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¡El universo de lo muy pequeño!

Autor por Emilio Silvera    ~    Archivo Clasificado en Física    ~    Comentarios Comments (26)

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Muchas veces hemos hablado del electrón que rodea el núcleo, de su carga eléctrica negativa que complementa la positiva de los protones y hace estable al átomo; tiene una masa de solamente 1/1.836 de la del núcleo más ligero (el del hidrógeno). La importancia del electrón es vital en el universo.

 

Pero busquemos los “cuantos”. La física del siglo XX empezó exactamente en el año 1900, cuando el físico alemán Max Planck propuso una posible solución a un problema que había estado intrigando a los físicos durante años. Es el problema de la luz que emiten los cuerpos calentados a una cierta temperatura, y también la radiación infrarroja emitida, con menor intensidad, por los objetos más fríos (radiación de cuerpo negro).

Estaba bien aceptado entonces que esta radiación tenía un origen electromagnético y que se conocían las leyes de la naturaleza que regían estas ondas electromagnéticas. También se conocían las leyes para el frío y el calor, la así llamada “termodinámica”, o al menos eso parecía. Pero si utilizamos las leyes de la termodinámica para calcular la intensidad de una radiación, el resultado no tiene ningún sentido. Los cálculos nos dicen que se emitiría una cantidad infinita de radiación en el ultravioleta más lejano y, desde luego, esto no es lo que sucede. Lo que se observa es que la intensidad de la radiación muestra un pico a una cierta longitud de onda característica, y que la intensidad disminuye tanto para longitudes mayores como para menores. Esta longitud de onda característica es inversamente proporcional a la temperatura absoluta de objeto radiante (la temperatura absoluta se define por una escala de temperatura que empieza a 273º bajo cero). Cuando a 1.000º C un objeto se pone al “rojo vivo”, el objeto está radiando en la zona de luz visible.

Lo que Planck propuso fue simplemente que la radiación sólo podía ser emitida en paquetes de un tamaño dado. La cantidad de energía de uno de esos paquetes, o cuantos, es inversamente proporcional a la longitud de onda, y por tanto, proporcional a la frecuencia de radiación emitida. La fórmula es E = hν, donde E es la energía del paquete, ν es la frecuencia y h es una nueva constante fundamental de la naturaleza, la constante de Planck. Cuando Planck calculó la intensidad de la radiación térmica imponiendo esta nueva condición, el resultado coincidió perfectamente con las observaciones.

Poco tiempo después, en 1905, Einstein formuló esta teoría de una manera mucho más tajante: él sugirió que los objetos calientes no son los únicos que emiten radiación en paquetes de energía, sino que toda la radiación consiste en múltiplos del paquete de energía de Planck. El príncipe francés Louis-Victor de Broglie, dándole otra vuelta a la teoría, propuso que no sólo cualquier cosa que oscila tiene energía, sino que cualquier cosa con energía se debe comportar como una “onda” que se extiende en una cierta región del espacio, y que la frecuencia ν de la oscilación verifica la ecuación de Planck. Por lo tanto, los cuantos asociados con los rayos de luz deberían verse como una clase de partículas elementales: el fotón. Todas las demás clases de partículas llevan asociadas  diferentes ondas oscilantes de campos de fuerza, pero esto lo veremos más adelante.

 

 

El curioso comportamiento de los electrones en el interior del átomo, descubierto y explicado por el famoso físico danés Niels Bohr, se pudo atribuir a las ondas de de Broglie. Poco después, en 1926, Edwin Schrödinger descubrió cómo escribir la teoría ondulatoria de de Broglie con ecuaciones matemáticas exactas. La precisión con la cual se podían realizar cálculos era asombrosa, y pronto quedó claro que el comportamiento de todos los objetos pequeños quedaba exactamente determinado por las recién descubiertas “ecuaciones de ondas cuánticas”.

Está bien comprobado que la mecánica cuántica funciona de maravilla…, pero, sin embargo, surge una pregunta muy formal: ¿qué significan realmente estas ecuaciones?, ¿qué es lo que están describiendo? Cuando Isaac Newton, allá en 1867 formuló cómo debían moverse los planetas alrededor del Sol, estaba claro para todo el mundo qué significaban sus ecuaciones: que los planetas estaban siempre en una posición bien definida des espacio y que sus posiciones y sus velocidades en un momento concreto determinan inequívocamente cómo evolucionarán las posiciones y las velocidades en el tiempo.

Pero para los electrones todo es diferente. Su comportamiento parece estar envuelto en misterio. Es como si pudieran “existir” en diferentes lugares simultáneamente, como si fueran una nube o una onda, y esto no es un efecto pequeño. Si se realizan experimentos con suficiente precisión, se puede determinar que el electrón parece capaz de moverse simultáneamente a lo largo de trayectorias muy separadas unas de otras. ¿Qué puede significar todo esto?

Niels Bohr consiguió responder a esta pregunta de forma tal que con su explicación se pudo seguir trabajando, y muchos físicos siguen considerando su respuesta satisfactoria. Se conoce como la interpretación de Copenhague de la mecánica cuántica.

Las leyes de la mecánica cuántica han sido establecidas con mucha precisión; permite cómo calcular cualquier cosa que queramos saber. Pero si queremos “interpretar” el resultado, nos encontramos con una curiosa incertidumbre fundamental: que varias propiedades de las partículas pequeñas no pueden estar bien definidas de manera simultánea. Por ejemplo, podemos determinar la velocidad de una partícula con mucha precisión, pero entonces no sabremos exactamente dónde se encuentra; o a la inversa, podemos determinar la posición con precisión, pero entonces su velocidad queda mal definida. Si una partícula tiene espín (rotación alrededor de su eje), la dirección alrededor de la cual está rotando (la orientación del eje) no puede ser definida con gran precisión.

No es fácil explicar de forma sencilla de dónde viene esta incertidumbre, pero existen ejemplos en la vida cotidiana que tienen algo parecido. La altura de un tono y la duración en el tiempo durante el cual oímos el tono tienen una incertidumbre mutua similar. Para afinar un instrumento musical se debe escuchar una nota durante un cierto intervalo de tiempo y compararla, por ejemplo, con un diapasón que debe vibrar también durante un tiempo. Notas muy breves no tienen bien definido el tono.

Para que las reglas de la mecánica cuántica funcionen, es necesario que todos los fenómenos naturales en el mundo de las cosas pequeñas estén regidos por las mismas reglas. Esto incluye a los virus, bacterias e incluso a las personas. Sin embargo, cuando más grande y más pesado es un objeto, más difícil es observar las desviaciones de las leyes del movimiento “clásicas” debidas a la mecánica cuántica. Me gustaría referirme a esta exigencia tan importante y tan peculiar de la teoría con la palabra “holismo”. Esto no es exactamente lo mismo que entienden algunos filósofos por holismo, y que podría definir como “el todo es más que la suma de sus partes”. Si la física nos ha enseñado algo es justo lo contrario. Un objeto compuesto de un gran número de partículas puede ser entendido exactamente si se conocen las propiedades de sus partes (partículas); basta que sepamos sumar correctamente (¡y esto no es nada fácil en mecánica cuántica!). Lo que entiendo por holismo es que, efectivamente, el todo es la suma de las partes, pero sólo se puede hacer la suma si todas las partes obedecen a las mismas leyes. Por ejemplo,  la constante de Planck, h, que es igual a 6’626075… × 10-34 Julios segundo, debe ser exactamente la misma para cualquier objeto en cualquier sitio, es decir, debe ser una constante universal.

centripetal centrifugal positive negative The examples that I just used are examples of spirals that we are able to see galaxies hurricanes subatomic particles shells but everything arround us each person each arom each planet or star all have electromagnetic fields arround them that we arent able to see in an ordinary

 

 

Las reglas de la mecánica cuántica funcionan tan bien que refutarlas resulta realmente difícil. Los trucos ingeniosos descubiertos por Werner Heisemberg, Paul Dirac y muchos otros mejoraron y completaron las reglas generales. Pero Einstein y otros pioneros como Erwin Schrödinger siempre presentaron serias objeciones a esta interpretación. Quizá funcione bien, pero ¿dónde está exactamente el electrón?, ¿en el punto x o en el punto y? En pocas palabras, ¿dónde está en realidad?, y ¿cuál es la realidad que hay detrás de nuestras fórmulas? Si tenemos que creer a Bohr, no tiene sentido buscar tal realidad. Las reglas de la mecánica cuántica, por sí mismas, y las observaciones realizadas con detectores son las únicas realidades de las que podemos hablar.

