Abr
22
¡Boltzmann! La Entropía
por Emilio Silvera ~ Clasificado en El Universo y la Entropía ~ Comments (16)
S = k log W
Cuando algo nos gusta y nos atrae, cuando es la curiosidad la que fluía nuestros deseos por saber sobre las cosas del mundo, del Universo y las fuerzas que lo rigen, cuando la Física se lleva dentro al poder reconocer que es el único camino que nos dará esas respuestas deseadas, entonces, amigos míos, los pasos te llevan a esos lugares que, por una u otra razón tienen y guardan los vestigios de aquellas cosas que quieres y admiras. Así me pasó cuando visité el Fermilab, la tumba de Hilbert y, también en Viena, donde no pude resistir la tentación de ver, con mis propios ojos esa imagen de arriba y, desde luego, pensar en lo mucho que significaba la escueta S = k log W que figura en la cabecera de la lápida de Boltzmann como reconocimiento a su ingenio.
La sencilla ecuación (como todas las que en Física han tenido una enorme importancia (E=mc2, por ejemplo), es la mayor aportaciópn de Boltzmann y una de las ecuaciones más importantes de la Física. El significado de las tres letras que aparecen (aparte la notación para el logaritmo es el siguiente: S es la entropía de un Sistema; W el número de microestados posibles de sus partículas elementales y k una constante de proporcionalidad que hoy día recibe el nombre de constante de Boltzmann y cuyo valor es k = 1,3805 x 10-23 J(K (si el logaritmo se toma en base natural). En esta breve ecuación se encierra la conexión entre el micromundo y el macromundo, y por ella se reconoce a Boltzmann como el padre de la rama de la Física comocida como Mecánica Estadistica.
Todo lo grande está hecho de cosas pequeñas
La entropía de un sistema es el desgaste que el sistema presenta por el transcurso del tiempo o por el funcionamiento del mismo. Los sistemas altamente entrópicos tienden a desaparecer por el desgaste generado por su proceso sistémico. Es una medida de desorden o incertidumbre de un sistema.
Como todas las ecuaciones sencillas de gran trascendencia en la física, hay un antes y un después de su formulación: sus consecuencias son de un calado tan profundo que han cambiado la forma de entender el mundo y, en particular, de hacer Física, a partir de ellas. De hecho, en este caso al menos, la sutileza de la ecuación es tal que hoy, más de cien años después de la muerte de su creador, se siguen investigando sus nada triviales consecuencias.
La energía libre no es libre.
- La energía de un sistema cerrado se mantendrá constante.
- La entropía de un sistema cerrado se mantendrá constante o aumentará.
Estos son los dosprincipios de la Termodinámica. Son, quizás, las leyes más sólidas y mejor demostradas de la naturaleza sostenidas por miles de observaciones experimentales y deducciones teóricas. Son estas misma leyes las que se pretenden violar una y otra vez cuando y charlatanes y embusteros tratan de separar a la gente de su dinero. Este es el caso de las Máquinas de Movimiento Perpetuo (MMP). La historia de estas máquinas es impresionante, la más antigua siendo una rueda diseñada por un astrónomo/astrólogo indio llamado Bhäskara II. Al principio los intentos para crear energía de la nada eran honestos; todavía no teníamos conocimientos como para entender cuán imposible era esto, cuan fundamental era el principio de que la energía no se crea ni se destruye. Intelectuales respetables como Pascal, Boyle y hasta Leonardo da Vinci diseñaron al menos una MMP.
Una de las consecuencias más importantes de la Entropía es, el principio de irreversibilidad del mundo macroscópico. Si las leyes de la Mecánica son reversibles, ¿cómo es posible que haya una dirección temporal definida en el mundo que nos rodea, en la cual observamos que un vaso cae y se rompe pero nunca hemos podido observar que los añicos se recompongan para reconstruir el vaso original?
En una Revista de Física de las emitidas por la Real Sociedad Española de Física, pude leer un magnifico artículo que firmaba Joel Lebowitz (una autoridad mundial en la materia) en el cual, nos explicaba como la ecuación S = k log W podía dar una explicación satisfactoria del fenómeno.
Los signos de la Entropía son comunes en nuestras vidas cotidianas y, como tantas otras cosas, forman parte de nuestro mundo en nuestro quehacer del día a día en el que, siempre estamos tratando de combatir a la entropía destructora. Al menos, nosotros, siempre que pensamos en la entropía la asociamos al desorden. Cosas que se hacen viejas y se rompen, habitaciones que se llenan de polvo, muebles deteriorados por el paso del tiempo, y, nosotros mismos que vemos marcadas en las arrugas del cuerpo la inexorable huella de la entropía.
De la célebre ecuación podemos derivar que: a mayor desorden mayor cantidad de microestados, es decir, mayor entropía. Los sistemas evolucionan siempre hasta alcanzar su estado máximo de entropía. ¿Si es así, como algunos hablan de la entropía como creadora de orden?
¿Cómo puede la entropía crear orden, si a mayor entropía mayor desorden? Claro que, la ecuación que es el “personaje principal” de este trabajo, es mucho más sutil que cualquier interpretación heurística que pueda hacerse de ella, y se puede llegar a ver que, de acuerdo con esta ecuación, pueden simultáneamente en un sistema aumentar la entropía y crearse estructuras ordenadas.
