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Buscando la Gravedad cuántica

Autor por Emilio Silvera    ~    Archivo Clasificado en Sin categoría    ~    Comentarios Comments (2)

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 Entre los teóricos, el casamiento de la relatividad general y la teoría cuántica es el problema central de la física moderna. A los esfuerzos teóricos que se realizan con ese propósito se les llama “supergravedad”, “súpersimetría”, “supercuerdas” “teoría M” o, en último caso, “teoría de todo o gran teoría unificada”. Lo cierto es que, para que las dos teorías, cuántica y relativista se reúnan sin que surjan los dichosos infinitos, se tiene que plantear dentro de una teoría de dimensiones extra. Esas teorías de más dimensiones, requieren de complejas formulaciones que no todos, podemos entender.

Ahí tenemos unas matemáticas exóticas que ponen de punta hasta los pelos de las cejas de algunos de los mejores matemáticos del mundo (¿y Perelman? ¿Por qué nos se ha implicado?). Hablan de 10, 11 y 26 dimensiones, siempre, todas ellas espaciales menos una que es la temporal. Vivimos en cuatro: tres de espacio (este-oeste, norte-sur y arriba-abajo) y una temporal. No podemos, ni sabemos o no es posible instruir, en nuestro cerebro (también tridimensional), ver más dimensiones. Pero llegaron Kaluza y Klein y compactaron, en la longitud de Planck las dimensiones que no podíamos ver. ¡Problema solucionado!

¿Quién puede ir a la longitud de Planck para verlas?

         Ni vemos la longitud de Planck ni las dimensiones extra

La puerta de las dimensiones más altas quedó abierta y, a los teóricos, se les regaló una herramienta maravillosa. En el Hiperespacio, todo es posible. Hasta el matrimonio de la relatividad general y la mecánica cuántica, allí si es posible encontrar esa soñada teoría de la Gravedad cuántica.

Así que, los teóricos, se han embarcado a la búsqueda de un objetivo audaz: buscan una teoría que describa la simplicidad primigenia que reinaba en el intenso calor del universo en sus primeros tiempos, una teoría carente de parámetros, donde estén presentes todas las respuestas. Todo debe ser contestado a partir de una ecuación básica.

¿Dónde radica el problema?

         Nuestro es tridimensional y no podemos ver otro más allá… ¡si existe!

El problema está en que la única teoría candidata no tiene conexión directa con el mundo de la observación, o no lo tiene todavía si queremos expresarnos con propiedad. La energía necesaria para ello, no la tiene ni el nuevo acelerador de partículas LHC que con sus 14 TeV no llegaría ni siquiera a vislumbrar esas cuerdas vibrantes de las que tanto se habla.

La verdad es que, la teoría que ahora tenemos, el Modelo Estándar, concuerda de manera exacta con todos los datos a bajas energías y contesta cosas sin sentido a altas energías.

Con sus 20 parámetros aleatorios (parece que uno de ellos ha sido hallado -el bosón de Higgs-), el Modelo estándar de la física de partículas que incluye sólo tres de las interacicones fundamentales -las fuerzas nucleares débil y fuerte y el electromagnetismo-, ha dado un buen resultado y a permitido a los físicos trabajar ampliamente en el conocimiento del mundo, de la Naturaleza, del Universo. Sin embargo, deja muchas preguntas sin contestar y, lo cierto es que, se necesitan nuevas maneras, nuevas formas, nuevas teorías que nos lleven más allá.

¡Necesitamos algo más avanzado!

Se ha dicho que la función de la partícula de Higgs es la de dar masa a las partículas que conocemos y están incluidas en el Modelo estándar, se nos ha dicho que ha sido encontrada pero, nada se ha dicho de cómo ésta partícula transmite la masa a las demás. Faltan algunas explicaciones.

