Nov
15
El Universo y sus enigmas
por Emilio Silvera ~ Clasificado en Astronomía y Astrofísica ~ Comments (12)
Asombra un poco oir (con más freecuencia de lo que sería deseable) a personas que se consideran inteligentes, decir que ellos saben lo que pasó en los primeros tres minutos a partir de lo que llamamos Big Bang. En realidad, se están refiriendo a que tienen un modelo del Universo temprano, y que este modelo encaja con los resultados que hasta el momento hemos obtenido mediante experimentos y observaciones pero, están apareciendo algunos datos que no dejan bien parado al Big Bang o, por lo menos, lo sitúa en una zona de interrogantes.
Como nadie estuvo allí para captarlo, basados en los datos que hemos podido recopilar, nos imaginamos lo que pudo ser (si es que realmente fue) lo ocurrido en aquellos primeros momentos del Big Bang. Al decir primeros, sitúo ese comenzar a después de la primera fracción de segundo, tiempo en el que, ni las matemáticas nos dejan entrar en él para buscar lo que realmente pasó.
No siempre este modelo científico (el Big Bang) es una fiel imagen de la realidad. Los átomos y las moléculas que componen el aire que respiramos, por ejemplo, se pueden describir en términos de un modelo en el que imaginamos cada partícula como si fuera una pequeña esfera perfectamente elástica, con todas las pequeñas esferas rebotando unas contra otras y contra las paredes del recipiente que las contiene.
Esa es la imagen mental, pero es sólo la mitad del modelo; lo que lo hace modelo científico es describir el modo como se mueven las esferas y rebotan unas contra otras mediante un grupo de leyes físicas, escritas en términos de ecuaciones matemáticas. En este caso, éstas son esencialmente las leyes del movimiento descubiertas por Newton hace más de trescientos años. Utilizando estas leyes matemáticas es posible predecir, por ejemplo, que le pasará a la presión ejercida por un gas si se aplasta hasta la mitad de su volumen inicial. Si hacemos el experimento, y, el resultado que se obtiene encaja con la predicción del modelo, este será un buen modelo.
De hecho, todos los modelos científicos tienen aplicabilidad limitada. Ninguno de ellos es “la verdad “. Cuando un científico afirma, por ejemplo, que el núcleo de un átomo está compuesto por partículas denominadas protones y neutrones, lo que en realidad debería decir es que el núcleo de un átomo se comporta, bajo determinadas circunstancias, como si estuviera formado de protones y neutrones. Los mejores científicos toman el “como sí “, pero entienden que sus modelos son, efectivamente, sólo modelos; científicos menores a menudo olvidan esta diferencia crucial.
Democrito, nunca pudo sospechar, hasta donde llegaría su idea
Los científicos menores, y muchos no-científicos, tienen otra idea equivocada. A menudo piensan que el papel de los científicos hoy en día es llevar a cabo experimentos que probarán la exactitud de sus modelos con una precisión cada vez mayor (hacia posiciones con más y más decimales). ¡En absoluto! La razón para llevar a cabo experimentos que demuestren predicciones previas no comprobadas es descubrir dónde fallan los modelos. Encontrar defectos en sus modelos es la esperanza abrigada por los mejores científicos, porque esos defectos destacarán los lugares donde necesitamos una nueva comprensión, con modelos mejores, para progresar.
El arquetípico ejemplo de esto es la gravedad. La ley de la gravedad de Isaac Newton se consideró la pieza clave de la física durante más de doscientos años, desde la década de 1680 hasta comienzos del siglo XX. Pero había unas pocas, aparentemente insignificantes, cosas que el modelo newtoniano no podía explicar o predecir, referente a la órbita del planeta mercurio y al modo como la luz se curva cuando pasa cerca del Sol. El modelo de gravedad de Albert Einstein, basado en su teoría general explica lo mismo que el modelo de Newton pero también explica esos detalles sutiles de órbitas planetarias y curvatura de la luz. En ese sentido, es un modelo mejor que el anterior, y hace predicciones correctas (en particular, sobre el Universo en general) que el viejo modelo no hace. Pero el modelo de Newton todavía es todo lo que se necesita si se está calculando el vuelo de una sonda espacial desde la Tierra a la Luna.
