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Noticia del Diario el Mundo

Autor por Emilio Silvera    ~    Archivo Clasificado en Noticias    ~    Comentarios Comments (3)

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A la caza de la materia oscura

Representación artística del halo de materia oscura que rodea a la...

 

Representación artística del halo de materia oscura que rodea a la Vía Láctea. ESO

 

Miguel Corral – Valencia.

 
 
La Noticia es la siguienmte:

 

En los años 40, la ciencia no era precisamente cosa de mujeres. En su primer acercamiento a la universidad, Vera Rubin tenía más que claro su interés por la astronomía. Sin embargo, el empleado de la oficina de admisiones le sugirió la idea de cambiar su vocación por algo relacionado con el estudio de las estrellas, pero, de alguna forma, más femenino… como la pintura. Rubin acabó estudiando Artes en el Vassar College de Nueva York. Pero no dio su brazo a torcer y terminó estudiando Física en Cornell con Richard Feynman, aunque no lo tuvo fácil. Como cuenta el físico teórico de Caltech Sean Carroll en su libro La partícula al final del Universo (Debate), cuando escribió a la Universidad de Princeton pidiendo el catálogo de estudios de doctorado se negaron a enviárselo señalando que el departamento de Astronomía no aceptaba mujeres como estudiantes de postgrado (algo que no cambió hasta el año 1975).

La perseverancia dio sus frutos y en 1978 Vera Rubin y su colega Kent Ford descubrieron algo inesperado que cambiaría la concepción del Cosmos. La Ley de la Gravedad dice que las estrellas deberían moverse a menor velocidad a medida que se alejan del centro de su galaxia, igual que los planetas más lejanos del Sistema Solar giran a menor velocidad que la Tierra alrededor del Sol. Cuanto más lejos del cuerpo que se orbita, menos intensa es la fuerza gravitatoria.

Sin embargo, Rubin y Ford observaron algo muy diferente: Las estrellas se mueven a la misma velocidad aunque se alejen del centro de la galaxia. Parecía imposible, pero no había otra explicación: las galaxias tenían que tener mucha más masa de la que podemos ver. Sin saberlo, habían demostrado la existencia de la materia oscura, uno de los grandes retos de la Astronomía y la Física actuales.

Hacia lo desconocido

No obstante, otros investigadores como Fritz Zwicky o Jan Oort ya habían demostrado por otras vías que en el Universo había muchas más energía de la que podemos ver con los telescopios. El Cosmos es mucho más que galaxias, planetas, estrellas y cuerpos celestes. Toda la materia ordinaria que conocemos, la que compone la Tierra, el Sol, todas las estrellas y constelaciones y a nosotros mismos supone apenas un 5% del Cosmos. El resto del Universo está formado por materia (25%) y energía (70%) oscuras. Pero a pesar de que lo oscuro supone el 95% del Universo y de que han transcurrido 35 años desde el descubrimiento de Rubin, la Física aún no puede explicar ni siquiera qué compone esta enigmática materia, y mucho menos qué hay detrás de la energía oscura.

«La materia oscura es un misterio, pero hay un consenso de que está formada por partículas», explica Carlos Muñoz, director del Instituto de Física Teórica (IFT) de la Universidad Autónoma de Madrid y el CSIC y coordinador del Proyecto Multidark. «En la energía oscura, en cambio, no se sabe nada, no se sabe ni por donde empezar», asegura.

 

Mapa 3D de la materia oscura del Cosmos. NASA / ESA

 

Tras el sonado hallazgo del bosón de Higgs en julio de 2012, la materia oscura se ha convertido en el nuevo  El Dorado de la Física. La partícula predicha por el británico Peter Higgs era la última pieza que faltaba por encontrar del Modelo Estándar de la Física, el que explica las propiedades y el funcionamiento de la materia que nos rodea y que nos constituye. Lo que se abre ahora ante los físicos es la frontera de lo desconocido. Por ese motivo, bajo el paraguas del proyecto de excelencia Multidark que dirige Carlos Muñoz desde el año 2010, se acaba de celebrar en el Instituto de Física Corpuscular (IFIC) de Valencia una reunión científica internacional para poner en común los últimos avances en la búsqueda de materia oscura.

Pero para entrar en esa nueva era hace falta una nueva Física, nuevas reglas del juego que hagan encajar las piezas del puzle de la materia oscura. Y, aunque no se sabe cuáles serán, sí hay varias teorías propuestas que podrían hacer funcionar esa nueva Física. «La más atractiva es la Supersimetría», dice Carlos Muñoz. Según este modelo, conocido entre los físicos como SUSY, cada partícula elemental del Modelo Estándar -quarks, electrones, bosones, neutrinos, etcétera- tendría un duplicado supersimétrico, pero con mucha más masa y con unas propiedades distintas, como que no emiten ni absorben luz o que no tienen carga eléctrica, porque en caso contrario, ya las habríamos encontrado.

Eso explicaría la enorme masa que detectaron Zwicky o Rubin y que aún no somos capaces de ver. Pero hay otros muchos modelos propuestos que habría que comprobar en caso de que alguna partícula oscura fuese finalmente detectada.

«Lo que nos interesa es saber de qué está hecho lo que no podemos ver del Universo», afirma David G. Cerdeño, investigador del IFT de Madrid, durante su conferencia titulada Los cazadores de materia oscura. «Como no podemos encontrar estas partículas directamente ya que no son visibles y sus interacciones son muy débiles, buscamos las huellas que deja», dice Cerdeño.

Huellas sobre la nieve

La metáfora perfecta es el final de la adaptación al cine de James Whale de la novela de H. G. Wells El hombre invisible, cuando el atormentado e invisible protagonista deja sus pisadas sobre la nieve. «No podemos ver ni detectar estas partículas de ningún modo, a no ser que atraviesen un campo de nieve, como en la película», explica Cerdeño.

Los físicos experimentales han sido capaces en los últimos años de diseñar un buen número de experimentos que hagan las veces de nieve sobre la que podría pisar una partícula oscura y ser detectada.

De forma sintética, hay tres vías para cazar estas partículas. Mediante métodos directos en los que un material es capaz de detectar el choque de una partícula oscura contra el núcleo de un átomo de ese material; de forma indirecta localizando los neutrinos o rayos gamma que se producen cuando una de estas partículas se aniquila o produciéndolas en un acelerador de partículas, como el LHC (de hecho, el aumento de energía que está sufriendo para pasar de 8GeV a 14GeV está enfocado a producir partículas más pesadas, como las que se piensa que tiene la materia oscura).

Desde hace años, se trata de dar caza a la materia oscura desde satélites como el Fermi -dedicado a analizar rayos gamma- o desde laboratorios subterráneos o excavados en el hielo, como el IceCube de la Antártida o el de Gran Sasso (Italia), tristemente conocido por los resultados que resultaron erróneos sobre neutrinos que viajaban más rápido que la velocidad de la luz. Pero en el campo de la materia oscura, de las decenas de experimentos que se llevan años realizando, sólo uno asegura haber encontrado este tipo de partículas, y fue precisamente el experimento Dama-Libra, llevado a cabo en Gran Sasso.

