Jun
28
¿Cambiarémos alguna vez?
por Emilio Silvera ~ Clasificado en General ~ Comments (0)
Quiero recordar que fue Tomás Moro el primero que mencionó la palabra utopía, él la acuño queriendo significar y referirse a “lo que no es”, algo que queremos y deseamos pero que, las circunstancias actuales no lo permiten, un sueño de futuro, una esperanza que en el presente, es imposible de realizar y si la queremos, tendremos que luchar por conseguirla. Cuando decimos que algo es utópico nos estamos refiriendo a una cosa, un estado de cosas que sería deseable pero que, las circunstancias actuales no permiten y tenemos que tratar de cambiarlas para hacerla realidad. Es como el sueño de hoy que se realizará en el futuro sólo si ponemos los medios para ello.
Él, Bartolomé de Las Casas, cuando fue consciente del trato injusto que los españoles daban a los Indios nativos, comenzó una lucha en su defensa que se convirtió en la utopía que aún perdura en algunos lugares de nuestro planeta: Hacer dignos a todos los seres humanos y respetar sus derechos que continuamente estamos vulnerando. Si miramos en cualquier sitio, del personaje nos dirán:
“Bartolomé de las Casas O.P. (24 de agosto de 1474 o 14841 – 17 de julio de 1566) fue un encomendero español y luego fraile dominico, cronista, filósofo, teólogo, jurista, “Procurador y protector universal de todos los indios”, obispo de Chiapas en el Virreinato de Nueva España -actual México-, escritor y el principal apologista de los indios.”
Algunos, bien intencionados chocaban con la realidad cruda y descarnada de los hombres miserables y faltos de moral que sólo querían enriquecerse
Las Historias que se pueden contar de la llegada de los españoles a aquellas tierras, no siempre son edificantes y, lo cierto es que trastornaron la vida de aquellos sencillos seres que, en su entorno y a su manera, eran felices. Incluso después de ser ordenado, hacia 1512, Las Casas siguió sin percibir la injusticia que con los indios se estaba cometiendo. Sin embargo, un día de 1514, mientras preparaba en su finca de Cuba el sermón del domingo de Pentecostés que iba a proniunciar en la nueva colonia de Sancti Spiritus, fue súbitamente iluminado:
“Aquel que sacrifica una cosa obtenida injustamente -leyó en el Eclesiastés- hace una oferta ridícula, y los presentes de los hombres injustos no son aceptados”
Al cabo de unos días, repitiendo la experiencia de San Pablo, era un hombre distinto. Completamente convencido de “que todo lo que se ha hecho a los indios hasta ahora es injusto y tiránico”, decidió a los cuarenta años dedicar su vida a “la justicia de esos pueblos indios y a censurar el robo, la maldad y la injusticia cometida con ellos.”
¡Cuántas barbaridades cometidas en el nombre de Dios!
Jun
28
¡Hay noticias que…! Tendrían que ser más serias
por Emilio Silvera ~ Clasificado en General ~ Comments (0)
“Un equipo internacional de astrónomos han hallado una ‘Super-Tierra’ (un planeta con el doble de masa que la Tierra) que puede ser adecuado para albergar vida, debido a su clima. Este planeta orbita alrededor de una estrella y forma parte de un sistema formado por seis planetas.
El autor principal del trabajo, Mikko Tuomi, ha señalado que, en un principio se creía que el sistema tenía tres planetas en órbitas muy cercanas a la estrella y que podrían contener agua líquida. Al ir estudiando estos cuerpos descubrió que había más planetas candidatos a albergar vida en el mismo sistema.
“Hemos sido pioneros en nuevas técnicas de análisis de datos, incluyendo el uso de la longitud de onda como filtro para reducir la influencia de la actividad en la señal de la estrella. Esto incrementó significativamente la sensibilidad y permitió revelar los tres nuevos planetas alrededor del sol conocido como HD 40307“, ha explicado Tuomi.
Para los investigadores, de los tres nuevos planetas encontrados, el de mayor interés es el que tiene la órbita más externa a la estrella. Tiene una masa siete veces mayor que la de la Tierra y su órbita está a una distancia similar a la órbita de la Tierra alrededor del Sol, por lo que recibe una cantidad similar de energía y, por tanto, tiene posibilidades de ser habitable.
Además, los astrónomos han indicado que se baraja que en la Súper-Tierra haya agua líquida y que tenga una atmósfera estable para soportar la vida. Del mismo modo, han apuntado que “es probable que el planeta gire sobre su propio eje a medida que orbita alrededor de la estrella creando un efecto diurno y nocturno del planeta”. “No hay forma mejor de crear un entorno similar a la Tierra”, ha señalado Tuomi.
Aunque a principios de este año la nave espacial Kepler ha encontrado un planeta con una órbita similar, los autores del trabajo, publicado en Astronomy & Astrophysics, han señalado que este, llamado Kepler 22d, se encuentra a 600 años luz de la Tierra, mientras que la nueva Súper-Tierra, conocida como HD 40307g, está mucho más cercana, concretamente a 42 años luz de la Tierra.