¿SABEMOS COMO COMENZÓ EL UNIVERSO?
Saber saber, sabemos muchas cosas pero, ninguna de ellas es el comienzo del Universo del que sólo podemos tener una aproximación de como pudo ser. De todas las maneras nos hemos quedado con la imagen que más se adapta a lo que hemos podido observar y comprobar.
Esta ahora ampliamente aceptado que el Universo donde habitamos surgió a partir de una singularidad con densidad y energía “infinita“ que dio lugar a una bola de fuego caliente y densa a la que llamamos Big Bang. En los años veinte y treinta, los astrónomos descubrieron por primera vez que nuestra Galaxia es simplemente una isla de estrellas dispersa entre muchas galaxias similares, y que grupos de estas galaxias se están apartando las unas de las otras a medida que el espacio se expande. Esta idea del Universo en expansión fue realmente predicha por la teoría general de la relatividad de Einstein, terminada en 1916 pero no se tomó en serio hasta que los observadores hicieron sus descubrimientos. Cuando se tomó en serio los matemáticos descubrieron que las ecuaciones describían exactamente el tipo de expansión que observamos, con la implicación de que si las galaxias se van alejando con el tiempo entonces deberían haber estado más juntas en el pasado, y hace mucho tiempo toda la materia en el Universo debería estar acumulada en una densa bola de fuego.
Es la combinación de la teoría y de la observación la que hace que la idea del Big Bang sea tan convincente; en los años sesenta llegó una clara evidencia, con el descubrimiento de un siseo débil de ruido de radio, la radiación cósmica de fondo, que viene de todas las direcciones del espacio y se interpreta como la radiación restante del mismo Big-Bang.
Como la expansión del Universo, la existencia de esta radiación de fondo fue predicha por la teoría antes de ser observada experimentalmente. A finales del siglo XX, la combinación de teoría y observaciones había establecido que el tiempo que ha pasado desde el Big Bang es de unos 14 mil millones de años, y que existen cientos de miles de millones de galaxias como la nuestra dispersas de un extremo al otro del Universo en expansión.
La radiación de fondo nos viene a…”casi” confirmar la existencia de un Big Bang. La pregunta a la que se están enfrentando ahora los cosmólogos es ¿cómo empezó el mismo Big Bang? ¿Cómo consecuencia de qué se produjo? ¿Fue una fluctuación del vacío en el espacio-teimpo de otro universo? Y, mil preguntas más.
El punto de partida para enfrentarnos a esta pregunta es el modelo estándar propio de los cosmólogos, que combina todo lo que han aprendido de las observaciones del universo en expansión con el entendimiento teórico del espacio y el tiempo incorporado a la teoría general de Einstein. El establecimiento de este modelo se ha visto favorecido por el hecho de que cuanto más lejos miramos del Universo, más tiempo atrás vemos. Debido a que la luz viaja a una velocidad finita, cuando miramos galaxias alejadas millones de años luz, la vemos como si estuvieran presentes como eran millones de años antes, cuando salió la luz que llega ahora a nuestros telescopios.
Con telescopios potentes, los astrónomos pueden ver qué aspecto tenía el Universo cuando era más joven (y la radiación cósmica de fondo nos permite “ver-con radiotelescopios- la última etapa de la bola de fuego que fue el Big bang).
Todo el universo primitivo era un plasma muy caliente que se expandió frenéticamente en aquellos primeros momentos. Lo llamamos la espansión de Hubble. Sin embargo, otros opinan de manera diferente. El Premio Nobel de física en 1970 y fallecido ya en 1995, Alfvén sostenía que el universo era infinito en el tiempo y en constante evolución y, por tanto, que nunca había ocurrido un Big Bang.
