domingo, 22 de diciembre del 2024 Fecha
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No siempre sabemos ver… lo que el Tiempo es.

Hablamos del pasado y del futuro estando en el presente pero, por lo general, el pasado lejano se nos muestra como si estuviera retratado por la que sostenía una mano temblorosa, todo aparece movido, confuso, sin claridad. Los espacios oscuros en los que nada podemos ver, tendemos a rellenarlos con conjeturas, hipótesis y teorías de lo que fue, de lo que pasó. Otras veces, sin embargo, se alza ante nosotros inmenso, sostenido por un fuerte pedestal y nos habla de su magnificencia mientras nos muestra las hazañas del pasado y el transcurrir de la Naturaleza en aquel tiempo pretérito. También, en ocasiones ocurre que, lo que vemos, nos parece increíble.

Bueno, al menos del pasado podemos buscar vestigios, huellas y señales que nos hablen de lo que pasó. Otra cuestión muy distinta es eso que llamamos futuro y que está más allá del presente, es lo que aún no ha pasado, lo que no tiene historia, lo que tiene que llegar. Es en ese plano de lo que podrá ser, donde entra de lleno nuestra imaginación que, haciendo un de inventiva, trata, con los datos del pasado y del presente, construir una imagen de lo que podrá ser.

Claro que, somos grandes animales con algo de racionalidad y, nuestra tendencia, es magnificar todo lo nuestro y, en la mayoría de los casos, nuestra perspectiva resulta ser errónea, ya que, el sentido que tenemos de la “realidad”, no siempre concuerda con la realidad de la Naturaleza que no hemos llegado a comprender. La mejor demostración de ello es que, ni sabemos explicar lo que el Tiempo es. ¡El Tiempo!, ahí están encerrados esos conceptos de pasado, presente y futuro que, en realidad, hemos inventado poder ubicar nuestro paso por este mundo.

Algunas veces me sorprendo a mí mismo pensando en esa abstracción quen llamamos Tiempo, en su transcurrir, en lo que caro que nos resulta a todos poseerlo, toda vez que, mientras pasa, nosotros estamos consumiendo nuestra estancia aquí que está marcada por un “tiempo” limitado que debemos aprovechar para desarrollar lo que seremos.

Somos animales eminentemente sociales, tendemos a explicar nuestras ideas y tratamos de que, todo lo nuestro quede, de alguna manera, para la posteridad. Los hechos destacados quedaron grabados, primero en rústicos dibujos en las paredes de las cuevas, más tarde en las piedras y en los muros de las construcciones, en papiros y finalmente en los libros de historia y, más modernamente, en grabaciones filmadas en películas que nos permiten visualizar la historia.

Claro que, del futuro, como aún no ha llegado, sólo podemos imaginar. Tenemos los medios tecnológicos construir los futuros que podrían ser, y, representamos historias inventadas que nos llevan a ese futuro soñado. Unas veces será idílico y perfecto y otras, por el contrario, será un futuro en el que, la misma tecnología que hemos creado, se apodera del mundo y trata de destruirnos.

En ese futuro imaginario, nuestra tendencia es la de representar el escenario que, según creemos, se podría producir dentro de…más o menos tiempo que está por venir. En el espacio están muchas de esas historias futuras, pues pensamos que entonces, seremos los señores, no ya del espacio, sino del hiperespacio mismo, es decir, estaremos en posesión de conocimientos que nos permitirán burlar el muro que hoy tenemos delante, ¡la velocidad de la luz! Infranqueable en este tiempo presente para nosotros.

 

¿Será científicamente posible superar la velocidad de la Luz?  “Los motores de curvatura que impulsaban a la nave Enterprise en sus  escarceos por el espacio pueden convertirse en una realidad y permitirnos superar la velocidad de la luz”. Han declarado unos científicos de los que no recuerdo sus nombres. Sin embargo, si la velocidad de la luz puede ser superada, antes de que dicha proesa la puedan conseguir los hombres, creo que vendrá de la mano de la misma Naturaleza que, teniendo todas las respuestas, nos señalará el camino para lograr esa proesa por inconcebible.

