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Sí, a pesar de todo, algunas cosas no cambian
por Emilio Silvera ~ Clasificado en Física Cuántica ~ Comments (33)
Lo que sucede primero, no es necesariamente el principio. Antes de ese “Principio”, suceden algunas cosas que nosotros no hemos podido o sabido percibir. Sin embargo, hay cosas que no cambian nunca.
Hace tiempo, los sucesos que constituían historias eran las irregularidades de la experiencia. Sabemos que lo que no cambia son las Constantes de la Naturaleza pero, tampoco cambia el Amor de una madre por un hijo, la salida y la puesta del Sol, nuestra curiosidad, y otras muchas cosas que conviven con nosotros en lo cotidiano.
Poco a poco, los científicos llegaron a apreciar el misterio de la regularidad y lo predecible del mundo. Pese a la concatenación de movimientos caóticos e impredecibles de átomos y moléculas, nuestra experiencia cotidiana es la de un mundo que posee una profunda consistencia y continuidad. Nuestra búsqueda de la fuente de dicha consistencia atendía primero a las leyes de la Naturaleza que son las que gobiernan como cambian las cosas. Sin embargo, y al mismo tiempo, hemos llegado a identificar una colección de números misteriosos arraigados en la regularidad de la apariencia. Son las Constantes de la Naturaleza que, como la carga y la masa del electrón o la velocidad de la luz, le dan al Universo un carácter distintivo y lo singulariza de otros que podríamos imaginar. Todo esto, unifica de una vez nuestro máximo conocimiento y también, nuestra infinita ignorancia.
En este quásar están presentes algunas de las constantes de la Naturaleza
Esos números misteriosos (el valor de esas constantes fundamentales), son medidos con una precisión cada vez mayor y modelamos nuestros patrones fundamentales de masa y tiempo alrededor de su invariancia. Sin embargo, no podemos explicar sus valores. ¿Por qué la constante de estructura fina vale 1/137? Nadie puede contestar a esa “simple” pregunta. Sabemos que ahí, en esa constante, están involucrados los tres guarismos h, e, y c. El primero es la constante de Planck (la mecánica cuántica), el segundo el Electrón (el electromagnetismo), y, el tercero, la velocidad de la luz (la relatividad especial de Eisntein).
A pesar del cambio incesante y la dinámica del mundo visible, existen aspectos misteriosos del ritmo del Universo que son inquebrantables en su constancia, así lo podemos comprobar en la Gravedad o en la velocidad de la luz en el vacío entre otros. Son estas misteriosas cosas invariables las que hacen de nuestro Universo el que es y lo distingue de otros muchos que pudiéramos imaginar. Existe un hilo invisble que teje incesante una continuidad a lo largo y a lo ancho de toda la Naturaleza: Algunas cosas cambian para que todo siga igual.
En regiones lejanas del Universo, por muy extrañas que nos pudieran parecer, también estarían regidas por las mismas constantes de la Naturaleza que en la nustra. Esas constantes están presentes en todas partes y, al igual que las cuatro fuerzas fundamentales, disponen que todo transcurra como debe ser.
Así que, tomando como patrón universal esas constantes, podemos esperar que ciertas cosas sean iguales en otros lugares del espacio además de la Tierra, lo único que in situ, conocemos. Hasta donde nuestros conocimientos han llegado también parece razonable pensar que dichas constantes fueron y serán las mismas en otros tiempos además de hoy, ya que, para algunas cosas, ni la historia ni la geografía importan. De hecho, quizá sin un substrato semejante de realidades invariables no podrían existir corrientes superficiales de cambio ni ninguna complejidad de mente y materia. Todos sabemos, por ejemplo que, si la carga del electrón variara aunque sólo fuese una diez millonésima parte de la que es, la vida no podría existir.
La invariancia de las constantes hace posible que nuestro Universo contenga las maravillas que podemos en él observar. Sin embargo, a lo largo de la historia muchos se han empeñado en hacerlas cambiar…pero no lo consiguieron.