“Descubrimientos como éste son realmente emocionantes, y estos sistemas serán blancos naturales para la próxima generación de grandes telescopios, tanto en tierra como en espacio “, ha concluido Tuomi.”
Jun
28
¡La Fisica! Ese ámbito del saber
por Emilio Silvera ~ Clasificado en Física ~ Comments (2)
Hemos llegado a poder discernir la relación directa que vincula el tamaño, la energía de unión y la edad de las estructuras fundamentales de la Naturaleza. Ahora, hemos llegado a comprender muchas de las cosas que, hasta bien poco tiempo, eran auténticos secretos que, el Universo, celosamente se guardaba, y, esa comprensión, nos llevará más lejos y nos permitirá realizar un largo camino hacia el corazón mismo de la materia, donde según parece, pueden resider infinitesimales objetos más pequeños que los Quarks, en esa distancia inalcanzable ahora que hemos llamado, el Límite de Planck.
Una molécula es mayor y más fácil de desmembrar que un átomo; lo mismo podemos decir de un átomo respecto al núcleo atómico, y de un núcleo con respecto a los quarks que contiene. Sion embargo, nos queda la duda de: ¿qué podrá haber más allá de los Quarks?
Jun
28
Unidades Adimensionales
por Emilio Silvera ~ Clasificado en Física ~ Comments (2)
George Johnstone Stoney nació el 15 de febrero del año 1826 en Londres. Es un físico y matemático irlandés. Estudió la estructura de la materia, y se dedicó a realizar una primera evaluación del número de Avogadro. En 1874 estableció la hipótesis según la cual la electricidad era creada por unos corpúsculos elementales que llamó electrones, cuya carga intentó calcular.
En 1891, Stoney sugirió un nombre para la unidad fundamental de electricidad, fuese o no una partícula. Sugirió el nombre de electrón (nombre griego del ámbar, resina fósil que adquiere una carga eléctrica negativa al ser frotada con un paño), al analizar fenómenos electrolíticos y que se refería a las unidades de electricidad que un átomo perdía al transformarse en un ión. Stoney identificó las unidades naturales de las cantidades físicas.
En 1897 el físico británico Joseph John Thomson descubrió el electrón, cuya existencia había predicho ya en 1891 su compatriota George Johnstone Stoney.
Stoney falleció el 5 de julio del año 1911.
Sus fórmulas fueron:
Stoney, podemos decir con seguridad, fue el primer que señaló el camino para encontrar lo que más tarde conoceríamos como constantes fundamentales, esos parámetros de la física que son invariantes, aunque su entorno se transforme, ellas, las constantes, continúan inalterables, como sucede, por ejemplo, con la velocidad de la luz c, que sea medida en la manera que sea, esté en reposo o esté en movimiento quien la mide o la fuente de donde parte, su velocidad será siempre la misma, 299.792.458 m/s. Algo análogo ocurre con la Gravedad, G, que en todas partes mide el mismo parámetro o valor: G = 6,67259 × 10-11 m3 s-2 Kg-1. Es la fuerza de atracción que actúa entre todos los cuerpos y cuya intensidad depende de la masa de los cuerpos y de la distancia entre ellos; la fuerza gravitacional disminuye con el cuadrado de la distancia de acuerdo a la ley de la inversa del cuadrado.
Profesor de filosofía natural (así llamaban antes a la Física) en el Queen’s Collegue Galway en 1860, tras su retiro se trasladó a Hornsey, al norte de Londres, y continuó publicando un flujo de artículos en la revista científica de la Royal Dublín Society, siendo difícil encontrar alguna cuestión sobre la que no haya un artículo firmado por él.
Stoney recibió el encargo de hacer una exposición científica del tema que el mismo eligiera para algún fenómeno físico que él mismo eligiera para el programa de la reunión de Belfast de la Asociación Británica. Pensando en que tema elegir, se dio cuenta de que existían medidas y patrones e incluso explicaciones diferentes para unidades que median cosas distancias o fómeno: Se preguntaba la manera de cómo definirlos mejor y como interrelacionarlos. Vio una oportunidad para tratar de simplificar esta vasta confusión de patrones humanos de medida de una manera tal que diese más peso a su hipótesis del electrón.
En tal situación, Stoney centró su trabajo en unidades naturales que transcienden los patrones humanos, así que trabajó en la unidad de carga electrónica (según su concepto), inspirado en los trabajos de Faraday como hemos dicho en otras ocasiones.
En su charla de la Reunión de Belfast, Stoney se refirió al electrón como el “electrino” como hemos comentado antes. También, como unidades naturales escogió G y C que responde, como se ha explicado, a la Gravedad Universal y la velocidad de la luz en el vacío.