La mecánica cuántica puede ser definida o resumida así: en principio, con las leyes de la naturaleza que conocemos ahora se puede predecir el resultado de cualquier experimento, en el sentido que la predicción consiste en dos factores: el primer factor es un cálculo definido con exactitud del efecto de las fuerzas y estructuras, tan riguroso como las leyes de Isaac Newton para el movimiento de los planetas en el Sistema Solar; el segundo factor es una arbitrariedad estadística e incontrolable definida matemáticamente de forma estricta. Las partículas seguirán una distribución de probabilidades dadas, primero de una forma y luego de otra. Las probabilidades se pueden calcular utilizando la ecuación de Schrödinger de función de onda (Ψ) que, con muchas probabilidades nos indicará el lugar probable donde se encuentra una partícula en un momento dado.

Muchos estiman que esta teoría de las probabilidades desaparecerá cuando se consiga la teoría que explique, de forma completa, todas las fuerzas; la buscada teoría del todo, lo que implica que nuestra descripción actual incluye variables y fuerzas que (aún) no conocemos o no entendemos. Esta interpretación se conoce como hipótesis de las variables ocultas.

Albert Einstein, Nathan Rosen y Boris Podolski idearon un “Gedankenexperiment”, un experimento hipotético, realizado sobre el papel, para el cual la mecánica cuántica predecía como resultado algo que es imposible de reproducir en ninguna teoría razonable de variables ocultas. Más tarde, el físico irlandés John Stewar Bell consiguió convertir este resultado en un teorema matemático; el teorema de imposibilidad.

emilio silvera

 

  1. 1
    Roberto Conde
    el 4 de mayo del 2012 a las 17:44

    Según un tal Thomas Smid, de cuya página web recomiendo la lectura a todos, la teoría de las “variables ocultas” también es un error, que se desprende de otros.
    Este señor da una visión que a mi juicio es mucho más consistente que la mayor parte de las teorías actuales.
    Pero claro, hay que leer y entender lo que dice sin prejuicios pues entre otras, explica que:
    – La dualidad onda-corpúsculo es un error, no existen los fotones.
      * El efecto fotoeléctrico se explica sin problemas acudiendo a la naturaleza de onda electromagnética de la luz.  
    – La generalización de principios como el de incertidumbre a las partículas es otro error.
    – ¡La generalización de la teoría de la relatividad a partículas es otro error! ¡Sólo se ha demostrado para ondas electromagnéticas! El aumento de la energía que hay que aplicar a una partícula cargada se puede explicar, sin problema alguno, con una transformación de la fuerza que hay que aplicarle, evitando así todos los problemas y paradojas de contracción de longitudes o del tiempo, e incluso la existencia del espacio-tiempo como entidad real.  
     

    Responder
    • 1.1
      emilio silvera
      el 5 de mayo del 2012 a las 8:29

      Amigo Roberto:
      No te vayas a creer que este señor (el tal Thomas Smid), es el primero que viene a quitarle a Einstein “su fotón” y, de momento, nadie lo ha conseguido, ya que, la luz, amigo mío está conformada por cuantos discretos que, como todo el mundo sabe, son los fotones que es el agente que se encarga de transmitir todo tipo de radiaciones electromagnéticas con más o menos energías.
      Así que, yo mem pregunto: ¿Que hacemos ahora sin el fotón, sin la dulaidad onda partícula, sin el Principio de Incertidumbre, o, simplemente dándo otras perspectivas a la Teoría de la Relatividad? ¡Es todo tan extraño! Si lo dejamos todo (según parece) en manos del electromagnetismo, resultará que el univeros, el que creíamos conocer, resultará ser un Universo muy diferente, ya que, ni el espacio-tiempo existe en realidad.
      Siempre habíamos creído que las ondas de radiación electromagnéticas tenían que ser imaginadas como partículas, llamadas fotones, para explicar el Efecto fotoeléctrico, mientras que los electrones necesitan ser imaginados como ondas de De Broglie en la difreacción de electrones. De esta concepción surge el Principio en virtud del cual, la onda que transporta energía puede tener un aspecto ondulatorio. El modelo más apropiado dependerá de las propiedades que el modelo busque explicar. Todo esto, que no es nada nuevo, ha sido comprobado una y cin mil veces en el laboratorio mediante pruebas experimentales muy precisas y, de hecho, Einstein ganó el Nobel oir uno de estos trabajos )El Efecto Fotoeléctrico).
      Venir a estas alturas a defenestrar al fotón, esa unidad de energía igual a hf, donde h es la constante de Planck y f es la frecuencia de la radiación en hertzios. Los fotones que tienen masa en reposo y viajan a la velocidad de la luz son necesarios (como sabes) para poder explicar el Efecto Fotoeléctrico y otros muchos fenómenos que requieren que la luz tenga caráctrer de partícula y que, sin el fotón, no podrían ser explicados.
      Heisenberg descubrió el Principio de Incertidumbre o Indeterminación, allá por el año 1927 y se demostró que, en virtud del cual, era imposible conocer con precisión ilimitada tanto la posición como el momento de una partícula. Actualmente su fórmula está dada en la forma Δ x Δpx ≥ h/4Π. Una explicación de la indeterminación es que con el fin de localizar la partícula exactamente, un observador debe ser capaz de hacer rebotar sobre ella un fotón de radiación; este acto de localización altera la posición de la aprtícula en una forma impredecible. Para localizar la posición con precisión se deben utilizar fotones de corta longitud de onda. El alto momento de dichos fotones causaría un gran efecto sobre la posición. Por el contrario, utilizando fotones de menor momento se causa un menos efecto sobre la posición de la partícula, pero su localización será menos precisa debido a la longitud de onda más larga.
      Todo esto, también ha sido larga y extensamente comprobado verificando así, de mil maneras distintas, la veracidad de ese principio de indeterminación que nos dice que no podemos saberlo todo al mismo tiempo.
      En cuanto a la Relatividad, lleva más de cien años funcionando y, de momento, aunque mucho se habló y fueron postuladas nuevas teorías que trataron de derrocar su “imperio”, ¡nop se consiguió! ahí sigue firme como una roca.
      Está bien que se postulen nuevas teorías que vengan a remozar el parque de la física en el que muchos, dicen que hay ya demasíamos fósiles. Sin embargo, amigo Roberto, esos fósiles han funcionado a las mil maravillas hasta el momento y, hasta que no se demnuestre(experimentalmente) lo contrario…ahí seguirán llevando la corona de sus reinados que, según creo, no será nada fácil arrebatarles.
      Aspirantes han sido muchos pero, el exito que han alcanzado…Poco.
      Cuando las cosas funcionan, es mejor, “lo malo conocido” que lo nuevo que no nos lleva a ninguan  parte. Hay que trabajar sobre seguro y, las teorías y principios que tu “amigo” Thomas Smid trata de desterrar de la física, son muy valiosas y han prestado grandes servicios al saber del mundo. ¿Qué ha demostrado él hasta el momento?
      La respuesta que puede4s dar lo dice todo. Así que, habrá que esperar a que, sus postulados sean verificados una y mil veces y, si alguno de ellos resulta estar en el buen camino, yo seré el primero que apoyaré sus tesis.
      Un saludo cordial.

