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¿Cerebro y Mente? ¿Inteligencia y Sabiduría?

Autor por Emilio Silvera    ~    Archivo Clasificado en La Mente - Filosofía    ~    Comentarios Comments (4)

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No acabamos de ponernos de acuerdo en el hecho de si, la sabiduría, o la competencia profesional o la pericia, también la Inteligencia, pueden ser catalogadas como categorías biológicas, pero lo son. La mayoría de la gente comprende, de forma general y vaga, que la mente es producto del cerebro, pero no siempre resulta fácil comprender lo íntima que es esta relación. Aunque acepte la conexión entre Mente y Cerebro en tanto quye proposición abstracta, la mayoría de las personas no llegan a entender ni asimilar de forma inmediataestas cuestiones del cerebro-mente-inteligencia-sabiduría, como sí lo hacen con las cuestiones más cotidianas.

En realidad, cuando hablamos de Mente y cerebro lo hacemos como parte de un vestigio pertinaz y recalcitrante que nos viene de lejos, cuando algunos estudiosos de la Filosofía como René  Descartes, proponían que mente y cerebrio estaban separados y que la Mente existe de manera independiente del cuerpo. Muchos son los libros que sobre el tema han sido escritos, algunos excelentes como: El error de Descartes, La Table rasa y otros muchos. La secular incapacidad para entender que la mente es producto del cuerpo inspiró la pintoresca imagen de la mente como el ente superior, inmaterial, que viviendo en el cerebro, en realidad era sensorialmente inmaterial y podía, estar fuera o dentro de nosotros para general ideas y pensamientos.

Las reglas de causa y efecto, tal como las aceptas, te han metido en el volumen de un cuerpo, y la duración de la vida humana. En realidad, el campo de la vida humana es abierto e ilimitado en su más profundo plano.

Tu cuerpo carece de edad y tu mente de tiempo. Una vez que te identifiques con esa realidad, que es congruente con la visión cuántica del universo, entraras en el nuevo paradigma, y tu conciencia, sé expanderá, cósmica y cuánticamente en fractales radiales exponenciales y dimensionales.

Al mirar el Microscopio electrónico, (Microcosmos) vemos como las partículas cuánticas se mueven, (virtualmente) a la velocidad de la luz, y si miramos al cielo y observamos las Estrellas, veremos la inmutabilidad del Macrocosmos. Cada uno habita en una realidad que se encuentra mas allá de todo cambio. En lo más profundo de nosotros, sin que lo sepan nuestros sentidos externos tridimensionales o físicos, existe un intimo núcleo del ser, un campo de inmortalidad, que crea la personalidad, él yo y el cuerpo. Este ser es nuestro estado esencial, es nuestra esencia (Alma), es quien realmente somos. Somos Almas en este inmutable escenario eterno.

El Tiempo existe solo como eternidad, el tiempo es Eternidad Cuantificada, es la temporalidad cortada por nosotros, en trozos o fragmentos, de tiempo que llamamos días, horas, minutos, y segundos. Lo que llamamos tiempo lineal es solo un reflejo de nuestro modo de percibir los sucesos o los cambios en que nos vemos envuelto en nuestro limitado sistema perceptual .

Si se pudiera percibir lo inmutable, el tiempo dejaría de existir tal como lo conocemos. Podemos empezar por aprender, a concebir y metabolizar lo Inmutable, la Eternidad, lo Absoluto, al hacerlo, estaremos listos para crear la fisiología de la Inmortalidad.

Si somos capaces de entrar en ese campo transcendente de superior nivel filofósifoco y hasta metafísico se podría decir, ya no creeremos en ese dualismo cartesiano entre cuerpo y mente…nos podremos deposajr de vestigios del pasado y llegar a comprender, con claridad meridiana que, la Mente es algo evolucionado dentro de nuestro cuerpo que ha sido puesta ahí por mecanismos del universo que no hemos podido llegar a entender pero que, de todas formas intuimos que, la conexión entre ambos, Mente y Universo, es tan real como la vida misma.

Los mecanismos del Universo hizo posible el surgir de la Vida y, en alguna de sus modalidades (seguro que exioten muchas más) se plasmó esa simbiosis primera de Cuerpo y Mente que haría posible la evolución de la segunda para que, después de algunos miles o millones de años, pudiera alcanzar el zenit en individuos que eran poseedores de rasgos e ingredientes predeterminados de personalidad e inteligencia, empuje y energía, la capacidad para entender lo que otros no entienden, el poder fijarse objetivos a largo plazo que requerían de un talento innato y especial que no era posible adquirir sino que se nace con él. Es el destino biológico de unos pocos que, a pesar de su talento, sí necesitaron del empuje y la ambición y, finalmente, los triunfosd, llegaban como frutos del esfuerzo individual.