Alfvén pasó de la investigación del plasma en laboratorio al estudio de cómo evoluciona el universo. El plasma está compuesto de gases calientes conductores de la electricidad. Ahora se sabe que el 99% de la materia del universo es plasma. Mientras que en un gas normal los electrones están ligados a sus núcleos, en un plasma se pueden mover libremente porque el intenso calor los separa de ellos. Los cosmólogos del plasma plantean un universo “entrecruzado por vastas corrientes eléctricas y potentes campos magnéticos, ordenados por el contrapunto cósmico del electromagnetismo y la gravedad”. En los años 70, las sondas espaciales Pioneer y Voyager detectaron la presencia de corrientes eléctricas y campos magnéticos rellenados con filamentos de plasma alrededor de Júpiter, Saturno y Urano.
Científicos como Alfvén o Anthony Peratt han elaborado un modelo de universo dinámico, no estático, que no requiere un inicio en el tiempo. La expansión de Hubble necesita una explicación, pero no tiene que ser necesariamente el big bang. Un big bang provocaría una explosión, pero una explosión no requiere necesariamente un big bang.
El modelo alternativo sugerido por Hannes Alfvén y Oskar Klein admite que pudo haber una explosión provocada por la combinación de gran cantidad de materia y antimateria en un pequeño rincón del universo visible, que generase gran cantidad de electrones y positrones energéticos. Atrapados en campos magnéticos, estas partículas empujaron el plasma durante cientos de millones de años. “La explosión de esta época, hace unos diez o veinte mil millones de años, esparció el plasma a partir del cual se condensaron las galaxias posteriormente (en la expansión de Hubble). Pero esto de ninguna manera fue un big bang que creó materia, espacio y tiempo. Fue sólo un big bang, una explosión en una parte del universo. Alfvén es el primero en admitir que esta explicación no es la única posible. ‘El quid de la cuestión ‘, insiste, ‘es que existen alternativas al big bang”.
Lo más atrás que hemos visto, el origen de la radiación de fondo corresponde a un tiempo unos pocos cientos de miles de años después del momento del Big Bang, cuando todo el Universo estaba lleno de gas caliente (conocido técnicamente como plasma) a aproximadamente la misma temperatura que la que tiene la superficie del Sol hoy en día, unos pocos miles de grados Celsius. En ese momento, lo que ahora es el Universo visible entero era solo una milésima parte de su tamaño actual y no había objetos individuales en la escala de las estrellas o galaxias en el remolino de material caliente.
Moviéndonos hacia delante en el tiempo, las irregularidades observadas en la radiación de fondo son justamente del tamaño y estructura correctos para explicar el origen de las galaxias y de los grupos de galaxias – son las semillas donde creció la estructura que vemos en el Universo hoy- .
Yendo hacia atrás en el tiempo, la estructura de las irregularidades vista en la radiación de fondo nos habla sobre el tipo de irregularidades que había en el Universo cuando era incluso más joven, justo hasta ese momento atrás en que la teoría general por sí misma se rompe.
Se ha descubierto radiación de cuerpo negro y anisotropía en la radiación de fondo, lo que nos viene a decir que, el universo, no se expandió de la misma manera para todas las regiones, y, al no ser isotrópico el movimiento de expansión, podemos pensar que tal anomalía puede estar provacada por la clase de materiales que se estaban formando y sus distintas intensidades.
Lo primero, y más importante, que hay que decir sobre estas irregularidades en la radiación de fondo es que son diminutas. Son tan pequeñas que al principio era imposible medirlas, y la radiación parecía que viniera perfectamente uniforme desde todas las direcciones en el espacio (isotropía). Si la radiación fuera perfectamente uniforme, todo el modelo estándar del Universo se desbarataría, ya que si no hubiera habido irregularidades en la bola de fuego del Big Bang no habría habido semillas desde donde las galaxias pudieran crecer, y nosotros al no haberse formado las estrellas y fabricado en sus núcleos los materiales complejos de los que estamos hechos, no estaríamos aquí. El hecho de que los científicos estén tratando de resolver estas preguntas han convencido a los astrónomos de que debería haber irregularidades en la radiación de fondo, sólo había que desarrollar instrumentos sensibles para medirlas.
En este sentido podríamos citar el satélite de la NASA COBE que fue capaz de hacer medidas suficientemente sensibles para demostrar que había efectivamente minúsculas ondulaciones en la radiación de fondo. Las dos preguntas clave derivadas del descubrimiento son: ¿por qué la radiación de fondo es casi lisa?, ¿Qué crea las ondulaciones?
