Oct
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¡El Origen del Universo! ¿Cómo puedo saberlo yo?
por Emilio Silvera ~ Clasificado en El Universo ~ Comments (10)
¿Dónde estabas tú cuando yo puse los cimientos de la Tierra? Dilo si tienes entendimiento. Claro que a esta pregunta, lo único que podríamos contestar sería: ¿Quién sabe realmente? La especulación sobre el origen del universo es una vieja actividad humana que está sin resolver, ya que, pretendemos saber algo que no sabemos si llegó a ocurrir, toda vez que incluso, podría ser, que el universo esté aquí desde siempre. Y, si llegó como algo nuevo, tampoco sabemos, a ciencia cierta, cómo y de dónde lo hizo. Pero, nosotros, los humanos, no dejamos de especular con esta cuestión de compleja resolución y dejamos volar nuestra imaginación en forma de conjeturas y teorías que, no siempre son el fiel reflejo de lo que pudo pasar que, de momento, permanece en el más profundo anonimato.
Claro que, la Humanidad y el Universo están tan juntos, tan conectados que, sería imposible que no hablaran de él, y, sobre todo, que no tratataran de saber su comienzo (si es que lo hubo) y, hurgar en su dinñamica para poder entender nuestra presencia aquí junto con las estrellas de las que procedemos y de las galaxias que son las villas del Universo que alojan a cientos de millones de mundos habitados que, como la Tierra, tienen otras criaturas que tambien, ellas se preguntan por el principio y el final para poder conocer sus destinos.
Algunos nos dicen que el Universo surgió de la “Nada” y, está claro que la Nada no puede existir y, si surgió es porque había, con lo cual, la Nada queda invalidada. Pero, si hubo un suceso de creación, ¿que duda nos puede caber de que tuvo que haber una causa? Lo cierto es que, en las distintas teorías de la “creación” del universo, existen muchas reservas.
No obstante tales reservas, unos pocos científicos trataron de investigar la cuestion de cómo pudo haberse originado el universo, aunque admitiendo que sus esfuerzos quizás eran “prematuros”, como dijo Weinberg con suavidad. En el mejor de los casos, contemplado con una mirada alentadora, el trabajo realizado hasta el momento, parece haber encendido una lámpara en la antesala de la génesis. Lo que allí quedó iluminado era muy extraño, pero era, en todo caso, estimulante. No cabía descubir algo familiar en las mismas fuentes de la creación.
Hemos podido contemplar como en la Nebulosa del Águila nacen nuevas estrellas masivas. Sin embargo, no hemos llegado a poder saber, con certeza como surgió el Universo entero y de dónde y porqué lo hizo para conformar un vasto espacio-tiempo lleno de materia que evolucionaría hasta poder conformar las estrellas y los mundos en enormes galaxias, y, en esos mundos, pudieron surgir criaturas que, conscientes de SER, llegaron desde un nivel animal rudimentario, hasta los más sofisticados pensamientos que les hicieron preguntarse: ¿Quiénes somos, de dónde venimos, hacia dónde vamos? Y, esas preguntas, realizadas 14.000 millones de años después del comienzo del tiempo, y junto a la pregunta del origen del Universo, todavía, no han podido ser contestadas. Nuestro intelecto evoluciona pero, sus límites son patentes.
Una estrella que se forma en la Nebulosa comienza siendo protoestrellas y, cuando entra en la secuencia principal, brilla durante miles de millones de años dutante los cuales crea nuevos elementos a partir del más sencillo, el Hidrógeno. Los cambios de fase que se producen por fusión en el horno nuclear de las estrellas, son los que han permitido que existieran los materiales necesarios para la química de la vida que, al menos hasta donde sabemos, no apareció en nuestro planeta Tierra, hasta hace unos 4.o0o millones de años, y, desde entonces, ha estado evolucionando para que ahora, nosotros, podamos preguntas, por el origen del universo.
Los científicos han imaginado y han puesto sobre la mesa para su estudio, dos hipótesis, la llamada génesis del vacío, y la otra, génesis cuántica y ambas, parecían indicar mejor lo que el futuro cercano podía deparar al conocimiento humano sobre el origen del Universo.