En las galaxias espirales tenemos un buen ejemplo de que, luchan contra la entropía destructura de estrellas que al llegar al final de sus vidas (máximo nivel de entroía), se valen de las esxplosiones supernovas para crear Nebulosas que, a su vez, con la ayuda de la interacción gravitatoria, hacen posible que surjan a la vida nuevas estrellas, burlando así a la entropía destructora.
En un texto profético sobre la era del ADN, en What is Life? de Erwin Shródinger, las nociones del código genético y metabolismo celular aún eran discutidas juntas. En su libro, Schrödinger adelantó la idea que el cromosoma contenía un “cristal aperiódico” en la forma de un “code-script”, inspirando posteriormente el descubrimiento de la forma de doble-hélice del ADN. Sin embargo aún es raro que los “genetistas populares” y los “teóricos de la vida” recuerden la teoría de la entropía negativa articulada en el mismo texto.
Todos los seres vivos nos valemos de la reproducción para burlar a la Entropía destructura, y, aunque no podamos esquivarla a nivel individual, si que lo podemos hacer en el ámbito de la Civilización que, al reproducirse perdura. Aquí es donde entra la frase: “mientras haya muerte hay esperanza”. ¿Podríamos considerar como entes vivos a las Galaxias y a los mundos que, como el planeta Tierra se regenera mediante explosiones surpernovas, terremotos, erupciones volcánicas y otros fenómenos naturales?
Y pensar que la Entropía acabará algún día con nuestro Universo…Es duro de asimilar y, sin embargo…
La cuestión sobre la flecha del tiempo intriga a los científicos porque la mayor parte de las leyes fundamentales de la física no separan el pasado del futuro. El concepto de entropía, a su vez, se basa en el flujo del tiempo, ya que establece que el desorden o caos aumenta con el paso del tiempo, tal como señaló el físico Ludwig Boltzmann hace ya más de un siglo.
Espacio y tiempo son conceptos que no tienen sentido antes de la aparición de la materia en el Universo, por lo que en el modelo cosmológico actual se considera que el espacio y el tiempo aparecen con la materia en el mismo momento del Big-Bang.
Según este modelo cosmológico, a medida que el tiempo fluye, la entropía global del Universo también aumenta. Como la flecha del flujo del tiempo es irreversible, la flecha de flujo de la entropía también es irreversible. En el Universo, la cantidad de energía útil disminuye paulatinamente y aumenta la forma degradada de energía.
Dado que la entropía global siempre está en constante aumento, causará en algún momento el desplome térmico de todos los biosistemas en el Universo conocido, fenómeno conocido como Muerte Térmica del Biocosmos. Fin del Universo, de la vida, del tiempo y también de la entropía, según el actual modelo cosmológico.
Claro que, hablamos y hablamos de la Entropía pero, no caemos en la cuenta de que, en el Universo, todo está relacionado. Existen hilos invisibles que atan unas cosas a las otras e inciden sobre los comportamientos y, si eso es así (que lo es), deberíamos pensar en eso que llamamos “vacío cuántico” y preguntar: ¿Qué incidencia podría tener sobre esa entropía destructora?
En el vacío, la existencia del cuanto de acción que está íntimamente unida a la propia naturaleza de la energía de las fluctuaciones cuánticas obliga a que su estructura sea discontinua, escalonada, fractal (prefractal), lejos de la continuidad clásica, por ello la geometría fractal puede enseñarnos algo que antes no podíamos ver. Pero las fluctuaciones cuánticas de energía del vacío no son simples variaciones sobre un fondo absoluto y estático. Las fluctuaciones determinan la propia geometría del espacio, por lo que analizando su estructura podremos averiguar algo más sobre la referencia espaciotemporal que determinan. La forma en que se puede proceder a analizarlas es idéntica a como se determina la dimensión fractal de una costa o cualquier figura fractal sencilla. La pauta que nos guia, en nuestro caso, es la variación de la energía virtual de las fluctuaciones con la distancia. Desde distancias astronómicas hasta la Longitud de Planck la energía asociada está siempre en proporción inversa a dicha distancia: si para una distancia D se le asocia una energía E, para una distancia 2D se le asocia una energía E/2.A pesar de lo intrincadas e irregulares que son las fluctuaciones cuánticas su dependencia con el inverso de la distancia permite al vacío cuántico que se nos presente de forma, prácticamente, similar al vacío clásico a pesar de las tremendas energías a las que se encuentra asociado. En este efecto tuvo mucho que ver la particular geometría que adoptó nuestro Universo : 3 dimensiones espaciales ordinarias y 6 compactadas. Esta geometría y la propia naturaleza del cuanto de acción están íntimamente ligadas. Con otra geometría diferente las reglas de la mecánica cuántica en nuestro universo serían completamente diferentes.
La estabilidad del espacio-tiempo, de la materia y de la energía tal como los conocemos sería imposible y, a la postre, tampoco sería posible la belleza que esta estabilidad posibilita así como la propia inteligencia y armonía que, en cierta forma, subyace en todo el Universo.
Así que, entre el espacio que podemos ver, ese vacío que sabemos que está ahí y no podemos más más que algunas consecuencias de su existencia, lo que llamamos “materia oscura” que es la mayor concentración de “ese algo” que existe, y, que, bien podrían ser las semillas a partir de las cuales surge la materia normal o luminosa una vez que, con el tiempo y a partir de esa “semilla” se transforma en materia “normal”, Bariónica y, ahora sí, sujeta al electromagnetismo…Todo eso, amigos, no podría incidir de alguna manera en esa Entropía destructora que, sin que lo sepamos está siendo combatida por todos esos parámetros que ignoramos…a ciencia cierta.
