domingo, 22 de diciembre del 2024 Fecha
Ir a la página principal Ir al blog

IMPRESIÓN NO PERMITIDA - TEXTO SUJETO A DERECHOS DE AUTOR




Nuestro entorno

Autor por Emilio Silvera    ~    Archivo Clasificado en Astronomía y Astrofísica    ~    Comentarios Comments (13)

RSS de la entrada Comentarios Trackback Suscribirse por correo a los comentarios

Como mencioné otras veces, la evolución de nuestro Sol, con el paso del tiempo, lo llevará de manera irremediable a contraerse hasta alcanzar el tamaño de la Tierra y volverse tan denso como para evitar su propio colapso por la presión de degeneración de los electrones. La densidad que alcanza es de 5×108 Kg/m3.

En su fase anterior, la de gigante roja, crece varias veces su tamaño original, y en el caso de nuestro Sol su órbita sobrepasará al planeta Mercurio, al planeta Venus y probablemente al planeta Tierra, que para entonces, por lo elevado de las temperaturas reinantes, habrá visto evaporarse el agua de los ríos y océanos hasta dejarlo seco y yermo, sin posibilidad de vida.

Para cuando todo eso ocurra, ¿quién estará aquí?; faltan varios miles de años y, si la Humanidad no se ha destruido a sí misma, espero que para entonces tenga preparado todos los medios necesarios para instalarse en otros mundos, preferiblemente fuera de nuestro Sistema Solar, ya que los planetas vecinos, una vez desaparecido el Sol, no creo que reúnan las condiciones idóneas para acoger la vida, y las lunas de esos planetas tampoco parecer suficientemente acogedoras: Io, el tercer satélite más grande de Júpiter, sólo tiene un diámetro de 3.630 Km y es una caldera volcánica donde la radiante lava fluye de sus muchos volcanes. Toda la superficie de Io tiene un color amarillento debido a los depósitos de azufre u óxido de azufre. Existen extensas llanuras y regiones montañosas en Io, aunque no cráteres de impacto, indicando que su superficie es muy joven geológicamente.

La densidad de Io, 3’57 g/cm3, sugiere que tiene un núcleo de hierro-azufre de unos 1.500 Km de radio y un manto de silicatos. Las actividades volcánicas de Io son el resultado del calor liberado por las fuerzas de marea, que distorsionan el satélite a medida que se acerca o se aleja de Júpiter en su órbita.

Europa, el cuarto satélite más grande de Júpiter y el segundo de los cuatro satélites galileanos en distancia al planeta, conocido también como Júpiter II, tiene un diámetro de 3.138 Km, ligeramente menor que nuestra Luna. La densidad de Europa es de 2’97 g/cm3 indicando que está compuesta fundamentalmente por rocas de silicio, mezcladas con, al menos, un 5% de agua.

La superficie es brillante y helada con un albedo de 0’64, dominada por redes de fracturas oscuras y lineales, algunas de más de 1.000 Km de longitud. Se han identificado en Europa al menos una docena de cráteres de impacto.

Ganímedes, el satélite más grande de Júpiter y el mayor del Sistema Solar, con un diámetro de 5.262 Km, conocido como Júpiter III y es el más brillante de los satélites galileanos.

La densidad de este satélite es de 1’94 g/cm3 y posee una superficie helada llena de contrastes con regiones de alto y bajo albedo, cubiertos por complejos sistemas de surcos, indicando la existencia de varias fases de actividad en la corteza en el pasado. Algunos de los cráteres de impacto más grandes sobre la superficie se han convertido en palimpsestos debido al lento flujo del hielo, como en un glaciar.

Titán, el satélite más grande de Saturno y el segundo más grande del Sistema Solar, con un diámetro de 5.150 Km; también conocido como Saturno VI. Fue descubierto en 1.655 por C. Huygens. La composición más probable de Titán es rocas e  hielo en partes iguales aproximadamente. Es el único satélite del Sistema Solar que tiene una atmósfera sustancial. La atmósfera está compuesta principalmente por nitrógeno, con un 2/10% de metano, un 0’2% de hidrógeno (porcentajes moleculares) y trazas de etano, propano, etino, cianuro de hidrógeno y monóxido de carbono. Su temperatura es de -180 ºC y pueden existir lloviznas de metano en la superficie y posiblemente nieve de metano. A unos 200 Km de altura abundan espesas nubes anaranjadas de hidrocarburos y existen además capas de neblina atmosférica hasta los 500 Km.