      Responder
  2. 2
    kike
    el 5 de mayo del 2012 a las 12:03

    El no creer ciegamente en los postulados científicos es una norma saludable; pero el negar prácticamente todos sus principios(o aunque sean solo los modernos), se puede convertir en una tara más importante que la que se pretenda evitar.

     Seguramente más de un a teoría aceptada hoy en día como cierta pueda hallarse total o parcialmente equivocada, pero el pensar que prácticamente la totalidad de los conceptos tenidos como ciertos son en realidad falsos, no creo que sea factible; como dice Emilio, muchas de esas teorías han sido estudiadas, reconocidas y practicadas con la intención de echarlas abajo, saliendo no obstante fortalecidas cada vez más la mayoría de las veces, siendo este un axioma necesario para la verdadera ciencia, que demuestra su fortaleza y realidad, basada principalmente en múltiples comprobaciones.

     Ante una teoría confeccionada a base de descubrimientos concretos y demostrables, para refutarla hacen falta otras comprobaciones demostradas en su contra, no bastando las ideas, por muy brillantes que puedan parecer, así que concuerdo con Emilio; para disentir seriamente de cualquier hiopótesis, y sobre todo de cualquier teoría, se debe demostrar fehacientemente bastantes veces en el tiempo para que pueda ser tomada en cuenta; lo contrario no servirá para nada a la larga; y que conste que creo entender que la ciencia no debe ser nunca dogmática.

     No obstante, como meros opinadores, se podrían establecer opiniones de todo tipo, pero siempre con una aviso de su falta de reconocimiento, tales como: “Pienso”, “creo”, “es posible”, “podría ser”,o lo empleado  arriba por Roberto Conde: “a mi juicio” etc.etc., que serviría para que el lector pudiera saber que no está leyendo algo aceptado científicamente.

     Feliz finde a totom.

    PD: Totom para el que no lo sepa es “a todo el mundo”(Dicho por un granadino que vive en Mallorca); <Cosas veredes, Sancho>

    Responder
    • 2.1
      emilio silvera
      el 5 de mayo del 2012 a las 12:29

      Así resulta ser, estimado amigo. No por muy atrayentes y sugestivas que puedan parecer, debemos dar buenas todas las teorías (hipótesis o conjeturas) que vayan surgiendo -que dicho sea de paso, son muchas-, toda vez que, antes deben ser debidamente comprobadas, no una sino miles de veces y no siempre de la misma manera ni por las mismas personas. Si después de todo eso, el resultado obtenido es siempre el mismo, tendremos que empezar a pensar en que, deben ser buenos los postulados que contienen.
      Así, no estaría demás que, como nos dice Kike, cuando se habla de esas nuevas teorías, se ponga delante siempre: es posible…, creo…, podría ser que…, seguramente…, y, de esa manera, sin dar nada por bueno, seguir observando, estudiando y experimentando hasta que, la comprobación mediante el método científico, nos permite decir: Resulta que tal o cual cosa es de esta o de aquella manera, toda vez que una y mil veces fue comprobada dándo siempre el mismo resultado.
      Hasta que las hipótesis y conjeturas se convieerten en verdaderas teorías…pasa un tiempo y, para que éstas lleguen a considerarse como una Ley…Muchísimo más. No son las cosas tan fáciles como exponer una bonita y sugestiva idea y ¡hala! ya tenemos una teoría que manda al paro a todas las anteriores.
      ‘La Cienca! Es compleja y necesita la contribución de muchos para que marche de forma dinámica hacia el futuro y, todas las ideas son buenas y deben ser estudiadas, y, como no todas resultan finalmente ser buenas ideas, tienen que ser sometidas a un rígido control de calidad para que sea aceptada en el mundo científico como algo válido que nos habla de una realidad natural y no de un deseo o un sueño.
      Saludos amigos.

      Responder
      • 2.1.1
        Roberto Conde
        el 5 de mayo del 2012 a las 14:31

        Lo siento de veras, pero la ciencia es una cosa, y lo que hace la comunidad científica otra muy diferente. Por desgracia, somos monos aunque nos vistamos. Seguimos al líder y buscamos asentarnos en nuestro status. Rechazamos al extraño.
        Ese control de calidad no es tan bueno como piensas y como a mí también me gustaría que fuese. El peer review no es una garantía en un sistema en el que publicar es el objetivo.

        Además, una vez pasado el control de calidad, los errores históricos se perpetúan por el tiempo que pasa en lugar de por el número contrastaciones y de puestas a prueba que realmente se han hecho.

        Mientras más arriba en el árbol de citas de los artículos estés, más difícil es cortar esa rama, no porque sea más cierto lo que dices, sino porque habría que invalidar los trabajos de mucha gente que confiaron en tus resultados como hipótesis de trabajo. Y muchos de ellos lo hicieron sóĺo porque eras famoso, un experto en la materia. Es más fácil enmendar. Añadir un epiciclo.

        Responder
  3. 3
    Roberto Conde
    el 5 de mayo del 2012 a las 14:16

    Me he leído cien mil y una gili****es antes de encontrar a este tipo. En las partes de cosmología y otras cosas divaga, como todos lo hacen cuando tocan ese tema, que es como intentar explicar cómo es la Tierra si todo lo que has visto en tu vida es una habitación. Pero se le nota que es un experto en propagación electromagnética y en física del plasma. Y digo que se le nota por lo que le he leído y comprendido, no porque me lo digan o porque me enseñe sus títulos.
     
    La gran mayoría de sus indiciaciones sobre los errores conecptuales que se dan en la física actual me parecen convincentes, consistentes y muy difíciles de rebatir. 

    Quiero pensar que habéis leído algo de lo que dice ante de contestar, así que os pido que rebatáis aunque sea solo uno de ellos, de los que salen en la página principal. 

    Y son muchos. Van desde el principio de Arquímedes hasta los principios de funcionamiento del láser. No es el típico que dice, voy a desbancar a Einstein, venga, ¿por donde empiezo? Es un doctor en astronomía y máster en física que en el transcurso de sus investigaciones sobre el plasma, me da la impresión de que ha tenido que usar un marco diferente al que el resto usa porque si no no le salían las cuentas.
    Y perdonadme pero es un marco mucho más realista que el que se explica en los colegios y las universisdades.
     
    Por supuesto, cada cual se monta su esquema mental de cómo funciona el universo como quiere, y para mí dado como está el patio, lo siento pero el ad verecundiam (de la mayoría) no me sirve, porque la historia nos enseña que otros errores han perdurado más que estos precisamente por atender a esa misma falacia.

    Cuando dos cosas se explican igual de bien, pero una explicación usa la magia (dualidad, espacio-tiempo, entalgement, multiversos, 11 dimensiones, agujeros negros, materia oscura, energía oscura…) y la otra conceptos físicos consistentes (cuerpos con forma y volumen tridimensional que interactúan mediante fuerzas en un espacio que es eso, espacio entre las cosas), me quedo con la segunda, aunque no esté ni de lejos tan desarrollada como la mágica. Aunque los resultados de la mágica para explicar los miles de experimentos que se hacen sean mucho más exquisitos, refinados y precisos.  