COBE Satélite de la NASA
La primera pregunta es más profunda de lo que se pueda pensar, porque incluso hoy, 14 mil millones de años después, el Universo es todavía casi liso. Esto no es obvio si contrastamos la luminosidad de una galaxia como nuestra Vía Láctea con la oscuridad del espacio entre las galaxias pero enseguida se hace evidente a mayores escalas. El Universo no es exactamente uniforme, pero incluso en términos de distribución de las galaxias es uniforme en cierto sentido. Si tomamos una fotografía de las galaxias vistas en una pequeña zona del cielo se parecerá mucho a otra fotografía de una zona del mismo tamaño de otra parte del cielo. La radiación de fondo es incluso más uniforme, y parece exactamente la misma desde todos los puntos del espacio dentro de una fracción del 1 por ciento. La profundidad de esta observación descansa en el hecho de que no ha pasado el tiempo suficiente desde el Big Bang para que todas las diferentes partes del Universo interactúen unas con otras y deje de ser liso.
Esta homogeneidad está relacionada con otra característica extraña del Universo denominada subplanitud. La teoría general de la relatividad nos dice que el espacio (en sentido estricto, el espacio-tiempo) se puede curvar y deformar por la presencia de materia. Localmente, cerca de un objeto como el Sol o la Tierra, esta deformación del espacio-tiempo produce el efecto que llamamos gravedad. Cósmicamente, en el espacio entre las estrellas y las galaxias el efecto combinado de toda la materia en el universo puede producir una curva gradual en el espacio en uno de los dos sentidos.
representación gráfica de las tres clases de universo que podrían ser, el universo plano, el universo cerrado y, el universo abierto y todo ello, estaría supeditado a la cantidad real de materia que nuestro universo pueda contener.
Aquí tendríamos que continuar hablando de la densidad crítica y de la clase de universo que tendríamos en función de la cantidad de materia que este contenga. Sin embargo, dejaremos ese punto del universo cerrado, abierto o plano, ya que, en uno de los comentarios muy recientes de esta colaboración ya quedaron explicados de manera suficiente.
Estudios cada vez más sofisticados de la radiación de fondo, que culminaron con las observaciones hechas por el satélite WAP de la NASA a principios de éste siglo XXI y del Planck Explorer de ESA un poco más tarde, mostraron que el Universo efectivamente está indistinguiblemente cerca de la plenitud, de modo que su densidad debería estar indistinguiblemente cerca de la Densidad crítica. Esto dio lugar al rompecabezas de donde estaba la masa “desaparecida” (esa que llamamos materia oscura que, nunca se ha visto, ni produce radiación, ni sabemos como se hizo, de qué clase de partículas está conformada – si es que son partículas- y, un sin fin de interrogantes más que, ahora no sabemos contestar).
En realidad, la teoría de la inflación es todavía un trabajo en progreso, y, como en el caso de la GUT, existen diferentes variaciones o modelos sobre el tema. Lo que está claro de todo esto es que, no se puede negar, ni el esfuerzo realizado, ni el éxito alcanzado que, sin ser aún lo que se desea, sí es un paso importante en el conocimiento del Cosmos. Ahora sabemos de él muchísimo más que se sabía en los tiempos de Galileo, y, tanto la técnica como las matemáticas y la física, han desarrollado la Astronomía y la Astrofísica, hasta unos niveles encomiables, teniendo en cuenta que estamos estudiando una cosa muy, muy grande y cuyos objetos están muy, muy lejos.
Sin embargo, podemos obtener imágenes de galaxias lejanas y de nebulosas que se encuentran a miles o millones de años luz de la Tierra y, mediante técnicas del estudio del espectro, saber, de que materiales están formados.
Es aún muy grande el espacio oscuro que tenemos que alumbrar para conocer en plenitud nuestro vasto Universo, son muchas las zonas que están en la penumbra, y, debemos y tenemos la obligación de continuar profundizando en el saber del Universo que nos acoge.
