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¿Sabremos alguna vez lo que es la Mente?
por Emilio Silvera ~ Clasificado en La Mente - Filosofía ~ Comments (240)
En otras ocasiones hemos comentado aquí sobre la maraña de conexiones que llevamos en la cabeza. Es nuestro cerebro humano que, con poco más de un kilo de peso, contiene unos cien mil millones de células nerviosas o neuronas. La capa ondulada más exterior es la corteza cerebral, que es la parte del cerebro de evolución más reciente, contiene alrededor de treinta mil millones de neuronas y un billón de conexiones o sinapsis.
Conexiones sin fin
Si contáramos una sinapsis cada segundo, tardaríamos 32 millones de años en hacer el recuento. Si consideramos el número posible de circuitos neuronales, tenemos que habérnosla con cifras hiperastronómicas: 10 seguido de al menos un millón de ceros (En comparación con el número de partículas del universo conocido asciende a “tan sólo” 1079 es decir, es el número conocido como NEdd (Número de Eddintong) que es:
15.747.724.136.275.002.577.605.653.961.181.555.468.044.717914.527.116.709.366.231.425.o76185.631.031.296 protones y el mismo número de electrones, fue calculado por Arthur Eddintong allá por la década de 1920. Pues bien, esa descomunal cifra, se queda muy corta si la comparamos con las conexiones de nuestr5o cerebro. De ahí viene lo que decimos de que, “nuestros cerebros son las máquinas más complejas del Universo”. Y, desde luego, el comentario no está lejos de ser cierto.
La vitalidad, la pasión el dinamismo, la confianza, la capacidad, la coherencia, la repentización de ideas en hechos, la capacidad a resistir la fatiga y el agotamiento en ciertos momentos, los sentimientos, la alegría o la pena, el dolor, la energía y, en realidad, todo lo que cada uno pueda ser, está ahí, ubicado en su cerebro donde radica la central de mando que envía al resto del cuerpo la orden de lo que tiene o no tiene que hacer.
Está claro que, nosotros, al igual que todos los cuerpos y objetos que habitan en nuestro Universo, tiene su actividad debido a la energía. La historia de la energía de los seres vivos se va desarrollando a través de distintas formulaciones: el valor vital o pneuma que se fragua en el horno del corazón según se dijo en la Grecia antigua; o la energía chi, que circula atravesanzo lineas meridianas del cuerpo según los chinos; o como prana en la India hace que el cuerpo de los yoguis se convulsione; o como fuerza vital que buscaban los estudios de la Alquimia, cuando soñaban con la fabricación del oro y con la eterna juventud; y así sucesivamente, hasta llegar a tiempos más modernos en los que, incluso algunos, como Freud, se agarró a la idea de la descarga de la energía sexual.
Sin embargo, la realidad es otra muy distinta. Lo que suministra potencia a nuestros cuerpos y Mentes es la electricidad. Nuestras células se proveen de energía a partir de unos enormes campos eléctricos que conducen grandes corrientes mediante unas diminutas máquinas moleculares; se trata de motores, conexiones, bombas de inyección, interruptores y fábricas de productos químicos que crean conjuntamente la vida celular.
Esta energía eléctrica es producida por billones de microbios que invadieron a los antepasados de nuestras células hace miles de millones de años y que viven a miles actualmente en cada una de las células de nuestros cuerpos. Ya dejamos aquí la referencia en otros trabajos de las mitocondrias que, en simbiosis con nosotros, nos suministran la energía que necesitamos.
No es fácil entender la complejidad que conlleva el enmarañado entramado de un cerebro humano, y, de hecho, hasta hace unos pocos años, no hemos comenzado a entender (parcialmente) sus mecanismos. La energía es la base principal del funcionamiento de todo lo que en el Universo es, y, nuestro cerebro, no podía ser menos. Así que, como antes decíamos las células del cerebro invadidas por las mitocondrias reciben de estos invasores que parecen vivir pacificamente en simbiosis con la célula, lo que necesitamos.
Sin embargo, también pueden ser enemigos. Investigaciones recientes demuestran que pueden ser los asesinos y ejecutores silenciosos de la célula, estando además implicados en una gran cantidad de enfermedades y discapacidades devastadoras, así como también en los procesos de envejecimiento, que llevan una disminución irreversible de la energía corporal y mental.
La energía que mueve y motiva la mente siempre ha sido un misterio. Sin embargo, actualmente la tecnología moderna nos ofrece la posibilidad de poner en imágenes y visualizar los cambios que se producen en la energía del interior del cerebro, de un momento a otro, mientras pensamos y sentimos. Son las mitocondrias las que hacen posible y generan esa energía.
Las mitocondrias son unos orgánulos celulares muy especiales: poseen una membrana externa como si se tratase de una célula independiente, también tienen su propio genoma que presenta muchas semejanzas con genomas bacterianos y son fundamentales para el aporte energético de la célula pues sintetiza gran parte del ATP producido en la misma. Y esto es solo una parte de todo lo que las mitocondrias hacen por la célula.
Hoy no hay dudas al respecto, las mitocondrias eran células independientes que un día se toparon con las células eucariotas y se enamoraron… al estilo de las células. Alguna (o algunas) célula eucariota, hace unos 1500 millones de años fagocitó una mitocondria y no pudo digerirla. De esta forma, dos seres distintos se vieron obligados a negociar las condiciones de su existencia.