    Ya hace tiempo que había cosas que no me encajaban, pero que aprendí como dogma de fe, y poco a poco me las estoy quitando de encima.
    Cuesta discernir entre tanta basura magufa que hay en internet, y por eso me gusta divulgar la que yo considero que va en el buen camino. Porque me ha costado mucho encontrarlo.
    Y hasta ahora, parte de lo que dicen los tipos del Universo Eléctrico (que no todo), y parte de lo que dice este señor (que no todo), me ha quitado un peso de encima dando explicación a gran parte de la magia que ya me había tragado a regañadientes. 

    Así que eso, solo quiero dejar claras mis intenciones. Para mí está resultando un placer inmenso poder librarme de estos objetos o fenómenos mágicos y mi esquema mental de como funciona el universo cada vez es más claro, aunque será probablemente erróneo, como es de esperar dado que nunca hemos tenido uno correcto hasta ahora, y no voy a ser yo el que lo tenga. Y es incompleto. Pero cada vez le quedan menos elementos mágicos.

    Sólo quería compartir este placer, compartiendo la información que me parecen flores entre tanta porquería.
     

    Responder
    • 3.1
      kike
      el 5 de mayo del 2012 a las 19:49

       Por mi parte, y seguro que también por la de Emilio, no pienses que te estamos criticando en los comentarios anteriores; de hecho pienso que la ciencia necesita de mucha gente como tú, que duda de muchas cosas; ahí creo que radica el avance descomunal de la ciencia, porque si todo el mundo opinara lo mismo, las teorías serían inabatibles, algo así como el temido dogma de fé.

       No se de donde eres, pero por mi tierra, se suele decir que “lo cortés no quita lo valiente”, y  se puede ser crítico con todo, pero teniendo especial cuidado en rebatir algo, motivado por su posible falta de base, con tesis de las que tampoco existe seguridad alguna, pues al fin y al cabo en el fondo se sabe poco de muchos mecanismos cósmicos.

       Claro que puede ser verdad que sea falsa la dualidad onda-partícula del fotón; hasta podría ser que no existiera realmente ese tal fotón, ni el gravitón, ni la materia oscura, ni el B.B., ni todo lo que quiera ese científico del que hablas(Del que he leido algo, pero con traducción automática(B.B. = Brigitte Bardot) , pero comprenderás que  es difícil de aceptar la realidad consecuente al triunfo de esas nuevas ideas, ya que significaría que multitud de científicos con  mentes privilegiadas, a lo largo de varios siglos, y con un trabajo muchas veces de toda su vida,  hayan fracasado todos ellos (uno tras otro) en la elaboración de las diversas teorías e hipótesis que hoy por hoy nos indican el camino a seguir; eso sin contar que muchas de esas teorías se han probado una y otra vez con el mismo resultado.

       Así que en principio de acuerdo con el Universo electrico, pero creo que  se necesita algo más que brillantes ideas.

       Por cierto, una pregunta: ¿Eres el mismo comentarista de Observatorio  con el añadido de Ojeda?; pienso que si, pues los comentarios llevan la misma dirección y demuestran ambos buenos conocimientos.

       Un cordial saludo y enhorabuena por tus magníficos comentarios.

      Responder
      • 3.1.1
        Roberto Conde
        el 5 de mayo del 2012 a las 20:33

        Sip, soy el mismo.

        Todas estas teorías y posibles refutaciones de las actuales que últimamente estoy siguiendo de cerca están en bragas. Las cosas como son.
        Algunas son muy nuevas, otras muy vagas, otras sencillamente no pasan de ser, como dices, ideas brillantes (o no tan brillantes). Pero me parecen el camino a seguir que hasta el mismo Einstein buscaba en sus últimos días pensando que no estaba para nada seguro de que sus pasos fueran en la buena dirección.

        “Te imaginas que miro atrás al trabajo de toda mi vida con calma y satisfacción. Pero desde cerca parece bastante diferente. No hay un sólo concepto del que esté convencido de que permanezca firme, y no me siento seguro de estar de manera general en el camino correcto” —Albert Einstein en su 70 cumpleaños, en una carta a Maurice Solovine, 28 de Marzo de 1949.

        A lo que yo apunto es a que la gente muy brillante, muy sabia, muy experta y todos los demás adjetivos de lujo (como mi tierra) que se te ocurran, que trabaja dentro de la comunidad científica y que se apoya sobre hombros de gigantes puede caer con ellos porque los errores tardan muchísimo en admitirse, y eso no es culpa suya, forma parte de nuestra naturaleza. 

        Como le comentaba a Emilio más arriba, somos monos, y las instituciones, los sabios, los ídolos y los iconos nos dan seguridad y no queremos aceptar que se equivocan, que fallan, que son o están formados por monos como nosotros.

        Pero la ciencia no va, o no debería ir, de eso; la búsqueda de un conocimiento consensuado y una estabilidad en el conocimiento no debería tapar la búscqueda del conocimiento certero. Y tristemente lo tapa. Lo ha hecho a lo largo de la historia, lo hace en la actualidad y probablemente lo siga haciendo. Confundimos ciencia con comunidad científica, le ponemos la etiqueta y status de científicos a las personas pero éstas sólo lo son mientras sigan el método. 

        Respecto al tipo este que señala posbiles errores en muchas teorías, creo que ya lo he comentado con anterioridad en otro post pero lo reitero, me ofrezco para traducir las partes que más os interesen, y si me da permiso el susodicho, subirlas a mi blog.
         
        Un abrazo a los dos. 

        Responder
        • 3.1.1.1
          Zephyros
          el 6 de mayo del 2012 a las 2:59

          Hola Roberto. En esa página que enlazas he podido leer cosas como: 

          “One can therefore say that the law of energy conservation does, by definition, only strictly hold for this case of a static interaction of particles, but is not more than an arbitrary ad-hoc concept if applied to other situations, in particular those involving light: two light waves can be made to extinguish each other completely if superposed with the correct phase, which proves that a form of energy conservation does not apply here.”

          Claro que si no cree en los fotones… 

          Saludos a mis amigos del Blog de Emilio, especialmente a Emilio y a Kike, llevo mucho sin participar, espero que estéis bien.
           

        • 3.1.1.2
          kike
          el 6 de mayo del 2012 a las 19:16

          ¡Saludos Zephyros!; ¡Ya era hora!.

           Un abrazo y a “retratarte”; al menos un poco, que echamos de menos tus comentarios.

  4. 4
    Roberto Conde
    el 6 de mayo del 2012 a las 3:38

    Hola Zephyros ya que estamos voy a traducir el primer párrafo también, de donde se sigue la conclusión. Sería:

    “La forma clásica de la ley de la conservación de la energía (y de hecho la noción de energía en primer lugar) está relacionada directamente (a través de la correspondiente ecuación del movimiento) al concepto de fuerza que describe la interacción de las partículas. Este último puede mostrarse que debe ser necesariamente instantáneo (es decir, Newtoniano) pues de otra manera uno no podría definir una fuerza objetivamente, i.e. independientemente del estado de movimiento del observador.
    Uno puede por lo tanto decir que la ley de la conservación de la energía, por definicióń, solo se cumple estrictamente para el caso de la interacción estática de partículas, pero no es más que un cocepto arbitrario ad-hoc si se aplica a otras situaciones, en partiular aquellas que involucran a la luz: dos ondas de luz se pueden hacer desaparecer la una a la otra completamente si se superponen con la fase correcta, lo que demuestra que una forma de la conservación de la energía no se aplica aquí.”

    En una página aparte explica con más detalle que esta extensión del principio de la conservación de la energía no se puede hacer si el sistema no está regido por fuerzas conservativas, porque su definición surge la definición de energía potencial como el negativo de la variación de la energía cinética (la aplicación del trabajo ejercido por una fuerza) y que por lo tanto contradice (como era de esperar) las ecuaciones de Maxwell, que incluyen fuerzas no conservativas.

