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¿El futuro? ¡Nadie lo sabe!

Autor por Emilio Silvera    ~    Archivo Clasificado en Catástrofes Naturales    ~    Comentarios Comments (16)

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La región de formación estelar S106

La estrella masiva IRS 4 comienza a desplegar sus alas. Nacida hace sólo unos 100.000 años, el material expulsado de esta estrella “recién” nacida ha formado la nebulosa llamada Sharpless 2-106 (S106) que se ve en la imagen. El gran disco de polvo y de gas que orbita la fuente infrarroja IRS 4, visible en rojo oscuro cerca del centro de la imagen, da a la nebulosa la forma de un reloj de arena o de una mariposa.

El gas de S106 cerca de 4 IRS actúa como una nebulosa de emisión ya que emite luz después de haber sido ionizado, mientras que el polvo lejano procedente de IRS 4 refleja la luz de la estrella central y, por tanto, actúa como una nebulosa de reflexión. El examen detallado de imágenes como ésta ha podido desvelar la existencia de cientos de estrellas enanas marrones de masa baja que rondan por el gas de la nebulosa. S106 se extiende unos 2 años luz y se encuentra a unos 2.000 años-luz de distancia en la constelación del Cisne.

En nuestra propia Galaxia, la Vía Láctea, ocurren suscesos que, de poder contemplarlos, no asombrarían por su inmensidad en diversos órdenes y nos maravillaría al ver, lo que la Naturaleza es capaz de hacer y las energías que se pueden generar al tiempo que se produce una acción creadora de objetos nuevos que llevan en sí mismo las huellas de lo que allí pasó. La misma imagen de arriba es altamente significativa en tal sentido.

 

 

 

 

El pasado día 9 podíamos contemplar aquí ésta misma imagen de la constelación de Orión y debajo de ella se podían leeer algunas explicaciones:

 

“En esta inmensa nube molecular que tan famasa es por su “cabeza de caballo”, o, mejor “caballito de mar” se encuentran moléculas que son esenciales para la vida  y hemos podido saber cómo llegaron ahí, por qué medios se pudieron transmutar a partir del sencillo hidrógeno y que caminos tuvieron que seguir en la evolución de la materia en los hornos nucleares de las erstrellas para que, de todo ese conglomerado de materiales complejos, puedan surgir nuevas estrellas y mundos y… ¿Vida?

La nebulosa pertenece a la Nube Molecular de Orión, localizada a una distancia de 1.500 años luz en la constelación de Orión. La nube también contiene objetos bien conocidos como la Gran Nebulosa de Orión (M42), la Nebulosa de la Flama y el Bucle de Barnard. Es una de las regiones de formación de estrellas masivas más cercanas y fáciles de fotografiar.”

Ahí, azuladas y masivas, situadas a la izquierda de la imagen en línea inclinada de arriba hacia abajo a la derecha, acercándose a la Cabeza de Cabaallo, podemos ver esas tres hermosas restrellas:  Alnilam, Alnitak y  Mintakaque constituyen el Cinturón de Orión.

Esta imagen compuesta muestra una imagen en rayos-X y otra óptica de Cassiopeia A (Cas A), un remanente de supernova en nuestra Galaxia ubicado a unos 11.000 años-luz de distancia. Estos son los restos de una estrella masiva que explotó hace unos 330 años, según el marco temporal de la Tierra. Los rayos-X de Chandra se ven en color rojo, verde y azul, junto con los datos ópticos del Hubble en color oro. En el centro de la imagen hay una estrella de neutrones, una estrella extremadamente densa creada por la explosión supernova.

 

 

               ¿Os imagináis lo que sería el choque violento de dos estrellas de neutrones altamente magnetizadas?

Las observaciones de uno de estos fenómenos ha proporcionado a los científicos evidencias del resultado de la colisión de dos estrellas de neutrones. que son los de estrellas masivas que han explotado tras agotar el combustible de su núcleo.  Según los científicos, durante varios días se produce un resplandor persistente, como se pudo ver en la misma ubicación de los GRB (fuente de rayos gamma) analizados, lo que supondría que en el lugar donde ocurren estos hechos, se habrían producido cantidades sustanciales de elementos pesados, entre ellos, oro. Pero en una colisión de estas características… ¿Qué más podría pasar?

http://www.starneutron.com/wp-content/uploads/2011/09/supernova-remnant.jpg

          Dos remanentes de supernova que tienen en sus centros estrellas de neutrones

Una estrella de neutrones posee varias masas solares pero, su densidad, es inmensa y su diámetro es sólo de unos 30 kilómetros de diámetro. Como consecuencia, un pedacito de una estrella de neutrones del tamaño de un terrón de azúcar pesaría lo mismo que toda la Humanidad. Las estrellas de neutrones contienen la materia más densa directamente observable. Su densidad viene a ser de unos 1017 Kg/m3, con lo cual, una cucharadita del material de una estrella de neutrones puede pesar 6000 millones de toneladas.