La Génesis de vacío: El problema central de la cosmología es explicar como algo msurge de la nada. Por “algo” entendemos la totalidad de la materia y la energía, el espacio y el tiempo: el universo que habitamos. Pero la cuestión de lo que significa NADA es más sitíl. En la ciencia clásica, “nada” era un vacío, el espacio vacío que hay entre dos partículas de materia. Pero esta concepsión siempre planteaba problemas, como lo atestigua la prolongada indagación sobre si el espacio estana lleno de éter, y en todo caso no sobrevivió al advenimiento de la física cuántica.
El vacío cuántico nunca es realmente vacío, sino que resoba de partículas “virtuales”. Las partículas virtuales pueden ser concebidas como la posibilidad esbozada por el principio de indeterminación de Heisenberg de que una partícula “real” llegue en un tiempo determinado a un lugar determinado. Como las siluetas que salen de pronto en un campo de tiro policial, representan no sólo lo que es sino también lo que podría ser. Desde el punto de vista de la física cuántica, toda partícula “real” está rodeada por una corona de partículas y antipartículas virtuales que borbotean del vacío, interaccionan unas con otras y luego desaparecen.
Las ondas fluctúan de forma aleatoria e impredecible, con energía positiva momentáneamente aquí, energía negativa momentáneamente allí, y energía cero en promedio. El aspecto de partícula está incorporado en el concepto de partículas virtuales, es decir, partículas que pueden nacer en pares (dos partículas a un tiempo), viviendo temporalmente de la energía fluctuacional tomada prestada de regiones “vecinas” del espacio, y que luego se aniquilan y desaparecen, devolviendo la energía a esas regiones “vecinas”. Si hablamos de fluctuaciones electromagnéticas del vacío, las partículas virtuales son fotones virtuales; en el caso de fluctuaciones de la gravedad en el vacío, son gravitones virtuales.
Claro que, en realidad, sabemos poco de esas regiones vecinas de las que tales fluctuaciones toman la energía. ¿Qué es lo que hay allí? ¿Está en esa región la tan buscada partícula de Higgs? Sabemos que las fluctuaciones de vacío son, para las ondas electromagnéticas y gravitatorias, lo que los movimientos de degeneración claustrofóbicos son para los electrones. Si confinamos un electrón a una pequeña región del espacio, entonces, por mucho que uno trate de frenarlo y detenerlo, el electrón está obligado por las leyes de la mecánica cuántica a continuar moviéndose aleatoriamente, de forma impredecible. Este movimiento de degeneración claustrofóbico que produce la presión mediante la que una estrella enana blanca se mantiene contra su propia compresión gravitatoria o, en el mismo caso, la degeneración de neutrones mantiene estable a la estrella de neutrones, que obligada por la fuerza que se genera de la degeneración de los neutrones, es posible frenar la enorme fuerza de gravedad que está comprimiendo la estrella.
Una cosa sí sabemos, las reglas que gobiernan la existencia de las partículas virtuales se hallan establecidas por el principio de incertidumbre y la ley de conservación de la materia y de la energía.
En un nuevo estudio, un grupo de físicos ha propuesto que la gravedad podría disparar un efecto desbocado en las fluctuaciones cuánticas, provocando que crezcan tanto que la densidad de energía del vacío del campo cuántico podría predominar sobre la densidad de energía clásica. Este efecto de predominancia del vacío, el cual surge bajo ciertas condiciones específicas pero razonables, contrasta con la ampliamente sostenida creencia de que la influencia de la gravedad sobre los fenómenos cuánticos debería ser pequeña y subdominante.
Claro que, hablar aquí del vacío en relación al surgir del universo, está directamente asentado en la creencia de algunos postulados que dicen ser posible que, el universo, surgiera de una Fluctuación de vacío producida en otro universo paralelo y, desde entonces, funciona de manera autónoma como un nuevo universo de los muchos que son en el más complejo Metaverso.