Desde entonces, muchos grupos científicos persiguen el sueño de encontrar esas mismas partículas y corroborar así los resultados obtenidos en Italia. Pero nadie lo ha logrado aún. Aldo Morselli es uno de los científicos principales del telescopio espacial Fermi que está tratando de confirmar los resultados de Dama-Libra. «Estamos en niveles de confianza de 2 o 3 sigma, si llegamos a cinco sigma podremos decir que hemos encontrado materia oscura», adelanta Morselli. «Esperamos poder tener más resultados en medio año, pero si tuviera que apostar mi dinero sobre cuándo se encontrarán partículas de materia oscura diría que se logrará en el próximo año», asegura.

Los cazadores de materia oscura no sólo ocupan laboratorios fuera de nuestras fronteras. En España, hay desde hace años instalaciones punteras a nivel mundial para la búsqueda de lo desconocido en el Cosmos. La materia oscura tiene interacciones muy débiles, así que el efecto que provoca en los núcleos de los detectores es pequeño y éstos tienen que ser muy sensibles.

Además, para evitar las interferencias del fondo de radiación cósmica -descubierta por casualidad por Penzias y Wilson en los Laboratorios Bell en 1965- y que nos llega como una reliquia del Big Bang, estos laboratorios se tienen que proteger bajo montañas de roca, excavadas en el hielo o en el fondo del mar. Por esa razón, quizá los dos mejores exponentes en España estén en un túnel ferroviario en Canfranc (Pirineos) a 850 metros de profundidad bajo el monte Tobazo –Laboratorio Subterráneo de Canfranc, dirigido desde la Universidad de Zaragoza- y bajo las aguas del Mediterráneo, como el proyecto Antares de detección de neutrinos desarrollado por el IFIC.

A pesar de los esfuerzos internacionales por esclarecer la porción oscura de la materia, aún ni siquiera se alcanzan a vislumbrar sus posibles aplicaciones prácticas. «Nadie tiene ni idea de para qué puede servir la materia oscura si se llega a encontrar», admite Carlos Muñoz. «Pero Faraday y Maxwell, cuando descubrieron la electricidad, tampoco sabían para qué se podía utilizar lo que estaban construyendo y era nada menos que el mundo moderno».

En todo caso, el momento de buscar la practicidad de un avance semejante aún parece muy lejano. Para Quaisar Shafi, físico teórico del experimento BICEP 2 que confirmó recientemente la teoría de la inflación cósmica y, por tanto, la del Big Bang, queda un trabajo enorme de búsqueda y de contraste con las diferentes teorías sobre la materia oscura. Aún así, para él estamos viviendo un momento apasionante para la historia de la Física.

«Si se encuentra materia oscura, pero no encaja con ninguna teoría de las que hay sobre la mesa, sería muy interesante para los físicos teóricos, se abriría una nueva era de la Física. En ese momento, sí que necesitaríamos un nuevo Einstein», asegura Shafi exaltado. Quizá en este nuevo siglo, el nuevo Einstein podría ser una mujer.

¿La Naturaleza? ¡Es la misma en todo el Universo!

Autor por Emilio Silvera    ~    Archivo Clasificado en El Universo y la Vida    ~    Comentarios Comments (0)

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El Universo que es todo lo que existe: Materia, espaciotiempo, las cuatro fuerzas fundamentales que conocemos, las constantes universales que jhemos podido descubrir y como interaccionan con esas pequeñas partículas subatómicas que forman los átomos que se juntan para formar moléculas y éstas para formar objetos unas veces como mundos y estrellas, otras como galaxias y cúmulos de ellas y, a veces, en algún mundo favorecido por el Azar, puede incluso evolucionar la materia hasta alcanzar la consciencia y otras muchas clases de vida que, aunque menos desarrolladas, también conforman los ecosistemas que, como el de la Tierra, es rico y variado y se nos muestra en todo su esplendor.

         En cualquier mundo en el que podamos ver imágenes como la de arriba… ¡La vida estará presente!

¿Estamos ahora en condiciones de comprender por qué, si existieran animales en otros planetas capaces de moverse a través de sus mares, de su atmósfera o de sus tierras, sería muy probable que, también ellos, tengan simetría bilateral? En otro planeta, igual que en la Tierra, actuarían los mismos factores que darían lugar a la mencionada simetría. La Gravedad produciría diferencias esenciales entre arriba y abajo, y la locomoción originaría marcadas diferencias entre frente y dorso. La ausencia de asimetrías fundamentales en el entorno permitiría que la simetría izquierda derecha de los cuerpos permaneciera inalterada.

¿Extraños mundos con extrañas criaturas?

¿Podemos ir más allá? ¿Podemos esperar semejanzas más concretas entre la vida extraterrestre y la vida tal como la conocemos? Creo que sí, que de la misma manera que existen planetas como la Tierra que tendrán paisajes parecidos a los que podemos contemplar en nuestro mundo, de igual forma, dichos planetas podrán albergar formas de vida que, habiéndo surgido en condiciones similares a las nuestras de Gravedad, Magnetismo, Radiación… Habrán seguido el mismo camino que tomamos nosotros y los otros seres que en la fauna terrestre nos acompañan de entre los que algunos, tenemos que reconocer que son bien raritos dependiendo del medio en el que viven.

En los extraños mares de otros planetas, sin tener en cuenta la composición química, es difícil imaginar que la evolución de lugar a una forma más sencilla de locomoción que la que se produce ondulando colas y aletas. Que la propia evolución encontraría este tipo de propulsión viene avalado por el hecho de que, incluso en la Tierra, esta evolución se ha produción de manera totalmente espontánea e independiente. Los peces desarrollaron la propulsión cola-aleta; después, ellos mismos evolucionaron hasta convertirse en tipos anfibios que se arrastraban por tierra firme hasta llegar a ser reptiles.

Por ejejmplo, en nuestro planeta el ornitorrinco representa la primera rama de mamíferos a partir de un ancestro con características de ambos mamíferos y reptiles de hace 166 millones años. De alguna manera se mantiene una superposición de funciones, mientras que los mamíferos posteriores perdieron sus rasgos de reptil. Comparando el genoma del ornitorrinco con el ADN de otros mamíferos, incluidos los seres humanos que llegaron a lo largo del transcurso del tiempo, y los genomas de los pájaros, que bifurcan hace unos  315 millones años, ayuda a definir la evolución.

Ornitorrinco: ¿Mamífero, Ave o Reptil? Lo cierto es que, sin movernos de aquí, podemos ver los mismos extraños animales que nos podríamos encontrar en cualquier lugar situado en lejanos sistemas planetarios alumbrados por otras estrellas distintas a nuestro Sol. “Allí” como “aquí” en la Tierra, las mismas leyes, las mismas fuerzas, los mismos principios y los midsmos ritmos que el Universo impone por el inmenso Cosmos, estarían presentes para que todo se repita, para que todo se destruya y pueda resurgir. Del material de estrellas que “mueren” nacen nuevas y vigorosas estrellas.