Como decía al principio, el pasado no siempre está claro y es diáfana su lectura, y, de lo que hemos podido recuperar y conservar, aprendimos y nos señaló el camino a seguir, aunque no por ello, dejamos de repetir algunos errores y de caer en las mismas trampas. La sabiduría de los antiguos queda al descubierto: “El hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra”. Bueno, en realidad, el tropiezo se reproduce una y otra vez, sólo tenemos que mirar hacia atrás en el tiempo para comprobar las muchas torpezas repetidas.

El transcurso del tiempo, a pesar de todo nuestro empeño, termina por enseñarnos y adquirimos eso que llamamos experiencia y que nos más sabio: “Más sabe el diablo por viejo que por diablo”.

mujer calle

Ella camina y, por muy rápida que pueda ir, este movimiento no implica cambio alguno al no ser relativista, es un simple desplazamiento de lugar. Nosotros, en nuestra vida cotidiana no hacemos que el tiempo se ralentice o se agilice, transcurre a la velocidad que el ritmo del Universo ha impuesto nosotros. Una estrella vive diez mil millones de años y, nosotros, de momento no pasamos de los cien.

No pocos piensan que el futuro y el pasado no existen, que son irreales y que estamos en un continuo presente. Claro que, el pasado sí existió, recuerdo pasajes de mi infancia junto a mi padre que fueron muy reales. Del futuro, no puedo recordar nada por mucho que me quiera esforzar, sólo puedo representar pasajes que mi imaginación dibuja en mi mente y que, al contrario de aquellos otros del pasado que son inamovibles, éstos, pueden ser cambiados a voluntad. Claro aquellos del pasado fueron y estos del futuro, nunca tuvieron realidad.

El futuro será el presente de nuestros hijos con los que, , compartimos el presente que, para entonces, para ellos será el pasado, cuando nosotros no estemos y formemos parte de la historia.

El futuro, a pesar de que no ha llegado aún, es “leído” por algunos que dicen tener ese don, “pueden ver lo que no ha ocurrido” y, con ello, llevan al convencimiento a los crédulos de que, “su futuro” será de ésta o aquella manera. ¡Cómo somos! En todos los tiempos y lugares, siempre existieron espabilados que se aprovecharon de esa abstracción que llamamos tiempo, para, de una u otra manera, obtener beneficios y posiciones privilegiadas haciendo creer a otros que ellos conocían lo que nadie conoce.

 

           Parece mentira que alguien pueda creer en estos…

Desde que nacemos, comienza “nuestro tiempo” que, como regla universal y para nuestro bien, es algo secreto, nadie conoce la duración de su tiempo que, por otra parte, no pocas veces está en manos del azar. Si todo transcurre con normalidad y no somos atacados por ninguna enfermedad, accidente, ataque , etc., nuestro tiempo será el de la vida media de una persona sana que, hoy en día, está en los 80 años. Conocer la duración de nuestro tiempo sería, en muchos casos, motivo más que suficiente para vivir angustiados y, en algunos casos, nadie sabe qué reacciones o comportamientos podríamos tener en qué casos concretos.

                          Su tiempo transcurre lleno de felicidad

El Tiempo, es algo tan subjetivo que, siendo el mismo para todos, en la realidad, no lo es. Cómo puede transcurrir el tiempo igual y de la misma manera para el que todo lo tiene, que goza de una inmejorable, que ama y es amado, que vive en la tranquilidad y certidumbre de que ningún problema podrá venir a perturbar su paz, con aquel otro que, viviendo en la más grande de las pobrezas, carece de todo, la vida le ha negado cualquier alegría, vive debajo de un puente, enfermizo y en la más completa incertidumbre. Para él, la vida es de una dureza tal que, no pocas veces pensó en acabar con ella. El primero puede “ver” y sentir como el tiempo transcurre con normalidad, todo se desarrolla a su alrededor al ritmo que marca el tic tac del reloj de oro que lleva bien abrazado a su muñeca. El otro, puede sentir en lo más profundo de sus pensamientos como el “tiempo” transcurre lento, como un martirio que nunca acaba, como algo que se ensaña y se regodea de su sufrimiento.

                    ¿Qué tiempo es el suyo?