Yo, que soy un enamorado del Universo y apasionado de todas las maravillas que encierra que, sin que lo pueda evitar me fascinan, a veces pienso en que, el Universo entero podía haber surgido de una fluctuación cuántica del vacío, gracias a la combinación de inflación y a una curiosa propiedad de la gravedad. ¡Es todo tan complejo y misterioso!
¿Donde estará guardada la energía negativa de la Gravedad? Y, si hace acto de presencia, ¿donde y cuando lo hace?
Esta curiosa propiedad de la gravedad es que guarda energía negativa. Cuando algo (¡cualquier cosa!) cae hacia debajo de un campo gravitacional (como el agua que se precipita desde la montaña) la energía es liberada………Pero eso, será otra historia que ya contaremos. Ahora, para no cerrar en falso el comentario, diré que, no existe ningún límite, en principio, en cuanta masa (en sentido estricto masa-energía, teniendo en mente E=mc2) puede tener una fluctuación cuántica, aunque cuanto más masiva sea una fluctuación, menos probable es que suceda.
emilio silvera
el 10 de julio del 2011 a las 14:57
¿Se liberará la gravedad existente dentro de un agujero negro?, y ¿Hacia donde se liberará?.
Hace un par de día he visto un documental sobre los a.n., en el que se explica la hipótesis de que los a.n. podrían ser los precursores de nuevos B.B. en otros universos, y que habría tantos universos como a.n..
Al menos esa sería una manera de comprender eso de la “singularidad”, ya que hasta ahora solo significa poner un nombre a nuestra ignorancia. Que un a.n. pueda tener una densidad infinita no se acaba de comprender; que de la nada o de un punto infinitesimal pueda surgir todo un universo tampoco es fácil de comprender, por eso, si los a.n. conectasen cada uno con otras lejanas zonas de tiempo/espacio (Mejor dicho en zonas donde aún no existiera el espacio/tiempo), en donde pudieran descargar su inmensa energía y materia atrapada, a través de densos B.B., sería más comprensible para nuestras mentes (Lo que no quiere decir que sea lo real).
Los a.n.jóvenes son llamados “activos” por su alto poder en atraer materia y atraparla; cuando se hacen viejos parece que se tranquilizan y dejan de engullir materia; ¿Seria entonces el sitio ideal para atravesarlo y salir por el supuesto agujero de gusano?; si el a.n. se calma, se supone que el blanco haría lo mismo, siendo entonces más fácil el poder cruzarlo; vendría a ser como el esperar a que la presión del agua se equipare dentro y fuera de un coche caido al mar para poder abrir la puerta.
el 11 de julio del 2011 a las 6:55
¡Cuanta fascinación! Esos objetos exóticos y bien comprendidos aún que, estando en este mundo nuestro parece que etán en otros, ya que, cuando llegamos a la singularidad ni el espacio ni el tiempo están presentes, y, tanto misterio nos da un gran margen para la imaginación de lo que de ahí puede surgir y hasta donde pueden llegar las consecuencias…nuevos Big Bang y nuevos universos que podrían ser.
Está claro que de donde no hay nada puede surgir y, en la singularidad del agujero negro habrá, además de la masa comprimida de la estrella masiva de donde fue formado, toda la materia que halla podido engullir a lo largo del tiempo pero, a pesar de ello, a pesar de la ingente materia que allí se pueda encontrar, sería insuficiente para formar un nuevo universo sin contar con la ayuda de algo más.
Ese algo más pueden ser las regiones conexas hasta las que la singularidad puede llegar y que son inaccesibles para nosotros. ¿Quién sabe donde residen las singularidades? y con qué regiones del no espacio se pueden codear. Es tanta nuestra ignorancia en este y en otros muchos temas que del Universo se pueden extraer que, todo lo que podamos imaginar, seguramente se quedará corto ante la realidad que pudiera ser.
