son fundamentales para el aporte energético de la célula pues sintetiza gran parte del ATP producido en la misma. Y esto es solo una parte de todo lo que las mitocondrias hacen por la célula.
Hoy no hay dudas al respecto, las mitocondrias eran células independientes que un día se toparon con las células eucariotas y se enamoraron… al estilo de las células. Alguna (o algunas) célula eucariota, hace unos 1500 millones de años fagocitó una mitocondria y no pudo digerirla. De esta forma, dos seres distintos se vieron obligados a negociar las condiciones de su existencia.
La reflexión en torno al amor (que no es mía, sino de Eduardo Punset) tiene que ver con lo que es y lo que no es amor. Asumimos la idea de que el amor es un ansia de entrega y desprendimiento, un gran logro del hombre moderno, expresado como marcan las prescripciones literarias. Entendemos el amor como la antítesis del interés individual, el desinterés supremo.
Pero una mirada al pasado sugiere todo lo contrario. Un vistazo al proceso evolutivo nos dice que el amor es una constante de la existencia, el irrefrenable impulso de fusión. Desde que las primeras células se unieron para intercambiar material genético existe el amor. Está en la base de los motivos sociales universales de pertenencia y confianza.
Pero, sigamos con lo nuestro. Se han descubierto ahora los compuestos químicos y las vías por los que se controla dentro del cerebro el despertar, la ansiedad y la motivación, de tal modo que, por fin, estamos cerca de llegar a comprender qué son el nerviosismo y la depresión, y como la podemos controlar mediante fármacos.
Los exámenes con escáner muestran que las personas deprimidas tienen menos serotonina y receptores de opioide y que esa variación está vinculada con los síntomas y la respuesta al tratamiento. En los tiempos quen corren, con un elevado número de padres de familia en paro, ésta peligrosa enfermedad está haciendo estragos y, es imperioso que avancemos en el modo de eliminarla. El principal problema reside en que todas las personas no tienen la misma biología y aguantan de distintas maneras la misma situación.
Nuevas tecnologías nos llevan al interior de nuestros cerebros y posibilitan el estudio de cambios y transiciones de fases que producen diversos cambios dentro de nosotros, y, aunque ahora empezamos a comprender, el camino que tenemnos por delante es alentador.
Claro que, aquel “soy consciente, luego existo” nos podría conducir hacia el solipsismo, a la creencia en que nada existe fuera de la propia conciencia, y, ¡existen tantas cosas! No podemos dejar que todo lo dirijan modelos cognitivos que, en realidad, nos tienen poco que ofrecer en relación con el lado experiencial o fenoménico de la experiencia consciente. Es ahí, en nuestras vivencias en contacto con el mundo, donde el cerebro, por medio de los sentidos, recibe la información que le hace trabajar en función del material recibido para archivar y “recordar” los hechos que, serán tenidos en cuenta en ocasiones similares.
Como otras veces he dicho, la conciencia es especial y de la misma manera, plantea un problema especial que no se encuentra en otros dominios de la ciencia. En la Física y en la Química podemos explicar entidades determinadas en función de otras unidades y leyes. Podemos describir el material presente en una Nebulosa, al menos en principio, en términos de átomos, gravedad, e incluso leyes de la mecánica cuántica. Podemos conectar distintos niveles del saber para describir una entidad e incluso, lo podemos hacer a través de las matemáticas, otro lenguaje complejo que nos da una referencia del mundo en sus distintas vertientes.
La Nebulosa de la Laguna podría servir para el caso
En el caso de la conciencia, sin embargo, nos encontramos con una asimetría. Lo que intentamos no es simplemente comprender de que manera se puede explicar las conductas o las operaciones cognitivas de otro ser humano en términos del funcionamiento de su cerebro, por difícil que esto aprezca. No queremos conectar simplememnte una descripción de algo externo a nosotros con una descripción científica más sofisticada. Lo que realmente queremos hacer es conectar una descripción de algo externo a nosotros -el cerebro-, con algo de nuestro interior: una experiencia , nuestra propia experiencia individual, que nos acontece en tanto que observadores conscientes. Intentamos meternos en el interior, en el intrincado mundo desconocido de la complejidad misma.
Podemos mirar el interior del cerebro pero, ¿sabemos lo que estamos viendo? desgraciadamente lo que nos ofrece nuestra moderna tecnología no siempre es bien interpretado por los “especialistas” que deben tratar o comprender lo que allí (en aquel cerebro) está pasando.
100.000.000.000 de neuronas conectadas entre sí en torno a 400 órganos neuronales igualmente conectados: ¿no deberían suponer un espectáculo impresionante? Se ha llegado a la conclusión de que, si queremos acdeder a grandes números, estos, a pesar de su inmensidad, no están en el Universo, se encuentran en nuestro cerebro. Es allí donde residen las “infinitudes” que el Universo creó para poderse observar así mismo.
¿Conoceremos algún día lo que aquí se guarda? Dicen que el Universo, puso aquí dentro todas las respuestas y que, nosotros, los poseedores de esta “caja mágica” que llamamos cerebro, sólo tenemos que urgar dentro, mediante el pensamiento profundo, para hallar esas respuestas que tanto esperamos y, no pocas veces necesitamos.
El interior del cerebro, como ocurre en el interior de los planetas como la Tierra, reina una actividad que reside en un centro núcleo o neuronal de donde parten todas las funciones quen llevan a conformar el todo. Son complejidades del Universo que se han creadom en los Núcleos de las estrellas que, en el seno de las galaxias brillan y nos envían mensajes que aún, no hemos sabido leer.
emilio silvera
el 10 de abril del 2012 a las 16:31
Hola a todos/as.
Según leo en vuestras conclusiones, el raciocino necesario para la compresión de la conciencia, debería pasar por un cambio radical del sistema educativo, ya que no incrementa en absoluto el interés por el aprendizaje, sino sólo se preocupa de que se aprendan textos de memoria, y aprender a realizar ciertas operaciones matemáticas, de las cuales ya se saben el resultado, y no se alimenta el desarrollo de la capacidad de cada ser, y menos aún se tiene en cuenta lo que el individuo pueda aportar de nuevo, ya que se salddría de los margenes marcados y el temario limitado a aprender.
El sistema y la adapación de supervivencia al mismo, así lo requiere, pues sólo puedes desarrollar un puesto de trabajo medio digno, en caso de haber sido titulado, y eso pasa por pasar por el aro.
Claro que es imposible tener un minimo de conocimiento de la consciencia, cuando se nos merma de nuestra capacidad para el desarrollo de la misma, y se nos educa para competir por el mejor puesto y mejor posición social, sin tener en cuenta el daño que esto pueda producir a los demás congeneres, y ni siquiera, las necesidades del individuo.