Inmediatamente después de que la llamada espuma cuántica del espacio-tiempo permitiera la creación de nuestro Universo, apareció una inmensa fuerza de repulsión gravitatoria que fue la responsable de la explosiva expansión del Universo primigenio (inflación(*)).Las fluctuaciones cuánticas del vacío, que normalmente se manifiestan sólo a escalas microscópicas, en el Universo inflacionario en expansión exponencial aumentaron rápidamente su longitud y amplitud para convertirse en fluctuaciones significativas a nivel cosmológico.
En el Modelo corriente del big bang que actualmente prevalece y que, de momento, todos hemos aceptado al ser el que más se acerca a las observaciones realizadas, el universo surgió a partir de una singularidad, es decir, un punto de infinita densidad y de inmensa energía que, explosionó y se expansionó para crear la materia, el espacio y el tiempo que, estarían gobernados por las cuatro leyes fundamentales de la naturaleza:
Fuerzas nucleares débil y fuerte, el electromagnetismo y la Gravedad. Todas ellas, estarían apoyadas por una serie de números que llamamos las constantes universales y que hacen posible que nuestro universo, sea tal como lo podemos contemplar. Sin embargo, existen algunas dudas de que, realmente, fuera esa la causa del nacimiento del Universo y, algunos postulan otras causas como transiciones de fase en un universo anterior y otras, que siendo más peregrinas, no podemos descartar.
Nosotros, estamos confinados en el planeta Tierra que es un mundo suficientemente preparado para acoger nuestras necesidades físicas, pero, de ninguna manera podrá nunca satisfacer nuestras otras necesidades de la Mente y del intelecto que produce imaginación y pensamientos y que, sin que nada la pueda frenar, cual rayo de luz eyectado desde una estrella masiva refulgente, nuestros pensamientos vuelan también, hacia el espacio infinito y con ellos, damos rienda suelta a nuestra más firme creencia de que, nuestros orígenes están en las estrellas y hacia las estrellas queremos ir, allí, amigos míos, está nuestro destino.
El Universo es grande, inmenso, casi infinito pero, ¿y nosotros? Bueno, al ser una parte de él, al ser una creación de la Naturaleza, estamos formando parte de esta inmensidad y, precisamente, nos ha tocado desempeñar el papel de la parte que piensa, ¿tendrá eso algún significado?
Yo, no lo sé… Pero… ¿¡Quién sabe realmente!?
emilio silvera
el 5 de septiembre del 2012 a las 0:29
Desde luego, que nadie se interese por un comentario no es nada halagüeño, pero que alguien exprese no estar de acuerdo con él y encima te insulte, aunque al lado lo disimule con el circulito de la sonrisa, ya es para preocuparse.
La cosa ocurre en Ciencia Kanija, y sin darle la importancia que su protagonista seguramente tampoco le diera, no deja de ser sintomático… Pobres expresiones, que serán a la moda de algunos, pero que a otros nos confunden.
Seguro que a Emilio tampoco le parecerá muy decente.
No lo dudo, virtual amigo. Que lo eres.
el 5 de septiembre del 2012 a las 6:04
Amigo mío:
Lo que comentas también me llamó la atención a mí en aquel lugar, ya que, en más de una ocasión he tenido (no pudiéndome aguantar) que llamar la atención a algunos individuos que, más que visitar lugares así y decir barbaridades contra otros contertulios (todos somos libres de expresar nuestras ideas sobre el tema de que se trate), lo que deberían hacer es regresar al Colegio para que les enseñaran un poco de educación, aunque, pensándolo bien, el lugar adecuado para aprender esa disciplina de urbanidad y sociabilidad, en realidad está en casa de cada cual.
No se ahora a que comentario te estarás refiriendo en este caso pero es igual, ha pasado y sigue pasando de vez en cuando y, la verdad, es una lástima que cosas así ocurran a estas alturas y más, en lugares que lo único que se puede tratar es sobre cuestiones científicas y que, no parece que sea el lugar más adecuado para salidas de tono y soeces/ordinarios comentarios de algunos.