No pocas veces tenemos que leer en la prensa o revistas “especializadas” noticas como estas:
“Nueva evidencia sostiene que los seres humanos vivimos en un área del Universo que está hecha especialmente para nuestra existencia. ¿Según los cientificos? Esto es lo que más se aproxima a la realidad. El controversial hallazgo se obtuvo observando una de las constantes de la naturaleza, la cual parece ser diferente en distintas partes del cosmos.”
Yo aconsejaría a los observadores que informaron y realizaron “el estudio” que prestaran más atención o que cambiaran los aparatos e instrumentos de los que se valieron para llevarlo a cabo, toda vez que, hacer tal afirmación, además de osados, se les podría calificar de incompetentes.
De estar en lo cierto, tal informe se opondría al principio de equivalencia de Albert Einstein, el cual postula que las leyes de la física son las mismas en cualquier región del Universo. “Este descubrimiento fue una gran sorpresa para todos”, dice John Webb, de la Universidad de New South Wales, en Sidney (Australia ), líder del estudio que sigue diciendo: Aún más sorprendente es el hecho de que el cambio en la constante parece tener una orientación, creando una “dirección preferente”, o eje, a través del Universo.
Esa idea fue rechazada más de 100 años atrás con la formulación de la teoría de la relatividad de Einstein que, de momento, no ha podido ser derrocada (aunque muchos lo intentaron).
Está claro que algunos, no se paran a la hora de adquirir una efímera notoriedad, ya que, finalmente, prevalecerá la verdad de la invariancia de las constantes que, a lo largo de la historia de la Física y la Cosmología, muchas veces han tratado de hacerlas cambiantes a lo largo del tiempo, y, sin embargo, ahí permanecen con su inamovible estabilidad.
Veamos por encima, algunas constantes:
La Constante de Gravitación Universal: G
La primera constante fundamental es G, la que ponemos delante de la fórmula de la gravedad de Newton.
Es una simple constante de proporcionalidad pero tambien ajusta magnitudes: se expresa en N*m2/Kg2.
Es tal vez la constante peor medida (sólo se está seguro de las tres primeras cifras…), y como vemos la fuerza de la gravedad es muy débil (si no fuera porque siempre es atractiva ni la sentiríamos).
La Constante Electrica: K
No confundir con la constante K de Bolzman para termodinamica y gases..
La ley de Coulom es practicamente igual a la de la gravitación de Newton, si sustituimos las masas por las cargas, es inversa al cuadrado de la distancia y tiene una constante de proporcionalidad llamada K
La constante es la de de Coulomb y su valor para unidades del SI es K = 9 * 109 * N * m2 / C2
La constante K no es realmente fundamental, ya que es K= y es la Permitividad Relativa del material (siempre es menor o igual que 1) y F/m es la Permitividad del Medio en el Vacío. Así pues, la constante importante es la Permitividad del Vacío.
Hay un paralelismo casi total con el campo magnético, donde definimos la “Permeabilidad Magnética de un material” como la Permitividad Relativa por la Permitividad del Vacío, μ = μrμ0, donde la importante es de nuevo la del vacío.
La velocidad de la luz c
c= 299.792.458 m/s y se suele aproximar por 3·10^8m/s
Que la velocidad de la luz es una constante se comprobó hasta la saciedad en diversos experimentos, como el famoso experimento Michelson-Morley que determinó mediante un interferómetro que la velocidad de la luz no dependía de la velocidad del objeto que la emitía, esto descartó de golpe la suposición de que hubiera un “eter” o sustancia necesaria por la que se propagara la luz. En su lugar aparecieron las famosas transformaciones de Lorenz, la contracción de Lorentz explicaba el resultado del experimento. La rapidez constante de la luz es uno de los postulados fundamentales (junto con el principio de causalidad y la equivalencia de los marcos de inercia) de la Teoría de la Relatividad Especial.
Así que, amigos míos, esas cantidades conservarán su significado natural mientras la ley de gravitación y la de la propagación de la luz en el vacío y los dos principios de la termodinámica sigan siendo válidos. A tal respecto Max Planck solía decir: “Por lo tanto, al tratarse de números naturales que no inventaron los hombres, siempre deben encontrarse iguales cuando sean medidas por las inteligencias más diversas con los métodos más diversos” .