Una ley científica es un fenómeno universal observado experimentalmente y que puede verificarse mediante el método científico. Algunas de leyes establecidas mediante el método científico que confirman la creación son:
Leyes de la Termodinámica y otras que henmos podido descubrir pero… esa será otra hiustoria.
emilio silvera
Abr
21
¡Hacia el planeta rojo!
por Emilio Silvera ~ Clasificado en Marte ~ Comments (3)
http://www.youtube.com/watch?v=XRCIzZHpFtY&feature=player_embedded
Spirit, MER-A (Mars Exploration Rover — A), is a robotic rover on Mars, active from 2004 to 2010. It was one of two rovers of NASA’s ongoing Mars Exploration Rover Mission. It landed successfully on Mars at 04:35 Ground UTC on January 4, 2004, three weeks before its twin, Opportunity (MER-B), landed on the other side of the planet. Its name was chosen through a NASA-sponsored student essay competition. The rover became stuck in late 2009, and its last communication with Earth was sent on March 22, 2010.
The rover completed its planned 90-sol mission. Aided by cleaning events that resulted in higher power from its solar panels, Spirit went on to function effectively over twenty times longer than NASA planners expected following mission completion. Spirit also logged 7.73 km (4.8 mi) of driving instead of the planned 600 m (0.4 mi), allowing more extensive geological analysis of Martian rocks and planetary surface features. Initial scientific results from the first phase of the mission (the 90-sol prime mission) were published in a special issue of the journal Science.
Que os agrade el viaje que la Curiosity hizo a Marte, el amigo Tom Wood facilitó en Ciencia Kanija el enlace y aquí os lo dejo.
Una demostración del ingenio de nuestra especie que, si nos dejan tiempo… ¿Qué no podremos hacer?
Buen fin de semana.
emilio silvera
Abr
20
¡Siempre imaginando, sin dejar de avanzar!
por Emilio Silvera ~ Clasificado en Ciencia y Vida ~ Comments (2)
El Universo es mucho más grande de lo que podemos imaginar y contiene muchas más cosas de las que conocemos. Precisamente por esa razón, nunca deja de asombrarnos al mismo tiempo que nos produce fascinación todo lo que podemos ir descubriendo a medida que avanzamos en la técnica que nos permite acceder a las escalas de muy grande y también, al ámbito vertiginoso y exótico de la mecánica cuántica, allí donde los pequeños objetos nos enseñan un “extraño mundo” muy alejado de este otro de los objetos grandes. En realidad, se trata del mismo “mundo” que se construye a partir de lo infinitesimal para poder llegar a las macro estructuras que conocemos como los cúmulos y super-cúmulos de galaxias.
Uno de los hallazgos más notables en astronomía fue el descubrimiento de que el universo era ya viejo cuando aparecieron el Sol y sus planetas. Más de la mitad de las estrellas del universo son miles de millones de años más viejas que el Sol. Planetas parecidos a la Tierra giran alrededor de esas estrellas más viejas y, no sería de extrañar que seres inteligentes puedan haber hecho su aparición en algunos de esos planetas parecidos al nuestro mil millones de años, o más, antes de que la Humanidad se presentará sobre el nuestro.
¿Cómo serán aquellos seres inteligentes? ¿Cómo serán nuestros porpios descendientes dentro de mil millones de años si para entonces, seguimos aquí? Los primeros humanos aparecieron sobre la Tierra hace ahora -posiblemente- algo más de un millón de años; el hombre moderno está aquí hace unos cincuenta mil años (al menos eso es lo que nos aconseja creer todos los indicios que hemos podido reunir de nuestro paso por este mundo y las huellas en él dejadas); y muchos de los inventos de los que depende actualmente nuestra especie, en buena medida, tienen relativamente poco tiempo, están situados a partir del momento en que nació la verdadera ciencia experimental. Y, muchas veces lo hemos comentado, nuestra presencia aquí, valorada en tics del tiempo del universo, sería simplemente, ese ínfimo tiempo que tardamos en chascar los dedos si lo comparamos, no ya con el universo “infinito”, sino simplemente con la vida de una estrella.
Si consideramos el ritmo de los nuevos inventos durante durante los últimos cien años…, vemos con asombro cómo eran las cosas hasta hace relativamente poco tiempo y como son en el presente. A cada paso que hemos dado en el campo de latecnología, hemos añadido un toque mágico que, no pocas veces nos parecen de fantasía pero, que realmente están incorporados a nuestras vidas cotidianas. Mirad las dos imágenes de arriba en las que se muestra como eran las comunicaciones de nuestros abuelos y lo que son hoy día que, con un pequeño y fantástico artilugio, podemos hacer verdaderas maravillas que hace tan sólo unas décadas eran impensables.
Si conforme a todo lo que ha pasado y el progreso que podemos contemplar, nos ponemos a imaginar que estamos contemplando los próximos mil años de progreso acelerado… ¿Qué podremos conseguir si tenenos en cuenta que, el avance es exponencial y cada vez podremos lograr cosas, más maravillosas que la anterior? ¿Imagináis lo que habrán podido lograr esas posibles civilizaciones inteligentes de otros mundos que sean mucho más antigua que la nuestra?
