Abr
10
¡Viajes en el Tiempo! ¿Otro sueño?
por Emilio Silvera ~ Clasificado en Física ~ Comments (31)
¿Viajar en el Tiempo?
Cuando teorizamos sobre esta posibilidad, son millones de escenarios los que acuden a nuestras mentes, y, desde organizar safaris a la era Mesozoica para capturar grandes dinosaurios, hasta eliminar a los grandes criminales de la Historia, o, hacernos presentes entre aquellas Civilizaciones del pasado para comprobar in situ como vivían y se desenvolvían en su quehacer cotidiano y, en fin, sea con interés científico o con ese otro egoísta que sólo pensaría en un enriquecimiento fácil, la idea de viajar en el Tiempo ha sido y lo sigue siendo un motor que pone en marcha nuestra imaginación, pero, ¿sería posible?
Thorne, Guth y Freund nos dirían que la escala de energía para investigar estas anomalías en el espacio que podríamos llamar Agujeros de Gusano está mucho más allá que cualquier cosa disponible en la Tierra. Freund nos recuerda que la energía necesaria para explorar la décima dimensión es mil billones de veces mayor que la energía que puede producirse en nuestros mayores colisionadores de átomos.
Retorcer el espacio-tiempo en nudos requiere energía a una escala que no estará disponible en los próximos siglos o incluso milenios –si lo está alguna vez. Incluso si todas las naciones del mundo se unieran para construir una máquina que pudiera sondear el hiperespacio, fracasarían en última instancia. Y, como apunta Guth, las temperaturas necesarias para crear un universo bebé en el laboratorio son de mil billones de billones de grados, excesivamente lejos de cualquier cosa a nuestra disposición. De hecho, dicha temperatura es mucho mayor que cualquiera encontrada en el interior de una estrella. Así, aunque es posible que las leyes de Einstein y las leyes de la teoría cuántica pudieran permitir el viaje en el tiempo, esto no está dentro de las capacidades de los seres terrestres como nosotros, que apenas podemos escapar del débil campo gravitatorio de nuestro planeta. Aunque podemos maravillarnos de las implicaciones de la investigación en agujeros de gusano, el actualizar su potencial está estrictamente reservado (al menos de momento) para hipotéticas civilizaciones extraterrestres avanzadas.
Un agujero de gusano es un supuesto atajo para viajar entre puntos distantes en el Universo. El agujero de gusano tiene dos entradas llamadas “bocas“, una ( por ejemplo ) cerca de la Tierra, y la otra (por ejemplo) en órbita en torno a Vega, a 26 años-luz de distancia. Las bocas están conectadas entre sí por un túnel (el agujero de gusano) a través del hiperespacio que podría tener sólo un kilómetro de longitud. Si entramos en la boca próxima a la Tierra nos encontraremos en el túnel. Viajando tan sólo un kilómetro por el túnel alcanzaremos la otra boca y saldremos cerca de Vega, a 26 años-luz de distancia medidos en el Universo externo.
Los agujeros de gusano no son meros productos de la imaginación de un escritor de ciencia ficción. Fueron descubiertos matemáticamente, como una solución a la ecuación de campo de Einstein, en 1916, exactamente unos pocos meses después de que Einstein formulara su ecuación de campo; y John Wheeler y su grupo de investigación los estudiaron extensamente, con una variedad de cálculos matemáticos, en los años cincuenta. Sin embargo, ninguno de los agujeros de gusano que se habían encontrado como soluciones a la ecuación de Einstein, eran adecuados, por ejemplo, para la novela de Carl Sagan Contac, porque ninguno de ellos podía ser atravesado sin riesgo. Se había predicho que todos y cada uno de ellos evolucionaban con el tiempo de una forma característica: el agujero de gusano se crea en algún instante de tiempo, se abre brevemente y luego se estrangula y desaparece; y su periodo de vida total, desde la creación hasta la desaparición, es tan corto que nada (ni personas, ni radiación, ni señales de ningún tipo) puede viajar, a través de él, desde una boca a la otra. Cualquier cosa que lo intente quedará atrapada y destruida en el estrangulamiento. Sin embargo, si disponemos de materia exótica que, generan fuerza gravitatoria negativa, podemos mantener abiertas las bocas del agujero.
¿Significa esto que pueden utilizarse los agujeros de gusano para viajar por la galaxia, como en Star Trek y otras películas de ciencia ficción?
Como ya sabemos todos, la curvatura en un cierto espacio está determinada por la cantidad de materia-energía contenida en dicho espacio (principio de Mach). La famosa ecuación de Einstein nos da el grado exacto de curvatura espacio-temporal causada por la presencia de materia-energía.
Cuando el capitán Kirk nos lleva volando a través del hiperespacio en “factor de distorsión 5“, los cristales de dilicio que impulsan al Enterprise deben realizar hazañas milagrosas de distorsión del espacio y del tiempo. Esto significa que los cristales de dilicio tienen el poder mágico de plegar el continuo espacio-temporal en rebanadas; es decir, son tremendos almacenes de materia y energía.
Si el Enterprise viaja desde la Tierra a la estrella más próxima, no se desplaza físicamente hasta Alpha Centauri; más bien, es Alpha Centauri la que viene al Enterprise. Nos imaginaremos sentados en una alfombra y echando un lazo a una mesa que está a varios metros de distancia. Si somos bastante fuertes y el suelo es suficientemente liso, podemos tirar del lazo hasta que la alfombra comienza a doblarse bajo nosotros, y la “distancia“ entre la mesa y nosotros desaparece en una masa de alfombra arrugada. Entonces simplemente saltamos a través de esta “alfombra distorsionada“. En otras palabras, apenas nos hemos movido; el espacio entre nosotros y la mesa se ha contraído, y simplemente atravesamos esta distancia contraída. Análogamente, el Enterprise no atraviesa realmente todo el espacio hasta Alpha Centauri; simplemente se mueve a través del espacio-tiempo arrugado, como a través de un agujero de gusano. Para comprender mejor lo que sucede cuando uno cae en el puente de Einstein-Rosen habría que explicar la topología de los agujeros de gusano y, esto se haría interminable.
