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LA DENUDACIÓN
por Emilio Silvera ~ Clasificado en Naturaleza misteriosa ~ Comments (32)
Las poderosas fuerzas geomorfológicas pueden actuar suavemente. La acción de la gravedad puede mover, en cuestión de segundos, enormes volúmenes de tierra y piedras en devastadores deslizamientos y desprendimientos. Con lluvias intensas, la erosión en barrancos y cauces puede transformar los campos y las riberas, e inundar las llanuras durante horas o incluso días. Los vientos huracanados pueden, igualmente, modificar la fisonomía de las costas, y algunas superficies pueden ser remodeladas casi instantáneamente por erupciones volcánicas y terremotos. Pero la denudación de los continentes – el proceso debido a la acción de las inclemencias del tiempo, erosión meteórica y el posterior arrastre de los materiales erosionados – es un cambio gradual con tasas habitualmente bajas, que las alteraciones no se perciben durante el transcurso de una vida.
El Bubnoff (B) – la denudación de 1 mm en mil años (o 1 μm/año) – es una unidad conveniente para medir este cambio. Las precipitaciones, por disolución, reducen las duras rocas ígneas o metamórficas con una tasa comprendida entre 0’5 y 5 B, y las calizas hasta 100 B. La denudación en terrenos generalmente secos se produce a ritmos no mayores de 10 – 15 B, y en los trópicos húmedos llega a los 20 – 30 B. Los cambios en terrenos montañosos pueden ser mucho más importantes, llegando hasta 800 B en zonas de glaciares rápidos (sudeste de Alaska) y hasta los casi 10 KB en las zonas más recientes en continua elevación (la región de Nanga Parbat en el Himalaya). Pero incluso estas altas tasas de denudación son resultado de fuerzas modestas.
Un ejemplo de importancia medioambiental y económica ilustra este lento proceso geomorfológico de baja potencia. Si no hubiera erosión, la profundidad del suelo en los campos de cultivo sería mayor, pero su capa superior se empobrecería en nutrientes, ya que la erosión meteórica, si no es demasiado intensa, es la que repone los minerales en esta capa en la que crecen las raíces, ayudando a mantener la fertilidad del terreno.
La máxima pérdida de suelo compatible con el cultivo sostenido de cosechas es aproximadamente de 11 toneladas por hectárea en la mayor parte del terreno agrícola norteamericano. Cerca de dos quintas partes de los campos de ese país se están erosionando a tasas superiores, y la tasa media nacional de erosión, solamente por agua, es de casi diez toneladas por hectárea, equivalente a 550 B (suponiendo que la densidad del suelo es de 1’8 tn/m3).
El papel dominante de las lluvias en el proceso de la denudación se hace evidente cuando se compara la energía cinética de las gotas de lluvia con la energía de la escorrentía superficial. Las mayores gotas de lluvia, con diámetro comprendido entre 5 y 6 mm, alcanzan velocidades finales de 9 m/s, lo que implica que su energía cinética durante el impacto equivale aproximadamente a 40 veces su masa. Aunque la mitad de la precipitación corriera por la superficie a un velocidad media de un metro por segundo, la energía cinética sería una cuarta parte de la masa en movimiento. Consecuentemente, la erosión resultante de la caída de la lluvia sería dos órdenes de magnitud más potente que la corriente superficial.
La energía total de la denudación global del planeta se puede calcular suponiendo que afecta al menos a 50 B de material, con una densidad media de 2’5 g/cm3 (125 tn/m3) y que la altura media continental es de 850 m. Así, la energía de los campos de la Tierra se reduciría anualmente en 135 PJ. Este flujo, 4’3 GW, es muy pequeño comparado con otros flujos energéticos del planeta, representando el 0’05 por ciento de la energía potencial perdida por las corrientes superficiales de agua, el 0’01 por ciento del calor terrestre e igual a menos de 2×10-7 veces la radiación solar absorbida por las superficies continentales. Claramente, en la denudación de los continentes se invierte una parte insignificante de la radiación solar tanto directamente, a través de la luz solar, como indirectamente, con las corrientes de agua y el viento.
Además, hay fuerzas opuestas que anulan este lento cambio. Si no fuera por el continuo levantamiento tectónico, la cordillera alpina, con sus 4.000 metros de altura, sometida a una denudación de 1 – 5 B se nivelaría en menos de cinco millones de años, y sin embargo, la edad de la cordillera es actualmente un orden de magnitud superior.
