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No siempre hablamos de lo que comprendemos
por Emilio Silvera ~ Clasificado en Física... ¡Y mucho más! ~ Comments (1)
¡La Física! Lo que busca la física fundamental es reducir las leyes de la naturaleza a una teoría final sencilla que lo explique todo. El físico y premio Nobel Steven Weinberg señala que las reglas fundamentales son lo más satisfactorio (al menos él). Las leyes básicas de Isaac Newton, que predicen el comportamiento de los planetas, son más satisfactorias, por ejemplo, que un almanaque en el que se indique la posición de todos los planetas en cada . Weinberg nos dice que la Física no puede explicarlo todo, matizando que sólo puede explicar los sucesos relacionándolos con otros sucesos y con las reglas existentes.
Por ejemplo, las órbitas de los planetas son el resultado de unas reglas, pero las distancias de los planetas al Sol son accidentales, y no son consecuencia de ley fundamental alguna. Claro que, las leyes podrían ser fruto de casualidades. Lo que sí es cierto es que los físicos están más interesados por descubrir las reglas que por los sucesos que dichas reglas determinan, y más por los hechos que son independientes del tiempo; por ejemplo, les interesa más la masa del electrón que un tornado que se pueda producir en un lugar determinado.
La ciencia, como nos dice Weinberg, no puede explicarlo todo y, sin embargo, algunos físicos tienen la sensación de que nos estamos acercando a “una explicación del mundo” y, algún día, aunando todos los esfuerzos de muchos, las ideas de las mejores mentes que han sido, y las nuevas que llegarán, podremos, al fín, construir esa Teoría final tan largamente soñada que, para que sea convincente, deberá también, incluirnos a nosotros. Pero, paradógicamente y a pesar de estos pensamientos, existen hechos que los contradicen, por ejemplo, conocemos toda la física fundamental de la molécula de agua desde hace 7 decenas de años, pero todavía no hay nadie que pueda explicar por qué el agua hierve a los 100 ºC. ¿Qué ocurre? ¿Somos acaso demasiado tontos? Bueno, me atrevería a pronosticar que seguiremos siendo “demasiado tontos” incluso los físicos consigan (por fin) esa teoría final que nos pueda dar una “explicación del mundo”. Siempre seguiremos siendo aprendices de la naturaleza que, sabia ella, nos esconde sus secretos para que persista el misterio.
¿Qué sería de nosotros si lo supiéramos todo?
La explicación que dan los físicos actualmente sobre la subestructura de la materia se llama “el modelo estándar”. En este modelo están incluídas las doce partículas elementales y las tres fuerzas que, cuando se mezclan y se encajan, sirven para construir todo lo que hay en el universo, desde un redondo pan de pueblo hecho en un horno de leña, hasta las más complejas galaxias, y puede explicar todos los mecanismos de acción, es decir, la mecánica del mundo.
Entre las partículas figuran los seis Quarks famosos: arriba, abajo, extraño, encanto, fondo y . Las otras seis partículas son Leptones: el electrón y sus dos parientes más pesados, el muón y el tau y los tres neutrinos a ellos asociados. Las tres fuerzas son la electromagnética, la fuerza nuclear fuerte (que mantiene unidos a los quarks) y la fuerza nuclear débil (responsable de la radioactividasd). Hay una cuarta fuerza: la Gravedad que, aunque tan importante como las demás, nadie ha sabido como encajarla en el modelo estándar. Todas las partículas y fuerzas de este modelo son cuánticas; es decir, siguen las reglas de la mecánica cuántica. Aún no existe una teoría de la gravedad cuántica.
En realidad, la región que denominamos Gravedad cuántica nos lleva y comprende preguntas sobre el origen del universo observable que nadie ha sabido contestar. Nos lleva a complejos procesos cuánticos situados en las épocas más cercanas imaginables en un espacio-tiempo clásico, es decir, en lo que se conoce como Tiempo de Planck a 10-43 segundos del supuesto big bang, cuando reinaba una temperatura del orden de 10 x 1031 K. Pero, como hemos dicho, al no existir una teoría autoconsistente de la Gravedad cuántica, lo único que podemos hacer (como en tantas otras áreas de la Ciencia) es especular.