No todos podemos sentir, el transcurso del tiempo de la misma manera. Todos tenemos “nuestro propio tiempo”.

Yo, por ejemplo, tengo muchas clases de tiempo, ese que no deja sentir su transcurrir cuando estoy leyendo o escribiendo sobre temas de ciencia, y, aquel otro, que se me hace eterno, cuando tengo que cumplir con algún compromiso social. En aquel tiempo primero de cuyo transcurrir ni me entero, mi “espíritu” está gozando al bucear en los misterios de la Naturaleza que nos asombra y, al mismo tiempo, nos explica, el por qué de las cosas. En el “otro tiempo”, el que transcurre lentamente y no acaba nunca de pasar, las horas se hacen interminables, escuchar a la señora que te lo listo que su nieto es, oír al joven que lo sabe todo, al jubilado que se queja de todo, o, simplemente escuchar banalidades de esta o aquella “famosa”…hace que, el transcurso del tiempo me resulte interminable.

 

Otro tiempo, diferente del nuestro cotidiano es aquel que, podríamos vivir si tuviéramos la suerte de ser pasajero de una nave cuya velocidad se acercara o fuese próxima a la de la luz. Nuestro tiempo, se ralentizaría y su transcurrir, sería mucho más lento que el tiempo de nuestros familiares y amigos que se quedaron en la Tierra. Claro que, también eso sería antinatural y, dependiendo de a dónde fuésemos, se podría dar el caso de que, a nuestro regreso, no estarían aquí ninguno de nuestros seres queridos. Así que, renuncio a ese tiempo y, prefiero el mío propio en el que, salvo sorpresas inesperadas, transcurrirá según lo previsto.

           Dan un poco de miedo, tan fríos y faltos de sentimientos

Algunos pintan el porvenir (es decir, el futuro) de manera tal que, lo que hemos construido nos sobrepasará, se harán los dueños del mundo y de los mundos a los que nosotros, pobres humanos, nunca podremos llegar. El futuro tiene muchos nombres. los débiles es lo inalcanzable.

Sobre esto del “tiempo” hemos construido muchas frases:

– “Vive el presente de manera tal que, en el futuro, tengas un bonito pasado”.

– “El futuro estará siempre, construido por tu presente”.

– “El presente está cargado del pasado y, el futuro, será lo que determine el presente”.

– “Todo lo que será, causa en lo que es”.

“El futuro tiene muchos nombres. Para los débiles es lo inalcanzable. Para los temerosos, lo desconocido. Para los valientes es la oportunidad” . Según Víctor Hugo.

Woody Allen, lo mira otra perspectiva: “Me interesa el futuro porque es el sitio donde voy a pasar el resto de mi vida”.

En realidad, quiso construir una frase inteligente y se queda en perogrullada, ya que, el resto de su vida siempre será presente, el resto al que se refiere…estará muerto y, tendría que haber dicho: No me interesa el futuro porque no se en que lugar podrán estar mis restos y, sobre todo, mi consciencia. Y, a todo esto, ¿qué piensas tú sobre lo que el Tiempo es, cómo ves el pasado, el presente y el futuro? ¿Será todo una misma cosa dividida por tramos todos, de una u otra manera conexos? ¿Será que, para los seres vivientes sólo existe el eterno presente y que, el pasado sólo pertenece a los muertos y el futuro a los que nop han llegado a vicvir todavía? ¿Cómo clasificarías tú el Tiempo?

emilio silvera

El Universo y… ¿Nosotros?

Autor por Emilio Silvera    ~    Archivo Clasificado en El Universo y... ¿nosotros?    ~    Comentarios Comments (0)

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Heber Doust Curtis

June 27, 1872. Muskegon, Michigan

Heber Doust Curtis fue un astrónomo estadounidense,  conocido por defender en el conocido “Gran Debate”,  la hipótesis de que las conocidas como nebulosas espirales eran galaxias fuera de la Vía Láctea frente a las idea contraria defendida por Harlow Shapley.  La situación era con confusa que, en abril de 1920, Shapley y Herbert Curtis, uno de los principales proponentes de la hipótesis del universo-isla, mantuvieron un debate en el Instituto Smithsoniano, sobre la cuestión de la estructura del universo. Financiado por la National Academy od Sciencie.

