lunes, 18 de noviembre del 2024 Fecha
Ir a la página principal Ir al blog

IMPRESIÓN NO PERMITIDA - TEXTO SUJETO A DERECHOS DE AUTOR




¡El conocimiento! No todos lo podemos tener

Autor por Emilio Silvera    ~    Archivo Clasificado en El Universo y los pensamientos    ~    Comentarios Comments (3)

RSS de la entrada Comentarios Trackback Suscribirse por correo a los comentarios

El conocimiento es tener noción de saber, es inteligencia para adquirirlo.

 

El problema filosófico de las cuestiones relacionadas con el conocimiento, es decir, la forma del conocimiento de la realidad, las posibilidades existentes de que ese conocimiento responda exactamente a lo que ésta es en sí, no constituyó una preocupación fundamental para los filósofos hasta la llegada de Kant que, en el siglo XVIII, suscitó en gran escala estas dificultades. Con anterioridad a Kant, el problema se reducía al sujeto que conoce y objeto conocido, se fijaban fundamentalmente en el segundo de ellas, y la filosofía moderna, por el contrario, está centrada en el sujeto cognoscente.

La inquietud por este problema comienza con Descartes, Leibniz, Locke, Berkeley, Hume que influyó decisivamente en Kant en quien el problema a esta cuestión, como ya he comentado antes, en alguna parte de este mismo trabajo, la cuestión se formuló así: todo conocimiento arranca o nace de nuestras experiencias sensoriales, es decir, los datos que nos suministran nuestros cinco sentidos, pero no todo en él procede de estos datos. Dicho de otra manera, hay en nosotros dos fuentes o potencias distintas que nos capacitan para conocer, y son la sensibilidad (los sentidos) y el entendimiento o inteligencia. Ésta no puede elaborar ninguna idea sin los sentidos, pero también éstos son inútiles sin la ayuda del entendimiento. Es como un conjunto simétrico, algo perfectamente acoplado para formar un todo.

 

Me viene a la memoria en este punto la explicación que me dio una vez mi hija María, cuando por curiosidad le pregunté: ¿Qué es el contrapunto?

“Es la concordancia armónica de dos o más voces cada una con su línea melódica, de cuya superposición resulta la armonía de la obra musical.

Se aplica además el arte de conducir las voces con cierta independencia, sin incurrir en falta contra las reglas de la armonía. El contrapunto severo se atiene estrictamente a ellas, mientras que el libre admite cierta soltura, siempre que no incurra en desarmonía y cacofonía. En el doble las voces pueden ser intercambiadas. Los métodos empleados son la imitación de un motivo, el canon y la fuga, y estos últimos son complicados entre lanzamientos del motivo de la melodía.

La palabra contrapunto la utilizó por primera vez Philippe de Vitro, teórico del siglo XIV.

El contrapunto es la técnica compositiva por la cual, sobre una melodía dada, se construye un conjunto de una o varias contramelodías o contrapuntos, consiguiendo que, finalmente todo sea un conjunto armonioso.”

Cuando puse por primera vez esta pagina os contaba:

Mi hija María, estudia música desde los 8 años. Es pianista profesional, se ha licenciado en el Clave, instrumento parecido al piano con el que se toca la música antigüa, también toca el Órgano y se licenció en Pedagogía musical al mismo tiempo que estudiaba Clave, en el Real Conservatorio Superior de Música de Madrid,ha estado haciendo un Master en la Universidad dee Sevillla de Profesorado Musical y, como todos los jovenes de hoy en España, está a la espera de oportunidades y, mientras tantos, realiza algunos proyectos musicales que la puedan llevar hacia el futuro mejor soñado.

 

Aunque lo mío es la física y otras ramas del conocimiento, de vez en cuando recurro a María para preguntarle algunas cuestiones bajo el punto de vista musical que, no en pocas ocasiones, coincide con temas científicos. La respuesta que me dio sobre el contrapunto es aplicable a un sin fin de cuestiones y problemas científicos y cotidianos: buscar la armonía en la diferencia.

Podríamos aplicar el arte de combinar los sonidos de las voces humanas o los instrumentos, o de unos y otros a la vez para causar un efecto estético, a nuestra vida social y sobre todo a la política, procurando que unos y otros, voces discordantes y pensamientos distintos, guiados por una regla de ética y moral, pudieran reflejar un comportamiento estético.

 

La Música (como la Poesía y la Física) enaltece al ser humano, nos eleva y nos hace mejores. Una música que nos llega y es capaz de despertar nuestros sentimientos, nos puede transportar muy lejos, allí donde encontraremos el amor y la felicidad que, en este mundo nuestro, está escondida. En lo que se refiere a la Física, cuando podemos llegar a comprender cómo funciona el “mundo” no podemos dejar de asombrarnos ante tanta sencillez y, sin embargo, tánta maravilla. La poesía, es algo que sale del “Alma”, que trasciende a lo material para llevarnos a ese mundo mágico de la realidad soñada.

El término “música” procede del griego mousiké a través de la adaptación latina música. En el mundo griego se designaban con este nombre todas las ramas del arte que eran presididas por las Musas. Pitágoras fue el teórico musical más importante de la antigüedad.