Algunos  reptiles fueron evolucionando y dieron lugar a a los mamíferos. Pero cuando algunos de estos últimos regresaron al mar (los que luyego han sido ballenas y focas, por ejemplo), sus piernas volvieron a evolucionar hacia las formas de las aletadestinadas a la propulsión por el medio acuatico y a la navegación.

De la misma manera, cuesta imaginarse una forma más sencilla de volar por el aire que no sea utilizando las alas. De nuevo, también en la Tierra estuvo presente el proceso de evolución necesario e independiente y paralela de las alas. Los reptiles las desarrollaron a causa de la evolución, y llegaron a volar. En millones de años, muchas habrán sido las mutaciones que se produjeron y que nos han pasado desapaercibidas, no podemos, por falta de medios fósiles desapàrecidos, saber todo lo que pudo pasar.


Los Pterodáctilos desaparecieron hace unos 100 millones de años

Lo mismo hicieron los insectos. Algunos mamíferos, como la ardilla voladora, desarrollaron alas para planear. El murciélago, otro mamífero, desarrolló unas alas excelentes y el rádar que le dice por donde debe ir. Algunas especies de peces, que saltan por encima del agua para evitar ser capturadas, se han provisto de alas de planeo. Otros emiten descargas eléctricas…

                                 ¡La Naturaleza! ¿Qué no será posible para ella?

En tierra firme, ¿existe algún modelo más sencillo por el cual un animal puede desplazarce que no sea mediante apendices articulados? Las patas de un perro, desde el punto de vista mevcánico, no se diferencian demasiado de las de una mosca, pese a haber sufrido evoluciones completamente independientes una de otra. Evidentemente, la rueda es también, una máquina muy sencilla, útil para desplazarce por tierra, pero hay buenas razones técnicas que dificultan su evolución.

Recuerdo haber visto con los chicos cuando eran pequeños, aquella película en la que L. Frank Baum, en Ozma de Oz, inventó una raza de hombres, llamada “los rodadores” , con cuatro piernas como un perro pero que, cada una de ellas terminaba con una ruedecilla que les hacía correr velozmente para causar el pánico en la pequeña protagonista de la fantástica historia. Y, de la misma manera, si nos paramos a observar la Naturaleza y las criaturas que en ella han llegado a sugir, el asombro de tan fantástico logro, nos llega a dejar sin habla.

Pese a que ningún animal utiliza ruedas para autopropulsarce a través del suelo o del aite, sí existen bacterias que se mueven por los líquidos haciendo rodar sus flagelos a modo de propulsores.

Existen mecanismos de rotación en el interior de las células para esparcir filamentos retorcidos de ADN. Algunos aniumales unicelulares se desplazan a través del agua haciendo que ruede todo su cuerpo. Si estudiamos el mundo microscópico de esos infinitesimales seres, nos quedaríamos maravillados de la inmensa diversidad de mecanismos que utilizan para poder realizar sus actividades cotidianas.

Órganos sensoriales como los ojos y nariz también deben ser como son si la vida evoluciona hacia algún tipo de actividad inteligente avanzada. Las ondas electromagnéticas son ideales para dar al cerebro un cuidadoso “mapa” del mundo exterior. Las ondas de presión, transmitidas por moléculas, proporcionan pistas adicionales de gran valor sobre el entorno, y son captadas por los oídos. Las moléculas emanadas por una sustancia se detectan por la nariz.

                                        Por ahí fuera, cualquier cosa que podamos imaginar… ¡Podría ser posible! El cine se adelanta

No es imposible que puedan  existan culturas avanzadas extraterrestres inteligentes en las que el olfato y el gusto no sean solamente los sentidos dominantes, sino que también sean los que proporcionan los principales medios de comunicación entre individuos. Hasta hace muy pocos años,  los biólogos no han descubierto que, en especies animales terrestres, se transmite una gran cantidad de información mediante una transferencia directa de sustancias que ahora se denominan feromonas.

Puesto que tanto  la luz como el sonido y las moléculas existen efectivamente en otros planetas, parece que la evolución debería crear también sentidos que explotaran éstos fenómenos como excelente medio de control de las circunstancias de la vida. Aquí en la Tierra, por ejemplo, el ojo no  ha tenido menos de tres desarrollos independientes entre sí: Los ojos de los vertebrados, los ojos de los Insectos y los de las diversas clases de moluscos.

                                                    ¡La Naturaleza! Esa maravilla

El pulpo, por ejemplo, tiene un ojo particularmente bueno (de hecho, en algunos aspectos es mejor que el nuestro); posse párpados, córnea, iris, pupíla, retina igual que el ojo humano, ¡aunque ha evolucionado de forma completamente independiente del ojo de los vertebrados! Es difícil encontrar un ejemplo más sorprendente de cómo la evolución, actuándo según dos líneas de desarrollo desconectadas, puede llegar a crear dos instrumentos nada sencillos que, en esencia, poseen la misma función e idéntica estructura.

Pueden parecer muy diferentes pero… ¡En esencia son lo mismo y de las mismas sustancias hechos!

Los ojos, igual que otros órganos sensoriales, tienen buenas razones para constituir un tipo de cara habitual. En primer lugar, constituye una gran ventaja que ojos, nariz y oídos estén situados cerca de la boca, pués así son de utilidad para buscar alimentos. Asimismo, resulta ventajoso que estén colocados en las proximidades del cerebro: la sensibilidad está allí, y debe reaccionar para conseguir alimentos, eludir peligros y atisbar el mundo que nos rodea transmitiendo, por medio de los sentidos al cerebro, lo que pasa a nuestro alrededor.

El propio cerebro, al evaluar e interpretar los impulsos sensoriales, lo hace mediante redes eléctricas: una especie de microcomputador de inmensa complejidad. Los filamentos nerviosos que conducen los impulsos eléctricos pueden ser esenciales para el cerebro de los seres vivos avanzados (de ello hemos hablado aquí con frecuencia).

Si la vida en otros planetas llega a alcanzar el nivel de inteligencia de nuestra especie en la Tierra, parece probable que tendría al menos, algunos rasgos humanoides. La ubicación de los dedos en los extremos de los brazos reporta, evidentemente, indudables ventajas. De la misma manera y para su seguridad, el valioso cerewbro debe estar fuertemente encastado y, además, tan alejado del suelo como sea posible, su seguridad es esencial.

    El simpático Eté que a tantos niños abrió los ojos como plato llenos de asombro

Imaginar podemos todo lo que a nuestras mentes pueda acudir, incluso seres con ojos en las puntas de los dedor pero, la Naturaleza es racional, no pocas veces decimos que es sabia y, si pensamos en todo lo que antes hemos heído y visto, no tenemos más remedio que aceptarlo: ¡La Naturaleza es realmente Sabia! y, lo mismo que aquí en la Tierra, habrá sabido conformar criaturas en esos mundos lejanos en los que, la diversidad, será tan abundante como lo es en nuestro propio planeta y, lo mismo que en él, en esos otros mundos estará presente la evolución y la adaptación medio que, en definitiva, son las reglas que rigen cuando la vida está presente.

emilio silvera

¡Objetos misteriosos!