La reflexión en torno al amor (que no es mía, sino de Eduardo Punset) tiene que ver con lo que es y lo que no es amor. Asumimos la idea de que el amor es un ansia de entrega y desprendimiento, un gran logro del hombre moderno, expresado como marcan las prescripciones literarias. Entendemos el amor como la antítesis del interés individual, el desinterés supremo.
Pero una mirada al pasado sugiere todo lo contrario. Un vistazo al proceso evolutivo nos dice que el amor es una constante de la existencia, el irrefrenable impulso de fusión. Desde que las primeras células se unieron para intercambiar material genético existe el amor. Está en la base de los motivos sociales universales de pertenencia y confianza.
Pero, sigamos con lo nuestro. Se han descubierto ahora los compuestos químicos y las vías por los que se controla dentro del cerebro el despertar, la ansiedad y la motivación, de tal modo que, por fin, estamos cerca de llegar a comprender qué son el nerviosismo y la depresión, y como la podemos controlar mediante fármacos.
Los exámenes con escáner muestran que las personas deprimidas tienen menos serotonina y receptores de opioide y que esa variación está vinculada con los síntomas y la respuesta al tratamiento. En los tiempos quen corren, con un elevado número de padres de familia en paro, ésta peligrosa enfermedad está haciendo estragos y, es imperioso que avancemos en el modo de eliminarla. El principal problema reside en que todas las personas no tienen la misma biología y aguantan de distintas maneras la misma situación.
Nuevas tecnologías nos llevan al interior de nuestros cerebros y posibilitan el estudio de cambios y transiciones de fases que producen diversos cambios dentro de nosotros, y, aunque ahora empezamos a comprender, el camino que tenemnos por delante es alentador.
Claro que, aquel “soy consciente, luego existo” nos podría conducir hacia el solipsismo, a la creencia en que nada existe fuera de la propia conciencia, y, ¡existen tantas cosas! No podemos dejar que todo lo dirijan modelos cognitivos que, en realidad, nos tienen poco que ofrecer en relación con el lado experiencial o fenoménico de la experiencia consciente. Es ahí, en nuestras vivencias en contacto con el mundo, donde el cerebro, por medio de los sentidos, recibe la información que le hace trabajar en función del material recibido para archivar y “recordar” los hechos que, serán tenidos en cuenta en ocasiones similares.
Como otras veces he dicho, la conciencia es especial y de la misma manera, plantea un problema especial que no se encuentra en otros dominios de la ciencia. En la Física y en la Química podemos explicar entidades determinadas en función de otras unidades y leyes. Podemos describir el material presente en una Nebulosa, al menos en principio, en términos de átomos, gravedad, e incluso leyes de la mecánica cuántica. Podemos conectar distintos niveles del saber para describir una entidad e incluso, lo podemos hacer a través de las matemáticas, otro lenguaje complejo que nos da una referencia del mundo en sus distintas vertientes.
La Nebulosa de la Laguna podría servir para el caso
En el caso de la conciencia, sin embargo, nos encontramos con una asimetría. Lo que intentamos no es simplemente comprender de que manera se puede explicar las conductas o las operaciones cognitivas de otro ser humano en términos del funcionamiento de su cerebro, por difícil que esto aprezca. No queremos conectar simplememnte una descripción de algo externo a nosotros con una descripción científica más sofisticada. Lo que realmente queremos hacer es conectar una descripción de algo externo a nosotros -el cerebro-, con algo de nuestro interior: una experiencia , nuestra propia experiencia individual, que nos acontece en tanto que observadores conscientes. Intentamos meternos en el interior, en el intrincado mundo desconocido de la complejidad misma.
Podemos mirar el interior del cerebro pero, ¿sabemos lo que estamos viendo? desgraciadamente lo que nos ofrece nuestra moderna tecnología no siempre es bien interpretado por los “especialistas” que deben tratar o comprender lo que allí (en aquel cerebro) está pasando.
100.000.000.000 de neuronas conectadas entre sí en torno a 400 órganos neuronales igualmente conectados: ¿no deberían suponer un espectáculo impresionante? Se ha llegado a la conclusión de que, si queremos acdeder a grandes números, estos, a pesar de su inmensidad, no están en el Universo, se encuentran en nuestro cerebro. Es allí donde residen las “infinitudes” que el Universo creó para poderse observar así mismo.
¿Conoceremos algún día lo que aquí se guarda? Dicen que el Universo, puso aquí dentro todas las respuestas y que, nosotros, los poseedores de esta “caja mágica” que llamamos cerebro, sólo tenemos que urgar dentro, mediante el pensamiento profundo, para hallar esas respuestas que tanto esperamos y, no pocas veces necesitamos.
El interior del cerebro, como ocurre en el interior de los planetas como la Tierra, reina una actividad que reside en un centro núcleo o neuronal de donde parten todas las funciones quen llevan a conformar el todo. Son complejidades del Universo que se han creadom en los Núcleos de las estrellas que, en el seno de las galaxias brillan y nos envían mensajes que aún, no hemos sabido leer.
emilio silvera
el 9 de octubre del 2012 a las 14:28
LA EDAD DE LOS PORQUÉ ¿CAPACIDAD PERDIDA?
¿Podrá el ser humano reactivar esta capacidad propia de infantes de 4 años de edad? 3-4 años: La edad de los porqués – Educación y desarrollo …
Búsquenle por ahí queridos psicólogos, neurólogos y anexos. El sistema educativo mundial está requiriendo que los estudiantes del mundo recuperen esta capacidad para olvidarse de una problemática que ha corroído el avance normal de las actividades escolares, principalmente en los niveles de la enseñanza media superior y universitaria.