Para poder acercarnos a un pequeño sentir de la conciencia, y así despues poder comprenderla, deberíamos de ser conscientes de la necesidad de vivir cooperativamente y dando la igualddad de importancia a la vida de todos los seres, y por tanto a todo el planeta, como ser vivo al que pertenecemos, ya sea como células “pensantes” que “no inteligentes”, pues si fueramos inteligentes, no estaríamos llevando al Ser humano, y demás seres habitantes de la tierra por los derrpters catastroficos de destrucción que los llevamos, alimentando constante mente nuestra propia destrucción, sin tener conciencia a bsoluta de ello, o como poco, no dandole la importancia que ello tiene.
No podemos tener en cuenta la consciencia, cuando nos desarrollamos en un mundo, en el que no tiene cabida la existencia de la misma, para poder subsistir.
el 11 de abril del 2012 a las 2:53
Estimado Floren y Prof. José Luis:
Existen puntos de vista de gente, que en el pasado han dejado una lección o ejemplos de lo que es el saber y lo que es la comprensión. Ya en algún comentario el Prof. José Luis dejó constancia de lo importante que es el comprender, antes que el aprenderse de memoria los temas bajo algún examen dado. Einstein mismo, en alguno de sus múltiples comentarios narrados en su vida biográfica, cuando estuvo en fuego cruzado por sus detractores, refiriéndose a un importante físico norteamericano que no estaba de acuerdo con sus teorías, llegó a decir de él: “Este hombre sabe mucho, pero comprende poco”
Es posible que, como dice Floren, no existe un deseo genuino de las autoridades educativas (en otras palabras) para que el estudiantado se prepare adecuadamente, dándose prioridad a temáticas que cubren planes de estudio (completos según el plantel educativo) que no van de acuerdo a los potenciales de aprendizaje de los alumnos. Poco importa la consciencia ni de alumnos ni de maestros, ambos interesados en que toque el timbre de salida del plantel. (Debe haber honrosas excepciones) En pocas palabras, eso entiendo que pasa en los planes de enseñanza en general. Como maestro que fui, no dejé de sentir esa sensación en el ambiente escolar donde laboré.
Pero, en este blog, he constatado que los participantes están deseosos de introducirse en el conocimiento de lo que es el funcionamiento de nuestra mente, nuestra consciencia y nuestro cerebro, un trio de asuntos inseparables físicamente, pues no se pueden dar uno sólo, sin los otros dos. Con todas las variantes que podrían darse en las diferentes personas, las cuales, como una huella digital, son diferentes entre sí.
Para mí, los comentarios diversos que se han dado en esta sección del blog de ciencias de Don Emilio, son suficientes para llegar a varias conclusiones, y son las siguientes:
1.- Los datos que se tienen memorizados en nuestro cerebro, esa es la capacidad mental que disponemos. Poca información memorizada, poca mentalidad disponible.
2.- La consciencia debe comprenderse desde dos puntos de vista: La que nos dice que somos conscientes gracias a que tenemos detectores (nuestros sentidos) que nos mantienen en contacto permanente con un medio ambiente cambiante, el cual nos hace sentir calor, frío, hambre, dolor, placer, etc.. Y la consciencia que nos interrelaciona con nuestros semejantes. Esa consciencia que ha aprendido ha valorar la diferencia que hay entre un animal salvaje y sus parientes más cercanos. Consciencia que impresa en nuestros genes durante millones de años de evolución, nos hace instintivamente querer más a un congénere que a un elefante, por ejemplo. A nivel citadino, ese tipo de consciencia es la que, aplicada debidamente, debería ser causa principal de querer beneficiarse, a partir de beneficiar primeramente a los demás, en forma recíproca, en esta sociedad nuestra.
Comprendido este asunto, insisto en que es necesario que elevemos nuestra capacidad mental (que rotundamente se puede) a nivel individual y no de grupos. El por qué debería ser así, es que existen no pocos congéneres que están conformes con su escasa mentalidad (poca información en sus cerebros). Están conformes sobreviviendo al día, ya sea porque fortuitamente viven en la abundancia, o porque en sus genes no llevan información genética que les impulse a mejorar globalmente como persona, independientemente de si son inteligentes o no.
Reafirmo mi punto de vista: Se debe acondicionar nuestro cerebro, para que este pueda ordenar mejor toda la información que en él se encuentra memorizada. Ocurrirá lo contrario que indica Floren: Lo memorizado, ahora será verdaderamente comprensible, hasta niveles en que la creatividad se hará manifiesta permanentemente en los individuos preparados para lograrlo, mediante disciplina especial, como la que yo sugiero.
Esta disciplina no tendría por qué “espantar” a los usuarios, yo la llamo, como subtítulo sugerente: Inteligencia extrema, herramienta para usar y guardar”
Las respuestas para tantas interrogantes que a veces nos planteamos, podrían encontrar solución con una herramienta de este tipo, ¿No lo creen?
Un saludo afectuoso para todos.
el 11 de abril del 2012 a las 14:22
Estimado Don Emilio y grupo de amigos de este blog:
Hasta ahora, esta sección de ciencias denominada ¿Sabremos alguna vez lo que es la mente?, se ha desarrollado de una manera sana, respetuosa y responsable, por lo cual, para seguir dentro de esos cánones donde todos aprendemos algo, he tomado la decisión de no intercalar en las informaciones que hemos estado aportando y que seguiremos aportando, mi varias veces sugerido curso de superación personal “Optimización Cerebral”
La razón es simple y se desprende esta decisión de la conclusión indicada en el comentario anterior, de que haya la posibilidad de que esa información no sea de interés general, debido a que algunas personas estén conformes con la personalidad que van desarrollando por sus propios medios. Sin duda, muchas otras personas si estarían interesadas en conocer los detalles de la misma, y a ellas y a todos los que lo deseen, les invito a que no pierdan de vista mí página web:
http://www.wix.com/universounificado/particulaselementales
Dentro de algunas semanas, en ella estará incluida toda la información pertinente.
Saludos afectuosos.
el 11 de abril del 2012 a las 14:52
Estimados J. Germán , Floren y resto de Compañeros del blog.