Autor por Emilio Silvera    ~    Archivo Clasificado en Agujeros negros    ~    Comentarios Comments (0)

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Kip Thorne, especialista en Agujeros Negros nos cuenta en uno de sus libros, cómo algunos científicos especializados como él, pudieron despejar muchas de las incógnitas escondidas en los misteriosos objetos.  La idea de que Agujeros negros gigantes podían activar los cuásares y las radiogalaxias fue concebida por Edwin Salpeter y Yakov Borisovich Zel´dovich en 1964. Esta idea era una aplicación obvia del descubrimiento de dichos objetos de que las corrientes de gas, cayendo hacia un agujero negro, colisionarían y radiarían. Ahora, otros estudios que no desdicen en nada lo anterior, añaden que que los agujeros negros pudieran ser los núcleos a partir de los cuales se forman las galaxias.

Una descripción más completa y realista de la caída de corriente de gas hacia un agujero negro fue imaginada en 1969 por Donald Lynden-Bell, un astrofísico británico en Cambridge. Él argumentó convincentemente, que tras la colisión de las corrientes de gas, estas se fundirían, y entonces las fuerzas centrífugas las harían moverse en espiral dando muchas vueltas en torno al agujero antes de caer dentro; y a medida que se movieran en espiral, formarían un objeto en forma de disco, muy parecidos a los anillos que rodean el planeta Saturno: Un disco de Acreción lo llamó Lynden-Bell puesto que el agujero está acreciendo (todos hemos visto la recreación de figuras de agujeros negros con su disco de acreción).

En Cygnus X-1, en el centro galáctico, tenemos un agujero negro modesto que, sin embargo, nos envía sus ondas electromagnéticas de rayos X. En el disco de acreción, las corrientes de gas adyacentes rozarán entre sí, y la intensa fricción de dicho roce calentará el disco a altas temperaturas.

En los años ochenta, los astrofísicos advirtieron que el objeto emisor de luz brillante en el centro de 3C273, el objeto de un tamaño de 1 mes-luz o menor, era probablemente el disco de acreción calentado por la fricción de Lynden-Bell.

Fue en 1963 cuando M. Schmidt identificó por primera vez al quasar 3C 273

Normalmente pensamos que la fricción es una pobre fuente de calor. Sin embargo, puesto que la energía gravitatoria es enorme, mucho mayor que la energía nuclear, la fricción puede realizar fácilmente la tarea de calentar el disco y hacer que resplandezca con un brillo 100 veces mayor que la galaxia más luminosa. Los Agujeros Negros predichos por la Relatividad general son objetos misteriosos y, en realidad, esconden muchos secretos que tratamos de desvelar. Es frecuente leer noticias como esta:

Analizan un agujero negro que gira casi a la velocidad de la luz

“La NASA y la Agencia Espacial Europea (ESA) han logrado por primera vez medir con precisión la velocidad de rotación de un gigantesco agujero negro con una masa 2 millones de veces superior a la del Sol. Lo han hecho utilizando datos recabados por dos observatorios espaciales de rayos X (el NuSTAR y el XMM-Newton) y las conclusiones son difíciles de asimilar por el cerebro humano: este agujero negro gira casi a la velocidad de la luz y su diámetro es de más de tres millones de kilómetros.”

¿Cómo puede un agujero negro actuar como un giróscopo? James Bardeen y Jacobus Petterson de la Universidad de Yale comprendieron la respuesta en 1975: si el agujero negro gira rápidamente, entonces se comporta precisamente como un giróscopo. La dirección del eje del giro permanece siempre firme fijo e inalterado, y el remolino creado por el giro en el espacio próximo al agujero permanece siempre firmemente orientado en la misma dirección.

Bardeen y Petterson demostraron mediante un cálculo matemático que este remolino en el espacio próximo al agujero debe agarrar la parte interna del disco de acreción y mantenerlo firmemente en el plano ecuatorial del agujero; y debe hacerlo así independientemente de cómo esté orientado el disco lejos del agujero.

A medida que se captura nuevo gas del espacio interestelar en la parte del disco distante del agujero, el gas puede cambiar la dirección del disco en dicha región, pero nunca puede cambiar la orientación del disco cerca del agujero. La acción giroscópica del agujero lo impide. Cerca del agujero el disco sigue y permanece siempre en el plano ecuatorial del mismo.

Sin la solución de Kerr a la ecuación de campo de Einstein, esta acción giroscópica hubiera sido desconocida y habría sido imposible explicar los cuásares. Con la solución de Kerr a mano, los astrofísicos de mitad de los años setenta estaban llegando a una explicación clara y elegante. Por primera vez, el concepto de un agujero negro como un cuerpo dinámico, más que un simple “agujero en el espacio”, estaba jugando un papel central en la explicación de las observaciones de los astrónomos.

            En el centro de una galaxia enana descubren un agujero negro supermasivo

¿Qué intensidad tendrá el remolino del espacio cerca de un agujero gigante? En otras palabras, ¿cuál es la velocidad de rotación de los agujeros gigantes? James Bardeen dedujo la respuesta: demostró matemáticamente que la acreción de gas por el agujero debería hacer que el agujero girase cada vez más rápido. Cuando el agujero hubiera engullido suficiente gas en espiral para duplicar su masa, el agujero debería estar girando casi a su velocidad máxima posible, la velocidad más allá de la cual las fuerzas centrífugas impiden cualquier aceleración adicional. De este modo, los agujeros negros gigantes deberían tener típicamente momentos angulares próximos a su valor máximo.

En las imágenes podemos contemplar galaxias que se fusionarán y, sus agujeros negros  centrales se harán gigantes

¿Cómo puede un agujero negro y su disco dar lugar a dos chorros que apuntan en direcciones opuestas? De una forma sorprendentemente fácil, reconocieron Blandford, Rees y Lynden-Bell en la Universidad de Cambridge a mediados de los setenta. Hay cuatro formas posibles de producir chorros; cualquiera de ellas funcionaria, y, aquí, donde se explica para el no versado en estos objetos cosmológicos, sólo explicaré el cuarto método por ser el más interesante:

El Agujero es atravesado por la línea de campo magnético. Cuando el agujero gira, arrastra líneas de campo que le rodean, haciendo que desvíen el plasma hacia arriba y hacia abajo. Los chorros apuntan a lo largo del eje de giro del agujero y su dirección está así firmemente anclada a la rotación giroscópica del agujero. El método fue concebido por Blandford poco después de que recibiera el doctorado de física en Cambridge, junto con un estudiante graduado de Cambridge, Roman Znajek, y es por ello llamado el proceso Blandford-Znajet.

Algunos dicen que en los agujeros negros está la puerta hacia la quinta dimensión. Sin embargo, según todos los indicios y suponiendo que todo lo que pensamos sobre el origen de creación de los agujeros negros y lo que hace con la materia cuando comienza su andadura por el universo… ¡Si nos acercamos a uno, convertirnos en espaguetti sería lo más normal! Es decir, allí estaría la puerta de irás y no volveras.

Este proceso es muy interesante porque la energía que va a los chorros procede de la enorme energía rotacional del agujero (esto debería parecer obvio porque es la rotación del agujero la que provoca el remolino en el espacio, y es el remolino del espacio el que provoca la rotación de las líneas de campo y, a su vez, es la rotación de las líneas de campo la que desvía el plasma hacia fuera.)