Las sondas Voyager revelaron un casquete polar norte en las nubes de Titán, con un collar ligeramente más oscuro a su alrededor. Además, el hemisferio norte era marcadamente más oscuro que el sur. Ambos son probablemente efectos estacionales.

Otras muchas lunas acompañan a nuestros planetas vecinos: Phobos y Deimos en Marte; Callisto, Amalthea, Leda, etc. en Júpiter; Pan, Atlas, Prometheus, Pandora, etc. en Saturno; Cordelia, Ophelia, Bianca, Ariel, etc. en Urano; Galatea, Larissa, Tritón, Nereid, etc. en Neptuno; Charon en Plutón… hasta formar un conjunto aproximado de más de 60 lunas.

De los planetas vecinos, Mercurio y Venus están descartados para la vida, y Marte con su delgada atmósfera compuesta (en volumen) por alrededor  del 95% de dióxido de carbono, 2’7% de nitrógeno, 1’6% de argón, 0’1% de monóxido de carbono y pequeñas trazas variables de vapor de agua, con unas temperaturas superficiales de entre 0 y -125 ºC, siendo la media de -50 ºC.

Es relativamente frecuente la presencia de vapor de agua en nubes blancas o de dióxido de carbono en dichas nubes cerca de latitudes polares. Existen dos casquetes de hielo de agua permanentes en los polos, que nunca se funden y que en invierno aumentan de tamaño al convertirse en casquetes de dióxido de carbono congelado, hasta alcanzar los 60º de longitud.

Ocurren esporádicamente tormentas de polvo, pudiendo extenderse hasta cubrir la totalidad del planeta con una neblina amarilla, oscureciendo los accidentes superficiales más familiares.

La superficie de Marte es de basalto volcánico con un alto contenido en hierro, que le da al planeta el color característico por el que se le denomina “el planeta rojo”.

Existen muchas áreas de dunas de arena rodeando los casquetes polares que constituyen los mayores campos de dunas del Sistema Solar.

La actividad volcánica fue intensa en el pasado. Tharsis Montes es la mayor región volcánica, estando Olympus Monts situado en el noroeste, y la vasta estructura colapsada Alba Patera, en el norte. Juntas, estas áreas volcánicas constituyen casi el 10% de la superficie del planeta. No hay volcanes activos en Marte, aunque en el pasado produjeron llanuras de lava que se extendieron cientos de kilómetros.

Muchos de los cráteres de impacto más recientes, como cráteres de terraplén, tienen grandes pendientes en los bordes de sus mantas de proyecciones, sugiriendo que la superficie estaba húmeda o llena de barro cuando se produjo el impacto.

Aunque (según parece) no existe en la actualidad agua líquida en Marte, hay indicios de que antiguamente tuvo ríos y lagos cuando existía una atmósfera más densa, caliente y húmeda. Uno de los canales secos es Ma’adim Vallis, de unos 200 Km de longitud y varios kilómetros de ancho.

Internamente, Marte probablemente tiene una litosfera de cientos de kilómetros de espesor (grosor), una astenosfera rocosa y un núcleo metálico de aproximadamente la mitad del diámetro del planeta.

Marte no posee un campo magnético importante; su diámetro ecuatorial es de 6.794 Km, su velocidad de escape de 5,02 Km/s y su densidad media de 3’94 g/cm3. Dista del Sol 1’524 UA.

Tanto las lunas antes mencionadas como el planeta Marte son objetos de interesantes estudios que nos facilitarán importantes conocimientos de los objetos que pueblan el espacio exterior y de cómo serán muchos de los planetas y lunas que nos encontraremos más allá de nuestro Sistema Solar.

Pero todo de queda ahí, en una interesante experiencia.