Pero, como dijo aquel, ¡hay gente para todo! Y, no darle importancia a esos lances, es como consentirlos y darle más campo para que sigan, precisamente por eso cuando me topo con alguno, no los soporto y les digo lo que pienso.
Estamos, como siempre, estimado amigo, muy de acuerdo.
Un saludo cordial.
el 5 de septiembre del 2012 a las 15:46
Como se suele decir en nuestra tierra, “Ladran, luego cabalgo”; a lo que se podría añadir: “Insultan, luego tengo (algo al menos) razón.
De todas formas, el insulto creo que ha sido liviano; tanto como para poder dejarlo pasar sin más consecuencias.
Sobre el fondo de absolutamente todos los comentarios, a mi forma de ver las cosas, se me aparece la idea (una idea recalcitrante), de que pese a que la verdad intrínseca sea solo una, es tan variada, inteligente y rebuscada la controversia, que intenta y consigue muchas veces, que esa verdad en último término no lo fuera. Eso suele desembocar en que al final, quien obtenga el beneplácito del lector, dependerá de diversos factores que muchas veces no tendrán nada que ver con el “meollo” de la cuestión, sino con oratorias fáciles y “llamadas”, a un auditorio, que tristemente reacciona sintéticamente ante ciertos postulados, a lo que se podrían añadir multitud de técnicas, como la de la aproximación a la verdad, la de la verdad mutilada, la de la omisión de detalles fundamentales que hacen variar enormemente la esencia del tema tratado, etc. etc.
Lo que quiero decir, para que todo el mundo mundial lo entienda(Quiero decir para explicarme mejor), es que, a veces, es más influyente una buena oratoria, que una verdad simplemente expresada.
Y podríamos decir: “Pero la verdad es una y solo una”; a lo que yo particularmente diría: “Sí, la verdad es solo una, pero casi nunca podemos demostrarla fehacientemente; o bien por falta de pruebas o bien por falta de habilidad para defenderla, (Lo que desgraciadamente nos suele ocurrir), con el resultado de que la mayor parte de las veces, personas con absoluta falta de razón, logran llevársela ante un público (amador sobre todo de la oratoria), entregado a palabras fáciles pero inteligentemente llevadas para impresionar a mentes necesitadas de apoyo).
Y más vale que lo deje, que como pasa más de una vez, me estoy metiendo en honduras que pudieran ser malinterpretadas…
Pero, Fandila,…¡Sigue cabalgando!
el 5 de septiembre del 2012 a las 20:04
La verdad, amigo kike, ahora que nos nos oye nadie, es, que el comentario que dio origen, era deaafortunado. Pretender un poco de humor, con el doble sentido, no todo el pundo lo digiere de la misma forma, y tocar temas interpretables desde muchos aspectos (Filosofía en este caso), corre ese riesgo. La cosa da pie a que se diversifique y algunos oportunistas quieriran sacar tajada. Y es muy comprensible….
Mi comentario era desafortunado, no hay por qué darle vueltas.
Un cordial saludo
el 5 de septiembre del 2012 a las 0:45
Cómo saber el origen. Menuda empresa, ni acumulando indicios sin parar como un policia.
Todo es tan grande, que ni acotándolo de los infinitos. Una teoría para tanto no será posible, pues por muy lógica que pueda parecernos solo se parecerá con lo conocido, pero para nosotros tan limitados, por ahora pudiera ser suficiente.
Cordiales saludos
el 5 de septiembre del 2012 a las 6:13
Cierto amigo, la “Empresa” se nos va de las manos y, hemos conseguido lo que hemos podido. Nuestras explicaciones de la Naturaleza siempre serán inadecuadas, aunque sólo sea porque es la diferencia ente la idea y la realidad lo que hace posible la idea. Podemos dar por sentado que la Naturaleza siempre conservará la cualidad misteriosa y mágica que surge del contraste entre sus innumerables esplendores y las limitaciones de nuestras metáforas.
