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¿Que pinta el Azar en todo esto?

Autor por Emilio Silvera    ~    Archivo Clasificado en El Universo cambiante    ~    Comentarios Comments (8)

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Sí, la Naturaleza nos muestra constantemente su poder. Fenómenos que no podemos evitar y que nos hablan de unos mecanismos que no siempre comprendemos. Nuestro planeta por ejemplo, se comporta como si de un ser vivo se tratara, desde esa perspectiva la llaman Gaia y realiza procesos de reciclaje y renovación por medio de terremotos y erupciones volcánicas, tsunamis y tornados debastadores que cambian el paisaje, y,  nosotros, lo único podemos es acatar el destino que ignoramos, de lo que está por venir.

El mundo nos parece un lugar complicado. Sin embargo, existen algunas verdades sencillas que nos parecen eternas, no varían con el paso del tiempo (los objetos caen el suelo y no hacia el cielo, el Sol se levanta por el Este, nunca por el Oeste, nuestras vidas, a pesar de las modernas tecnologías, están todavía con demasiada frecuencia a merced de complicados procesos que producen cambios drásticos y repentinos. La predicción del tiempo atmosférico es más un arte que una ciencia, los terremotos y las erupciones volcánicas se producen de manera impredecible y aparentemente aleatoria, los cambios en las Sociedades fluctuan a merced de sucesos que sus componentes no pueden soportar y exigen el cambio.

La mente humana es de tal complejidad que no hemos podido llegar a comprender su funcionamiento. ¿Por qué unas personas tienen una gran facilidad tocar el piano, otros para comprender las matemáticas complejas y algunos para ver lo que nadie ha sido capaz de detectar en el ámbito de la Naturaleza, pongamos por ejemplo un paisaje, o, llegar a comprender fenómenos físicos que configuran el mundo, el Universo y la vida?

Es precisamente a escala humana, donde se dan las características (posiblemente) más complejas del Universo, las que se resisten más a rendirse ante métodos y reglamentos fijos que las pretenda mantener estáticas e inamovibles por el interés de unos pocos. Las Sociedades son dinámicas en el tiempo y en el espacio y, su natural destino es el de evolucionar siempre, el de buscar las respuestas a cuestiones patra ellas desconocidas y que al estar inmersas en el corazón de la Naturaleza, se sirven de la Ciencia para poder llegar al lugar más secreto y arrancar esas respuestas que tánto, parecen necesitar para hacia el futuro.

Claro que, ese futuro, no depende de esas Sociedades Humanas que de alguna manera, están a merced de sucesos como aquel de Yucatán, cuando al parecer, hace 65 millones de años, perecieron los Dinosaurios que reinaron en el Planeta durante 150 millones de años hasta que llegó aquél fatídico (para ellos) pedrusco que, en realidad, posibilitó nuestra llegada.

 

Aquellos terribles animales que poblaban la Tierra hubiera hecho imposible nuestra presencia en el planeta. Formas de vida incompatibles con nuestra especie que desaparecieron -según parece- por causas naturales venidas del espacio exterior para que más tarde, pudiéramos nosotros acto de presencia en el planeta que nos acoge.

Aquello se considera una extinción masiva ocurrida en la Tierra, algo tan claramente reflejado en el fósil que se utiliza para marcar el final de un período de tiempo geológico, el Cretáseo, y el comienzo de otro, el Terciario. Puesto que la “C” ya se ha utilizado como inicial  en un contexto similar en relación con el período Cámbrico, este marcador se suele denominar frontera K-T, con una “K” de Kreide, que es el nombre del Cretáceo en alemán. No fueron solos los dinosaurios los que resultaron afectados, aunque son los que aparecen con mayor protagonismo en los relatos populares cuando se habla de este desastre.

Esqueletos de dinosaurios expuestos en el Museo Real de Ontario, Canadá.  