Desde que era estudiante de secundaria recuerdo acuñe la siguiente frase;”La inteligencia es la memoria de los pen…..” explicare su porque, cualquier informacion leida en un libro de texto esta sujeta a critica, como precisamente lo estamos haciendo ahora, el estudiante no ha comprendido este concepto, lo leido en un libro de texto tiene por necesidad que ser interpretado por quien lo esta leyendo, tiene que razonar que es exactamente lo que el autor quizo decir, tiene que comprobarlo haciendo referencia a otros libros de texto, otros autores, solo asi puede comprender exactamente lo que el autor quizo decir y por tanto formar un criterio personal del concepto estudiado, pero si escasamente leen el libro de texto, menos consultaran otros que les mejoraran y ampliaran sus conocimientos. Ya lo mencionaba Shannon allá por los años 40, la entropia de la información, cada individuo interpretamos la informacion de acuerdo vamos a decir “a nuestras prioridades” y mis prioridades tal ves sean diferentas a quien exactamente lea esta información, de eso consiste la interpretacion de la informacion objetiva, no toda informacion es objetiva, entiendase periodicos , noticieros televisivos , novelas de amor, esos hay que saber leerlos, si te dicen no subira el transporte publico un dia es porque dentro de tres dias va a subir, asi es la informacion no objetiva.
Reciban todos un fuerte abrazo desde México
el 11 de abril del 2012 a las 16:36
Estimado José Luis:
Propiamente, el concepto “inteligencia” es un concepto subjetivo, nada de objetivo tiene por haber tantas variantes como seres humanos existen en el planeta, sin contar, la diversidad de inteligencias que deben existir en el reino animal, y no se diga, de la posibilidad de que exista vida inteligente en otros planetas en el Universo, con posible mucho mayor nivel que el nuestro, y otros, seguramente, con menor nivel al de cualquier mosquito.
Según tu, ¿Quienes caerían en la categoría de pen…?
Un saludo afectuoso, también, desde México.
el 11 de abril del 2012 a las 17:55
Hola amigas/gos.
Les dejo el siguiente enlace. Considero que es de sumo interés, no solo para este tema en particular, sino que además complementa la razón del blog de nuestro queridisimo amigo Emilio.
Saludos
http://www.tendencias21.net/Penrose-sienta-las-bases-de-una-biofisica-cuantica-de-la-mente_a1406.html
el 11 de abril del 2012 a las 21:56
Hola, amigo Guillermo:
El enlace no podía ser más oportuno y afín al tema que aquí tratamos, es magnifico y hace un resumen que trata de explicar bien lo que Penrose pretende en esa parte de su libro que abarca campos muy amplios y diversos. He leido el libro un par de veces y, espero que este próximo verano le pueda dar una tercera vuelta, ya que, tiene partes muy complejas que aún, no he podido asimilar.
Gracias amigo y siempre será grato tenerte por aquí.
Un abrazo.
el 11 de abril del 2012 a las 22:46
He leido atentamente el artículo, del que debo confesar que en algún momento he llegado a perderme; pero a falta de un más lento estudio (que no creo que haga), lo considero bastante original en cuanto a la concepción de la tridimensionalidad humana basada en las matemáticas, la física y la psique, pero sobre todo a que muchos procesos mentales considerados intuitivos (como los casos de personas que resuelven en décimas de segundos problemas matemáticos para los que se necesitaría materialmente mucho más tiempo), pudieran explicarse a través de esa especie de consciencia cuántica, que a través de una especie de “acción fantasmal a distancia” y del entrelazamiento cuántico, consiga explicar esas maravillosas intuiciones que algunos superdotados poseen.
Y es que si existe algo difícil de explicar en “nuestra realidad”, creo que es la dualidad de “la naturaleza de la inteligencia” y también la “inteligencia de la naturaleza”.
A destacar el pensamiento de que la materia crea el tiempo y de que la energia es atemporal, aún a sabiendas que ambas cosas en el fondo son lo mismo. Creo que eso también puede ser un tema para un amplio y profundo estudio.
el 12 de abril del 2012 a las 7:33
Amigo mío:
Meternos de lleno en esas profundidades nos puede dejar sin respuestas e incluso, sin preguntas. Son muchos los misterios que nuestra mente esconde (aunque en ella están todas las respuestas si le damos el tiempo suficiente), es la Naturaleza la que nos plantea problemas que tenemos que resolver y, a medida que lo vamos haciendo, surgen otros nuevos de mucho más calado y, de esa manera, la Huamnidad ha ido avanzando a lo largo de los siglos.
Penrose finaliza su libro diciendo muchas cosas y, de entre ellas, en el capítulo 34.10 que titula PREGUNTAS PROFUNDAS RESPONDIDAS, PREGUNTAS MÁS PROFUNDAS PLANTEADAS, nos dice:
“Cuestiones tales como las descritas en las secciones precedentes están lejos de tener respuestas dentro del conocimiento físico actual, y podemos confiar en que una física futura del siglo XXI arroje luz importante sobre ellas. Pero si volvemos la vista atrás para ver lo que ya hemos conseguido en nuestra comprensión a finales del siglo XX, la especie humana puede sentirse, y con razón, bastante orgullosa. Muchas cuestiones que eram profundamente enigmáticas -y a veces terroríficas- para los antiguos han encontrado respuestas, y con frecuencia es posible actuar de modo positivo a la luz de dichas respuestas.”
Nos recuerda el autor los muchos terrores que antes causaban enfermedades y que ahora no provocan miedo. Se refiere a lo conseguido por el método científico en el ámbito de los fármacos mopdernos y a la precoz posibilidad de diagnóstiucar las enfermedades gracias a los conocimeintos adquiridos y la ayuda de la moderna tecnología (rayos X, ultrasonidos, tomografía…tratamientos de radiación, operaciones con láser, etc.). A menudo, toda esta tecnología depende de profundos conocimientos de física que nuestros predecesores no tenían.
Así que muchos de esos desarrollos dependen directamente de la física de una u otra forma. Además, las reglas básicas de la química, tal como se entiende hoy día, son también básicamente físicas (en principio, sino en la práctica), pues proceden sobre todo de las reglas de la mecánica cuántica. La Biología está mucho más lejos de ser reducible a leyes físicas, pero no tenemos ninguna razón para creer que (aparte de la consciencia) el comportamiento biológico no sea, en su raíz, puramente dependiente de acciones físicas, que ahora sólo copprendemos muy básicamente. En consecuencia, la Biología también parece estar, en última instancia, controlada por las matemáticas.
Él nos dice: “Consideremos, por ejemplo, la forma milagrosa en que una semilla puede desarrollarse en una planta viva, donde la soberbia estructura de cada planta es similar en gran detalle a cada una de las demás procedentes del mismo tipo de semilla. Hay aquí física profundamente subyacente, puesto que el ADN que controla el crecimiento de la planta es una molécula, y la persistencia y fiabilidad de su estructura depende de forma crucial de las reglas de la mecánica cuántica (como señaló Schrödinger en 1944 en su influyente librito ¿Qué es la vida?).