No pocas veces las cosas nos parecen extrañas y difíciles de entender y, en realidad, tal percepción tan sólo es debida a nuestra ignorancia que no nos deja ver su sencillez. De todas las maneras, si pensamos en nuesta juventud (la de nuestra especie que es una recien llegada), no podemos quejarnos de los logros alcanzados en el ámbito de las distintas disciplinas científicas.
Podemos hablar de muchas cuestiones y explicar algunas en las que subyace cierta complejidad. Es cierto, no podemos conocer algunos enigmas que están profundamente escondidos en las lejanias del Tiempo, ese tiempo primero en el que, nadie estaba aquí para poder contarnos lo que pasó y, deducirlo…no será fácil.
Un abrazo.
el 5 de septiembre del 2012 a las 15:59
Leyendo el último comentario (mentira cochina, que no lo entiendo), veo que nuestro amigo y afamado contertulio Zephiros hace ya mucho tiempo que no nos visita; al menos no comenta.
Si lees esto Zephiros, te mando un afectuoso saludo, con la rogatoria de que nos digas algo, que, hablando en boca de muchos lectores de esta página, se agradecen los comentarios de personas tan entendidas como humanas….
el 5 de septiembre del 2012 a las 23:39
En principio los imponderables para el conocimiento no están en nosotros, que nuestra lógica funciona, mejor que duda cabe que nuestros sentimientos.
Encontrar el origen del Universo depende de que se entienda por Universo, si algo ilimitado o algo concreto, cuyos limites estan “detrás de la puerta”. De referirnos a un origen como el de la Tierra, pongamos por caso, el inconveniente es relativamenete mucho menor, e igual ocurre para un universo parcial, concreto, como se dice que sea el nuestro. ¿Cuales son los limites, hoy por hoy cómo lo podríamos saber?
La parcelación de lo que existe, es una metodología que nos es propicia para abarcar poco poco lo inconmensurable, pero al mismo tiempo nos dificulta una visión global.
El origen del Universo (Este universo parcial) que se admite casi como un dogma, el Big Bang, bajo mi punto de vista no hay por donde cogerlo. Pero a cualquier otra teoría, por más acertada que nos pueda parecer, le ocurre tres cuartos de lo mismo, y en ello normalmente existe la división de opiniones, predominará la más extendida, la que más adeptos tenga. Eso significa que ninguna de ellas es evidente. La no evidencia quiere decir eso precisamente, que no podemos ver más alla de donde podemos. Si se considera, además, lo ilimitado de un origen en el espacio y en el tiempo, la teoría solo puede llevarnos a una aproximación, tan grande como se quiera pero nunca a una certeza.
Pensar en un punto de infinita concentración de energía (No que tienda a la infinita concentración que es muy distinto) no se sostiene, ¿Cuales serían las causas para esa concentración? ¿Una infinita concentración espontanea? En base a qué. A la idea de un Dios fuera del tiempo y del espacio. Qué significaria Dios. El mayor de los misterios.
Por si fuera poco una gran explosión. Por qué esa explosión y a qué motivo. Algo que se concentra, lo estará por que hay algo desde el ecxterior que se lo procura (Como ocurre a una estrella), pero si además, como se argumenta, en el tal origen no existía ni el espacio ni el tiempo, de qué se está hablando, de otro misterio, y de los grandes. Por si fuera poco, ¿cuales serían las reacciones internas de esa aglomeración, por decir algo, para que pudiera presionar sobre su “corteza” en una explosión, y vencer, cuál presión externa? Y es que, además, esa “oscurísima materia” no tiene visos de que pudiera reaccionar de una manera tan tumultuosa y en un tiempo tan breve (Comparemos con el agujero negro), que por lo visto decidió hacerlo todo de un golpe y “quedarse a gusto”
Por el contrario la solución de bigbanes múltiples (Pero de otro tipo:evolución “normal” expansiva) a partir de una materia tendente a la infinita fragmentación en un espacio tendente al infinito, para mi es más lógica, pero también ha de presentar problemas que no podemos resolver debidos a su “oscuridad”.
