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Repasando Rumores del Saber XIV

Autor por Emilio Silvera    ~    Archivo Clasificado en Rumores del Saber    ~    Comentarios Comments (3)

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En la serie rumores del saber del mundo, hemos ido dejando aquí, de manera esporádica, algunos retazos de ese saber que por el mundo, a lo largo y a lo ancho del discurrir del tiempo, han ido dejando los pueblos y civilizaciones que nos precedieron. Ellos sentaron las bases de lo que hoy somos. Hemos hablado aquí de los sumerios, egipcios, hindúes, chinos y de otras civilizaciones también misteriosas. Hemos dedicado algún tiempo al surgir de la escritura y de los números, sin dejar de lado a los grandes filósofos naturales que estudiaban la Naturaleza para tratar de desvelar sus secretos.

                        Tiempos de Oráculos y Deidades

Sin embargo, en Alejandría, las matemáticas o, al menos, los números tuvieron otro aspecto muy importante, y también muy diferente. Se trata de los denominados “misterios órficos” y su énfasis místico.

Según Marsilio Ficino, autor del siglo XV d.C., hay seis grandes teólogos de la antigüedad que forman una linea sucesoria. Zoroastro fue “el principal referente de los Magos”; el segundo era Hermes Trismegisto, el líder de los sacerdotes egipcios; Orfeo fue el sucesor de Trismegisto y a él le siguió Aglaofemo, que fue el encargado de iniciar a Pitágoras en los secretos, quien a su vez los confió a Platón. En Alejandría, Platón fue desarrollado por clemente y Filón, para crear lo que se conocería como neoplatonismo.

Comienza XIV

Tres ideas conforman los cimientos de los misterios órficos. Una es el poder místico de los números. La existencia de los números, su cualidad abstracta y su comportamiento, tan vinculado como el del Universo, ejercieron una permanente fascinación sobre los antiguos, que veían en ellos la explicación de lo que percibían como armonía celestial.


“El número once y su par, 11:11, engloban un código sincromístico, relacionado para muchas personas con la comunicación de una inteligencia cósmica que busca abrir un portal en la conciencia y en la genética humana. Aparte de ésto, esta cifra tiene una resonancia y una simbología profunda que hace reparar en este código, más allá de cultos y creencias, como un atisbo de la naturaleza matemática que subyace, como código de programación, el mundo en el que vivimos.

La naturaleza abstracta de los números contribuyó a reforzar la idea de un alma abstracta, en la que estaba implícita la idea (trascendental en este contexto) de la salvación: la creencia de que habrá un futuro estado de éxtasis, al que es posible llegar a través de la trasmigración o reencarnación.

Por último, estaba el principio de emanación, esto es, que existe un bien eterno, una unidad o “monada”, de la que brotaba toda la creación. Como el número, esta era considerada una entidad básicamente abstracta. El alma ocupada una posición intermedia entre la monada y el mundo material, entre la mente, abstracta en su totalidad, y los sentidos.

Según los órficos, la monada enviaba (“emanaba”) proyecciones de sí misma al mundo material y la tarea del alma era aprender usando los sentidos. De esta forma, a través de sucesivas reencarnaciones, el alma evolucionaba hasta el punto en el que ya no eran necesarias más reencarnaciones y se alcanzaba el momento de profunda iluminación que daba lugar a una forma conocida como gnosis, allí la mente esta fundida con lo que percibe. Es posible reconocer que esta idea, original de Zoroastro, subyace en muchas de las regiones principales del mundo, con distintas variantes o matices que, en esencia, viene a ser los mismos.

Pitágoras, en particular, creía que el estudio de los números y la armonía conducían a la gnosis. Para los pitagóricos, el número uno no era un número en realidad, sino la “esencia” del número, de la cual surge todo el sistema numérico. Su división en dos creaba un triángulo, una trinidad, la forma armónica más básica, idea de la que encontramos ecos en santísimas religiones.

Platón, en su versión más mítica, estaba convencido de que existía un “alma mundial”, también fundada en la armonía y el número, y de la cual brotaba toda la creación. Pero añadió un importante refinamiento al considerar que la dialéctica, el examen crítico de las opiniones era el método para acceder a la gnosis.

La tradición sostiene que el cristianismo llegó a Alejandría a mediados del siglo I d.C., cuando Marcos el evangelista llegó a la ciudad para predicar la nueva religión.