El secreto de todo radica en conseguir la simplicidad: el átomo resulto ser complejo lleno de esas infinitesimales partículas electromagnéticas que bautizamos con el nombre de electrones, resultó que tenía un núcleo que contenía, a pesar de ser tan pequeño, casi toda la masa del átomo. El núcleo, tan pequeño, estaba compuesto de otros objetos más pequeños aún, los quarks que estaban instalados en nubes de otras partículas llamadas gluones y, ahora, queremos continuar profundizando, sospechamos, que después de los quarks puede haber algo más.

Los del LHC dicen haber encontrado el Bosón de Higgs pero, no he podido leer ni oir, alguna explicación clara y precisa de cómo le dá masa a las demás partículas. Espero que, el Nobel se justifique y que expongan con detalle lo que pasa en los llamados “océanos de Higgs” por el que las partículas circulan para adquirir sus masas que les “proporciona” el recien “hallado” bosón.

¿Cómo llegamos aquí? Bueno, la idea nueva que surgió es que el espacio entero contiene un campo, el campo de Higgs, que impregna el vacío y es el mismo en todas partes. Es decir, que si miramos a las estrellas en una noche clara estamos mirando el campo de Higgs. Las partículas influidas por este campo, toman masa. Esto no es por sí mismo destacable, pues las partículas pueden tomar energía de los campos (gauge) de los que hemos comentado, del campo gravitatorio o del electromagnético. Si llevamos un bloque de plomo a lo alto de la Torre Eiffel, el bloque adquiriría energía potencial a causa de la alteración de su posición en el campo gravitatorio de la Tierra.

Como E=mc2, ese aumento de la energía potencial equivale a un aumento de la masa, en este caso la masa del Sistema Tierra-bloque de plomo. Aquí hemos de añadirle amablemente un poco de complejidad a la venerable ecuación de Einstein. La masa, m, tiene en realidad dos partes. Una es la masa en reposo, m0, la que se mide en el laboratorio cuando la partícula está en reposo. La partícula adquiere la otra parte de la masa en virtud de su movimiento (como los protones en el acelerador de partículas, o los muones, que aumentan varias veces su masa cuando son lanzados a velocidades cercanas a c) o en virtud de su energía potencial de campo. Vemos una dinámica similar en los núcleos atómicos. Por ejemplo, si separamos el protón y el neutrón que componen un núcleo de deuterio, la suma de las masas aumenta.

Peor la energía potencial tomada del campo de Higgs difiere en varios aspectos de la acción de los campos familiares. La masa tomada de Higgs es en realidad masa en reposo. De hecho, en la que quizá sea la versión más

apasionante de la teoría del campo de Higgs, éste genera toda la masa en reposo. Otra diferencia es que la cantidad de masa que se traga del campo es distinta para las distintas partículas. Los teóricos dicen que las masas de las partículas de nuestro modelo estándar miden con qué intensidad se acoplan éstas al campo de Higgs.

La influencia de Higgs en las masas de los quarks y de los leptones, nos recuerda el descubrimiento por Pieter Zeeman, en 1.896, de la división de los niveles de energía de un electrón cuando se aplica un campo magnético al átomo. El campo (que representa metafóricamente el papel de Higgs) rompe la simetría del espacio de la que el electrón disfrutaba.

Hasta ahora no tenemos ni idea de que reglas controlan los incrementos de masa generados por el Higgs (de ahí la expectación creada por el nuevo acelerador de partículas LHC). Pero el problema es irritante: ¿por qué sólo esas masas –Las masas de los W+, W, y Zº, y el up, el down, el encanto, el extraño, el top y el bottom, así como los leptones – que no forman ningún patrón obvio?

               No dejamos de experimentar para saber ccómo es nuestro mundo, la Naturaleza, el Universo que nos acoge

Las masas van de la del electrón 0’0005 GeV, a la del top, que tiene que ser mayor que 91 GeV. Deberíamos recordar que esta extraña idea (el Higgs) se empleó con mucho éxito para formular la teoría electrodébil (Weinberg-salam). Allí se propuso el campo de Higgs como una forma de ocultar la unidad de las fuerzas electromagnéticas y débiles. En la unidad hay cuatro partículas mensajeras sin masa –los W+, W, Zº y fotón que llevan la fuerza electrodébil. Además está el campo de Higgs, y, rápidamente, los W y Z chupan la esencia de Higgs y se hacen pesados; el fotón permanece intacto. La fuerza electrodébil se fragmenta en la débil (débil porque los mensajeros son muy gordos) y la electromagnética, cuyas propiedades determina el fotón, carente de masa. La simetría se rompe espontáneamente, dicen los teóricos. Prefiero la descripción según la cual el Higgs oculta la simetría con su poder dador de masa.