Alrededor del 70 por ciento de todas las especies que vivían en la Tierra al finales del cretáceo habian desaparecidos a principios del Terciario, lo cual indica que se trató realmente de una “extinción en masa” y explica por qué los geólogos y los paleontólogos utilizan la frontera K-T como un marcador importante en el registro fósil. Dadas las dificultades que plantean unas pruebas de tiempos tan remotos, y la lentitud con la que se acumulan los estratos geológicos, todo lo que podemos decir realmente sobre la velocidad a la que se produjo aquella extinción es que sucedió en menos de unas pocas decenas de miles de años, pero en ningún caso muchos millones de años; sin embargo, esto se considera un cambio brusco en relación con la escala de tiempo utilizada en geología.

Las preguntas obvias que esto plantea son las mismas que surgen tras un gran terremoto -por qué sucedió, y si podría suceder de nuevo y, en su caso, cuándo- En el caso del suceso K-T hay un candidato muy adecuado para ser el desencadenante que hizo que la extinción se produjera, por ejemplo, hace 60 0 55 millones de años. Los restos del enorme cráter que data justo de entonces ha sido descubierto bajo lo que es la península de Yucatán, en Méjico,  y por todo el mundo se han hallado estratos de hace 65 millones de años que contienen restos de iridio, un metal pesado que es raro en la corteza terrestre, pero del que sabemos que es un componente de algunos tipos de meteoritos. La capa de iridio es tan delgada que tuvo que depositarse en menos de 10.000 años (quizá mucho menos), lo cual es coherente con la teoría de que el suceso K-T fue desencadenado en su totalidad, de manera más o menos instantánea, por un gran golpe que llegó del espacio interestelar.

                                  La catástrofe está servida

No sería difícil explicar por que pudo suceder todo esto. La energía cinética contenida en un impacto de este calibre sería equivalente a la explosión de unos mil millones de megatoneladas de TNT y arrojaría al espacio unos detritos en de grandes bloques que se desplazarían siguiendo trayectorias balísticas (como las de los misiles balísticos intercontinentales) y volverían a entrar en la atmósfera por todo el globo terráqueo, difundiendo calor y aumentando la temperatura en todas las regiones. Se produciría un efecto de calentamiento de 10 kilowatios por cada metro cuadrado de la superficie terrestre durante varias horas, un fenómeno que ha sido descrito gráficamente por Jay Melosh. A continuación, unas diminutas partículas de polvo lanzadas al interior de la parte superior de la atmósfera se extendería alrededor del todo el planeta y, combinada con el humo de todos los incendios desencadenados por el “asado a la parrilla”, bloquearían el paso de la luz del Sol, causando la muerte de todas las plantas que dependían de la fotosíntesis y congelando temporalmente el planeta.

                               Si el planeta se congela, ¿dónde nos meteremos? ¿cuántas criaturas tendrán la oportunidad de sobrevivir?

Hay pruebas de que, en épocas pasadas, la Tierra sufrió visitas inesperadas el espacio que trajo muerte y desolación.  Hace unos 35 millones de años, la Tierra soportó unos impactos parecidos sin que se produjera una extinción del calibre del suceso K-T. Aunque los factores desencadenantes tengan la misma magnitud. Por otra parte, existen pruebas de que los Dinosaurios y otras especies estaban ya en decadencia en los dos últimos millones de años del Cretáceo. Parece que los grandes lagartos habían experimentado altibajos durante los 150 millones de años que se pasaron vagando por la Tierra. Hay opiniones para todos y algunos dicen que su desparición se debió, en realidad, al aumento del Oxígeno en nuestra atmósfera.

El suceso K-T es en realidad sólo una cinco catástrofes similares (en la medida en que afectó en aquella época a la vida en la Tierra) a las que los geólogos denominan en conjunto las “cinco grandes” -y no es en absoluto la mayor-. Cada una de ellas se utiliza como marcador entre períodos geológicos y todas han sucedido durante los últimos 600 millones de años.