Stephen Hawking, en 1974, dedujo como un corolario de su descubrimiento de la evaporación de agujeros negros que las fluctuaciones del vacío cerca del horizonte de un agujero son exóticas: tienen densidad de energía promedio negativa vista por haces de luz salientes cerca del horizonte del agujero. De hecho, es esta propiedad exótica de las fluctuaciones del vacío la que permite que el horizonte del agujero se contraiga mientras el agujero se evapora. Cerca de un horizonte la energía promedio debe ser negativa, al menos la medida por haces de luz, lo que significa que las fluctuaciones de vacío son exóticas.
Sin embargo, distintos estudios sobre el tema han dado resultados contrapuestos según los casos y circunstancias que en dichos modelos estaban presentes, lo cual, nos viene a dejar sin una respuesta creíble. Thorne nos dice que la energía necesaria y exótica que mantendría abiertos los huecos de entrada y salida de un agujero de gusano para poder hacer el viaje en el Tiempo, se podría obtener mediante el efecto Casimir.
De todas las maneras que lo miremos, los viajes por el tiempo siempre han sido sugestivos para nosotros, y, de las muchas cuestiones debatidas, me acuerdo ahora de la Paradoja del matricida, una de las controversias levantadas por los muchos artículos escritos sobre el tema. Un individuo que tiene la posibilidad de viajar en el Tiempo (por un Agujero de Gusano), podría utilizarlo para retroceder en el Tiempo y matar a su madre antes de que hubiera sido concebido, impidiendo así, su propio nacimiento.
Para la paradoja del matricida resulta capital la cuestión del libre albedrío. ¿Tiene en verdad el ser humano, la posibilidad de determinar su propio destino?, y, por otro lado, tenemos eso que Hawking llama la “Censura cosmológica” que, en última instancia, impediría que la mano del matricida cayera para apuñalar a su propia madre.
¿Habeis visto? Cuando nos introducimos en temas que sólo hemos imaginado y del que no tenemos ese dominio que llamamos saber, cualquier cosa pueda surgir y cualquier camino puede ser tomado, ya que, como dicen los niños, es pintar como querer, sin reglas fijas ni una norma cierta que nos lleve por el camino correcto y cierto al que nos puede obligar las leyes del Universo.
Pero, las ecuaciones de Einstein no impiden el viaje en el Tiempo.
¿Será algún día posible?
emilio silvera
el 24 de febrero del 2010 a las 20:40
Yo agregaría que la paradoja del matricida podría resolverse, sin apelar a una censura cósmica, bajo el supuesto de realidades paralelas, al mejor estilo borgiano.
el 24 de febrero del 2010 a las 21:26
Recuerdo una antigua película de ciencia ficción, en el que unos seres supertecnológicos trabajaban en una especie de laboratorio, donde se controlaban los viajes en el tiempo y sus posibles nefastas consecuencias. Cuando alguien cometía un acto como el figurado del matricida, una señal y una luz saltaban estrepitosamente y todo el mundo se ponía a correr clamando: “paradoja, paradoja”; entonces estaban obligados a “desfacer el entuerto” antes de que el tiempo acusase la paradoja y ocasionase daños importantes en el futuro.
De todas formas el abanico de posibilidades creo que no se encuentra ni medianamente desplegado; seguramente si el hecho de viajar a través del tiempo se hiciera realidad, la naturaleza ya tendría preparado de antemano una solución, como siempre la ha tenido.
Una de las posibilidades es la posible existencia de los multiversos o universos alternativos, con lo que los actos que se realizaran en contra de lo ya pasado no tendrían consecuencias, ya que se abriría otra linea de tiempo diferente en otra dimensión, con un universo prácticamente igual excepto el detalle de la mujer muerta.
Conocemos únicamente tres dimensiones espaciales y una temporal; en la teoría de cuerdas se parte de siete hasta llegar a diecisiete (creo); pero quien sabe si pueden existir infinitas dimensiones en infinitos universos con circunstancias desde prácticamente iguales hasta completamente diferentes, eso sin contar con la posibilidad también existente de que nuestro universo sea solamente un pequeño cuerpo perteneciente a otro mucho más amplio, y así sucesivamente.
–Por elucubrar que no quede….
el 24 de febrero del 2010 a las 22:06
Muy interesante el debate que nos propone emilio. Los viajes en el tiempo.
A mi me gustaria viajar en el tiempo, pero ¿ en que tiempo ? ¿ En el pasado o en el futuro ?
El viaje en el tiempo pasado nos daria bastante sorpresa positiva y negativa. Me explico.
Si podriamos crear una maquina del tiempo y ir en el pasado, yo cambiaria muchas cosas.
Primero cambiaria mi cuenta bancaria para uno con muchisimo 0000000000 al final. ¿ utopia . No creo, si hablamos de cambiar algo, la majoria de la gente empezaria para eso. Materialista si.
Secundo, me gustaria hablar con mis antepasados y ver como vivian sin ordenador, telefono, microondas, etc…..
El viaje en el futuro peor todavia. porque no sabemos nada de lo que podemos encontrar.
El pasado ya esta escrito y no lo podemos cambiar.
El futuro no esta escrito pero no he visto nadie venir del futuro por contarnos sus aventuras.
Asi que tenemos muchos ilusiones, pero se queda a eso.
Animo a todos a hablar del tema.