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Al fin y al cabo todo el mundo acepta que el esfuerzo solo no basta para convertirse en un Mozart, un Shakesperare o un Ramanujan. Para subir esa escalera que te llevará a la cumbre, principalmente, el ingrediente necesario será el Talento, la Sabiduría y, de vez en cuando, se agreaga un poquito de suerte o azar.

Claro que la Sabiduría es una buena noticia para todos nosotros. Si alguien la posee, siempre tenderá a exponerla a los demás para que, de una u otra forma podamos disfrutar de ella aunque sólo sea a través de la admiración hacia el Sabio que no la muestra pero, en realidad, en el último momento, lo que deseamos es apropiarnos de algo de esa sabiduría para nosotros. ¡Necesitamos saber!

Es el saber popular de todas las Sociedades a lo alrgo de la Historia, la sabiduría siempre ha sido asociada con los ancianos. La sabiduría ha sido el más preciado bien y, en torno a ella, todos nos hemos puesto en coro a escuchar esas palabras sabias que nos indicaban el camino a seguir.

¿Qué es la realidad?, ¿Como la definimos?, ¿Cuántas realidades hay?, ¿Cada uno de nosotros tiene su propia realidad?¿Qué realidad nos transmite el Universo en nuestro Mundo, será distinta a realidades de otros Mundos? ¿Es una realidad la cuántica? ¿Existen realidades que no podemos percibir? La realidad va en función de la percepción que se tenga de ella, y esta forma parte de la Conciencia. Nuestra conciencia actual es un condicionamiento de nuestra visión del mundo actual y colectivo, es la que nos enseñaron nuestros padres, maestros, la sociedad, gobierno y religiones. A esta manera de ver y entender el mundo, pertenece el antiguo paradigma. Y, como nos diría Tom Wood, necesitamos nuevos paradigmas para poder entender la “realidad” de la Naturaleza.

Es cierto que, algunas veces, cuando profundamente pensamos en todos estos conceptos, llegamos a la conclusión de que la realidad no existe, y, si entramos en el mundo de la filosófía podríamos argumentar que nunca nadie ha podido “ver” un pensamiento y, sin embargo, ¿cuántos generamos durante nuestras vidas?

    A partir del mundo físico podemos señalar los signos que emitimos desde el mundo mental

El mundo físico, incluido nuestro cuerpo, es una reacción del observador. Creamos el cuerpo según creamos la experiencia de nuestro mundo.En su estado esencial (microcósmico), el cuerpo está formado de energía e información, y no de materia sólida. Esta energía e información, surge de los infinitos campos de energía e información que abarcan todos los universos. La mente y sus cuerpos, desde el físico hasta el espiritual y sus múltiples manifestaciones multidimensionales, son inseparablemente uno, o sea la unidad YO SOY.

Esta unidad Yo Soy, la separaremos en dos corrientes de experiencia. La experimentamos primero como corriente subjetiva, como pensamientos, ideas, sentimientos, deseos y emociones. La corriente objetiva la experimentamos como el cuerpo físico, mas sin embargo en un plano mas profundo, las dos corrientes se encuentran en una sola fuente creativa, y es a partir de esta , desde donde realmente nos manifestamos y tenemos nuestro ser.

La bioquímica del cuerpo es un producto de la conciencia, las creencias, los sentimientos, las emociones, los pensamientos e ideas, crean reacciones que sostienen la vida en cada célula. La percepción parece como algo automático, pero esto es un fenómeno aprendido, si cambias tu percepción, cambias la experiencia de tu yo , y por ende de tu mundo.

Por supuesto, todos sabemos el dilema del observador en la cuántica. Se trata del enigmático principio de incertidumbre que nos impide medir una partícula sin afectar el resultado. Es posible conocer una cosa, más no la otra. Por mucho tiempo, Copenhague fue el modelo que rigió ese conocimiento específico de la cuántica pero ya existe otro. Tenemos el experimento del físico John Cramer que basó su modelo en la teoría de radiación electromagnética de Wheeler-Feynman y predice los resultados de los experimentos cuánticos tan bien como el “viejo” modelo lo hace. Lo más atractivo: el observador no tiene ningún papel especial en el resultado.

