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Los misterios de la Física cuántica, las partículas subatómicas

Autor por Emilio Silvera    ~    Archivo Clasificado en Física Cuántica    ~    Comentarios Comments (6)

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La mayoría de las partículas subatómicas que son producidas en los aceleradores de partículas, tiene una existencia muy breve, pero aun así ha producido asombro que una,  como el quark top – cima en español-, puede vivir tan efimero espacio de tiempo. Los experimentos realizados han permitido a los físicos determinar el tiempo de vida del quark top que es apenas de 3 x 10-25 segundos.  Una fracción de tiempo asombrosamente pequeña.

Cuando hablamos del tiempo de vida de una partícula nos estamos refiriendo al tiempo de vida medio, una partícula que no sea absolutamente estable tiene, en cada momento de su vida, la misma probabilidad de desintegrarse. Algunas partículas viven más que otras, pero la vida media es una característica de cada familia de partículas.

También podríamos utilizar el concepto de “semivida”. Si tenemos un gran número de partículas idénticas, la semivida es el tiempo que tardan en desintegrarse la mitad de ese grupo de partículas. La semivida es 0,693 veces la vida media.

Si miramos una tabla de las partículas más conocidas y familiares (fotón, electrón muón tau, la serie de neutrinos, los mesones con sus piones, kaones, etc., y, los Hadrones bariones como el protón, neutrón, lambda, sigma, ksi y omega, en la que nos expliquen sus propiedades de masa, carga, espín, vida media (en segundos) y sus principales manera de desintegración, veríamos como difieren las unas de las otras.

Algunas partículas tienen una vida media mucho más larga que otras. De hecho, la vida media difiere enormemente. Un neutrón por ejemplo, vive 10¹³ veces más que una partícula Sigma⁺, y ésta tiene una vida 10⁹ veces más larga que la partícula sigma cero. Pero si uno se da cuenta de que la escala de tiempo “natural” para una partícula elemental (que es el tiempo que tarda su estado mecánico-cuántico, o función de ondas, en evolucionar u oscilar) es aproximadamente 10ˉ²⁴ segundos, se puede decir con seguridad que todas las partículas son bastantes estables. En la jerga profesional de los físicos dicen que son “partículas estables”.

                       Lo que resulta de una colisión de haces de partículas en el LHC

¿Cómo se determina la vida media de una partícula? Las partículas de vida larga, tales como el neutrón y el muón, tienen que ser capturadas, preferiblemente en grandes cantidades, y después se mide electrónicamente su desintegración. Las partículas comprendidas entre 10ˉ¹⁰ y 10ˉ⁸ segundos solían registrarse con una cámara de burbujas, pero actualmente se utiliza con más frecuencia la cámara de chispas. Una partícula que se mueve a través de una cámara de burbujas deja un rastro de pequeñas burbujas que puede ser fotografiado. La Cámara de chispas contiene varios grupos de de un gran número de alambres finos entrecruzados entre los que se aplica un alto voltaje. Una partícula cargada que pasa cerca de los cables produce una serie de descargas (chispas) que son registradas electrónicamente. La ventaja de esta técnica respecto a la cámara de burbujas es que la señal se puede enviar directamente a una computadora que la registra de manera muy exacta.

Una partícula eléctricamente neutra nunca deja una traza directamente, pero si sufre algún tipo de interacción que involucre partículas cargadas (bien porque colisionen con un átomo en el detector o porque se desintegren en otras partículas), entonces desde luego que pueden ser registradas. Además, realmente se coloca el aparato entre los polos de un fuerte imán. Esto hace que la trayectoria de las partículas se curve y de aquí se puede medir la velocidad de las partículas. Sin embargo, como la curva también depende de la masa de la partícula, es conveniente a veces medir también la velocidad de una forma diferente.