Hasta luego
el 24 de febrero del 2010 a las 22:55
Si bien es mucho lo que hay sobre este tema en literatura, recomiendo la lectura de El Fin de la Eternidad de Isaac Asimov.
el 25 de febrero del 2010 a las 3:18
Pues yo si viajara al pasado me haría amigo de marc, con tantos ceros en su cuenta seguro que es buen anfitrión 🙂
Vamos a ver, está bien la dosis de fantasía, y empieza a parecer que siempre me toca contrarrestar con antídoto de realidad. Pero si no sabemos lo que es el tiempooooo!!!! está demostrado, ya lo hemos comprobado en el debate no lo sabemos ni lo sabe nadie, entonces: ¿cómo manejar lo desconocido?
Se busca el Gibbs, se buscan los gravitones, se buscan las cuerdas, se buscan las dimensiones (y si lo lees rápido rima y todo); pero alguien busca los Cronones???
Para mi que la idea de tiempo, como ya hemos comentado, está de todo menos clara; lo de viajar en el tiempo me da que no tiene mucho sentido. Porque si el tiempo es lo que creo, que como dijo un sabio santo: “creo saber lo que es el tiempo hasta que alguien me pregunta por él, entonces, me faltan las palabras para explicarlo”, pues no sería posible en un única realidad o en un único universo como ya han comentado algunos compañeros.
Una vez acabada la ración de realismo empiezo con la ciencia…
ficción claro 🙂
Si el tiempo no existe como entidad propia sino que se trata de nuestra interpretación de los diferentes cambios de estado de lo que nos rodea, pues no existiría camino que retroceder, tendría el mismo realismo que viajar al país de Alicia (aunque este pais podría pertenecer a uno de los universos del multiverso). Y claro, si nos fijamos en los cambios de estado y cada partícula elemental, cuerda o no, lleva su propio “reloj” y nuestra idea del paso temporal es la suma o promedio macroscópico de todo lo que cambia a nuestro alrededor siguiendo el principio de aumento de entropía y al ritmo impuesto por nuestra situación gravitatoria y dinámica pues lo de volver para atrás en un camino inexistente se complica.
Lo de viajar a otra realidad similar a la nuestra no estaría del todo carente de rarezas pues qué pasa cuando nos encontremos con nosotros mismos en esa otra realidad, o nuestro equivalente como se llame. La gran pregunta del tema de las múltiples realidades es ¿por qué somos conscientes sólo de una de ellas?, quién será el tipo ese, vestido como yo, que ahora está escribiendo en su portátil sentado en el sofá de su casa que se llama como yo y la única diferencia conmigo y su mundo con el mío, es que no ha cometido esta falta de hortografía? seguro que además tiene un Mac 🙂
Con lo cual si veo complicado lo de viajar en el tiempo no menos cambiar de realidades o de universos paralelos. Hoy parece que estoy un poco escéptico. Voy a elucubrar yo también un poco, iré pensando mientras escribo como casi siempre. Al pensar que el tiempo sólo puede ser “manejado” cuando estamos a nivel de partículas elementales, habría que buscar si podemos conseguir el sincronismo que permita a todas las partículas subatómicas o cuerdas cambiar a la vez hacia atrás el ritmo de su reloj.
Si las responsables últimas de la materia son las cuerdas, vibran y sus modos de vibración son los que vemos como partículas diferentes lo mismo hay cierta precesión en esa vibración y este es el reloj de esa unidad básica. Habría que cambiar el sentido de esa precesión a la vez en todas las cuerdas que forman todas las partículas de un objeto para conseguir que este retrocediera en el tiempo, pero claro si hacemos esto, la velocidad de retroceso es igual que la de avance, con lo cual habría que hacer dos cosas, a saber: cambiar el sentido de la precesión de forma duradera y acelerar dicho ritmo para por lo menos viajar hacia atrás un periodo significativo rápidamente. Vamos que en todo caso implica manejar las cuerdas a la perfección. Ah! se em olvidaba, estamos todavía muchos órdenes de magnitud alejados de la simple detección de una cuerda, vaya…
¿y no podríamos coger nuestra conciencia y trasladarla a otro momento de nuestra vida? físicamente no alteramos el universo, pero quedaríamos atrapados en nuestra vida eternamente, aunque ya es más de lo que tenemos y sobre todo si tenemos libre albedrío, lo cual sólo sería posible si la conciencia viaja acompañada de la memoria para poder evitar cometer ciertos errores de nuestra vida, de otra forma viajas y ni lo sabes, vuelves a vivir tu vida exactamente igual y ni te enteras. Lo que no me gustaría de esto (viajar pudiendo modificar decisiones tomadas) es que por culpa de algún cambio no conociera a mi esposa y no tuviera a mis dos preciosos y preciados tesoros. No me gustaría viajar atrás si existe ese riesgo, no soy candidato para estos temas.
Respecto las posibles soluciones exóticas a las ecuaciones de Einstein, pues de momento darles el valor que tienen, soluciones matemáticas, ya veremos si tienen alcance real o se quedan como los números imaginarios o soluciones curiosas pero sin correspondencia física.
el 25 de febrero del 2010 a las 9:29
El compañero Zephyros ha conseguido mi primera sonrisa del día al poner un poco e orden en toda esta imaginación ilusoria del viaje temporal que, como la caza de las dimensiones extras, le están dando tanta cancha a los físicos del mundo. Antes de 1996 la mayoría de los modelos teóricos que incorporaban dimensiones extras imaginaban que su extensión espacial era aproximadamente plankiana (10–³³ centímetros). Puesto que esto es diecisiete órdenes de magnitud más pequeño que algo resoluble utilizando los equipos actualmente disponibles, sin el descubrimiento de una nueva tecnología milagrosa la física plankiana permanecerá fuera de alcance. Pero si las dimensiones extras son “grandes”, lo que vendría a significar mayores que una centésima de trillonésima (10 −²º) de metro, aproximadamente una millonésima del tamaño de un núcleo atómico, hay esperanzas.