Los humanos seguimos afianzándonos a todo lo que nos ponga en el centro de las cosas. Los fenómenos que no pueden ser explicados nos excitan y hemos estado usándolos para justificar a nuestros dioses desde que descubrimos que podemos producir ilusiones para tapar nuestra ignorancia. Cada vez que algo es explicado, movemos nuestras pertenencias hacia el próximo misterio; y cuando ese enigma revela sus mecanismos nos pasamos a otro. No es la ausencia de evidencia lo que mortifica al creyente que propone afirmaciones extraordinarias como verdaderas, son las evidencias del otro, del científico en el laboratorio; él lo obliga a buscar otra casa y mudarse donde no haya iluminación.

Lo cierto es que, creamos nuestra propia realidad dentro de otra realidad más grande que resulta ser el UNIVERSO.

Claro que, esa sabiduría a la que antes me refería nos debería llevar hasta propósitos superiores, incluso de una célula podríamos aprender: Cada Célula del cuerpo acuerda trabajar por el bien del Todo; el Bienestar individual es secundario. Si es preciso, morirá para proteger al cuerpo (Lo que ocurre con frecuencia). La vida de cualquier célula es muchísimo más breve que la nuestra. Las celulas de la piel mueren por cientos cada hora, al igual que las inmunológicas que combaten los microbios invasores. El egoísmo resulta inconcebible, incluso cuando la supervivencia de las células está en juego.

¿Por qué no hacemos nosotros lo mismo? ¿Acaso no hemos finalizado nuestro proceso de Humanización, o, por el contrario, simplemente se trata de que somos así. Seres egoistas en los que prima lo individual y el YO, contra el NOSOTROS, como Ente principal. Hay una cuestión que me da algo de esperanza: Cuando hablamos de nuestros hijos, de nuestro ser Amado…El Yo se queda detrás y prevalecen esos valores que, en realidad, son los que nos ditinguen y nos hacen grandes.

Bueno, pero ¿no estaba hablando de la Mente, la Sabiduría y la Inteligencia? Sí, es posible. Sin embargo, todo siempre viene a desembocar en lo mismo: Nosotros y el Universo.

emilio silvera

 

  1. 1
    Antonio Salguero
    el 8 de septiembre del 2013 a las 16:18

    ___Hola Emilio, un gusto platicar contigo.
    ___Respecto del artículo, pues coincido en que necesitamos, más que un nuevo paradigma (porque a la inmensa mayoría les parece imposible), lo que necesitamos es “una nueva comprensión de nuestra realidad como seres humanos. Es decir, debemos des-andar varios de los caminos que la cultura y la educación nos ha impuesto, y que necesariamente deben ser abandonados y reemplazados por nuevas y mejores comprensiones.
    ___A saber:
    ___La “Mente pensante” no es producto del cerebro. Pasa por sus neuronas en la expresión final, pero no es el cerebro quién la genera. Existe una parte de la mente que sí es (SÍ ES) producida por el cerebro. Coloco un ejemplo. Los sentimientos no son propios del cerebro, en cambio las emociones si lo son. Esa es una pequeña diferencia entre la mente pensante y la mente cerebral.
    ___Existe al menos otra realidad, es decir, aquella de la cual provenimos como sujetos pensantes sin cuerpo orgánico. Y también está esta realidad dimensional donde algunas cosas son visibles en formatos físicos palpables. La experiencia planetaria es solo un momento para adquirir sabiduría y trascender nuestra humanidad condicionada por los genes del cuerpo.
    ___No quedan claras las explicaciones de la unidad del Yo Soy y de la bioquímica del cuerpo, pues separarlas más adecuadamente requiere una resignificación de la idea de la vida existente luego de la muerte y de la encarnación temporal en un cuerpo humano para el aprendizaje y la evolución.
    ___Un abrazo

    Responder
    • 1.1
      emilio silvera
      el 9 de septiembre del 2013 a las 5:37