Desde 1979, esta capacidad ha sido posible recuperarla. Les informo que es a través de una práctica neurológica denominada Biofeedback Training, en una variante especial, que es posible lograr recuperar capacidades pensantes en niveles importantes. http://www.wix.com/universounificado/particulaselementales.
Sin embargo, les pido no se deslumbren con el dato, que apenas entra en su fase de divulgación. Se requiere desarrollo experimental profesional por expertos en esas áreas. De todas formas, si quieren, pueden deslumbrarse con la idea de que existe una esperanza de alcanzar metas, que, por ahora, son sólo un sueño en nuestras cabezas.
el 9 de octubre del 2012 a las 14:40
Don Emilio:
Su compatriota Juan, gran amigo mío como usted también lo es, me ha honrado con un comentario referente al tema que se maneja en esta entrada. Por parecerme que puede acrecentar este acervo que usted ha construido, me atrevo a incluirlo como comentario. Gracias por su comprensión.
Gracias Germán
Me está gustando mucho lo que llevo leído de la optimización cerebral. Cuánta razón tienes!!!!!
Como único comentario querría decirte que, en lo relativo a “observar”, me ha parecido que en tu escrito parece como si se aplicara principalemte a la Ciencia. A lo mejor es que no lo he leído bien.
Creo que sería bueno (para muchos lectores) y justo (pues lo pienso de verdad) que se viera de forma más explícita en tu escrito que no sólo se observa en “Ciencia”. Un buen observador es el que es capaz de ver la belleza en los colores de una mariposa, el que se maravilla con nuestra atmósfera terrestre cuando hay una bonita puesta de sol, el que escucha el canto del ruiseñor (ave que no repite su canto nunca igual) y es capaz de disfrutar (de generar endorfinas).
En general yo diría que el buen observador es el que consigue que los impulsos nerviosos procedentes de sus sentidos (de todos) no circulen hacia el cerebro casi de forma inconsciente y ya está. Es decir; después de llegar al cerebro hay un segundo paso. Ese segundo paso es el que emociona, el que genera endorfinas o cualquier sustacia química que los humanos identificamos con una emoción, el que genera curiosidad, afán de conocimiento, motivación e incluso felicidad.
Cuando no se da este segundo paso es cuando no hay “observación”.
La consecuencia de este segundo paso es lo que ya sí veo en tu escrito (avance en ciencia, avance en conocimiento, etc. ), pero también es consecuencoa que un músico componga una bonita canción, que un pintor pinte un bonito cuadro, que un escultor haga una bonita escultura, que un poeta escriba una bonita poesía y, por supuesto, que un ser humano como tú o como yo aportemos nuestros “pequeño pasos” para que la humanidad, con el paso del tiempo, dé “inmensos pasos”. Todo esto último es lo que me gustaría ver de forma más explícita en tu escrito cuando hablas de la “Observación” pues me dió la impresión de que sólo los que son capaces de aportar algo en Ciencia son los que son capaces de “observar bien”.
Lo que sí es cierto es que hay “observaciones” que no aportan nada en ciencia, pero son observaciones, dignas de completar la definición de “ser humano”. En resumen, el ser humano es la suma de todos los tipos de observación (desde la mariposa a la teoría de la relatividad pasando por una bonita canción cantada bajo la luz de la luna llena, etc.).
Si no me he explicado bien o no he entendido bien tu escrito te pido disculpas. Lo que sí te aseguro es que mi comentario hace referencia al 1% de tu escrito. El otro 99% me parece soberbio y estoy deseando recibir más y más páginas para seguir disfrutando y aprendiendo.
Un abrazo
Juan
el 10 de octubre del 2012 a las 8:28
Amigo Juan:
Lo entiendes perfectamente y llevas toda la razón. Ahora, lo que tenemos que procurar es que, ese segundo paso…nos lleve hacia el tercero, ese nivel en el que, la Conciencia, estará en simbiosis con la Naturaleza de tal manera que, fundidas, serán un sólo ente de plena comprensión y, entonces, y sólo entonces, podremos decir que también, nosotros, somos Naturaleza. ¡La Conciencia en su máximo esplendor!
Un saludo cordial.
el 10 de octubre del 2012 a las 3:18
Amig@s:
El cerebro tiene múltiples funciones, dos de ellas, que serían las más importantes, serían: La mente conciencia y la mente computadora.
La mente conciencia, es aquella función memoria del cerebro que te hace presente todo lo que has hecho y pensado, lo que quisieras hacer o pensar y lo que podrías hacer o pensar.
La mente computadora, es aquella parte del cerebro cuya función es mantener memorizado el 100% de tus vivencias y conocimientos hasta el presente. Da respuestas a interrogantes planteadas por la mente conciencia. Una vez planteado un problema, no es necesario esforzarse en buscar respuestas. Si los datos memorizados en el cerebro cubren la respuesta, el pensamiento-respuesta se obtiene de inmediato. Si hace falta algún dato, la mente computadora hace sentir el faltante, lo que detecta la mente conciencia, la cual lleva a fuentes de información exteriores (internet, libros, personas), obtenido el dato, un proceso (involuntario) rápido en la mente computadora, se encarga de dar una respuesta que queda memorizada de inmediato en la mente conciencia.
La mente conciencia tiene una función equivalente a la ventanilla de comentarios que aparecen en los blogs de foros. Está normalmente en blanco, pero alguien puede escribir un comentario y al pulsar “publicar”, se despliega el escrito en la página del blog, a la vista de todos.
Así es el funcionamiento global del cerebro: La mente conciencia interroga. La mente computadora da la respuesta. Ambas funciones memorizan por doble partida los pensamientos nuevos, y quedan memorizados para siempre en el cerebro.