Como ya hemos comentado en este blog otras veces, si cualquiera de las dimensiones extras es “muy grande” -a pocos órdenes de magnitud de un milímetro- medidas de precisión de la intensidad de la Gravedad deberán revelar su existencia. Tales experimentos, han estado en curso durante algunos años y las técnicas se han refinado rápidamente.
Hasta ahora no se ha encontrado ninguna desviación de la ley de la inversa del cuadrado característica de tres dimensiones espaciales, de modo que los investigadores están acudiendo a distancias más pequeñas. Una señal positiva sacudiría , cuando menos, las bases de la Física. Proporcionaría evidencias de domensiones extras accesibles sólo a la Gravedad, y eso daría fuerte apoyo circunstancial al escenario mundobrana de la teoría M de las cuerdas vibrantes a las que hacía referencia el amigo Zephyros.
Me he agarrado a este ejemplo de las cuerdas situadas a distancias infinitesimales para que, tengamos una idea de la dificultad que tendríamos (extrpolando los ejercicios de las dimensiones más altas y el viaje en el tiempo) para poder acceder a un agujero de gusano, tanto en uno como en el otro caso, tendríamos que disponer de la energía de Plannk (10 exp.19 GeV) para poder llegar a tales logros, lo cual, hoy por hoy, son hazañas impensables.
Hablamos de máquinas teleportadoras y máquinas del tiempo y, desde luego, no hay que negar que, si algún día la HUmanidad pudiera conseguir tales hazañas, la vida sería muy diferente a como la conocemos ahora. Aparte de los desafíos científicos que estas empresas imaginarias de hoy supondrían en la búsqueda de lo desconocido y, la posibilidad (por remota que sea) de encontrar lo que buscamos, nos da motivaciones especiales que nos sitúan en la posibilidad real de mejorar nuestros ingenios. Así ha ocurrido con la idea de los océanos de Peter Higgs y su Bosón que, ha llegado hasta hacer una realidad la máquina tecnológica más grande conocida, el LHC que quiere bucear en esos océanos de Higgs para que podamos comprobar si, en verdad, el Bosón de Higgs es el que le da la masa a las demás partículas como nos dice el modelo estándar de la física.
No hace tanto que, cosas que ahora podemos realizar con cierta sencillez y comodidad parecían imposibles, como por ejemplo, el conocer la composición de los elementos ligeros dispersos por el hiperespacio, tales como el hidrógeno, helio, deuterio, litio, oxígeno o nitrógeno (y otros) hasta un alto grado de precisión, las abundancias están de acuerdo con los cálculos teóricos de los procesos que se creen que han sintetizado estos núcleos a partir de aquellos primeros minutos del universo.
Está claro que, al ver las maravillas que pueden realizar sin esfuerzo en el Enterprise, somos conscientes de que, estamos viendo escenas irreales creadas por la imaginación que se inventó un computador de a bordo que puede crear maravillas a partir de la energía o bien motores que se nutren de una materia desconocida de energía concentrada que es capaz de producir la deformación de regiones enteras del universo para pasar de un lugar a otro, por muy lejanos que esten entre sí y burlar así la velocidad de la luz.
Claro que, si con la imaginación nos transportamos doscientos años atrás en el tiempo y, tranquila y sosegamente pensamos en los adelantos existentes en aquel tiempo y, después de un buen rato allí, abrimos nuestros ojos y nos situados a principios del siglo XXI y vemos lo que podemos hacer aquí, donde sentado cómodamente en la butaca del salón abrimos nuestro portatil y, con el mínimo esfuerzo podemos pedirle que nos enseña la Cassini alrededor de Titan y nos muestre imágenes de aquella luna o bien nos damos una vueltecita por el escabroso terreno marciano y sus lechos secos de océanos que fueron, o, por el contrario, al tener instalado un software de reconocimiento de voz, que nos muestre los últimos resultados obtenidos en la búsqueda de las ondas gravitacionales por los Proyectos LIGO o por el Proyecto WMAP de la NASA y la UNiversidad de Princeton que midio la radiación de fondo.
De cualquier manera, todas ellas cosas impensables hace unos pocos años. Y, desde luego, nadie puede negar que el viaje para descubrir la naturaleza del espacio y del tiempo ha sido largo y está lleno de sorpresas, y, desde luego, sabemos que está aún en sus primeras etapas. Durante los últimos siglos la humanidad ha sido testigo de cómo un gran avance tras otro han tenido que rehacer radicalmente nuestra concepción de espacio y tiempo para tener que rehacerlas de nuevo.
El saber, los nuevos descubrimientos, la mayor disponibilidad de nuevas y avanzadas tecnologías nos llevan, cada poco tiempo, a tener que repensar aquello que teníamos planteado para conformar nuevas teorías más avanzadas, depuradas y técnicamente mejores que sustituyen incansables a las anteriores.
Cuando Einstein descubrió la naturaleza del espaciotiempo (nombremos a Minkowski) de la Relatividad Especial, trazó un plano para ir al futuro. Si queremos ver lo que está sucediendo en el planeta Tierra 1.000 0 10.000 o 10 millones de años en el futuro, las leyes de la física einsteniana nos dicen cómo hacerlo. Construimos un vehículo cuya velocidad pueda alcanzar, digamos, un 99,9999999996 por 100 de la velocidad de la luz. Nos montamos y a toda marcha nos dirigimos al espacio profundo durante un dia o 27 años según el reloj de la nave. Virámos de golpe y nos dirigimos de nuevo a la Tierra sin dejar disminuir la marcha, y, para nuestra sorpresa, en la Tierra habrán transcurrido 10 millones de años de tiempo terrestre, pudiendo así, ver el futuro de la Tierra en ese tiempo. Es algo que no admite discusión y que está experimentalmente verificado.