    Además esta definición de energía cinética y potencial sólo se aplica a sistemas mecánicos, que no es el caso de los objetos afectados por ondas electromagnéticas.

    A mí esta manera de ver la luz, como una onda electromagnética y nada más, me parece mucho más consistente (igual de consistente me parecería si sólo se le considerara una partícula). Pero si se pueden explicar los fenómenos sin usar el fotón, y según parece y dice Smid, se puede, ¿por qué introducirlo, y con ello la dualidad y tantos otros problemas?

    Por cierto, Zephyros, gracias por iniciar la conversación, que me ayuda también, al intentar explicarlo, a comprender mejor el trabajo de este señor. 

    Responder
    • 4.1
      Roberto Conde
      el 6 de mayo del 2012 a las 3:48

      Para el que no lo sepa, y pido disculpas por darlo por supuesto, una fuerza conservativa es aquella cuyo trabajo realizado al desplazar un objeto es independiente de su trayectoria.

      Responder
      • 4.1.1
        Roberto Conde
        el 6 de mayo del 2012 a las 3:58

        Qué mal me explico… independiente de la trayectoria siempre que el punto inicial y el final sean el mismo.

        Responder
        • 4.1.1.1
          emilio silvera
          el 6 de mayo del 2012 a las 4:51

          Hola, amigos Kike, Roberto y ¡Zephyros!:
          Siguiendo el hilo de vuestra conversación, lo primero que se intuye es la base firme en la que os moveis y lo bien que aplicais el sentido común. Todos estais en el camino (así lo entiendo) de querer llegar a esa realidad que buscamos y, desde luego, el no conformarse con lo que nos ofrecen es una manera de mejorar, ya que, si damos por sentado todo lo que el “oráculo” nos diga, el conocimiento se estanca y el progreso no avanza.
          Claro que está bien buscar nuevos caminos y, si éstos nos llevan hacia mejores paisajes que los que hemos visto antes, pues mucho mejor. Así debe ser y, en realidad, así ha venido siendo siempre. Sólo hay que recordar que, cuando entró Einstein en la Física, lo hizo como elefante en cacharrería, derrumbó todos aquellos conceptos que, durante años, habían servido de columnas de apoyo a la física y, sus nuevas ideas, nos dieron otra manera y otras formas de ver como se comporta la Naturaleza y, sus dudas sobre sus propias teorías, son ahora las tuyas y las mías y las de otros muchos que piensan que debe haber…¡algo más!
          Por norma, cuando surgen nuevas teorías, las atiendo procurando entrar en ellas con cierta frialdad, y, como bien dices, cuando el autor de las mismas se explica desde la sencillez y sin dogmas, les presto más atención que, a otras que, empleando palabras inenteligibles pretenden hablar desde el púlpito de la sabiduría cuando, en realidad, lo que trata es de embaucar a los oyentes crédulos con rimbombantes palabras “mágicas” que, en realidad no dicen nada.
          Así que, queda tranquilo que, entenderte, como te dice Kike, te entendemos muy bien y, gran parte de lo que expones y piensas, es asumido por nosotros sin reservas. Sin embargo, también es lógico que tengamos precaución antes de arrojar al fuego aquellas teorías que, durante tanto tiempo nos acompañaron. Así que, con un ojo puesto en las nuevas y sin quitar el otro de las que ya conocemos, nos quedamos atentos a lo que, en el futuro pasará.
          Ninguna buena idea queda en el olvido y, finalmente, prevalece por encima de todos los obtáculos que le quieran poner. Es difícil tapar la verdad que, de una u otra forma, siempre se abre camino y, si esas teorías están bien encaminadas, al final…estarán en la primera fila.
          Es grato mantener conversaciones y diálogos que, como el presente, nos ofrece la posibilidad de comentar temas del máximo interés y, sobre todo, de lo que está pasando en la actualidad en campos tan atractivos como el de la Física, Astronomía, Biología, Química y, ¿por qué no? también en el de las matemáticas.
          Lo cierto amigos, es que nos encaminamos a pasos agigantados hacia una nueva era del saber y, el mundo de la comunicación, con sus nuevos medios tecnológicos de tan diversas y exótica tecnicas ciomputacionales y de I.A., nos llevaran de la mano hacia otro mundo nuevo sin salir de este nuestro.
          Estaremos atentos a todo lo que, en los campos de la Ciencia se mueva.
          ¡Ah! Estamos de acuerdo en el hecho cierto de que, algunos pocos (en las cúpulas del poder científico), ahora y siempre, trataron, tratan y tratarán de preservar su poder manteniendo a capa y espada aquellos conceptos que ahí los mantienen y, cuando aparecen nuevas ideas y nuevos pensamientos, el recelo y también los celos…surgen con fuerza y, viendo temblar los cimientos del edificio que les da cobijo, tratan de que no emerjan esos nuevos pensamientos.
          Claro que…¡Nunca lo consiguen!
          Un abrazo amigos.
          PD.
          Amigo Zephyros, no te vendas tan caro ¡hombre!
          Ha sido una alegría “verte” por aquí.

  5. 5
    Roberto Conde
    el 6 de mayo del 2012 a las 5:16

    Enorme, Emilio, como siempre.
    Os comprendo perfectamente, pero por lo que ya estaréis viendo, me gusta “remover conciencias”, y para eso estas conciencias no pueden ser fijas, porque sólo las conciencias libres están vivas y pueden avanzar en la búsqueda sin fin del conocimiento. Creo que las vuestras son de las segundas, y así lo asumo de base con todos salvo que me demuestren lo contrario 🙂
    El peligro de tener esta “conciencia libre” es siempre que además de avanzar también se puede retroceder. Y por eso hacéis bien en tener cautela ante lo que os suelto. Como canta Tim Minchin (me encanta este tío, os lo recomiendo a todos), “Si abres demasiado tu mente, tu cerebro se caerá”
    Un abrazo a todos, y disfruten de este cantante/compositor/pianista/cómico/escéptico que no tiene desperdicio.
    Pero ojo, si tienen fuertes creencias religiosas quizás les resulte un poco molesto. 

    Responder
  6. 6
    Zephyros
    el 6 de mayo del 2012 a las 23:44

    Buenas!, como dice Kike a retratarse! 😀

    Tampoco quiero dedicar tiempo a esto, hay contenidos del Blog infinitamente más interesantes que dar pábulo a ese material que nos presenta Roberto. Tampoco creo que es mi misión ni de ninguno de nosotros defender la Ciencia “Oficial”, realmente es el que la pone en duda el que debe demostrar algo, el que debe poner sobre la mesa los casos en los que las teorías que manejan los físicos no funcionan y proponer su alternativa que sí funcione.

    Creo que no es el caso.

    Amigo Roberto, no dudo de tus buenas intenciones, pero mirando esa página que enlazas parece que está hecha por alguien que se ha cogido la lista de los axiomas de la Física y se ha buscado argumentos para negarlos y explicar a los profanos, por medio de unos cuantos párrafos que Principios fundamentales como el de la Conservación de la Energía no se cumplen en según qué ocasiones. Que la cuántica es un modo “mágico” de explicar cosas, que las ecuaciones de Bernouilli no explican la sustentación de las alas de un avión, etc, etc y todo con unas cuantas palabras más o menos bien puestas.

    Lo que debe hacer este señor, es por ejemplo, irse a una empresa de fabricación de aviones y explicarles que llevan más de 100 años fabricando aviones usando las ecuaciones incorrectas, que tienen que usar un par de párrafos suyos para hacer los cálculos de la aerodinámica y que a partir de ahora los nuevos aviones volarán de verdad por que los actuales se mantienen de chiripa en el aire y mejor cambiar. Lo mismo les convence, aunque lo dudo.