 

En un experimento de altas energías, la mayoría de las partículas no se mueven mucho más despacio que la velocidad de la luz. Durante su carta vida pueden llegar a viajar algunos centímetros y a partir de la longitud media de sus trazas se puede calcular su vida. Aunque las vidas comprendidas entre 10ˉ¹³ y 10ˉ²⁰ segundos son muy difíciles de medir directamente, se pueden determinar indirectamente midiendo las fuerzas por las que las partículas se pueden transformar en otras. Estas fuerzas son las responsables de la desintegración y, por lo tanto, conociéndolas se puede calcular la vida de las partículas, Así, con una pericia ilimitada los experimentadores han desarrollado todo un arsenal de técnicas para deducir hasta donde sea posible todas las propiedades de las partículas. En algunos de estos procedimientos ha sido extremadamente difícil alcanzar una precisión alta. Y, los datos y números que actualmente tenemos de cada una de las partículas conocidas, son los resultados acumulados durante muchísimos años de medidas  experimentales y de esa manera, se puede presentar una información que, si se valorara en horas de trabajo y coste de los proyectos, alcanzaría un precio descomunal pero, esa era, la única manera de ir conociendo las propiedades de los pequeños componentes de la materia.

Que la mayoría de las partículas tenga una vida media de 10ˉ⁸ segundos significa que son ¡extremadamente estables! La función de onda interna oscila más de 10²² veces/segundo. Este es el “latido natural de su corazón” con el cual se compara su vida. Estas ondas cuánticas pueden oscilar 10ˉ⁸ x 10²², que es 1¹⁴ o 100.000.000.000.000 veces antes de desintegrarse de una u otra manera. Podemos decir con toda la seguridad que la interacción responsable de tal desintegración es extremadamente débil.

Aunque la vida de un neutrón sea mucho más larga (en promedio un cuarto de hora), su desintegración también se puede atribuir a la interacción débil. A propósito, algunos núcleos atómicos radiactivos también se desintegran por interacción débil, pero pueden necesitar millones e incluso miles de millones de años para ello. Esta amplia variación de vidas medias se puede explicar considerando la cantidad de energía que se libera en la desintegración. La energía se almacena en las masas de las partículas según  la bien conocida fórmula de Einstein E = Mc². Una desintegración sólo puede tener lugar si la masa total de todos los productos resultantes es menor que la masa de la partícula original. La diferencia entre ambas masas se invierte en energía de movimiento. Si la diferencia es grande, el proceso puede producirse muy rápidamente, pero a menudo la diferencia es tan pequeña que la desintegración puede durar minutos o incluso millones de años. Así, lo que determina la velocidad con la que las partículas se desintegran no es sólo la intensidad de la fuerza, sino también la cantidad de energía disponible.

Si no existiera la interacción débil, la mayoría de las partículas serían perfectamente estables. Sin embargo, la interacción por la que se desintegran las partículas π°, η y Σ° es la electromagnética. Se observará que estas partículas tienen una vida media mucho más corta, aparentemente, la interacción electromagnética es mucho más fuerte que la interacción débil.

Durante la década de 1950 y 1960 aparecieron tal enjambre de partículas que dio lugar a esa famosa anécdota de Fermi cuando dijo: “Si llego a adivinar esto me hubiera dedicado a la botánica.”

Si la vida de una partícula  es tan corta como 10ˉ²³ segundos, el proceso de desintegración tiene un efecto en la energía necesaria para producir las partículas ante de que se desintegre. Para explicar esto, comparemos la partícula con un diapasón que vibra en un determinado modo. Si la “fuerza de fricción” que tiende a eliminar este modo de vibración es fuerte, ésta puede afectar a la forma en la que el diapasón oscila, porque la altura, o la frecuencia de oscilación, está peor definida. Para una partícula elemental, esta frecuencia corresponde a su energía. El diapasón resonará con menor precisión; se ensancha su curva de resonancia. Dado que para esas partículas extremadamente inestable se miden curvas parecidas, a medida se las denomina resonancias. Sus vidas medias se pueden deducir directamente de la forma de sus curvas de resonancia.