En sus palabras finales alude a la idea de observadores situados en otros lugares del Universo que definen y entienden esas cantidades de la misma manera que nosotros, sin importar que aparatos o matemáticas pudieran emplear para realizar sus comprobaciones.
Estaba claro que Planck apelaba a la existencia de constantes universales de la Naturaleza como prueba de una realidad física completamente diferente de las mentes humanas. Pero él quería ir mucho más lejos y utilizaba la existencia de estas constantes contra los filósofos positivistas que presentaban la ciencia como una construcción enteramente humana: puntos precisos organizados de una forma conveniente por una teoría que con el tiempo sería reemplazada por otra mejor. Claro que Planck reconocía que la inteligencia humana, al leer la naturaleza había desarrolado teorías y ecuaciones para poder denotarlas pero, sin embargo, en lo relativo a las constantes de la naturaleza, éstas habían surgido sin ser invitadas y, como mostraban claramente sus unidades naturales (unidades de Planck) no estaban escogidas exclusivamente por la conveniencia humana.
Las constantes de la Naturaleza inciden en todos nosotros y, sus efectos, están presentes en nuestras mentes que, sin ellas, no podrían funcionar de la manera creadora e imaginativa que lo hacen. Ellas le dan el ritmo al Universo y hacen posible que todo transcurra como debe transcurrir.
Es curioso comprobar que, una de las paradojas de nuestro estudio del Universo circundante es que a medida que las descripciones de su funcionamiento se hacen más precisas y acertadas, también se alejan cada vez más de toda la experiencia humana que, al estar reducidas a un ámbito mu local y macroscópico, no puede ver lo que ocurre en el Universo en su conjunto y, por supuesto, tampoco en ese otro “universo” de lo infinitesimal que nos define la mecánica cuántica en el que, cuando nos acercamos, podemos observar cosas que parecen fuera de nuestro mundo, aunque en realidad, sí que están aquí.
En ese “universo” especial que el ojo no puede ver, hay otros mundos y otros seres que, como nosotros, desarrollan allí sus vidas y su tiempo que, aunque también se rigen por las invariantes constantes univerales, para ellos, por su pequeñez, el espacio y el tiempo tendrán otros significados.
Einstein nos dejó dichas muchas cosas interesantes sobre las constantes de la Naturaleza en sus diferentes trabajos. Fue su genio e intuición sobre la teoría de la relatividad especial la que dotó a la velocidad de la luz en el vacío del status especial como máxima velocidad a la que puede transmitirse infirmación en el Universo. El supo revelear todo el alcance de lo que Planck y Stoney simplemente habían supuesto: que la velocidad de la luz era una de las constantes sobrehumanas fundamentales de la Naturaleza.
La luz se expande por nuestro Universo de manera isotrópica, es decir, se expande por igual en todas las direcciones. Así actúan las estrellas que emiten su luz o la bombilla de una habitación. Cuando es anisotrópica, es decir que sólo se expande en una dirección, tendríamos que pensar, por ejemplo, en el foco de un teatro que sólo alumbra a la pianista que nos deleita con una sonata de Bach.
La luz de las estrellas: Podemos ver como se expande por igual en todas las direcciones del espacio (Isotrópica)
Claro que, cuando hablamos de las constantes, se podría decir que algunas son más constantes que otras. La constante de Boltzmann es una de ellas, es en realidad una constante aparente que surje de nuestro hábito de medir las cosas en unidades. Es sólo un factor de conversión de unidades de energía y temperatura. Las verdaderas constantes tienen que ser números puros y no cantidades con “dimensiones”, como una velocidad, una masa o una longitud.
Las cantidades con dimensiones siempre cambian sus valores numéricos si cambiamos las unidades en las que se expresan.
Las constantes fundamentales determinan el por qué, en nuestro Universo, las cosas son como las observamos.
Y, a todo esto, la teoría cuántica y de la Gravitación gobiernan reinos muy diferentes que tienen poca ocasión para relacionarse entre sí. Mientras la una está situada en el mundo infinitesimal, la otra, reina en el macrocosmos “infinito” del inmenso Universo. Sin embargo, las fuerzas que rigen en el mundo de los átomos son mucho más potentes que las que están presentes en ese otro mundo de lo muy grande. ¡Qué paradoja!