La razón por la que nos centramos en pasado geológico relativamente reciente es que fue en esa época cuando los seres vivos desarrollaron por primera vez algunas características, tales como las conchas, que podían fosilizarse fácilmente, dejando rastros que pueden reconocerse en los estratos que se estudian en la actualidad.

Nuevas especies de fósiles de invertebrados marinos, que vivieron hace 465 millones de , se han hallado en diversos yacimientos de la provincia de Ciudad Real en España, y, por todas partes del mundo, si se profundiza en la Tierra, se encuentran fósiles y conchas de tiempos pasados. En la imagen recreada arriba se recoge el descubrimiento especies nuevas,  de animales marinos con concha que han posibilitado su hallazgo después de tantos millones de años.

Pero centrémonos en las “cinco grandes extinciones” que, tomándolas cronológicamente se produjeron hace unos 440 millones de años (que marcaron la frontera los períodos Ordovícico y Silúrico), hace 360 millones de años (entre el Devónico y el Carbonífero), 250 millones de años (entre el Pérmico y el Triásico), 215 millones de años (en la frontera entre el Triásico y el Jurásico) y 65 millones de años (en la frontera K-T).

Extinction intensity.svg

                                   Millones de años

Intensidad de la extinción marina a través del tiempo. El gráfico azul muestra el porcentaje aparente (no el absoluto) de los géneros de animales marinos extintos durante un determinado intervalo de tiempo. Se muestran las ultimas cinco grandes extinciones masivas.

Hay otras muchas extinciones en el fósil pero, las más importantes son las mencionadas. La más espectacular de todas ellas es el suceso que tuvo lugar hace unos 250 millones de años, al final del Pérmico. Se extinguieron al menos el 80 por ciento, y posiblemente hasta el 95 por ciento, de todas las especies que vivían en nuestro planeta en aquellos tiempos, tanto en la tierra como en los océanos, y lo hizo durante un intervalo de menos de 100.000 años. Sin embargo, dado que también se calcula que el 99 por ciento de todas las especies que han vivido en la Tierra se han extinguido, esto significa que son el doble las que han desaparecido en sucesos de -aparente- menor importancia.

La cuestión que nos intriga es si las extinciones en masa son realmente acontecimientos especiales, de carácter diferente al de las extinciones de menor importancia, o si son el mismo de suceso, pero a gran escala -¿son las extinciones de vida en la Tierra unos hechos cuya naturaleza es independiente de su magnitud, como los terremotos y todos los demás fenómenos que la Naturaleza nos envía periódicamente que dan lugar a catástrofes y pérdidas de muchas vidas? La respuesta sincera es “no lo sabemos”, pero hay bastantes evidencias como para intuir que ésta es una posibilidad muy real.

 http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/f/f7/Voluntary_Human_Extinction_Movement_logo.png

El logotipo del Movimiento por la Extinción Humana Voluntaria es un globo terráqueo sobre el que aparece la letra V y sobre ella otra pequeña tierra y el acrónimo VHEMT de Voluntary Human Extinction Movement.

Gracias a un meticuloso de investigación de Jack Sepkoski, de la Universidad de Chicago que, pudo trazar un gráfico en el que mostraba como ha fluctuado durante los últimos 600 millones de años el nivel de extinciones que se produjo en cada intervalo de cuatro millones de años.

grafica de las extinciones los últimos 250 My

                         Extinciones segun Sepkoski

El gráfico nos muestra que la muerte de los dinosaurios fue también la muerte de los invertebrados marinos. La pregunta que se puede plantear es que clase de aleatoriedad es ésta, si realmente son sucesos aleatorios. Resulta que es una ley potencial -nuestro viejo amigo, el ruido 1/f-. El origen de señal aleatoria, de enorme interés por su ubicuidad y propiedades matemáticas, sigue siendo un misterio, a pesar de la atención que se le ha dedicado.