    Las teorías explican fenómenos y cuando se encuentran experiencias, casos, que no pueden ser explicados al detalle (y con esto hago mención al aparato matemático que conllevan) son otras teorías desarrolladas que explican todos los casos anteriores y los nuevos. Esto es lo que hace avanzar la Ciencia, evidentemente se llega a ello gracias a una increíble capacidad del Ser Humano de asombrarse por los nuevos descubrimientos, una insaciable curiosidad y una forma sistemática y formal de hacer las cosas para asegurar la coherencia.

    Lo cual nos lleva a que este señor no va a ir más allá de tener más o menos adeptos internautas si no se planta delante de los científicos actuales y proponga teorías desarrolladas que expliquen lo que la ciencia explica y nuevos casos que la ciencia hoy no sea capaz de explicar. Y como decía, no se trata de unos párrafos. Debe explicar, ya sea usando las ecuaciones de Maxwell o lo que avance sobre ellas, experimentos y fenómenos que son usados cotidianamente como el efecto túnel en electrónica y que él parece tener otra explicación. En internet hay mucha gente bienintencionada a la que resulta fácil engatusar negando cientos o miles de años de avance de la ciencia ofreciendo argumentos que pocos pueden rebatir a no ser que se encuentre con algún físico. La probabilidad de ello es baja (encontrarse con físicos que te lean) así que sus ideas pueden cuajar, son atractivas. Y es que, los científicos, son aquel grupo de chiflados que no tienen otra cosa que hacer que inventarse teorías mágicas, como curvaturas del espacio/tiempo, paradojas cuánticas, incertidumbres insalvables, Principios Universales, etc etc para explicar las cosas y que el desarrollo de la especie humana avance.

    Pues va a ser que no. En lo que a mi respecta, no doy el más mínimo crédito a esta charlatanería (de cierto nivel, pero eso). Me lo empezaría a tomar un poco en serio si este señor diseñara por ejemplo un dispositivo electrónico de efecto túnel a partir de un par de párrafos o más si es capaz. Es algo hoy día “sencillo”, solo que para hacerlo se necesita algo que a él no parece gustarle: la Mecánica Cuántica.

    Como decía al principio, no voy a dedicar más energía a defender la Física actual, deben ser los que quieren tumbarla los que propongan alternativas que funcionen en el mundo real, y eso no se consigue con unos párrafos escritos. 

    Por cierto Roberto, tu primera definición de campos de fuerzas conservativos era buena, se agradece que en internet haya gente que hable de física y sus conceptos.

    Saludos! 

    Responder
    • 6.1
      Roberto Conde
      el 7 de mayo del 2012 a las 1:56

      Hola Zephyros,
      mi experiencia me dice que el porcentaje de magufería fuera de la comunidad científica, y especialmente en la red, es inmensamente mayor que dentro de la comunidad científica. Pero desgraciadamente también existe dentro.

      Como ya he comentado, no me creo a cualquiera, y cuando alguien dice algo que me parece consistente no me voy a creer tampoco todo lo que dice. Lo importante no es quién lo dice sino qué.

      Hay que ser escéptico, pero teniendo cuidado de no caer en el pseudoescepticismo. En no creerse nada salvo que venga por los cauces habituales del conocimiento, y tener una tendencia inadvertida a creer lo que viene por estos cauces por el simple hecho de venir de ellos. Que el tamiz es mejor, por supuesto, se tira a la basura mucha porquería;  pero no es perfecto. Se cuelan barbaridades y también se dejan fuera casi todas las cosas que contradigan demasiado. 

      Como tú, a mí también me gusta rebatir a magufos por doquier, de hecho es algo que me encanta, pero desgraciadamente estoy descubriendo que la comunidad científica no está exenta de ellos. En su favor hay que decir que las magufadas vienen casi siempre de atrás y la mayoría no hace más que seguir la corriente, además de que el porcentaje de magufos deliberados es mucho menor que fuera de la comunidad científica.

      Por otro lado, me parece que te equivocas en lo referente a lo que dices que debe hacer este tipo, y me explico. ¿Le pides a un físico teórico que diseñe algo usando las teorías que desarrolla? ¿Qué ha diseñado por ejemplo, Stephen Hawking hasta ahora?

      Un poco de historia nos enseña que muchísimos de los inventos de los que disfrutamos no son explicados por la teoría salvo después de haber sido inventados. Y luego esa teoría puede servir para refinarlos o no. Hay mil y un campos en los que se mejora un invento añadiéndole un factor o un sumando a un modelo simple que luego se optimiza por ensayo y error. Es un tipo de ciencia, y a mí me vale. En definitiva la ciencia trata de encontrar modelos cada vez mejores de los fenómenos naturales. ¿Pero sabes qué? Al ingeniero le trae al pairo lo que haya detrás de esas ecuaciones, pilla su tabla, mira la gráfica, casi siempre elaborada empíricamente, y elige la mejor cantidad de dopado que inyectar en el silicio. Si el científico le trae una gráfica sobre lo que se espera que ocurra en las partes de la gráfica que no se han probado todavía, y el modelo es bueno, puede que le ahorre horas de ensayo y error.  
      Aunque lo parezca, la ciencia y la tecnología no van tan unidas de la mano. La tecnología va casi siempre por delante (salvo honrosas excepciones, que ojalá hubiera más), porque no tiene miedo de estar en discrepancia con lo que ya se conoce, sino todo lo contrario. Está deseando encontrarse con algo nuevo para obtener beneficios. 
      Pero luego estamos los tontos como nosotros que queremos saber más, que no nos vale con una tabla o una gráfica, porque creemos que sabiendo algo más de lo que hay detrás podremos llegar más lejos.

      Y tristemente nos topamos con nuestra naturaleza humana, especialmente de nuestros miedos. Especialmente el miedo a llevar la contraria al jefe de la tribu y por lo tanto a ser rechazado y expulsado de la comunidad. Cuando el jefe es un tótem, un ídolo, tanto peor. Contradecir, por ejemplo, a Einstein en un artículo científico es casi una garantía de que este será relegado al olvido en el mejor de los casos. Y no necesariamente por estar equivocado.
      Que una teoría científica se establezca como adecuada o no, amigo Zephyros, no depende tanto como nos gustaría de lo ajustada que es a la realidad, y depende mucho más de lo que quisiéramos de lo poco que contradiga a las anteriores.

      Richard Feynman, para mí uno de los mejores físicos que ha parido madre, nos contó:

      “Hemos aprendido mucho de la experiencia acerca de cómo manejar algunas maneras en las que nos engañamos a nosotros mismos. Un ejemplo: Millikan midió la carga del electrón mediante un experimento con gotas de aceite cayendo, y obtuvo una respuesta que ahora sabemos que no es demasiado correcta. Está un poco alejada porque usaba el valor incorrecto para la viscosidad del aire. Es interesante mirar a la historia de las medidas de la carga del electrón, después de Millikan. Si las pones en una gráfica como una función del tiempo, descubres que una es un poco mayor que la Millikan, y la siguiente es un poquito mayor que esa, y la siguiente un poco mayor que esa, hasta que finalmente se asientan en un número que es mayor.

      ¿Por qué no descubrieron que el nuevo número esta mayor directamente? Es una cuestión—esta historia— de la que los científicos están avergonzados porque es evidente que la gente hacía cosas como esta: Cuando tenían un número que estaba demasiado por encima del de Millikan, pensaban que algo podía estar mal —y buscaban y encontraban una razón por la que algo debería estar mal. Cuando conseguían un número cercano al de Millikan no buscaban con tanto ahínco. Y así eliminaban los números que estaban muy lejanos, y hacían otras cosas como eso…”

      Uno de los factores más importantes que veo ahí es el miedo. 