Sin embargo, como lugares para vivir e instalarse no parecen, por sus condiciones físicas-ambientales, los más idóneos. Si acaso, en algunos de estos objetos celestes se podrán instalar bases intermedias para el despegue hacia otros mundos más lejanos, para aprovechar sus recursos de materiales minerales, hidrocarburos, etc. que poseen en abundancia pero, desgraciadamente, no son lugares aptos para instalar a la Humanidad que necesitaría crear, artificialmente, costosas instalaciones que simularan las condiciones terrestres, y tal empresa ni económica, ni tecnológicamente es tarea fácil.

Así las cosas, el único camino posible para el futuro de la Humanidad será avanzar en la exploración del espacio exterior, construir naves espaciales mejor dotadas en todos los sentidos, sobre todo: aislante de radiaciones nocivas y peligrosas para la salud de los tripulantes, dispositivo antiflotabilidad que imite la gravedad terrestre, espacios hidropónicos que produzcan cosechas continuas de verduras y tubérculos, plantas de reciclaje que depuren de manera continuada el agua de toda la nave, motones lumínicos de fotones, antimateria, etc. que de alguna manera imite la velocidad relativista, laboratorios con instalaciones tecnológicas de última generación con potentes y sofisticados ordenadores que avancen y mejoren continuamente sobre el conocimiento científico de la física, la química y la biología, y, en fin y sobre todo, una conciencia colectiva de todos los gobiernos del mundo para comprender que su principal cometido es mirar y tratar de conseguir el mayor bienestar y la seguridad de todos los ciudadanos y, de entre otras cuestiones, una importante es la de destinar una parte importante de los recursos para investigar, explorar y preparar el futuro de las generaciones futuras.

No podemos descansar pensando que aún falta mucho para que nuestro Sol deje de prestarnos sus servicios, ya que el reto que tendremos que superar cuando eso llegue es tal que necesitaremos todo ese tiempo sin dejar de trabajas para estar preparados cuando el momento llegue.

¡La desaparición del Sol! Sin olvidar que, la Galaxia hermana Andrómeda, viaja hacia nosotros a más de un millón de kilómetros por hora y, en unos 3.000 millones de años, también se dejará caer por aquí. Las consecuencias de la visita son impredecibles pero, por las experiencias obtenidas en sucesos como ese, las fuerzas de marea producidas por la Gravedad, es de una intensidad tan enorme que, difícil será escapar ilesos de tal encuentro.

emilio silvera

 

  1. 1
    Odiseo
    el 25 de enero del 2013 a las 18:29

    Hola Emilio.
    Te preguntas después de exponer la limitación del tiempo que le queda al Sol, ¿quien estará aquí?, yo creo que no estaré, pues con los recortes famosos, no sé si estaré el año que viene.
    Ahora ya en serio, me da la impresión, que cuando te has referido a los satélites del sistema solar, que dices algunos más de 60, creo que te referías a los de Júpiter, que en efecto tiene contabilizados un total de 63 (por el momento), Saturno también pasa de esa cantidad con 60.
    Cuando comentas que la posibilidad de establecerse en algún otro “sitio” en el sistema solar, te diré que hay un proyecto para “terraformar” el planeta Marte, claro que según los impulsores de dicho proyecto, se tardaría unos tres o cuatro siglos, en una pequeña adaptación y cerca de un milenio para que los seres humanos pudiesen tener unas condiciones similares a las de la Tierra. A mi particularmente, no me parece imposible, pero dudo mucho que pueda ser en es plazo de tiempo, al menos con los recursos actuales.
    En cuanto a poder salir de nuestro sistema solar, eso ya es harina de otro costal, ahí si que no llegamos ni aunque se acaben los recortes, no es que sea pesimista, pero hasta que no se resuelva el grave escollo del combustible para esa clase de viajes, mucho me temo que llegar a alguno de los satélites de Júpiter o Saturno ya será una auténtica hazaña.
    En fin Emilio, que te veo optimista, pero me da, que siempre habrá una limitación que yo no veo posible y son las distancias y el tiempo necesario para cubrirlas. Ojala me equivoque y tu tengas razón, pero me temo que no podremos contrastarlo.
    Saludos a todas y todos.   