La persona pensante se puede despreocupar de cualquier pensamiento. ¿De que preocuparse si todo está memorizado?
Sin embargo, un buen pensador debe escribir todo pensamiento útil que ha llegado a su mente conciencia, procedente de su mente computadora. ¿Para qué?
Para que aquella ventanilla de comentarios (equivalente) quede en blanco, y se logre memorizar, con mayor facilidad, en la mente conciencia, datos nuevos.
Tengo 30 años practicando el fenómeno Biofeedback Training bajo la variante que ya he estado comentando (“Inteligencia extrema, herramienta de usar y guardar”), y mi experiencia me indica, que esta es la mecánica mental humana. (Al menos en lo que a mi concierne) Reproducir bajo investigación científica profesional, experimentación con otros sujetos para conocer sus puntos de vista, podría ser tardado, por lo que la información aportada no debe perderse de vista, so pena de dificultar la comprensión del fenómeno descrito, en un futuro inmediato.
Estos datos aparecieron hoy en la “ventanilla de publicar” de mi mente conciencia. La descargo en la ventanilla de comentarios de esta página de internet:
Así, quedo en paz, y sin preocupaciones de ninguna especie.
A ustedes también les deseo paz, y un pensar muy productivo.
Escríbanlos amig@s
el 10 de octubre del 2012 a las 9:07
Amigo José German:
Como de costumbre, te explicas como si de un libro abierto se tratara y, lo que nos cuentas, es claro y diáfano como el día claro y luminoso de la primavera. Así (más o menos) resultan ser las cosas si nos referimos a nuestras vidas cotidfianas y a los sucesos que cada día vivimos y en los que participamos como consecuencia de nuestros quehaceres profesionales, de familia, o, incluso sociales.
Sin embargo, la Conciencia-Memoria.Mente…va mucho más allá de toda esa sencilla mecánica y, por ahí arriba os hablaba de:
“La vitalidad, la pasión el dinamismo, la confianza, la capacidad, la coherencia, la repentización de ideas en hechos, la capacidad a resistir la fatiga y el agotamiento en ciertos momentos, los sentimientos, la alegría o la pena, el dolor, la energía y, en realidad, todo lo que cada uno pueda ser, está ahí, ubicado en su cerebro donde radica la central de mando que envía al resto del cuerpo la orden de lo que tiene o no tiene que hacer.”
Siendo todo eso así (que lo es), resulta que, no a todos nos llegarán los mismos impulsos ni los mismos pensamientos o ideas y, cada cual, tendrá particularizada su propia conciencia que está rá relacionada con…¡tántas cosas! Desde la Cuna, los estudios, las vivencias y experiencias, y un sin fin de parámetros que incidirán de manera directa en nuestras consciencias que, conforme a todo ello, darán una u otra respuesta ante situaciones y problemas.
“…Lo que realmente queremos hacer es conectar una descripción de algo externo a nosotros -el cerebro-, con algo de nuestro interior: una experiencia , nuestra propia experiencia individual, que nos acontece en tanto que observadores conscientes. Intentamos meternos en el interior, en el intrincado mundo desconocido de la complejidad misma…”
La conciencia de los humanos siempre ha tratado ir más allá de la Filosofía y, cuando ha llegado a toparse con la descripción del SER, siempre ha tenido (imposibilitado de hacerlo de otra manera) que acudir a la Metafísica, ese nivel extrafilosófico que va más allá de nuestra propia comprensión y que, algunos esgrimen para explicar lo que no saben. Entonces, al contrario de José German, las palabras claras, las explicaciones diáfanas desaparecen y dan paso a unos complejos e ininteligibles diálogos que quieren ir más allá de lo que, razonablemente, podemos comprender.
Es cierto que la Mente es algo excepcional, algo que ha surgido del vasto y complejo universo y que, como dicen muchos, fue creada por el universo para poder contemplarse así mismo. El Universo necesitaba observadores y nos trajo a nosotros y (posiblemente) a otros muchos repartidos por esas galaxias sin fin, en mundos que, como la propia Tierra, tendrán esas condiciones de habitabilidad que permita el surgir de seres coinscientes con una inteligencia que les haga ser conscientes de ser a través de la evolución por la que nosotros hemos pasado.
Aquí, en el Universo, pocas cuestiones son inexplicables, todo lo que pasa en él tiene sus razones y, si algunas no nos llegan es simplemente por el hecho cierto de que, nuestras mentes, aún no alcanzaron el estadio que les permita acceder a ciertas información que están más allá de las capacidades.
La Mente es “un misterio” relativo, ya que, como todo lo demás, exige un tiempo para que podamos llegar a dilucidar sus interrogantes, Ya sabes, nadie nace sabiendo, y, nosotros, no somos una excepción.
De momento, tendremos que dejar el tema admitiendo que la Mente es lo que nos lleva hacia nuestra realidad, la que nos sitúa en el escenario de nuestro “propio mundo” que se constituye a través de las vivencias y experiencias, con los datos que recibimos desde el exterior y que nuestros sentidos envían a ese centro de control de datos que llamamos cerebro y que los recicla y ordena para la Mente pueda, más tarde, discernir entre las diferente3s cuestiones.
Un abrazo amigo.
el 10 de octubre del 2012 a las 12:37
Amigo Juan:
Te agradezco tu comentario, pero…, déjame decirte que el hecho de que consideres un punto de vista mio, donde según tu, estoy errado en un 1% referido al escrito parcial “optimización cerebral” que te he enviado, para mi constituye un fracaso que debía llevarme a un juicio como el de Nuremberg, con declaración de morir en la horca por mis atrocidades.