Además, el crecimiento de la planta está controlado en última instancia por las mismas fuerzas físicas que gobiernan las partículas individuales de las que está compuesta. Las relevantes son principalmente de origen electromagnético, pero la fuerza nuclear fuerte es vital para determinar qué núcleos son posibles, y por lo tanto qué tipos de átomos pueden existir.
También la fuerza débil tiene su papel en los fenómenos que vemos a gran escala, y es notable como, a pesar de su debilidad (solo unas 10-7 veces las intensidad de la fuerza fuerte y 10-5 veces la intensidad del electromagnetismo), esta fuerza puede dar como resultado algunos de los sucesos más espectaculares que han experimentado la Humanidad. Pues es la fuerza débil la responsable, a través de las desintegraciones radiactivas en el interior de la Tierra, del calentamiento del magma terrestre.”
Todos conocemos de las consecuencias que todo eso trae en forma de erupciones volcánicas que devastaron regiones y, sin embargo, también fueron las responsables de traer nuevos avances que, en otro caso, nunca se huibieran producido. Sigue diciéndonos Penrose:
“Quizá sea aún más sorprende que las más violentas explosiones vistas en el universo son causadas por la fuerza más débil de todas -si es justo llamarla una fuerza-, a saber, la gravitación (solo aproximadamente 10-40 de la fuerza eléctrica, en un átomo de hidrógeno, y aproximadamente 10-38 de la intensidad de la fuerza débil), donde los agujeros negros alimentan las increíblemente poderosas fuentes de energías de los cuásares. Pero pese a su extraordinaria potencia, su distancia a nosotros es tan grande que, visto desde la Tierra, el cuásar más brillante, 3C-273, tiene solo aproximadamente 10-6 del brillo de la cercana estrella Sirio.
De hecho, cuando examinamos el cielo en una noche clara y tranquila, aunque podemos sentirnos sobrecogidos ante la inmensiodad del universo, solo percibimos la más minúscula fracción de su enorme escala. Los objetos más lejanos visibles a simple vista (la galaxia Andrómeda) están a un rodículo 10-3 de la distancia a 3C-273 ¡y aproximadamente a 10-4 de la distancia al límite del universo observable!
Las singularidades espaciotemporales que residen en los núcleos de los agujeros negros están entre los objetos conocidos (o presuntos) del universo sobre los que permanecen los más profundos misterios, y que nuestras teorías actuales se ven impotentes para describir.
Sabemos que existen cuestiones misteriosas de las que tenemos poca comprensión. Es muy probable que el siglo XXI revele ideas más maravillosas incluso que aquellas con las que nos han bendecido el siglo XX. Pero para que esto suceda, necesitaremos nuevas y poderosas ideas que nos lleven en direcciones significativamente diferentes de las que en la actualidad se están siguiendo. Quizá lo que necesitamos fundamentalmente es un cambio sutíl de perspectiva…algo que todos hemos pasado por alto…”
Ayer mismo, algún amigo de este lugar, reprochaba uno de mis comentarios relativos a la Metafísica, en el que pretendía contestar a otro de Kike. Él me decía que no tenía idea, ni comprendía lo que era la metafísica y, podía llevar razón (su parte de razón), toda vez que, cada cual, puede ser consciente de una cosa según su manera particular de entenderla y, la mía, ha quedado clara y expuesta repetidamente aquí a lo largo de los trabajos presentados: La metafísica no es más que aquella rama del “saber humano” que pretende conocer lo que está en el ser y aún más lejos, enn ese lugar desconocido que llega a tocar…esa parte “divina” que todos podemos llevar dentro…aunque no lo sepamos.
Pero siguiendo con Penrose, él nos habla en su libro El Camino hacia la realidad de muchas cosas y cuestiones que, no son fáciles de asimilar:
Tres mundos y tres rpofundos misterios: Se refiere a las matemáticas, las percepciones mentales y la parte física, tres formas de existencia: lafísica, mental y matemático-platónica. De todo ello nos habla ampliamente.
Se hace la pregunta de si, ¿Necesitan los números naturales al mundo físico?, nos habla del postulado de Euclides y de otras representaciones geométricas hiperbólicas. En otro capítulo nos describe lo Bueno, la Verdadero y lo Bello. Se introduce en los números reales del mundo físico y también nos habla de los números discretos de ese mundo, o, del mágico número “i” y se introduce enn una complejidad matemática que, al menos a mí, me sobrepasa y me deja con la frustración de no poder comprender.
Claro que también nos habla del espaciotiempo, del principio de equivalencia, de la velocidad finita y fija de la luz, del abandono del tiempo absoluto y del espacio de Minkowski, todo ello, sin dejar de pasar por las teorías electromagnéticas de Maxwell o por la ecuación de campo de Einstein y por el mágico formalismo lagrangiano o la ecuación de Schrödinger y su función de onda. Toda la mecánica cuántica es tratada en profundidad y se explica desde la ecuación de Dirac y su ruta hacia el positrón hasta los diagramas de Feynman, la Entropía, antipartículas…y todo lo que huela a física.
Dentro de todo esto maremagnun de profundas cuestiones científicas, se llega a enlazar con el ser, con la mente, con ese algo superior que todos llevamos dentro y que no hemos llegado a comprender y, de esa manera, nos damos cuenta de que, como finalmente se resume al término de la Obra…
“PREGUNTAS PROFUNDAS RESPONDIDAS, PREGUNTAS MÁS PROFUNDAS PLANTEADAS”
Es decir, como tantas veces he dicho yo mismo aquí: “Cuando adquirimos nuevos conocimientos, sólo hemos conseguido la posibilidad de hacer o plantear nuevas preguntas más sifíciles de contestar que aquellas”, es decir, logramos esa “llave” (un nuevo conocimiento) que nos abre una puerta pero, con sorpresa vemos que, cuando entramos en ese nuevo espacio que abre esa llave, sólo encontramos más puertas cerradas y, nos vemos obligados a buscar, nuevas llaves (entiéndance nuevos conocimientos) que nos posibiliten abrir esas nuevas puertas y, así será siempre.
¿Y el final? No hay final.
Un abrazo amigo.
el 11 de abril del 2012 a las 20:32
Estimados amigos:
Que interesante y oportuno reportaje nos presenta Guillermo Cano, junto con los comentarios agregados, se puede redondear un poco (mucho) más el tema que estamos contemplando. Información digna de ser estudiada, para tener materia prima que le de calidad a los comentarios que hemos de estar considerando.