Ahora bien, no parece probable que todas las extinciones de vida que han sucedido en la Tierra hayan tenido como causa impactos procedentes del espacio. Lo que parece estar diciéndonos el fósil es que las extinciones se producen en todas las escalas, todos los tiempos, y que (como en el caso de los terremotos) puede producirse una extinción de cualquier magnitud en cualquier época. Algunas extinciones podrían ser desencadenadas por impactos de meteoritos; otras, por períodos glaciares. Una cosa sí que nos queda clara: es necesario un gran desencadenante para que ocurra un gran suceso, y, no podemos olvidar que estamos inmersos en un Sistema Complejo -la vida en la Tierra- que es autoorganizador, se alimenta a partir de un flujo de energía, y existe al borde del Caos. Si comprendemos eso, estaremos preparados para entender lo que todo esto significa para la vida en sí misma, siempre expuesta a las fuerzas del Universo.

Por otra parte, a lo largo de nuestra Historia hemos conocido situaciones de muertes masivas como por ejemplo: La Peste de la Guerra del Peloponeso (430 a.C.), La Plaga Antonina (165 y 180), La Plaga de Justiniano (541 y 542), La Peste Negra (1348 y 1350), o, La Gripe Española (1918) y, todas ellas son en realidad de origen desconocido.  Esto me lleva a pensar que la Tierra, nuestro planeta, viaja por el espacio como una gran nave espacial y recorre regiones interestelares en las que no sabemos qué puede haber, y, ¿quién puede negar que al atravesar esas regiones, no estén presenten en esllas esporas fuertemente acorazadasa contra la radiación que, atravesando la atmósfera terrestre se instalen tan ricamente en nuestro mundo para florecer y sembrar la muerte nosotros? Lo cierto es que son muchas las cosas que no sabemos.

De todas las maneras, no podemos negar que grandes cambios nos acechan y, como la medida del “tiempo” es distinta la escala humana que para la del Universo, en cualquier momento podrá tener lugar un acontecimiento de índole diversa (la caída de un meteorito, una pandemia debastadora, cataclismos tectónicos de gran magnitud, explosiones supernovas  de inmensa intensidad que barra nuestra atmósfera y siembre de radiación el planeta…) que vendrá a transformar todo lo que nosotros consideramos importante y que, para la Naturaleza, no es nada.

De todas las maneras, en una cosa sí tenemos que estar de acuerdo: ¡La vida! Esa cosa tan frágil pero tan fuerte, se ha resistido a desaparecer a lo largo de los millones de años que lleva en el planeta y, eso nos lleva a sospechar que, lo mismo habrá sucedido en otros lugares y la Vida, debe estar por todas partes… ¡A pesar de todo!

emilio silvera

La fuente de la mayor parte del contenido de este ,  hay que buscarla en los pensamientos del maestro J. Gribbin, un Astrofísico de nuestro tiempo.

 

  1. 1
    emilio silvera
    el 16 de mayo del 2014 a las 9:40

    Pocas dudas nos pueden caber a estas alturas de que, una gran parte de nuestro destino lo determinamos nosotros mismos con nuestros actos y toma de decisiones más o menos acertadas, un “simple” equívoco hoy, podría desembocar en un gran desastre “mañana”. Queda claro que algunas de las cosas y situaciones que tenemos la hemos ganado a pulso. Sin embargo, no siempre podemos elegir. Existen fuerzas en la Naturaleza en la que estamos inmersos y de la que formamos parte que, deciden por nosotros, en no pocas oportunidades: La muerte del padre que no puede costear estudio a sus hijos, un simple divorcio que distorsiona a toda una familia, llegar tarde a una cita en la que te ofrecían un gran puesto de trabajo, salir de copas con los “amigos” en lugar de estudiar y prepararse, escoger a la chica o el chico inadecuado… Así podríamos seguir y seguir enumerando situaciones que redundarían en el futuro de cualquiera.
    Claro que, no siempre está el destino en nuestras manos y, la Naturaleza, decide por nosotros: Cualquier tipo de catástrofe natural que te pueda coger cerca, enfermedades, guerras, o, incluso, un meteorito caído del cielo.
    Nos hacemos la gran ilusión de tener esa potestad de decidir, el libre albedrío. Sin embargo, si existe esa potestad, habrá que reconocer que es parcial y que no se cumple al cien por ciento, toda vez que, hay parámetros que no dependen de nosotros y en los que no tenemos ni voz ni voto.
    En un régimen “local” muy restringido, sí que podemos decidir sobre lo que hacer o no hacer pero, en ese pequeño ámbito, también estamos supeditados por muchas cosas: No tener dinero para realizar los sueños, el Amor por el que suspiramos se va con otro, aquella oposición a la que nunca pudimos acceder…
    En nuestras vidas, no importa nuestra situación ni lo acomodados que podamos estar, nunca todo, depende de nostros mismos y siempre, habrán parámetros extraños que nos llevarán por caminos que, de poder decidir, nunca habríamos elegido.
    La vida es dura, se nos dio para pagarla, ni la Naturaleza te regala nada, todo hay que ganarlo. Así que, amigos míos…
    ¡Ojo Avisor!
     