El Modelo Estándar no es, ni mucho , satisfactorio. Los científicos piensan que no sólo es incompleto, sino que es demasiado complicado y, desde hace mucho tiempo, buscan, incansables, otro modelo más sencillo y completo que explique mejor las cosas y que, además, no tenga (como tiene el modelo actual) una veintena de parámetros aleatorios y necesarios para que cuadren las cuentas…, un ejemplo: el bosón de Higgs necesario para dar masa a las partículas.
¡La masa! ese gran problema. Todas las partículas masa diferentes pero nadie sabe de donde salen sus valores. No existe fórmula alguna que diga, por ejemplo, que el quark extraño debería pesar el (o lo que sea) del quark arriba, o que el electrón deba tener 1/200 (u otra proporción) de la masa del muón. Las masas son de todo tipo y es preciso “ponerlas a mano”, como se suele decir: cada una ha de ser medida experimental e individualmente. En realidad, ¿por qué han de tener masa las partículas? ¿de dónde viene la masa?
No puedo evitarlo ni tampoco me puedo quedar callado, he asistido a alguna conferencia sobre la materia y, el ponente de turno se agarra a la “materia oscura” para justificar lo que no sabe, si al final hay debate, entro en escena para discutir sobre la existencia de esa “materia fantasma” que quiere tapar nuestra enorme ignorancia.
Pero, sigamos con el de la masa. Para resolverlo, muchos expertos en física de partículas creen actualmente en algo que llaman “campo de Higgs”. Se trata de un campo misterioso, invisible y etéreo que está permeando todo el espacio (¿habrán vuelto al antiguo éter pero cambiándole el nombre?). que la materia parezca pesada, como cuando tratamos de correr por el fondo de la piscina llena de agua pero que el agua no se pudiera ver. Si pudiéramos encontrar ese campo, o más bien la partícula la partícula que se cree es la manifestación de ese campo (llamada el bosón de Higgs), avanzaríamos un largo trecho hacia el conocimiento del universo.
Aquí, en este imponente artilugio inventiva de nuestras mentes, se quiere dar respuesta a una serie de interrogantes que se espera solucionar con este experimento:
• Qué es la masa.
• El origen de la masa de las partículas
• El origen de la masa para los bariones.
• El número exacto de partículas del átomo.
Claro que, si no fuera tan largo de contar, os diría que, en realidad, el de Higgs se descubrió hace ya muchos siglos en la antigua India, con el nopmbre de maya, que sugiere la idea de un velo de ilusión para dar peso a los objetos del mundo material. Pocos conocen que, los hindúes fueron los que más se acercaron a las modernas sobre el átomo, la física cuántica y otras teorías actuales. Ellos desarrollaron muy temprano sólidas teorías atomistas sobre la materia. Posiblemente, el pensamiento atomista griega recibió las influencias del pensamiento de los hindúes a través de las civilizaciones persas. El Rig-Veda, que data de alguna fecha situada entre el 2000 y el 1500 a. C., es el primer texto hindú en el que se exponen unas ideas que pueden considerarse leyes naturales universales. La ley cósmica está realcionada con la luz cósmica.
Anteriores a los primeros Upanishads tenemos en la India la creación de los Vedas, visiones poéticas y espirituales en las que la imaginación humana ve la Naturaleza y la expresa en creación poética, y después va avanzando unidades más intensamente reales que espirituales hasta llegar al Brahmán único de los Upanishads.
la época de Buda (500 a, C.), los Upanishad, escritos durante un período de varios siglos, mencionaban el concepto de svabhava, definido “la naturaleza inherente de los distintos materiales”; es decir, su eficacia causal única, , tal como la combustión en el caso del fuego, o el hecho de fluir hacia abajo en el caso dela agua. El pensador Jainí Bunaratna nos dijo: “Todo lo que existe ha llegado a existir por acción de la svabhava. Así… la tierra se transforma en una vasija y no en paño… A partir de los hilos se produce el paño y no la vasija”.