Gracias por la tarea, un saludo afectuoso
el 12 de abril del 2012 a las 13:36
Estimados amigos:
No creo que este blog este siendo considerado como un pasatiempo para algunos, para mí en lo particular, es la oportunidad insólita de poder analizar datos sobre el tema como los indicados en los que se desprenden del comentario 81 de Guillermo Cano y los asociados a este número, tal cual son los precedentes.
Del 81.2.1, es de hacerse notar el párrafo siguiente:
“Sabemos que existen cuestiones misteriosas de la que tenemos poca comprensión. Es muy probable que el siglo XXI revele ideas más maravillosas incluso que aquellas con las que nos han bendecido el siglo XX. Pero para que esto suceda, necesitaremos nuevas y poderosas ideas que nos lleven en direcciones significativamente diferentes de las que en la actualidad se están siguiendo. Quizá lo que necesitamos fundamentalmente es un cambio sutil de perspectiva….algo que todos hemos pasado por alto”
Volvemos al mismo asunto que hemos estado tratando comentarios atrás, la persistente idea de que tenemos, en lo general, poca capacidad de comprensión.
Habría que plantearse de si esas cuestiones misteriosas del siglo XX, podrían haber sido descifradas si entre las bendiciones aludidas hubiese estado una mayor capacidad de comprensión humana, que al parecer no ocurrió ni ha ocurrido en lo que va de este siglo XXI.
Abunda más el párrafo: Pero para que esto suceda……..etc., etc.
Yo pregunto a los participantes de este blog: ¿En este siglo XXI, al menos los que en el participamos, estamos fuera de toda bendición de ideas como la planteada por Penrose? Cada quien tendrá su respuesta, pero la mía es esta, suponiendo que estamos fuera de toda bendición: ¡Que hacemos aquí! No perdamos tiempo y mejor empleemos nuestros tiempos en cosas más productivas.
Por el contrario, los que confiamos, no en bendición alguna, sino en las capacidades de comprensión ilimitadas que podríamos poner en marcha con nuevas y poderosas ideas que únicamente se podrían dar en nuestro cerebro, estaremos en el presente blog hasta que nuevas y poderosas ideas queden de manifiesto, no importa si alguien las comprenderá o no, con la buena fe de los que participamos en él, bastará.
Un saludo afectuoso
el 12 de abril del 2012 a las 13:52
Saludos a todas las personas que visitan este blog.
Coincido completamente con el pensamiento del maestro Emilio en su comentario 82.2.1.
Permitanme traer a colación el siguiente aparte de Penrose en libro “Lo grande lo pequeño y la mente humana”
“¿Qué es la conciencia No sé cómo definirla. Pienso que no es este el momento de intentar definir la conciencia, puesto que no sabemos qué es. Creo que es un concepto físicamente accesible; pese a todo, definirlo sería probablemente definir la cosa equivocada. Sin embargo, voy a describirla hasta cierto grado. Me parece que hay al menos dos aspectos diferentes en la conciencia. Por un lado, existen manifestaciones pasivas de la conciencia, que implican conocimiento. Utilizo esta categoría para incluir elementos como la percepción del color, de la armonía, el uso de la memoria, y así sucesivamente. Por otro lado, están sus manifestaciones activas, que implican conceptos como el libre albedrío y la realización de acciones voluntarias y conscientes. La utilización de tales términos refleja aspectos diferentes de nuestra conciencia.
Aquí me concentraré principalmente en aquello que implica la conciencia de un modo esencial. Es diferente de los aspectos pasivo y activo de la conciencia, y quizá está en algún lugar entre ambos. Me refiero al uso del término comprensión, o quizá intuición directa, que a menudo es una palabra más adecuada. No voy a definir ninguno de estos términos; no sé lo que significan. Existen otros dos términos que tampoco entiendo: conocimiento e inteligencia. Entonces, ¿por qué estoy hablando sobre cosas que no sé lo que significan realmente? Probablemente se debe a que soy un matemático y los matemáticos no pensamos tanto acerca de estos conceptos. No necesitamos definiciones precisas de los elementos que estamos manejando, con tal de que podamos decir algo sobre las relaciones entre ellos. El primer punto clave aquí es que opino que la inteligencia es algo que requiere comprensión. Utilizar el término inteligencia en un contexto en el que negamos que esté presente cualquier comprensión me parece poco razonable. De un modo análogo, comprender sin ningún conocimiento es también algo absurdo: comprender requiere algún tipo de conocimiento. Este es el segundo punto clave. De ello se deduce que la inteligencia requiere conocimiento. Aunque no estoy definiendo ninguno de estos términos, me parece razonable insistir sobre estas relaciones entre ellos.”
paginas más adelante nos dice:
“Una computación no tiene por qué involucrar simple aritmética sino que puede incluir también la realización de operaciones lógicas.”
Esta lectura y la de “La mente nueva del emperador” me ha llevado a realizar la siguiente reflexión:
Es sorprendente la aplicación de los principios de la física, desconociendo el ser humano prehistórico, estos conceptos y sus aplicaciones matemáticas; en el arco y la flecha donde únicamente se comprende su funcionalidad a pesar de lo abstracto de sus partes individuales que conforman todo un sistema. En este sistema no solo está implícitos factores propios de cada elemento que los constituyen, como, la elasticidad, la velocidad, el esfuerzo, la resistencia, la potencia, sino también factores externos, como la fuerza del individuo, la templanza, la serenidad, la tranquilidad y otros factores, igualmente relevantes cómo, la distancia, el viento, la puntería, el reflejo del animal, etc.
Hace un tiempo atrás, (algo más de un año) hablaba en este mismo blog de la necesidad, de que la humanidad adquiriera conciencia de que hace su propia historia. Sigo considerando que al lograrlo la humanidad avanzaría a pasos agigantados en todas la ramas de la ciencia, y en la versatilidad del conocimiento en completa armonía con su medio. Vengo trabajando en esto ya cerca de 4 años. Como conclusión, puedo asegurar que para obtener la tan anhelada conciencia de que hacemos nuestra propia historia, solo se da en un periodo comprendido entre los 14 y 21 años de edad. Lo que significa que el futuro de la humanidad y su cambio a nivel mundial solo se logra por medio de una generación. El adquirir conciencia de que hacemos nuestra propia historia traspasada esta frontera, solo es alcanzado por mentes muy brillantes.