Las masas de los W y el Z se predijeron con éxito a partir de los parámetros de la teoría electrodébil. Y las relajadas sonrisas de los físicos teóricos nos recuerdan que Gerard ^t Hooft y Veltman dejaron sentado que la teoría entera esta libre de infinitos.

Relatividad y Gravedad Cuántica. Universidad de Cambridge.
Relatividad y Gravedad Cuántica. Universidad de Cambridge.
Roger Penrose es uno de los nuevos humanistas del siglo que se ha interesado por los problemas de las matemáticas, de la física, de la biología, de la psicología y de la filosofía. Siguiendo el modelo de Popper de los tres mundos, ha trabajado sobre la flecha del mundo 1 de la física, al mundo 2 de la conciencia, y del mundo 3 de las matemáticas, al mundo 1.

En esta última dirección ha publicado numerosos libros y artículos, donde aborda la asignatura pendiente de la unificación de la mecánica cuántica y la teoría del campo gravitatorio. El camino que ha seguido Penrose es encontrar una base común a ambas.

Para ello ha introducido dos modelos: los “spin networks” y los “twistors”, el primero discreto, con una métrica intrínseca, no relativista, previo al concepto de espacio, el segundo continuo, con una métrica extrínseca, relativista e inmerso en un espacio-tiempo dado.

 Claro que son varias las corrientes que quieren abrirse camino hacia otras físicas nuevas.

La teoría de supercuerdas tiene tantas sorpresas fantásticas que cualquiera que investigue en el tema reconoce que está llena de magia. Es algo que funciona con tanta belleza… Cuando cosas que no encajan juntas e incluso se repelen, si se acerca la una a la otra alguien es capaz de formular un camino mediante el cual, no sólo no se rechazan, sino que encajan a la perfección dentro de ese sistema, como ocurre ahora con la teoría M que acoge con naturalidad la teoría de la relatividad general y la teoría mecánico-cuántica; ahí, cuando eso se produce, está presente la belleza.

Lo que hace que la teoría de supercuerdas sea tan interesante es que el marco estándar mediante el cual conocemos la mayor parte de la física es la teoría cuántica y resulta que ella hace imposible la gravedad. La relatividad general de Einstein, que es el modelo de la gravedad, no funciona con la teoría cuántica. Sin embargo, las supercuerdas modifican la teoría cuántica estándar de tal manera que la gravedad no sólo se convierte en posible, sino que forma parte natural del sistema; es inevitable para que éste sea completo.

¿Por qué es tan importante encajar la gravedad y la teoría cuántica? Porque no podemos admitir una teoría que explique las fuerzas de la naturaleza y deje fuera a una de esas fuerzas. Así ocurre con el Modelo Estándar que deja aparte y no incluye a la fuerza gravitatoria que está ahí, en la Naturaleza.

La teoría de supercuerdas se perfila como la teoría que tiene implicaciones si tratamos con las cosas muy pequeñas, en el microcosmos; toda la teoría de partículas elementales cambia con las supercuerdas que penetra mucho más; llega mucho más allá de lo que ahora es posible.

La topología es, el estudio de aquellas propiedades de los cuerpos geométricos que permanecen inalteradas por transformaciones continuas. La topología es probablemente la más joven de las ramas clásicas de las matemáticas. En contraste con el álgebra, la geometría y la teoría de los números, cuyas genealogías datan de tiempos antiguos, la topología aparece en el siglo diecisiete, con el nombre de analysis situs, ésto es, análisis de la posición.