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    • 1.1
      magointerior33
      el 16 de mayo del 2014 a las 19:17

      Buenas tardes querido Emilio,vaya dia llevo hoy….jejeje….bueno el destino…hay dos destinos,me explico uno es el que esta determinado….es el origen ese es!!! el que no esta determinado es aquel que experimentamos en esta 3D…..el que en realidad creemos que podemos elegir…y asi es en un grado menos sin duda..me explico mejor….en el 3D que experimentamos la vida creemos que podemos elegir…en realidad es como un (laveriento) dependiedo de lo que elgimos tardamos mas o menos en llegar…pero en realidad la meta ya esta te llevan todos los caminos a la misma meta!! solo que dependindo de la eleccion que uno hace desde lo que llamamos (libre albedrio)…elegimos el camino de ese laveriento!! todos los caminos llevaran al mismo sitio-lugar….todo dependera de la eleccion.

      Un abrazo .·. 

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      • 1.1.1
        Fandila
        el 17 de mayo del 2014 a las 1:31

        Las que dices magointerior, son sin duda las cualidades más importantes para andar por la vida, la perseverancia, el trabajo y la claridad de las metas que perseguimos. Ya se dijo aquello de que: lo que mueve al mundo no son las ideas sino los sentimientos.
        Las cualidades o capacidades de los humanos suelen estar bien distribuidas entre unos y otros. Solemos compensanos de muchas formas y eso nos hace útiles en la sociedad cada cual a su manera. Ni existe el superhombre ni el minihombre, y nadie nace “terminado”
        Otra cosa son las relaciones entre nosotros. Los comportamientos problemáticos que se extienden, o al revés, y que matan la armonía que precisamos para hacernos felices.
         
        Un abrazo

        Responder
        • 1.1.1.1
          emilio silvera
          el 17 de mayo del 2014 a las 6:33

          Amigos míos, ambos llevais razón y se podrá explicar más alto pero… ¡Más claro no! Fandila lo determina muy bien cuando nos viene a decir que todas nuestras capacidades unidas conforma el todo y que las unas necesitan de las otras para ser. Es cierto, nadie es completo, nadie lo sabe todo y todos, en fin, de alguna manera paradógica, con nuestros comportamientos construimos un conjunto armónico que nosotros mismos destruimos también. ¿Qué Humanidad!
          Claro que, al final del camino, como nos dice magointerior33, todos confluímos hacia el mismo lugar, ese océano de la “nada” en el que impera el más sepulcrar silencio. A partir de ahí, el ruido lo harán otros.
          Un abrazo amigos.