Te agradezco que hayas sido condescendiente conmigo, pero honradamente pienso que es exagerada tu evaluación, en la realidad, yo considero que mi error frisa el 10%. Creo que además de la horca, merezco que antes me lleven ante un moledor de carne de la carnicería más cercana, y me torturen llevando mis manos para convertirlas en carne molida, lista para darla de comer algún can hambriento de los alrededores. El fin buscado por mis predadores, es que deje de teclear computadoras, aunque me pregunto, después de muerto, ¿para qué necesito una computadora?
Te doy las gracias por llevarme a un juicio de tal magnitud. Si el juicio es justo, ten por seguro de que no te escaparás de leer un punto de vista mio, que será argumento suficiente para que me dejen en libertad.
Por acá tengo a mi amigo Shalafi, que también me ha puesto algún candado para que no diga cosas de más. Espero un día romper todos los candados. Ese día voy a bombardear a justos y pecadores con mi “optimización cerebral”
Sean clementes conmigo, no me “ahorquen” antes de tiempo. Merezco la oportunidad de defenderme en este juicio. Extraordinario y maravilloso que es el blog de ciencias de mi gran amigo Don Emilio. Él, y mi conciencia, son los mejores abogados que tengo para salir con bien de este sabroso dilema.
Arrivederci.
P.D. Sin agraviar a presentes, desde el punto de vista literario, el mundo con sus 8 mil millones de habitantes parece un cementerio, pocos vivos dicen algo en los foros. Que pena.
Post data de lujo: Sinceramente me derriten las palabras tan sabias de Don Emilio. ¡Que hombre tan maravilloso!!! Dios le bendiga y le de larga vida.
el 13 de octubre del 2012 a las 6:41
Amigo José German:
Como tienen tu conciencia muy tranquila, no tienes que preocuparte de juicio alguno, y, si acaso, sin dejar de otear el horizonte, ir atento a lo inesperado para que, de ninguna manera, te pueda desviar de tu rumbo elegido libremente y que, elegido libremente, nadie puede desviar. En cuanto a los muchos que por aquí pasan (y por otros muchos lugares) en silencio, sin exprear lo que piensan o sienten, sin dejar una pequeña opinión de lo que aquí pudo aprender o, por el contrario, de los fallos que aquí pudo detectar, esos, son los amigos silenciosos que, según mi modesto parecer, están vedados por la timidez o vaya usted a saber el motivo.
Es lógico que, más o menos extenso, más o menos erudito, o, simplemente sencillo y llano, casi todos los visitantes dejaran aquí su sentir, su parecer de las cosas que, al ser diversas, les pudieran llamar más la atención. Sin emabrgo, no se expresan y es una pena pero, no podemos obligar a nadie para que haga aquello que no desea hacer.
Entablar debates siempre dejó buenos réditos y todos aprendemos de los demás. También (sin tratar de molestar a nadie), tengo que decir que, “Comentar es agradecer” y, el autor del trabajo que aquí o en otro cualquier lugar se expone, se verá reconfortado al ver que, sus palabras, no fueran pronunciadas en el Desierto.
En fin, ¡es todo tan complejo! que, algunas veces, nos encontramos ante hechos inexplicables como el que ahora comentamos. Visitantes diarios: algunos miles. Comentaristas: media docena.
¿Cómo se entiende eso?
Por lo demás y como he dicho tántas veces, aquí dejo mi sentir y me siento afín a todo aquel que, como yo mismo, lanza al mundo sus pensamientos sin exigir nada. ¿Qué juicio se le puede hacer a una persona así?
¿Que cargos se le pueden inferir?
Así que, amigo José Germán, sigue tu camino que tienes bien trazado y claro en el que se vislumbra un horizonte luminoso y creador, no mires atrás, no te pares y pierdas el tiempo en oir palabras vanas, centra tus sentidos en las cuestiones que te llenan, que elevan tu espíritu y reconfortate entregando a muchos lo que puedes y, como no esperamos nada a cambio, el simple hecho de poderlo hacer será nuestra paga.
Un abrazo.
el 10 de octubre del 2012 a las 21:24
Hola Juan:
Esta es mi respuesta en serio a tus interesantes comentarios: Estoy absolutamente de acuerdo con tus apreciaciones respecto al entorno maravilloso que nos proporciona la naturaleza, en muchos rincones de la Tierra. Tu punto de vista será fundamental para hacer las adaptaciones que sean pertinentes para dar una imagen al artículo optimización cerebral, de acuerdo al sentir de las mayorías, y no sólo mía.
Sin embargo, mereces una explicación de mi punto de vista anterior tan escueto que te describí, en relación a la capacidad de observación que puede llegar a tener alguna persona dada.
Comparo mi situación particular con la de un trabajo que se lleva a cabo, y que se encuentra en proceso de desarrollo y…, no ha culminado. Es tan delicado este trabajo, que no me puedo distraer lo más mínimo.
Imagínate cualquier situación parecida, por ejemplo, a una final de tenis que estás desarrollando en un momento dado. Por más que alguien te quiera distraer,(aun las bellezas naturales que pudieran estar adornando el lugar) tendrás la voluntad de estar concentrado hasta el último segundo de la contienda. Ganarás o no, pero no te distraerás lo más mínimo.