Tasas de levantamiento comprendidas entre 5 – 10 B son bastantes frecuentes, y muchas regiones están elevándose con tasas superiores a 20 KB, es decir, una tasa hasta 10 veces superior a la tasa de denudación. No obstante, parece ser que en las zonas montañosas cuyas cumbres sobrepasan la cota de nieve, con grandes precipitaciones y gran actividad glacial, la altura está más limitada por una denudación rápida que por la elevación tectónica del terreno. El noroeste del Himalaya, incluyendo la zona del famoso Nanga Parbat, es un claro ejemplo, donde muchos de sus picos sobrepasan los 7.000 m y solamente el 1 por ciento del terreno los 6.000 m.
Encuentros espaciales
La más destructiva intensificación temporal de los normalmente suaves flujos de energía geotectónica – erupciones volcánicas o terremotos extraordinariamente potentes – o de energía atmosférica – vientos o lluvias anormalmente intensas -, parecen irrelevantes cuando se comparan con las repetidas colisiones del planeta con cuerpos extraterrestres relativamente grandes.
La Tierra está siendo bombardeada continuamente por invisibles partículas microscópicas de polvo muy abundantes en todo el Sistema Solar, y cada treinta segundos se produce un choque con partículas de 1 mm de diámetro, que dejan un rastro luminoso al autodestruirse en la atmósfera. También son relativamente frecuentes los choques con meteoritos de 1 metro de diámetro, que se producen con una frecuencia de, al menos, uno al año.
Pero los impactos, incluso con meteoritos mayores, producen solamente efectos locales. Esto es debido a que los meteoritos que deambulan por la región de asteroides localizada entre Marte y Júpiter están girando alrededor del Sol en el mismo sentido que la Tierra, de manera que la velocidad de impacto es inferior a 15 Km/s.
El cráter de Arizona, casi perfectamente simétrico, se formó hace 25.000 años por el impacto de un meteorito que iba a una velocidad de 11 Km/s, lo que representa una potencia cercana a 700 PW. Estas gigantescas liberaciones de energías palidecen cuando se comparan con un choque frontal con un cometa típico. Su masa (al menos de 500 millones de toneladas) y su velocidad relativa (hasta 70 Km/s) elevan su energía cinética hasta 1022 J. Aunque se perdiera un diez por ciento de esta energía en la atmósfera, el impacto sería equivalente a una explosión de unas 2.500 bombas de hidrógeno de 100 megatones. Está claro que un fenómeno de estas características produciría impresionantes alteraciones climatológicas. Sin embargo, no es seguro y sí discutible que un impacto parecido fuese la causa de la extinción masiva del cretácico, siendo lo más probable, si tenemos en cuenta el periodo relativamente largo en que se produjo, que se podría explicar por la intensa actividad volcánica de aquel tiempo.
La frecuencia de impactos sobre la Tierra disminuye exponencialmente con el tamaño del objeto.
Aproximadamente, cada cincuenta o sesenta millones de años se produce una colisión con un cometa, lo que significaría que la biosfera, que ha evolucionado durante cuatro mil millones de años, ha debido superar unos cuarenta impactos de este tipo. Está claro que ha salido airosa de estas colisiones, ya que aunque haya sido modificada, no ha sido aniquilada.
Igualmente, la evolución de la biosfera ha sobrevivido a las explosiones altamente energéticas de las supernovas más “cercanas”. Dado que en nuestra galaxia se produce por término medio la explosión de una supernova cada 50 años, el Sistema Solar se encuentra a una distancia de 100 parsecs de la explosión cada dos millones de años y a una distancia menor de 10 parsecs cada dos mil millones de años. En este último caso, la parte alta de la atmósfera se vería inundada por un flujo de rayos X y UV de muy corta longitud de onda, diez mil veces mayor que el flujo habitual de radiación solar, lo que implica que la Tierra recibiría, en unas pocas horas, una dosis de radiación ionizante igual a la que recibe anualmente. Exposiciones de 500 roentgens son setales para la mayoría de los vertebrados y, sin embargo, los diez episodios de esta magnitud que se han podido producir en los últimos 500 millones de años no han dejado ninguna consecuencia observable en la evolución de la biosfera.