El pensamiento Hindú tendrçia que ser mejor estudiado
También aquellos pensadores, manejaron el concepto de yadrccha, o azar desde tiempos muy remotos. Implicaba la falta de orden y la aleatoriedad de la causalidad. Ambos conceptos se sumaron a la afirmación del griego Demócrito medio siglo más tarde: “Todo lo que hay en el universo es fruto del azar y la necesidad”. El ejemplo que que dio Demócrito -similar al de los hilos del paño- fue que, toda la materia que existe, está formada por a-tomos o átomos.
Bueno, no lo puedo evitar, mi imaginación se desboca y corre rápida por los diversos pensamientos que por la mente pasan, de uno se traslada a otros y, al final, todo resulta un conglomerado de ideas que, en realidad, quieren explicar, dentro de esa diversidad, la misma cosa.
emilio silvera
el 14 de marzo del 2014 a las 9:51
La Física para poder explicar las cosas siempre ha ido, poco a poco. Es decir, ha estudiado y comprendido el todo, después de entenderlo en sus pequeñas partes que, juntas, al dando la respuesta final o gran respuesta. Es cierto que también, siempre hemos estado tratando de reducir las leyes naturales en pequeñas y reducidas ecuaciones que nos lo expliquen todo, es decir, con una encomiable economía de signos, decir muchas cosas. Tal sería el caso de E = mc2.
El sueño de los físicos: Una Gran Teoría Unificada, o, la Gran Teoría del Todo. Allí, podríamos encontrar todas las respuestas a cualquier pregunta que quisiéramos formular y, eso, al menos a mí me parece un sueño y en pensamiento demasiado pretencioso para lo que, en realidad, podemos nosotros abarcar, toda vez que la Mente Humana, aún en proceso de evolución, no alcanzó los niveles que le permitan formular una Teoría semejante. Incluso la Teoría de Cuerdas se nos va de las manos y, algunos dicen que, es una Teoría del futuro, ya que, ni la podemos verificar por falta de la energía necesaria que sería la de Planck, es decir 1019 GeV. ¡Otro sueño inalcanzable!
Claro que, aunque Weinberg, el del Modelo Electrodébil, nos decía que no creía poder ser testigo de una Teoría del Todo, y que siempre, quedarían preguntas sin contestar, también es verdad que la Física de nuestro tiempo presente ha podido alcanzar unos nineveles que son, para la mayoría de las personas increíbles, toda vez que sabemos, de fenómenos de la Naturaleza que nunca podríamos haber soñado: Salto cuántico, fluctuaciones de vacío, descubrir los neutrinos y saber del positrón, el haber podido llegar a ser conscientes del Principio de Incertidumbre, o, la función de onda de Schrödinger, las unidades de Planck y su cuanto de acción h, los postulados que la teoría relativista nos enseñó y que pudieron ser verificados como cierto a pesar de que, algunos, eran bastante increibles, y, en fin, muchos secretos de la Naturaleza que pudimos llegar a conocer gracias a grandes mentes y a mucho trabajo.
Naturalmente, a pesar de todos esos logros (grandes logros), no debemos perder de vista la realidad y ser conscientes de que, aún así, son muchas más las preguntas que las respuestas y que, nuestra especie, la Humanidad, tiene por delante un camino “infinito” que recorrer para llegar a “saber”, toda vez que, nuestra ignorancia es infinita y, nuestros conocimientos muy limitados.
Termino este trabajo haciendo mención a unos sabios de la antigua India, aquellos pensadores que escribieron una historia, también increíble, con sus logros en el terreno de la filosofía y de la Mente que, a ser sinceros, muchos clásicos griegos tomaron como suyos para exponer al mundo de qué estaba constituido todo y cuál era la parte más pequeña de la materia (Empédocles y Demócrito que nos hablaron de elementos y átomos). También fueron ellos, los hindúes, los que hablaron del “vacio” que tanto se nombra en física ahora, miles de años más tarde.
El camino es largo pero, no dejemos de andar.