Sin embargo, ese viaje que podemos hacer físicamente hacia el futuro, no podemos hacerlo hacia el pasado y, para poder contemplar éste, nos tenemos que conformar con mirar a través de nuestros potentes telescopios que, entonces sí, nos podrán mostrar galaxias situadas a 3.000 millones de años-luz, y, nosotros, la estaremos contemplando como eran en aquel entonces, hace tres mil millones de años, siendo posible que, en ese mismo momento que admiramos su belleza, la galaxia ya no exista.
Está claro que, dentro de unos siglos o milenios, este asunto de los viajes en el Tiempo estarán algo más claros, y, no puedo decir si serán una realidad o finalmente resultarán imposible s de realizar pero, una cosa es bien cierta: La Física avanza a una velocidad de vértigo, se ha aliado con la Astronomía, la Biología y la Química y, desde luego, todo esto junto con las poderosas matemáticas que surgirán, ¿quién nos podrá parar?
el 25 de febrero del 2010 a las 13:47
Lo ideal hubiera sido nacer mas tarde. Pues dentro 10.000 ,100.000 años.
¿ Pero en realidad, podemos imaginar ahora lo que va suceder dentro 10.000 años ? creo que no.
Igual que los romanos o los egiptios no puede pensar que el telefono movil sera una realidad dentro 2000 años .( ni siquiera podian imaginar una otra forma de conversacion.)
Que tenemos mas posibilidades de imaginar el futuro que ellos, por supuesto que si, porque nuestro espiritu esta mas desarollado que lo suyos. Ellos no pensaba mas que a conquistar terenos y destruir vecinos, y naturalmente por la grandesa de dios. Pero eso es un otro debate.
Hasta luego.
el 25 de febrero del 2010 a las 16:34
Por mi parte me contentaría con poder viajar por el tiempo sin modificar el sentido ni el ritmo que llevo actualmente, pero mas aligerada la carga.
el 25 de febrero del 2010 a las 18:38
Igor Navikov, escribió un ensayo que tituló cpon una pregunta: ¿Podemos cambiar el pasado? En él exploró varios aspectos de las máquinas del tiempo y, aunque en el mismo libro había otro ensayo de Stephen Hawking en el que postulaba que, las máquinas del tiempo eran, con toda probabilidad, físicamente imposibles, él decía que había dos razones para ignorar la predicción de Hawking.
En primer lugar, en 1895, otro físico sobresaliente, lord Kelvin, entonces presidente de la Royal Society, afirmó que “las máquinas voladoras “más pesadas que el aire son imposibles”. Lord Kelvin basaba su afirmación en el mejor conocimiento que había de la Física en ese momento. Sin embargo, tal como sabemos, los hermanos Wright realizaron su primer vuelo en 1903, sólo unos pocos años más tarde. De modo análogo, nuestro conocimiento actual de las máquinas del tiempo puede ser incompleto.
La segunda razón era que Kip S. Thorne ha señalado muchas veces: incluso si las leyes de la Física prohiben las máquinas del tiempo, el esfuerzo por entenderlas puede enseñarnos mucho y ayudarnos a afinar nuestra comprensión de la causalidad.
Supongamos, entonces, que las máquinas del tiempo son posibles en teoría y exploremos las consecuencias. En primer lugar, las máquinas del tiempo pueden ser peligrosas. De hecho, si alguien pudiera viajar desde nuestro tiempo al pasado, entonces esa persona probablemente podría cambiar el pasado. Si lo hiciera, cambiaría toda la historia posterior. Por ejemplo, una persona que viajara hacia atrás en el tiempo hasta el comienzo del universo podría cambiar las condiciones físicas en esa era y, como resultado, cambiar toda la historia del universo. La explosión de una bomba de hidrógeno muy potente no sería nada en comparación con tal posibilidad.
¿Es posible realmente utilizar una máquina del tiempo para cambiar el pasado? Muchas veces se ha dicho que se podría considerar el tiempo como un río que fluye desde el pasado hacia el futuro, sin cambiar nunca de dirección, y llevando todfos los sucesos en su flujo. Durante mucho tiempo la gente creyó que, eso que llamamos tiempo, no podía ser acelerado ni frenado. Sin embargo, la llegado de Einstein lo revolucionó todo y conceptos bien arraigados tuvieron que ser desechados con aquella nueva física que revolucionó el mundo.
Einstein no sólo nos dijo que se podía ralentizar el tiempo al viajar a velocidades relativistas, sino que, también, en la segunda parte de su Teoría de la Relatividad General nos descubrió que el tiempo no era inmutable. Los campos gravitatorios intensos -por ejemplo, el campo gravitatorio intenso de una estrella de neutrones- también frena el ritmo del paso del tiempo y, los relojes que estén cerca de ese campo gravitatorio marcharán más lentos que los relojes que estén más alejados de él. Y, a lo que vamos, según el comentario principal que ha dado lugar a este peuqeño debate es, que los campos gravitatorios intensos dan lugar a hoyos, o pozos, en la superficie espacio-temporal y, de ahí parte la idea principal que subyace a las máquinas del tiempo, y, efectuvamente, tales estructuras espaciotemporales emergen como soluciones matemáticas de las ecuaciones de campo de Einstein.
Claro que, a todo esto, siempre surgirán también esas dichosas tres preguntas:
-¿Cómo podrían crearse máquinas del tiempo?
-¿Es realmente posible cambiar el pasado utilizando una máquina del tiempo?
-¿Qué sucede con nuestras nociones de causalidad yu libre albedrío?