Un ejemplo típico de una resonancia es la delta (∆), de la cual hay cuatro especies ∆ˉ, ∆⁰, ∆⁺ y ∆⁺⁺(esta última tiene doble carga eléctrica). Las masas de las deltas son casi iguales 1.230 MeV. Se desintegran por la interacción fuerte en un protón o un neutrón y un pión.

Existen tanto resonancias mesónicas como bariónicas . Las resonancias deltas son bariónicas. Las resonancias deltas son bariónicas. (También están las resonancias mesónicas rho, P).

Las resonancias parecen ser solamente una especie de versión excitada de los Hadrones estable. Son réplicas que rotan más rápidamente de lo normal o que vibran de diferente manera. Análogamente a lo que sucede cuando golpeamos un gong, que emite sonido mientras pierde energía hasta que finalmente cesa de vibrar, una resonancia termina su existencia emitiendo piones, según se transforma en una forma más estable de materia.

Por ejemplo, la desintegración de una resonancia ∆ (delta) que se desintegra por una interacción fuerte en un protón o neutrón y un pión, por ejemplo:

∆⁺⁺→р + π⁺;  ∆⁰→р + πˉ; o п+π⁰

En la desintegración de un neutrón, el exceso de energía-masa es sólo 0,7 MeV, que se puede invertir en poner en movimiento un protón, un electrón y un neutrino. Un Núcleo radiactivo generalmente tiene mucha menos energía a su disposición.

Masa atómica

 

Una de las formas como los científicos miden el tamaño de algo es a través de su masa. Los científicos pueden incluso medir cosas muy minúsculas como los átomos. Una medida del tamaño de un átomo es su “masa atómica”. Casi toda la masa de un átomo (más del 99%) está en su núcleo, de manera que la “masa atómica” es realmente una medida del tamaño del núcleo de un átomo.

Los protones son practicamente del mismo tamaño que los neutrones, y ambos son mucho más grandes que los electrones. Un protón tiene una masa aproximadamente 1.836 veces mayor que la masa del electrón, pero las masas de los protones y neutrones se diferencian menos de uno por ciento. Un protón tiene una masa de 1.6726 x 10-24gramos. Los protones tienen una carga eléctrica positiva, conocida a veces como carga elemental, carga fundamental o carga de +1. Los electrones tienen una carga del mismo valor pero de polaridad opuesta, -1. La carga fundamental tiene un valor de 1.602 x 10-19 coulombios.

Núcleo atómico

 

El núcleo de un átomo contiene protones y neutrones. Cada elemento (como el carbono, oxígeno o el oro) tiene diferente número de protones en sus átomos. Los científicos tienen un nombre especial para el número de protones en un átomo. Lo llaman “número atómico”.

¿Por qué es importante el número atómico? Los átomos normales tienen el mismo número de electrones que protones. El número de electrones es lo que hace que cada elemento se comporte de cierta manera en reacciones químicas. De manera que el número atómico, que es el número de protones y electrones, es lo que hace que un elemento sea diferente a otro.

Hace algunos años ya que los físicos se preguntaban: ¿Podrían los protones ser puntos? Y, tratándo de saberlo, comenzaron a golpear los protones con otros protones de una energía muy baja (al principio) con el objeto de explorar la fuerza electromagnética entre los dos objetos cargados.

 

El Acelerador Lineal de Stanford. El SLAC, ubicado al sur de San Francisco, acelera electrones y positrones a lo largo de sus 2 millas de longitud (algo mas de tres kilómetros), hacia varios blancos, anillos y detectores ubicados en su finalización. Este acelerador hace colisionar electrones y positrones, estudiando las partículas resultantes de estas colisiones. Construido originalmente en 1962, se ha ido ampliando y mejorando para seguir siendo uno de los centros de investigación de física de partículas mas avanzados del mundo. El Centro ha ganado el premio Nobel en tres ocasiones.