      ¡Hola, Antonio!
      Está claro que has pensado profundamente en el tema cuerpo-mente y has sacado tus propias conclusiones. Lo cierto es que la cosa no es nada fácil y, como bien sabes, los grandes filósofos del mundo en todos los tiempos han hecho trabajar el cerebro hasta echar humo, tratándo de despejar todas esas incognitas que subyacen en el Ser consciente y que, hasta el momento, no hemos podido despejar con la claridad que sería deseable.
      El surgir de la conciencia en seres como nosotros es, ¡un gran secreto que la Naturaleza esconde! No hemos podido desvelar con claridad toda esa complejidad que está unida al cerebro y tampoco sabemos, a ciencia cierta, lo que la mente es. Emociones, pensamientos, sentimientos, ideas y complejos “planes” que nos llevan a estructurar soluciones a problemas planteados, como por ejejmplo, enviar una nave espacial robotizada a otro mundo para que desde allí, nos envíe datos y sepamos, de esa manera, lo que físicamente nos está vedado.
      Está claro que nuestra andadura en este mundo ha sido compleja y hemos podido desarrollar el cerebro a base de vivencias. Esas experiencias nos llevó a “pensar” en la manera de huir de las fieras, a resguardarnos del frío y la lluvia en las grutas naturales primero y en las rústicas viviendas después. Poco a poco, nuestros cerebros han ido evolucionando con el mundo que nos acoge, ya que, como hemos llegado a saber, todo cambia y nada permanece y, nosotros, no somos ninguna excepción en este Universo de energía y constantes cambios.
      A decir verdad, debemos retrotraernos en el tiempo y viajar a lugares remotos en la noche de los tiempos, a lugares ignotos en los que las estrellas comenzaron a fabricar esos materiales que, miles de millones de años después, se constituyeron en estructuras complejas de las que, un protoplasma vivo hizo posible el surgir de células vivas, el primer paso que posibilitó la presencia de la vida en el Universo de la mano de la bio-química de las estrellas y los mundos.
      Todos nosotros y, posiblemente otros muchos seres instalados en mundos lejos del nuestro, somos el producto de una evolución de la materia que, partiéndo de su presencia más sencilla (creo que en aquella primera fase podría haber sido algo más sencillo que el hidrógeno), se transformó en otras muchas más complejas que se combinaron en la debida proporción para que todo aquello pudiera ser una realidad tangible y, como dijo el sabio: “el universo nos trajo aquí para poder observarse así mismo”.
      Ahondar demasiado en lo que pueda ser el binomio cerebro-mente… ¡No podemos! Nuestro intelecto no llega a tanto y, poco a poco, tratamos de desvelar ese gran secreto que, seguramente será, el más grande que la Naturaleza, celosamente esconda a nuestros conocimientos, toda vez que, si supiéramos el cómo y el cuando de esa “verdad”, sabiendo como somos, trataríamos de cambiar las cosas y utilizar, esos conocimientos de una manera poco conveniente.
      Dejémos que la Naturaleza siga su curso y, nosotros, sabremos cuando tengamos que saber, en el  momento y tiempo adecuados para ello. Mientras eso llega, seguiremos elucubrando mil conjeturas de lo que pudo y podrá ser, sin que ninguna de ellas, pueda llegar a desvelar el misterio.
      Un saludo cordial amigo.

      Responder
      • 1.1.1
        Antonio
        el 12 de septiembre del 2013 a las 2:28

        ___Hola Emilio.
        ___Gracias por tus palabras.
        ___Si bien es cierto que ambos tenemos algunas diferencias de criterios respecto de la evoluciòn y del tema cerebro-mente, la cuestiòn no es menor. Es cierto, todo depende desde el àngulo de informaciòn que disponemos.
        ___En lo particular, me ha servido de mucho leer un libro que se “Existiò otra Humanidad”, que es del autor JJ. Benitez. Un libro donde èl realiza una extensa entrevista al Dr Javier Caberea Darquea (Perù), y donde hace notar el increìble relato que surge del estudio de las “Piedras de Ica”. Libro que os recomiendo leer. 
        ___Dejo aquì el link:  http://www.regionignota.com/Textos/Existio_Otra_Humanidad.pdf
        ___Respecto de la mente y de otras realidades… bueno… ya platicaremos al respecto con algo màs de tiempo.
        ___Me despido de tì con un càlido abrazo.
        Atentamente
        Antonio 

        Responder
        • 1.1.1.1
          emilio silvera
          el 12 de septiembre del 2013 a las 5:32

          Amigo Antonio.
          De la misma manera nos despedimos con la calida sensación de haber realizado un intercambio de pareceres que, si no son iguales, al menos quedan ahí, en el aire para hacernos pensar. En todos los fenómenos que no llegamos a comprender, tenemos que oir a unos y a otros, reunir toda la información posible y… ¡fiable! para, al final, hacer un juicio justo del los hechos que nos lleven a esquematizar un modelo plausible de lo que podría ser.
          En relación a la vida, es mucho lo que no sabemos y hablar alegremente de “ella”, no parece muy científico. Lo cierto es que la Naturaleza consintió en su presencia y no sólo eso, sino que puso todos los medios necesarios para que viniera.
          Ahora, nos toca a nosotros averiguar cómo lo hizo y para qué.
          Un saludo cordial amigo.

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