Formuló el concepto de armonía y a partir de sus análisis sobre la naturaleza del sonido se creó el cálculo pitagórico de intervalos y las escalas modales, cuya importancia fue decisiva en el desarrollo de la música medieval.

Los principios teóricos de los griegos se transmitieron a la música litúrgica cristiana a través de autores como San Agustín, Boecio y Casiodoro.  Durante los primeros siglos del cristianismo, la música se circunscribió al ámbito religioso, concretamente al canto litúrgico, cuyo fundamento está constituido por la síntesis entre el sistema modal griego y ciertas influencias de la tradición judía.

Como veo que esto se me va de las manos y puedo terminar este trabajo escribiendo una historia de la música, mejor lo dejo y me dedico a lo que en realidad me debo: el pensamiento y la búsqueda del saber, dado que, lo único cierto, es nuestra ignorancia.

emilio silvera


  1. Rumores del saber del mundo : Blog de Emilio Silvera V., el 25 de diciembre del 2013 a las 10:58

    […]   ¡El conocimiento! No todos lo podemos tener […]

 

  1. 1
    kike
    el 5 de octubre del 2012 a las 15:39

      A mayor inteligencia, mejor entendimiento; pero ambas cualidades de la mente necesitan de la memoria.

     La memoria, con toda su gran importancia real, no es ni mucho menos la mejor cualidad de la mente, pero es imprescindible para el desarrollo del conocimiento y por ende de la inteligencia (Que también se puede ampliar o desmejorar).

     Como en muchos ejemplos de la naturaleza, una cosa lleva a la otra, y al final casi no se sabe cual es más importante.

     Ante esa disyuntiva, creo que el entendimiento es la cúspide de la mente, ya que se alimenta tanto de la inteligencia como de la memora, patas de la mesa imprescindibles para mantener un equilibrio necesario.

      Por otra parte, la memoria, al ayudarse tanto de lo consciente como de lo subconsciente, amplifica, desmiente o confirma la  intuición que suele protagonizar la inteligencia, ya que esta se manifiesta como una  genial  resolución en base a una especie de adivinanza, que pese a que generalmente lleve razón en sus planteamientos, necesita de la memoria para confirmarlos; de todo ello nace a veces un conocimiento más o menos profundo de cualquier tema tratado, dependiendo entonces de los diferentes grados de calidad en esos tres valores.  

     Alguna vez intento congeniar conceptos muy diferentes en principio;  por ejemplo en este caso se me ocurre que  hablando de la inteligencia que a  veces demuestra un raciocionio incomprensible para el momento (como pueda ser la invención del fuego, la rueda, la elecricidad, la relatividad, la cuántica etc.), vendría a ser como lo de la evolución de las especies, ya que hasta hace bien poco se creía que la evolución consistía en la supervivencia de los individuos mejor adaptados al medio, pero hoy en día se acepta que el principal motivo de la evolución han sido las mutaciones inmediatas en determinados especímenes, que los capacitan para una mejor supervivencia en su misma generación, sin necesidad de la lenta evolución que determinaba Darwin.  

     Quiero referirme con ello a que quizás la inteligencia humana esté también sujeta a puntuales mutaciones, lo que la haría avanzar mucho más rápidamente que por la simple evolución.  

     “Ya se me ha olvdado por donde  iba….”       

    Responder
    • 1.1
      emilio silvera
      el 6 de octubre del 2012 a las 8:54

      Bueno, amigo, no importa que…  ”Ya se me ha olvdado por donde  iba….”  Las explicaciones anteriores son bastante claras y dejan de relieve criterios y pensamientos a tener en cuenta en el compendio total que, en realidad forman el binomio de la memoria con la inteligencia. La memoria suele ser la herramienta más valiosa de la inteligencia. Claro que, la memoria necesita de la información y de la experiencia. Ambas, quedan gravadas en la memoria y, más tarde, son utilizandas por la Inteligencia que de ellas, obtiene el mejor resultado.
      Y, desde luego, es cierto que, aparte de las posibles adaptaciones que podamos conquistando para acomnodarnos a nuestro entorno natural, lo cierto es que, seguramente, dichas adaptaciones no podrían ser posibles sin que antes, se pudieran haber producido esas mutaciones a las que haces referencia.
      Las mutaciones se van produciendo en nosotros de manera imperceptible, muy lentamente con el paso del tiempo y, nuestros organismos (también la mente) se van transformando al ritmo que el universo les marca, y, de tal manera es así que, los hombres y mujeres de épocas pasadas, aunque a simple vista no lo parezca, en realidad, eran muy diferentes a nosotros en ¡tántas cosas!
      Nuestra supervivencia está supeditada a todos esos parámetros que nombras: Inteligencia, memoria, adaptación, mutaciones que, en definitiva son todos los requisitos exigidos pora la evoloción que, sin mutación, no sería posible.
      ¡Qué complejidad! Quizá algún día podamos comprender, sin que medien dudas, todo lo que realmente está presente en nuestro devenir hacia el futuro que no siempre (por desgracia o suerte), podemos intuir. Es posible también que la Naturaleza (Sabia ella), sepa que no nos conviene saber más allá de lo que realmente necesitamos saber.
      Un abrazo amigo.

      Responder

Deja un comentario



Comentario:

XHTML

Subscribe without commenting