Las similitudes espirituales entre el platonismo y el cristianismo fueron advertidas de forma muy clara por Clemente de Alejandría (150-215 d.C.), pero fue Filón el indio quien primero desarrolló esta nueva fusión. En Alejandría habían existido escuelas pitagóricas y platónicas desde hacía un largo tiempo, y los judíos cultos conocían los paralelos entre las ideas judías y las tradiciones Geténicas, hasta el punto de que para muchos de ellos el orfismo no era otra cosa que “una emanación de la Torá de la que no había quedado constancia”.

Filón era el típico alejandrino que “nunca confiaba en el sentido literal de las cosas y siempre estaba a la búsqueda de interpretaciones músticas y alegóricas”. Pensaba que podía “conectar” con Dios a través de ideas divinas, que las ideas eran “los pensamientos de Dios” porque ponían orden a la “materia informe”. Al igual que Platón, tenía una noción dualista de la Humanidad:

“De las almas puras que habitan el espacio etéreo, aquellas más cercanas a la tierra resultan atraídas por los seres sensibles y descienden a sus cuerpos”.

Las almas son el lado divino del hombre.

Es interesante reparar los hechos pasados y la evolución del pensamiento humano que, en distintos lugares del mundo y bajo distintas formas, todos iban en realidad a desembocar en el mismo mar del pensamiento.

La naturaleza humana y el orden universal, el primero unido a un alto concepto cuasi divino, el Alma, el segundo regido por la energía cósmica de las fuerzas naturales creadoras de la materia y, todo esto, desarrollado de una u otra manera por los grandes pensadores de todos los tiempos que hicieron posible la evolución del saber para tomar posesión de profundos conocimiento que, en un futuro, nos podrán permitir alcanzar metas, que aún hoy, serían negadas por muchos.

                  No deberíamos perder de vista la Historia de la Humanidad

Para mí, el mirar los hechos pasados y estudiar los logros alcanzados en todos los campos del saber, es una auténtica aventura que profundiza y lleva al conocimiento del ser humano que, según la historia, es capaz de lo mejor y de lo pero, sin embargo, nadie podrá negarle grandeza ni imaginación.

Los pensadores del Renacimiento creían que todo el Universo era un modelo de la idea divina y que el hombre era “un creador que venía después del creador divino”. Esta concepción era el concepto de belleza, una forma de armonía que reflejaba las intenciones de la divinidad.

Lo que era placentero para los ojos, el oído y la mente era bueno, moralmente valioso en sí mismo. Más aún: revelaba parte del plan divino para la Humanidad, pues evidenciaba la relación de las partes con el todo.

Este ideal renacentista de belleza respaldaba la noción de que esta tenía dos funciones, noción aplicable a todas las disciplinas. En un nivel, la arquitectura, las artes visuales, la música y los aspectos formales de las artes literarias y dramáticas informaban a la mente; en segundo nivel, la complacían mediante el decoro, el estilo y la simetría. De esta forma se estableció una asociación entre belleza e ilustración. También esto era lo que entonces significaba la sabiduría.

                                                            Algunos quisieron abarcarlo todo

El fin perseguido era el deseo de universalidad personal, la consecución de conocimientos universales, la conjunción de disciplinas diferentes como ramas del todo, del saber profundo que abarcaba desde el núcleo las distintas esferas del conocimiento universales, la conjunción de disciplinas diferentes como ramas del todo, del saber profundo que abarcaba desde el núcleo las distintas esferas del conocimiento como partes de ese todo.

El reconocimiento de la belleza se funda en los dones divinos del intelecto humano. Durante el Renacimiento se escribieron unos cuarenta y tres tratados sobre la belleza. La idea de hombre universal es una idea común a casi todos ellos.

emilio silvera

Fuente: Ideas de Peter Watson

 

  1. 1
    Emilio Silvera
    el 14 de agosto del 2014 a las 9:45

    ¿Lo que podemos aprender mirando hacia el pasado!

    Ellos, los que estuvieron aquí antes que nosotros, sin importar a qué Sociedades pudieran pertenecer ni a qué culturas, las Civilizaciones que han sido a lo largo de la Historia de nuestro planeta han sido muchas pero, todas ellas, sin excepción, han tenido siempre un objeti común: Descubrir los secretos de la Naturaleza.

    Muchos de esos pueblos, dieron hombres y mujeres que han quedado para la posteridad y, con su ingenio, nos dejaron Joyas en foprma de ideas que, después de miles de años, aún prevalecen y permanecen en los foros de la Ciencia.