    Responder
    • 1.1
      emilio silvera
      el 26 de enero del 2013 a las 7:42

      ¡Hola, estimado amigo!
      ¿Los recortes? ¡Si fuesen para todos! Pero no es así, y sinverguenzas como Zapatero, la Azafata retocada, y todos aquellos mediocres ladrones que componían el gobierno anterior y que están bien situados y cobrando buenas pagas no ganadas, mientras que infinidad de padres de familias ven como les falta el pan a sus hijos y, los jóvenes, con las carreras terminadas y a la deriva o al extranjero…¡malditos!
      Y, de los que tenemos ahora…, tampoco se pueden decir cosas buenas. Es inaudito que la clase política siga robando sin tasa y esta Sociedad no explote. En fín, mejor dejarlo aquí y hablar del Universo que, a pesar de su complejos parámetros, al menos no produce rabia ni dolor de cabeza.
      Dices bien, muchas son las “lunas” del Sistema solar que tardaremos, físicamente hablando, en abandonar. Lo de terraformar Marte, aunque pudiera ser posible en lo que a nuestros conocimientos se refiere, se sabe lo que habría que hacer, lo malo está en poder llevarlo a la práctica. El coste y los problemas que habría que vencer serían incalculables y, también, las pérdidas de vidas humanas en una empresa de ese calibre.
      Dices bien cuando mencionas el combustible, es decir, la energía que impulsaría a esas hipotéticas naves espaciales en viajes largos por el espacio. No tenemos los conocimientos necesarios para ello y conoces aquella famosa (a pesar de lo pequeña) formula:

        E = mc2

      “Donde E representa la energía, medida en ergios, m representa la masa en gramos y c es la velocidad de la luz.

      La luz se propaga en el vacío a una velocidad muy próxima a los 30.000 millones (3 x 1010 de centímetros por segundo. La cantidad c2 representa el producto c x c, es decir, 3 x 1010 x 3 x 1010 ó 9 x 1020. Por tanto, c2 es igual a

      900.000.000.000.000.000.000.

      Así pues, una masa de un gramo puede convertirse, en teoría en 9 x 1020 ergios de energía. 

      El ergio es una unidad muy pequeña de energía. La kilocaloría, de nombre quizá mucho más conocido, es igual a unos 42.000 millones de ergios. Un gramo de materia, convertido a energía, daría 2,2 x 1010 (22.000 millones) de kilocalorías. Una persona puede sobrevivir cómodamente con 2.500 kilocalorías al día, obtenidas de los alimentos ingeridos. Con la energía que representa un solo gramo de materia tendríamos reservas para unos 24.110 años, que no es poco para la vida de un hombre.
      O expresémoslo de otro modo: si fuese posible convertir en energía eléctrica la energía representada por un solo gramo de materia bastaría para tener luciendo continuamente una bombilla de 100 vatios durante unos 28.200 años. 

      O bien: la energía que representa un solo gramo de materia equivale a la que se obtendría de quemar unos 32 millones de litros de gasolina.”
      Todo eso lo sabemos y sabemos lo que hace el Sol para convertir materia en energía y que nosotros no podemos copiar…, al menos de momento. Para poder obtener una fuente de energía que hiciera viable los viajes espaciales, la única solución está en que las naves se pudieran surtir por el camino, es decir, tomando materia de las Nebulosas y otros objetos y teniendo la técnica de extraer, de esa materia, toda la energía que consigo lleva.
      Hasta aquí una posibilidad de viajar por el espacio hacia destinos “cercanos” dentro del Sistema Solar, dado que, como bien apuntas, las distancias entre las estrellas (y por lo tanto entre los mundos extraterrestres), son tan grandes que, incluso pensar en hacer un viaje a la más cercana, Alfa Centauri, se nos hace impensable con los actuales medios que tenemos y los que podríamos tener en las próximas décadas -contando todo este siglo-, ya no se trataría de vencer las distancias solamente, sino que, el viaje sería tan largo y duradero que los medios de supervivencia de una nave equipada para ese viaje serían incalculables y tendría que disponer de todos los equipameintos de una ciudad, ser autosuficiente en abastecimiento de alimentos (?) y en otras muchas cuestiones como, el casco de la nave: ¡tendría que ser inmune a la radiación y también, a los pequeños pedruscos que vuelan por el espacio a velocidades alucinantes y, no digamos de los grandes.
      En fin amigo Odiseo, que la empresa nos sobrepasa y, como la de terraformar Marte, al menos durante mucho, mucho tiempo, sólo será un sueño. Otra cosa será que podamos explorar y explotar lunas y otros cuerpos del sistema solar mediante ingenios robotizados.
      Imaginar podemos lo que queramos pero, otra cosa muy distinta es llevar a la práctica esos sueños.
      Un abrazo.