La materia, amigo mío, siempre va hacia alguna parte y tiene bien predeterminada su función que no es nunca estática, sus cambios producen todos los objetos que existen incluso los que no son inertes. La materia puede estar en muchos estados que ni hemos llegado a comprender y, como nos pasa con la materia que conforma una singularidad (¿de qué estará hecha esa materia y hasta donde se habrán podido transformar las partículas que, en origen la conformaba?), en otras fases y en cada tiempo y lugar, la materia desempaña aquella función que el universo le reservó, lo mismo puede ser el plasma de una estrella que estar en la forma de una montaña rocosa, o, ¿por qué no? en una impresionante red de neuronas conectadas por miles de millones de “cables” que hacen posible los pensamientos.
Los agujeros negros, como tantas otras maravillas de nuestro Universo, tienen sus misterios, sus secretos, sus incognitas que empujados por nuestra curiosidad quertemos desvelar y, para ello, indagamos, observamos e investigamos hasta donde nuestras tecnologías nos lo permiten y nuestra inteligencia pueda llegar y, cada día que pasa, damos un paso más para agrandar (como nos decía Wheeler) esa Isla en la que vivimos y que está rodeada de un océano de ignorancia.
En fin, todo el día sería poco para expresar aquí las cosas que se me ocurren pensando en lo que un Agujero Negro pudiera ser y que nosotros, pobres mortales, no hemos llegado a comprender.
Un saludo estimado amigo.
el 10 de julio del 2011 a las 21:41
Hola muchachada.
Ya apenas vamos pudiendo asimilar, muy paulatinamente, las tremendas distancias relativas que separan los núcleos de los electrones, y las partículas subatómicas entre sí. Cada vez parece afianzarse el concepto de que las partículas más inconmensurablemente pequeñas de que se tenga noción, pueda integrar subpartículas aún más pequeñas, separadas entre sí por distancias de vacío tan ínfimas como relativamente desmesuradas. Seguramente la materia no sea lo que nos dice el sentido común, sino solo diversas formas de pura energía.
Como bien dice Kike, El Big Bang y la densidad infinita de un a.n. son ideas difíciles de digerir, que chocan con nuestra intuición, pero están emparentados con nuestra resistencia, también intuitiva, a aceptar la eternidad y el infinito, conceptos que retornan indefectible y porfiadamente, cuando hablamos de universos sucesivos.
Un abrazo para tod@s desde Montevideo.
el 11 de julio del 2011 a las 7:13
Así es amigo mío, son muchas las cosas que escapan a nuestra percepción y utilizamos la intuición para imaginar lo que podría ser, lo que aquí o allí está presente y que no podemos percibir. Creo que en este vasto universo nuestro, siempre será así, y, ese principio de incertidumbre del que nos habló Heisenberg, puede ser la regla que nos ha sido impuesta: nunca saberlo todo al completo y dejar siempre regiones de misterios que nuestra manera de ser necesita para continuar, de otra manera, al no ser posible sostener la curiosidad que necesita de esos misterios para su existencia, nosotros, nuestras mentes, quedarían en la más absoluta de las desolaciones y la apatía y la desgana nos llevaría a la extinción.
Dices bien al expresar que hay cosas como esa “eternidad” a la que aludes que, para nosotros son difícles de digerir, y, lo mismo nos ocurre con otras muchas como el universo de más dimensiones, o, por ejemplo, pensar en que puedan existir regiones del espacio-tiempo de la que surgen, sin cesar, objetos que desaparecen. ¡Es todo tan extraño!
Sabemos de los electrones y de los Quarks porque así lo permiten nuestras máquinas pero, antes de eso, de tener aparatos que nos dejan llegar tan lejos, nuestra intuición ya nos había llevado hasta allí, hasta esas regiones antes insondables y, aún no estamos conforme e imaginamos que más allá, mucho más allá en regiones desconocidas y no “pisadas” aún por la mirada del hombre, pueden existir otras muchas maravillas que ni llegamos a imaginar.
Así es la realidad en la que nos encontramos inmersos, una realidad que nos hace vivir en un mundo que vemos a media. Hay cosas, y, existen fuerzas que no llegamos a ver y, para suplir dichas carencias utilizamos nuestra poderosa imaginación que, con los datos que ya cuenta y con lo poco que del total del mundo sabe, realiza las cuentas, sumas y restas que lleva hasta regiones desconocidas que nos queda por descubrir.