    No importa la edad que una verdad pueda tener, ya que, por mucho tiempo que pase, si era verdad, prevalecerá para siempre: La materia y la energía son dos aspectos de la misma cosa. ¿Cómo podría cambiar eso?

    Que en cada momento hemos tenido una concepción más o menos distinta del mundo que nos rodea… Pues como pasa con todo que, a medida que pasa el tiempo, a medida que se consigue avanzar y conquistar nuevos logros del saber, las cosas, en sus perspectivas pueden cambiar y con ellas el concepto que se tenía antes de esos nuevos conocimientos. Sin embargo, cuando el conocimiento conquistado es el auténtico, el certero, el que nos está “contando esa verdad inamovible”, por mucho tiempo que pueda transcurrir… ¡Siempre será el mismo logro adquirido!

    Dentro de 5.000 años, las estrellas seguirán fusionando elementos sencillos en otros más complejos, morirán cuando agoten su combustible nuclear de fusión y se convertirán, en funci´çon de sus masas, en estrellas enanas blancas, de neutrones o en Agujeros negros… ¿Cómo poder cambiar eso?

    Claro que, la Mente Humana siempre ha sido “soñadora” y, hasta donde sabemos, ha necesitado de esos sueños para poder seguir adelante y dejar de lado la no siempre bella verdad, con los sueños, haciendo trabajar la Imaginación, hemos logrado idear mundos ideales que nos han descargado (en parte) de la dureza del mundo real. Así hemos caminado desde la Noche de los Tiempos, sin dejar de trabajar por conseguir las metas propuestas pero, sin dejar de soñar.

    ¡En el 2.020 saldrá una expedición tripulada para Marte!

    Un sueño, que, seguramente, no podremos hacer realidad para esa cercana fecha. Las cosas del espacio van despacio (la rima da en el clavo), toda vez que, nuestra tecnología no es aún, la adecuada para poder equipar una Nave espacial que evite la radiación nosiva del espacio interestelar, el cuerpo humano no soporta el vacío espacial ni tampoco, las grandes velocidades y, a todo eso, habrá que añadir el problema del combustible que, de momento, es un sistema rústico y peligroso.

    Pero… ¡Hablamos de ello! Y, ese optimismo, nos llevará, algún día, a tener esa Estación soñada en el planeta Marte, y, para cuando eso llegue, tendremos naves de material inteligente que, de manera automática, repararán los posibles huecos abiertos en el fuselaje creados por pequeños y velocices meteoritos microscópicos. Tendremos Gravedad artificial dentro de la Nave y, todo lo demás que se requiere para un viaje de ese calibre.

    Sólo necesitamos… ¡Tiempo!

    Responder
  2. 2
    Emilio Silvera
    el 15 de agosto del 2014 a las 7:14

    Nuestro amigo, Don José Vidal Palencia, ha dejado un comentario que no se porque no sale en su lugar, nos dice:

     

    Hola mi buen amigo Don Emilio:
    Después de algunas semanas de ausencia en las que he estado trabajando en mi escrito, ahora tengo el gusto de compartirles mis novedades. Particularmente he propuesto un nuevo prólogo que a mi ver es interesante. He agregado también una cuarta parte donde concretamente hago alusión a una “visión de la tesis y su desarrollo a través de foros en internet” en página 94.
    Destaca en la página 143 mi punto de vista sobre “El valor de la crítica en internet”. Creo que estos comentarios relacionados con la crítica en internet, animará a no poca gente a realizar lo correcto a la hora de contribuir con sus puntos de vista en los diferentes foros existentes.
    Por ahora esta información la tengo sólo en el enlace http://www.wix.com/universounificado/particulaselementales En los siguientes días se podrán revisar tanto en http://unigerman.wix.com/proton-electron como en http://universounificado.wix.com/gravitacion .
    Siempre me es grato comunicarle buenas nuevas, y este es uno de esos bellos momentos.
    Un abrazo para usted y todos los amigos de este magnífico blog de ciencias.”

     

    No comprendo el motivo de que no aparezca en el lugar adecuado (últimos comentarios) y, por ese motivo, lo reproduzco aquí-

     

    Responder
    • 2.1
      Emilio Silvera
      el 15 de agosto del 2014 a las 7:17

      Mi estimado amigo:

      Repasaré toda la informaci´çon que nos envía y, será debidamente cometada.

      Un abrazo.

      Responder

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