Todo el trabajo que he realizado hasta la fecha, me ha llevado a concluir que la unificación de física esta al rededor de los 5 años, dándole la razón a Einstein en la mayoría de sus planteamientos cuando escribía (La mecánica cuántica es algo muy serio. Pero una voz interior me dice que, de todos modos, no es ése el camino. La teoría dice mucho, pero en realidad no nos acerca demasiado al secreto del Viejo. En todo caso estoy convencido de que Él no juega a los dados.)
Creo que el físico que más cerca esta de hallar dicha unificación es precisamente Roger Penrose.
Saludos.
el 12 de abril del 2012 a las 18:42
Estimados amigos:
Para no herir susceptibilidades, y estando de acuerdo que sólo analizamos ideas y no personas, trataré de hacer alusión sólo al código de comentario que asociadamente tenga que considerar, en mi punto de vista particular, como el 79 al que ahora hago referencia.
Este comentario, al cual ya di respuesta, he encontrado que existe otra posible respuesta dada por otros autores, entre ellos Penrose, señalados en el No. 84.
“El primer punto clave aquí es que opino que la inteligencia es algo que requiere comprensión. Utilizar el término inteligencia en un contexto en el que negamos que este presente cualquier comprensión me parece poco razonable”.
A lo largo de los comentarios que hemos emitido, está ocurriendo un fenómeno propio de los ordenadores computarizados: Se está dando un refinamiento de un grueso de información de entrada, para dar en conclusión de salida, repuestas específicas: ¿Qué es la conciencia?, ¿Qué es la inteligencia?, ¿Qué es la comprensión? ¿Qué es la memoria? ¿Qué es la mente? Todos pueden saber como es el cerebro, pero nadie ha explicado en forma específica, que es cada uno de esos componentes que en él se originan.
Este sería el resultado que como respuesta daría un ordenador computarizado hecho por el hombre, si se alimentara en su función algorítmica la información de más de 80 comentarios que aquí se han dado. El mismo ordenador, si se le inyectara en su circuito de entrada mucha más información relativa proveniente del exterior (información multiplicada por mil, a lo menos), la respuesta de este en su salida, sería únicamente ordenar jerárquicamente en un listado la prioridad de información a despejar de los conceptos. Obviamente no daría respuesta a lo que plantea cada uno de ellos, pues los autores de las diversas ideas no han propuesto ideas lógicas relativas que pudieran ser “comprendidas” por sus circuitos electrónicos internos, pudiendo solo señalar el posible orden lógico de investigación a realizar como respuesta que da su circuito de salida, dado que el ordenador “intuye” que sólo así podrían llegar a despejarse las incógnitas señaladas.
Individualmente, cada uno de los participantes de este blog, a partir de su particular ordenador (su cerebro) podría considerar un orden de ellos según su punto de vista.
El siguiente sería el orden consecutivo que yo consideraría explorar en mi propio proceso de investigación (nadie le haga caso):
La memoria; la mente; la inteligencia; la comprensión; la conciencia.
Si en este proceso de investigación tuviésemos que considerar una flecha del tiempo en la evolución de un ser vivo, entre ellos el ser humano, este sería el orden que se debería considerar para llegar a comprender cada uno de esos conceptos, y al final, el global de ellos, que estarían configurando, a un ser humano.
Saludos.
el 13 de abril del 2012 a las 2:23
Estimados amigos:
Considero que no es necesario un orden de estudio necesario para cada uno de los conceptos: Memoria; mente; inteligencia; comprensión y conciencia. Pueden ser estudiados aisladamente, pero, finalmente, en la descripción evolutiva de los procesos que se habrían de contemplar para comprender como se encuentran escalonados a partir de las primeras etapas de la evolución humana, y de casi todas las especies vivientes, ese orden, postulado aquí, es el que debe ser considerado fueron interactuando forjándose a través de los tiempos hasta alcanzar el máximo nivel conocido: la supremacía de la conciencia humana sobre la de cualquier otra especie viviente sobre el planeta.
Sobre el tema de la conciencia existe el siguiente contacto:
http://www.tendencias21.net/La-conciencia-humana-se-genera-en-la-parte-posterior-del-cortex-cerebral_a127.html
Reciban mis mas afectuosos saludos.
el 13 de abril del 2012 a las 7:26
Amigos míos, os leo a unos y otros y, concluyo que cada día se aprende más de los demás. Nuestro atrevimiento no tiene límites y sí, podemos hablar de cosas que no hemos llegado a comprender pero que, sin embargo, sí intuimos lo que detrás de todas ellas se esconde:Conciena, Mente, Inteligencia, Memoria, entendimiento, y tener consciencia del Tiempo y del Espacio, llegar a descifrar la Naturaleza por medio de las Matemáticas…La Filosofía…
Hemos llegado a constituirnos en seres que han sabido canalizar sus experiencias vitales que, siendo diferentes para cada persona, sin embargo, finalmente llegan a formar un sólo conjunto de ideas que nos llevan a querer comprender el “mundo” mediante la reflexión e introspección del filósofo que, como antes decía, quedan condicionadas por la experiencca vital de cada cual en sus vertientes social y natural. Nuestra interacción con los demás seres humanos (como ahora mismo estamos haciendo) en la que adquirimos nuestra educación y nuestra formación y, no lo olvidemos, con la Naturaleza de la que, continuamente estamos aprendiendo a través de esas experiencias vitales que nos llevan a poder afianzar y modelar nuestro SER.
Sin embargo, tenemos que ser conscientes de que, hasta hace bien poco, en lo relativo a la componente natural, nuestra experiencia vital ha estado, severamente restringida por las limitaciones de nuestros propios sentidos, y, como nos dice Penrose, no siempre hemos llegado a comprender algunos conceptos que manejamos sin llegar a saber lo que en realidad significan. Sólo desde Galileo, en el siglo XVII, nuestros sentidos pudieron ser complementados por instrumentos capaces de percibir aspectos de la Naturaleza antes inalcanzables e insospechados tanto en el mundo de lo muy grande como en el de lo muy pequeño y, aquello, dio un vuelco a nuestros conceptos cotidianos que se elevaron hasta límites insospechados del conocimiento de las cosas que componían “el mundo”…el Universo.
Por otra parte, la componente humana y social de la experiencia vital siempre estuvo presente en el génesis de la Ciencia, nuestra curiosidad por saber, la necesidad de hacernos preguntas, la inmensa alegría recibida cuando las podíamos contestar como logros parciales de ese saber perseguido. Todo ha ido evolucionando y, nuestras mentes, también lo hacen al ritmo que le marca el Universo.