Claro que, también podría depender de los derroteros que esas civilizaciones hayan podido tomar en su evolución y hacia donde han dirigido sus inteligencias que, es posible que, simplemente estén centradas en una simbiosis total con la Naturaleza de sus mundos de los que pueden llegar a ser una parte del todo que conforma el conjunto Mundo-vida y Naturaleza-Mente. “Ellos”, podrían tener una visión distinta de su estancia en el universo y en el mundo que los acoge que sería considerado como un ente vivo más.
Claro que también, podría tratarse de civilizaciones muy avanzadas conocedoras de técnicas que nosotros ni podemos imaginar. Para ellos, cuya historia podría datarse en muchos millones de años atrás, la física de la materia y del espaciotiempo no tendrían secretos y podrían dominar cosas en las que nosotros, sólo podemos pensar como inalcanzables. El viaje por el Hiperespacio, la transmutación instantánea, la conversión de energía en materia… estarían en posesión de los secretos de la vida y sabrían lo que la mente es.
Simplemente imaginar que seres así puedan existir en otros muchos mundos… ¡Produce desasociego e inquietud! Sin embargo, si nos paramos a pensar detenidamente y aplicamos la lógica, nos invade la tranquilidad, toda vez que, seres de tal capacidad sabrán valorar la vida y tendrán un inmenso respeto hacia otros que estando muchos estadios por detrás, son, sin embargo, un fiel reflejo de lo que ellos mismos fueron en el pasado y, nos mirarían con curiosidad y asombro al ver las incomprensibles tonterías que podemos hacer.
Es viejo ya, el sueño de la Humanidad por hacer ese primer contacto con esos seres que presentimos en otros mundos lejanos. Lo ideal sería, una vez conseguido ese sueño y que, esos posibles seres más avanzados se dejen “ver”, poder establecer una Red Galáctica que permita, no sólo las comunicaciones, sino también los desplazamientos físicos a través de caminos que ni podemos imaginar que puedan existir y que, la física avanzada de otras civilizaciones han llegado a dominar.
Como todo es posible, no sería extraño que esos seres avanzados, realmente nos puedan estar observando y no se dejen ver mientras vean que, la Humanidad, no está madura en su proceso evolutivo de humanización que no podrá finalizar hasta que cada uno de nosotros no sienta como propio, el dolor de los demás. Entonces y solo entonces, se dejarán ver al considerar que estamos preparados para empresas mayores y objetivos más nobles.
Ahora sabemos de la existencia de otros muchos mundos que orbitan otros “soles” que, como el nuestro, les procurará la luz y el calor necesarios para la vida. Ahora hemos llegado a comprender que, a pesar de todo, no estamos tan avanzados como a simple vista pudiera parecer, ya que, esas tecnologías de la que antes os hablaba, simplemente serían la punta del Icebergs de lo que se nos viene encima en ese futuro que vislumbramos.
Muy lejos estamos aún de poder conseguir esos sueños que nos llevarían al espacio esterior, a visitar otros mundos, otras estrellas, otras galaxias. Nuestra capacidad actual es tan limitada que, hasta salir de la Tierra hacia los objetos vecinos, lo hacemos con medios muy rústicos y con un alto riesgo de perder la vida. Lo cierto es que, ni sabemos como poder salvaguardar nuestra integridad física y ponerla a salvo de los muchos riesgos que viajar por el espacio conlleva.
¿Cómo podríamos evitar la radiación ultravioleta de las estrellas jóvenes presentes en las Nebulosas a las que querríamos ir para poder estudiar los mecanismos de cómo se crean las estrellas y los mundos? ¿Qué clase de naves y con qué materiales tendrían que ser construidas para poder recorrer tan inmensas distancias y evitar que esa peligrosa radiación nos alcanzara?
Hablamos de cuestiones que no están a nuestro alcance y, como siempre decimos, nuestra imaginación va siempre muy por delante nuestra realidad. Sentimos que somos parte del universo y algo dentro de nosotros nos empuja hacia ese futuro que, de momento, no podemos alcanzar. Estamos confinados en un planeta hermoso de dimensiones adecuadas para los seres que en él están presentes y, su privilegiada situación dentro del sistema al que pertenece, le permite dar cobijo a una rica diversidad de seres de entre los que, una de las especies, tiene el don de ser conscientes y ha llegado a pensar que podrían, conseguir mucho más de lo que hasta el momento han podido conseguir, sus mentes se han abierto al universo que han llegado a conocer y, no les parece tan inalcanzable a pesar de su vasta e “infinita” grandeza.
Hemos podido llegar a coger cosas que hasta hace muy poco tiempo nos parecían inalcanzables, y, sin embargo, las hemos podido conquistar. Puede parecer paradógico pero, el día que fuímos conscientes de nuestra enorme ignorancia, ese día, dimos el primer paso hacia el saber, hacia la maravillosa aventura de descubrir y desvelar los secretos de la Naturaleza que nos llevarán, en volanda, hacia el futuro presentido. ¿Lo imposible? No hay nada imposible si nos dan tiempo suficiente para demostrarlo.