 

 

Como podréis comprender, por aquellas fechas no existían los grandes telescopios que hoy nos traen ante nuestros ojos las imágenes de los cúmulos de galaxias situados a muchos años-luz del Sistema Solar. Así que, en aquellos tiempos el Debate entre Herbert Curtis y Shapley, fue el no va más y, todavía, es considerado por los Astrónomos  como el equivalente a los famosos debates Huxley-Wilberforce sobre la validez de la evolución.

Shapley presentó sus pruebas del tamño de la Vía Láctea y Curtis argumentó a favor de la existencia de otras galaxias, como la nuestra. Nadie “ganó” el debate, en primer lugar porque los dos hombres dicutían diferentres temas. Cada uno era correcto en su propio dominio. La Vía Láctrea es realmente muy grande, como aducía Shapley, pero las distnacias a las otras galaxias son aún mayores.

 

 

La Naturaleza de las Nebulosas fue finalmente averiguada en 1923 cuando el Astrónomo Edwin Hubble se convirtió en una de los primeros científicos que pudo utilizar el nuevo telescopio de 100 pulgadas del Monte Wilson, cerca de los Ángeles. Con este instrumento Hubble era capaz de aislar estrellas individuales, incluidas en las Cefeidas variables, en las galaxias cercanas. Utilizando la correlación entre pulsación y brillo desarrollado por Leavitt, Hubble demostró que las distancias a las nebulosas espirales debían medirse en millones de años-luz, distancias mucho mayores que las asignadas por Shapley al tamaño de la Galaxia.

http://kellyoakes.files.wordpress.com/2011/02/nature09681-f2-2.jpg

Una vez más el universo se expandía al aumentar nuestra capacidad para ver en él. No sólo había otros universos islas, sino que estaban mucho más lejos de lo que nadie había podido imaginar nunca. Las Nebulosas espirales eran en realidad sistemas de estrellas como el nuestro, situados a enormes distancias de nosotros. Otras Nebulosas  -las que tienen relativamente pocas estrellas y mucho material diseminado-, son nubes de gas en nuestra propia Galaxia. Para señalar la diferencia entre las dos necesitábamos un telescopio capaz de determinar que un conjunto de nebulosas estaba más distante que el otro. Una vez que se hizo esto, el problema quedó resuelto.

Las galaxias no están distribuidas por el espacio de manera aleatoria o azarosa, sino que tienden a reunirse en estructuras llamadas cúmulos que a su vez están agrupados en supercúmulos que llegan a tener miles o cientos de miles de galaxias. Claro que Hubbkle no podía saber eso y en aquellos tiempos, poder explicar la desiguadad en la distribución de las galaxias constituía uno de los mayores problemas. Incluso algunos, dicen que es el mayor problema de la Cosmología moderna.

Claro que, por importante que pudiera ser el descubrimiento o demostración de Hubble de la existencia de otras galaxias, todavía fue mucho más asombroso que hizo como parte del mismo estudio. Observando las galaxias más cercanas, Hubble podía ver que se alejaban de él, y que cuanto más lejos estaba la galaxia, más rápidamente se movía. Este descubrimiento era tan desconcertante -tan cuajado de implicaciones para la cosmología moderna- que era necesario considerar la base del razonamiento sobre el que hizo Hubble sus afirmaciones.

efecto_doppler

 

 

 

Del Efecto Doppler todos hemos oido hablar y sabemos que, si un coche se nos acerca percibimos las ondas sonaras muy juntas, más fuertes y, cuando pasa de largo y se aleja, las ondas también se alejan y nos suenan más suaves. Esto explica (de manera muy sencilla el efecto Doppler, y también explica como descubrió Hubble la expansión del universo. Lo que sucede con el sonido también sucede con cualquier tipo de onda, desde las olas del océano hasta la luz. En el caso de la Luz, el apretarse de las ondas cuando un objeto se acerca se percibe un desplazamiento hacia el Azul en el color del objeto; al separarse las ondas cuando un objeto se aleja se descubre como un desplazamiento hacia el rojo.