      Esto es una consecuencia evidente de lo que ya he comentado anteriormente acerca de que somos monos y bla bla, y el peer review como herramienta para alcanzar una realidad de consenso y bla bla bla pero ya paro porque esto es un tocho infame y tengo sueño.

      Saludos escépticos 😛

      Responder
      • 6.1.1
        Zephyros
        el 7 de mayo del 2012 a las 2:46

        Hola Roberto, me remito a mi comentario anterior. Añado que de ese Smid no se sabe nada ni se conocen publicaciones, al menos yo las desconozco y en la Red no me aparece nada. ¿es físico de verdad? o lo pone y nos lo tenemos que creer?. Por otro lado lo que escribe este “autor” respecto lo que escribe un físico teórico REAL, no hay un abismo, hay una inmensidad. Lo se de buena tinta 😉

        En el mundo científico también hay zonas oscuras, de acuerdo, pero intentar desprestigiar generalizadamente a este colectivo no cuela, es injusto y carece de peso con tales argumentos. Bienvenidas sean las nuevas teorías, pero como dije, que sustituyan a las anteriores y predigan nuevos resultados donde aquellas fallaban.

        Puse el tema del efecto túnel por ser una de las cosas que despacha sin despeinarse (y sin desarrollar nada). Entiendo que la física es difícil, las matemáticas son difíciles, la palabrería es fácil y la demagogia engancha.

        Como decía Einstein: “todos somos ignorantes, lo que ocurre es que no todos ignoramos las mismas cosas”

        Responder
        • 6.1.1.1
          Roberto Conde
          el 7 de mayo del 2012 a las 3:51

          La verdad, no me importa mucho si es un tío sin la EGB o es un premio nobel. Intento que esto solo me influya para empezar a leer lo que dice, porque mi tiempo es finito, pero una vez puestos a leerlo, a lo que hay que atender es a la lógica y la consistencia de lo que se dice (aunque ciertamente ando más alerta cuando no es un paper publicado, e intento no bajar la guardia tampoco con los publicados, que yo también sé de buena tinta que se cuela mucha mierda). 
          Repito que lo importante es lo que se dice y no quién lo dice. 

          No sé a qué te refieres con “intentar desprestigiar generalizadamente a este colectivo”. Pero vamos que paso de los juicios de intenciones.

          Respecto a lo del efecto tunel, se sigue de sus planteamientos sobre el supuesto error al aplicar la ecuación de Schrodinger a los estados cuánticos de las partículas. La explicación que da a los efectos observados me parece plausible, pero claro está que está en pañales. No creo que un tío solo que además tiene pinta que ya está fuera de la comunidad científica, vaya a ser capaz de demostrar eso experimentalmente.

          Respecto a lo de la demagogia, la palabrería y la falta de matemáticas y física, esa página principal sólo tiene ideas desarrolladas informalmente (que a mí me parecen muy consistentes y realistas, aunque a tí te parezca charlatanería refinada), pero enlaza a trabajos más formales sobre temas más específicos que supongo(no me los he leído, porque tampoco es que me interesen tanto los temas que trata) que dominará mejor, y son de este estilo

          Me debes una hora de sueño 😛

          Un saludo cordial. 
           

  7. 7
    Ignacio C. Ignoscere
    el 7 de mayo del 2012 a las 3:50

    Muy buenas a todos, en especial a don Emilio; muy interesante los comentarios que vienen posteando, y sobre todo me alegro de ver a un viejo amigo, extrañaba las palabras del buen Zephyros, un abrazo amigo! 😉

    Un cordial saludo…

    Responder
  8. 8
    emilio silvera
    el 7 de mayo del 2012 a las 7:02

    Amigos míos:
    Os estoy leyendo y veo el ímpetu de Roberto y la pausada y tranquila exposición de Zephyros que nos lleva a la convicción de que la Cienca, nos lleva de la mano para poder comprender como son las cosas, no como nos parece y desearíamos que fueran, y por tanto es, a largo plazo, más inmune a nuestras preconcepciones, filias y fobias. De la misma manera que nuestras sentidos no están preparados para observar fenómenos relativistas o cuánticos (nuestra experiencia personal es inevitablemente newtoniana y clásica, no relativista ni cuántica), y por tanto necesitan de la experimentación para poder observar la Naturaleza tal como es, y, ni la experiencia vital influye en el conocimiento científico, así que, por muchas ideas que alguien pueda tener, si estas no están contrastadas por el método científico, serán eso…¡ideas! y nada más, nunca podrá exhibir la categoría de Ciencia.
    Yo creo que, como decía Ludwig Wittgenstein -aunque sea fuera e contexto- “sobre lo que no se puede hablar es mejor guardar silencio”. Dicha frase en el contexto que nos ocupa, yo la cambiaría por esta otra: “Sobre lo que no se puede demostrar, lo mejor es estar calladito y, seguir trabajando para poder llegar a una realidad que nadie pueda reabtir” Si se hace de otra manera, estaremos adelantando acontecimientos, o, en el mayor de los casos, simplemente estaremos tratando de ganar un corto tiempo de gloria que, el mismo tiempo se encargará de arrinconar en el olvido al no tener ninguna base lo que quisimos exponer para que, prevaleciera sobre lo que realmente es.
    No deja de ser curioso que, etimológicamente, matemáticas signifique conocimiento y, sin embargo, este buen señor que nos ha expulsado el fotón, el principio de incertidumbre y otros muchos pilares de la Física de un plumazo, no añade a sus argumentos una demostración matemática fuertemente consistente de sus aseveraciones. Como nos dice Zephyros, todo se vuelven palabrerías más o menos “encantadoras” que puedan estar pensadas más para atraer a los oyentes que, para demostrar aquello que nunca podrá dejar al descubierto y en el vacío, toda vez que, habiendo sido muchas veces comprobado, sí que puede exhibir el título ganado tras mil batallas de comprobaciones y experimentación que, le dejaron inamovible como principio y que nadie, hasta el momento, ha podido remover.
    Muchos de estos nuevos “profetas”, cuando los lees, parecen más filósofos que científicos, toda vez que, sus argumentos son metafísicos y no físicos, es decir, se agarran a cuestiones que no se pueden demostrar ni han sido demostradas nunca y, con ellas, quieren derrocar a esas otras cuestiones que llevan muchos años funcionando y que, habiendo dado un resultado magnifico en muchos campos, incluso parece no tener tener mucho sentido el querer despretigiarlas con “la nada”. Unas simples palabras no pueden echar abajo decenas de años de Física, para ello, se necesita mucho más.
    Por supuesto, las teorías científicas pueden tener, en su origen, una inspiración filosófica, pero lo importante no es lo que las inspiró, sino su poder explicativo y predictivo así su acuerdo con la experimentación que es lo único que puede determinar su selección y eventual supervivencia como teoría, o, por el contrario, quedar como una simple conjetura atractiva pero, en el fondo, sin ningún valor.
    Recordad que el positivismo científico entró en la Física de la mano del físico y filósofo vienés Ernst Mach, cuyas ideas y actitud anti-metafísica influyeron después en los comienzos (1923) del Círculo de Viena y en su “Positivismo Lógico”
    La Teoría de la relatividad dio también al traste con las ideas de Inmanuel Kant en el siglo XVIII sobre el espacio y el tiempo, que suponían su existencia previa en nuestras mentes: hoy en día sabemos, de acuerdo con la teoría de la relatividad general de Einstein, que la propia geometría del espacio-tiempo está íntimamente ligada a la distribución de materia en el universo. El espacio-tiempo (de Riemann) toma parte en los acontecimientos físicos: la relatividad general es la dinámica de la geometría.
    A todo esto, no podemos dejar de mencionar los avances revolucionarios de Schrödinger y Heisenberg en la física (1925) o de Gödel en las matemáticas (1931) que, por cierto, hay que resaltar aquí que todos esos adelantos estaban refrendados con sus inmensas ecuaciones matemáticas que eran su propia demostración coincidentes, más tarde con el experimento. Ellos, no exponían una literatura sin más, sino que, como buenos científicos que eran, exponían sus ideas apoyadas matemáticamente y, las entregaban para que fueran verificadas una y otra vez hasta que, su función de onda o el Principio de Incertidumbre, se dejaban ver por todos los observadores que los sometían al experimento.
    Claro que, el positivismo ha dejado de influir en la física moderna, que sigue por otros derroteros; Nada más ajeno al positivismo que las actuales teorías de cuerdas o la Teoría M. Sin embargo, todas estas variantes de la teoría de cuerdas, sin excepción, están bien acompañadas de un impresionante edificio matemático que la lleva de la mano hasta ese límite que trata de traspasar y del que, al parecer, no puede salir porque las matemáticas necesarias para ello…¡Aún no existen! Tan adelantada es.
    Pero eso es, ptra cosa. La Física en particular y la Ciencia en general, siempre dará la bienvenida a las buenas ideas que sean expuestas de manera racional y con aquellos argumentos que posibiliten su verificación, ya que, de no ser así, las simples palabras nunca bastarán y, además, no ayudan para continuar el largo camino emprendido.
    Un cordial saludo amigos.