El estudio de los componentes de la materia tiene una larga historia en su haber, y, muchos son los logros conseguidos y muchos más los que nos quedan por conseguir, ya que, nuestros conocimientos de la masa y de la energía (materia), es aún limitado.

Generalmente las llamamos partículas elementales pero, lo cierto es que, algunas son más elementales que otras. Los físicos experimentadores hicieron un buen trabajo en aquellos antiguos aceleradores de partículas por despejar la incognita y saber, de una vez por todas, de qué estava hecha la materia.

Los núcleos de los átomos están formados por protones y neutrones, alrededor de los cuales orbitan los electrones. Estos tres elementos (protones, neutrones y electrones) constituyen prácticamente toda la materia de la Tierra. Mientras que el electrón se considera como una partícula “sin tamaño”, el protón, que está compuesto de quarks, es un objeto con tamaño específico. Hasta ahora, sólo dos métodos se han utilizado para medir su radio. Basándose en el estudio de las interacciones entre un protón y un electrón, ambos métodos se centran en las colisiones entre uno y otro o sobre el átomo de hidrógeno (constituido por un electrón y un protón). El valor obtenido y que es el utilizado por los físicos, es 0,877 (+ / – 0,007) femtómetros.

Si los físicos experimentales de la década de los 60 hubieran podido tener a su disposición el moderno LHC… ¿Dónde estaríamos ahora?

 

La interacción fuerte es cien veces más intensa que la fuerza eléctrica de Coulomb, pero, al contrario que ésta, su alcance no es en absoluto infinito. Se extiende sólo hasta una distancia de unos 10-13 centímetros, y luego cae deprisa a cero. Al incrementar la energía de colisión, los experimentos desenterraron más y más detalles desconocidos de la interacción fuerte. A medida que aumenta la energía, la longitud de onda de los protones (acordémonos de De Broglie y Schrödinger) se encoge. Y, como se pudo ver, cuanto menor sea la longitud de onda , más detalles cabe discernir en la partícula que se estudie.

Robert Hofstadter, de la Universidad de Stantanford, tomó en los años cincuenta algunas de las mejores “imágenes” del protón. En vez de un haz de protones, la “luz” que utilizó fue un haz de electrones de 800 MeV que apuntó a un pequeño recipiente de hidrógeno líquido. Los electrones bombardearon los protones del hidrógeno y el resultado fue un patrón de dispersión, el de los electrones que salían en una variedad de direcciones con respecto a su movimiento original. No era muy diferente a lo que hizo Rutherford. Al contrario que el protón, el electrón no responde a la interacción nuclear fuerte. Responde sólo a la carga eléctrica del protón, y por ello los científicos de Stanford pudieron explorar la forma de la distribución de carga del protón. Y esto, de hecho, reveló el tamaño del protón. Claramente no era un punto.

 

 

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Se midió que el radio del protón era de 2,8 x 10-13 centímetros; la carga se acumula en el centro, y se desvanece en los bordes de lo que llamamos el protón. Los experimentos se repitieron muchas veces y los resultados, siempre fueron parecidos al hacerlos con haces de muones, que también ignoran la interacción fuerte al ser leptones como los electrones.  (Medidas más precisas llevadas a cabo en nuestro tiempo, han podido detectar, diminutos cambios en el radio del protón que tienen enormes implicaciones. El protón parece ser 0,00000000000003 milímetros más pequeño de lo que los investigadores habían pensado anteriormente, de hecho, y según han comentados los físicos del equipo que hizo el trabajo,  las nuevas medidas podrían indicar que hay un hueco en las teorías existentes de la mecánica cuántica y algo falla en alguna parte.)

