Oct
18
Del ayer al mañana. Y, ¿que pasa con hoy?
por Emilio Silvera ~ Clasificado en Vida en otros mundos ~ Comments (2)
El hombre nunca dejó de hacerse preguntas que la falta de conocimientos contestaba valiéndose de las divinidades, inventándose un dios o una diosa para cada situación y, claro está, la ignorancia les producía temor que les llevaba a los sacrificios a los dioses para procurar tenerlos satisfechos y evitar su furor.
Sacrificios humanos mostrados en el Códice Magliabechiano.
Así, la Humanidad caminó por el planeta Tierra durante milenios. El tiempo inexorable pasaba, y con él las generaciones, las distintas culturas y sociedades humanas.
Como el hombre no cejaba en su empeño de saber, lo observaba todo y procuraba aprender de todo lo que acontecía, de tal forma que, un día, dejó de lado la mitología y a los dioses para comenzar a emplear la lógica y darse cuenta de que todo cuanto ocurría, tanto en la Tierra como allá arriba, en los cielos, era la consecuencia natural de fenómenos derivados de algo que ocurrió con anterioridad.
Cuando el cielo se oscurecía y se llenaba de nubarrones, la lluvia y la tormenta no tardaban en aparecer. La noche les traía la oscuridad, el frío y el peligro, mientras que el día les llenaba de la luz y el calor del Sol fulgurante. Los ríos arrastraban las piedras y la arena del lecho fluvial y formaban las playas en las orillas. Una fuerza invisible se llevaba el agua del mar y la volvía a traer, siempre en períodos de tiempo iguales que se repetían sin cesar.
Poco a poco, aquellos secretos se fueron desvelando y se encontró el origen de todos los fenómenos que, en un principio, sólo eran insondables misterios.
Oct
17
Preludio a la relatividad: Las ecuaciones de Lorentz-Fitzgerald
por Emilio Silvera ~ Clasificado en Física ~ Comments (9)
En 1.893 el físico irlandés George Fancis Fitzgerald emitió una hipótesis para explicar los resultados negativos del experimento conocido de Michelson-Morley. Adujo que toda la materia se contrae en la dirección del movimiento, y que esa contracción es directamente proporcional al ritmo (velocidad) del movimiento.
Según tal interpretación, el interferómetro se quedaba corto en la dirección del “verdadero” movimiento terrestre, y lo hacía precisamente en una cantidad que compensaba con toda exactitud la diferencia de distancias que debería recorrer el rayo luminoso. Por añadidura, todos los aparatos medidores imaginables, incluyendo los órganos sensoriales humanos, experimentarían ese mismo fenómeno.
Parecía como si la explicación de Fitzgerald insinuara que la naturaleza conspiraba con objeto de impedir que el hombre midiera el movimiento absoluto, para lo cual introducía un efecto que anulaba cualquier diferencia aprovechable para detectar dicho movimiento.
Este asombroso fenómeno recibió el nombre de contracción de Fitzgerald, y su autor formuló una ecuación para el mismo, que referido a la contracción de un cuerpo móvil, fue predicha igualmente y de manera independiente por H. A. Lorente (1.853 – 1.928) de manera que, finalmente, se quedaron unidos como contracción de Lorentz-Fitzgerald.
Oct
17
La vida cotidiana: incompatible con la relatividad especial y con la...
por Emilio Silvera ~ Clasificado en Física ~ Comments (4)
En la vida cotidiana, donde las velocidades son pequeñas, las diferencias entre alguien que corre y otro que está parado, puede ser tan insignificante que, en realidad, es despreciable. Nuestras capacidad de movernos rápido es muy limitada y, nunca, se podrá comparar con la de los objetos celestes y, mucho menos, con la velocidad de la luz, ese límite que nos impone el Universo y que nos facilita la oportunidad de poder ver galaxias situadas a miles de millones de años-luz tal como eran cuando la luz, partío de ellas hacia nosotros. Algunas de esas galaxias que podemos contemplar, incluso podrían haber dejado de existir.