De manera informal, la topología se ocupa de aquellas propiedades de las figuras que permanecen invariantes, cuando dichas figuras son plegadas, dilatadas, contraídas o deformadas, de modo que no aparezcan nuevos puntos, o se hagan coincidir puntos diferentes. La transformación permitida presupone, en otras palabras, que hay una correspondencia biunívoca entre los puntos de la figura original y los de la transformada, y que la deformación hace corresponder puntos próximos a puntos próximos. Esta última propiedad se llama continuidad, y lo que se requiere es que la transformación y su inversa sean ambas continuas: así, trabajarnos con homeomorfismos.

En cuanto a nuestra comprensión del universo a gran escala (supercúmulos de galaxias, ondas gravitacionales, posibles estrellas de Quarks-Gluones… el propio Big Bang…), creo que afectará a nuestra idea presente, al esquema que hoy rige y, como la nueva teoría, el horizonte se ampliará enormemente; el cosmos se presentará ante nosotros como un todo, con un comienzo muy bien definido y un final muy bien determinado. El Tiempo y la Entropía tienen mucho que decir en todo eso y, por el camino hacia el conocimiento pleno, tendremos que comprender, de manera completa y exacta que es la Luz, la Gravedad y… ¡tántas cosas!

Para cuando eso llegue, sabremos lo que es, como se genera y dónde están situados los orígenes de esa “fuerza”, “materia”, o, “energía” que ahora no sabemos ver para explicar el movimiento de las galaxias o la expansión del espacio mismo, la posible existencia de otros universos…

emilio silvera

 

  1. 1
    Josep Martí
    el 8 de febrero del 2014 a las 15:11

    Hola, Emilio Silvera
    Para entender lo que es en realidad la Gravedad, hay que recorrer un largo camino.
    Que entendemos básicamente por Gravedad.
    Sobre que actúa la Gravedad, sobre la masa, la energía, el espacio o tal vez sobre el vacío. Que entendemos por masa, energía, espacio o vacío. En realidad solamente son conceptos físicos, como también lo son, el 1 la unidad, la cuantificación de cualquier magnitud, el 0 y el ∞, estos últimos son el nexo que utilizamos para representar el mundo físico, en el maravilloso escenario de los sistemas de cálculo.
    Sí sé que son parte de nuestro único y maravilloso sistema de cálculo, también la única forma que poseemos de interpretar el mundo físico.
    Pero qué ocurre si los mal interpretamos, quien nos avisa.
    Utilizamos el sistema de cálculo para interrogar el Universo físico, pero quien interroga el sistema de cálculo y nos advierte si debido a una mala utilización de los conceptos hemos cometido una incompatibilidad.
    No podemos tener claro, lo que en realidad representan las magnitudes 1, 0, ∞.
    Tal como nos enseña la historia de la ciencia, todo es relativo.
    Esta discusión no es nueva, ni mucho menos. En tiempos de la Grecia clásica ya existía esta discusión, entre diferentes escuelas.
    Supongo que se preguntara. Y esto que tiene que ver con la gravedad.
    Imagínese que para entender la gravedad, estamos mal interpretando los conceptos. En vez de utilizar su interpretación física, estamos utilizando la interpretación matemática, por ejemplo ¿Qué es cero?
    Gracias a las teorías Quánticas parece que estamos recuperando el Campo de Higgs. A mí personalmente me gustaba más el nombre de Éter, seguramente dirán que no es lo mismo. No creo que se pueda cuantificar el famoso Éter, cosa indispensable para cualquier teoría quántica. Lo necesitan para poder operar, no pueden operar con ceros e infinitos, no los entienden, les falta un nexo. Por eso siempre necesitarán de nuevas partículas, supongo que ahora serán los gravitones, y seguramente funcionara, siempre y cuando queden restringidos dentro de las teorías quánticas, fuera no va a funcionar, de la misma forma que no funciona la Relatividad General dentro de las teorías quánticas o en otros sistemas.   
    Para entender la Gravedad, hay que reinterpretar nuestra manera de pensar, parece complicado, pero por suerte tenemos buenos maestros.
    Un saludo
     