 

 

 

La imágen tomada en el SLAC, nos choca, todos tenemos en la mente las del LHC

 

Pero sigamos con la historia. Hallá por el año 1968, los físicos del Centro del Acelerador Lineal Stanford (SLAC), bombarderon los protones con electrones de mucha energía -de 8 a 15 GeV- y obtuvieron un conjunto muy diferente de patrones de dispersión. A esta “luz dura”, el protón presentaba un aspecto completamente distinto. Los electrones de energía relativamente baja que empleó Hofstadter podían ver sólo un protón “borroso”, una distribución regular de carga que hacía que el electrón pareciése una bolita musgosa. Los electrones del SLAC pudieron sondear con mayor dureza y dieron con algunos “personajillos” que “correteaban” dentro del protón. Aquella fue la primera indicación de la existencia real de los Quarks.

Hablando de partículas y de física cuántica nos podríamos llevar muchos días, meses y años y escribir todo lo que hasta el momento se ha descubierto en este campo sería una tarea imposible en un lugar como éste en el que los trabajos, son indicativos y particularmente sencillos para que, los lectores visitantes, tengan una sencilla idea de los temas que se comentan, así que, en relaciòn a éste, aquí lo dejamos.

emilio silvera

 

  1. 1
    emilio silvera
    el 25 de julio del 2013 a las 10:30

    Desde Demócrito que fue el primero (registrado) que nos habló del átomo, muchas han sido las cosas que la Humanidad ha podido descubrir acerca de lo que la materia es. Sabemos que el átomo no es, esa parte invisible e indivisible que Demócrito nos decía en relación a la parte más pequeña de la materia que puede existir. Hoy sabemos, que el átomo, es mucho más que un objeto sencillo sin más. El átomo es algo complejo que está formado por pequeños objetos a los hemos denominado genéricamente partículas elementales, aunque, algunas, sean más elementales que otras.
    Dentro de un átomo conviven los nucleones que son fermiones y que están personificados por Protones y Neutrones que, a su vez, están hechos de Quarks: Protones = 2 quarks up y 1 quark down y Neutrones = 2 quarks down y 1 quark up. Estos Quarks, están inmersos en una sopa de Gluones, es decir, entre partículas llamadas Bosones que son, las que transmiten la Fuerza nuclear fuerte e impiden que los quarks, se puedan desunir y dejar de formar protones y neutrones, es, en realidad, la fuerza más grande que existe en la Naturaleza, mucho más que el electromagnetismo y la Gravedad y, tambien, que la fuerza nuclear débil que produce la desintegración radiactiva de alguna clase de materia como el uranio, plutonio, Einstenio y otros muchos.
    Los átomos, se unen para formar moléculas y éstas se unen para formar objetos de materia que podemos contemplar a nuestro alrededor: Montañas y Océanos y, en el espacio: Mundos, estrsllas y Galaxias.
    Así de importante son los átomos para nosotros que, también, como todo lo demás, estamos hechos de ellos cuando forman elementos tales como el Carbono, el Oxígeno, el Hidrógeno, el Nitrógeno, Azufre, manganeso y otros de los que, formados en las estrellas, pudieron hacer posible el surgir de la vida.
    ¡Los átomos! Mucho más que “insignificantes” puntitos.

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  2. 2
    fernando vidal tolentino
    el 26 de febrero del 2014 a las 3:35

    Excelente blog. Felicitaciones. Como alguien dijo, SI LEVANTAMOS LA CABEZA Y OBSERVAMOS EL CIELO NOCTURNO DESPEJADO OBSERVAREMOS INFINITAS ESTRELLAS, INFINITAS GALAXIAS … EL INFINITO UNIVERSO. Similarmente los fisicos del planeta Tierra estan observando al interior de la materia encontrando muchisimas trayectorias de particulas SUBATOMICAS, SUBSUBATOMICAS, SUBSUSUBATOMICAS, … otro INFINTO UNIVERSO … los misterios continuaran… sin lugar a dudas. Escrito esta, ASI COMO ES ARRIBA, ES ABAJO. Tambien, NO HAY NADA NUEVO BAJO EL SOL. Fernando Vidal Tolentino.     