Recuerdo que cuando encontré el hilo de la idea sobre las partículas subatómicas, empecé a rastrear todo tipo de información relacionada, entre otras muchas cosas, también encontré un pensamiento de un conocedor del tema que decía:
LA PERSONA QUE LLEGUE A ENCONTRAR UNA TEORÍA VIABLE PARA EXPLICAR LA ESTRUCTURA DE LA MATERIA, DEBERÁ DESARROLLAR UNA VOLUNTAD DE ACERO PARA DEFENDER SU POSTURA, INCONTABLES GENTES MOSTRARÁN OPOSICIÓN Y SATISFACCIÓN SI PUEDEN DESTRUIRLA.
Afortunadamente, cuando yo encontré la conclusión que ya conoces “Protón…etc”, hacía 5 años que ya había dominado el arte de construir una voluntad férrea a través del estudio de la hipnosis, autohipnósis, el control de la voluntad, y gran cantidad de información referente al control mental.
Esto me permitió una sustancial capacidad de aprendizaje, que me llevaría más tarde a experimentar exitosamente el Biofeedback Training, tal como ahora intento describir los detalles que podrían servir también a otras personas para que logren su propia mayor capacidad de raciocinio.
Explicada mi situación, te pido disculpas por la chusca respuesta dada en el comentario anterior, en este blog de Don Emilio. También a él pido disculpas por el abuso que hago de sus espacios.
Un saludo muy afectuoso.
el 11 de octubre del 2012 a las 21:04
Don Emilio: Ya se habrá dado cuenta de la belleza de pensamientos que tiene mi amigo Juan.
Las palabras tan sabías de usted y los pensamientos de Juan, me abruman tanto, que, si no fuese por esa gran voluntad que digo que tengo, ya me hubiese dado un infarto.
¡Que orgullo para España tener hijos como ustedes!
¡Que viva España! ¡Que viva México cabrones!!!
Perdón, no pude contener mi emoción a la mexicana, brava como pocas.
¡Olé! ¡Querid@s españolas y españoles!!!
el 11 de octubre del 2012 a las 21:36
Hola: De lo que a veces me pierdo por estar concentrado en mis metas.
¡VIVA MEXICO CABRONES! – YouTube
Es la expresión mexicana, equivalente a la expresión española ¡OLÉ!
Saludos amig@s de todo el mundo
el 12 de octubre del 2012 a las 9:34
¡Viva Mexico Cabrones!
Pues que así sea amigo German, entre otras muchas razones por el simple hecho de que, en ese gran País, han sido y son muchas las grandes personas que, con su nobleza, han dignificado a la Humanidad. México es un lugar muy querido para mi y sus canciones…me chiflan.
Hay una película… “Un paseo por las Nubes”… Un paseo por las nubes es una película estadounidense de 1995, del género drama romántico, dirigida por Alfonso Aráu. Protagonizada por Keanu Reeves, Aitana Sánchez-Gijón, Giancarlo Giannini, Anthony Quinn y Angélica Aragón.
Música Maurice Jarre,
En esta película que es una simple hisotia de amor, se cantan unas canciones mexicanas que, siendo de una sencillez que la elevan a la belleza sin par, me elevan el espíritu y me traen la paz.
Una de ellas que comienza… “Amor, si me llamas amor…, la he podido oir cientos de veces y, cada vez, me gusta más.
¡Viva Mexico Cabrones!
Un Abrazo
el 12 de octubre del 2012 a las 16:24
Hola apreciables lectores: Pido una disculpa por haber aplicado incorrectamente el término “predadores”, en un lugar de la explicación relativa donde debí decir “detractores”.
Pero no hay mal que por bien no venga. Amplio mi información al respecto.
Como en algunas regiones del planeta donde el hambre es el fenómeno predominante, llevar comida para paliar esos sufrimientos, haría que se desatara un saqueo del alimento por tanta necesidad humana. Serían predadores los protagonistas del saqueo. Nunca tan bien justificada una acción humana así.
Esa es mi intención al llevar información a los diferentes blogs de ciencias en donde a veces participo, sobre todo en esta página ¿Sabremos alguna vez lo que es la mente? Desearía alimentar a las gentes con la información suficiente para que quedaran satisfechas sus necesidades de aprendizaje, a partir de darles la información necesaria para que lo logren cuanto antes.
Igualmente, no crean que temo a “mis detractores”, que han sido pocos los que he encontrado en mi camino. Más que detractores, yo los considero “críticos del saber”, cuanto ansío contactar con esos críticos para entablar con ellos asuntos de interés para tanta gente.
A ambos, “predadores y detractores”, desde el punto de vista que estoy considerando, quiero decirles, que verdaderamente les amo.
¿Me lo creen?
No soy mentiroso, a veces me equivoco, como en esta ocasión relato, pero sinceramente deseo el bien para todo mundo.
el 13 de octubre del 2012 a las 6:23
Y, tal sentimiento te honra estimado amigo.
De todas las maneras, a esos detractores que mencionas y que lo son de gente de cuya nobleza y sinceridad no caben dudas y que dan sus conocimientos para que otros los puedan tener también, y, a cambio de ello, lo único que piden es que su esfuerzo no caiga en saco roto y sirva para cubrir el objetivo propuesto, esos detractores, no son gente de bien y, llevan con ellos una pesada carga que llaman envidia.
A mi, sin ning´çun lugar a dudas, me encanta cuando de vez en cuando aparece alguien aquí y me enmienda la plana (de buenas maneras) corrigiendo algún error o puntualizando sobre algo que no quedó lo bastante claro, es de agradecer, ya que, tal acción, impide que el visitante fortuito no se lleve una impresión equivocada de lo que es ésto o aquello y las cosas han quedado claras.