Otra curiosidad de la relatividad especial es que el objeto que se mueva a la velocidad de la luz se acorta a lo largo de la dirección del movimiento. Por ejemplo, las ecuaciones de la relatividad especial demuestran que un objeto que se mueva aproximadamente al 98 por ciento de la velocidad de la luz, será medido por un observador inmóvil como un 80% más corto que cuando estaba parado, es lo que se conoce como la “Contracción de Lorentz”, que también es totalmente cierta. Pero además, a estas velocidades ocurre otra curiosidad: la masa del objeto aumenta considerablemente, ya que como el universo limita la velocidad que podemos alcanzar a la de la luz, cuando nos estamos acercando a ella, la energía que se traducía antes en velocidad, a partir de cierto punto se convierte en masa. No podemos olvidar que E = mc2, nos dice que la masa es energía y la energía es masa, son dos aspectos de la misma cosa.
Oct
17
Estructuras grandes y pequeñas: todas primordiales.
por Emilio Silvera ~ Clasificado en Astronomía y Astrofísica ~ Comments (6)
Estructuras Fundamentales de la Naturaleza
Hemos llegado a poder discernir la relación directa que vincula el tamaño, la energía de unión y la edad de las estructuras fundamentales de la Naturaleza.
Una molécula es mayor y más fácil de desmembrar que un átomo; lo mismo podemos decir de un átomo respecto al núcleo atómico, y de un núcleo con respecto a los quarks que contiene.
Representación poliédrica del anión de Keggin, un polianión molecular
La cosmología sugiere que esta relación resulta del curso de la historia cósmica, que los quarks se unieron primero, en la energía extrema del big bang original, y que a medida que el Universo se expandió, los protones y neutrones compuestos de quarks se unieron para formar núcleos de átomos, los cuales, cargados positivamente, atrajeron a los electrones cargados con electricidad negativa estableciéndose así como átomos completos, que al unirse formaron moléculas.
Si es así, cuanto más íntimamente examinemos la Naturaleza, tanto más lejos hacia atrás vamos en el tiempo. Alguna vez he puesto el ejemplo de mirar algo que nos es familiar, el dorso de la mano, por ejemplo, e imaginemos que podemos observarlo con cualquier aumento deseado.
Con un aumento relativamente pequeño, podemos ver las células de la piel, cada una con un aspecto tan grande y complejo como una ciudad, y con sus límites delineados por la pared celular. Si elevamos el aumento, veremos dentro de la célula una maraña de ribosomas serpenteando y mitocondrias ondulantes, lisosomas esféricos y centríolos, cuyos alrededores están llenos de complejos órganos dedicados a las funciones respiratorias, sanitarias y de producción de energía que mantienen a la célula.
Oct
16
Nuevas teorías y conceptos: Nuevas dimensiones.
por Emilio Silvera ~ Clasificado en Física ~ Comments (2)
Según una nueva teoría, antes del Big Bang nuestro cosmos era realmente un universo perfecto de diez dimensiones, decadimensional, un mundo en el que el viaje interdimensional era posible. Sin embargo, ese mundo decadimensional era inestable, y eventualmente se “rompió” en dos, dando lugar a dos universos separados: un universo de cuatro y otro universo de seis dimensiones.
El universo en el que vivimos nació de ese cataclismo cósmico. Nuestro universo tetradimensional se expandió de forma explosiva, mientras que nuestro universo gemelo hexadimensional se contrajo violentamente hasta que se redujo a un tamaño casi infinitesimal.
Eso podría explicar el origen del Big Bang y, si la teoría es correcta, demuestra que la rápida expansión del universo fue simple consecuencia de un cataclismo cósmico mucho mayor; la ruptura de los propios espacio y tiempo. La energía que impulsa la expansión observada del universo se halla entonces en el colapso del espacio y el tiempo de diez dimensiones. Según la teoría, las estrellas y las galaxias distantes están alejándose de nosotros a velocidades astronómicas debido al colapso original del espacio y el tiempo de diez dimensiones.
Esta teoría predice que nuestro universo sigue teniendo un gemelo enano, un universo compañero que se ha enrollado en un pequeña bola de seis dimensiones (en la escala de Planck) muy pequeña para ser observada. Ese universo hexadimensional, lejos de ser un apéndice inútil de nuestro mundo, podría ser en última instancia nuestra salvación.