Ambas concepciones para el origen pueden ser asimilabres con la “casi nada”, si se contempla desde nuestra dimensión, pero de una casi nada casi aparente y relativa, pues en el conjunto su energía es más tendente al infinito que a la nada. Y decir tendente al infinito nos da idea de la eternidad que nunca se concreta o del espacio que nunca sería lo suficientemente grande.
El origen de la expansión no puede achacarse una explosión de ningún tipo, como tampo la reconcentración a un implosión. La epansión es la forma natural en que se expresa la materia en razón del movimiento, y otro tanto puede decirse de la concentración, que vienen a ser lo mismo pero al contrario. Un gas libre tiende a expandirse por sí mismo. Sin embargo habrá de expandirse en un medio, el que sea. Ello supone que la fragmentación, en sucesivas dimensiones hacia abajo han de ir en consonancia con la tendencia al infinito profundo para abarcar cualquier dimensión.
Todo esto queda bien como teorías y conceptos, pero cómo confirmarlo, si posiblemente cada dimensión posea sus propias leyes. Por mucho que todas se deriven de otras fundamentales, ¿Cómo saber las correspondientes a cada uno? Salvo que pudiera establecerse una correspondencia estadistica o del tipo que sea. Pero si apenas conocemos dos, como aquel que dice, y una la desconcemos casi del todo…
Cordiales saludos.
el 6 de septiembre del 2012 a las 8:16
¡Hola, amigos!
Hemos de llegar a la conclusión y asumir sin rubor alguno que, la única realidad es, que no sabemos dar una explicación consistente de lo que pudo suceder para que surgiera el Universo, o, si surgió como pretendemos por qué causas lo hizo y cómo se produjo el suceso dándo lugar al inmenso conjunto que entendemos por universo y que todo lo contiene y todo lo abarca. Sabemos que todo tiene que tener un comienzo, que la nada no existe, que lo eterno e infinito es una manera de hablar, que la materia es misteriosa y compleja, que el espacio y el tiempo son dos aspectos de una misma cosa que según Minkowski se llama espacio-tiempo y, alrededor de todo eso, nosotros los curiosos humanos, nops hemos construído una serie de dogmas creados alrededor de algo que llamamos ciencia y que son, los que nos llevan hacia adelante, aunque, la mayoría de las veces esos dogmas, no respondan a la realidad de ese universo que pretendemos conocer.
Si echamos una mirada alrededor de todo lo que conlleva la palabra Universo, o, Cosmos, nos podemos percatasr de que, en cierta medida hemos demostrado una imaginación desbordante al poner letreros a muchas cuestiones y poder delimitar así a qué nos estamos refiriendo cuando comentamos sobre alguna cosa concreta.
Precisamente, esa falta de conocimeintos nos lleva a diversificar muchas de las cosas que no sabemos y nos inventamos modelos de universos planos, abiertos o cerrados, clases de materias que nunca existieron para poder explicar lo que observamos y que no tiene ninguna explicación en el ámbito de lo que sabemos, y, siempre, hemos marcado los terrenos delimitando las cuestiones en ámbitos más pequeños para no perdernos, así, inventamos las distintas disciplinas del “saber” que engloban la general, la Ciencia.
A todo le hemos puesto nombre y todo está dentro de un marco plausible para que podamos ir avanzando en esa aventura del saber que emprendimos hace ya muchos miles de años, cuando aquel pariente lejano cogió la primera piedra y la convirtió en herramienta y, mirando hacia arriba su rudimentaria o poco evolucionada mente se preguntaba por el brillo de las estrellas y el refulgente del Sol.
Hemos llegado a conformar un amplio espacio de cuestiones y de palabras que, al pronunciarlas, todos sabemos de qué estamos hablando: anisotropía, termodinámica, antimateria, azar, causalidad, año-luz, aberración de la luz estelar, ADN, astrofísica, unidad astronómica, bariones, leptones, Quarks…masa, energía,simetría, libertad asintótica, confinamiento de los Quarks, fuerzas fundamentales, astronomái invisible, asimetría, bosones, el concepto de Campo, una larga relación de elementos naturales para saber de qué están hechas las cosas y los átomos, la unidad más pequeña que puede existir de esos elementos, podemos hablar de Cefeidas, telescopios y colisionadores, de microscopio y de objetos infinitesimales, en ambos ámbitos de pueden mover lo mñás grande y lo más pequeño y todo lo que alló está situado está supeditado a unas leyes que hemos llamado Relatividad General y Mecánica cuántica, en ambas se encuentran los resortes para poder explicar algunas de las cosas que ocurren en esos “universos” de lo muy grande y de lo muy pequeño.