Como la primera de las preguntas requerirían una extensa y compleja explicación sobre los espacios curvos o distorsionados que, al menos yo, no estoy preparado para facilitar (y, de momento, creo que nadie). Se quede en el aire y sin contestación, ya que, podría poner aquí un sin fin de hipótesis que, finalmente, no llegarían a parte alguna.
La segunda pregunta de si podemos cambiar el pasado, a mí, personalmente me parece que no. Las cosas suceden sólo una vez, y según entiendo, es imposible tener dos historias. Una en la que el suceso ocurre y otra en la que no ocurre. Las leyes físicas impiden ciertas cosas y, una de ellas sería que yo viajara al pasado para matar a una versión más joven de mí mismo. Eso llevaría a una paradoja que no se puede dar.
Eso significa que nuestro libre albedrío debe ser limitado y, eso es inusual y misterioso pero no carece de paralelos. Por ejemplo, mi voluntad puede ser la de caminar por el techo sin la ayuda de nmingún equipo especial. La ley de la Gravedad me impedirá hacerlo; me caeré si lo intento, de modo que mi libre albedrío está restringido por una ley fundamental de la Naturaleza. Por supuesto, en el caso de una máquina del tiempo la naturaleza de la restricción del libre albedrío es diferente, pero no esencialmente
diferente.
Hay que concluir, diciendo que la cuestión de las máquinas del tiempo no está todavía resuelta. Sin embargo, aunque las máquinas del tiempo están prohibidas por las leyes de la física, sigue valiendo la pena pensar sobre las muchas cuestiones que plantean, puesto que puede proporcionar nuevas ideas sobre la naturaleza del tiempo, la causalidad y otros aspectos de la Física.
el 25 de febrero del 2010 a las 19:27
Acuerdo contigo no podemos ir en el pasado, entonces creo que en el futuro tampoco !
¿ Y porque no una maquina del tiempo pero dentro una otra dimension ? Me gustaria saber lo que pienses de eso.
Hasta luego.
el 25 de febrero del 2010 a las 18:51
Bueno, cuando soñamos no se parece a un viaje en el tiempo y el espacio. Pero en minutos de sueños, volvemos al pasado y otras vamos al futuro, y tenemos la sensacion en el sueño que pasan dias o mas “tiempo”. Luego al despertar de golpe nos disponemos a vivir la otra vida en el otro tiempo en el otro espacio …..Y ni que decir de esa sensacion que se produce cuando entramos en esa fase de sueño, que yo he tenido dos veces, no se explicarlo, pero alguno de ustedes debe haberla vivido quizás y la explique mejor…. Asumiendo que el tiempo no exista, que dificil sería comunicarnos sin emplear el término … que usuariamos para indicar el “cuando” ….
el 25 de febrero del 2010 a las 19:26
Estimada Loly, te has referido a la otra manera (esta virtual-mental) que tenemos para viajar en el tiempo: el sueño. Creo que todos hemos hecho esos viajes que, la mayoría de las veces están relacionados con preocupaciones que nos inquietan y también durante el sueño damos vida a los bucles de reverberación que sustentan la formación de un recuerdo sobre cierta experiencia de nuestra vida.
Aunque estemos “dormidos” la Conciencia no para de trabajar y las distintas experiencias activan redes neuronales que nos llevan a evocar esas situaciones que, vivídas o no, sí que están presentes en nuestros pensamientos y son actividadas al través de los sueños.
Claro que, los sueños de cada uno de nosotros estarán (generalmente) ligados a nuestras vivencias, a nuestras inquitudes y, a medida que pasa el “tiempo”, nuestras mentes se sitúan en eso que llamamos sabiduría en la escala humana y, dependiendo de ello, se podrá tener un sueño u otro. Sin embargo, y según las estadísticas de los mejores estudios realizados, el sueño es algo intrinseco con el ser humano cuya mente tiene el poder de recrear situaciones que le pueden transportar a cualquier sitio.
¿Quien no ha soñado alguna vez que se caía por un abismo? A mí, me ha pasado en más de una ocasión y, cada vez, he dado un bote en la cama que incluso despertó a mi mujer que, plácida y profundamente dormía a mi lado. Pero, también he soñado que estaba en el planeta Marte y en la luna Titán.
Ya sabes amiga, la mente humana, ese don inapreciable del que nos ha dotado el Universo para que podamos hablar de él, es la máquina más perfecta de la creación pero, eso será objeto de otrto debate.
Un saludo cordial.
el 25 de febrero del 2010 a las 19:38
La caida dentro un abismo es parece una parada cardiaca, a mi me ha pasado tambien.
No he soñado paseando en marte u en titan, me gustaria ir a encelado para ser el primero a descubrir los extraterestres dentro el oceano hellado.
Quizas la broma del dia. sic….
el 25 de febrero del 2010 a las 19:00
Stephen Hawking, en su ensayo sobre el mismo tema, que tituló: Protección de la cronología: haciendo el mundo seguro para los historiadores. Allí, en su trabajo, se mete con su amigo Kip S. Thorne pero, sobre todo, acentúa el hecho de que, especular abiertamente sobre el viaje en el tiempo es delicado y, nos lleva a una larga serie de consideraciones sobre el uso militar de tal posibilidad y otras perspectivas negativas de dichos viajes.
Él hace una larga y compleja exposición de la posibilidad de viajar en el tiempo y nos habla de los horizontes de Cauchy que se dan dentro de ciertas soluciones que los físicos llaman “espacio anti-de Sitter” y otras densidades físicas y matemáticas que, desde luego, ni vienen aquí al caso ni sería ameno para ningún lector.
Hawking, al final del ensayo admite o conjetura sobre la Protección Cronología que, en último caso impondrían las leyes de la Física para impedir los viajes en el tiempo de objetos macroscópicos.