Los sucesores de Platín y Aritóteles deben -o deberían- enfrentarse hoy con los rudimentos de la fisiología, la etología, la psicología evolutiva, las redes neuronales, y quién sabe si hasta con la física cuántica para poder abordar algunos aspectos del conocimiento y de la naturaleza humana que nos explique, qué podemos esperar de la evolución de nuestras mentes que, estando conectadas a un Universo infinito del que -sin duda alguna- forma parte, se ve limitada por esos grandes conceptos que aún, no ha podido llegar a comprender.
Esta claro que hemos llegado a un punto en el que la filosofía y la ciencia deben estar unidas. La Ciencia nos ayuda a comprender como son las cosas, no cómo nos parecen o desearíamos que fueran, y por tanto es, a largo plazo, más inmune a nuestras preconcepciones, filias y fobias. De la misma forma que nuestros sentidos no están preparados para observar fenómenos relativistas o cuánticos (nuestra experiencia personal es inevitablemente newtoniana y clásica, no relativista ni cuántica), y por tanto necesitan de la experimentación para poder observar la Naturaleza como es, la experiencia vital a la que antes me refería no incluye el conocimiento científico, y por tanto, es insuficiente para un pensamiento filosófico actual que conecte con la Ciencia para poder llegar a comprender los términos que utilizamos pero que no hemos llegado a entender.
Por ello, y rememorando el universalismo del renacimiento, la filosofía del siglo XXI, deberá incluir en su bagaje el conocimiento científico o no será filosofía, es decir, amor a la sabiduría. Decía Einstein que “en estos tiempos materialistas en que vivimos, la única gente profundamente religiosa son los investigadores científicos serios”. Una cosa que es necesaria recordar y no debnemos perder de vista es que, la Naturaleza se expresa en lenguaje matemático.
Sí, es cierto que, como nos dice Penrose, necesitamos nuevas ideas, tomar caminos diferentes y, arrojar los grilletes de las actuales teorías que nos mantienen atados a conceptos que no siempre hemos podido llegar a comprender. Esas nuevas teorías, incluso pueden estar inspiradas en conceptos filosóficos, dictadas por esa parte más elevada de la Mente Humana, allí donde surgen los pensamientos, ese único lugar que puede, de vez en cuando, conectarse directamente con la Naturaleza y llegar a comprenderla.
Si nos damos una vuelta por aquellos que hicieron posible nuestros conocimientos actuales, tendríamos mirar muy hacia atrás en el tiempo, así que, nos quedamos más cerca y vemos como los nombres de Descartes, Faraday, Maxwell, Kant, Mach, Einstein, Planck, Riemann, Spengler, Weyl, E. Schrödinger, Heisenberg, Curt Gödel y tantos otros cuya realción de nombres no cabrían aquí…Todos ellos, de una u otra manera, posibilitaron que ahora nosotros, podamos constituir dentro de nuestras mentes, pensamientos complejos de cuestiones que dejan al descubierto secretos profundos de la naturaleza y, ello, ha sido posible gracias a que, la mente Humana, ha sabido canalizar una serie de parámetros y cuestiones diversas que, unidas, han desembocado en el saber del mundo actual que, aunque no suficiente, sí que es el necesario para ese punto de partida que nos pueda llevar hacia esas necesarias nuevas ideas y conceptos que nos guiarán hacia el futuro.
Ahora podemos constatar que, el positivismo ha dejado de influir en la Física moderna. Que sigue por otros derroteros alejados de este como por ejemplo, lo son las actuales teorías de cuerdas o la Teoría M que, al parecer, ya señalan esos nuevos caminos que debemos seguir.
“Los conceptos y principios fundamentales de la física teórica son libres invenciones del intelecto humano.” Eso pensaba Einstein y, él creía también que, más allá de la mecánica cuántica, tenían que existir otras cosas que no habíamos podido alcanzar y, eso mismo pensamos muchos. Es cierto que simplemente la expericneica no es suficiente para poder hallar las teorías que describan adecuadamente la Naturaleza. Utilizar la experiencia para comenzar la búsqueda por caminos aún no transitados y utilizar nuevas ideas para ello…Ahí está el futuro.
Si queremos entender esos conceptos a los que al principio nos referíamos, debemos profundizar en otros niveles que aún no han sido visitados, llevar a la práctica esas nuevas ideas que están a la espera de ser confirmadas y, sobre todo, no despreciar nuevos conceptos que, aunque sean contrarios a los ya establecidos, pudieran llevar consigo la manera de expandir las actuales teorías y llevarlas hasta ese nuevo nivel soñado en el que, por fín, sean respondidas las muchas preguntas planteadas y que nadie, hasta el momento, ha sabido contestar.
Claro que, para conseguir lo que perseguimos, debem,os alejarnos de “creencias e ideologías” que suelen ser finalistas y antropocéntricas. La Naturaleza no; la Naturaleza no tiene ideología alguna. Simplemente es y, la Ciencia, constituye simplemente, su reflejo.
Un cordial saludo amigos.
el 13 de abril del 2012 a las 12:49
Un solo comentario. !Me quito el sombrero ante su comentario!
Un abrazo, amigo
el 14 de abril del 2012 a las 6:48
Amigo mío, simplemente me he limitado a emplear los conceptos aprendidos de otros más sabios que yo. Poco a poco, nos vamos acercando al conocimiento de esos enigmas “inalcanzables” que están rozando los dedos de nuestra mente deseosa de agarrarlos con fuerza.
Un saludo cordial.
el 26 de abril del 2012 a las 6:20
Estimados amig@s:
Como había indicado en anterior, a continuación habré de indicar un resumen que expresa una idea a considerar para lograr mayores niveles de inteligencia de manera voluntaria, bajo la idea primaria denominada: Inteligencia extrema, herramienta para usar y guardar.
Como ya había mencionado antes, es verdaderamente simple aplicar esta disciplina que puede ser de utilidad para quien requiere de una mayor dosis de inteligencia, sinónimo de comprensión, para resolver los problemas cotidianos que todos, alguna vez, tenemos, y que no podemos resolver con la agilidad mental que desearíamos tener, en momentos críticos y oportunos.
Muchas veces ya tenemos en mente los datos suficientes que nos permitirían construir una respuesta acertada a nuestra interrogante del momento. Pero,… ¿Qué ocurre con los procesos mentales que no responden a nuestras interrogantes?
Mi punto de vista particular, originado al experimentar variantes del Biofeedback Training, me llevaron a concluir que para que los procesos mentales se den en niveles apreciables, mayores a los cotidianamente obtenidos, se requiere rigurosamente darle condiciones al cerebro para que este rinda en el trabajo que tiene que realizar, esto es: desarrollar procesos pensantes en niveles aceptables.