¿Cómo es posible, en este proceso Blandford-Znajet, que el horizonte del agujero sea atravesado por líneas de campo magnético? tales líneas de campo serían una forma de “pelo” que puede convertirse en radiación electromagnética y radiada hacia fuera, y por consiguiente, según el teorema de Price, deben ser radiadas hacia fuera. En realidad, el teorema de Price solo es correcto si el agujero está aislado, lejos de cualquier otro objeto.

Pero el agujero que estamos discutiendo no está aislado, está rodeado de un disco de acreción. Así que las líneas de campo que surgen del agujero, del hemisferio norte y las que salen del hemisferio sur se doblarán para empalmarse y ser una continuación una de otra, y la única forma de que estas líneas puedan entonces escapar es abriendo su camino a través del gas caliente del disco de acreción. Pero el gas caliente no permitirá que las líneas de campo lo atraviesen; las confina firmemente en la región del espacio en la cara interna del disco, y puesto que la mayor parte de dicha región está ocupada por el agujero, la mayoría de las líneas de campo confinadas atravesarán el agujero.

¿De donde proceden esas líneas de campo magnético? ¡Del propio disco!

Cualquier gas en el Universo está magnetizado, al menos un poco, y el gas del disco no es una excepción. Conforme el agujero acrece, poco a poco, gas del disco, el gas lleva con él líneas de campo magnético. Cada pequeña cantidad de gas que se aproxima al agujero arrastra sus líneas de campo magnético y, al cruzar el horizonte, deja las líneas de campo detrás, sobresaliendo del horizonte y enroscándose. Estas líneas de campo enroscadas, firmemente confinadas por el disco circundante, extraerían entonces la energía rotacional del agujero mediante el proceso de Blandford-Znajet.

Los métodos de producir chorros (orificios en una nube de gas, viento de un embudo, líneas de campo arremolinadas ancladas en el disco, y el proceso Blandford-Znajet) actúan probablemente, en grados diversos, en los cuásares, en las radiogalaxias y en los núcleos característicos de algunos otros tipos de galaxias (núcleos que se denominan núcleos galácticos activos).

Si los cuásares y las radiogalaxias están activados por el mismo tipo de máquina de agujero negro, ¿qué hace que parezcan tan diferentes? ¿Por qué la luz de un cuásar aparece como si procediera de un objeto similar a una estrella, intensamente luminoso y de un tamaño de 1 mes-luz o menos, mientras que la luz de radiogalaxias procede de un agregado de estrellas similar a la Vía Láctea, de un tamaño de 100.000 años-luz?

Parece casi seguro que los cuásares no son diferentes de las radiogalaxias; sus “máquinas” centrales también están rodeadas de una galaxia se estrellas de un tamaño de 100.000 a.l. Sin embargo, en un cuásar el agujero negro central está alimentado a un ritmo especialmente elevado por el gas de acreción y, consiguientemente, el calentamiento friccional del disco es también elevado. Este calentamiento del disco hace que brille tan fuertemente que su brillo óptico es cientos o miles de veces que el de todas las estrellas de la galaxia circundante juntas.

Los astrónomos, cegados por el brillo del disco, no pueden ver las estrellas de la galaxia, y por ello el objeto parece “cuasi estelar” (es decir, similar a una estrella; como un minúsculo punto luminoso intenso) en lugar de parecer una galaxia.

La región más interna del disco es tan caliente que emite rayos X,  un poco más lejos el disco está más frío y emite radiación ultravioleta; aún más lejos está más frío todavía y emite radiación óptica (luz); en su región mas externa está incluso más frío y emite radiación infrarroja. La región emisora de luz tiene típicamente un tamaño de aproximadamente un año-luz, aunque en algunos casos, tales como 3C273, puede ser de un mes luz o más pequeña.

Estas explicaciones para los cuásares y las radiogalaxias basadas en agujeros negros son tan satisfactorias que es tentador asegurar que deben ser correctas. La relatividad general nos llevó a predecir la existencia de estos “monstruos estealres” y, desde entonces, cuando los astrónomos y los físicos tuvieron aparatos tecnológicos con capacidad para “mirar lejos” en el centro de las galaxias lejanas, han ido descubriendo indicios que apuntan a que, divcha predicción es cierta.

Está claro que hemos podido acceder a muchos conocimientos que no hace mucho tiempo eran impensables pero, las teorías de Einstein y Planck, deben ser sobrepasadas y debemos ir mucho más lejos, allí donde residen esas respuestas que hasta el momento nadie ha sabido dar y que responderán a preguntas que fueron posibles formular, gracias a Einstein y Planck, ya que, sin los conocimientos que ellos y otros muchos nos hicieron llegar, no podríamos intuir sobre la existencia de muchas cosas que… ¡están más allá de sus postulados!

Puntos de vista de NGC 4261. A la izquierda es una composición de la imagen de luz visible (blob blanquecina) y la imagen telescopica radio (lóbulos amarillos). A la derecha es una vista de cerca del núcleo del Telescopio Espacial Hubble. Tenga en cuenta que esto es más o menos una estructura de disco situado en el centro de la galaxia, que está en línea con el modelo de galaxias activas descritas. Crédito de la Imagen: Telescopio Espacial Hubble.

Una galaxia típica de radio. El Galaxy en sí mismo no es mucho más grande que el punto que representa su ubicación en la imagen . El tamaño de los lóbulos son mucho mayores que el tamaño de la galaxia. También son visibles los chorros que salen del núcleo de la galaxia hacia los lóbulos. Imágenes de NRAO .

Los astrónomos, Astrofísicos y Cosmólogos construyen y diseñan Modelos de ordenador que les “dicen” cómo se comportaría un agujero negro en esta o aquella circunstancia, si gira o está estático, cuánta masa engulle, como emilite y  radia hacia el exterior, qué inmensas cantidades de energías están presentes en esos suscesos, cómo engullen a estrellas cercanas y al gas interestelar que los circundan… ¡Los Modelos son la mejor herramienta! No podemos visitar un nagujero negro por falta de medios y por el peligro que ello encierra. Sin embargo, con los datos captados por los grandes telescopios en toda la franja de ondas y espectros y con ayuda de esos modelos… ¡Vamos pudiendo saber!

emilio silvera

El Universo Asombroso

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Nuestros ingenios tecnológicos cada vez más sofisticados y con más prestaciones, captan imágenes del cielo lejano que, como la Supernova with Púlsar SXP 1062 in the the Small Magallanic Cloud, cuya imagen nos rgaló el Chandra para nuestro regocijo y disfrute de nuestra imaginación que, ante cuadros tan bellos como el que arriba podemos contemplar, vuela sin rumbo hacia otros mundos, otros universos, otras formas de vida y, ¿quién sabe? hacia cuántas cosas más.