Si suponemos que una civilización avanzada podría preparar refugios para la población durante el año que transcurre ente la llegada de la luz y la llegada de la radiación cósmica, se encontraría con la inevitable dosis de 500 roentgens cada mil millones de años, tiempo suficiente para permitir el desarrollo de una sociedad cuyo conocimiento le sirviera para defenderse de un flujo tan extraordinario y de consecuencias letales.
emilio silvera
el 19 de agosto del 2009 a las 4:37
algo mas cortiico..
haber???????
sirva pa algoo malpariido!
el 24 de febrero del 2010 a las 23:05
deja la groseria malpariaaaaaaaaaaa
el 23 de abril del 2010 a las 22:35
no pues io no te digo naa pelo esta mui bn lo q escribiste
el 28 de abril del 2010 a las 3:02
por favor soy una niña de 12 año y nesecito sus comentarios
el 28 de abril del 2010 a las 3:04
uetedesson muy grosers estupidos
el 28 de abril del 2010 a las 9:39
Querida niña: Cuando vayas al Colegio, seria conveniente que entraras a escuchar a los profesores y prestaras la maxima atencion a lo que tienen que decir. Si te quedas fuera y no entras, estaras perdiendo una bonita oportunidad para ser alguien el dia de mañana.
el 9 de junio del 2010 a las 5:08
hola quiero saber que es la denudacion
el 10 de julio del 2010 a las 0:12
nesecito saber que es la denudacion……………sera que ustedes me pueden esplicar que es denudacion?
el 10 de julio del 2010 a las 9:22
Srta. Maria Daniela Alvarado, cumpliendo tu deseo, en la entrada de hoy tienes bien explicado lo que es la Denudacion. Espero que, cuando leas la explicacion, sepas algo mas que antes no sabias. Ese es, sin ninguna duda, el objetivo principal de esta pagina.
Un saludo cordial.
el 31 de octubre del 2010 a las 19:39
grasias por la tareas I love you
el 1 de noviembre del 2010 a las 11:05
No hay por que darlas, es un placer dejar aqui un reguero de pensamientos que, de alguna manera, puedan llegar a los demas.
Saludos.
el 11 de noviembre del 2010 a las 16:56
mira una pregunta que es la denudacion
el 12 de noviembre del 2010 a las 12:16
¿has leido bien el trabajo?
el 23 de enero del 2011 a las 0:48
esto no sirve para nada
el 12 de julio del 2011 a las 20:17
hahahahaha esto no sirve para nada aqui no esta lo que necesito es una perdedera de tiempoooooooooo señor mejor eliminela antes de que entre en quiebraaaaaaaaa
adiossssssss
el 6 de octubre del 2011 a las 19:19
¿Para que entra VD (es un decir) si lo que aquí se le ofrece no le interesa? ¿Acaso no se identificó?
el 13 de julio del 2011 a las 7:03
Sin comentario. ¡Qué lástima!
el 6 de octubre del 2011 a las 2:43
a mi si me sirvio muchas gracias
el 6 de octubre del 2011 a las 6:24
No sabes, cuánto me alegro de que te sirviera de alguna manera.
Un saludo.
el 6 de octubre del 2011 a las 10:48
Si la hipótesis de Gaia fuera cierta, la denudación sería nada más que uno de tantos mecanismos con los que Gaia se va regulando y renovando para mantener su equilibrio necesario para la vida(Sería como la muda de piel de algunos animales, pero con la diferencia de que la piel sobrante no se desprecia, sino que se recicla).
En plan de suposiciones, si Gaia fuera un ser vivo en si mismo, ¿Que haría, hará o tal vez esté ya haciendo, ante una infestación producida por microorganismos (Humanos), que estuvieran estropeando parte de su organismo (atmósfera, redes pluviales, suelos, plantas, etc)?; seguramente cuenta con medidas sobradas para eliminar esa plaga o al menos reducir su virulencia, con medicamentos apropiados (Calentamiento global, huracanes, inundaciones, hambrunas. etc); al fin y al cabo todas esas medidas, si bien son desastrosas para el hombre, para Gaia no tienen la menor importancia.