    Responder
    • 8.1
      Roberto Conde
      el 7 de mayo del 2012 a las 10:54

      Bueno, como ya le he comentado a Zephyros, lo que aparece en la página principal parecen desarrollos informales, que por lo veo en las conclusiones de sus trabajos más específicos, son cosas que han ido pareciéndole errores que ha tenido que ignorar para obtener resultados correctos.
      No en vano, cuando un modelo falla en predecir algo, o bien no está en su ámbito de aplicación, o bien el modelo es incorrecto. En la mayoría de los casos lo que esgrime es que no están en su ámbito de aplicación, que se han generalizado bajo suposiciones erróneas.

      Parece que mi instinto de por qué ha llegado a replantearse tantas cosas no me está fallando, os traduzco parte de las conclusiones de este artículo suyo (echadle un vistazo al artículo, a ver si os parece “charlatanería” o “meras palabras” sin fundamento):

      “Los resultados obtenidos con el presente enfoque de equilibrio en detalle muestran que los métodos usados comúnmente para calcular las densidades de átomos excitados, que siempre están relacionadas con alguna clase de asunción de LTE [N.del T.: Equilibrio termodinámico local], no pueden describir siquiera aproximadamente la situación real que está fuertemente determinada por la sección transversal cuántica y las constantes de tiempo de los niveles individuales. Cualquier teoría que no proceda a partir de estas propiedades atómicas (por ejemplo, el típico enfoque de equilibrio estadístico) es por lo tanto inválido a priori y debe necerasariamente llevar a conclusiones erróneas. Esta debe ser la razón por la que el proceso de dispersión resonante por los estados atómicos de Rydberg altos no se ha considerado como un posible mecanismo que afecta a la propagación de ondas de radio, puesto que la habitual distribución de Boltzmann subestima la densidad de los niveles excitados dramáticamente”

      Ahora bien, todavía estoy esperando que refutéis con argumentos algo de lo que dice en esa página principal con “meras palabras”… No por nada, sino porque me parecerían conversaciones más interesantes que las que estamos teniendo, que me parece que giran demasiado en torno a “quién” en lugar de “qué” (me incluyo como culpable de esto). Y no creáis que no le estoy buscando yo tampoco errores de concepto o falacias lógicas a lo que dice, la cuestión es que no las veo.

      ¡Pero ojo! 

      “Ludwig Boltzman, que dedicó gran parte de su vida estudiando mecánica estadística, murió en 1906, suicidándose. Paul Ehrenfest, que continuó su trabajo, murió de forma similar en 1933. Ahora es el turno de que nosotros estudiemos mecánica estadística. Quizás sería prudente enfocar el tema con cautela.”
      —Lineas de apertura de ‘States of Matter‘, de D.L. Goodstein 
       
      Un abrazo a todos 

      Responder
  9. 9
    Zephyros
    el 7 de mayo del 2012 a las 13:16

    Nada nuevo Roberto. Las nuevas teorías deben sustituir a las anteriores y nosotros no nos sentimos aludidos ni involucrados a la hora de tener que defender alguna que otra teoría o algún que otro estándar.

    S=k log W  (qué maravilla de ecuación!!)

    Responder
  10. 10
    emilio silvera
    el 7 de mayo del 2012 a las 16:21

    Sí, amigo Zephyros, así lo dije yo en un humilde homenaje que le hice, en este lugar a Boltzman y, empezaba así:
    Algunas fórmulas de la Física merecen estar en un lugar destacado para que, cualquiera quen pase por allí las puedan ver y, al ver aquellos jeroglificos matemáticos, poder preguntar por sus significados. Uno de esos casos es el que aquí contamos. Muy justamente, la fórmula a la que nos estamos refiriendo, está inscrita en la cabecera de la lápida que indica el lugar en donde descansan los restos de Ludwig Boltzmann en el cementerio Zentralfriedhof de Viena:
    Cuando algo nos gusta y nos atrae, cuando es la curiosidad la que fluía nuestros deseos por saber sobre las cosas del mundo, del Universo y las fuerzas que lo rigen, cuando la Física se lleva dentro al poder reconocer que es el único camino que nos dará esas respuestas deseadas, entonces, amigos míos, los pasos te llevan a esos lugares que, por una u otra razón tienen y guardan los vestigios de aquellas cosas que quieres y admiras. Así me pasó cuando visité el Fermilab, la tumba de Hilbert y, también en Viena, donde no pude resistir la tentación de ver, con mis propios ojos esa imagen de arriba y, desde luego, pensar en lo mucho que significaba la escueta S = k log W que fugura en la cabecera de la lápida de Boltzmann como reconocimiento a su ingenio.
    La sencilla ecuación (como todas las que en Física han tenido una enorme importancia (E=mc2, por ejemplo), es la mayor aportaciópn de Boltzmann y una de las ecuaciones más importantes de la Física. El significado de las tres letras que aparecen (aparte la notación para el logaritmo es el siguiente: S es la entropía de un Sistema; W el número de microestados posibles de sus partículas elementales y k una constante de proporcionalidad que hoy día recibe el nombre de constante de Boltzmann y cuyo valor es k = 1,3805 x 10-23 J(K (si el logaritmo se toma en base natural). En esta breve ecuación se encierra la conexión entre el micromundo y el macromundo, y por ella se reconoce a Boltzmann como el padre de la rama de la Física comocida como Mecánica Estadistica.
    Como todas las ecuaciones sencillas de gran trascendencia en la física, hay un antes y un después de su formulación: sus consecuencias son de un calado tan profundo que han cambiado la forma de entender el mundo y, en particular, de hacer Física, a partir de ellas.De hecho, en este caso al menos, la sutileza de la ecuación es tal que hoy, más de cien años después de la muerte de su creador, se siguen investigando sus nada triviales consecuencias.
    Así que, SÍ amigo Zephyros… “S=k log W  (qué maravilla de ecuación!!)”
     

    Responder
  11. It’s remarkable to visit this web site and reading the views of all friends about this paragraph, while I am also keen of getting knowledge.

    Responder
    • 11.1
      Emilio Silvera
      el 13 de enero del 2013 a las 6:18

      Sí, aquí se reunen muchos amigos y cambian pareceres sobre lo que en cada momento dse trata y, lo mismo que te pasa a tí, nos pasa a todos…¡queremos saber!

      Saludos.

      Responder

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