¿Dónde están los límites de la teoría cuántica y los de la relatividad general? Somos afortunados al tener la respuesta a mano, Las unidades de Planck nos dan la respuesta a esa pregunta:
Supongamos que tomamos toda la masa del Universo visible y determinamos la longitud de onda cuántica. Podemos preguntarnos en que momento esa longitud de onda cuántica del Universo visible superará su tamaño. La respuesta es: Cuando el Universo sea más pequeño que la longitud de Planck (10-33 centímetros), más joven que el Tiempo de Planck (10-43 segundos) y supere la Temperatura de Planck (1032 grados). Las unidades de Planck marcan la frontera de aplicación de nuestras teorías actuales. Para comprender a qué se parece el mundo a una escala menor que la Longitud de Planck tenemos que comprender plenamente cómo se entrelaza la incertidumbre cuántica con la Gravedad.
El satélite Planck un observatorio que explora el universo lleva el mismo nombre del fundador de la teoría cuántica será pura coincidencia?.Credito: ESA. La Gravedad cuántica queda aún muy lejos de nuestro entendimiento.
La Relatividad General la teoría de Einstein de la gravedad, nos da una base útil para matemáticamente modelar el universo a gran escala -, mientras que la Teoría Cuántica nos da una base útil para el modelado de la física de las partículas subatómicas y la probabilidad de pequeña escala, de la física de alta densidad de energía de los inicios del universo – nanosegundos después del Big Bang – en la cuál la relatividad general sólo la modela como una singularidad y no tiene nada más que decir sobre el asunto.
Las teorías de la Gravedad Cuántica pueden tener más que decir, al extender la relatividad general dentro de una estructura cuantizada del espacio tiempo puede ser que nosotros podamos salvar la brecha existente entre la física de gran escala y de pequeña escala, al utilizar por ejemplo la Relatividad Especial Doble o Deformada.
¡Es tanto lo que nos queda por saber!
El día que se profundice y sepamos leer todos los mensajes subyacentes en el 137, ese día, como nos decía Heinsemberg, se habrán secasdo todas las fuentes de nuestra ignorancia. Ahí, en el 137, Alfa (α) Constante de estructura Fina, residen los secretos de la Relatividad Especial, la Velocidad de la Luz, c, el misterio del electromagnetismo, el elextrón, e, y, la Mecánica Cuántica, es decir el cuanto de acción de Planck, h
emilio silvera
el 22 de julio del 2011 a las 8:44
Con esto de las Constantes de la naturaleza siempre me asombro y fascina que el mundo funcione con tanta perfección que lo podríamos calificar como: La Obra de Arte.
Nuestras primeras ojeadas revelan una situación peculiar. Mientras parece que ciertas constantes estuvieran fijadas y que son inamovibles, otras parecen tener espacio para llegar a ser distintas de lo que son y otras no parecen afectadas por ninguna otra cosa en el Universo. ¿Son sus valores cosa del Azar? ¿Podrían realmente llegar algún día a ser diferentes? Y si lo fueran ¿Podría existir vida en el Universo?
Sabemos que universos con las constantes ligeramente alteradas nacerían muertos, privados del potencial de poder desarrollar y sostener el tipo de complejidad organizada que llamamos vida.
Las constantes han sido examinadas una y mil veces por grupos de trabajo compuesto por Astrónomos y Astrofísicos que considerando que las pautas atómicas son similares a códigos de barra en la luz que nos llega de los quásares lejanos, nos permite mirar y ver como eran los átomos cuando la luz inició su viaje hace miles de millones de años. Así, a través de estos estudios y observaciones (no demasiado finos aún), se ha llegado a comprender que hay cosas en el universo que no cambian, siguen siendo iguales desde el confín de los tiempos.
Hoy, sin lugar a ninguna duda, podermos deducir que, ciertas cosas, son inamovibles al estar asentadas en la dinámica natural, no han sido el producto del pensamiento del ser humano que, muy imaginativo, ha llegado a plasmar teorías que nos acercaron al mundo que nos rodea pero, siempre, con la posibilidad de ser cambiadas a medida que, con el paso del tiempo, aparecieran nuevos datos y nuevos descubrimientos que la hiciera necesaria su sustitución por otras teorías más avanzadas y modernas que nos acercaban más a esa realidad.