No lo sabemos todo y, como humanos que somos, el error y la equivocación están a la vuelta de la esquina, ponemos la voluntad y los pocos conocimientos que podamos tener pero…¡no es suficiente!
Sin embargo, el que da todo lo que tiene, paga todo lo que debe. ¿Qué se puede reprochar a quien lo da todo? y, sin embargo, de vez en cuando, aparece alguno de esos detractores queriendo criticar (no con buena fe) pero alejado del carácter constructivo que sería de agradecer y, esos, amigo German, sería conveniente que antes de ejercer tales acciones, meditaran largamente sobre el origen de las mismas y, encontrarían el por qué de su negativo comportamiento que nunca, se debe lanzar contra quien sólo trata de dar.
Un abrazo amigo,
el 12 de octubre del 2012 a las 16:24
Me refiero al comentario 110
el 13 de octubre del 2012 a las 15:11
Estimado German, permiteme que difiera de tu concepto de recuperar la conciencia cognitiva de una persona adulta, como cuando era un pequeño , no es cuestión de de capacitación o conocimiento , es cuestión de actitud, desgraciadamente los humanos somos así, recapacitamos ante cualquier situación, sobre todo si va contra nuestra salud, cuando tenemos la visión de ver hacia nuestro futuro , hacia lo que nos espera hacia adelante, así podemos, por poner un ejemplo de muchos, ver el grado de maduración de un individuo al presenciar el nacimiento de un hijo a sabiendas de lo que le espera a futuro, es el medio donde se desarrolla un individuo el que lo modela en sus caracteres, es la forma amorosa, ética, moral, religiosa lo que nos conforma. Ya lo decía el gran físico aleman ” Mi educación me limita mi conocimiento”
el 14 de octubre del 2012 a las 1:00
“Inteligencia extrema, herramienta de usar y guardar” y “Optimización Cerebral”
Son dos temas que algún día podrían leerse completos Si esto pudiera ser posible, se deberá exclusivamente al increíble espíritu humano de Don Emilio Silvera y Juan Fernández, amigos que he hecho míos, sin siquiera yo merecerlo. Escudándome en pensamientos que no son sólo míos, sino también de ellos, y no se diga de todos los que aquí leen, quienes son dueños absolutos de las mejores ideas que cualquier humano haya podido construir antes y ahora, y los del futuro que se construirá a partir de las esperanzas que todos tenemos en la mente como sueños difusos. Desde los sueños de los niños, hasta los de gente grande como yo, los que vemos como nos extinguimos poco a poco, y otros aceleradamente. Es la ley de la vida.
Cuanta gente tiene ideas en extremo valiosas, y después de un tiempo que voló a través de un espacio-tiempo universal, que todo absorbe y todo transforma, se convertiría en humo, y finalmente en nada.
Si no fuera por estas dos valiosas personas españolas, mis ideas estarían llegando al proceso material que concluye en nada. Ahora ellas (las ideas) están revitalizándose y entrando en procesos que esperamos lleguen a culminar. Esos procesos hacen que a veces yo diga barbaridades. Lo bueno es que este proceso que se describe en esta página de Don Emilio, se puede comparar a la talla del diamante, que va transformándose arrojando a la basura lo no útil que lo ha cubierto durante miles de millones de años. No encuentro diferencia a la basura que alguna vez expreso, se retira y ya. Finalmente, alguna vez será posible leer los dos títulos de arriba, si Dios quiere. ¿Cuántos no soñamos con diamantes como estos?
el 14 de octubre del 2012 a las 1:10
Amigo Jose Luis:
Espero que sea el que siempre ha anotado aquí exquisitos comentarios. Si es así, permítame decirle, con todo respeto, que siempre lo he considerado a usted como a una persona de lo más valioso. Sus comentarios siempre han sido semilla fertil que da fruto, y del mejor.
Estoy de acuerdo en lo que dice usted en esta ocasión. A veces me equivoco atrozmente. Perdón. De todas formas voy a examinar cuidadosamente su comentario. Posiblemente requiera una respuesta más amplia.
Un abrazo
el 14 de octubre del 2012 a las 7:57
Estimado José Luis: Cuatro palabras claves se adueñan de tu interesante comentario: “Educación, Actitud, Conocimiento y Límite”.
Fíjate que estas palabras, en el orden colocados, como que se contempla un desarrollo evolutivo del ser humano, en lo general, tanto física como mentalmente.
¿Cuantos niveles de educación existen? La sociedad intelectualmente organizada considera al menos 8 niveles al servicio de quien quiera prepararse en este mundo, desde prescolar hasta doctorado.
Cada nivel nos prepara más. Paralelamente, a medida de un mayor conocimiento, nuestra actitud personal hacia el universo de objetos y seres vivos que nos acompañan en este planeta, se ve matizado por conocimientos más profundos. Sin embargo, no son los límites máximos de la educación que podríamos llegar a obtener. Nuestros hijos, nietos, un libro, un documental, también nos podrían aportar conocimientos diversos para nuestra mayor y mejor educación. Esto es, la actitud que podremos mostrar hacia las diversas cosas y circunstancias de nuestra vida cotidiana, se ve incrementada con una calidad cuya única limitante a alcanzar habrá de ser la finita cantidad de años que podríamos vivir durante nuestra estancia en este planeta.
No sólo es la educación formal la que nos permitirá mayores y mejores actitudes.