 

 

 

Si acercamos el Zun del telescopio Chandra hacia la azulada estrella arriba a la izquierda de la primera imagen, que parece estar dentro de una burbuja, podemos contemplar aquella región mucho más cercana y observar como la radiación ultravioleta de la estrella masiva ioniza la región mientras que los vientos estelares forman burbujas. En cualquier región del Universo podemos contemplar sucesos de inmensas energías que crean estrellas o que vienen a significar el final de las mismas, y, en todos ellos, siempre prevalece un Principio: El de poder asombrarnos con las maravillas que la Naturaleza, simplemente llevando su ritmo, puede crear para nuestro asombro.

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 La familia de las Nebulosas es amplia y de una rica variedad de formas, colores e incluso olores que, generalmente, dependen de cómo esté configurada, el espesor de la nube que la conforma, los materiales de qué está hecha y, sus colores, dependen simplemente del material o de los elementos que son ionizados por la radiación de las estrellas nuevas y masivas que ionizan esos elementos y los hace brillar con un color diferente dependiendo de su composición, de sus átomos. No tienen el mismo color el hidrógeno que el Oxígeno o el Nitrógeno.

Ahí, en esas inmensas nebulosas, el proceso de una estrella como el Solo, por ejemplo, comienza en estos lugares cuando se produce el colapso gravitatorio en el interior de nubes interestelares magnetizadas de gas y polvo como la que arriba podemos contemplar. Cuando eso ocurre,  se crean pequeños grumos. En escalas de tiempo de miles o cientos de miles de años, estos “grumos” desarrollan un núcleo central quew se constituye en una especie de “embrión” estelar o “protoestrella”. Si pudiéramos seguir observando todo el proceso, veríamos con detalle que debido al momento angular y a la existencia de cierta rotación inicial de la nube, el material que colapsa va aumentando su velocidad de rotación a medida que se acerca al centro, de modo que la protoestrella se va rodeando de un disco de gas y polvo (disco protoplanetario) que gira en torno a ella.

 Imagen de la emisión en radio del disco protoplanetario de HL Tau. Las líneas blancas acotan las regiones donde se ha detectado emisión en longitudes de onda cortas, que muestran la existencia de polvo, esencial para la formación de planetas.

Imagen de la emisión en radio del disco protoplanetario de HL Tau. Las líneas blancas acotan las regiones donde se ha detectado emisión en longitudes de onda cortas, que muestran la existencia de polvo, esencial para la formación de planetas. Así, el disco qur rodea al protosol, contiene todos los ingredientes para que surjan planetas nuevos que orbitaran a la futura estrella y formaran una familia similar o parecida a nuestro propio sistema planetario, y, si alguno de esos planetas está situado en la Zona Habitable… Con el paso del Tiempo… ¿Vida a la vista!

Ilustración Source I

 

Los investigadores del Centro de Astrofísica Harvard-Smithsonian observaron una estrella en formación en un cúmulo de soles masivos en la Nebulosa Kleinmann-Low,  un semillero de gran formación de estrellas, en Orión. El VLBA detectó cientos de nubes de gas de monóxido de silicio llamadas máseres y los investigadores piensan que Source I es la fuente más rica de máseres en la galaxia.

De la película resultante se observa y revela signos de un disco de acreción en rotación, donde el gas se arremolina hacia el centro de la estrella y el material fluye en forma  perpendicular al disco configurándoose comomo una V. Estos procesos que duran miles de cientos o millones de años, finalizan con la presencia de sistemas planetarios nuevos que, en el futuro de esos susceos, descubren los telescopios.

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En la galaxia espirtal 3184 Ursa Mayor existen inmensas regiones H II. Esta galaxia se sitúa en la constelación de Ursa Mayor. Fue descubierto por Friedrich Wilhelm Herschel en 1787. Magnitud 9,9 Tamaño 7,4′ x 6,9′ Brillo superficial 14,1 Clasificación Sc II  Distancia 36 millones de años luz. Las estrellas nacen de nubes de gas molecular cuya estructura interna puede caracterizarse por una dimensión fractal. En las grandes nubes moleculares con masas de miles de millones de soles, las estrellas surgen y emiten radiación ultravioleta con violencia tal que, ionizan grandes regiones de la nebu, y las hace brillar mientras que, alrededor de la estrella el reflejo azulado es cegador.

     La gran Nebulosa de Orión el laboratorio estelar más observado

Hay veces que en las grandes Nebulosas con mucho material, nacen enjambres de estrellas que forman cúmulos inmensos. Sin embargo, solo unas pocas de estas condensaciones estelares sobrevivirán a su propio nacimiento y continuarán gravitacionalmente unidas después de 10 millones de años. Se estima que el 90% de los cúmulos  pierden una alta fracción de sus estrellas en esos primeros 10 Ma.

Otras regiones, sin embargo, mantienen grandes cúmulos estelares mienrtas que otras no contienen ninguno (ese es el caso de NGC 604 en M33).  Este comportamiento parece que está fijado por las densidades de las nubes moleculares que varian sus promedios. Aquellas con una densidad promedio baja formarán concentraciones estelares en las regiones más densas, pero no tendrán energía gravitatoria suficiente para mantener el cúmulo unido cuando las estrellas masivas recien nacidas dispersen el gas residual por efecto de los vientos estelares y algunas explosiones de supernovas que dispersarán el cúmulo.

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 El muy conocido Cúmulo de Hércules  (M13 o NGC 6205). A 25.000 años-luz de la Tierra, con una masa de 6 x 105 masas solares.  Se calcula que su luminosidad es similar a la de 500000 soles, aunque su masa (determinada por el estudio del dinamismo de sus estrellas) está situada en la banda 600-800 mil veces la solar: evidentemente una buena parte de sus estrellas son astros invisibles (enanas blancas y estrellas de neutrones. En el año 2005 se ha descubierto una estrella de neutrones emisora de Rayos X y en órbita cerrada con una compañera. Sus astros más brillantes son estrellas amarillentas del tipo gigante rojas que aparecen con magnitud 11,87 (la variable V11), su estrella variable Cefeída su más brillante (V2) es de magnitud 12.85 mientras que las estrellas RR Lyrae (utilizadas como patrón de distancias). Aunque es muy similar a M3 por su edad (entre 11 y 13 mil millones de años) y composición química, se diferencia de éste en su bajo número de estrellas variables conocidas.

Y, a todo esto, una cosa que nunca ha dejado de sorprenderme es el inimaginable final de las estrellas tipo Sol: Las Nebulosas planetarias que son la representación “viva” del estado evolutivo por el que pasan todas las estrellas similares a nuestro Sol, es decir, estrellas clasificadas como G2V (con una masa inicial de 8/10 masas solares) antes de entrar en la fase final de enana blanca. Las Nebulosas planetarias se forman a partir de las Gigantes Rojas que se forman cuando las estrellas como nuestro Sol agotan su combustible nuclear de fusión.
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Así, las Nebuliosas planetarias se forman a partir de Gigantes Rojas en la Rama Asintótica de las gigantes, las estrellas pierden masa eyectándola a la atmósfera y se forma la Nebulosa que puede ser de muy distintas formas y, la entrella en sí, es decir, la mayor parte de su masa, se contrae sobre sí misma obligada por la fuerza de gravedad que genera. Sólo es frenada cuando los electrones (que son fermiones sometidos al Principio de exclusión de Pauli), se degeneran y se mueven a velocidades cercanas a la de la luz ewn el vacío, deteniendo la implosión de la estrella que, finalmente, queda emitiendo radiación ultravioleta de manera virulenta y convertida en una enana blanca de una gran densidad.