  2. 2
    Fandila
    el 16 de mayo del 2014 a las 14:03

    Y además, nuestras actuaciones inducidas también llegan a al sentimiento y la emoción, más decisiva esta última por cuanto nos modela incluso biológicamente. Es decir a su foma también modifica nuestros genes, forzados por las actuaciones límite. Lo que somos y lo que hacemos se suman para transformar nuestra estructura origen, de manera que de alguna forma lo transmitimos a nuestros descendientes.
    Esta transformación genética autoprocurada solo supondrá un porcentaje mínimo pues los genes son enormemente complejos.
    De aquí surgen teorias, como de que lo que somos, bondad y maldad, por ejemplo, o las capacidades de cada uno ya vienen “impresas” en nuestra dotación genética.
    Pero  también habría de decirse, que la educación y la convivencia son capaces de revertir esos condicionamientos de la persona, y de alguna forma revertir los vicios genéticos, o aprendidos en una alta proporción. En algunas fuentes se habla de un aproximado 50%.
    Es el bagaje que los antepasados dejan a sus descendientes. Por ello la diversificación no endogámica puede dar resultados mas “planares” y en ello juegan en contra las dificultades del medio o el aislamiento en clases estancas. Siempre lo digo, lo fundamental para la justicia y el entendimiento son la educación bien entendida y la convivencia.
    Saludos

    Responder
    • 2.1
      magointerior33
      el 17 de mayo del 2014 a las 8:55

      Buenos dias Fandila…el codigo genetico y la genetica….son moldeables…..solo que las creeencias refonzaron el programa determinado.

      La genetica se modifica cuando somos coscientes de un istante….pero no repercute en nuestro cuerpo fisico asta un cierto tiempo….la genetica de la oruga…nada tiene que ver…con lo que se convierte luego…

      (Cuando creo en algo tambien lo estoy creando!! piensa bien lo que quieres creer porque ese sera tu estado en tu realidad e interaccion con el mundo y el medio).

      Un abrazo fraternal.·. 

      Responder
      • 2.1.1
        Fandila
        el 17 de mayo del 2014 a las 12:06

        Efectivamente es como dices, las modificaciones biológicas son perceptibles de una forma drástica importante si se contemplan través de mucho tiempo, sin embargo que sea así no significa que en tiempos pequeños, toda una vida, no existan. Ello depende de la cantidad de situaciones y vivencias nuevas “traumatizantes” o emotivas positivamente a que el individuo se vea sometido. Aunque la comparación sea odiosa, el virus muta de continuo para adaptarse y no morir. No tanto ,sin embargo, el animal hecho y derecho que vive en el entorno ideal que necesita para desarrollarse.
        No sé exactamente lo que los expertos que estén a la última, pensarán sobre esto. Sin embargo no hay más que ver la cantidad de mutaciones que se producen y que desembocan en enfermedades. ¿Por qué no tambien mutaciones positivas?
        En fin, las generaciones nuevas, no cabe duda que vienen capacitadas de forma distinta a sus antecesoras y no por simples combinaciones genéticas. No es el disco duro y el procesador que se   va adquiriendo  desde cero, sino la programación implícita que va en las dos células primeras que se combinan.
        No son importante para nosotros tales mecanismos, que como legos  entendemos bien poco de genética. Lo que nos importan son los resultados. Para bien o para mal cambiamos día a día.
        Un abrazo

        Responder
  3. 3
    emilio silvera
    el 17 de mayo del 2014 a las 6:39

    Sí, creo que los sentimientos nos hacen mejores y son los que, al final, mueven el mundo. Y, en cuanto a lo que dices de la manera en que cada cual viene marcado por los genes, salvo algún caso patológico (que los hay), todo eso es reversible por el entorno y la educación a la que cada cual pueda tener acceso.
    Lo que nos dicen nuestros padres desde niños dejan una gran influencia en nosotros para el resto de nuestras vidas, y, el entorno en el que podamos crecer también hará de nosotros quienes somos. En cuanto a la Naturaleza, poco a poco, va conformando pequeñas mutaciones que a lo largo de miles de años va cambiando la especie que se adapta al mundo que la acoge.
    En fin amigos, es un tema apasionante al que tendríamos que dedicarle muchas horas para poder explicar, someramente, el complejo “universo” de lo que somos, de dónde estamos, de dónde venimos y hacia dónde vamos.
    Un abrazo.

    Responder

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