No ocurre lo mismo con las constantes universales, que con el paso del tiempo ni se inmutan, siguen su camino sin que nada las puedan pertubar, yas que, al ser parámetros naturales y constituyentes del Universo en su conformación original, nada puede cambiarlas, ya que, sería como querer modificar este Universo nuestro por otro distinto, y, tal cosa, no está al alcance de unos seres mortales que cargan con el peso de una inmensa ignorancia que, tras miles de años de corretear por este mundo nuestro mirando a las estrellas, no ha sabido sacudirse…en su totalidad.
Las verdaderas constantes, como muchas veces he dicho aquí, son las adimensionales como Alfa (α) la constante de estructura fina que mantiene el equilibrio entre la mecanica cuántica, h, el electromagnetismo, e, y la relatividad especial, c. Si pudiéramos algún día desvelar ese misterio (muchos lo han tratado de hacer sin conseguirlo a lo largo de la historia de la Física), ese día, podríamos decir muy satisfechos, que la Humanidad había entrada en otro nivel del conocimiento.
En fin amigos, el tema es fascinante y nos plantea interrogantes y preguntas que no sabemos responder, como todo lo complejo, seguramente, tendrá una explicación que, finalmente, podrá resultar obvia y sencilla pero, hay que dar con ella.
Saludos.
el 23 de septiembre del 2011 a las 0:44
VARIABLES
CONSTANTES
el 23 de septiembre del 2011 a las 1:08
es maravillos ver como hay constanrtes naturales:
unas parecen constantes fijas y que son inamovibles, otras como se puede leer parecen tener espacio para llegar a ser diferntes de las que son y unas no aparecen afectadas por nada, es muy interesante el tema, al leer esto pude conocer mas el universo, es una forma divertida de aprender las matmaticas junto con la astronomia
el 23 de septiembre del 2011 a las 1:56
BUENO COMPAÑERO ESTAMOS DE ACUERDO CON TU OPINION SOBRE EL TEXTO QUE LEIMOS, PERO TAMBIEN NOS EXPLICA QUE HAY VARIANTES Y CONSTANTES DENTRO DEL UNIVERSO QUE DE IGUAL MANERA LAS PODEMOS ENCONTRAR COTIDIANAMENTE EN TODAS LAS ETAPAS DE LA VIDA CONCLUYENDO QUE ES SOLO UN EJEMPLO PARA DEMOSTRARNOS QUE EN TODAS LAS DIMENSIONES POSIBLES QUE SE PUEDAN EXPRESAR HAY ESTAS SITUACIONES QUE SON: VARIANTES Y CONSTANTES. AUN ASI MUY BIEN MIGUEL ANGEL.
el 23 de septiembre del 2011 a las 1:48
variables: la marea, un automovil en movimiento, la edad en que crece una persona, las nubes que se mueven con el viento y los movimientos de rotacion y translacion del planeta tierra.
constantes: una estatua, un edificio, un poste, el sol y un arbol seco que se encuatran fijas.
NOTA: profesora anexe esto por que creo que no se ven las imagenes.
EQUIPO:
PEREZ CRUZ URIEL
ALFARO VIRIDIANA
GONZALEZ CECILIA
SOLANO YAMILET
ESPINOZA LOPEZ VICTOR MANUEL
el 23 de septiembre del 2011 a las 2:20
el 23 de septiembre del 2011 a las 3:13
CONSTANTE:
la estrctura de una mano
la gravedad
la posicion y material de una cabeza olmeca
la posicion de una iglesia y que siempre sera para impartir una religion
la posicion geografica de un puerto y que siempre recibira barcos
VARIABLE:
al oxidarse una estatu con el paso del tiempo
al al crecer la poblacion
el clima
el estado fisico del agua o el crecimiento de un arbol
el desarrollo de un niño
el 23 de septiembre del 2011 a las 4:40
Es muy interesante como en un universo existen diferentes fenomenos y en estos podemos observar un tema de variables y constante, que siempre a estado ai pero no nos damos cuenta.