      Responder
  2. 2
    kike
    el 26 de enero del 2013 a las 13:28

    Saludos Odiseo.

     Creo que con el desarrollo esperable de los diferentes combustibles o fuerzas de propulsión que están en estudio o perfeccionamiento, dentro de poco podremos llegar a cualquier planeta de nuestro sistema solar.

     Otra cosa, como bien dices, sera alcanzar otras estrellas, teniendo en cuenta que Próxima Centauri, la más cercana a nosotros, se encuentra a 4, 5 años luz.

     Pero no te quepa la menor duda de que llegado el momento en que estemos preparados para ello, tendremos la tecnología necesaria; lo que pasa es que todo suele ir al unísono; pareciera que la tecnología necesita primero que el ser humano se encuentre preparado y tenga asumidoa tal posibilidad.

     En el tema de la propulsión de naves vamos en realidad más adelantados de lo que pareciera; por el ejmplo el motor de iones ya funciona a la perfección con la nave News Horizons, y lo que a mi juicio sería lo más interesante, lo de las velas solares, ya existen diferentes estudios en marcha, así que todo se andará.

     En realidad creo que el principal problema de los largos viajes espaciales no será en realidad la propulsión de las naves, sino la necesaria protección de los tripulantes, ya que por ahora no conocemos nada  que proteja con plena seguridad la entrada a la nave de los diferentes tipos de radiación, que ante largos viajes matarían sin remedio a los tripulantes; eso sin contar los cambios que la falta de gravedad produce en los organismos , y  el aspecto anímico y mental; pero poco a poco de seguro que se irá perfeccionando todo ello.

     Así que vete sacando un viaje de turismo a Júpiter con escala en Marte……        

     Un abrazo. 

    Responder
    • 2.1
      emilio silvera
      el 27 de enero del 2013 a las 9:15

      Sí, amigo Kike, ya lo dijistes aquí una vez: “La Naturaleza es tan sabia que, nos deja evolucionar en la medida que nos conviene y no antes” (o algo parecido). Un niño, lo normal es que nazca a los 9 meses. De la misma manera, nosotros, iremos a las estrellas cuando toque.
      Y, ciertamente, los viajes por nuestro barrio serán cosa cotidiana, aunque no sea tan pronto como vaticinas, ya que, como también apuntas, el problema está el salvaguardar a los viajeros de muchas cuestiones que, de momento, no hemos sabido resolver.
      De todas las maneras, daré los pasos necesarios para visitar…Titán! que quizás, sea más interesante que Júpiter, también me gusta Encelado.
      Los nuevos materiales que se están investigando nos traerán la solución a muchos de esos problemas.
      Un abrazo amigo.

      Responder
  3. 3
    Kimiká
    el 26 de enero del 2013 a las 20:17

    Queridos amigos: ¡Qué alegría encontrar comentarios de los tres a la vez! así puedo conectar con todos.
    No entro mucho aqui por motivos de tiempo ya que mi situación personal se complica cada vez más, ahora tengo dos dependientes a mi cargo, recortes en servicios a mi hijo, en mi nómina… en fin como todos ahora… no me quejo demasiado porque aún trabajo, tengo salud y puedo afrontarlo todo. Pero és verdad que tengo más horas de clase, más alumnos por grupo y esto me hace tener cada vez menos tiempo para mis verdaderas aficiones como entrar aquí.