 

 

Lo que en realidad hizo Hubble fue comparar la luz emitida por átomos de elementos conocidos en las galaxias cercanas con la luz de los mismos átomos emitidas en laboratorios terrestres y descubrió que la luz de las galaxias distantes se desplazaba hasta el extremo rojo del espectro, de lo que concluyó que las galaxias se estaban alejando de la Tierra. Al estudiar lo lejos que estaban las galaxias apareció otro modelo, Hubble vio que los datos marcaban una tendencia: cuanto más lejos estaban las galaxias, más elevado era el desplazamiento al rojo.

El descubirmiento de Hubble tiene que ser atribuido en parte, a la buena técnica experimental y en parte a una premonición inspirada en lo que surgiría cuando se pudieran hacer medjores mediciones con aparatos más modernos y tecnologías más avanzadas. Así, especulando, fuimos lejorando los telescopios en las distintas partes del Mundo hasta que llegó el Hubble, el Telescopio Espacial al que se le pudo el nombre de aquel gran Astrónomo.

No sería justo cerrar esta pequeña reseña sin mencionar… ¡Lo que sigue!

 

 

Esta ilustración muestra al astrónomo estadounidense Edwin Hubble (1889-1953) y al sacerdote y cosmólogo belga Georges Lemaître (1894-1966). Ambos científicos deben compartir la autoría del descubrimiento, de forma independiente, de la expansión del universo a finales de 1920. A Lemaître también se le atribuye la propuesta de una teoría sobre el origen del universo, que más tarde sería llamada el “Big Bang”. El telescopio de la izquierda es el telescopio Hooker de 100 pulgadas en el Monte Wilson, California. El Telescopio Espacial Hubble está a la derecha. Crédito: NASA, ESA, y A. Feild (STScI)
Hay que reconocerle a Hubble y a Lemaître también, que sus observaciones y experimentos y  ideas, dejaron bien plantada la semilla de lo que más tarde sería el Modelo de nuestro Universo, es decir, el Big Bang.
Llegamos a este mundo sin saber el destino que nos aguarda. Todos venimos de la misma manera. El tiempo pasa igual para todos. Todos nos vamos por el mismo camino. Es la Ley del Universo y, tendemos a confundir las cosas siempre, pintamos ese final que nos espera como algo tétrico y, sin embargo, lo cierto es que, ¡mientras haya muerte hay esperanzas!
“¿Por qué nace la gente? ¿Por qué muere ¿Y por qué pasa tanto tiempo intermedio llevando relojes digitales?
Doug Adams en La guía Hitchhiker para la galaxia.
No hay ninguna duda: si quieres conocer las respuestas a las cuestiones más fundamentales de la ciencia, debes dirigirte a la cosmología. A través de la historia los csmólogos han asumido la tarea de responder a cuestiones como ¿Cómo comenzó el Universo? ¿Cómo está constituido? o ¿Cuál es su futuro? Cuando se hacen estas preguntas a un cosmólogo hoy día, la respuesta la respuesta que se obtiene está expresada en el lenguaje del modelo aceptado en nuestra época: El Big Bang. El moodelo es un desarrollo lógico de los descubrimientos acerca de las galaxias realizados por Hubble y algunos otros.
Es lo mejor que hemos podido construir, el Modelo del Big Bang que, al menos de momento parece que coincide con lo que se ha observado. Un universo en expansión cuyas galaxias se alejan las unas de las otras y es cada vez más frío. Los cosmólogos nos dicen que el universo nació hace ahora unos 13.750 millones de años, durante todo ese tiempo inmenso y para nuestras mentes inimaginable, todo ha estado evolucionando y lo sencillo se convirtió en complejo, los átomos se juntaron para formar moléculas y estas conformar estrellas, mundos y galaxias y, de todo esa complejidad evolucionada, en un mundo perdido en los confines del Universo, en un Sistema Solar perdido en uno de los brazos espirales de la galaxia, surgieron a la vida seres que, como nosotros, llegamos a poder ser conscientes de Ser. Hemos tratado de saber dónde estamos y de donde venimos y, a estas altura de la Historia, seguimos tratando de saber las respuestas.
emilio silvera