¿Infinit0? No, nada es infinito ni Eterno y, nosotros que lo sabemos, tenemos mucha prisa por saber todo lo que se oculta a nuestro entendimiento, somos conscientes de nuestra limitada existencia y, presentimos que nuestra especie desaparecerá para dar paso a nuevas formas de vida que, muy probablemente, seámos nosotros mismos los que pongamos los medios para que pueda surgir a la “vida” en un nuevo orden que, para nosotros, estará vedado al estar situados en ámbitos a los que nunca podremos acceder ¿o sí?
No perdamos la esperanza de poder ser testigos de ese día en el que, el Universo se haga más pequeño. Claro que esa pequeñez a la que me refiero no sería consecuencia de que ha encogido el Universo, se hará más pequeño porque nosotros, habremos expandido nuestras mentes hasta los últimos confines de ese (esos) universo/s que presentimos.
emilio silvera
Abr
19
El futuro incierto
por Emilio Silvera ~ Clasificado en el futuro ~ Comments (0)
A mí, particularmente, me da mucho miedo un futuro en el que las máquinas sean imprescindibles. En este mismo momento ya casi lo son. ¿Qué haríamos sin ordenadores que mediante sus programas dirigen fábricas, llevan todo el movimiento de las Bolsas del mundo y de los bancos, dirigen los satélites del espacio, llevan a cabo complicadas operaciones quirúrgicas y montan y ensamblan elaborados mecanismos industriales? El mundo quedaría paralizado.
Pienso en un mundo mucho más avanzado, dentro de 500 – 1.000 años. ¿Qué habrá pasado con los robots?, máquinas cada vez más perfectas que llegaron a autofabricarse y repararse. ¿Cómo evolucionarán a partir de esos procesadores inteligentes de la nanotecnología? ¿Llegarán algún día a pensar por sí mismos? Ahí puede estar uno de los grandes peligros de la Humanidad.
La invención del robot (del checo, robota, trabajo) se debe al esfuerzo de las sociedades humanas por liberarse de las labores más ingratas y penosas a que se ven obligados algunos de sus individuos. En un principio, la apariencia de los robots sólo atendía a las razones prácticas de las funciones que cada modelo tenía que desempeñar, o sea, su morfología estaba aconsejada por criterios funcionales y prácticos.
Una vez superada la primera fase, el hombre trata de fabricar robots que cada vez sean más semejantes a su creador, y aunque las primeras figuras han sido algo groseras y poco hábiles en sus movimientos, poco a poco se va perfeccionando la imitación de los humanos.
Un robot se diferencia fundamentalmente de una máquina por su capacidad para funcionar de modo automático sin la acción permanente del hombre. Los primeros robots se mostraron especialmente válidos para llevar a cabo aquellos trabajos sencillos y repetitivos que resultaban tediosos y pesados al hombre (al Ser Humano mejor). También son ideales para el trabajo en el que se está expuesto a cierto peligro o se trabaja con materiales peligrosos en lugares nocivos para los seres vivos.
Las máquinas del futuro nos pueden superar. Hemos comenzado a inventar robots que, cada vez son más sofisticados y tienen más prestaciones y, de seguir por ese camino, de no poner unas reglas claras, precisas u rígidas sobre el límite…las cosas podrían salir mal.
Una de las condiciones esenciales que debe tener una máquina-robot para ser considerada como tal es la posibilidad de ser programada para hacer tareas diversas según las necesidades y la acción que de ellos se requieran en cada situación. Y, si llegan a poseer la potestad de pensar por sí mismas, de repentizar soluciones no programadas, de sentir y ser conscientes…¡malo!
Dentro de algunas decenas de años, por ejemplo, no será necesario que ningún astronauta salga al espacio exterior para reparar estaciones espaciales o telescopios como hacen ahora, con riesgo de sus vidas, con el Hubble.
El miedo a los robots del futuro que antes citaba está relacionado con el hecho de que la robótica es el estudio de los problemas relacionados con el diseño, aplicación, control y sistemas sensoriales de los robots.
Ya van quedando muy viejos aquellos robots de primera generación (en realidad brazos mecánicos), muy utilizados en labores de menos precisión de la industria automovilística. Hoy día, los robots que se fabrican, están provistos de sofisticados sistemas “inteligentes” que son capaces de detectar elementos e incluso formas de vida rudimentarias. El proyecto de la NASA en el río Tinto es un ejemplo de ello; allí han utilizado pequeños robots capaces de comunicar datos científicos de los hallazgos en el fondo de un río. Actúan mediante programas informáticos complejos o no, que hacen el trabajo requerido.
La aeronáutica espacial… ¡Hacia el futuro!
Las necesidades de la industria aeronáutica, poco a poco, han ido exigiendo sistemas de mayor precisión, capaces de tomar decisiones adecuadas en un entorno predefinido en función de las condiciones particulares de un momento dado. Estos ingenios, llamados de segunda generación, poseen instrumentos propios y programación informática dotada de medios de autocorrección frente a estímulos externos variables.
Los sensores utilizados por los sistemas robóticas de segunda generación son, con frecuencia, equipos de cámaras electrónicas digitales que convierten la imagen luminosa recibida desde el exterior en impulsos eléctricos que se comparan con patrones almacenados en un pequeño núcleo de memoria informática. Así mismo, disponen de instrumentos táctiles de alta sensibilidad y de detección de pesos y tensiones.