Están por todas partes, toda vez que como las enanas blancas y los agujeros negros, son la consecuencia de estrellas que llegaron al final de sus vidas y, dependiendo de sus masas, se transformaron en esos otros objetos densos, altamente radiantes, de inmensas fuerzas magnéticas y con energías y fuerzas gravitatorias “infinitas” según los casos. El Telescopio de rayos-X Swift de la NASA han detectado una estrella de neutrones situada a menos de 1.ooo años-luz de la Tierra.

Sabemos que las estrellas masivas consumen de manera voraz el combustible de fusión y sus vidas, son mucho más cortas que la vida de estrellas como el Sol que llegan a durar unos 10.000 millones de años y, las enanas rojas mucho más. Como el Universo tiene ya 13.700 millones de años, tenemos que suponer que son muchas las estrellas que han muerto y se han convertido en estrellas de neutrones y agujeros negros.

Supongamos por un momento que dos estrellas de neutrones altamente magnetizadas colisionan y en el brutal choque, ambas quedan destruídas, hechas pedazos que, sin control, salen disparados hacia distintas direcciones sin rumbo fijo. El suceso (que por otra parte no es nada raro en los muchos acontecimientos que en el Universo son), tuvo lugar hace ahora 6.000 año y sucedió a 1.800 años-luz de la Tierra.

Pasado el tiempo, uno de aquellos grandes pedazos producto de la colisión, un trozo de unos 8 km de diámetro, recorrió la distancia que le separaba de nuestro Sistema solar y se dirigió hacia nosotros cayendo en la Luna de manera violenta y enterrándose profundamente en ella.

Resulta que dicho trozo de aquella estrella de neutrones, tiene una masa mucho mayor que la de la Tierra y el material del que está hecho sigue altamente magnetizado, con lo cual, la Luna se transforma en un objeto mucho más pesado que el planeta que orbita y tiene ahora un núcleo magnético muy potente.

Colisión entre la Luna y su pequeña compañera

El suceso que más arriba relatamos está dentro de los posibles acontecimientos futuros y, si eso pasara… ¿Qué consecuencias tendría? Bueno, nada sería igual, una Luna más mpesada que la misma Tierra lo primero que haría sería acercarse más al planeta, toda vez que, su gravedad aumentaria y ambos cuerpos, la Tierra y la Luna, se atraerían mucho más. También las órbitas serían distintas, toda vez que el magnetismo del núcleo terrestre y el que generaría ese cuerpo extraño enterrado profundamente en la Luna, tendría efectos catastróficos para el clima de la Tierra, y, aparecerían sin ninguna razón aparente, intensas fuerzas magnéticas que incidirìan en el funcionamiento de todos los aparatos y maquinarias eléctricos.

http://www.ecoosfera.com/wp-content/imagenes/choque.jpg

Profundas e intensas descargas eléctricas se verían por todo el mundo y, las consecuencias, serían catastróficas para nosotros. De hecho, lo cambiaría todo y, con el tiempo, lo más posible sería que la Luna terminara acecándose más y más a la Tierra hasta colisionar con ella. No podemos saber si de dicha colisión surgiría un nuevo planeta y, si en ese planeta renovado podría existir la vida. Circula una vieja teoría por ahí que nos habla de un posible gran impacto que se pudo producir en el pasado lejano.

“La llamada “Teoría del gran impacto” fue presentada por primera vez en 1975. De acuerdo a diversos estudios, hace 4500 millones de años, cuando el Sistema Solar comenzaba a gestarse, un cuerpo llamado Theia impactó contra la Tierra. Debido al estruendoso choque, gran cantidad de escombro salió proyectado hacia el cosmos. Este material, producto del choque, habría dado vida a la Luna.”

Lo cierto es que, nuestra realidad es que estamos a merced de lo que el destino nos pueda deparar y nuestro futuro es impredecible. Acordáos de que no hace mucho tuvimos la visita de DA 14, aquel meteorito que nos pasó muy cerca y, por las mismas fechas, otro menor cayó en alguna parte de Rusia. En otros tiempos del pasado, algunos mayores también nos visitaron en Tunguska en Siberia.