    Responder
    • 2.1
      emilio silvera
      el 26 de febrero del 2014 a las 7:07

      ¡Hola, amigo Fernando!
      Es la búsqueda que no cesa. Desde siempre, cuando nuestros ancestros miraban el cielo en las noches estrelladas, se hacían las preguntas que entonces nadie podía contestar. Sin embargo, el tiempo inexiorable pasaba y las mentes evoliucionaban hasta tal punto que, como bien dices, ahora podemos decir de qué está hecha la materia, y, también pudimos llegar a saber de que estaban hechas las estrellas, como nacían, vivían y al final de sus vidas, morían y cuál era el destino de cada una de ellas en funciòn de la masa que las conformaba, qué edad podían llegar a tener según su ritmo de consumo de material de fusión, y, sobre todo (un gran logro de la mente humana), pudimos llegar a comprender los procesos que ocurren en los hornos nucleares a miles de millones de grados para que, la materia sencilla como el Hidrógeno, se convierte en Helio, Carbono, Oxígeno… y otros elementos cada vez más pesados que, depositados en las Nebulosas de la que nacen los mundos, miles de millones de años más tarde, hace posible el surgir de la vida.
      ¡Vaya aventura!
      Seguir con atenciòn los procesos que ocurren en la Naturaleza, nos enseña cómo es el mundo, como el Universo y las fuerzas que todo lo rigen para que, nuestro entorno y cualquier región del Cosmos por muy alejada que esté, se desarrolle siguiendo esas reglas de las fuerzas fundamentales que interaccionando con la materia, hace que todo sea como lo podemos contemplar.
      Un saludo cordial.

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  3. 3
    Rodrigo
    el 11 de marzo del 2015 a las 21:49

    Estimado, muchas gracias por este artículo, la información ha satisfecho parte de mi curiosidad. Al respecto he estado reflexionado sobre el problema de la materia y energía oscura, por lo que te dejaré una idea loca que se me ha ocurrido, solo por el gusto de filosofar sobre este apasionante tema.
    Por una parte, se tiene que el movimiento de partículas y moleculas de materia conocida y con carga eléctrica pueden ser estudiadas con ecuaciones de Navier Stokes, en lo que en el mundo del agua se conoce como dinámica de fluidos. Son hermosas ecuaciones y se emplean tanto en el agua como en otros campos, como el estudio de plasmas. En ambos casos estas ecuaciones describen el movimiento o “flujo” de elementos con cierta carga elécrica… es el electro magnetismo lo que induce flujos descritos por dichas ecuaciones.
    Por otra parte, durante mucho tiempo se consideró a la materia visible como la única existente y que, casualmente, posee carga eléctrica (99% de la materia visible del universo se encuentra en estado de plasma).
    Ahora nos enfrentamos al misterio de la materia y energía oscura. Al leer sobre pequeñas partículas sin carga en este artículo pensé “por qué el big bang se limitaría solo a crear energía con carga eléctrica (o visible, que es casi lo mismo)”. Acaso no podría haber generado grandes cantidades de materia en forma de partículas sin carga y muy pequeña masa (como los neutrinos), materia muy difícil de detectar para nosotros. Siguiendo esta línea argumental, tal vez toda esa energía oscura sea la energía cinética de estas nubes de partículas con pequeña masa que no vemos y que se mueven a tal velocidad que la atracción gravitacional entre ellas no es suficiente para permitir alguna clase de condensación o tal vez dicha agrupación gravitacional si ocurre, pero es reducida y domina la energía cinética de esta materia.
    Saludos y gracias por el espacio de reflexión.
     