el 6 de octubre del 2011 a las 21:16
Claro que sí, la hipotesis de Gaia representa un aporte muy significativo. El “medio ambiente” no sería igual sin la vida. Sobre todo en aquellas eras o tiempos en que la bilología era sobreabundante. Desafortunadamente, en la actualidad lo vivo va perdiendo su abundancia y se degrada. Sin embargo en lo que se refiere a los microorganismos, de menor delicadeza, no se podría decir lo mismo. pero no podemos esperar que sean ellos los que nos saquen del aprieto. No podrían recuperar la macrobiología degradada o extinguida sin remisión, sólo comenzar de nuevo hacia posibles organismos distintos
Saludos
el 7 de octubre del 2011 a las 6:08
Amigos míos, estais hablando de algo muy serio, tan importante que, de ello, dependerá nuestro futuro. Nosotros nunca hemos sabido llegar a comprender las incidencias graves que nuestra estancia aquí pueden causar y, desde luego, creo que sí, que la Tierra (de alguna manera) actúa como un “organismo vivo” que responde a ciertos comportamientos de sus habitantes tanto micro como macroscópicos.
Una cosa está clara, nosotros, los humanos, nunca hemos procurado el bien del mundo que habitamos y, nuestra actividad a lo largo de los milenios, siempre ha sido destructora. Sin embargo, otros organismos vivos sí que han contribuido al bienestar del planeta y, de hecho, sino fuera por los procariotas que regeneran el medio ambiente del planeta…la cosa sería muy distinta. El Oxígeno nos trajo un cambio revolucionario, las heroinas de la revolución fueron las cianobacterias que tienen la capacidad de cambiar con rapidez y persistir indefinidamente, compendia la revolución bacteriana. Así queda atestiguado por fósiles extraordinamriamente bien conservados en silex de hace más de dos mil millones de años.
Siempre ha sido un enigma y los técnicos se han preguntado sobre la evolución ciobacteriana, ¿Por qué han persistido tantas cianobacterias durante tanto tiempo con tan poco cambio? Su resistencia a la extinción es bien conocida. ¿No habrán “firmado” un acuerdo con el planeta del que salen beneficiados ambos. Las bacterias poseen tamaños poblacionales inmensos y pueden reproducirse rápidamente y, su especialidad: Adaptarse al medio ambiente, de hecho, el aire está lleno de bacterias que son muy buenas a la hora de resistir perturbaciones ambientales. Aunque la mayoría crece especialmente bien dentro de márgenes ambientales muy estrechos, son capaces de tolerar condiciones muy extremas.
En cuanto al tema central de Gaia, creo firmemente que, de alguna manera, sabe sacurdirse las “pulgas” que le molestan y, para ello, se vale de distintos medios todos ellos mecanismos de la Naturaleza para que, el ritmo natural de las cosas persistan, todo está entrelazado: El Sol, la radiación solar, la atmósfera, los vientos, las lluvias, la existencia de océanos, el calor de la Tierra, la geotectónica, los terremotos, los volcanes, la denudación…Incluso los esporádicos encuentros espaciales (caída de grandes meteoritos) inciden en el devenir del planeta de forma más dráctica que lo puede hacer cualquiera de los fenómenos antes mencionados (volcanes, terremotos, etc.) que son, más cotidianos y periódicos.
La Tierra tiene sus propios mecanismos para defenderse y, nosotros, poco podemos hacer por imponer nuestra Ley, estamos aquí como invitados y, no siempre respetamos las reglas del anfitrión, el Mundo que nos acoge y al que tendríamos que mimar. Él, cuando está molesto, pone en marcha alguno de sus parámetros de reciclaje y todo vuelve a la “normalidad”, no importa el tiempo que se requiera para ello (glaciaciones), al final, prevalece el fin deseado por la Madre Naturaleza.
Nunca aprenderemos, siempre seremos esclavos de nuestras pequeñas ambiciones y de nuestra cortedad de miras. Ya es bastante difícil salir adelante en condiciones normales y, nos empeñamos, en que dichas condiciones sean nefastas para el planeta y para nosotros mismos.
¡Gaia! Algo que deberíamos llegar a comprender. Me viene al recuerdo aquella carta que el Jefe indio Seattle escribió al Presidente de EE. UU., en la que le dio una gran lección de lo que la Tierra (Naturaleza) era para los hombres.
Saludos amigos.