Estamos de acuerdo con el compañero Uriel que no solo se encuentran en el universo si no en la vida cotidiana desde una simple estatua hasta la caida del cabello.
VARIABLE:
El crecimiento de una vaca
La caida del cabello
La oxidacion de una tuerca
El desplasamiento de una nube
El desplasamiento de una bisicleta
Cuando se derrite un hielo
COSTANTE
Una estatua
Una Piramide
Una fotografia
Las notas musicales
El Abcdario
Equipo
Daniel Alvarez Cruz
Emilio Pereda
Alejandro
Iris
el 23 de septiembre del 2011 a las 8:16
Todos los cuantos principales, los auténticos, llevan como factor el número “pi”. No es una casualidad. La esencia de la curvatura del espacio tiempo se lo impone. La energía como una linea circular, donde L=2(pi)r, siendo r la unidad. Esto sería la forma estática, que no existe (como para h por ejemplo), el movimiento aún “en el reposo” le supone un incremento, aquel que viene dado por la tolerancia entre unidades que se mueven, o vibración. De tal forma h que no puede ser estática pasaría de L a L+ incremento de L, como un total de precisión casi absoluta. r como unidad pasa 1.05454545454…. dando el valor constante 6.626 con gran aproximación. Pero la naturaleza parece reservarse esa no exactitud, tal vez como una garantía de evolución. Como el escape para avanzar y no quedar estática. Como el pequeño desahogo, que en comparación, que no es lo mismo, hace que la Luna se aleje de nosotros unos centímetros por año. Pese a todo los cuantos no son exactos. La naturaleza es sabia.
Saludos
el 23 de septiembre del 2011 a las 9:52
Verdaderamente, amigo mío, llevas toda la razón. Es cierto, la Naturaleza es sabia y sabe donde dejar esos márgenes que son necesarios para la posible evolución…
Saludos.
el 23 de septiembre del 2011 a las 12:37
¡Ha llegado la hora del recreo!
Es broma.
Veo que esta página de Emilio está sirviendo hasta para dar clases de física/ciencias naturales/astronomía; eso es bueno; solo espero que la profesora corrija los trabajos de la misma forma….;P
el 23 de septiembre del 2011 a las 17:02
Lo que has dicho, kike, está muy bien. Lo que no te imaginarás, aunque creo que sí, es, que lo escrito en mi comentario de antes, no deja de ser una opinión, no la busques por ahí. Ojala fuera la buena.
Un afectuoso saludo.
el 24 de septiembre del 2011 a las 5:14
En el foro hay muchas cosas interesantes que explican de una forma muy clara que en el universo tambien hay muchas cosas constantes y varialbes.
las costantes: son los parametros que no cambian a la largo del universo
ejemplos:
la carga de un electron
la velocidad de la luz en un espacio vacio
la costante gravitacional
la constante electrica
constante magnetica
variables:
nivel del colesterol
como cambia una persona en 10 años
la clientela en un negocio
clima de una ciudad
como se deteriora una estatua con el paso de tiempo
el 30 de septiembre del 2011 a las 21:31
pregunta este si es el foro en el que se comenta la tarea de matemáticas 1 de constante y variable?
el 1 de octubre del 2011 a las 8:15
Miguel, no creo que sea este el foro al que te refieres.
Siento no poder ayudarte.
Saludos.
el 1 de octubre del 2011 a las 20:07
profesor Emilio , gracias no se preocupe
saludos
el 1 de octubre del 2011 a las 20:00
integrantes
Fatima Itzel Aguilar Juarez , Karina Lizeth Jimenez Paredes ,Wendy JacquelineLopez Rivera ,Cinthya Acosta Saucedo y Emmanuel Anselmo Gómez
mi comentario es el 4.1.1
el 2 de octubre del 2011 a las 3:46
Crei que la e de la ultima formula era el numero de Euler, ya veo que es la carga del electron jejeje.
Ahora intuyo el origen de tanta discusion entre ustedes hace algunos años. Sobre la importancia del numero 137. Es sencillamente elegante como varias constantes impotantes se unen en un numero. Aunque sinceramente me agrada mas la ecuacion de Euler.