Es tanta la magia, es tan grande el premio que, incansables, seguimos luchando contra viento y marea para llegar al fondo de todas esas cuestiones que son la esencia del mundo y que, de momento, se nos escapan.
Como decía Feyman: ¡El placer de descubrir!
Menos mal que siempre tendremos esos objetivos lejanos que vislumbramos en el horizonte de nuestras mentes y que, son misterios reales que el Universo contiene para que los podamos desvelar.
Un abrazo amigo.
el 15 de noviembre del 2012 a las 18:32
Según el Big-Bang las galaxias tempranas habrían de ser más pequeñas y estar más juntas que las actuales.
Las galaxias lejanas que ahora se descubren y que se suponen fueran las primeras en formarse o de las primeras, aparte el tamaño que puedan tener (¿?), pueden descubrirse en todas direcciones (Como también ocurre con la radiación de fondo).
Si en aquellos principios todo estaba más agrupado, ¿cómo es que las galaxias correspondientes aparecen en cualquier dirección y relativamente mucho más separadas (¿?)? No sé si en realidad se observa como digo, pero así parece ser.
Según supongo, debería darse una región más pequeña del univeso de donde procedieran las “imágenes” tempranas y el grueso mayoritario de las microondas.
La luz que nos llega desde poco después de los 14,000 mill. de años, nos trae la imagen exacta de como era entonces el universo, más pequeño y concentrado. De no ser así la epansión no tendría sentido.
Y otra cosa,¿ todo lo que vemos es “anterior” a nuestro presente? ¿No habrá nada que vaya “por delante” de nosotros en la expansión? Claro que eso, que confundiríamos con un futuro, sería proveniente en realidad de mucho antes que nuestro pasado; desde un tiempo anterior a lo que se dice Big-Bang, y por eso nuestro presente iría “detrás” de esos otros presentes, que podrían ser n”uestros futuros” o el camino a recorrer por la expansión “nuestra” ¿No habrá galaxias que cumplan esta condición, o nuestro presente está al borde real de universo?
Veo muy probables lo de los universos enanos, o bebés como se dice, e incluso las aglomeraciones futuras derivadas de la parte gravitacional de la expansión en el propio universo.
Geométricamente es fácil concebir que un mismo proceso, el referente a la presión oscura de vacío (Suponiéndolo), provoque tanto la expansión como la gravedad. Para ello no se necesita considerar presión negativa y positiva como cosas aparte. La presión actúa en ambos sentidos hacia afuera y hacia adentro, porque es aleatoria en todas direcciones, si bien con una resultado radial. Por un lado, hace que en las grandes distancia actúe separando, por otro, a menores distancias o más locales, que comprima o junte. Por ejemplo, un gas dentro de un recinto cerrado presiona sobre sus paredes y sobre cada uno de sus puntos del espacio interior. La materia más pesada que el ,tendería a ser agrupada por éste. Aunque a primera vista no se entiende el mecanismo, resulta ser sencillo.
Mi comentario viene con más de un año de tardanza, espero que mis puntos de vista no sean muy desatinados.
Saludos compañeros.
el 15 de noviembre del 2012 a las 22:20
Si, todo està muy, ¿y que me dices sobre la teorìa de Penrose sobre los Big Bang sucesivos producidos en eones tras eones?, esto se desprende del anàlisis del Fondo Còsmico de Microondas.
el 16 de noviembre del 2012 a las 1:30
Según yo entiendo, la teoría de Penrose en lo que respecta a la evolución del universo, no contradice la existencia de los llamados universos bebé, que en realidad no dejarían de ser similares a grandes aglomeraciones surgidas de los agujeros negros, sumatorias o no de otros, también en expansión, pero dentro del universo padre, que dijéramos.
Teoricamente, es posible que los agujeros negros explosionen. Si según evolucione la expansión todo puede devenir a un gran agujero negro, el universo se repetiria a “saltos”, y cada vez más extenso.
Realmente, universos bebé, estrellas, galaxias, cúmulos… potencialmente vendrían a ser lo mismo y con un origen similar. Por eso puede pensarse no en un Big-Bang único sino en pequeños bigbanes origen, no tópicos, primigenios.