Creemos en algo que llamamos la condición inicial que, en física, es el estado de un sistema en el momento en que comienza una interacción, por ejemplo, el acercamiento de dos electrones que están por iniciar una interacción electromagnética. En cosmología, una cantidad que se inserta en ecuaciones comogónicas que describen el “universo primitivo”. Tenemos eso que llamamos Condición límite y que está referido a la restricción de los límites de aplicabilidad de una ecuación. Entre los ejemplos se cuentan la definición de “sistema cerrado” en la termodinámica, y el escenario en el que se destruye la función de onda de la mecánica cuántica. Toda ecuación de la física puede reducirse en principio a dos fundamentos: las condiciones iniciales y las condiciones límites.
Hablamos de múltiples objetos que pueblan el Universo, unos más exóticos y extaños que otros pero que hemos podido llegar a conocer y, a veres, cuando la seguridad del conocimiento no abarca al cien por ciento, sabemos construir una leyenda alrededor de “esa cosa” que, unas veces llamamos agujero negro y otras, la podemos llamar magnétares o estrellas de Quarks-Gluones para tratar de dar una explicación de lo que allí pueda haber pero, siempre serán aproximaciones de lo que creemos que son.
De las estrellas hablamos y hablamos sin parar y tenemos grandes colecciones de ellas de todos los tipos y colores, también de todos los tamaños desde enanas hasta supergigantes y todas, con una diversidad de materiales que, incluso llegan a darle nombre: estrellas de Carbono, de Berilio, de Manganeso, de Litio… También en el ámbito de la galaxias tenemos una amplia gama de “conocimintos”.
No digamos si entramos en el “mundo” de los cuantos y pasamos a explicar la curva del cuerpo negro, o, se nos ocurre sumergirnos en la Teoría de cuerdas con las branas y sus múltiples dimensiones…¡qué locura!
Podemos seguir y seguir hablando de lo que creemos que sabemos pero, se iría toda la mañana y no podría finalizar, “tantos son nuestros conocimientos” y, sin embargo, la triste realidad es:
– No sabemos lo que en realidad es el Universo ni cómo pudo surgir (si es que surgió alguna vez).
– No podemos explicar lo que es la masa ni tampoco la energía. están ahí, jugamos con ellas pero, ¿qué es?
– No sabemos dar una explicación convincente de lo que es el Tiempo.
– No sabemos explicar cómo pudo surgir la vida y llegar hasta la consciencia.
– No sabemos… No sabemos… No sabemos… No sabemos… No sabemos… No sabemos… Y, sin embargo, nos atrevemos a hablar de ¡tántas cosas! Hay que reconocer y tendremos que convenir que, al menos valentía para exponer cuestiones sobre temas que nos son totalmente desconocidos, sí que tenemos, no tenemos ningún reparo en exponer lo que pensamos que podría ser y, de esa manera, hemos podido ir avanzando lentamente a base de trompicones pero, nos agarramos a lo poco que tenemos que más se acerca a la realidad observada y, con esos apoyos, podemos ir avanzando para conocer ese Universo inmenso y complejo al que pertenecemos y queremos conocer.
Bueno, habrá que darse por satisfechos con lo que hemos podido alcanzar hasta ahora, si nos quedamos inmñóviles y no sentimos esa curiosidad de saber…¡estaríamos perdidos!
Un abrazo amigos.
el 6 de septiembre del 2012 a las 10:45
Pasar hoja para entrar en la siguiente. Como la vida misma.. Kike lo expresa muy bien.
Saludos, contertulios.