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Las Nebulosas planetarias son de muy bella factura y pueden conforman figuras muy exóticas. Aunque la mayoría de ellas presentan geometrías elípticas o bipolares, se podría explicar las diferencias y variedad en razón de los vientos interactivos que no siempre tienen la misma intensidad ni son eyectados por la estrella moribunda de la misma manera. Los modelos teóricos y las simulaciones numéricas pueden reproducir las tres configuraciones o geometrías básicas de este tipo de Nebulosas considerando que el contraste de densidad es máximo en las NPs Bipolares, intermedio en las NPs elípticas y no existentes en las NPs circulares.

Mirando las imágenes que el Universo nos muestra, sabiendo en qué se convierten unos objetos para ser otros muy diferentes, Conociendo que todo está hecho de la misma cosa: Quarks y Leptones… Hemos caminado por este mundo a tientas y no dejando nunca de hacer preguntas y, sorprendentemente, hemos alcanzado una gran variedad de conocimientos (que utilizamos para bien y para mal) que nos llevan a comprender que, todos y todo sin excepción, tiene un principio a partir del cual evoluciona y llega a un final que, no siempre es de la misma manera dependiendo de lo que tengan destinados los átomos que conforman al objeto de que se trate.

Una explosión de rayos gamma

En un lugar llamado Naukas he podido leer:

“Vivimos en un mundo regido por átomos. Utilizamos uranio para obtener energía en las centrales nucleares, o combinamos carbono con oxígeno en las de carbón. Durante siglos hemos medido la riqueza por la cantidad de oro y plata que se poseía; antes de eso, por la de un enlace iónico de cloro y sodio (en otras palabras, sal). Fabricamos objetos duraderos con aleaciones de hierro, carbono, aluminio y cromo. Nos matamos los unos a los otros con plomo acelerado mediante la explosión de una mezcla de carbono, azufre, oxígeno, nitrógeno y potasio. Usamos mercurio para tomarnos la temperatura, tenemos relojes con núcleo de cuarzo y nos comunicamos mediante dispositivos cuyo corazón es de silicio y cobre. Nosotros mismos estamos formados por miles de cuatrillones de átomos de oxígeno, carbono, hidrógeno, nitrógeno, calcio, fósforo, potasio…”

No podemos dejar de lado que todo lo grande está hecho de cosas pequeñas y que, las galaxias y los átomos son dos mundos que están en este. La Cuántica que nos habla de lo infinitesimal, la Relatividad general que nos cuenta cómo se comportan los objetos muy grandes y, el Universo que acoge todo lo que existe imponiendo el ritmo al que se mueven las cosas. También impone el tiempo de vida para todo y para todos, mientras que un neutrón vive unos quince minutos, una mosca lo hace una semana, nosotros 80 años y estrellas como el Sol diez mil millones de años. ¿No os dice nada eso

emilio silvera

Dos verdades… ¿Incompatibles?

Autor por Emilio Silvera    ~    Archivo Clasificado en Sin categoría    ~    Comentarios Comments (0)

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El “universo” de lo muy pequeño y el de lo muy grande… ¡Parecen incompatibles y, sin embargo…

El mundo de la Física tiene planteado un gran problema y los físicos son muy conscientes de ello, conocen su existencia desde hace décadas. El problema es el siguiente:

Existen dos pilares fundamentales en los cuales se apoya toda la física moderna. Uno es la relatividad general de Albert Einstein, que nos proporciona el marco teórico para la comprensión del universo a una escala máxima: estrellas, galaxias, cúmulos (o clusters) de galaxias, y aún más allá, hasta la inmensa expansión del propio universo.

El otro pilar es la mecánica cuántica, que en un primer momento vislumbro Max Planck y posteriormente fue desarrollada por W. Heisemberg, Schrödinger, el mismo Einstein, Dirac, Niels Bohr y otros, que nos ofrece un marco teórico para comprender el universo en su escala mínima: moléculas, átomos, y así hasta las partículas subatómicas, como los electrones y quarks.

Durante años de investigación, los físicos han confirmado experimentalmente, con una exactitud casi inimaginable, la practica totalidad de las predicciones que hacen las dos teorías. Sin embargo, estos mismos instrumentos teóricos nos llevan a una conclusión inquietante: tal como se formulan actualmente, la relatividad general y la mecánica cuántica no pueden ser ambas ciertas a la vez.

Nos encontramos con que las dos teorías en las que se basan los enormes avances realizados por la física durante el último siglo (avances que han explicado la expansión de los cielos y la estructura fundamental de la materia) son mutuamente incompatibles. Cuando se juntan ambas teorías, aunque la formulación propuesta parezca lógica, aquello explota; la respuesta es un sinsentido que nos arroja un sin fin de infinitos a la cara.

Así que si tú, lector, no has oído nunca previamente hablar de este feroz antagonismo, te puedes preguntar a que  será debido. No es tan difícil encontrar la respuesta. Salvo en algunos casos muy especiales, los físicos estudian cosas que son o bien pequeñas y ligeras (como los átomos y sus partes constituyentes), o cosas que son enormes y pesadas (como estrellas de neutrones y agujeros negros), pero no ambas al mismo tiempo. Esto significa que sólo necesitan utilizar la mecánica cuántica, o la relatividad general, y pueden minimizar el problema que se crea cuando las acercan demasiado; las dos teorías no pueden estar juntas. Durante más de medio siglo, este planteamiento no ha sido tan feliz como la ignorancia, pero ha estado muy cerca de serlo.

 

No obstante, el universo puede ser un caso extremo. En las profundidades centrales de un agujero negro se aplasta una descomunal masa hasta reducirse a un tamaño minúsculo. En el momento del Bing Bang, la totalidad del universo salió de la explosión de una bolita microscópica cuyo tamaño hace que un grano de arena parezca gigantesco. Estos contextos son diminutos y, sin embargo, tienen una masa increíblemente grande, por lo que necesitan basarse tanto en la mecánica cuántica como en la relatividad general.

Por ciertas razones, las fórmulas de la relatividad general y las de la mecánica cuántica, cuando se combinan, empiezan a agitarse, a traquetear y a tener escapes de vapor como el motor de un viejo automóvil. O dicho de manera menos figurativa, hay en la física preguntas muy bien planteadas que ocasionan esas respuestas sin sentido, a que me referí antes, a partir de la desafortunada amalgama de las ecuaciones de las dos teorías.

Aunque se desee mantener el profundo interior de un agujero negro y el surgimiento inicial del universo envueltos en el misterio, no se puede evitar sentir que la hostilidad entre la mecánica cuántica y la relatividad general está clamando por un nivel más profundo de comprensión.

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¿Puede ser creíble que para conocer el universo en su conjunto tengamos que dividirlo en dos y conocer cada parte por separado? Las cosas grandes una ley, las cosas pequeñas otra.