Dichos procesos pensantes, en la generalidad están disminuidos por razones naturales que tienden a frenarlos, tal como el ruido intenso, la luz excesiva y, en general, el modo de vida desorganizado que las sociedades “modernas” se encargan de llevar hasta las últimas consecuencias posibles, apoyadas en la mercadotecnia de los grandes intereses comerciales.
Sin embargo, a sabiendas de que podemos tener un modo de hacer que nuestros procesos pensantes se desarrollen en niveles importantes (naturales en el ser humano), poco nos debe importar que existan o no elementos contaminantes que puedan inhibirlos, dado que podemos controlar voluntariamente esos embates, con tan sólo apartarse de ellos y retomar caminos de conducta humana que propicien un adecuado acondicionamiento cerebral, dado que de ello depende que alcancemos mayores capacidades mentales.
Técnicamente, he encontrado una interpretación a la actividad eléctrica cerebral que se puede dar en situaciones de acondicionamiento y no acondicionamiento cerebral. Dos situaciones que tienden a aumentar el potencial eléctrico o disminuirlo, en los dos casos indicados.
La interpretación consiste en considerar que un aumento en el potencial eléctrico cerebral, va vinculado expresamente a la potencia mental que del cerebro podemos obtener. Una disminución del mismo acarrea igualmente una disminución en el potencial mental.
Si hacemos alusión al comparativo del cerebro humano con las computadoras hechas por el hombre, la capacidad de memoria de un software según el nivel de que se trate, se califica en términos de potencia de computación. Los grandes ordenadores computarizados son de gran potencia en relación a tu computadora personal. Podemos hablar en los mismos términos, si hacemos alusión a la capacidad de trabajo de nuestro cerebro en los procesos pensantes que debe desarrollar.
Se dice, que en la investigación científica aplicada a la Física, los grandes superordenadores no han sido capaces de encontrar respuesta a la interrogante referida al origen del Universo, que permita encontrar leyes sencillas que expliquen una teoría unificadora de las fuerzas fundamentales existentes en la naturaleza.
Permítanme decirles amig@s, que el que esto escribe ha podido desarrollar una idea de ese tipo (en proceso de divulgación), lograda con apoyo de las ideas sobre la capacidad pensante que se están describiendo.
Yo creo, que cualquier persona puede darse el tiempo para acondicionar su cerebro adecuadamente, para lograr que los procesos pensantes que en él se pueden dar, sean igualmente de niveles mayores a los cotidianos. Los resultados que cada quien podría alcanzar con mayores capacidades mentales, serían verdaderamente inimaginables.
Sólo sigan las siguientes reglas:
1.- Durante 30 días, apártense de toda contaminación ambiental como sonidos ruidosos y luz excesiva del alumbrado público y solar.
2.- Durante ese lapso de tiempo, manténgase una relajación muscular y nerviosa constante. Practique yoga si le es posible para facilitar este ejercicio.
3.- Debe practicar alguna disciplina que le permita mantener un control físico y mental absoluto. Nada debe alterar esa condición alcanzada. Ni aún si se enferman o mueren sus seres más queridos. (No es broma, sólo atiéndanlos como debe ser).
4.- Estrictamente se debe usar lentes oscuros durante todo el día, si es posible. Al menos durante el tiempo en que exista iluminación excesiva. En la medida que se cumpla con este punto, el resultado esperado será mejor.
Eso es todo amig@s. De verdad sencillo. Un experto en Biofeedback Training (neurólogo) reconocerá que esta técnica es una de sus variantes.
Está demostrado científicamente, que cualquier práctica sicológica que oriente hacia una conducta en particular, se convierte en una actividad que se desarrolla mecánicamente entre los 20 y 30 días de llevarla a cabo al pie de la letra.
A mí me llevó 25 días adquirir una notable mayor capacidad de comprensión de las cosas que llevaba en mente. A partir de entonces escribo cuanta cosa creo es importante considerar. En menos de tres meses pude darme respuestas las cuales divulgo actualmente. He registrado en derecho de autor alrededor de 100 temas diversos. Antes de la fecha mencionada arriba, en mi mente existían interrogantes de todo tipo, y respuestas nulas, en todo momento.
Espero que este consejo sea de utilidad para las mayorías.
Un saludo cordial para tod@s.
el 27 de abril del 2012 a las 2:08
Estimad@s amig@s:
Explico un poco más el punto tres de mi comentario 88, referente a nuestros seres queridos que podrían enfermar o morir por la circunstancia que sea, y que por razones normales, es un asunto que nos puede llenar de preocupación y de dolor, normalmente.
La atención que se les podría prestar en lo sucesivo, será de una calidad tan extrema como la inteligencia que se pretende alcanzar, paralelamente se estaría alcanzando también mayor memoria, capacidad mental, inteligencia, comprensión y conciencia, ahora al servicio de nuestros seres queridos en desgracia. Ellos son los que necesitan un apoyo de mejor calidad, que no podríamos brindar en condiciones normales. Nosotros tenemos la obligación de mantenernos ecuánimes ante cualquier circunstancia que nos presente la vida, es parte del trabajo que nos toca realizar para beneficio de nuestro núcleo familiar y social. Como luego dicen los artistas de teatro, que durante la función que presentan, se les dan las malas nuevas sobre familiares en desgracia, ellos dicen, profesionalmente, la función debe continuar.
Saludos afectuosos
el 28 de agosto del 2012 a las 22:03
Estimado Maestro Emilio:
En esta entrada titulada ¿Sabremos alguna vez lo que es la mente?, se tocaron temas relacionadas con la posible funcionalidad de la mente humana.
En mi punto de vista, es vital que se exponga un resumen que explique a los potenciales lectores presentes y futuros, los temas vistos de la manera más ordenada posible. Sería deseable que los diferentes argumentos vertidos por los que participamos en este blog, pudieran ser considerados consejos constructivos para los interesados en ellos.
Por lo que a mí toca, me siento responsable de inconsistencias conceptuales que expuse en diferentes ocasiones, por lo cual he considerando presentar un resumen de mis puntos de vista, algunos de los cuales tuve que corregirlos, y otros más los he suprimido con la finalidad de evitar confusiones.
En mi página http://www.wix.com/universounificado/particulaselementales podrán ver mi resumen. Debe considerarse que los argumentos van en calidad de comentarios aclaratorios de lo que ya comenté en su momento.
En la página web anotada, coloco mi resumen en la parte final del libro que ahí presento. En él doy argumentos adicionales que espero pueda parecerles interesantes.
Un saludo afectuoso.