Así que, según Stephen Hawking, ese viaje en el tiempo a través de fluctuaciones de vacío o de cualquier otro sistema (como los agujeros de gusano), sólo sería posible para partículas subatómicas que, como el electrón en su salto cuántico, puede viajar de un lugar a otro de manera simultánea sin recorrer la distancia que le separa de ambos puntos, el de partida y el de llegada, es decir, en uno desaparece para aparecer, de manera instantánea en el otro.
Está claro que, con los datos que, con los pocos datos que tenemos, nuestra naturaleza osada, se permite hablar y hablar largamente de cosas que no entiende bien o que nada entiende pero, eso sí, especula y pone encima del tapete mil hipótesis distintas que, al final, llegan inbcluso a ser teorías bien estructuradas y racionalmente conformadas, y, de esa manera, hemos ido avanzando a lo largo de nuestra Historia, y, los viajes en el Tiempo, puedan o no puedan ser posibles en un futuro lejano, lo cierto es que desboca nuestra imaginación hacia situaciones de increíble ingenio.
¡La Mente Huana! ese portento.
el 25 de febrero del 2010 a las 19:37
Creo que los viajes en el tiempo y espacio solo son posibles como dice Emilio en forma virtual o mental, de otra manera ya tendríamos algun visitante del futuro 🙂 … Por otro lado, no me imagino el caos y posibles verdades de un acontecimiento. Se podría evolucionar en un escenario en que se pudiese viajar y cambiar los hechos?, te imaginas todos querrían cambiar sus derrotas por victorias, quizás algunos tratarían de desenmascarar fraudes historicos, que Colón no fue quien descubrió America, que habian extraterrestres en Egipto, que fue mi tatarataratara abuelo el verdadero contructor, y lo dejo escrito en esta piedra, que Emilio fue el primero en llegar a Marte, etc, etc, interminable .. por lo tanto hay algo que protege los posibles viajes en el tiempo. Que ley es esa???…. tienes alguna idea Emilio?? …
el 25 de febrero del 2010 a las 20:04
Podemos razonar de manera tal que concluyamos que no sólo es imposible para el hombre viajar en el tiempo hoy día sino que lo será tambien en el futuro.
Ante todo decimos que no hay en el presente ni hubo en el pasado hombres que hayan podido o puedan viajar a través del tiempo y que ello se debe a que les resulta imposible.
Ahora partimos de la hipótesis de que en el futuro los hombres viajarán arbitrariamente a través del tiempo. Si en el futuro los hombres viajarán en el tiempo podrán hacerlo o bien hacia el futuro de ese futuro o bien hacia el pasado de ese futuro. Siendo así en algunos de sus numerosos viajes optarán por viajar al pasado de ese futuro, convirtiéndose así en hombres del pasado de ese futuro que pueden viajar en el tiempo. Ahora sólo debemos advertir que el pasado de ese futuro es en parte este presente y el pasado nuestro. Siendo así deberíamos admitir que hay en el presente o hubo en el pasado hombres que han podido o puedan viajar a través del tiempo. Pero comenzamos aceptando que no los hay ni los ha habido. Concluímos entonces que es y será imposible para el hombre viajar a través del tiempo.
el 25 de febrero del 2010 a las 23:36
Buenas noches.
Todos los problemas que han explicado bien Loly y Javier, podrían quedar solapados simplemente si en vez de decir “viajes en el tiempo”, dijeramos: “Viajes entre dimensiones”
Y ello podría ser posible si admitimos en primer lugar la teoría de los multiversos o la de universos alternativos; partiendo de esa base creo que sería posible viajar al pasado sin dejar de adqurir y comprobar las nociones de lo que observáramos en el hipotético viaje (Reconocimiento de historia pasada, recuerdos, costumbres, lugares, etc), que nos podrían otorgar los viajes en el tiempo; además de esta forma se obtendría la ventaja de evitar las paradojas y demás vicisitudes que crearían esos viajes si tenemos en cuenta únicamente nuestras dimensiones conocidas.
Es que además el tema de viajar en el tiempo sin contar dimensiones ocultas que pudieran existir, olvida frecuentemente el tema de la situación espacial, ya que normalmente contamos únicamente con el tiempo, pero sabemos que tiempo y espacio están ligados indisolublemente; de nada nos serviría viajar por ejemplo al pasado si tener en cuenta el lugar físico a donde nos dirigiéramos, y ello sería en extremo complicado si tenemos en cuenta la velocidad con la que el sistema solar se mueve a través de la galaxia; el camino del sistema solar a través de la vía lactea dura unos doscientos millones de años cada vuelta completa, por lo que en todo ese tiempo, mucho más largo que cualquier historia conocida, cualquier situación vivida se ha de situar obligatoriamente en un lugar donde poco tiempo después solo existe el vacío, o algo peor.
No se si he conseguido explicarme, pero sucintamente me quiero referir que para que puedan existir los viajes en el tiempo se debe de dar por añadido la necesidad de transmutación dimensional.
Si olvidamos lo de las diferentes dimensiones, creo que aún así podrían ser posibles los viajes en el tiempo, pero habría que diferenciar entre viajar al pasado y viajar a ” nuestro” pasado, ya que los viajes al pasado quizás sean posibles, pero nunca a “nuestro” pasado si no modificamos de alguna manera la dimensionalidad conocida de espacio/tiempo.
el 26 de febrero del 2010 a las 15:13
Hola a todos. No soy físico ni científico y mis conocimientos de física son bastante limitados. No obstante he leído con mucha atención todos sus comentarios y he disfrutado mucho intentando seguirlos. Tengo una duda sobre este tema (cientos, de hecho) y es acerca de algo que me ha extrañado no ver reflejado.