Muy pronto, todo será diferente
Los robots de tercera generación emplean avanzados métodos informáticos, los llamados sistemas de inteligencia artificial, y procedimientos de percepción multisensorial (estoy leyendo una maravillosa tesis doctoral de un ingeniero de materiales – hijo de un buen amigo – que es fascinante, y me está abriendo la mente a nuevos campos y nuevos conceptos en el ámbito de la inteligencia artificial. Su nombre es A. Mora Fernández, y tiene la suerte de ser, además, un físico teórico matemático, con lo cual, según lo que puedo deducir de su trabajo, le espera grandes empresas y mi deseo personal es que triunfe en ese complejo mundo de fascinantes perspectivas al que pertenece).
Estos ingenios de tercera generación adoptan algunas características del comportamiento humano al contar con la capacidad para percibir la realidad del entorno desde varias perspectivas y utilizar programas que rigen su propia actuación de modo inteligente. Conscientes de su situación espacial, los robots de tercera generación comprenden directamente el lenguaje humano y lo utilizan para comunicarse con las personas.
Androides que serán como “personas” artificiales
La ciencia robótica, basándose en avanzados principios de la electrónica y la mecánica, busca en la constitución y modo de funcionamiento del cuerpo y del cerebro humano los fundamentos con los que diseñar androides de posibilidades físicas e intelectivas semejantes a los del ser humano.
Nada de esto es ciencia ficción; es lo que hoy mismo ocurre en el campo de la robótica. Aún no podemos hablar de robots con cerebros positrónicos capaces de pensar por sí mismos y tomar decisiones que no le han sido implantados expresamente para responder a ciertas situaciones, pero todo llegará. Ya tienen velocidad, flexibilidad, precisión y número de grados de libertad. ¿Qué hasta donde llegarán? ¡Me da miedo pensar en ello!
Pronto nos costará distinguirlos
Mecánicamente, el robot ya supera al ser humano; hace la misma tarea, con la misma velocidad y precisión o más que aquél, y tiene la ventaja de que no se cansa, puede continuar indefinidamente desempeñando el trabajo en lugares que para nosotros serían imposibles por sus condiciones extremas.
Menos mal que, de momento al menos, el cerebro del ser humano no puede ser superado por un robot, ¿pero será para siempre así? Creo que el hombre es un ser que, llevado por sus ambiciones, es capaz de cometer actos que van encaminados a lograr la propia destrucción y, en el campo de la robótica, si no se tiene un exquisito cuidado, podemos tener un buen ejemplo.
Antes de dotar a estas máquinas de autonomía de obrar y de pensar, debemos sopesar las consecuencias y evitar, por todos los medios, que un robot pueda disponer como un ser humano del libre albedrío, como artificial que es, siempre debe estar limitado y tener barreras infranqueables que le impidan acciones contrarias al bienestar de sus creadores o del entorno.
Es muy importante que los sistemas sensoriales de los robots estén supeditados a los límites y reglas requeridas por los sistemas de control diseñados, precisamente, para evitar problemas como los que antes mencionaba de robots tan avanzados y libre pensadores e inteligentes que, en un momento dado, puedan decidir suplantar a la Humanidad a la que, de seguir así, podrían llegar a superar.
Esta simpática imagen ya ha sido superada
Pensemos en las ventajas que tendrían sobre los humanos una especie de robots tan inteligentes que ni sufrirían el paso del tiempo ni les afectaría estar en el vacío o espacio exterior, o podrían tranquilamente, al margen de las condiciones físicas y geológicas de un planeta, colonizarlo fácilmente, aunque no dispusiera de atmósfera, ya que ellos no la necesitarían y, sin embargo, podrían instalarse y explotar los recursos de cualquier mundo sin excepción. ¡Menuda ventaja nos llevarían! Además, lo mismo que nosotros nos reproducimos, los robots se fabricarán unos a otros. Ni las famosas tres leyes de Asimos me tranquilizan… ¿Las recuerdan?
- Ningún robot puede dañar a un ser humano,
- ni permitir con su inacción que un ser humano sufra daño…
Pero, ¿quién puede asegurar que con los complejos y sofisticados sensores y elementos tecnológicos avanzados con los que serán dotados los robots del futuro, éstos no pensarán y decidirán por su cuenta? ¡Creo que nadie está en situación de asegurar nada! La amenaza está ahí, en el futuro, y el evitarla sólo depende de nosotros, los creadores. ¡Es tanta nuestra ignorancia!
Es curioso cuando mi mente está libre y divagando sobre una gran diversidad de cuestiones que, sin ser a propósito, se enlazan o entrecruzan las unas con las otras, y lo mismo estoy tratando de sondear sobre el verdadero significado del número 137 (sí, ese número puro, adimensional, que encierra los misterios del electromagnetismo, de la luz y de la constante de Planck – se denomina alfa (α) y lo denotamos 2πe2/hc), que me sumerjo en las profundidades del número atómico para ver de manera clara y precisa el espesor de los gluones que retienen a los quarks. Sin embargo, mi visión mental no se detiene en ese punto, continúa avanzando y se encuentra con una sinfonía de colores que tiene su fuente en miles y miles de cuerdas vibrantes que, en cada vibración o resonancia, producen minúsculas partículas que salen disparadas para formar parte en otro lugar, de algún planeta, estrella, galaxia e incluso, de algún personaje inteligente.