    Responder
    • 3.1
      wmilio silvera
      el 12 de marzo del 2015 a las 6:34

      Sí ese conjunto de ecuaciones derivadas parciales no lineales describen el movimiento de un fluído y gobiernan la atmósfera, las corrientes oeánicas el flujo alrededor de vehíoculos o proyectiles y, en general, todos los fenómenos que involucren fluidos newtonianos.
      Si miramos en cualquier parte, nos dirán:
       
      Las ecuaciones de Navier-Stokes
      Esta expresión representa el principio de conservación del momento lineal aplicada a un fluido general:
      .
      La ley de conservación de la masa se escribe:

      En estas ecuaciones ρ representa la densidad, ui (i = 1,2,3) las componentes cartesianas de la velocidad, Fi las fuerzas aplicadas sobre el cuerpo, como la gravedad, P la presión del fluido, y μ la viscosidad dinámicala.

       
      donde Δ = eii es la divergencia del fluido y δij la delta de Kronecker. D / Dt es la derivada total o derivada material temporal siguiendo el fluido:
       

       
      La no linealidad de las ecuaciones se debe precisamente al término relacionado con la derivada total. Cuando μ es uniforme sobre todo el fluido las ecuaciones de fluido se simplifican de la manera siguiente:
       
       

      O en forma vectorial:

      Casos particulares
       
      Para fluidos de viscosidad nula, es decir cuando μ = 0, las ecuaciones resultantes se denominan ecuaciones de Euler que se utilizan en el estudio de fluidos compresibles y en ondas de choque:
       

      Podríamos continuar por este camino que nos llevaría de una a otra panorámica todas ellas relacionadas y que nos dirían y hablarían de muchas cosas que, de una u otra manera, están involucradas, de alguna manera, en todos esos secretos que deseamos desvelar, y, ?por qué no? la materia oscura sería uno de ellos.
      Finalizas tu reflexión diciendo lo siguiente:
       

      “Acaso no podría haber generado grandes cantidades de materia en forma de partículas sin carga y muy pequeña masa (como los neutrinos), materia muy difícil de detectar para nosotros. Siguiendo esta línea argumental, tal vez toda esa energía oscura sea la energía cinética de estas nubes de partículas con pequeña masa que no vemos y que se mueven a tal velocidad que la atracción gravitacional entre ellas no es suficiente para permitir alguna clase de condensación o tal vez dicha agrupación gravitacional si ocurre, pero es reducida y domina la energía cinética de esta materia.”

       
      Y, a tu comentario tengo que decir que, en este universo nuestro (del que desconocemos tantas cosas), todo podría ser posible. Me viene a la memoria que, ya los antiguos filósofos en la India y en Grecia hablaban de sustancia cósmica, los griegos le llamaban Ylem, más tarde otros le llamaron Éter luminífero, ahora nosotros, la llamamos materia y energía oscura. Sin embargo, aunque siempre se ha sospechado de su existencia, nunca nadie ha podido demostrarla y decirnos qué es, como se pudo formar, por qué genera gravedad y en cambio no emite radiación… ¡Será difícil dar con ella!… Si finalmente existe.
      Esperémos los resultado sdel LHC que, de nuevo, intentará esa búsqueda de las partíoculas supersimétricas que podrían ser los componentes de esa dichosa materia oscura.
      Un saludo cordial.
       
       
       
       
       

      Responder
  4. 4
    Rodrigo
    el 12 de marzo del 2015 a las 14:34

    Estimado, ayer estuve buscando más información y encontré varias entradas interesantes. Aquí hay una que me indicó que mi idea no es nueva (Feinberg lo propuso a través de sus taquiones), aunque no está demostrada y sigue en discusión qué será esa materia oscura: https://freelancescience.wordpress.com/2008/05/05/taquiones-y-viajes-en-el-tiempo/
    Es posible que no estemos lejos de averiguar lo que es dicha materia… al menos hay bastante esfuerzo invertido en averiguarlo.
    Saludos y gracias por tu respuesta.

    Responder

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