Una bisnieta ha sido capaz de enseñarme cosas maravillosas, entre ellas aprender lo que es una niña de tres años de edad:
Me dice: “Oye tata, no se debe gritar ni golpear a nadie, porqué le pegas a “canelo” (un perro labrador de gran carácter que tenemos y que luego juego bruscamente con él), y a continuación me pega una patada en la espinilla”.
Que maravilloso ¿No? Cada edad del ser humano nos enseña algo que al vivirlo nosotros, no nos habíamos dado cuenta. Pero al observarlo en otras personas, aprendemos y aprendemos, bastante más del ser humano. Y nosotros, ni se diga, podremos llegar a ser mejores humanos, si queremos
Igualmente un libro maravilloso de la Dra. Bárbara B. Brown que ya lo he mencionado en esta página en comentarios pasados, que aunado a otro tipo de conocimientos, me llevó a conocer una mejor manera de pensar. De tal forma que, experimentando con ideas relacionadas, un día, de repente, empecé a darme respuestas continuas. Un porqué en mi mente tuvo respuesta instantánea. Porqués y más porqués, respuestas y más respuestas se hilvanaban en mi mente sin cesar. Aquella “edad de los porqués” que se da en infantes de 3 a 6 años de edad, ya no sólo era una característica de ellos, a los 37 años de edad, se inició en mi vida una etapa saturada de porqués, acompañadas de sus debidas respuestas. (Las respuestas a cualquier interrogante, siempre han estado al alcance de todos, solo ha faltado dar con ellas cuando nos planteamos un porqué de algo). Y aun vivo esa etapa. En este momento estamos en la preparación de la información relativa que podría llegar a beneficiar a la población, para que aquella etapa humana de 3 a 6 años de edad mencionada, se amplíe considerablemente, a voluntad.
Conclusión: No hay límite para lo que podamos aprender mediante educación, mejores actitudes podremos tener con ella. En eso estamos absolutamente de acuerdo.
el 15 de octubre del 2012 a las 14:45
Amigo José Luis:
Concluyo mi explicación considerando parte de tu comentario:
“…permíteme que difiera de tu concepto de recuperar la conciencia cognitiva de una persona adulta, como cuando era un pequeño, no es cuestión de capacitación o conocimiento, es cuestión de actitud”
Checa bien la información correspondiente, en la cual no hablo de “recuperar la conciencia cognitiva de una persona adulta”.
Hablo de RECUPERAR CAPACIDADES NATURALES pensantes, entre ellas, las que muestran los infantes de 3 a 6 años, cuyos cerebros les hace dinámicos en relación a la naturaleza que les rodea, desconocida para ellos, todo preguntan.
En la realidad, desde los primeros meses hasta que lograron dominar el lenguaje, estaban en la etapa de conocer la naturaleza, sólo que todavía no podían hablar. En esos primeros tres años de su existencia, atiborraron su mente de información con imágenes sobre los objetos de su entorno. Cuando ya pudieron hablar con fluidez durante la etapa bajo estudio (3 a 6 años), ocurrió la eclosión deseada, saber mediante lenguaje aplicado todo lo que no comprendían.
Después, al parecer dos o tres años bastarían a la especie humana de esas edades para tratar de comprender la mayoría de sus pequeñas interrogantes. Y luego se apagarían aquellos ímpetus de querer saber todo. Se empezó a imponer la educación establecida por la sociedad vigente. ¿Para que pensar más allá de lo que exigen los sistemas educativos? Concluyó la etapa en mención, según las estadísticas.
Lo que la ciencia no ha abordado abiertamente como investigación a nivel social respecto a las capacidades pensantes no sólo las de los infantes, sino también las de los adultos, es el de tratar de conocer y comprender, el por qué se ha detenido la capacidad pensante de los adultos en general, que alguna vez mostraron infantes de 3 a 6 años de edad.
Tal vez intentos de investigación científica sobre el problema en mención ya se han dado, sólo que no se conocen resultados que indiquen de si se trata de una capacidad mental recuperable.
Finalmente te explico que aquella capacidad mental que mostrarían los infantes de las edades mencionadas, se podría dar en los adultos mediante un adiestramiento físico y mental adecuado. La recuperación de la capacidad mental aludida, sería UNA CONSECUENCIA DERIVADA de darle a nuestro cerebro las condiciones para que funcione mejor.
Los puntos precisos de la información que de aplicarse propiciarían un acondicionamiento fisiológico ideal a nuestro cerebro, le llamo “Optimización Cerebral”.
Y como estas actividades se pueden llevar a cabo según los intereses de quienes las practiquen, pudiéndolas suspender o reanudar en todo momento, se puede describir la dinámica correspondiente como: “Inteligencia extrema, herramienta de usar y guardar”. La adquisición de inteligencia extrema sería también una CONSECUENCIA DERIVADA de usar la técnica recomendada, como una extraordinaria herramienta, que puede llegar a estar al alcance de toda persona que la desee utilizar para resolver, entre otras cosas, asuntos domésticos, escolares o de investigación profesional.
Sólo se hace la aclaración de que tal información está en una fase de divulgación, falta la parte importante que es la experimentación guiada por profesionales en el campo de la psicología, neurología y otros afines. Por lo cual se recomienda se consulten todas las fuentes profesionales necesarias que podrían programar estudios y experimentación adecuada. Cada quien, bajo su propia responsabilidad deberá llevar a cabo sus propias investigaciones, que le harían conocer mejor el tema que aquí tratamos. Tema que es fundamental para tener conocimiento firme sobre las condiciones que se necesitan para obtener, individualmente, superación humana.
Toda duda, remítela por esta vía, podríamos considerarla. Saludos.