Me pregunto por el verdadero significado de la materia, y cuanto más profundizo en ello, mayor es la certeza de que allí están encerradas todas las respuestas. ¿Qué somos nosotros? Creo que somos materia evolucionada que ha podido alcanzar un nivel evolutivo en el que ya se tiene conciencia de Ser. Y, si eso es así (que lo es), ¿que puede impedir que en el futuro los robots tengan conciencia de ser, o, incluso, sentimientos? ¿No estaremos creando una nueva raza?
Pienso que toda materia en el universo está cumpliendo su función para conformar un todo que, en definitiva, está hecho de la misma cosa, y que a partir de ella surgen las fuerzas que rigen el cosmos y toda la naturaleza del universo que nos acoge. La luz, la gravedad, la carga eléctrica y magnética, las fuerzas nucleares, todo, absolutamente todo, se puede entender a partir de la materia, tanto a niveles microscópicos como a dimensiones cosmológicas, todo son aspectos distintos para que existan estrellas y galaxias, planetas, árboles, desiertos, océanos y seres vivos como nosotros, que somos capaces de pensar en todo esto.
Parece mentira que, alguna vez, lleguen a sentir…llorar o reir
Mirando a mi alrededor, de manera clara y precisa, puedo comprobar que el mundo biológico está compuesto por una variedad de seres que, siendo iguales en su origen, son totalmente distintos en sus formas y en sus mentes, y, de la misma manera, al igual que en nuestro planeta Tierra, pasará en otros situados en regiones remotas del espacio. Y, pensando en nuestras vidas, podemos llegar a preguntarnos si todo ésto tiene algún sentido. ¿Para qué tanto esfuerzo y trabajo? ¿No será que estamos preparando el terreno para “seres” artificiales que, mejor dotados que nosotros para salir al espacio exterior, serán los que suplan a la Humanidad y cumplan finalmente sus sueños.
¡Qué lastima! Si ese fuera nuestro destino. ¡Fabricar a una especie artificial para que cumpliera nuestros deseos! Lo cierto es que, nosotros los humanos, no estamos físicamente preparados para viajar a las estrellas, y, de hacerlo, necesitaríamos dotarnos de tanta seguridad que, los costes, serían impensables. Naves como ciudades que nos transportaran muy lejos, y, pensando en que estamos supeditamos a la velocidad de la luz, estas naves-ciudades estarían preparadas para mantener a generaciones.
Ciudades que surcan el hiperespacio
Nuestro futuro es muy incierto, y, como podemos ver cada día, estamos supeditados a los caprichos de la Naturaleza. Conceptualmente, la biología generalmente va a la saga de la física. Si bien es cierto que las ideas de Darwin sobre la evolución han desplazado la concesión trasnochada y, ¿por qué no?, anti-ilustrada de la creación espacial, pero es cierto que bien entrado el siglo XX, muchos biólogos todavía pensaban instintivamente que los seres humanos representaban la culminación de la evolución, y que nuestra especie no era simplemente el centro del desarrollo evolutivo sino, en realidad, su razón de ser. Y, tales pensamientos, nos pueden dar una idea muy clara del nivel de sabiduría del que podemos presumir.
Ahora sabemos que nuestra contribución al árbol genealógico de la vida es tan periférica y minúscula como la de la Tierra en el Universo. El árbol, tal como lo podemos ver hoy, es realmente frondoso. Desde que surgió la vida en la Tierra, probablemente haya producido cientos de miles de millones, quizás billones, de ramitas, donde cada ramita representa una especie, y Homo sapiens es sólo una más entre ellas. En pocas palabras, nuestra especie ha sido tan cabalmente “periferalizada” por la biología como lo ha sido por la cosmología. Sólo somos una de las formas de vida que habita el Universo y, no es seguro que seámos la más inteligente.
Ciudades futuras que ni podemos imaginar
Una vez que hemos comprendido que no somos “los elegidos” y que, estamos en este Mundo, una infinitesimal fracción de una Galaxia de entre cientos de miles de millones de ellas, podemos ser conscientes de que, la humildad será nuestra mejor elección para no equivocarnos y llevarnos decepciones que, en otro caso, serían de consecuencias muy graves. Muchas pueden ser las criaturas que, habitantes de otros mundos, nos puedan superar en inteligencia y conocimientos y, seguramente por eso, porque en nuestro fuero interno algo nos dice que es así, nos estamos preparando para ese futuro que irremediablemente llegará, y, lo único que podemos hacer es crear réplicas de nosotros mismos que, aunque artificiales, puedan representarnos de alguna manera en ese futuro incierto.
No podemos saber lo que vendrá. ¡Es tan grande el Universo!
Ese encuentro maravilloso que tantas veces hemos imaginado, es posible que no lo sea tanto. No podemos saber las criaturas que pueden estar presentes en otros mundos y con qué medios puedan contar. Siempre se me hizo cuesta arriba el hecho de que, algún día del futuro, los robots fabricados por nosotros, podrían adquirir la supremacía del planeta. Sin embargo, alguna vez he pensado también que, quizás, sea la única manera de poder hacer frente a lo que vendrá.