¿Teneis la demostracion de esta ecuacion, la del 137?
el 2 de octubre del 2011 a las 5:23
Sí, es verdad que hace tiempo que venimos dando guerra con el 137, ese número puro adimensional, es un número natural que no lo inventaron los hombres. Fue Richard Feyman, precisamente, quien sugirió que todos los físicos del mundo pusiesen un cartel en sus despachos o en sus casas que les recordara cuánto es lo que no sabemos. En el cartel no pondría más que ésto: 137.
137 es el inverso de algo que lleva el nombre de constante de estructura fina. Este número guarda relación con la probabilidad de que un electrón emita o absorba un fotón. La constante de estructura fina responde también al nombre de alfa (α), y sale de dividir el cuadrado de la carga del electrón por el producto de la velocidad de la luz y la constante de Planck.
Todo eso no significa otra que, ese solo número, 137, encierra los secretos del electromagnetismo (el electrón), la relatividad (la velocidad de la luz) y la teoría cuántica (la constante de Planck. Menos misterioso y perturbador sería que la relación entre todos estos importantes conceptos hubiera resultado ser uno o un tres o quizás un múltiplo de pi. Pero, ¿137?
Lo más notable de este notable número es su adimensionalidad. La velocidad de la luz es de unos 300.000 Km/s, mi hijo Isat tiene una altura de 1,78 m. La mayoría de los números vienen con dimensiones. Pero resulta que cuando uno combina las magnitudes que componen alfa, ¡se borran todas las unidades! El 137 está sólo: se exhibe desnudo a donde va. Esto quiere decir que los físicos del décimo segundo planeta del Sistema Carinae, aunque utilicen quién sabe que unidades para la carga y la velcoidad y que versión puedan tener de la constante de Planck, también les saldrá 137. Es un número puro que está en la Naturaleza.
Los físicos se han devanado los sesos en los últimos 7o años. Werner Heisenberg proclamó una vez que todas las fuentes de perplejidad que hay en la mecánica cuántica se secarían en cuanto el 137 se pudiera explicar definitivamente.
Ya sabes que Pauli, aquel físico que propuso la existencia del neutrino para explicar la masa perdida, era un egolatra y presumido que se creía saber más que nadie. Y, se asegura que, por su eminencia como físico, cuando fue el hombre al cielo, le concedieron una audiencia con Dios.
Pauli, se le permite una sóla pregunta.
Pauli hizo inmediatamente la pregunta que él había estado tratándo de responder durante sus últimos diez años: “Por qué es alfa igual a uno partido por ciento treinta y siete?
Dios sonrió, cogió la tiza y se puso a escribir ecuaciones en la pizarra. Trás unos cuantos minutos, Él se volvió a Pauli, que hacía aspavientos. “Das ist Falsch!” [¡Eso es un cuento chino!]
También se cuenta una historia verdadera -verificable- que pasó aquí en la Tierra. Lo cierto es que a Pauli le obsesionaba el 137, y se tiró incontables horas ponderando su significado. Cuando su asistente le visitó en la habitación del hospital donde fue infresado para aquella operación que le sería fatal, el teórico le pidió que se fijara cuando saliese en el número de la puerta. Era el 137.
En fin, cosas de física y de físicos.
el 2 de octubre del 2011 a las 6:15
Aquellas veces no lo entendía, ahora lo veo ligeramente mas claro. Después de ver la ecuación quise asegurarme que se me fueran todas las unidades, lo cual sucedió. Ahi estaba esa adimensionalidad frente a mi. Cuántica, electromagnetismo y luz. Descuide, ya coloque esta ecuación en mi pizarra, junto a la ecuacion de la dilatacion del tiempo, a la ecuacion de Euler y a las palabras de mi amada. Ahí estarán como siempre recordándome lo intrigante que resulta el universo o las matemáticas.
A menos que las constantes…
no sean…
…
siempre constantes.
¿Recuerda ese post?
el 2 de octubre del 2011 a las 10:59
Claro amigo, claro que lo recuerdo y, desde luego, yo soy de los que creen que las constantes (bueno, las verdaderas constantes de la Naturaleza), siempre serán invariantes. De otra manera ¿por qué llamarlas constantes?
Además, ¡nos conviene tánto que así sea!
Un saludo amigo.