    Respecto al tema de hoy, yo soy optimista en cuanto al avance tecnológico, pero pienso como Kike que el principal problema será la limitación física y mental del ser humano para afrontar largos viajes en ausencia de gravedad y en espacios cerrados,  ya que se producirán graves problemas corporales y sicológicos. Esto  ya se ha demostrado en el proyecto Marte, donde han estado encerradas varias personas durante el tiempo que duraría un viaje de ida y vuelta a Marte (con estancia breve allí) y los resultados indican que vamos a tener problemas al respecto…

    Besos a los tres y hasta pronto.

    Responder
    • 3.1
      emilio silvera
      el 27 de enero del 2013 a las 9:20

      Querida amiga:
      Todos estamos padeciendo, de una u otra manera, la situación, y, en tu caso, la cosa es más compleja pero, no creo que tengas problemas para afrontar la situación con el incentivo que tienes y que te dará la fuerza necesaria para ello: ¡El Amor de Madre! ¿Qué puede vencer eso?
      Por lo demas, cuando contesté a Kike antes de leer tu mensaje, ya me decantaba por lo mismo que ustedes. Nos queda mucho camino por recorrer, muchos misterios que resolver y, conocer más de cerca, más profundamente a la Naturaleza que nos dará soluciones para todo. Sólo es cuestión de tiempo.
      Un abrazo amiga.
       

      Responder
  4. 4
    kike
    el 28 de enero del 2013 a las 10:56

    Un beso Kimiká; sigue tan valiente y trabajadora.

    Responder
    • 4.1
      nelson
      el 28 de enero del 2013 a las 15:00

      Hola muchachada.
      Hola Kike.

      Ayer leí rápidamente, pues no teníatiempo,  un comentario tuyo contestando a otro de Tom Wood (se ve que se me pasó el de Tom en su momento), en el que coincidían (creo) sobre la incongruencia de la interpretación de la Radiación de Fondo de Microondas como procedente del Big Bang. Pero no los puedo encontrar, y quiero releerlos más detenidamente, pues me llamaron la atención y en principio no entiendo cuál es la contradicción. ¿Recuerdas la entrada?
      Un abrazo para tí y para tod@s desde Montevideo.

       

      Responder
  5. 5
    kike
    el 28 de enero del 2013 a las 18:14

    Pues siento no poder ayudarte; leí algún comentario que se hizo en ese artículo hace poco, (el mio ya tenía cierto tiempo),pero no recuerdo el título; ese es casi el único problema que veo en esta página, que no se ve la forma de seguir comentarios algo atrasados, ya que desaparecen al poco tiempo y no existe ningún enlace. A ver si Emilio se acuerda.

     Un saludo Nelson. 

    Responder
  6. 6
    emilio silvera
    el 29 de enero del 2013 a las 6:36

    Hola amigos:
    No tengo ni idea de donde puedan estar esos comentarios. Pienso como Kike y, haría falta algún mecanismos que nos facilitara encontrar cosas así, de algo que nos interese repasar y que debería aparecer al indicar una referencia simple. Claro que, a eso no se ponerle remedio, es una cuestión que se escapa a mis pocos saberes.
    Si Shalafi lee esto y se da por enterado… quizás nos pudiera echar una mano.
    Saludos.

    Responder
  7. 7
    kike
    el 29 de enero del 2013 a las 8:00

    Gracias a Google lo he encontrado:

    http://www.emiliosilveravazquez.com/blog/2012/11/30/breve-historia-del-universo-ii/

    Venga Nelson, a ver que que nos cuentas. 

    Responder
    • 7.1
      emilio silvera
      el 29 de enero del 2013 a las 11:41

      El que la sigue, la sigue, la sigue y la persigue…¡la consigue!
      Teniendo las armas a mano… ¿Qué se nos puede resistir?
      Un abrazo amigo y, esperémos que Nelson aparezca y le llegue el mensaje.
      Un abrazo por la ayudita y, el segundo, es por amistad.

      Responder
  8. 8
    nelson
    el 29 de enero del 2013 a las 14:18

    Gracias muchachos; sabía, Kike, que no me dejarías a pié.

    En cuanto tenga un ratito, los miraré bien, y comentaré algo (al menos para saludar).

    Abrazos a ambos.

     

    Responder

Deja un comentario



Comentario:

XHTML

Subscribe without commenting