Ideas que surgen de la imaginación desbordante de nuestras mentes
Hemos oído en no pocas ocasiones que la realidad supera a la imaginación, y, desde luego, simplemente con ver todo lo que existe en el Universo, podemos dar fe de tal afirmación. ¿Quién iba a pensar hace 150 años en la existencia de Agujeros Negros o Estrellas de Neutrones? Y, de la misma manera que aquí en la Tierra surgieron cientos de miles de especies y formas de vida a lo largo de su historia, ¿qué prohíbe que en otros mundos surgieran también especies de vida que ni podemos imaginar? ¿Y la Naturaleza?Con un suspiro puede acabar con todos nosotros que, en realidad, somos menos que una mota de polvo en la inmensa Orión. Sin embargo algunos, se crren importantes, ¡ilusos!
Cualquier cosa puede ser posible, ¡es tan frágil la línea que nos separa del Caos!
Es cierto, nuestras limitaciones son enormes, enorme es también nuestra ignorancia y, si somos conscientes de ello, habremos dado un gran paso para hacer frente a lo que pueda venir. Al menos no nos cogerá desprevenido y, el suceso es menos doloroso cuando se espera.
Sí, es verdad, que a veces, confundimos la ilusión y la euforia del momento con la realidad. Sin embargo, nada más lejos de ser cierto. Vivimos en una falsa seguridad cotidiana que nos hace no pensar en lo que puede llegar: Un accidente, una enfermedad, un meteorito caído del cielo, un terremoto, o, incluso una estrella enana marrón que choque con la Luna y dé al traste con nuestra tranquila vida en este planeta.
Como si de entrelazamientos cuánticos se tratará, el destino, ¡tiene tántas bifurcaciones!
Así que, ilusos y tranquilos (de otra manera sería horrible la vida), en estos últimos años hemos sido capaces de determinar los genes responsables de las más variadas manifestaciones de nuestra existencia: susceptibilidad a la obesidad, diferentes tipos de tumores, esquizofrenia, depresión o la mayor o menor capacidad para danza y ritmo. Y, con sorpresa para algunos, se ha podido saber que nuestra secuencia genética sólo difiere un 0’5% de nuestros parientes cercanos neandertales o que tampoco estamos muy lejos, genéticamente hablando, de algunos equinodermos que divergieron de nuestra rama evolutiva hace ahora 500 millones de años.
También, al mismo tiempo, hemos construido ingenios que enviados a otros mundos, situados a millones de kilómetros del nuestro, nos mandan imágenes que podemos contemplar tranquilamente sentados en el salón de nuestras casas. Y, paralelamente, se trabaja en cerebros artificiales espintrónicos y, más adelante, positrónicos que ocuparan cuerpos perfectos de robots que, aunque artificiales, algún día llegarán a pensar y sentir. ¿Serán nuestros sucesores? ¿Serán los que finalmente realizarán nuestros sueños de viajar a las estrellas?
Sin embargo, y a pesar de tantas proezas, si en algo sigue la ciencia gateando en la oscuridad, es precisamente en el total desconocimiento de la parte más compleja y delicada de nuestro cuerpo: ¡ el Cerebro! ¡Si tuviéramos tiempo!
emilio silvera
Abr
19
¡Nuevos Mundos! ¿Vida nueva?
por Emilio Silvera ~ Clasificado en Nuevos mundos ~ Comments (4)
Las noticias sobre nuevos mundos nos llegan en tropel y, en alguno de ellos, algún día, nos toparemos con la Vida. Poco a poco vamos construyendo aparatos nuevos con nuevas y sofisticadas técnicas que nos permiten localizar mucho mejor planetas del tipo Tierra que, al ser tan pequeños, son difíciles de localizar dado que el mismo resplandor de la estrella que los acoge dificulta su localización.
Los de la NASA parece que han encontrado un planeta que es algo mayor que Marte y un poco más pequeño que Venus. Si finalmente se confirma, será el planeta tipo Tierra más cercano a nuestro entorno, ya que, sólo está a 33 años-luz que en el contexto espacial es igual que decir a la vuelta de la esquina. Le Han llamado UCF-1.01. Está orbitando una estrella enana roja a una distancia menor que la de Mercurio al Sol, y, la tempoeratura en la superficie sería de unos 600 ºC.
Kepler, la sonda espacial, ha encontrado el planeta más parecido a la Tierra encontrado hasta el momento. Es 1.5 veces (50%) más grande que nuestro planeta. Le han denominado KOI 172.02 y situado en la zona habitable de una estrella similar a nuestro Sol, deja abierta la posibilidad de que allí esté presente el agua líquida y también existan grandes océanos.
El exoplaneta, situado en una zona habitable -ni demasiado fría ni demasiado caliente- en la que podría haber agua y una atmósfera estable. A sólo 42 años luz de distancia de nuestro mundo. Parece que puede tener, además de agua líquida, una atmósfera estable. Está formando parte de un sistema de seis mundos que gira alrededor de la estrella HD 40307.
Un grupo de astrónomos del Centro de Astrofísica Harvard-Smithsonian y del Instituto de Astronomía Max Planck ha anunciado el descubrimiento de otro planeta que tiene todas las papeletas para ser habitable a «solo» 36 años luz de la Tierra (345,6 billones de km.). Se trata de HD85512b y gira alrededor de una enana naranja en la constelación de Vela. El nuevo mundo, afirman los investigadores, se encuentra a la distancia perfecta de su estrella y tiene la masa adecuada para ser incluído en la selecta lista de los planetas más parecidos a la Tierra encontrados hasta la fecha.