Una misión de la NASA visitó Yucatán para promover que la zona de Chicxulub, donde hace 65 millones de años cayó un meteorito, sea declarada Patrimonio Científico de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO). Se cree que las consecuencias de aquel impacto provocó la extinción de más del cincuenta por ciento de todas las especies vivas del planeta que quedó, envuelto en una densa bruma duante más de diez años.

Sí, hablamos de estos acontecimiento pero, realmente, no pensamos en esa posibilidad como en algo que realmente nos pueda suceder a nosotros y, de alguna manera, tan “equivoda” manera de sentir, nos preserva de estar continuamente preocupados con esa posibilidad tan real como la vida misma.

http://www.eselfindelmundo.com/wp-content/uploads/2012/03/nave-espacial.jpg

Calco que también, existen otras posibilidades para estar preocupados y en las que tampoco pensamos mucho. ¿Quién nos puede asegurar que, en cualquier momento, no aparezcan inmensas naves venidas del espacio profundo, de otros mundos, a visitarnos quíen sabe con qué intenciones. Yo no apostaría por la bondad de seres venidos del espacio exterior.

“Siempre hemos creído ser los únicos, pero… ¿quien no nos dice que realmente somos unos cuantos entre muchos? El prestigioso científico Stephen Hawking, opinó sobre enviar mensajes al espacio exterior indicando que somos una raza “inteligente” y que vivimos en el planeta tierra. ¿Por qué? la respuesta es bastante sencilla, y su argumentación muy lógica: si existe alguien ahí fuera, serán muy parecidos a nosotros. Eso significa, que si por el motivo que sea están faltos de recursos, porque su planeta ha quedado exhausto, tomarán el nuestro por las buenas o por las malas… ¿creeis que podríamos hacer algo contra seres que han sido capaces de atravesar galaxias para encontrarnos? no sería como en las películas…”

El argumento de Hawking es pobre, toda vez que si esos hipotéticos seres inteligentes nos pueden visitar, demostrarían tener recursos muy avanzados y, siendo así, ¿que les impediría obtener esos recursos de miles de millones de planetas y lunas a su disposición? El argumento no es válido y, esperémos que, si alguna vez nos visitan (cosa que no debemos descartar), sea por motivos de otra índole como el intercambio de ideas científicas y otras cuestiones que nos lleven a conocernos mejor los habitantes del Universo.

Son muchas las cuestiones que nos deben preocupar y, la inversión de los polos magnéticos de la Tierra es una de ellas. Debajo de la imagen de arriba se puede leer “Científicos en EE.UU. han dado la voz de alarma: a la Tierra le aguarda un intercambio de polos magnéticos. Los investigadores llegaron a esta conclusión después de que se revelara que el núcleo de la Tierra crece de forma asimétrica debido a los procesos caóticos que tienen lugar en su interior.”

El fenómeno del campo magnético terrestre se debe al movimiento de convección del hierro y del níquel fundidos en el interior del núcleo terrestre exterior (que es líquido, a diferencia del núcleo interior), combinado con la rotación del planeta.
“Los académicos rusos Serguéi Tsygankov y Evgeniy Shemyákin afirman que si sucediera hoy, el fenómeno podría tener consecuencias desastrosas, ya que estaríamos expuestos a los vientos solares capaces de noquear las comunicaciones globales y redes de energía.

Además, varios expertos advierten que el sistema inmunológico de los animales, especialmente las aves, se vería muy afectado, ya que son muy dependientes de la polaridad magnética del planeta. Es más, el planeta podría experimentar una ola de cambios climáticos bruscos que, de hecho, ya estamos sintiendo. La capa de ozono se debilitaría al adaptarse a la nueva polaridad, prácticamente desaparecería y comenzaría a crearse nuevamente en el nuevo ciclo.”

Otros en cambio, no creen que las incidencias sean tan graves y que, salvo algunas anomalías, todo seguirá más o menos igual que ahora (no estaría yo tan seguro de eso en un proceso de tanta importancia como el intercambio de los polos magnéticos del planeta), lo que nos viene a decir que, con esa diversidad de opiniones contradictorias, otra vez, dejamos al descubierto nuestra ignorancia.
Con el trabajo que hoy dejo aquí, no he querido asustar a nadie y simplemente vengo a poner encima de la mesa, lo que podría pasar y que de hecho, en algunos casos ya pasó. Si nos situamos en esa realidad nos daremos cuenta de que no somos tan importantes como a veces creemos ser y que, nuestra fragilidad en el mundo y en el Universo, viene a ser la misma que podría tener una colonia de microbios situada en una pequeñacharca que, con el simple paso de un vehículo por mencima de ella, quedaría alterada de una manera irreversible.
emilio silvera