No creo que eso pueda ser así. Mi opinión es que aún no hemos encontrado la llave que abre la puerta de una teoría cuántica de la gravedad, es decir, una teoría que unifique de una vez por todas las dos teorías más importantes de la física: mecánica cuántica + relatividad general.

La teoría de supercuerdas ha venido a darme la razón. Los intensos trabajos de investigación llevada a cabo durante los últimos 20 años demuestran que puede ser posible la unificación de las dos teorías cuántica y relativista a través de nuevas y profundas matemáticas topológicas que han tomado la dirección de nuevos planteamientos más avanzados y modernos, que pueden explicar la materia en su nivel básico para resolver la tensión existente entre las dos teorías.

En esta nueva teoría de supercuerdas se trabaja en 10, 11 ó en 26 dimensiones, se amplía el espacio ahora muy reducido y se consigue con ello, no sólo el hecho de que la mecánica cuántica y la relatividad general no se rechacen, sino que por el contrario, se necesitan la una a la otra para que esta nueva teoría tenga sentido. Según la teoría de supercuerdas, el matrimonio de las leyes de lo muy grande y las leyes de lo muy pequeño no sólo es feliz, sino inevitable.

Esto es sólo una parte de las buenas noticias, porque además, la teoría de las supercuerdas (abreviando teoría de cuerdas) hace que esta unión avance dando un paso de gigante. Durante 30 años, Einstein se dedicó por entero a buscar esta teoría de unificación de las dos teorías, no lo consiguió y murió en el empeño; la explicación de su fracaso reside en que en aquel tiempo, las matemáticas de la teoría de supercuerdas eran aún desconocidas.  Sin embargo, hay una curiosa coincidencia en todo esto, me explico:

G_{\mu\nu} = R_{\mu\nu} - {1\over 2}R g_{\mu\nu} + \Lambda g_{\mu\nu}

Tensor de curvatura de Einstein: ecuación

 

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Representación de la curvatura dada por la ecuación de campo de Einstein sobre el plano de la eclíptica de una estrella esférica: Dicha ecuación relaciona la presencia de materia con la curvatura adquirida por el espacio-tiempo

 

Cuando los físicos trabajan con las matemáticas de la nueva teoría de supercuerdas, Einstein, sin que nadie le llame, allí aparece y se hace presente por medio de las ecuaciones de campo de la relatividad general que, como por arte de magia, surgen de la nada y se hacen presentes en la nueva teoría que todo lo unifica y también todo lo explica; posee el poder demostrar que todos los sorprendentes sucesos que se producen en nuestro universo (desde la frenética danza de una partícula subatómica que se llama quark hasta el majestuoso baile de las galaxias o de las estrellas binarias bailando un valls, la bola de fuego del Big Bang y los agujeros negros) todo está comprendido dentro de un gran principio físico en una ecuación magistral.

Esta nueva teoría requiere conceptos nuevos y matemáticas muy avanzados y nos exige cambiar nuestra manera actual de entender el espacio, el tiempo y la materia. Llevará cierto tiempo adaptarse a ella hasta instalarnos en un nivel en el que resulte cómodo su manejo y su entendimiento. No obstante, vista en su propio contexto, la teoría de cuerdas emerge como un producto impresionante pero natural, a partir de los descubrimientos revolucionarios que se han realizado en la física del último siglo. De hecho, gracias a esta nueva y magnifica teoría, veremos que el conflicto a que antes me refería existente entre la mecánica cuántica y la relatividad general no es realmente el primero, sino el tercero de una serie de conflictos decisivos con los que se tuvieron que enfrentar los científicos durante el siglo pasado, y que fueron resueltos como consecuencia de una revisión radical de nuestra manera de entender el universo.

El primero de estos conceptos conflictivos, que ya se había detectado nada menos que a finales del siglo XIX, está referido a las desconcertantes propiedades del movimiento de la luz.

Isaac Newton y sus leyes del movimiento nos decía que si alguien pudiera correr a una velocidad suficientemente rápida podría emparejarse con un rayo de luz que se esté emitiendo, y las leyes del electromagnetismo de Maxwell decían que esto era totalmente imposible. Einstein, en 1.905, vino a solucionar el problema con su teoría de la relatividad especial y a partir de ahí le dio un vuelco completo a nuestro modo de entender el espacio y el tiempo que, según esta teoría, no se pueden considerar separadamente y como conceptos fijos e inamovibles para todos, sino que por el contrario, el espacio-tiempo era una estructura maleable cuya forma y modo de presentarse dependían del estado de movimiento del observador que lo esté midiendo.

El escenario creado por el desarrollo de la relatividad especial construyó inmediatamente el escenario para el segundo conflicto. Una de las conclusiones de Einstein es que ningún objeto (de hecho, ninguna influencia o perturbación de ninguna clase) puede viajar a una velocidad superior a la de la luz. Einstein amplió su teoría en 1915 – relatividad general – y perfeccionó la teoría de la gravitación de Newton, ofreciendo un nuevo concepto de la gravedad que estaba producida por la presencia de grandes masas, tales como planetas o estrellas, que curvaban el espacio y distorsionaban el tiempo.

Tales distorsiones en la estructura del espacio y el tiempo transmiten la fuerza de la gravedad de un lugar a otro. La luna no se escapa y se mantiene ahí, a 400.000 Km de distancia de la Tierra, porque está influenciada por la fuerza de gravedad que ambos objetos crean y los mantiene unidos por esa cuerda invisible que tira de la una hacia la otra y viceversa. Igualmente ocurre con el Sol y la Tierra que, separados por 150 millones de kilómetros, están influidos por esa fuerza gravitatoria que hace girar a la Tierra (y a los demás planetas del Sistema Solar) alrededor del Sol.

Así las cosas, no podemos ya pensar que el espacio y el tiempo sean un telón de fondo inerte en el que se desarrollan los sucesos del universo, al contrario; según la relatividad especial y la relatividad general, son actores que desempeñan un papel íntimamente ligado al desarrollo de los sucesos.

El descubrimiento de la relatividad general, aunque resuelve un conflicto, nos lleva a otro. Durante tres décadas desde 1.900, en que Max Planck publicó su trabajo sobre la absorción o emisión de energía de manera discontinua y mediante paquetes discretos a los que él llamo cuantos, los físicos desarrollaron la mecánica cuántica en respuesta a varios problemas evidentes que se pusieron de manifiesto cuando los conceptos de la física del siglo XIX se aplicaron al mundo microscópico. Así que el tercer conflicto estaba servido, la incompatibilidad manifiesta entre relatividad general y mecánica cuántica.

La forma geométrica ligeramente curvada del espacio que aparece a partir de la relatividad general, es incompatible con el comportamiento microscópico irritante y frenético del universo que se deduce de la mecánica cuántica, lo cual era sin duda alguna el problema central de la física moderna.

Las dos grandes teorías de la física, la relatividad general y la mecánica cuántica, infalibles y perfectas por separado, no funcionaban cuando tratábamos de unirlas resulta algo incomprensible, y, de todo ello podemos deducir que, el problema radica en que debemos saber como desarrolar nuevas teorías que modernicen a las ya existentes que, siendo buenas herramientas, también nos resultan incompletas para lo que, en realidad, necesitamos.

emilio silvera