Los problemas referentes al envío de materia atómica a través del Tiempo parece que serán resueltos por los descendientes de nuestros descendientes, o como dirían ustedes por nosotros × 1033.
Pero, ¿y los datos? ¿y los impulsos eléctricos? ¿Podrías ser enviados por un agujero de gusano? Si se construyese una máquina capaz de enviar y recibir estos datos, todo sería muy distinto. Para empezar, sólo se podrían enviar datos hasta el punto en el pasado en el que la máquina fue creada, ya que también es el receptor. Ésto soluciona la paradoja de que no tengamos conciencia actual de ningún viaje de información en el Tiempo. la máquina todavía no existe. No obstante, si algún día se inventa dicho artilugio, deberíamos ir con mucho cuidado en el momento del “encendido”, ya que la experiencia nos dice que el ser humano busca los límites de todo lo que le rodea, y el momento del encendido o lo que ya os adelanto yo que se va a llamar la “momento T0“, será el destino favorito de todo dato. Así, recibiríamos millones y millones de datos sobre lo que el futuro nos depara.
En fin, supongo que es por este tipo de aportaciones o comentarios por los que los científicos que estáis ahora leyendo preferís temas más específicos y cuantificables. Gracias.
el 26 de febrero del 2010 a las 16:08
Buenas Andreu, tu comentario encaja perfectamente con lo que se trata y no se había tratado el tema de la información o datos enviados, supongo que por que el soporte para esos datos está a unas escalas casi macroscópicas comparándolo con las dimensiones de las hipotéticas cuerdas por ejemplo. Al tema de si será resuelto en el futuro es algo que podemos pensar, suponer, desear… pero nada a día de hoy salvo la ciencia ficción y el mundo subatómico que lo parece, lo de viajar en el tiempo es más que dudoso (hacia el pasado). De hecho algunos hemos comentado por qué creemos que puede ser imposible independiente del avance tecnológico. En mi caso por la propia naturaleza del concepto tiempo, que si no es algo con existencia propia y cada partícula minúscula o cuerda tiene su propio parámetro tiempo pues no existiría ese camino para atrás que recorrer, o habría que sincronizar cada elemento simple para que todos los componentes ínfimos de la materia fueran a la vez hacia atrás en su reloj particular…
Pero si se consiguiera, habría que hacerse las preguntas que adelantas, y ver qué pasa en el primer momento si es, como dicen algunos que sólo se podrá viajar en el tiempo hasta la apertura de la primera puerta en el tiempo T0. Pero también el estado de lo que mandas y cómo llega, a ver si vamos a viajar y se nos va a borrar el disco duro en el camino 🙂
Por ejemplo en el teletransporte, habría que tener un super scanner que no sólo átomo a átomo sino quark a quark, cuerda a cuerda y manteniendo el estado de estos elementos los enviara de un sitio a otro. Con viajes en el tiempo podría pasar algo similar, hacer retroceder cada elemento simple. Pero claro eso supone manejar elementos de dimensiones hoy inalcanzables. Y además esto no asegura el mantenimiento de la conciencia individual de la persona.
Hacer que cada elemento simple (cuerda o lo que sea) con su estado sea transportado implica que las interacciones se mantendrían intactas (lo que comentas de cargas eléctricas u otro tipo de soporte de datos), porque todo dato necesita un soporte. Y además es muy posible que haya que controlar alguna que otra dimensión más, no vaya a ser que lo que enviemos sea incompleto, en materia o en información.
Pero, vamos, yo soy de los que opina que es algo infranqueable el llegar a este control, con lo cual lo mismo te responde mejor otro.
el 27 de febrero del 2010 a las 12:52
Creo que sí podremos, algún día, viajar al pasado pero, sólo podremos contemplar lo que pasó en aquel lugar al que nos podamos desplazar, al lugar elegido por cada cual que quiera conocer aquella época y aquella historia. Sin embargo, también creo que nunca, de ninguna manera, podremos incidir en lo que ya pasó. Aquí entra de lleno y con propiedad la palabra: Lo hecho, hecho está.
La Historia no se puede cambiar.
Y, por otra parte, tampoco tengo claro (como otras tantas cosas) que algún día podamos viajar al futuro. ¡Viajar a un lugar que no existe! ¡Poder contemplar acontecimientos que están por pasar!
Resulta algo raro y, desde luego, mi mente que es abierta y está cerrada a pocas cosas, sin embargo aquí, llegado al punto del viaje al futuro, se me queda parada en seco y comienzos a darle vueltas y más vueltas buscando una posibilidad plausible de que eso pudiera ser y, hasta el momento, lo único que he podido encontrar han sido principios naturales que impiden ese viaje.
Claro que, el debate, como se dijo por alguna parte de los muchos comentarios recibidos, siempre son buenos para llegar a nuevas conclusiones y, si tenemos suerte, de vez en cuando surge una nueva idea que, como la de Kaluza en tiempos de Einstein, puede ser el embrión de algo grande. Aquella a la que me refiero, es la semilla nada más y nada menos que de la Teoría M de cuerdas. Con la teoría de Kaluza de 5 dimensiones comenzó todo y, aún no ha terminado el largo camino emprendido.
Un saludo amigos.
el 27 de febrero del 2010 a las 13:16
Yo he oido hablar de 11 dimensiones reconocidas, o me equivoco ?
hasta luego
el 27 de febrero del 2010 a las 14:28
Tanto como reconocidas, no. Teorizadas diría yo, incluso 26 dimensiones teorizadas. Comprobadas (y creo dar fe de ello) las 3+1 de siempre, aunque una vez leí un artículo de lo más curioso sobre que una de las tres dimensiones espaciales realmente no existía y era una especie de proyección. Haber si lo encuentro porque era en Scientific American.