Jun
28
El mundo, los pensamientos… y nosotros
por Emilio Silvera ~ Clasificado en La Mente - Filosofía ~ Comments (0)
Nuestra estrategia para explicar la base neuronal de la conciencia consiste en centrarse en las propiedades más generales de la experiencia consciente, es decir, aquella que todos los estados conscientes comparte. De estas propiedades, una de las más importantes es la integración o unidad. La integración se rfiere a que el sujeto de la experiencia no puede en ningún momento dividir un estado consciente en una serie de componentes independientes. Es una propiedad que está relacionada con nuestra incapacidad para hacer conscientemente dos cosas al mismo tiempo, como, por ejemplo relacionar en un papel todas las familias de partículas que conocemos mientras que, al mismo tiempo, se mantiene una discusión sobre los agujeros negros.
Aplicando la atención hemos llegado a saber que, el electrón tiene una masa en reposo (me) de 9, 109 3897 (54) x 10-31 kg y una carga negativa de 1,602 177 33(49) x 10-19 culombios. Esa realidad, aunque vinieran los sabios físicos de un planeta habitable situado en la estrella Resplandor de una galaxia muy lejana, cuando hicieran los cálculos matemáticos y los experimentos necesarios, las cifras seguirían siendo las mismas, toda vez que, al tratarse de constantes fundamentales, ni la masa ni la carga pueden tener otra realidad distinta sea cual fuere el observador. Esto nos quiere decir que, hay realidades que nunca varian y, eso, nos puede traer alguna esperanza de que, alguna vez, podríamos conocer el Universo, tal como es.
Esta sí es una realidad, sin ella, el mundo no sería tal como lo conocemos.
Sin embargo, no podemos negar nuestras limitaciones tanto de percepción como intelectuales para reconocer “el mundo” tal como es. Es “nuestro mundo” que, cuando sea visitado por “otros”, pudiera ser otro mundo distinto al que nosotros percibimos y, podrían “ver” cosas que nosotros no vemos.
Vivímos en nuestra propia realidad, la que forja nuestras mentes a través de los sentidos y la experiencia. Incluso entre nosotrosm mismos, los seres de la misma especie, no percibimos de la misma manera las mismas cosas. Sí, muchos podemos coincidir en la percepción de algo, sin embargo, otros muchos diferirán de nuestra percepción y tendrán la suya propia. Esa prueba se ha realizado y la diversidad estuvo presente.
No, no será mnada fácil despejar las incognitas presentes en esta inmensa complejidad que llamamos Mente. Creo de manera firme que, finalmente, todo se traduce a Química y Luz. Energías de velocidades alucinantes que recorren el enmarañado entramado de neuronas y que hace posible todas y cada una de las maravillas que “real”mente se producen en nosotros y que no siempre sabemos traducir ni comprender.
Es tan grande el poder de nuestra mente que nada hay tan distante que no podamos, virtualmente hablando, traer ante nosotros. Somos capaces ya de escrutar el espacio y vislumbrar los confines del universo en edades muy cercanas a su nacimiento y, merced a los microscopios, nos acercamos al universo atómico para explorar los componentes de la materia. Parece que nada podrá (con el tiempo) escapar a nuestro control, con lo que todo nuevo “mundo” se revelará a nuestro entendimiento.
Nunca estamos satisfechos de los logros alcanzados (menos mal) y siempre surgirán seres especiales (Copérnico, Kepler, Galileo, Hooke, Newton…) que nos guiarán por el camino iluminado de su genio para mostrarnos la auténtica sabiduría mediante un pensamiento evolutivo que siempre dará un paso adelante, superando así el pensamiento nuevo al anterior. Pero, eso sí, esos avances han sido posible gracias a que hombres y mujeres pensaron con la lógica pero…, nunca dejaron de lado la imaginación.
La prueba de ello la podemos encontrar en Newton y Einstein. ¿Quién puede dudar de la grandeza de Newton? La pregunta está contestada de antemano. Sin embargo, los ejemplos de la historia son muy elocuentes: Newton con su física, Leibniz con su metafísica, con sus principios filosóficos como el de la razón suficiente. Y la física ganó a la metafísica; Newton a Leibniz.
Durante mucho tiempo, espacio y tiempo se entendieron como entes absolutos, hasta que llegó Einstein con sus dos teorías de la relatividad, la especial y la general, y aunque los caminos que siguió para conseguirlos no fueron metafísicos, no podemos negar la intervención de un genio de inspiración superior que a veces, nos puede llevar a pensar que, en algún sentido, finalmente Leibniz había sido el más acertado, ya que las teorías einstenianas pueden ser clasificadas dentro de un orden del pensamiento superior.
Así, la evolución continuó su camino imparable y el espacio y el tiempo absolutos de Newton, resultaron ser menos absolutos de lo que se pensaba; eran relativos y, además, eran una misma cosa, que a partir de ahí pasó a llamarse espacio-tiempo unidos y no separados. Así fue deducido por Minkouski al leer la teoría de Einstein.