    Josep

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    • 1.1
      emilio silvera
      el 9 de febrero del 2014 a las 6:14

      ¡Buenas, Señor Martí!
      Como dice un buen físico llamado Tom Wood, ¡necesitamos nuevos paradigmas! Ciertamente, ahí está el meollo de la cuestión, nuestra perspectiva del “mundo” no nos deja ver lo que hay en él. Desde tiempos inmemoriales hemos interpretado nuestro entorno de una manera muy particular, nuestra tendencia es la de poner etiquetas a todo para tenerlo situado de una cierta manera que sea “comprensible” en relación a todo lo demás.
      Es cierto que ya desde la noche de los tiempos, pensadores de diversas civilizaciones de nuestra especie, conjeturaban con el vacío, la masa, el infinito y otras muchas cuestiones que no podían explicar, y, como ahora mismo hacemos con la “materia oscura”, ellos también, tenían el éter luminífero que estaba por todas partes e impregnaba el universo entero, o hablaban del Ylem, la sustancia cósmica. Incluso tuvieron la intuición de hablar de elementos y de átomos de una manera que, salvando las distancias, se acercaba bastante a lo que hoy sabemos de todo eso.
      Es cierto que para entender el “mundo” y entendernos entre nosotros mismos, tuvimos que inventar los números y el alfabeto,al mismo tiempo que también, teníamos símbolos para todo, incluso el infinito (∞) tenía su particular figura que, al verla, todos pensaban en él.
      A pesar del tiempo que hemos pasado aquí en el planeta tratando de “saber” sobre los fenómenos que nuestros ancestros primero y nosotros en el presente, veían y seguimos viendo en el cielo, en el espacio exterior, no sabemos explicar lo que son cosas tales como la masa y la energía y, de la Gravedad, que es el protagonista del comentario, tenemos una idea que, de manera irrefutable, no podemos afirmar que sea la acertada y, desde Newton y Einstein, hemos venido valiéndonos de esas herramientas que (dicho sea de paso), buen fruto nos han dado y nos siguen dando aunque, en algunos aspectos, puedan resultar incompletas o insuficientes. Sin embargo, el tiempo pasa, el universo se expande y… ¡nuestras mentes también!
      Tendemos a crear nuestra propia realidad según la entendemos, nuestro escenario del “mundo” no tiene porque ser, el mismo escenario que del “mundo” puedan tener unos físicos extrarrrestres que habitan en el planeta Ignon de la galaxia Sigma. Cada ser vivo tiene sus propias limitaciones y, también, sus propias herramientas para poder entender el mundo que le rodea y, nosotros, los humanos, sólo tenemos los cinco sentidos como “obreros” de la mente, a la que proporcionan los datos que captan para que ésta, pueda elaborar sus ideas sobre el “mundo”, es decir, la Naturaleza y el Universo mismo.
      Nuestros conceptos sobre lo que el Tiempo es, sobre la materia y de qué está compuesta, de cómo la entropía está presente en todos los cambios… ¡Han ido cambiando a medida que el “tiempo” transcurría, a medida que podíamos realizar nuevas observaciones y nuevos experimentos. Un día nos asombró el descubrimiento de que, para que pudieran nacer nuevas estrellas, antes tenían que morir otras que, ya viejas y agotadas, suministraban el material necesario para el nuevo resurgir. De la misma manera, a partir de las viejas ideas, nacerán las ideas nuevas y cambiará, nuestra perspectiva del “mundo”. Nuestra manera de pensar, amigo Martí, también, como todo lo demás, cambiará a medida que nuevos acontecimientos, nuevos datos y nuevos conocimientos llegan a nuestras mentes que, al tener esas nuevas “herramientas” podrán cambiar los viejos conceptos para seguir avanzando en esa inacabable búsqueda de la “verdad” que incansables buscamos desde que tenemos consciencia de Ser.
      Saludos cordiales.

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