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Moléculas de Carbono en el Espacio

Autor por Emilio Silvera    ~    Archivo Clasificado en Ciencia futura    ~    Comentarios Comments (0)

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Astrónomos de la NASA lograron unas esquivas moléculas de carbono en el espacio, conocidas por los especialistas como “Buckyball”.

Las Buckyball son moléculas que tienen la forma de un balón de fútbol y fueron observadas por primera vez en un laboratorio hace 25 años. Su nombre se debe a que su forma recuerda a las cúpulas geodésicas diseñadas por el arquitecto Buckminster Fuller, las que se caracterizan por círculos entrelazados en la superficie de una esfera parcial.

Las buckyballs son una nano-estructura compuesta de 60 átomos de carbono (su químico es C60) estructuradas en un espacio cerrado y perfectamente simétrico, tienen propiedades extraordinarias, especialmente como superconductores. Es una nueva del carbono y tiene una geometría similar a un icosaedro, con la estructura en forma de balón de fútbol.  La superficie de la imagen entrevé las formas de buckyballs en su estructura.  Las buckyballs superconductoras muestran la temperatura crítica más alta que se haya encontrado en compuestos orgánicos y se asocian en nanotecnología a los “nanotubos”.

Hasta ahora los científicos pensaban que las Buckyball flotaban en el , pero no habían logrado observarlas en este ambiente. Fue gracias al uso del Telescopio Espacial Spitzer que los astrónomos de la NASA lograron visualizarlas por primera vez.

Para el astrónomo Jan Camide de la Universidad de Ontario Occidental en Canadá y del Instituto SETI en Mountain (California), el descubrimiento es importante porque las Buckyball poseen propiedades únicas que las hacen muy importantes en los procesos químicos y físicos que suceden en el espacio.

Las Buckyball están compuestas de 60 átomos de carbono que se encuentran ordenados en estructuras esféricas tridimensionales. Sus patrones alternos de hexágono y pentágono encajan a la perfección en la típica pelota de fútbol blanca y . Además de estas Buckyball el grupo de astrónomos encontró a sus parientes alargados, conocidas como C70, las que poseen una forma similar a la de una pelota de rugby (ambos tipos se clasifican de manera oficial bajo el nombre de fullerenos).

El descubrimiento del equipo liderado por Cami se realizó de manera inesperada cuando observaban una nebulosa planetaria conocida como Tc 1. Estas nebulosas son restos de estrellas que se desprendieron de sus capas exteriores en la medida que iban envejeciendo.

En el año 1970, el japonés Eiji Osawa predijo la existencia de las Buckyball; pero estas no pudieron ser observadas en experimentos de laboratorio hasta el año 1985.

La importancia del estudio de los fulleneros radica en que la fuerza única de las moléculas que los conforman, sumado a sus extraordinarias propiedades físicas y químicas; podrán ser aplicados a futuro en la creación de escudos más resistentes, en nuevas vías de administración de medicamentos e, incluso, en tecnologías superconductoras.

Fuente: Todos los medios de comunicación en sus apartados de Ciencia.

 


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