Las explicaciones para las consecuencias materiales debidas a un único B.B. también las hay para los multiples. Las formaciones primigenias de los elementos se suponen según una lógica secuencial, pero que pudo ser distinta y sin que fuera necesario un punto singular de caracteristicas tan sui generis. Difícil posicionarse con una de las tantas teorías, hoy por hoy imposibles de comprobar.
Lo del fondo de microondas tiene una explicación tópica, que es la que se le da.
Sin embargo el fondo de microondas podría tener un origen diferente, como la de la abundante radiación del universo que al llegar a sus confines se refleja parcialmente como microondas.
Esa radiación, no ya tan primigenia, también podría ser el resultado superpuesto de una multitud de bigbanes, más o menos coincidentes, y por qué no, de todo un universo ya pasado y lejano debido a la emisión del vacío, cuyos fotones emergentes, en las grandes distancias, se desvirtuan a la forma de microondas debido a la elongación de su longitud de onda (1,9mm y 160,2 Ghz como valor promedio).
Saludos
el 16 de noviembre del 2012 a las 6:39
¡Mira que son ustedes listos!
Según lo veo, el Universo no tiene escapatoria, lanzamos tántas especulaciones sobre lo que pudo o podrá ser que, alguna dará en el blanco y acertará con esa realidad que buscamos y de la que queremos saber. Big Bang, universos cíclicos, paralelos inmersos en inmensos multiversos, universo abierto, cerrado o plano, “materia oscura fría y caliente” el Big Crunch final, o, vaya usted a saber cuántas cosas más se nos ocurren pero, lo cierto es que, no hemos podido traspasar esa barrera infranqueable que nos marca el Tiempo de Planck, las matemáticas se niegan a responder más allá de esa línea y, mientras que no sepamos realmente lo que pasó, ¿cómo queremos saber lo que pasará?
¡Cómo somos los humanos!
Tratemos de saber de donde venimos para poder discernir hacia donde vamos.
el 16 de noviembre del 2012 a las 12:17
Qué razón tienes Emilio. Qué fácil es discernir sobre lo imaginado, sobre cosas que seguramente nunca podremos descubrir, en la seguridad que nadie podría rebartirlas de manera fehaciente. Al menos mientras vivamos encadenados en la feria de nuestro presente.
Andemos de pasada sobre los imposibles y con los pies en el suelo. Es un decir.
Que la ciencia en todas sus vertientes nos acompañe. Saludos compañeros.
el 16 de noviembre del 2012 a las 18:33
Me atrapa la idea del destino final de los agujeros negros porque son casos muy tìpicos que predice la RG, eso de materia energìa, pero el problema nodal de esto es de adonde va a parar ese fenòmeno tan importante del universo o ¿en que se convierte el agujero negro?, porque puede que al final resulte en una explosiòn que genere màs y nuevas estructuras.
el 17 de noviembre del 2012 a las 13:13
Nos empeñamos en ver el agujero negro como algo raro y extraño. Pienso que el agujero negro puede ser como un “pequeño” universo de expansión negativa. Si la expansión normal de nuestro universo (Padre que digamos), va hacia un teorico infinito extenso, el agujero negro podría ir hacia un teórico infinito concentrado. Qué sabemos lo que puede ocuriir en un “punto” que se contrae más y más. Por qué “funcionalmente” habría de ser distinto, si ambos infintos son posibles. Identificamos el “infinito” con lo extenso porque globalmente vamos hacia él y nuestra intuición es más llevadera en el sentido creciente. Qué sabemos lo que ocurre si todo es más pequeño cada vez, qué transformaciones se darán y cuales sería las formas de expresión de su masa-energía. Lo que si es seguro que en un mundo asía nosotros no existiríamos, pero no las maneras o formas que puediran darse. Al fin y al cabo el tamaño no importa, o solo según para qué. Eso sí, no creo que expansión y concentraicón sean absolutos y para siempre, sino que habría una mutua transformaión entre ambas formas de la evolución material.
Saludos
el 19 de enero del 2015 a las 7:53
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personally would want to…HaHa). You definitely put a new spin on a topic which has been discussed for many years.
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